You are on page 1of 42
“Billa FStvene Garren Cublerta:/ Elsdio Rivadulla ‘Foto de conitecubieris / Osvaido Sales Cotrecsién / Jorge'Rosete Hernéndez © @ ido Rodrigues, i902 Sobre Ia presente ediclén: | Biitoriel Letras Cubenes, 1962 sie iio hu sda processda en taler “dun Abranen iam rb *Aiedy Lope at ieepscraipaa so ce Yio 34 de la Revolucion". dnd de a Habana (09 | Este libro es el fruto de largas horas de ‘entres vistas,. duraite, las cuales quedaron registrad: en varias cintas algunas vivencias de la rica ¢ interesante trayectoria de le sGran Dama de la Guitarras, He tratado de conservar sus recuerdos "tal y como los describfa, y me he limitado aorga~ nizarlos y titularlos —de. shf el lenguaje colo: .qulal, en primera persona—, pues mi objetivo es que, como mismo los recibi, HMeguen al lector. ~ ‘Maria’ Luise Anido es una. venerable mujer de ochenta y dos afios, c: Prodigio- sy gran vitalidad, Le gusta que Jas cosas tomen su curso natural, y esto lo aplica demiesiado Ii- lerelmente con Ig medicina: jamés acude ‘al mé.. ico. Todo lo que ha contrafdo (catarro, un quiste en Ia boca, flebre) se ha ido como mismo ha dle- gado: solo, o cuando més con Ja: ayuda de aspi- rinas o duralginas. En estos momentos su salud es excelente, no utiliza espejuelos, camina con lidad y piensa con gran sabiduria, Sus ‘virtudes gultarristicas) y expresivas se: mantienen en plena vigencia, lo cual queda demostrado en el/élbum discogréfico que re- coge, en vivo, el recital que en febrero de 1989. k | £ clla compartiera generosamente con’ ¢l qutor de estas lineas en el. Testro Nacional de Cubs, En su memoria’ estén frescas ‘impresiones de viejes,” anéedotas para muchos desconoeh, das, y su forma de ver el mundo y la gente, Pero es précticamente imposible que todo quede Ineluido en estas paginas, y hay facetas, somo Ja de compositora-—aungue ella nunee Quiso que 1a, Hamarénisast,-que se mantienen inex. i Ploradas~En eitesentide puedo decir qué’ Mi. Mita, come la lamamos carifgsamente, compone siempre con el instrumento en las manos, nunca Iuera de él, y sus obras, de gran fuerza exptesi. va, demuestran un perfecto dominio de la guitarra ¥ Sus tecursos, Pertenece, ademés, al-grupo de tos que ereen en Ia inspiracién, y su cataloge hace énfasis’en la misica latinoamericena, de ahi sus iiuos: Aire norteno, Procesién coya, Canto, de 'a Wanura, Cancién de Yucatén, De mi tierfo Ha ‘grabado tres discos de larga duracién Con Miguel Llobet, dos en Microfon, tres para | RCA Victor, dos en Japén, dos en la URS, uno en Francia -y el iltimo e fia, i Las experienclas de la Gran Dama de la Gul. farra nos enriquecen a todos los que de na forma u otra transitamos por el diffeil y 1 ravilloso camino del. arte, y nos acercan ade. stds-a una personalidad carismética de la mi. ‘sica, permitiéndonos ver. su forma de pensar ¥ sus cambios dialécticos, y preferi esto a una mera reunién de datos y fechas, 0 a una bio- gratia. Me comentaba que si alguna vez es: criblan. otro. libro| sobre ella rimero se edité en 'Italig—, le gustaria ‘que To tituleren Una vida a tonttamano. Yo le pregunté por Gué, ¥ me respondié: Porque de chica realieé una vida de persona mayor; siempre rodeada de gente dé edad mucho mis avanzada, en lac Teunfones de lg casa, con amigos de mi padre, sin: salir, Hevando précticamente usta ida, mon, Jils y de mayor, luego de la muerte de mi madre =ya que sélo bu sarifo fue capaz de alarme, Fecorri el mundo, me encanta estar rodes de jévenes y pide hacer fooe Te que no realicé de pequefian | | Pido al lector que me excuse por pretender abarear una tates tan ambiciosa, pero me pa, recié ‘muy egolsta | guardar s6lo pars. un pe. quefio cfreulo ésta |valiosa informacidn, | ALBo RODRIGUEZ b, 1 LOS COMIENZOS Cuando era muy chiquita, que recién empezaba a hablar, me decian Bimbin, La Bimbin, Yo te- nia una mufiequita de terracota que estaba en Posicin muy humilde, seritada, a In cual mi madre le habfa eserito este nombre. por debajo, y como yo no podia pronunciar eso, decit «Mim{, mimi. Entonces me empezaron a amar asl, y luego se fue transformando hasta llegar a ser Migtifa oMima, Lamento no haber comprendido tanto a mi pa- dre, porque yo era una muchachita asustadiza : y no alcancé » entender toda su grandeza; él a. era muy severo, un hombre muy serio, imponia su ‘personalidad, y le -tenfa un poquito de miedo, Fue el: hombre més generoso que recuerdo; pudo haber sido riquisimo, pero era descuidado en eso, no le importaba. Fundé una revista: La Guitarra, de 1a cual salieron seis ntimeros, y en vez de venderlos, los regalaba. La guitarra en ‘casa estaba ya instalada; una tia, Edelmira, hermana de mainé, tocaba un po- quilo.el instrumento y-fue mi. primera macsira, Mamd, de sollera, estudié el piatio; no sabia miisica, pero tenfa un cido {abuloso y engaf ba al profesor —un espafiol—, porque jo hacia focar las obras.que ella debia aprender y|Iue- G0 las sacaba de cido, hasta que el maestro se dio cuenta y se.enojé. Cuando mamé co- noclé. & papé, éste le pregunté si le gustaba la guitarra, Ella le respondié que sf, y como en aquel.entonces: él cra militar, mandé al asis- lente a busear el instrumento, Mi abuelo materno “un uruguayo que era muy orgulloso—, ¢i siUIl Esta noche vamos’a tener difuntito fres. Co» por el estuche negro de la guitarra, pues més bien Ie atraian la dpera y otras cosas, Después —era una familia numerosa— em- pezaron Jos lutos, y papa dejé la guitarra) un tiempo. Luego comenzé a estudiar de nuevo con un profesor italiano: Vicente Caprino. Creo que puedo decir que le cstroped la mano: le | hacia poner un diario debajo del brazo, las manos duras... total, que no pudo tocar como antes, pero| él estudiaba. Mas tarde fue disct- Pulo de Prats, que a mi me gustaba, Papé |te- nla’ su seritorio personal con unos muebles que. dicen que son norteamericanos, esos que tienen una cortina de maderitas, que se va ba- Jando; bueno, como yo era chiquita y menudita, me escondia, bajaba la cortina, le dejaba un Poquito de abertura, y ahf escuchaba todas las ‘ Tecciones. Cuando mi padre se iba, ponia su Guitarra sobre un sillén, y entonces me escapa- ba, Jevantaba la cortina, y, sentada en el sue. Jo, agarraba la guitarra y.empezaba a tocar 10 iano), de o'do; ademis, habia ensefiado yo.me colocaba apoyada’ no més una, boberfa qi dora, | | Un dia papé me pesca com Ja guitarra en ef suelo, y yo, que Ie/temfa, me asusté |pero no, vio que tenia Yocation y me preguilé si me Guslaba. Le retponili que si y me prometié ayuda: empezd 4 engefiarme a poner las mat me bused una guitarra chiguita, y tam! ensefié misica. Después, cuando vstuve mis o menos preparadila, me presenlé a Prats, | obra titiiads itarra en las fald; Cuando era. chica, daba concierto “y) me iba bich. Mi primer recilal fue 2 los-tiyeve en una asoeiacidn donde focaban aiguios gui larrislas. Yo retuerdo que para vestitme, co- trla por toda Ja) cass, no me imporlaba nada, y jugaba: sali |muy desenvuelta a tocar on piblico —entre Jas obras estaban Vidalita, de Sindpolis, y_piezus /de Mendelssohn, Tirrega, Damas, eletlera,| | Ese fue mi primer concierto no oficial, Des- pués Prats me |propard dos conciertcs en el mes de mayo de 19/8 —tenia once aflos—, y ahi ya eran dos| programas diferentes. ‘Tocaba Haydn, Capricio| drabe, etcélera. Me fue inuy bien, Estos recitales incluso el de los nueve afios—, que resujlaron mi. presenlacién’ oficial en -pitblico, se realizaron en cl salén La Ar- gentina, siluado en Rodriguez Pefia 361, donde locaban Segovia, Het Josefina Robledo, Prats, | Mangoré. Me hubiera gustado volver a verlo part ir saudades, No sé si afin existe. AUTORRETRATO ‘Me paso un poco de sofiadora; siempre vivo en un mundo Irreal, Ha sido una caracteristica m{a que con el tlempo y la soledad se ha ido acentuando, A mi las cosas prdcticas, mone: arias, materiales, me interesan solamente para sobrevivir. ‘Amo la libertad por encima de todo; no me gusta ni mandar ni que me manden, y sola Mente pueden consegy cualquier cosa de mi por el carifio —confo ‘mi madre. Con esto, me manejan como si {uviera una argolla en la na- riz, pero mandarme oon prepotencia, n belde. : ‘Me gustan los animales, sobre todo los pe- tros, y més si son chiquitos, de pelo cortito, y me gustan para queretlos, no como guardla- nes ni para que me defiendan, El bicho que me espanta es la arafiaygy rece que es ancestral, pues desde pequi aborrezco, También: me gustan los pajaritos. Y los ca- ballos. Recuerdo que me metfa entre ellos cuan- do tenia s6lo tres 0 cuatro afios y le. cogia a alguno Ja patica acercéndomela~g la cara, y Ja olfateaba; luego decfa: +Mamé» kikikoko», que queria decir «qué rico olore me guitaba el olorcito. Los cerdos no me gustaban, y Jos gatos no mucho, Ahora sf, me entendia con los conejitos y las cabras, pero por-encima de todo, los perros. En cuanto # los momentos diffciles, son como las sombras, que después lu luz parece més bonita, ‘Soy muy aguantedora para las cosas fisicas. Al costado de la boca tuve algo, como un quis- te, con dolor en'la pardtida, que me duré cinco afios, y asi estuve por el mundo y no dije nada # nadie. Solo, un buen dia, se quit, También con un brazo quebrado he viajado, Y las ufias, por ejemplo, sc me partian fécilmente porque Jas tenfa muy frégiles. gY qué pasaba? Cuando esto sucedia poco antes del’ concierto, tocaba Jo mismo, La verdad que el coraje no me falta. Y maralmente lo guardo todo. ‘A mi me atraia tanto o més el dibujo que la miisica, Tenfa una gran memoria visual que he perdido. completamente, pero yo recuerdo que vela una cara y me quedaban grabados los rasgos mds notables. Me gustaba hacer carleaturas, todas las noches, hasta la una o las dos’ de 1a mafiana. Pero en casa tenfan el de- fecio de mostrarlas, y