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Andréi Chikatilo 

(1936-1994)
Conocido como el carnicero de Rostov, fue un asesino en serie de la Unión
Soviética. Considerado como el psicópata más sanguinario de Europa del
Este, confesó haber asesinado a 52 personas, la mayoría niñas y
adolescentes.

Fue apodado carnicero de Rostov, destripador de Rostov y destripador rojo,


porque además de asesinar a sus víctimas, solía mutilarlas de diferentes
formas tras golpearlas y agredirlas sexualmente.

El criminal estuvo activo desde 1978 hasta 1990, cuando finalmente fue
capturado. Cometió sus crímenes en Rusia, Ucrania y Uzbekistán, en la
época en la que estos países formaban parte de la Unión Soviética.

Durante los años en los que cometió sus fechorías llevó una doble vida, ya
que aparentaba ser un hombre de familia y muy educado. Lo que pocos
sabían era que detrás de su personalidad aparentemente apacible se
encontraba un completo monstruo.

Vida familiar de Andréi Chikatilo.

Andréi Románovich Chikatilo nació el 16 de octubre de 1936 en una aldea


ucraniana llamada Yáblochnoye. Sus padres fueron Román y Anna Chikatilo.
Nació en la época del Holodomor, también conocido como el genocidio o el
holoscausto ucraniano.

En aquellos años se produjo el proceso de colectivización de la agricultura,


emprendida por la Unión Soviética, y el padre de Andréi se convirtió en un
prisionero de guerra de los nazis.

La madre de Andréi tuvo que hacerse cargo de él y de su pequeña hermana


de 7 años, sin ayuda de nadie. Sobre su crianza se dicen muchas cosas, una
de ellas es que su madre solía contarles una terrible historia a sus hijos que
los traumaría para siempre.
Según esa historia, alguien había secuestrado al hermano mayor, llamado
Stepán, para comérselo. Pero, aunque la historia parecía ser un cuento para
asustar niños, en realidad no era una situación extraña en la época.

En la Ucrania de esos años la hambruna invadía las calles y los muertos


estaban por todas partes. De hecho, de niño Andréi solía ver numerosos
cadáveres descuartizados, ya que las personas se veían obligadas a comer
la carne humana para sobrevivir.

Sin embargo, vale destacar que la historia del hermano nunca fue
confirmada, ya que no existía documento alguno que certificara el nacimiento
ni la muerte de Stepán.

A pesar de los problemas que lo azotaban, Andréi trató de llevar una vida
como la de todos los niños de su edad. El problema es que no le iba
demasiado bien en la escuela, no precisamente por los estudios sino por la
convivencia con sus compañeros.

Problemas de personalidad y físicos

Tenía una personalidad introvertida y no parecía tener mucho carácter. Fue


marginado y humillado por sus compañeros. 

Además, solía tener otros problemas físicos. Sufría de miopía, pero tardó
años en aceptar su condición. De hecho, se dice que usó sus primeras gafas
a los treinta años. También padeció de enuresis nocturna (mojar la cama)
hasta los 12 años.

A medida que fue creciendo se hizo mucho más tímido, sobre todo con las
mujeres. Desde muy joven se sintió frustrado en el ámbito sexual. En la
adolescencia tuvo una relación amorosa con una chica del pueblo, pero se
vio truncada porque presentó problemas de impotencia.

Servicio militar

Después de terminar la escuela, Andréi prestó el servicio militar para el


ejército soviético. Allí decidió dedicarse a los estudios, por lo que se preparó y
obtuvo los títulos en ingeniería, literatura rusa y marxismo-leninismo. Tras
finalizar los estudios se convirtió en un comunista activo.
En 1963, Andréi se casó con una mujer llamada Fayinay, y a pesar de sus
problemas sexuales, la pareja tuvo dos hijos. Aunque no podía mantener una
erección, sí podía eyacular.

Chikatilo solía pensar en él mismo como un error de la naturaleza, alguien a


quien la vida había castigado con la castración desde que nació.

Fue descrito como un marido trabajador, amoroso, de carácter estable y


hasta sumiso. Como padre nunca levantó la voz frente a sus hijos y además
se convirtió en un miembro respetado del partido comunista.

