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ECONOMIA A60 afos de “sembrar el petrdleo” EVOLUCION DE LA POLITICA PETROLERA NACIONAL Ramon Espinasa Hace 61 anos, 8! 14 de julio de 1936, Arturo Usiar Pietr! escribia el editorial del diario Ahora con el titulo de “Sembrar el Petréleo’ En un parralo de este editorial Usler planteaba: “Es menester sacar la mayor renta de las minas para invertirla totalmente en ayudas, facilidades y estimulos a la agricuftura, la cria y las industrias nacionales. Que en lugar de ser el petréleo una malaicion que haya de convertinos en un pueblo pardsito e indtil, sea la afortunada coyuntura que permita con su subita riqueza acelerar y fortificar la evolucién productora del pueblo venezolano en condiciones excepcionales.” La siembra del petrdleo sinteti- za la percepcion que prevaleci durante décadas de Ia relacién del petrdleo con la economia nacional El ingreso petrolero era percibido como riqueza transitoria para ser utilizado en el desarrollo de las actividades no petroleras, kenuina- mente macionales y con futuro: da cagricultura, ta evia y las industrias nacionates. El pats se percibia si futuro en el petra. En cuanto a la pervepcidn de transitoriedad del ingreso petrole ro, es bueno citar al otro gran ides Jogo de la politica petrolera con- temporinea, Rémulo Betancourt scribiendo en su columna vy Finanzas”, en el mis- mo diario Ahora, el 2 de febrero dde 1938, un articuloen el cual an lizaba la composieidn de las im- porlaciones y exportaciones del pals, y la, ya casi totalidad, depen- umvnEspuawes demcia de éstas de las exportacio cconomisaletede eS de petroleo, Hannaba la aten POVSA cion sobre stu inminente agota- miento y la necesidad de diversifi- ceaci6n: “Es ya un lugar comin, sobre el cual sin embargo no nos cansaremos de insistir, el de la necesidad de vigorizar las fuentes raizales y permanentes de rigue- 24 nacional. El petriteo ex wia fuente de ingresos para la Nacion que no duraré sino algo mais de ta proxima década. Olvidarlo es re velar miopia & improvisacién. ” Curiosamente, Uslar eseribfa en 1948, diez anos después del arti- culo de Betancourt, como parte de sucoleccidn de ensayos "De una a orra Venezuela”, un articulo titu- lado “Diez aitos para salvarnos”, en el cual, discutiendo el anuncio del gobierno del presidente Tru- man de estimular el desarrollo de combustibles sintéticos en los Es- Jos Unidos, afirmaha: "Ds Laiios es pues el plazo que parece acordarnos ef destiny para que realicemos la gran empresa de sal- var a Venezuela de la muerte pe- trolera... Los dias que nos quedan para sembrar el petrdlee estan ‘comadas... Ya no pademas seguir engolasinadas con to transitorio lo adijetivo, perdiende de vista cuestiin vnal del pe- su amenaza No tan sélo era el petréleo per cibide como una fuente de ingreso objetivamen- te, la industria petrolera eraextran- jera, produciendo para metcados forancos, con un muy bajo grado de integracién al pais, Cabe recor dar que, para el momento del ini- cio de la explotacidn petrolera Ve sel pats mas arasadode América Latina, el cual transitoria, sino qu ucla es, eesti tan solo en capacidad de apor- tar mano de obra poco calificada a i actividad petrolera, El enclave extranjero en el pais es la mejor Uescripeidn de la industria petro- Jena en sus origenes, Si el agotamiento de las reser- i La industria era vas era inminen y muy poco integrada, rf guir una politica petrolera que buscara maximizar en el corto pluzo el ingreso fiscal petrolero para destinarlo al desa- rrollo no-petrolero perdurable. Asi, Ja relacién entre el Estado, el cual reclamaba la maxima renta por el recurso de su propiedad, y las em: presas concesionarias extranjeras, las cuales buscaban obtener La maxima rentabilidad de sus inver siones en el