no a todo el mundo le agradaban, Me pas6 esto con Josefina Roble- do, que habia sido maestra mia. “Ella regresaba de Brasil y se habla puesto muy flaca; tenfa unos ojos grandes, muy. oje- rosos, pémulos marcados, el cuello muy largo, estaba muy huesuda y muy desnuda en su ves- timentad —a 1a moda brasilera—, y entonces tocaba en el saln La Argentina su repertorio, ‘donde habfa muchas transcripciones, entre ellas la Marcha finebre de Chopin, Tenfan proye da una luz verdoso-amarillenta y ella empieza ‘ ejecutar esta obra; con esa luz, y tan flaca y huesuda, parecia un: cadaver. Como papé en esos dias me habia regalado una caja| de cre- yones para’ pinter al pastel, me jexttemé: fe hice una caricatura con unos tonos| entre: ama- rillos y verdes, que fue un exitazo, Mi padre se Ja ensefiaba a todo el mundo. Una vez’ vino un cronista de una publicacién, y le mostré. la curicatura. El cronista la queria y yo me negué. Entonees me dice que si no se la daba no hacia al articulo, y le respondi que no lo hiciera, pues no se la podia entregar. Pero papa se la dio y aparecié: «El arte menor de Fulana de Tale (yo). Vino Josefina furiosa a casa con la re- vista. Nunca més supe de ella, Yo era amiga de José Moyano, un cordobés que tenia la pasion del ocultismo, ly me pres- taba libros y discos yoga. A él le gustaba mucho la guitarra, y un dia viene y me di —Quiero ir a ver.a Marchesini —famoso viden- te argentino— y me gustaria que me dijera algo sobre usted. Déme alguna cosa suya —yo le di un pafiuelo de cabeza—, ¢Qué le desea pre- guntar? ~Nada mas que si voy a viajar. —Bueno,. se lo diré eY no quiore saber el dia que va a morir? =No, no quiero saberlo, epara qué? Entonces pasan varios meses, ni me. acordaba de esto, y un dia vuelve José Moyano: —Vi a Marchesini, le Ilevé su pafiuelo y me la describié a usted tal cual es: su modalidad, su fisico, todo, y me dijo que sf, que va a viajar mu- chisimo y que residird en paises extranjeros, y 4 que va morir yo me cuedé corteda porque eso no queria séberlo— un 24 de septiembre Pero no me precisé el aiio, Claro, antes ni me acordaba; destilaban los 24 de pane ¢omo si nada, Pero ahora, como luna est4 mucho més vieja —ochenta y dos aflos—, me acuerdo, No es oue {ema a la muerte, yo no le femo. | | | A mami le daba rabia (odo esto, Ella ere muy catélica, j DE COMO CONOCIO A SU EMPRESARIO. IAR BUSCHIAZZO | Yo les tenfa mucho miedo a los empresarios, El primero podria decirse que fue mi padre, y luego, saat él) murié, como no soy una per. Sona aferrada a las co: estaba con mi madre ¥ me dediqué a la ensefianza por muchos afios, Después apatecié un empresario holandés ape- Iidado Weything, un sinvergienza que en reall- dad se hacia Gitar todo el dinero, A veces hasta me hacfa dar tres conciertos en un dia —en un mes no sé cudntos serian—, Y todo esto viajando por las Provincias, Mama ‘me acompafiaba en aquel entonces y se|enfermé de los nervios, Llegé el momento en que me iba haciendo bajar de categoria Py ganar dincro. Digo bajar de ca- fegoria en el aspecio de la dignidad, ya que el diltimo ete una especie de rancherfa. Entraban los gauchos con espuelas: sj ver Imandate una Tancherals Yor aie tea’ cual Programa muchas obras clasicas, de Bach, Jas variaciones 23 La flauta mégica, de| Sor, et- sttera, Io cambié, y| como sable muchas piezas 1 ke si8 criollas, las toqué, pero juréndome no hacerlo nunca mas, Para colmo, entraban al escenario por alrés algunos tipos y me hablaban: «Cuen- tan que usted es multimillonaria, que tiene gran éantided de cosas de oro en la guitarra.» Yo res- pondia: «No, no tengo nada Y me dije: «Esto Se acabé, se acable, y se acebé definitivamente, Eso de girarse todo el dinero se lo hacia tam- bién a olros artistas: a la cantante sueca Goeta Yumberg, a un violinista brasilero. .. Cuando vi que las coses iban en decadencia, mamé enferma, yo sola, a merced de cualquier adrén, tocando haste en escenarios de cine entre pelfcula y pelicula, pensé que no era justo. En- tonces aparece el representante del holandés: —Bueno, ya sabe, Maria Luisa, mafiana sali- mos para... No, no. Mafiana salimos para Buenos Aires y definitivemente, =zCémo va a hacer eso st Weything, ..? —No me importa nada lo que piense ese sefior; Jo que me interesa es lo que pienso yo por mi y por mi madre, y por la dignidad que hay que conservar. Seque inmediatemente pasaje para Buenos Aires, =La va a demandar, —No me importa nada de lo que vaya a hacer; Jo Ginico que me preocupa es seguir con él, y nada mis: es el peor peligro, seguir con él. Bueno, estaba muy decidida, y ful la menos perjudieada de todos sus artistas, porque me quedé en rangullamente, Llega Weything; que esto, que lo otro, que lo de més alla, Le digo: —Mire, sefior, esto se acabé, 16 —Le puedo hacer un juicio —me amenaz6, —No me importa nada, St sigo, gsabe lo que hago? Alquilo una vidricra cn Ia calle Florida y pongo un cartel: «Contemplen a la mujer més idiota que hay en este planeta» Y esa mujer soy yo, As{ que. se acabé, proceda como proceda, yo estoy segura de lo que hago. Claro, les tomé alergla a los empresarios. Al final tuvo que huir él, pues los otros artistas lo demandaron, y yo me quedé en mi patria, en mi casa, sin un centavo, pero aqui no pasé nada. Fue una experiencia, Luego aparecieron olros, pero no trabajé con ellos; sin embargo, me anunciaban sin yo saber nada, y mis amigos me preguntaban: «Qué pasd que no tocaste equi o all? Era como aquel fa- moso cornudo de Espafia: «Todo Madrid lo sabia, todo Madrid menos él.» M4s odio les tomé. Y un dia viene mamé y me dice: —Miré, han tocado el timbre y es un empresa- rio que quiere hablar contigo, No quiero saber nada de empresarios, No, no, no, —Miré, es un hombre grandote, de ojos muy tristes, Parece muy buena persona, No, no quiero hablar. -=Por lo menos atendele un poquito. Yiestaba Omar. Buschiazzo, Nos’ ponemos a hablar, : ‘Bueno, yo la respeto, Sé por mis compafie- ros que ustedes'se han disgustado, pero hay una cosa que le puede interesar, No quiere saber nada con nosotros, pero’ puede ser provechoso para Usted si usted misma lo arregla. Tengo entendi- do que fue muy amiga de una calamanquefia que estd casada con’el gobernador de la ptovincia de Cérdoba, y la quiere mucho. Nos ha Ilegado ui carla desde alli con proposiciones para hacer varios conciertos, la van a agasajar mucho y me Parece una pena que lo pierda,.° | —Arréglelo usted mismo —Ie dije, | Me gusté el gesto y empezamos a trabajar Juntos. Me preparé un viaje y no era como los otros, que tiraban asi, a través del buzdn de la puerta, el pasaje, No, él venta, nos buscaba, nos Hevaba a mama y a mien un coche hasta el tren ynnos despedia, Era un hombre muy de izquicr- da y con muchas inquietudes culturales. En Cos- quin, donde él vivia con su madre y| su padre, hhacfa teatro de titeres con obras muy buenas, Pata las cuales él mismo preparaba los mufie- cos. Yo me iba donde el perro Fernando, en chaco, corrlente (me picaban los jejenes, os mosqui- tos), pero me gustaba porque la gente del inte- riot es muy pura, mucho més que en Buenos Aires, Ellos una vez me dijeron, en un pueblo de &s0s; »iQué suerte que vive usted en Buenos Airesl+ Y yo les aclaré que estaban muy equivo- cados con Buenos Aires, pues allf escuchébamos a un artista cualquiera y después no podfamos comentar, porque empezaba la lucha por salir y conseguir un medio de transporte para llegar a la’ casa; no. disfrutabamos, Ellos no, ellos eran gente que lefa, que comentaba. lo que lefa; habfa una cultura muy superior en el pueblo, Ademés, si legaba un artista, no solamente disfrutaban, le preparaban’ bien todo, sino que se acercaban a Ia personalidad humana del mismo y habia in- tercambios; era muy bonito, Por ese motivo yo iba y volvia muy contenta, disfrutaba; pero resulta que en mi aparamente no estaba mis que! dos meses al aifo én total, y me empecé a eansar de andar, gira, gira, gira, y le dije un df a Omar: —ePor qué usted no busca a Fald? —Y... gPor hué voy a buscar a Fal? Me han dicho |que es muy bueno, un gran artista, y medio que toca un poco al estilo de 1a escuela clisica, 1 —No —dice Omar—, yo me dedico nada més que a ustedes, _iidslea clisca,y €l es folklorist, Por demés, a Fal o lo conoace, —éQuiere coriocetlo? Yo conozco a Jorge Uran-. ga, un sefior que Io adora, dice que es un hom. bre muy sencilla, | Y efectivamenite, los puse en contacto y simpa- tizaron los dos,| Enseguida estaba Falii actuando en las grandes] audiciones de Radio El Mund fue varias veces all Japén, se quedé hasta sels Mieses, e hizo gran| carrera. El hombre lo vale, ésa es la verdad. | i “Omar trabajaba en el hospital de Cosquin, lu- Gar preferido por los enfermos de los pulmones, y allf tenfa sus amigos comunistas; hasta los curas lo querian y/decian: «Este muchacho es bueno, @ pesar de ser comunista» El hacia tocar, pero su trabajo lo realizeb; por! amor’ al arte, Luego tom6 también a Cacho Tirao, y otros; se dedieé mucho a los populares y los queria, A m{ me emdcionaba ver cémo do tanto en tanto le Gustaba hacer una parrillada era muy El kale eriollo a pesar de sus antecedentes itélicos—, y entonces lamsba a sus artistas, preparaba sus earbones, mucha vino —esa coccién del asado duraba hora y media o dos horas—, y después cantaban, A m{ no me hacfa tocar, ¢ch?, porque 41 respetaba siempre los planos: eran populares: Populares, y cuando ere otra cosa, otra cose, ULTIMA DESPEDIDA Mi madre fallecié cl 16 de noviembre de 1950 yo estaba un poquito resfriade, tenia tos. Omer | me dijo ese dia: —Usied tiene que ir @ lo de la fotografia —un amigo duefio de una gran casa fotografica y, ademés, pianista. Mamé me dice: —Miré, yo te voy a acompatiar a buscar el taxi, —Pero, ¢por qué, mamé, si no son més que 