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Extravio sexual de la pubertad y neurosis del desarrollo De epifanias y partidas Néstor Carlos Cérdova Introduccién El siglo XX es el tiempo del estallido cultural de la adolescenciay los adoles- ccentes, figuras endemoniadas que irrumpen en el centro de la eseena social revo- lucionndola para entronizarse como un fenémeno de masa, tal como fo fueran las histerias de la época de Charcot. Hasta fines del siglo XIX, ls j6venes, especialmente las mujeres, eran someti- dos alas eigidas pautas a dela época y la violenta represin del deseo sexual Y sus exteriorzacioncs. Las adolescencias nacidas en tiempos de la Belle Epoque eran vgildas y sofocada, pero el cuerpo erdieno expresaba su insuinisidn’s we, vésdelesndeciiables svomas delahises munis El mitico animal uterino, perseguido por los ogipcios y los ant ; ; 7 1 los egipcios y los antiguos griegos, mi saa los eto masse dl cero huao pare cy el denen alorden slo como al médico, indiference alas diferencias sexuales. histria, como lo expresara Freud (11888), era la "béte noite la indeseable bestia negra de la medicina, cuyo saber y poder sobre el cuerpo anatémico era inerpelado por el lenguaje indescifrable de los sintomas del cuerpo erdgeno. Fraga Marty (2005) plancea que Freud opera un descenttamicnto de la petspectiva de su época sobre la sexualidad, dado que al poner en primer plano la sexual inf, echs por tetra I idea peneralizada dl inicio dela sexual en la puberta, . oe Para este auror, con ese desplazamiento del centin de gravedad ; lacamiento del centro de gravedad de la puberead «Ja infancia, Ia sexvalidad infancil pasa a tener una funcién decisiva en los pro~ ‘esos de cotstinucién de la vida psiquica y se convierte en un factor causal de los procesos saludables y patologicos. ‘Surge as el psicoandlsis de nifios y las eonceprualizaciones sobre el psiquismo temprano, en cambio la pubertad permanecer opacada y pasatéin muchas gene taciones de analistas hasta que la adolescencia comience a ser nombrada y consi detada por el psicoandlisis como objeto de estudio con sus procesos especificos y no solo una mera repetici6n o continuacién evolutiva de lanier E! brillo actual de “la adolescencia”, elevada al lugar de ideal por el narcisis imo de los adultos de la época, no logra ocultar el lado hostl de su ambivalencia desplazado a “las (otras) adolescencias” (Cordova, 2017), aquellas cuyas proble- riticas interpclan a la sociedad y estin expuestas a la violencia, sogregacién y criminalizaci6n, . Cada generacién adolescente agita ante la mirada de los adultos as estreme- cedoras figuras de la akteridad radical: fa sexualidad, el extranjero y la muerte. Asi como la histeria y sus sintomas para la medicina, las acolescencias encarnan a esa bite noire para el imaginario social y aun para el psicoanalisis. El arte como recurso epistemolégico del psicoandlisis Retomando la tradicién freudiana, Lacan (1988 (1954): 17) sefala: “Los poe- tas que no saben lo que dicen, sin embargo siempre, como es sabido, dicen las ‘cosas antes que los demas", En ciencia, el contexto de descubrimiento, a diferencia del contexte de justi- ficacién, nos abre, sin perder tigurosidad, a una dimensién poética de la ciencia que enriquecié particularmente al psicoandliss. El descubrimiento es en cierto ‘modo una nueva mirada que subvierte, un acontecimiento que estalla los saberes dominantes y la légica instituida. Las intuiciones artisticas y literarias Fueron fuente de inspiracién del pensar miento freudiano y forman parte del andamiaje te6tico psicoanalitico, dado que Freud se apoyé en el genio de los poetas para validar sus descubrimientos. Rescatando el espiricu freudiano, denomino recursos epistemolgicos del psicoa- nilisis a aquellas producciones artisticas, literarias, historicas, micolégieas, que contribuyen a la formulacién de nuevas conceptualizaciones y la construccidn de conocimientos transmisibles. En este trabajo se recurriré