pais, fue, por su esen- cia, una relacién tensa, antagéni ca y hostl La percepcidn ideol6gica de la relacién del petréleo con la econo- ‘mia nacional, la cual dio pie « la politica de orientacién nacionalis- tay rentista, se materializé en ins tituciones que condicionaron et desarrollo del sector hasta I su estatificaci6n. La tension creciente entre el Estado y las empresas concesiona- Ja medida en que el pais tomaba conciencia de su potencial petrolero, queda de manifiesto que, cen el perfodo entre 1920 y 1938, se aprobaron ocho Leyes de Hidro- uros, Cada una de ellas repre: sent6 un avance en la posicién ren- Lista del Estado, respecto alas muy favorables condiciones en las que se otorgaron las primeras conce- en el pats te presidn rentista estatal tuvo un alto en el conjunto de acuerdos alrededor de lt Ley de Hidrocarburos de 1943. Por un lado, las empresas quedaron suje- tas a la soberania impositiva ve- nnezolan, en particular al pago del impuesto sobre la rent pre mera Ley data de 1942. Ademés, los contratos de concesisn conten: plaron ef pago de una tava de re~ alia de 1/6, similar a las mas al tas pagadas en los EE.UU. para la época. La summa de la regalia, més 536 | 100+ doiembre 1997 | SIG Condiciones politicas apropiadas permitieron que el Estado asumiera el contro! directo de las operaciones de una industria petrolera diezmada, después de quince afios de desinversion, en enero de 1976 el impuesto sobre la renta y otros impuestos menores, daba una par ticipacién al Estado cereana al 50%, en las ganancias operativas de las concesionarias. Participa- ccién que se hizo ley con la refor- ma de Ia Ley de ISLR de 1948, dando pie al mundialmente famo- so acuerdo de $0:50, Adicional- ‘mente, [as compafifas se compro~ ‘metieron a construir en el pats las refinerias para procesar el crudo venezolano, lo cual dio origen al complejo refinador de Paraguand Por su parte el Estado venezolano renov6 todas las con: gadas ala fecha por Reglas distributivase nales pereibidas como estables y un horizonte de inversion de largo plazo, erearon las condiciones para la fase de mas vigorosa inversin y crecimiento de la industria pe- trolera en el pais, hasta el presen- te, Entre 1943 y 1958, la produc ‘cin se multiplies por cinco, lle- gando @ 2.5 millones de barriles diatios; el acervo de capital por tres, y el empleo por dos, legando ‘a unas 45 mil personas. La fase de estabilidad institu- ional, inversién y crecimiento que se origin en los acuerdos alrede- dor de la Ley de 1943 llegé a su fin en 1958, En este ano, el Decre- to Sanabria exeluyé la regalfa para el cAlculo det 50-50, con lo cual la distribucién pasé a ser 60:40 en favor del Estado venezolano. Ade- ‘mas, la politica de “no més conee- siones” de Pérez Alfonzo, en el gobierno de Betancourt, implies, no tan sélo que no se otorgaran nuevas concesiones en Ia era de- mocritica, sino que no se renova ran a mitad de periodo, taba previsto, las concesiones otor- sgadas en 1943. Asi, se aumentaba la presidn fiscal y se acortaba en el tiempo el horizante de la inversion transnacional en el pats La creacién de la OPEP, en 1960, permitisy que los paises exportadores en desarrollo coordi- naran sus politicas de presién so bre las empresas de los pases de- sarrollados. En 1967 se crearon los precios de referencia fiscal. El au- mento de éstos, junto con el mento de ta tasa de ISLR. incre: ‘ment6 continuamente la participa- ccién fiseal de 60% a mediados de los sesenta a 94% en 1974. El au- mento de la participacién fiscal, junto con la cafda de los precios hasta principios de los setenta, es- trangulé la rentabilidad del capi tal petrolero internacional en el pais, La creciente presién fiscal, el n0 ‘torgamiento de nuevas concesiones yy la no renovacién de las originales, Provocd