1s dos de la tarde? —No, yo te voy a acompafiar —ella se em- efi, t Recuerdo que estébamos en Ia avenida Santa Fe, Yo, parada en una esquina, y mamé al frente. La miro; por primera vez tuve un estremecimien- 0: 2Y si no la veo més? ¢Y si ésta es la iiltima vez que 1a estoy mirando? Me impresioné, crucé al lado de ella, Hega el taxi, y subo para ir a la fotografia, Entonces mamé asoma la cabeza por Ja ventanil ‘ —Bueno, querida, ya nos veremos allé, Claro, yo quedé muy impresionads. Lo mas pronto que pude después de las fotos, tomé un taxi y volvi a casa, Empiezo a tocar el timbre: nada, nada, neda, La puerta de a calle estaba abierts, pero Ivego del vestibulo habia una puerta cancel; golpeaba, y nada, Ful a la casa veelna, llamé por teléfono y no contestaban, En- onces la vecina trajo un martillo y rompié uno de los cristales proximos al pestillo de 1a puerta, y Ia abrimos: mamé estaba en Ia cama, plicida- mente, como dormida, con una estampita entre Tas manos, muerta. Terrible, Un dfa Moyano me lama: —Mimita, he tenido un suefio que se lo quiero contar; he sofiado con su maid. La vi muy bien, vestida de negro, con su collar de perlas —ella era coquela a pesar de ser {an cristiana—, En- fonces, le pregunté: «Sefiora, ecémo le va a usted?s «Muy mals, me respondié medio Ioran- do, z Claro, al decirme esto, al dia siguiente me voy a La Chacarita, que en la Argentina es el cemen- | erio més grande, una ciudad, y al buscar a mamé, veo que la habfan sacado del nicho, y yo, logitamente, querfa saber dénde la habi puesto. Nadie me sabia decir. Iba casi todos los dias, busqué en muchos pabellones, no !a encontraba, Temia que la mandaran al crematorio, ya que para mamé, catélica hasta Ia médula, esto hu- biera sido algo funesto. Yo asocié el suefio con un mensaje para mi y asf fue. En una de esas me dice al crematorio.s Yo temblaba, Porque era lo que estaba temiendo, Recuerdo que era un dia de mucho sol. Llego alld, y muy modesta y nerviosamente le digo a un. sefior 21 barbudo, viejo, que estaba sentado en una m ta, que necesitaba averiguar sobre uha’ persona, y Te doy.ta descripcién, todos los datos. Se queda Pensando, ,. me indica que vaya al fondo, y me encueritro el cajén de ella. Respiro|aliviada y digo: +All est.» El me mira y comenta: Qué cosa tan extrafia. Yo mandé a {odo el mundo al erematorio, pero pensé que por esta persona se Webfa esperar Entonces se le puso en tierra, ADIOS A LA ARGENTINA No queria permanecer mis en mil patria porque estaba asqueada de Jos militares argentinos, asf hho més, indignada, Desde el 6 de septiembre de 1930, a puros golpes de Estado, con| més revo- luclones ‘que un disco de selenta y ocho, y des- pués, Ia ciudad parecta invadida por fuerzas ex- franjeras.. Uno estaba entre caballos, cafiones, carros celulares, soldados; mucha inseguridad, Era una cosa fea, a Ademés, me mandaron a decir los. militares que estaban muy ofendidos porque yo, habia ido a la URSS sin haber pedido permiso al Ejército, ¥ pienso: «¢Por qué tenia que pedir permiso al Ejercito, si yo saqué la visa donde correspondia? A mi esto me parecié ridiculo; ya estaba cans: da de todo, la gente criticando, cuchicheando en or baja. Un dfa me enojé con algunos y les dije: «Miren, nos lo merecemos. Como pueblo, .gqué hemos. hecho?, jno hemos hecho nadal Asi que, que nos. embromen« i Por ejemplo, cuando murié Evita’ Perén, Pusieron sla hora de la inmortalidad., porque ella 22 - ul de ese parti | triste... y después me ful a Europa, Estaba tans cobar | murié.a Jas ocho d¢ la noche y no sé cuéntos mi. nutos, y habia hue Hovar al lugar donde uno tra. 7 i 1 bajaba —en a caso, hacer presencia ante el tileréfone, en fa radio—, una banderita argentt- na con Iulo, Esto tie parecié absurdo, Nunea ful, Me aflliaron. Un dia me encentré con que habjan puesto que cra [cel partido peronista, y'yo nunca lo. Recicrdo que volvi a’ casa tan bién pene nes Ja cobardia que les inculeaban 4 los jévenes, Les decfan: «Heblen bien de Perén “y de Evitas, aunque| los odlaran. Habla que decir que sf a todo. | | No, a un Joven fiunea se le debe ineulear Ja | a Sti Aa. 4 { 1 ad aaa pee RESIDENCIAS, VIAJES... Cuando a 14 muerle de mama quedé sola repen: tinamente, se me desplomé todo encima —Omar, muy bueno, muy inteligente, ya me habla organi- zado algin’ concierto donde me acompafiaria mama por la Argentina, pero para ella era un sacrificio viajar, no le gustaba, cra una mujer esencialmente casera, y si yo hubiera salido sola, hubiera sido un disgusto que.Ja-mataba, ; Entonces, en mi familia empezaron a decirme, primero mi cufiado, que era muy bueno: «Supon- 0 que se dejard de conciertos, ¢no?; quédese con sus alumnos Y mi hermana Inés: «Miré, dejate de viajes; més valen clen pesos seguros y no andar asi... Pero yo tenfa otras ideas, queria Ja jaula abierta, Empecé a ser gorrién. BRASIL Estaba que si entraba en casa me descomponia, y entonces paraba con mi hermana o mi herma- no. Le dije a mi empresario que no comentara que estaba preparando giras, y me respondid que ya estaba todo listo, pues él iba personalmente 24 ikea ci a of y-lo organizaba, Habia ido a Brasil con varius proposiciones, y ellos seleccionaron Ja guitarra. Asi que lo dije a dltimo momento, En un inicio {ui por quince dias y me quedé tres: meses. Pri- ‘mero estuve en el Uruguay, que era para mi mas © menos conocido, y segui todo Rio Grande del Sur, hasta Belén, casi cl Amazonas, Brasil fue mi gran aventura, porque, claro, yo en una forma smonjil, y le debo mucho a los brasileros, ya que iba vestida de luto, lora- ba, y la olegria de este pals, la euforia del paisa- Je, Se me comunied, Es un pueblo muy generoso, carifioso, Después regresé varias veces, El primer viaje que hice fue sola, y mi herma- no y mi cuflada, que no podfan creer que yo viajara sola en avién, me preguntaban si tenfa miedo, y yo les respondia siempre que no, Recuer- -do que Ie contaba a mi hermano Carlos en carta tscrita desde Porlo Alegre: «El viaje fue tan bo- nilo que fue como un sedante, me quedé dormi- da; después, se von Ins casas chiquiticas, jel mundo es tan lindo visto desde arribals Estando en Bré il con Omar, un dia éste llega Le traigo una cosita que dicen que da mucha suerte. Sacb un paquetilo peque- fio; yo lo miraba, y él: «No, no lo abra; para que esto traiga suerte hay que dejarlo cerradow Lo conservé asf; pasé el tiempo... pero dicen que la curlosidad femenina es grande, y es verdad. Un dfa tropiezo en un cajén con el paquetito, 10 saco, lo’ pongo en la mesa, quelestaba desnuda, no tenfa mantel ni nada, y me voy a buscar una {iJera para-abrirlo... Nunca mas lo encontré; Re , | \ Aammyygumea. Mo qued6. la, furibsided, iQud "peta usted lichen de dots Taro! No habia ni perros ni gatos en casa, parte, de f América Latina, Pasé el ticmpo, ya habia. olvidado el asunto; +s fod ree que estaba en Barcelona y\le hacien un re- - spe dondeles? Porlaje en la televisién a una artista brasilera. 9 ‘Argentina. | No recuerdo qué nombre te daban al pequeti i —Dése una yuelta por ahi, y yo, mien: Pero decian que no hay que abrirlo, pues alli ‘i , , csteban encerrados todos los malos espiritus que USC ¢n un libro, porque es otro hemisterio, Jo pueden alacar a uno, Le ai todos fos datos, le pagué y me ful, Yo | habla perdido sees ime demoré, daba vueltas ‘i ~esos ataques He timidez—, y rogreso. Pensé BARCELONA que ya se habria ido, pues eran como las dos Adoro a Barcelona. All{ me encontré con una se- de la tarde, perp n me Io encuentro de pie: fiora encantadora —el marido es catalén. Siem- feet, bende, usted 8 un signo puro, Pre tos velamos cuando haciamos las compras: Acvatlo-Acuarfo, | —iQué tal, cémo va ese viaje a su querida —¢Y eso es bueno? | Barcelona? Si, sf —me|mostré los mapas, los ibros—. —Si —le decia yo—, la adoto, siempre’ me Usted es una petson; que no tiene ningiin senti- Paseo por sus éalles con el recuerdo, conozco do préctico de la ida. También cae simpética, local por local, calle por calle, todo, {odo to que quiers, pero es en el fondo muy rebel Si, ya sé... —me respondia | le Yes sumamente independiente, no puede Fa Barcelona vivié Llobet. También se conser. haber una persona mis independiente (que un van la querida guitarra de Térrega y mil recuer~ jeuarfo-Acuario, jY todo lo que me dijo era asil dos mis. | maua | Vivi una vez como dos afios en Italia, E] italiano fas} A mi siempre me gustaba pasearme Ios domingos al mediodia. Me sentaba, miraba los quioscos, 1a es, después del espaiiol, mi segunda lengua, y la gente... tomaba alguna, cosa, aprendi. de oido. |Quiero mucho a este pais; me - Un dia, paseando, veo una mesita, ¢on un hom- cambié. completamente ol cardcter: yo eta muy fie sentado y unas mujeres a las que|les pregun- certada, muy timide ahora soy tan charlatanal, taba. si querfan saber su ascendente, Claro, me decidida, } | ieé la curiosidad, y luego que se van las muje- En tal Tes, me acerco, y casi a su ofdo le dije: —Me gustaria conocer mi ascendente. como|son| de un carécler abier! fone 1 de los cubarios, que se dan ensegui todo"el mundo s¢ habla, se comunica, 96 Al hermana me preguntaba: «Por qué estas Vine en el afio 1982, luego en 1984, 1985, 1986 dsseando siempre volver a Ja Argentina, si a la y desde 1987 estoy residiendo aqui. semana quieres regresar a Ialiade Yo solamente tengo una queja; pienso que los Es un pueblo muy hospitalario. Lo conocen alumnos de guilerra muchas voces, no “eabsg comer te eet fe ltecen Ia case, lo Inviten a gprovechar todas las facilidades|y esfuerzos que pane Tae pmumnan. Abora tengo un poco de miedo, Jy Revolucion invlerte.en cllos, y’ se dan el Injo Pues me pregunto sl habra cambiado, de no culdar los instrumentos © libros que el Estado gratuitamente pone en sis manos, 0 peor CUBA