a una obra de arte para dar comienzo a un reco~ rrido analitico enlazando algunos momentos criticos y procesos cruciales de la adolescencia. Despertar y trauma: la pubertad de Munch Momento dramitico del despertar de los suefios de infancia, el lamado de ta pubertad es el acontecimiento que atroa al no a un territorio y un tiempo desconocidos, La obra de Edvard Munch titulada Puberiad (1895) representa magisralmen- teese momento inasible y decisivo: el segundo despertar sexual, cuando la desme. sura de loreal del sexo isrumpe como trauma pubera, Ese cuadro en cada uno de sus detalles tiene un valor significant: la mirada, la posicién dels manos, las suies manchas de sangre, la ssimerria del cuerpo que sugiere una parce atin nifia y la otra siendo ya mujer La paber desnuda cubre sus genitales con las manos; experiencia de vulne- ‘abilidad ante la caida de los semblantes infaniles. Su angustiosa mirada parece dirigitse desconcertada hacia un lugar indefinide a la espera de respuesta, La oscura sombra, objeto informe y enigmatico se proyecta decrés de la es cena como representacién de ese cuerpo en wansformacidn, alin ajeno: magma de scnsaciones que tendrin que ser metabolizadas inicialmence por lo originario, Bischoff (2000) describe parte de la escena del cuadro: “Los ojos muy abiettos, los brazas que cubren el sexo expresan clocuentemente lo que significa para le ‘muchacha la entrega a lo desconocido, el despertar de la sexualidad’”, Lacadée (2017) seiala que debido a la pubertad el nito se descubreexiliado de si, de su cuerpo de nifo, de las palabras y la lengua de la infancia. Gutton (1993) define fo puberal como el proceso psiquico activado por la pubertad que genera tun trauma que incluye la eanudaciin de los anteriores, Exe trauma, provocado por lo puberal y sus reverbetaciones infantiles, pro- mueve como respuesta los trabajos de do adolercente. “El trauma se oftece mis alld del trabajo elaboracién, a una devisién, a la invencién de un camino” (Taerab, 2013). Ti euadro Pubertad de Munch parece capturar ese instante inasble de suspen- sion estructural ¢inconsisencia subjetiva en el que el trauma puberal da lugat aun “extravio de la pubertad”, tiempo de desconcierto y punto de fay azarosa ¢ incierta que cada adolescente debers realizar con tempo c ingenio, en soledad y en grupo, hacia la conquista del mundo adulto El extravio de la pubertad La pubertad es el acontecimiento inédito y turbuleno que le ocurte a alguien queatin no « y por lo tanvo atin no estéallf para inscribitlo (Cérdova, 2017). Es un inequivoco llamado a trasponer el matco de la eseena fauiliar en un ecisivo passje por los desfiladeros de la adolescencia para volver a crease y crear “Trmund cu eos tos dl pasién idealizadora, La pubertad impone al sujeto el exilio del reritorio de la a ys pase ala condicién de extranjero, El magma de sensaciones sexuales y bs sleaciones del cuerpo y sus imagenes confrontan al pier con la experiencia de lo informe cextratio indecibe, ari? gnc clyo pierde las coordenadas que orientaban su accionar durante lanier y sobreviene el trauma puberal jum con un en lsconcierto y desgobiere pulsional que denomino “exttavio de la pubertad”. ‘e [Ertabal ava smal de uber” es uma eps de Freed (1892) tsaizada de un modo oeasona, como al psa pa ferns «I pubertal, Ex resién que se retoma en este escrito para definir un momento légico posterior trauma el desconcerto del sujet ane fo rea de a sexalidad y ls cambios que err eats petence “Unc decurcn por hpusis de 1891-1853, cxando refiséndose una neuasenia javenideia a siguiente secuenci que conduce a su desencadenamiento: “Una disposicién originariamente buena, habitual extravio sexual de la pubertad” (Freud, 1986 [1892-1893)) Extravio es el resultado de la brusca alteracién del curso normal de un proceso. [sear extraviado es estar desorientado, haber perdido el rambo. Bcaea o der lgp y no saber dénde encotatlo, Hse evi, consecuencia el deaperar Ge los sues eo de a