Docencia

En 1971 ingresó en el mundo de la docencia. Aprovechando lo bien que le


había ido en los estudios profesionales, decidió titularse como profesor. Fue a
partir de esa época en la que comenzó a obsesionarse por las menores.

Sentía una atracción cada vez mayor por las niñas menores de doce años,
por lo que comenzó a espiarlas. Solía pasearse por los dormitorios para
verlas en ropa interior y mientras las miraba se masturbaba con la mano
dentro de su bolsillo.

Pero poco a poco su vida como profesor comenzó a parecerse cada vez más
a su época en la escuela.

Sus alumnos no lo respetaban, se negaban a comportarse bien y se burlaban


constantemente de él. Solían llamarlo “el ganso” porque supuestamente tenía
los hombros muy largos y tenía ciertas curvaturas, además de un cuello largo.

Las agresiones llegaron a ser tantas y tuvo tanto miedo que comenzó a llevar
un cuchillo a las clases. Nunca llegó a usarlo, y finalmente años después fue
despedido porque algunos alumnos lo acusaron de acoso sexual.

Los crímenes de Chikatilo

Primera víctima

Chikatilo cometió su primer crimen en diciembre de 1978. Tenía 42 años


cuando decidió abordar a una niña de 9 años en la calle. Su nombre era
Yelena Zakotnova y la convenció de que lo acompañara a una cabaña que
tenía en las afueras de la ciudad.
Sus años como maestro y como padre lo habían enseñado a hablar con los
niños, así que fácilmente pudo llevársela voluntariamente.

Una vez en la cabaña, el psicópata la desvistió y debido a la violencia con la


que lo hizo, le causó un rasguño. Al brotar la sangre, tuvo una erección
inmediata. Esa situación de excitación lo hizo asociar el sexo con la sangre.

Así finalmente comenzaba a salir el monstruo que había estado en su cabeza


desde hacía años.

La apuñaló con un cuchillo hasta que logró el orgasmo y eyaculó. De esta


forma se dio cuenta de que había encontrado una forma para satisfacer sus
necesidades sexuales.

El cadáver fue encontrado días después en el Río Grushovka. Aunque


Chikatilo fue interrogado por las autoridades, el principal sospechoso fue otro
agresor sexual llamado Aleksandr Krávchenko.

Segunda víctima

Su segunda víctima mortal no llegó sino hasta tres años después. Tras haber
perdido su empleo como profesor, en 1981 comenzó a trabajar como
funcionario de abastecimiento de una fábrica.

El empleo lo hacía viajar constantemente por la región, lo que lo ayudó a


buscar víctimas en diferentes lugares.

El 3 de septiembre de ese año agredió a Larisa Tkachenko, una prostituta de


17 años. Su objetivo era tener sexo con la chica, sin embargo, cuando no
pudo tener una erección, la chica se burló de él.

Esto lo hizo enfurecer tanto que perdió el control y la mató salvajemente.


Después de estrangularla, eyaculó sobre su cadáver, mordió su garganta,
cortó sus senos y hasta se comió los pezones.

Con ese otro asesinato, Chikatilo comprendió que hacer eso representaba el
acto sexual supremo para él. Esa era la mayor fuente de excitación que podía
conseguir. Después de aquello, poco a poco se irían sumando más y más
víctimas.

Tercera víctima
La tercera fue Lyuba Biryuk, una niña de 13 años a quien raptó de un pueblo
llamado Novorcherkassk. La acuchilló unas 40 veces y le mutiló los ojos.
Posteriormente este acto se convirtió en su sello personal.

Cuarta víctima

Hasta aquel momento, Chikatilo solo había asesinado a personas del sexo
femenino. Oleg Podzhiváev sería su primera víctima masculina, un niño de 9
años.

El cuerpo el pequeño nunca fue encontrado. Sin embargo, Chikatilo aseguró


que él era el responsable de su muerte y afirmó haberle arrancado los
genitales.

El modus operandi del asesino siempre fue el mismo. Las víctimas eran
encontradas en los bosques, tenían signos de violencia, sadismo y
generalmente habían sido mutiladas. Todos eran niñas, niños y chicas
jóvenes.