etin, falta’ muchisimo a clases, Recuerdo que en A Cuba quise venir ya, después de la Revolucién, Barcelona mis alumnos de Tartagona inveriien Yo conocfa al papd del Che, don Ernesto, que un dia en la ida y otro en Ia vuelta para recibir SUSARE AAS varias Feces Ga cas: mis clases, y nunca faltaron, Pero hablando’ con —iAy, don Ernesto! —le decia—, yo quiero ir Jesis Orlega, veo entonces que coincidimos en @ Cuba. Creo que solamente puedo oftecer la gui- U4 cosa; me comenta él: «En el caso de, sus {arra, y me imagino que los eubanos en estos mo: *ltmnos, euando usted daba clases en Barcelona mentos no eslin para pensar en guilarra, pero no ° & Ja misma Argentina, ellos le pagaban, Ahora, en nuestro caso, no les cuesta nada, ni las clases, Puedo dar otra cosa. nl los medios basicos —libros, guitarra, etcétera.» Esto fue por los aos 1960-1961, Entonces ¢! "8" aque aqut Te dan, como decimos nosotros, un dia me plde: la: papa en Ia bocas al estudiante, no solamente ~ Déme sus papeles, que yo voy a hacer las con la misica, sino con los idiomas, con Ia Medi- gestiones, = - _ clna, eon: todo, —Yo estoy sola, quiero vivir en un pafs asi le respond. DONDE SE EXPLICA POR QUE NO TOCO Yel pobre, cada vez que me vela ahora en el NI GRABO NUNCA EN CG ESTADOS Hotel Nacional, me decta: UNIDOS DE AMERICA —Tengo un remordimiento, Porque usted querfa > venir a Cuba, Yo le dl entonces los papeles suyos eure sot tne het Sina persona y se descuid6, los perdi, at og. Yo,0slaba de trdnsito en mi vale hecta Japén, Fer favor, don Ernesto, no ae acuerde mds y haa a ct tend ae pete de eso, Ya esloy aqui, me siento bln en Cuba; Ie tiraheceet oi nares a empezando que a m{ me gusta la gente asf, com eA ated yep f dignidad, un pueblo que presenta el pecho, eso x yer 1 me gusta, estoy cansada de lo otro. TA Japén. —¢Seguro? | —2¥ a dénde voy air? || INo va a China? —en aquel entonces China y la URSS eran muy amigos, =No, no voy. | —¢Seguro que no va a China? | mire, eno ve que tengo visa para Jap6n? Le ensefio el pasaporte. —Bueno, pero usted no puede ir a un hotel. Ni lo pretendo, si el aeropuerto es muy eémo- do, —Tampoco puede. Me quedé pensando por qué no podia quedar- me en el aeropuerto, En fin, estuve unas horas alli y me aburri; me levanto, y dice: —eQué va a hacer? —Voy a tomar café. —No puede, no tiene visa, : —Es aqui mismo, en el aeropuerto, —Espere un momento. i Hace venir a un hombre y una mujer unifor- mados, y yo cref que eran del personal del acro- Puerto. Efectivamente, pero policias; entonces me acompafiaron uno a cada lado a tomar mi cafeci- to, Yo estaba bastante extrafiada ide todo esto, porque habja viajado mucho y nunca me habjan Pasado cosas asi; sabia que era pasajera de trén- sito y que no precisaba visa, Al dia siguiente tenfa que Viajar, tomar un avién de|dos pisos que me a Tokio —ya hacia dos o tres dias que iba; en aquel entonces no tenian los pies tan ligeros los aviones. Entonces me dicen: Como a las once de la noche vamos a Ilevar- Ja aun hotel, 50 I \ —¢Para que?, yo estoy bien aqui. | —No, la vamos a Ilevar, El policia hablaba a la perfecciéa| el esp: pero apenas ‘subimos al tralé de hact vida soci Bueno, ya que estoy aqui, eno podremos dar una vueltita por el centro? =tQué dice? No la entendemos, = En visla del poco éxito que tenia, na de ésas pregunto: —Pero, épor dénde vamos que es tin camino tan solilario?) | —¢Cémo? No entendemos, | Bueno, me Hlevaron a un edificio apartado, que era el holel, segin decfan. Cai en manos de otra Persona, subi en'un gran elevador, no sé a qué Piso; entro como 4 una especie de departamento Y me sale unalmujer policia con botones dorados, malisima, gritona, y siempre hablaba en inglés, Yo me empecé a poner nerviosa: —¢Por qué no me traen una persona que hable castellano, Yo le explicarfa mi siluacién; no sé Por qué, si yo, he tito buena persona en tantas Parles del mundo, [por qué voy a ser mala aqui? Vi que.eso ho cra un hotcl, Me dilcuenta de que ella lo entendia todo, Me queria hacer entrar £7 un cuarlo Teno de literas y luego cerrarme con Ilave, y ahi vi que estaba en calidad de dete- nida. Entonces|di un salto hacia atrés, me apoyé en Ia pared y empecé a gritar en criollo, yella gritaba en inglés. Yo devia: «Ahi sola no catror Ino entrol, jo, entrole En eso viene una mexicana jovencita, muy de Pueblo, indiect i cochie se le olvidé, Yo I? | me callé; en Va a tener que entrar, yo la scompafio, Luego me cont que vino una muchacha de Colombia y estuvo aqui verios meses; vino otra ¥y {ue algo por el estilo, Ella habia pasado Ja fron- fora hacfa tres moses y no sabia cudndo la iban 1a soltar, Después de que me contd eso se me ca yeron Ins alas; yo no llevaba més que una'bolsi- ta, las ventenes eran con barrotes —era en reall- dad una celda, serfa algo as{ para pasajeros que estaban sen veremoss, sospechosos. Nadie sabia que yo estaba alli, esto ocurrié el 4 0 el 5 de mayo y el 9 tenia que debutar en Tokio. Luego me enieré, para peor, de que en Los Angeles no habia ninguna representacién argentina. Bueno, no dormi nada; a 1a mafiana siguiente, como a las cinco, sale la mujer antipdtica, Ia poli- cfa de los botones dorados, y me avisa: —Prepérese que dentro do un momento Ia Vlenen @ buscar. Yo la miré y le dije: —Aprendiste muy pronto el idioma, geh? Ella me entendié todo cuando llegué, Les tomé asco definitivamente, y al dla siguiente me vinieron @ buscar los mismos policias del aero- puerto, pero esta vez no hablé una palabra, Entré en el avién y fui la primera persona, no por ho- menaje ni atencién, sino por sospechosa, Habia adentro, uno de esos chicos buenos mozos, tipo galdn de clne, que me miraba a la distancia, y ‘con cierto desprecio me dice: —Sur-americana. Yo lo miré como’ advirtiéndole: +Descuidate, que no hay enemigo chico en este mundo. a En aquel entonces, en el avin daban papel y sobre —tenfa también bar—, y al darme estas cosas Je eseribi a Omar contindole todo: que pasé la humillacion més grande de mi vida, que me metieron presa, ctcétera, «Si no fuera porque ya estoy por llegar, creo que aqui mismo daba la vuella para Buenos) Aire Cuando arribé a Tokio, los japoneses, con sus atenciones, carifios, flores, homenajes, me hicieron olvidar, pero yo se lo conté @ todo el mundo; es més, en aquel entonces ellos estaban dolidos contra los norteamericanos por lo de Hiroshima ¥ Nagasaki, y yo recuerdo, entre todas las cosas lindas que me dijeron, una que me gust6 mucho: que se alegraban de que yo no fuera de las beste- auelas del Norte, Para el regreso, le advierlo a nuestro embaja- dor en Japén: : —Yo sin vise no paso més por alli. —Quédese tranquila —me dijo—. ¢Cudndo piensa volver? | —Més 0 menos por el 4 de junio. Les norteamericanos le plantearon que tenta que esperar. dos o tres meses, y él les respon- dié que cuando viniera un norteamericano a pe- dirle visa para ir a la Argentina, él también lo demoraria dos o tres meses. | ‘Me mandé entonces al constlado con un mucha cho argentino, y nadie se {magina los papeles que habia que Henar, tan idiotas, de mis antepasados, las ideas politicas, las amistaties, si tenia amigos comunistas. Yo con una rabla... no hacia’ més que pprotestar.- Entonces el consul norteameri me-dice: ashes piusdatta ty Bueno, abf tiene una visa. por un afo. Y con una sonrisa-le.respondos | —Muchas gracias, hay paises mucho més lindos ¥ generosos; estaré ‘solamente el tiempo necesa- Tio-porque.no tengo mds remedio —el argentino se moria del susto; no sabia si el norleamericano sabia el castellano 0 no, y a mi.no me importaba. Efectivamente, cuando Wego a Los Angeles, un dia entero de espera; estaba yo Y pasaban y me preguntaban: Quire sentarse aqui? —otros me trafan un calé, flores, Peace —Pero diganiné —pedia—, eque ésté pasando? —Mire, om ‘las leyes' de trénsito jque no pode- mos. eludir, se han quejado de Buenos Aires por #80 que le'pasé —Omar formé un gran eseénda- lo—, asi que la vamos a acompafiar a comet, a conocer Ia ciudad; lo que usted quiera, —No, muchas gracias,-me juré no pisar Los Angeles; estoy en el aeropuerlo porque no tengo més remedio, . _. i —Bueno, Ja invitamos a comer! aqui, en el Aeropuerto —y comi con ellos, con Ios empleados, Pera alli inismo, | Cuando un norteamericano me maridé a decir por medio de unos amigos que yo estaba mintien- do, mi respuesta fue pedirle que a decir- melo'en Ja cara, «Diganle, ademés, que algunos ‘iorteamericanos son tan estipidos, que combaten 21 comunismo creéndolo.s"Yo no’ mé ocuipaba de ‘politica, tenfa demasiado’con mis cos: ; nteresaba. Ahora ‘sf | : PAPON 02 8 foes Ciiando én 1954 Omar me ‘otganiza la primera igi Japén, todos! me empezaron a embromar. En Italia’ me decfant No, sefcrita, tenga culda. do; que-la van @* hacer comer nidos ‘de golondri- nas» Y mi hermano! SL fhe od ‘Ten€ cuidado con ir Bild habia uid guerra, yen el mapa ie mostr6 los distintos' paises’ én Gonflietoy"s en | fe eve ats Mire 16 dije~, hace poco se cayé un cuadro y.no me mato Porque estaba un poquito lejos, pero destruyd el aparato|de radio que yo Jenta. Es micho mas bonito morir en una guerra, tiene mas interés, es algo|prosaico. que a uno'Id’ mate’ un cuadra. {Yo yoy! ea Me decian también sentarse, etcétera:. |. | Es una sociedad muy diferente, muchas corte: sis, Ellos consideran a una persona por la edad, Y smplézan. las reverencias, Claro, the -hacian nay yo. contestaba’ con -olra, entontes otra nueva, hasta que pensé: «éY eudndo. termina: mos?