infanci spel desde un perpectv sudale come ese momento ligjco de desordene inctiumbre que se require pas dar lugar a los procesos del entretiempo de la sexuacién hasta advenir una ni corganizacién (Grassi, 2010). Ea és i nifio, el tempo de pasaje Ea términos rituales, eras la muerte simbélica de nifio, ks tre os litorales de la infancia y el mundo adulto provoca un estado de suspen structural. Los adolescentes son sujetosliminales, dado que transitan terctorios de froncera y su condicién social es paradjal; no son los nifios que eran ni los adultos que se supone serin, ono la pézdida de aquellas formas eeonocidas come propias. Lo in rato caso lo informe como pln de auc Foi i oi foe us deuns mene dear ego eons pa reco cen lary pensameneo meres y Donal Winker cuando sels un exado de no nae lg tee ae aprnmamente nese a. 2 Alera, de ert ice oF See 3 Que now debe cor con un proces de deserts carers de wn desea Picopatligin, 4 Delite El extrav{o sexual es un momento légico de desorden y avasallamiento del yo anterior al centrado genital, aa transformaci6n en ternura del excedente sensual y el hallargo de objeto. Se asocia al impacto de lo puberal y sus fundamentos (Gut- ton 1993); la cumultuosa confluencia de las renovadas corrientes sensuales pro- venientes de la infancia y la inusitada sensualidad pubercarias intensa activacién de pulsiones no inhibidas en su fin tanto parciales y polimorfas como genitales. Experiencia puberal inédita de sentirse (auto)seducido por ese magma de sen- saciones que requieten inicialmente un intenso trabajo de representacién picto- gramitica por el proceso originario, para huego encender ensuefios y fantasia, telén de fondo del aucocrotismo genital, necesacio preludio de un encuentro pre- sentido (Cérdova, 2017). El extravio sexual puede expresarse como una experiencia transitoria de des- gobierno y locura. El adolescente ante el predominio de lo puberal es un sujeto a ‘merced dle la pul jero que a menudo “pierde la cabera” y recurre al acto 0 se refugia en el ascetismo y la inhibicién; imagen acéfala que plasmara genialmente Max Ernst (1921) en su cuadro La puberiad ceruna (La puberté proche au Les pleiade). Didie# Laura (2005) sostiene que durante la adolescencia enfoquecen el cuer- po y la pulsi6n. Entonces el pasaje por el “cortocircuito del acto” es inevitable ante las faquezas del narcisismo y el extravio del yo. En esta direccién afirma Grassi (2018; 6), refiriéndose a los desvios, bordes y deshordes adolescentes: "Proceso al cual son inherentes los conflictos,regresiones Y progresiones, dulas ¢ incertidumbres, con finales abiertos, inciertos. Transita por bord, desbordes y desvios, més que por logros y metas claras". La picea ecattal Depertar de la primavera, de Frank Wedekind (1891), ha sido subtitulada alternativamente “tragedia infantil” y coincidentemente con el tema tratados “tragedia dela adolescencia extreviada”. Comentada sucesivannente por Freud y Lacan, esta pieza trata sobre el despertar sexual de la pubertad en un grupo de nifios hijos de una sociedad purieana que se asoman a las primeras intensas sensaciones sexuales desprovistos de recursos y del acompaiamiento de sus referentes adultes: padres y profesores. Sin seferencias y rechazados por la cruel severidad e hipocresfa social, exploran cen la oscuridad, Son adolescentes que atin no han superado su condicién de nifios cexttaviados en el exlio impuesto por fa pubertads desconcertados y apremiados por sus urgencias pubsionales, la oferta de goces leralesy los imperativos sociales de la época bordean inevitablemente el abismo de la cagedia. El exilio de si, l imperio del goce pulsional y la fuga de sentidos pueden precipitar la bisqueda de atajos que represencan verdadero callejones sin salidas tiempo de caminos que se bifurcan ante loz cuales Edipo, adolescente eauaviady, apresuré su paso rumbo a la tragedia, Del extravio a la creaci6n No sabemos quiénes somos (.) ni cudl es la tierra que pisamos, ni el tiempo