Detención y ejecución

Para 1984 el número de víctimas ya ascendía a 15 personas. El caso de este


asesino en serie se había convertido en un caso público.

Para intentar dar con el asesino, el Instituto Serbsky de Moscú realizó su


perfil. Según los expertos, se trataba de un hombre que se mostraba
completamente normal, probablemente estaba casado y tenía un trabajo.

Solía dejar su semen en el cuerpo de las víctimas, y tras un análisis


determinaron que su sangre era del grupo AB.

En septiembre de 1984 Chikatilo fue detenido en el mercado de Rostov. El


hombre encajaba perfectamente en el perfil del asesino. Sin embargo, tras
hacerle una prueba médica, se determinó que su tipo de sangre no coincidía
con la del semen encontrado.

Liberación y otros crímenes


Así Chikatilo fue liberado sin ningún cargo en su contra y los asesinatos
continuaron. El número de víctimas ya había llegado a los 30 y las
autoridades seguían sin tener pistas.

En octubre de 1990 se encontró otro cuerpo en un bosque cerca de la


estación de Donlesjoz. Todo el equipo policial se abocó al caso y contaban
con una fuerza antidisturbios de unos 100 hombres.

Dos semanas después se encontró otro cadáver y la cifra de policías en la


investigación ascendió a los 600. Habían montado guardia en los bosques,
sobre todo en las zonas más aisladas.

Para ese momento, el fin de Chikatilo estaba cerca. En noviembre, mientras


hacían una de esas guardias, un detective llamado Ígor Rybakov vio a un
hombre salir del bosque.

Llevaba traje y corbata, tenía un dedo vendado y una mejilla manchada de


sangre. El oficial le pidió la documentación, pero como no tenía motivos
suficientes para arrestarlo, lo dejó ir. Sin embargo, hizo un reporte del
incidente.

Detención

Al día siguiente, las autoridades encontraron el cadáver de una joven en esa


misma zona. Los oficiales ataron cabos y dedujeron que el responsable debía
ser aquel hombre que el detective había reportado.

Así, el 20 de noviembre se emitió una orden de detención contra Andréi


Chikatilo. Curiosamente, su sangre no era del tipo AB, pero sí su esperma.

Tras su detención, el acusado negó estar involucrado. No confesó nada


durante los primeros interrogatorios y acusó a la policía de perseguirlo.

No obstante, unos días después aseguró que contaría todo si paraban los
interrogatorios. Al reunirse con uno de los psiquiatras terminó confesando 52
asesinatos.

Posteriormente, escribió una carta para el fiscal general donde exponía


algunos detalles de su vida. Aseguró que se encontraba en un estado de
profunda depresión y reconoció tener “impulsos sexuales perturbados”.
Justificó los actos cometidos debido a un problema psiquiátrico. Dijo que sus
problemas eran mentales y que no podía controlar sus actos. Sin embargo,
para la policía el objetivo de esta declaración era buscar una salida a su
situación, alegando una enfermedad mental.

Pena de muerte

Los psiquiatras del Instituto Serbsky, quienes lo habían perfilado años antes,
lo catalogaron como un sádico prudente. Indicaron que no sufría ningún
trastorno mental que le impidiera entender que sus actos no eran correctos.

Se determinó que sus acciones fueron premeditadas y que estaba legalmente


cuerdo. Su juicio comenzó en abril de 1992 y terminó en octubre de ese año.
Fue sentenciado a la pena de muerte. El 14 de febrero de 1994 fue ejecutado
de un tiro en la nuca en la prisión de Rostov del Don.

Perfil psicológico

Según los expertos que lo perfilaron, Chikatilo era un hombre ordinario,


solitario y apacible. Sin embargo, era realmente un psicópata sexual con
impulsos sádicos, que además practicaba el canibalismo.

Padecía una disfunción sexual y esto quedó claro por el hecho de que
mutilaba a sus víctimas. Lo hacía por frustración y porque además lo
excitaba.

Aunque se dejaba llevar por la compulsión de matar, no era retrasado mental


ni padecía esquizofrenia. Una evidencia de esto era su capacidad de planear
sus ataques. 

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