> Si yo me| detenia, se deienfan ellos, y es Porque no pueden cortar, es un desaire,, ‘Me gustaba mucho toda esa parte exotica, Ellos combinan muy :bien| lo moderna con- 10 propio, Uno puede ver eh el hotel més modemo donde creo que es posible hasta graduar con perfume sh aire que se respird—, el toque japonés ya sea en alguna impatita, 0 algo colgado en Ia pared, ¢l cultivo ‘de Jos rboles Pequefiitos, las flores... Guitarras de diversas; marcas, Nunca vi més inclusive japor “i estdn.en todo, son muy Inte. I que.no habia ‘sillas para a ni iiss . ligentes. Es otro temperamento: nosotros somos —Ahora yoy. i més esponténeos y ellos, 2 mi modo de ver, mis —zA qué se debe ese cambio? steverenciosos., : —Quiero conocer a gente que no esté tan ape- Desde el punto de vista profesional me fue muy. gada al dinero, que tenga otras costumbres, olro bien, y me parece que nunca he visto tantos gui- modo de ver Ia vida, i s juntos, Y fui solita, Era la época de la Guerra Fria, lando legué por primera vez me prepararon afio 1956, reunién donde habia tanta gente que pensé: Hice escala en Polonia —llegué en Aeroflot Me confundieron con Perén« Los periodistas Llovia, Saqué todas las cosas y me quedé bajo averiguaban mucho sobre el tango; yo hablé el ala del avién, Habia muchisima gente; enton. ademas de otros estilos de nuestra milsica, luego ces yo, con mi intuicién, que a veces se me 2 Pude apreciar que aman mucho as estadisticas: me dije: «Esos tres han de venir por mis Y FiCudntos guitarristas hay en 1a Argentina? efectivamente, eran Natacha, le intérprete, y dos —me preguntaron, 3 muchachos, uno de la prensa y cl olro del Minis- —Bueno, hay muchos, lerio de Cultura, | —éPero usted no sabe el nimero exacto? Se acercan: ~ —iCémo puedo saberlo! —Sefiora Anido, Porque aqui hay como cincuenta mil. ¥ yo: . _ Alfinal, me pie6 un poco el amor propio: —iAY, que aliviol (Qué bonito! ~Bueno, en Ja Argentina se puede decir que Me atendieron maravillosamente; me llevaron en cada familia hay alguien que toque la guita- al Hotel Mosci, cerca de la Plaza Roja. A la ma. rra— répido cambié de tema, pues me iban a ana siguiente abro la ventana y cuando vi essa exigir que dijera cudntas familias hey. lorres de San Basilio, tenia una gran emocién, i ‘Me acompafiaban, comian conmigo, me reg: UNION SOVIETICA ban flores, Volvf maravi EI pueblo tan culto, " humano y carifioso. Y todo eso 10 dije en Buenos i Antes no queria viajar @ la URSS, por la pro- y i pagenda maga Decfan que todos comfan on fMtes:.era una deuda de gratitud con Ia URS. i 2 } “una misma olla, que si iba no podia salir més, ‘¥¢G0 regresé cinco veces, ° f etestera, ; : . Pero cuando lego a Buenos Aires, hablo econ Alejandro, socio de Omar, y le pregunto: —aEse viaje en que me invitan a la URSS, esté atin en pie? Sf; pero como usted no querfa ir, UL | DONDE SE HABLA DE GRANDES .-. MUSICOS Y_ AMIGOS * ANDRES SEGOYIA La primera vez que nos encontramgs; yo.era muy Pequefiita; tendria unos diez affos, once a lo sumo, y él daba coneiertos, Nos doj6 & todos maravilla- dos:-era otro estilo de guitarra, muy suave, con un sonido puro, muy vibrante, Tenfa una manera *Segovianas de tocar, particular, e hizo que muchos Guitarristas argentinos cometieran muchas estupi- deces al querer imitarlo, porque él giraba algo le mano derecha hacia la izquierda ial pulsar las cuerdas, * Todos fuimos L aludarlo —tocaba en el saién Argentina. Era entonces un hombre joven, , de mi, porque yo era Is primera ‘iujer que empezé “a tocar la guitarra, claro, le hablaban mucho de chica, y me decia: «Peqiiefia, yo te quiero es. Guchars, y puso mi mano tan chiquitita eritre as dos de 61, y ia sentia como si éstuviera entre dos almiohadones, a Pues sus’ manos eran: carriosis y blandas. | Realmente la amistad con Segovia fue mucho después, cuando me’ empezd |a hablar Elens Padovani, alumna de él, en Parma; yo ya estaba sola, habfa ido a Europa, a Italia, y al hablarme asi, tan bien, sobre él, le dije que tenfa otra idea: 38 pensaba? que’ er | WA poco. arrogzitite; 3, tal vez demasiado arrogant, Pero’ lia me’ donié. que ayudaba a los alumnos, hasta con dinero, que era Buenisimo. Y dije yo: «Mird, me dejds' pasmada. Me alegro mucko, np lo he tratado: asf, pues, me alegro. eet gee Elena hizo un! andlisis sicolégico sincera. sobre '2 personalidad de Andrés, y como, soy una con- on el paso del tiempo.no qued: I hy afios, y le empecéia tomar carifio, has El daba en Milén dos conciertos en sprees —por abt por el affo 1952.0 1953, alo suind. 2 paraba ‘en un Hotel que estaba en el corazén is Milén. Segovia, como siempre, residia en ana de-cinco o seis estrellas, toda una constelacién, ¥ locaba en Piccojo Teatro dos conclertos, Mi empresario, el doctor’ Luigi la Pegna, qire trabajaba pai Omar, me hizo tocar en el lanso- 1, que es el mas grande, a veinte metros bajo tierra, {ont + Bueno, toca’ Segovia. su primer ‘concierto; yo doy el mio, y desptiés venta el segundo de Andrés, Pero entre tanto, omg 41 les habia dicho genero. Samente a sus.alumnos. que cuando estuviera: dé Birt por algin lugar,'si ellos deseaban secibe ais ‘lases fo vieran on el hotel, que. él gustoso Se las impartirf aquel entonces Elena me Y en) 1omPafiaba —éramos muy amigas, comparitam la habitactén—, ws sc hegenil a { | ! juel en- 4 ver a Segovia, En ef | | ag a {nterin, yo habia -quedado sole en mi pieza, ‘cuando suena el teléfono: —Hola, ecémo te va? —yo pensé répidamente: Mtaliano no es, argentino tampoco, equién sera? —éCon quién hablo? —Estés hablando con Andrés, —éAndrés?, Andrés Segovia! jAh! (Maestro! me palpitaba el corazén, —No, déjate de decirme maestro; soy Andrés, tu amigo, yo te conocf tan pequefia, tan pequefia; ademés, he tenido hijos argentinos, y cuando he quedado ciego unos argentinos me ofrecieron hasta sus ojos, asi que estoy muy agradectdo, —iAh! —yo toda emocionada. ~Mira, esta noche te invito a que comamos Juntos; yo te voy a buscar, 3 Efectivamente, ‘nos fuimos del brazo desde mi modesto hotel internacional cerea del Diiomo de Milén, hasta el de él, Estuve tocando con su gullarra un poquito yo le tenfa miedo a Segovia: —No sé qué me pasa maestro; me da micdo tocar —tenfa une guitarra Hauser preciosa, —¢Sabes que tienes muy bonito sonido? Yo toqué una cosa lenta, —No te preocupes —&l con su mirada penetr. te; no hablaba, pero a una la miraba y la de hecha una idiote; se ponfa a fumar en su pi —Estoy nerviosa —me acordaba de aquella vez que me oyé de chiquita, hay impresiones que no se borran nunca en la vide, —No te preocupes, nadie puede tocar delante de mi, Después de los conclerios me Ilamé por telé- fono: 2 yk —Te felieito, jqué lastimal, Si yo hubicra sable do con tiempo, me tenfas en primera fila para es. cucharte —y pensé: «Qué suerte que no lo supo; fhubiera sido una infeliz. En aquel entonees, los diarios de Milén habfan publicado: «Después de la guitarra espafiola, Ia guitarra argentinas, y nos ponian al mismo nivel, de ahi su felicitacién, | Luego nos hicimos muy buenos amigos; ha te- nido gestos lindisimos conmigo, » A Segovia hay que agradecerle muchisimo 1a obra que ha dejado... Todos tenemos nuestras aristas en los primeros affos, hasta en eso Segovia {ue inteligente; si él hubiera sido modesto con Tirrega, no hubiera puesto la guitarra donde Ia puso, Andrés era arrogante y se hacia valer, lo merecia y lo demostraba; pudo crear cétedras, fue ¢l primero que oficializé el estudio de la guitarra, mil cosas ha hecho, Los coneiertos con orquesti Todo, le debemos todo, En Madrid, ya en la segunda etapa de mi vida, tun amigo me mostré una guitarra muy buena, me la vendian baratisima, «Me la voy a llevar, Petisé, Yo estaba tocando un minueto de Mozart donde en la segunda parte hay que hacer muchas cosas raras con la mano derecha, saltos, etcéter Y me caia en un precipicio entre cuerda y cuerd entonces dije: : No sé por qué me cuesta tanto, 1Ah, claro! Est hecha para los dedos de Segovia, Y me responde el Iuthi “—iQué le voy a hacer! —y comenz6 a hablar mal: «Segovia no sirve para nada, siempre toca 41 {as mismas plezas; ademés, hace un programa de segundo ato. de Mevempezé la rebia: © |. initlit®, sabe Io que: piensa, que ustedes ios luthiers y nosotros los guitatristas. tendriaimes Aue levantarle a €l un monumento de oro, y en cuanto.a e0 que usted dice, que son las mismes iseas, cre6 tn repertorio que estén tocando todos, Hizo, escribir a tantos compositores diferente: Para a guitarra, que enriquecié la literatura, Je Sillura. Es poco lo que podamos agradecerle y decir de Segovie, penis » No.compré la guitarra, le tenta t MIGUEL LLOBET Hobet vivia en 1a masica; siempre estaba able. mado, entre sonidos se le adivinaba: el piano,'le guitarra. El estudiaba mentalmente —muy poco estudioso fisieamente—, entrecerraba los ojos, se quedaba pensando, y se le vela. moviendo los dedos; estudiaba hacia adentro, <¢ Era un sofigdor. Adoraba la musica, componia también sin el instrumento, A &, por ejemplo, le Gustaba la vida social en peguefio,. conversar, joner amigos, Decia: «Dénme tces notase; la gente te daba cualquier note; que no tenian nada que vet entre sf «Y' buena —decia-él-~, qué quieren Que yo haga? 2Una mazurka, un tema. variado?, Sfempre dentro. de la:misica clésica, pensaba.un rable, iia i « Estitdidbamog ene] comedor-de casa-A-veces, youle ponfa|un pafiuelo a la guitarra como sordi- nay él og ¥ cada uno hacia una’eosa distinta, Nos reiamos, hatiamos chistes, era como un chico, Un gran amigo, una gran persona, no tenia nade de egolsta ni de tacafio, como una| vez publica. ron en.clerto.dieeionario que por eso nunca quise ‘comprar, Jie =.¥ sobre el Homenaje a Debussy de Manuel-de Falla, yo vijla mdstca, el manuscrilo, La mitad estaba eserita por Falla y el resto por Liobet: Lo he tenldo en. mis manos, y docta:) «A: Miguel Llobet.» El mismo me presenté a Marluel de Falla ft.una gira que hizo a Buenos Aires; era un hom. brecito menudo, pequefio como vo, y cuando ine dio ta mano me parecla que se ie iba a deshacer cnlre las mlas... frégil, completamente {rdgil Segovia entré una vez en Buenos Aircs, en esta Segunda etapa en “que ya. éramos muy amigos hasta’ me quiso regalar una’ fina guitarfa'y todo, y me pide: «Quiero ver {us guitarras.. Ninguna le gust6, y estaba viendo ‘un monu- mento, un bronce|pesadisimo, que debe estar el, tededot de los cuarenta kilos, tegalo| de Llobet, donde esta ae la guitarra.