en que vivimos: que no hay quién tenga las resputstas cortectas a nuestras preguntas, que nadie puede decirnos dénde esté la verdad ni cémo encontrarla, ‘Truss (2002) La pubertad es para el sujeto psiquico ef avant coup, la anterioridad Jigica a toda inscripeién y tanscripcién, que exigicd a posteriori un trabajo de representa cin y simbolizacién del impacto traumatico de la pubertad, Eladolescente se descubre siendo un extranjero exiliado del lenguajeyy las ima- genes de la infancia, Arrojado a un incesante devenit otro, deberd partir en busca de las palabras que le permiten traduci sus inéditas sensaciones y crear con cllas tuna posica de la inexistencia (Cérdova, 2017). Elextravfo sexual de fa pubertad es el momento crucial durante el ual se m= pone de tun modo radical la experiencia de lo informe, estado de no integracién (Winnicott, 1986) que, tiempo de espera mediante, puede dar lugar a la creativi dad. Winnicott (1986) se reficre alo informe? como aquello que rodavia no ha to imado forma, que ain no ha sido incegrado, Tolerar lo informe y aceptar ese estado adeno integraién oslo que permite con el tiempo el surgimiento de la creaividad. Guron (1993) afirma que para que el proceso puberal pueda acaccer sin frac~ tutas, se requiere un primer trabajo de fa psique: la representabilidad, Sin repre- sentaciones lo puberal no puede acaecer y no pueden tener lugar los trabajos de /o adolescent para configutar una adolescencia saludable, Tas escenas puberales son excenas que el nifo puiber tendré que suftir (Gut- ton, 1993), dado que sus fantasmas edipicos ahora “incestuados” ocupan el cen- tro de la vida psiquica y constituyen los materiales necesarios sobre los cuales hhabré de trabajar lo adolescente, permitiendo que el yo (je), exiraviado por el impacto puberal, pueda representar ¢ integra lo nuevo y logre establecer un lz0 ce continuidad con la infancia mediante un trabajo que denornino “duelo histo- rizante” (Cérdova, 2017). 5 Goss eal ie a ino 1950 dno “nore” como ee ‘sponse cnr con la Tomas en carey penstminto eu ger.“ ence po clean ater Eu mar clu PORES GNY ecsobssintase aged eam cig osm wm wn mn Sagnivamene Fans Buc un pote sdenads por Donald Wana, ive dts bisque deo tfc ‘onto desu abr Coincidiendo con la importancia otorgada por Gutton a las transformaciones y funcién de las escenas puberales, Lauru (2005: 15) sefiala que “el sujeto ado- lescente va a consttuitse construyendo su Fantasma’, La ercatividad y las expe- rincias amorosas son posibles cuando cede la furia incestuosa y parrcida de las primeras escenas puberales. Por los trabajos de lo adolescente, el yo logrard controlar la violencia puberal; 1a tormenta edipica incestuosa podrd ser gradualmente elaborada y atenuada, po- sibilrando el acceso a una realidad sexual diferente de la infantil. Los didlogos amorosos y fraternales construyen circuitos intersubjetives que facilitan el recorrido pulsional fuera del cuerpo y posibilitan que el exceso de goce ‘eda paso al deseo. Se aproxima el momento de concluir del proceso de sexuacién ‘que supone la definicién de un modo prevalente de goce, la asuncién de una po- sicién sexual y la creacién/hallazgo de objeto en su dimensién de ateridad. Florecimiento de la neurosis adolescente del desarrollo En el teatro de sombras de la pubertad se proyectan y danzan las desconcer- tantes figuras de la adolescencia. Como en los viejs caleidoscopios, sus formas se suceden magicamente en un juego fascinante de engafiosas simetras. La histeria o neurosis saludable de la adolescencia no define por sf sola este ‘momento crucial de la vida (teducir la adolescencia a una histeria del desarrollo seria mutilar su complejidad); esta neurosis sin embargo es decisiva en tanto ver- tebra los procesos de estructuracién psiquica del “Entretiempo dela sexuacidn”, Le6n Pinto (2013: 32), en un recortido por los primetos trabajos de Freud so- bre Ia hiseria, concluye que el mismo arriba ala siguiente conclusién provisoria: “La adolescencia tomari la forma de una histeria potencial en cuanto las sensi ciones sextales propias acrecentadas por la pubertad petmitirén significar huellas mnémicas anteriores, también asociadas al vivenciar sexual infantil”, Freud, en 1895, en el “Proyecto” anticipa que “Ia dilacién de la pubertad es tun cardcter universal de [a organizacién, Toda persona adolescente tiene huellas ‘mnémicas que solo pueden ser comprendidas con la emergencia de sensaciones sexuales propia; se dirfa entonces que todo adoleseente porta dentro desi el ger- ‘men de la histctia” (Freud, 1986a [1895]: 143). soy Sutton. (1995: 32) sstene que "la pura, a aves de lo puberl, reactive los eraumas precedentes y vuelve traumdticos a posteriori los complejos imagé- cos infantis. Lo puberales el trauma narcisista por excelencia caasane de on ataque de histeria”, Por su parte, Donald Winnicott (1961: 8) sefala que “en el periodo de la adolescencia, la pubertad es una amenaza que luego crece y domina la escena”, ntinda su descripcién del proceso para afitmar finalmente: “De modo que la pasos ent cn el cuato def adolescence, También adveste sobre el riesgo de que la rigidez de la neurosis se convierta en un refugio y solucién falsa pata el adolescente. Juan David Nasio (2010) afitma que la adolescencia es una neurosis del de- sarvollo, y més precisamente una hiseria que se caracteriza por ser saludable y pasajera, dado que se disipa con el tiempo, Se rata de una neurosis de crecimiento benéfica, al final de la cual se entra en la adultez. Nasio sostienc que el Eaipo es ‘una neurosis que se manifesta en las dos grandes crisis del desarrollo, la infancia y In adolescencia, Este autor define ala adolescencia como la manifestacién a veces tumultuosa y suiente de dos procesos: una histeria y un duclo, ce abe finalmente preguntarse por las caractristicas de esta “neurosis edipica”, definible como no clinica desde una perspectiva psicoparolégiea. Proceso que se dlitime y resuelve fundamentalmente en el campo intersubjetivo familiar. Adolescencia: el artificio de “enfermar y curarse de y con Jos padres” a i wravio sexual Tas el traumético despertar de los suerios de infancia, con el extravio se asociado con el impacto de lo puberal, se renueva el pasaje por el Complejo de Edipo, ahora incestuoso y genital ; TH Bdipo ce manifewa como una neurosis del desarrollo iniciada por lo pu- beral que se resuelve mediante los trabajos de fo adolesente para dar lugar a los procesos dela juventud. d 5 7 Exea neurosis, pensada tanto desde una perspectiva metapsicolégica como ci- ica, en términos estriceamente psicoanaltics, se configura en el campo incer- subjetivo familiar como una neurosis de transferencia; esta cs la hipdtesis vedrica linica a exponet. t Te pn eta diecign, Erk Porge (1990) deduce que lo eds neustces por Jos que atraviesan muchos nifios son neurosis de transferencia y no una neurosis clinica w ordinasia. ees fe [Los nifios organizan la neurosis de transferencia ante un cambio de lugares © situacién particular en fa familia y la focalizan en el padre, la madte, alguao de sus hermanos, et : Dado que los padres csienten interpelados por a crisis los sintomas, el nino se vuelve persecutotio porque suponen que esas manifestaciones son diigidas “contra ellos’ Este autor sefiala que la funcién del analica es lograr que los padres toleren la neurosis de transferencia y permitic enconcxs que el nifo la desarrolle hasta su | | | | i | | solucién, Afirma Porge quc lo que todo nifio demanda es que lo dejen desarrollar su neurosis sin impedirla, De este modo, el nifio intenta tetomar el curso de su proceso edfpico incereumpido, En el caso dela neurosis de transferencia adolescente, esta permite la actualiza- ida y liquidacién dels conflicts y raumas infantilesy actuals en elie et mum de la escena intersubjetiva familiar. Este proceso tumultuoso se pone de manifies- ‘0 en los sintomas, actings y somatizaciones que forman parte de la denominada ovsis