—ahora lo tiene iJo|de Omar, mi empresario=, y dice Segovia: (Qué gran: artistal siempre obraba.a lp pequetio, de los grandes: teatros, asi;,para_unal a ~ Llobet se rela, pues ya lo céhacia y. nos hacia antedotas divirliéndose en graride, porque él era mas viejo, | i 43 A Segovia le gustaba lucirse. Era muy blanco, useba una gran melena, tenia mucho cabello liso Y.5@ ponia un sombrero de grandes alas —un amigo mio me decia: «A mi me parece, che, que éste antes de ponerse el sombrero, se sicnta un ratico encima», porque era muy aplastado, Siem. pre andaba muy escotado, mosirando fa blancura de ‘su pecho, © se ponia. unos lazos grandes, Negros 0 rojos. Le gustaba mucho llamar |e Atencién, Se encontraron a veces en Alemania, Hay une fotografia en la revista que mi padre fundé, La Guitarra, donde esté Llobet tocandg, y entre ef escaso piiblico de cinco o seis personas que Io escucha se ve a don Andrés Segovia, Y se reia Llobet, porque después le contaron en Alemania que Segovia decia: «Llobet es mi igual» Y él, con esa caracteristica que tenfa, pego un salto: «Hombre, jrecién empiezo a creer que valgo algo! ISi Segovia dice que soy su igual, quiere decir que algo valgols El era muy irdnico, AGUSTIN BARRIOS, MANGORE A Mangoré lo vi poquito, Un dia lo llevaron a casa, en la calle Cérdoba, era verano, y en el Vestibulo estuvo é1 tocando, Quiso que yo tocara, Pero como transpiraba mucho, me mojé la guita. tra, y no toqué —yo era muy pequefia y muy aprensiva, Me encanté su misies, aunque era demasiado joven para profundizar en la amistad, 4 FRANCISCO TARREGA A Térroga nunca lo conoei, él no visité a la Ar- gentina. Pero por las anécdolas, sé que era una gran persona; tocaba ademis muy bien el piano, Yo debuté con su guitarra, pues era pequefia, y Por 80 papd me la compro; la {uve muchos afios én mis manos y no hace tanto Ia he visto, muy bien conserveda, en una| coleccién particular Lloré en grande cuando la vi y-la volvi a tocar, JOSEFINA ROBLEDO. Era una mujer de una técnica extraordinaria, muy 4gil; tocaba también el violoncello, muy se. gura y Iimpida; ejecutaba estudios como La mari- posa, de Térrega, del cual fue alumna, y como lo conocié en su ditima etapa, tocaba también sin uflas, Tenfa las manos més bonitas que he visto en mi vida: unos dedos largos, muy finos; hacia una cejilla y le sobraba del olro lado toda tna falange, AA pesar de tocar sin ufias, tenfa un sonido her. mosisimo y muy potente. Me gustaba mucho como tocaba; sus manos eran como las de una princesa que siempre andara entre tules, o algo asi —no la dejaban levantar ni una jarra con agua, le pica- ban la comide, no hacia ningiin esfuerzo con la Mano, de eso me acuerdo, Ella estuvo mucho en Brasil, se quedé afios alll; {ue mi profesora seis o sicte meses y me dio unos consejos muy tiles; por ejemplo: los arpegios descendentes semi-apoyados, y el trémo- 1. Con los afios, me he dado cuenta de que me dijo algunas. cosas “que fiadie riinca me las acongejé, hela EMILIO PUJOL’ || - Un-tanto, Muy: estudioso, -Vivia en. sus, escritos —eseribfa muy bien., Gran misigo, como, guita- rrista tocaba completamente sin ufigs, ya que fue { alumno de Térrega en si, fltima-etepa,.En aquel entonces, comparado con Llobet o Segovia, le costaba técnicamente la guitarra, estudiaba creo . que ocho horas’ por: dia. Era muy buena persona, y.8e ponia nerviosisimo al tocar. | Cuando el primer golpe de Estado que’ hubo en Ja Argentina, en 1980, estaban Pujol y su prime- “ra mujer, Matilde Cuervas —ella sf |tenfe un temperamento recid; él, en contraste, era muy suave; dulce, timido, aunque muy. inteligente. Pujol tenfa que grabar, no recuerdo exactamente ‘con qué compafifa, probablemente Victor, y esta- ba preparando la Serenata de Malats. » En-una de éstas, a a.noche,'nos empiezan. a tocar el timbre de 1a puerta, rapido) rapido, répi do... Eran Emilio y Matilde, Decian: «La con- * -trarrevoluciéni, {la contrarrevoluciénls ¥ no pudo grabar, En la grabacién salian los tiros —8 de septiembre de 1930. vf : Fue el primer golpe de Estado. Desde entonces comenz6 la decadencia de Argentina, ALIRIO DIAZ IAhI. A8h lo quiero, muchisimo, lo quiero. y- Jo admiro,, porque es un gran artista: latinoamerica- ‘AO que honra nuestra misica,.Ademés,.. 46 i una | dicen: »Mmita, gms, secado..e\rade gran_personi, uy} hotnbre integra, No tiene en- vidias: yo he.compartido. con él algunos jconcur- S08, ¥ Veo. que defienide a los’ jéyenes; conmigo tha sido buenfsimo,. Ojalé todo el, mundo. fucra como Alirio: él: vive orgulloso de su origen hu- milde y de.ser venezolano.- Tiene un estilo muy, personal, tanto p. la guitarra.como para componet,. Ay ie A Sof am JOHN, WILLIAMS ‘ A Williams lo cohoct| en Siena, Estaba’ yo° con Omarcito, el hijo de Omar, en una casa artiquisi- ‘ma, muy lujosa, medieval, con unas ventanitas pequefiitas; en una de éstas; baja Omarcito y rie dice: «Maria Luisa, suba; suba, que estoy sinitien- do tocar la guitarra» Me voy a la: habitacién de él, y efectivamente, estuban tocundo Granada de Albéniz, enfrente, y Je ‘propongo: «Che, to vamos a embromar. Estébamos interprelando a dos guitarras unos arreglos mios de Bach, y otras \e0sas, y empezamos a tocar —sque crea’ique es ‘un solo” guitarristas, |Ie dije “2 Omarcifo. De momento vemos que dejan de tocar y’se asoma una nariz, asf, despacito—John Williams—, pero hosotros no sabfamos que era él, | * Aldia siguiente nos vamosadonde se| hacen las flestas principales. Con Alirio nos reunfamos, Y eae Williams, recién casado; "ros mirainos ‘Omarcito y' yo, ‘pues era ése’ el. que’ -habfamos visto en la ventana, pero no entendimos:nada de ‘To que decfa, ya. que sdlo’ hablaba en inglés, ““-Pasaron muchos|afios. . Yo: estaba en, Barcelo- nay mis alumnas catalanas Johana y Monse, me arsibae | [| * oar —ya no quedaba otro sitlo, John Williams toca- ba en el Palacio de la Masica Catalan. “Bueno, maravillaso, El slempre informal pars véstir, que me parece muy bien. Lo quiero selu- far; me voy al camerin, abajo, y habla on cate? dn que te hablaba y le bi en’ inglés; yo atrés, esperando, no entendia nada, hasta que en tna de éstas, cuando termina, pienso: aaQué le yoy a decir a este hombre para que ¥e acuerde de nite, y exelamo: /Alirio Dfazl jAcademia Chiglianal |Sienals El me miraba asi. y yo Volvia: «jSienal Academia Chiglianal {Alirio Diazie Y al se quedaba como pensando: Esta mujer es loca Al final digo: «Marla Luisa nido {Uni me abrazé, Tenfa que haber empe: zado por ahi. CARLOS GARDEL Yo era muy fovencita, tenfa.caloree © quince Thos, y papa me acompafiaba porque tenia tf focar dos veces por semana en 1a Radia Naclonal Agul Iban todos los artistas: Libertad Lamarque, Gardel, muchisimos. ‘Cuando tne ponia frente al micrélono ensayars & YOR ne pay algunos masicos populares, y entre ellos Carlos Gardel. ‘Era un hombre muy suave, simpético, sonriente, como aparece en las fotos; muy humilde, nance se ie subleron los humos a la cabeza, Entoness fe quedaba escuchéndome con mucha amabilidad; eee] mas amable de todos. La verdad, yo creo que gran. parts de eu éxito mundial, ane. t srecrenta con el tiempo, se debe a su gran sim 48 patia personel. Era un hombre bueno. Y (ena éngel. STEFANO ARUTA Lo eonoci en Bari, al sur de Italia, Ibamos de jurado de un concurso, E}, muy gentilmente, me fnvit6 el bar, a tomar alguna cosa; mas adelante me pregunté si me gustaria tocar un coneferto en Napoles. Le contesté que si, pero en realidad 10 pensaba que esto se concretaria, v resulla que fo preparé magnificamente, Luego {ue a estudiar un poco conmigo a Barcelona, y mas tarde quilso que yo fuera la madrina en “su boda, Viaje: § Népoles'y {ul la madrina; tengo fotografias de todo esto, que quedaron'cn Barcelona. ° ' “© Slempre ha sido muy buen amigo, may gene so y human. sleet so MARIA:ESTHER GUZMAN Es una chica muy humilde, sencilla y estudiosa: Tiéne una técnica brillante y fina sensibilid Ia quiero y-admiro mucho. Creo que 1a guitarra espafiola esta salvada con ella, ee pied. ‘ Después patie cen Flela dese Paris, poraue me dice Robert Vidal: " GUITARRA —Usted, Mithita,| debe fener No le gustaba mi Yacopi—, | Fleta? | | Una gran guitarra ePor QUE 10 vo Mire, maestro, Pero le quiero advert quince aos, Guilarra suya, Ya pasé los ‘tmucho; ‘ademas, in uno de los ni que demore (a Davee. 5 muchos “ane | } 10 tenia mi departamen- —ISil —me dijo, ‘Se la voy a hacer —Y electi- lilo, regresaba de Italia, y como Jenin miedo de.’ ements mela ho, | Ae me pusieran la guitarra asi, de cualquier ma. pn realidad, 658 no/¢s Ia que fengo actualmen. pia en el avién, un changador, un fachino, como {e aman allé, me dijo: «No flora, que yo se la voy a ac 0, ¢staba en otras artes, En. omodar | bid Y yo me senti en Ie obligacién {8 porque él ta'constiuyé en menos de un aio tenga cuidado, se. | moral y le respond Como ahora no Ja puedo Hevar, véndala no| még, ¥ muy amablemente me Sontesté;. «Bueno, no Preocupe, que yo'le voy hacer otras, y me cons 'Wy6 Ia que tengo ahora, \ Personal dad de Ignacio Fletg Era'encantadot, un hor i hornbre muy suave, muy fino, ba artista, Emotive. $1 le gestae c6mo| toca- bavun guitarrista, 56 mocionaba, le corrian las lagrimas, Ademés,/no era un ‘comerciante, tal tee fo abri, ime queria | que le habian puesto un peso | inde, que esta desfondada, Lo | i = é una guitarrita | Acerca de la alié muy buena, todas las guitarras so; buenas por baratas que Tesulten—, y con ella di conelertos, No tenfa otra, 81 | ez. por eso su labor fue tan buena, porque era sincera, s Si a.6l no le gustaba cémo tocaba una persona © no le inspiraba conflanze, no le vendia Ie gui arra, le ponia un precio tan astronémico que no In podian comprar, Yo me acuerdo que a veces ibacon alguna amiga a visiterlo para oitlo hablar, ara hacer un poco de sociedad con él; y cuands Yoestaba instalada en Mayorca y supe que habje Muerto, Horé cn grande, CONSEJOS A LOS GUITARRISTAS Yo creo que todo artista lo primero que debe mirar jt sensibilidad, porque las acrobacias en el ins- trumento no son un fin —para eso estd el depor- te; el arte es otra cosa, es espiritu, y més le guitarra, que para mf es cl instrumento més soli- tario, es como la profongacién del alma en forma sonora, Hay que conservar Ja personalidad propia, Porque debemos empezar por ser. sinceros con osotros mismos, pues de lo contrario, gcémo | Vamos a serlo con los demés? Y como la misica | @ una expresién que va de corazén ‘a corazén, | sl'uno finge, si imita, no convence, ! 