de la adolescencia Hemos de sefialar que los aspectos mis pasionales (puberales) dela transferen- cia se disimen con los padres, mientras que el grupo de amigos y ciertas figuras adultas de rlevo son objeto de transferenciasidealizadas, division y desplazamicr- fo que permite al adolescent preservar en otros espacios no familiares la funcién de apuntalamiento, mientras se libra esta decisiva confiontacién transferencial Los pacies deben posicionarse de modo de acompafiat y sostener la transfe- rencia sin responder especularmente ni implicarse pasionalmente ante la virulen- cia de a crisis que los toma como objeto y los interpela como sujetos al agear sus propios fantasmas edipicos infantilesy puberales. La clave reside en no impedicel desarrollo de la neurosis ni tampoco exacerbatla, Las respusstas perturbadas y obstaculizantes de los padres ante esta decsiva y dolorosa kucha por la autonomfa y desasimiento que ibran los adolescentes pueden ser expulsivas 0 posesivas; violent, seductoras 0 culpabilizantes. Cualquicra sea, agrava la crisis y pone en riesgo la continuidad y éxito de los procesos adolescentes, El duelo es un erabajo decisivo para la resoluci6n del desasimiento; la muerte simbdlica de los protagonistas es inexorable. Deben ser asesinados los padres y debe morir el nifio maravlloso (Leclaie, 1992), representacién ideal del narcisis- ‘mo parental que renace en cada generaciéi Mediante esta neurosis (de transfetencia) edipica, dado que nada puede see resuelto in absentia o in effigie” el adolescente se “enferma” “de (y con) sus padres” y se cura “de ellos (y con ellos)” (Ciéedova, 2011). La resolucién del complejo de Edipo posiciona al adolescente de cata al hoti- onte caracteristico de la juventud. La saida de la adolescencia hacia la conquista cde un lugar en el mundo adulto requiere del reconocimiento del padre y se ar- Hicula con la definitiva puesta en funciones del Ideal del yo, instancia que sefala al yo el rumbo hacia el cual encauzar la energia pulsional, en especial la genital, oderosa fuente de fruras realizaciones amorosas y culeurales. 6 Aaplyhow. 7 La acu eipic ose tesudve en aera de os pode De epifanias y partidas Como dl ingenioso e intrépido Ulises, el adolescente extraviado habra. de des- cender al tencbroso reino de Hades, inframindo de los muertos, para emerger de sa experiencia de cara a la muerte y la castracién con la inqucbecle derermi- nacién de reanudar su viaje y aventurarse ala conquista de lo nuevo. feo dela casas edipica y desasirse de sus padres requiere del adoles- cence un largo y doliente proceso hasta asumir su paradojal condicién de sjeto doblemente determinado, Determinado en tanto marcado por su historia personal, familiar y el contexto epocal. Pero a la ver determinado en el sentido de decidido. ‘aasumir su propio deseo, ; La siete sostiene Didier Lauru (2005: 71), “es un tempo de herofsmo e idealismo. Fl ideal del yo, heredero det pasaje pubertario, estd marcado por el sello de futuro y del proyecto”. : re pa creado un génerolamado Bikdungsorons novela de aprendi- ‘ne niicnen a que el joven protagonist raves den vine sure (aves inerior)logra encontrase asf mismo y encontrar su propio lugar en el mundo, En ciertos casos ese camino de sala de la adolescencia se ilumnina fagazmente mediante una epifania.instante de insta ded en fa que el joven tiene ‘una reveladora vision de sy su reali ; ne Srephen Dédalus, protagonist de la novela de James Joyce Reade wn ar 12 adolecente, joven opritsido por el clima moralista y conservador de su Dublin natal, expresa en un didlogo su terminante decsi is no creo limes mi hogar, mi pati, 0 No servieé por mis lempo a aquelo en fo que no creo, ; ani eligi, y wataré de expresirme mediante alin modo de vida o arte, ran libremene ‘como pueda, tan plenamente come ped, uso en mi defensa las nies armas gue pereico utilise sllencio, lexi y la astuca (Joyce, 1995 (1916): 224). 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