4X0 mere filado en’que todo artisia que perdu. Fa'a través del tiempo, como compositor, intér- | Prete, pintor, o lo que sea, tiene Personalidad propia, Traténdose'de Ia guitarra, recomiendo que no | le.quiten, sonido. No digo que se le maltrate o | tironee, pero es un.instrumento que lo tinico que | ene en.su contra es 1a escasez del sonido, Siem- | re digo, si le quitan sonido, van a.ser «guitarris- | i } RO | {as de primera fila, Tiene mil matices, japravé- chenlos! Soy fandtlea de la escuela espafiola en Ia gui- {arra, Que el apoyado'se use para destacar la melodia, a gusto del intérprete; ademés, esta Pulsacién sostiene mucho la mano, da seguridad, si no, salta como una pelota De vuelta a la Argentina, encontré que habian cambiado de escuela, Ahora, en general, tocan a flor de euerda, y cuando Falii y otras personas me pidieron que hiciera clases magistrales, yo no quise, pues sabfe, por alumnos, que habian sutri- do esa influencla funesta artisticemente, ya que focan sin relieve, con una pulsacién en-el aire siempre y Jo mds flojito posible y cerca del puente sla guitarra-latd, Me enconiré con ese panorama, y dije: «Bueno, Voy a hacer un curso, pero a mi maner: , nada de clases magistrales; ademds, estas clases no suelen servir de gran cosa, no se va a estudiar la Chaco- ‘na en un momento, habiendo cincuenta: personas ue estén esperando; este trabajo es para clases particulares, Yo lo voy a hacer desde el A,B,C. ¥ rompi los papeles que habfa preparado; dije un Alscursito a los alumnos sobre la escuela de he. Fencla bispénica que habia dado grandes guita. tristas como Segovia, Miguel Llobet, Josefina Robledo, el mismo John Williams, y| por qué erefa 1 ella; de los matices, el relieve sonoro, Ia fact- {dad para ta mano derecha. Efectivamente, em- Pecé por el A,B,C: escalas apoyadas —no las co- ocian—, las melodias:en los arpegio: apoyadas, etcétera, i Al final, Eduardo Fali, enojado, me’ decta Pero usted esta en otra categorias, y|le respon- le importa un cuerno la ealegoria. Yo lo que querfa era dejar una semilla s encantados, SOBRE SU FORMA DE TOCAR LA GUITARRA Nunca he podido usar ufia en el pulgar, con gran disgusto, primero de Prats, y después de Llobet, quien me decia: «Esta di arejo al sonido, se nola que el pulgar toca sin ufia.. Yo ba de dejatla, pero al final la tenta que cortar, se me enredaba. No es que no quiera, es que ho puedo, Ahora, nunca he pretendido inculear a mis alumnos lo que yo considero mi defecto, o algo muy personal. En la mano derecha influyé un poco Josefina Robledo, porque ella tocaba sin Porque lo aprendi de Josefina Robledo, y el tré molo deslizado, igual, tel | Tiendo a tocar tirando algo la mano derecha | hacia la derecha, feet j Sobre la mano izquierda, en la barra me ayudé | mucho Llobet. Esta debe ser colocando el dedo } indice ladeado hacia 1a izquierda; e| incluso | dentro de la misma barra la presién debe dosifi.. | carse hacia los puntos necesarios; algunas veces hasta se puede levantar Ia punta o el final. Este cfecto es el que menos me cuesta, | La relajacién es fundamental: cuanto més des- Pegado esté uno de la parte técnica, més concen. | | i hy | ‘racién puede ie fn Ia mmiisica, A ba mucho estudiar sin mirar, luz, y slo me dio buen result i sis as mi me gusta- incluso a veces sin 55 Beta POSTLUDIO Lo que la modestia le impide expresar a esta gran artista, me siento yo en la obligacién de decirlo, ya que, de lo contrario, su imagen no quedaria ‘aeabada, No es su vigoroso y hermoso sonido, ni su admirable puleritud en la ejecucién, ni su muy Personal manera de frasear y concebir el vibrato en el instrumento lo que mas queda en la‘memo- ta, Yo diria que lo que la eleva a Ia esfera de lo Imperecedero est4 en su actitud humilde hacia la misica, su eterna inconformidad y altisima obje- tivided consigo misma, y sus inmensas bondad y sencillez, que unidas a una rectitud inquebranta- ble en los principios éticos y humanos, hacen que todos los que la hemos condcido la recorde- mos como Mimita, Yo creo queen el fondo hay, una gran fusién entre la Bimbin y ella; entre la esencia de pueblo y le postura humilde de aquella mufiequita de terracota, y la mujer guitarrista que pasa por el ‘mundo amando a Jos indlos coyas, componiendo miisica que sale de las entrafias latinoamericanas, ensefiando todo Jo que sabe a sus colegas, y Tegalando lo mas puro de su alma en sus con- clertos y discos. Las pocas aristas que pudo haber | tenido, si alguna vez las tuvo, han sido muy bien } limadas, y aleanzé con creces su mas/alta pre- misa en la vida: eser una buena personae, AR. 24 de septiembre de 1989 Qué viene, Maria Luisa, por tus manos, qué viene aqui, de|golpe, que se ahoga, qué se derrumba claro por tus dedos, qué flor te piensa al aire melancélica? Qué agua se duermo, yerde, por tus ojos, qué espuma dulce bord tu congoja, { desde qué adiés nos vuclves distraida, Ya la guitarra por y ya'tu amor por el yen un adiés que | sobre qué otofio sol; | | aunque de pronto, sola. y azul, hermai MANUEL CASTIL! (Argentina) a te |deshojas? {tu sangre sube, lla se hace nube jun¢a se acaba | te vas quedando pero te vas yendo imiga, vas volviendo la alucinada, | | | | | | LA CRITICA i Frente al prodigio En. los paises’ jévenes, como el nuestro, el adve- nimiento de un genio precoz musical, es un fend- meno de singular importancia. desde el doble punto de vista hist6rico y social. Mendelssolin, Mozart, Saint Sacns, Hurzuwsky, Arriola, cuyas Tespectivas precocidades artfsticas son universal- mente conocidas, fueron productos de un medio cultural largamente preparado para obtenerlos, ¥ NO obstante sorprenden por sit caracteristica de rara excepcién, De ahi el interés de la presente critiea ante el acontecimiento de igual indole que {a provoca. Se refiere a Isabel Marfa Luisa Anido, de diez afios ‘de edad, cumplidos hace poco més de un mes; su instrumento es la guitarra, “qhita que se entretuviera con ella, su padre, el distinguido caballero don Juan Carlos Anido, le Tegalé en agosto de 1914, una guitarrita de jugue- lerfa, Se aficioné tanto por: ella, que se decidié 4 inielarla en Jos primeros conocimiento: tres meses los progresos alcanzados fueron tan Sonsiderables que no pudo menos que confiarla un maestro del arte. Primeramente.fue 2 don Domingo Prats, notable concertista espaitol, du- ante el afio 1915, y a continuacién durante Cuatro meses a la sefiorita Josefina Robledo, con: cetlisia valencisna igualmente irepulada. ‘Hoc tigunos meses, el retorno al pais del sefior Prats, la ha devuelio a su primer maesizo, del cust fegulrd siendo, seguramente, Ia diseipula predi Tecta, Mientras tanto, asistimos ya a sus éxilos de gran efecutante. En las sesiones privadas y en audiciones piblicas, su ejecucién provoca. 1a misma admiracién. Obtiene el aplaulso sin. cs. fuerzo, pues no le impresiona el silencio de aten. cién de los auditorios numerosos y selectos, Do. mina la técnica y retiene fécilmente el recuerdo de las partituras; su juego es esponténeo, serene { seeuro. Desde el Estudio No, 22 de Napolesn Coste y la Sonatina en ta mayor dé Francisco Tétrega, hasta Ia Vidatita de Sinépolis, la Baren, fola de Mendelsscin y la Marcha. fi Chopin. En todas luce la misma pretision y 1a exquisita intuicién interpretative. Mas adelante Pondré més pasién e intensidad emocional en las cuerdas de su instrumento; pero hoy ya Is hhace sentir hondamente a través de la ingenus ¥ delieada vibracién, que gana en dulzura lo que Plerde en calor, En esto la naluraleza es sabin Y,hO se anticipa para no malograrso, Pucs Isabel Marla Luisa, «Mimitas, como es su apado gentil no es viclima de su genio, Su inteligncia, sus Gustos, su temperamento, se conservan deliciosa. ‘mente infantiles. No ha perdido el encanto de ev edad, que en vez de disminuir el mérito del eon. ‘Junto lo realza con la gracia de| eonfa La ‘Trescura de su genio y Ia alegria que le reden, hacen pensar con pesar en los tantos anitos pro: | igios» que pagan con tristeza Premature del tlina y del cuerpo, Jas habilidades que la natu- taleza ha prodigado o sus organismon, Ecte ver, al amor. de Id inteligente direccién ferna, Ja Bequefia gran imaravilla argentina crdcers Para el triunfo de s das apti- tudes, conservando) la integridad de cu Ser§ ha emineneia en el cuadro de nuestra historia artistica ve cloria ontre sus ilustres frodecesores, Térrega, Aguado, Liobel, Sor, Alsi Me permito augurario, Enrique Feimnana Una técnica de|espléndido acebado, rigueza de Tecursos dindmicos, |transparente musicalidad ¢ inteligencia acti } ‘ Fotha da Tarde a Alegre, Brasil), 28 de abril de 1951 i. fue asi quel cox suaves y nobles paginas Hasieas de Handel y Mozart, se escucharas ue Yersas obras de buitarristas por excelenens que imgigron magnitieas de color, culminando en el impresionante Virluosismo dei Impromptu de Llobet, i Plario Popular (Belotes, Brasil), abril de 1951 | e | f » Poseedora de una plectalte Soberbia, al par que de una técnica diffeil e Ser superada, Ja guita- fa en sus manos tiene resonancias melodioses que impresionan, alcanzando a veces el climax, Trituna (Santos, Brasil), 11 de mayo de 1951 Viviendo Y sintiendo profundamente Jas misi- eas que ejecutabs, estableciése, luego, evidente corrlente emotiva entre la artista y los asistentes, transportados en las redes del suefio y de la fan tasia, O Estado (Niteroi, Brasil), 7 de junio de 1951 Maria Luisa Anido Ultimos juicios criticos MARIA LUISA ANIDO es una maestra absolute de la guitarra, que arranca de este instrumento todo lo que de él es dable obtener: extrema belle. 24 de tono, ilimitada variedad de expresién y todos los efectos imaginables, logranda com nar, la maravillosamente 1a firmeza’del hombre con delicada gracia de la femineldad, Su compés de tono-volumen, desde el fortissimo al pianissimo, Wega al limite méximo, lo cual lc permite producir los matices més delicados de fono en sus innimeras variedades, Sus dedos extraordinariamente Agiles, pero Aisciplinados, ion eapaces de producit todos los contrastes de tono-volumen y todas las delicade- zas de expresin, desde el resonar profundo de los bajos hasta Ia iniperceptible seleccién de euerdas escogides, Se Raab Eich 5 ANIDO es una artista suprema Y un virtuoso de la guitarra no Superado, Ella probé plenamen- “fe la impresién de Berlioz quien afirsnabe que: LA GUITARRA ES UNA ORQUESTA EN MINIATURA, Doctor B. A, Perot, Presidente de The Philhar- monic Society of Guitarists Londres (Inglaterra), marzo de 1952 Maria Luisa Anido es una virtuosa de la guitarra, de la que extrae todas las posibilidades sonoras, | deerendlendo més de una vez por la brillanter fe sus dgiles dedos,.. Un amplio aplauso de ura ala repleta agradecié el arte Heno de efectos de | Ia guitarrista, \ Wiener Kurter (Viena, Austria), 10 de abril de 1952 Un portento y por lo que nos atafie, una auténti- a revelacién, 1 Programa comprendia antiguas piezas pare laid y pégines modernas espafiolas » saderoart TBS. colt las que Anido ha literalmente encan. tado al auditorio, Exlto vibrante, Gorriere della Sera (Milén, Italia), 12 de abril de 1952 | ‘Con su concierto en la Schubert-Saal colocé a _ |e guitarra en un lugar de respeto y demostse que ina en allo grado el arte de ejecutar ese ins. {rumento, El piblico que ocupabs hasta el titine {i i I : fois} aslento, dio muestras de aprobscidn, sensible. mente impresionado, Arbeilez Zeitung (Viens, Austria), 18/de abril de 1952 Traduce Ia misica con toda sy Belleza emotiva, Su estilo es armonioso, la sonoridad excelente, Ia digitacion limpia y su mecaniemg impecable, A Orden (Natal, Brasil), | 24 de mayo de 1952 kt Su presencia agrada a primera vista y cuando Pone Junto @ su corazén su instrumento, ‘entonces sr fault: deiéndonos fascinados por su’ sonide y su técnica, Tribuna do Norte (Natal, Brasil), 4 de mayo de 1952 Marla Luisa Anido, considerada uno de los mejo- Tes virtuosos Guitarristas de} mundo, repitié ayer * el éxito que habia alcanzado en nuestra| ciudad el { afio pasado, A Tribuna (Santos, 18 de junio de 1959 Brasil), Brillante concierto de Ja guitarrista Marta Luisa Anido I La famosa concertista argentina de guitarra Maria LuisaAnido obtuvo gran éxito en su pre- senlacién en el Palacio de las Bellas Artes el sé- bado a las 21 horas, en el tinico recital que ofre- Gi6 en México, y al que ‘asistieron distinguidos tases i | é | Personajes de uestros Medios Sociales, cultura. les y artisticos, t & Después del gran Guitartista Andrés Segovia, Maria Luisa ee . totable solista de ebe in ovigen argentino, ed poseedora de una extraordi- aria técnica rte espiritu musical, Jo gue le-ha valido los mas cilitos elogios dela rien del mundo entero y el aplause et Piblico, ~ Esta magnifica’ *s una de las pocas fuuletes que ha triuntado en ef mond én lain. ferpretacién de la guitarra, Ademés, 1a sefiorita de en donde fitmpre ha obtenido fesonantes éxiee En Tokio, Japon, ef hermaro del principe Hirohito|le hizo enlrega de un pe laca antigua con conocimiento p arte universal, | sont Sultarra la emper6 a tocar a los seis atios ie edad y dos aifos despues Presenté su primer Concierto en Buerios Aires, Sus maestros fueron Cntre otros ef sefi ros fue el gultarrista espattol ‘onsid¢rado en su tiempo| como tista del mundo, | Durante once aifos, la distinguida artista tuvo edra ide guitarra en el Conser, santio Nactonal de Misiea de Bien Aires y Bosteriormente viaj6 POF varias partes del mundo para dar a conocer la calidad con que interpreta Ja guitarra, Asistieron a este concierto de la. distinguida dama numerosas y elegantcs damitas de nuestra sociedad que epleudicron varies veces: as inter- pretaciones de Maria Luisa Anido, Novedades (México, D.F.), 28 de agosto de 1958 Maria Luisa Anido EI nutrido piblico que asistié 1a noche del lunes pasado al debut de la guitarrista argentina Maria Luisa Anido la recibié con entusiastas y caluro- sas ovaciones, distincién destinada a los grandes artistas y que seguidamente la guitarrista argen- {jna demostré que era merecedora a tan espléndi- da acogida, La sefiorita Marfa Luisa Anido desde su nifiez se 'revel6 como una prodigiosa intérprete de le guitarra, Sus estudios de perfeccionamiento los hizo més tarde bajo la experta guia del maestro Miguel Llobet, distinguido guiterrista de su época, discfpulo preferido del insigne virtuoso y compositor espafiol Francisco Tétrega;. poco después comenzarfa sus numerosas giras en las principales capitales de América Latina y. del Viejo Mundo, de donde regres6 en 1956 conquis- tando la admiracién del piblico y los elogios més favorables de ta critica europea, Asf como Chile y toda América se sienten or- gullosos de tener en Claudio Arrau a uno de los cinco pianistas més eminentes y gloriosos de los iiltimos veinte affos, Argentina y toda Amériea Latina asimismo doben estar orguillosos de contar entre sus arlislas con Ia presencia de tuna guitarrista de tanta jerarquia y tanto mérilo como Marfa Luisa Anido, astro brillunte que glo- rifica el arte guitarristico, EI progrema confeccionado por 1a concerlista para su primer recital en el viejo Teatro Municipal es muestra de su delicadeza y exquisito gusto, in- cluyé obras de Rameau, J. S. Bach, Fernando Sor, Mozert, Térrega, Granados, Albéniz, Villa- Lobos, J. Aguirre y terminaba el concierto con dos composiciones de su propia produccién, inspira- das como es de suponerse en el folklore argenti- ‘no, que nos revelé a una compositora excepcio- nalmente dotada, especialmente para la creacic de obras para su instrumento, Y es que Marla Luisa Anido pertenece a ese fango superior donde la doble responsabilidad del autor-intérprete es lograda en su totalidad, mediante una profunda cultura musical, cosa que le permite penetrar con relativa facilidad en ol estilo de las partituras més diversas, imponién- dole a cada pieza una ejecucién de sonido, tan pura, tan sencilla y nitida, que al enjulciarla uno no sabe qué admirarle més, si la fineza de su Sonoridad, su alarde virtuosistico o 1a sencillez yjnobleza ide cada una de sus ejecuciones. Fueron Impecables sus interpretaclones que los asisten- tes premiaron con prolongadas ovaciones, cosa Giie obligs a Maria Luisa Anido a tocar varios nimeros fuera de programa, “La Esfera (Caracas, Venezuela), _2de septiembre de 1959 = iy ieee eee “dad lan onlegi¢sa que aumentaba fp fuerza de aplausos, ; | La consagracién llega con fp Parle tercera, 9 ‘nombre de Heitor Villa-Lobos, Preludio y 1a propor- Marla Luisa Anido 1Recital Con) Marla Luisa Anido se contenplan dos Grandes placeres: escucherla como artista yaten. derla como conversadora. En bresencia Ue in con. cettista, en muy pocas ocasiones hallamos tanta amabilidad, elegancia esplritual, i hayamos escuchato en Ig Guitarra, ’ ritmo, calor expresionista Y Pureza sonora —auin $0 108 ssuavess.. consiguieron una demostra. ofits ms, de la calegotiaarttanea de Maria Luisa Anido, tilt No. € da Aguitre ¥ dos composiciones Ja propia coer Procesién coya y Aire Rortefo, certaron in py 'grama, Ileno de calidades extremas, que of Pablico aprecié y aplaudig uesto * cone celigando & la conceriishe’? elecutar dos composiciones, fuera de Programa, | rfa Luisa Anido, cuyo Prestigio personal no os iu 108 mejores clogios pare Andrés Segovia, ered Primera vex| quo: acthe en Venezuela, sy, fultarra viajera, estamos Seguros, repetita sy « Abradable presencia en ‘UestrO pals. Lo merece 2. nes complace por sex ung gran artista, } : | La Razin (Caracas, Venezuela), 2 de Septiembre de 1959 Gentina, que actia ‘en Caracas, ea un ejemplo Vivlente de sefforto, dignidad Y Prestigio soste. nido y ganado para el arle, para st misma y para Su pueblo, Ell ctitico de Pravda, A, Lazanov, ha dicho We su interpretacién del Minueto de Rameau, suena scomo el clavicémbalo., Exacta) aprecia. lon; la guitarra, en manos de Maris Luisa Anido, Amolia su sonoridad y 1a ejecucién de I Partitu. Hon gr tnsPerta, en tiempo y medics de! expre- sién, al espiritu sonoro ‘del clavieémbalo, A medida que avanzaba e1 Programa, con Bach, Fernando Sor, Mozart y Térrega, gentina fue edomin dama y gran Maria Luisa Anido| : bBiS. grandes. corrientes Musicales latinas de sent 29 mds que en ninguna at parte en Ia Argentina ee Teceptor, Alli 1a Poy ularlzacién de ta guitarra eg mayor ‘que en Hauler otto pais americang, yo elevacién a Plano més alto tine en Moria Luisa Antdo , ben I Obtuvo de Ia sala una cerrada ovacion Ale ella agradecis, sontiente y'con uta qeegen

You might also like