que el capital ansnacional detuviera su inversién neta en el pais alo largo de los sesenta, hasta la na cionalizacién. De hecho, se inici6 Ia transferencia de plantas y equipos a otras: zomas geogrficas, lo cual se detuvo con la Ley de Reversion de 197. La produceién siguié erecien- do, mediante una explotacién muy intensiva de los yacimientos, has- tw llegar a un maximo historico de 3.7 millones de barriles diarios en 1970, para colapsar después, con- secuencia de dos lustros de desin- versiGn, La contruparte de esti contraccién en la oferta, mientras Jademanda crecia sostenidamente, fue el aumento en los precios, que culmin6 en la sibita escalada de finales de 1973, apropiada como participacidn fiscal en los paises de Is OPP. Los eventos del tiltimo trimes- tre de 1973 signiticaron la estat ficaci6n de facto de la industria petrolera, ya que el Estado pas6 a fijar en forma unilateral el nivel de produccion y el precio de ven- ta, con lo cual, las empresas trans nacionales se transformaban, efec tivamente, en operadoras. Condi- ciones politicas apropiadas permi tieron que el Estado asumiera el control directo de las operaciones de una industria petrolera diezma- da, después de quince aos de desinversién, en enero de 1976. ‘Con la maximizaei6n de la ren- tay el control estatal de la produc: i6n, se Hegaba al final exitoso, en sus propios méritos, de una era en laevolucién de la politica petrote ra nacional. De hecho, ta tesis de! agotamiento de las reservas resul 16 una profecéa aulocumplida. La falta de inversivin, en particular en exploracidn, por parte de las trans- nacionales, una vez que se hizo evidente que sus anos en el pais estaban contados, disminuyé Ia incorporacién de nuevas reservas. Y ered la pereepcidn objetiva de agotamiento definitive del petrs- leo en el pais, A mediados de los setenta el pais se preparaba para entrar, finalmente, en la era post- petrolera, A tal fin se orientaron los ingentes recursos fruto de la ‘maximizacién de la renta petrole- ra, El pais se percibia sin futuro en el petroleo, En los uftos transcurridos des- de lu nacionalizacién, ha ido biando radicalmente la percepeién de la relacién del petroleo con la economia nacional, Por un lado, la intensa campana exploratoria des- pués de la nacionalizacién y el de- sarrollo y asimilacién de nuevas tenicus de explorucién y produc- cin, han permitide incorporar i ‘gentes cantidades de crudos con vencionales. Las reservas de cru: dos convencionales del pais se han ccuadruplicado, mientras la produc- ei6n se acerca al récord hist6rico de 3.7 millones de barriles diarios, el cual sera sobrepasado en algin momento el aio que viene. Ade- mis, se ha evaluado la magnitud de las reservas recuperables de la ‘SIC 17? 600 = diciembre 19971837 PDVSA, de ser una empresa productora y exportadora de petréleo desde Venezuela, se ha transformado en una transnacional con operaciones hasta el consumidor final en sus principales mercados. Faja Petrolifera del Orinoco y se hha constatado que pueden ser de- sarrolladas y transformadas en pro- ductos finales a los precios actua- les. Si a las reservas probadas de crudos convencionales se les af de el estimado mis conservador de reservas probubles y las reservas recuperables de la Faja, se puede afirmar que, desde un punto de vis- ta prictico, las reservas petroleras, del pats se pueden considerar infi- nitas, Se hace evidente que el pais tiene un futuro en el petréleo, si asf lo desea. Por otro lado, la nacionaliza cién permitié correr el velo ideo- 6gico que nos impedia ver como la industria petrolera se habia ido haciendo venezolana, Después de sesenta afios de operaciones, e pais y, en la medida que éste se desa ‘ollaba, la industria se habian ido nutriendo de profesionales y té&~ nnicos venezolanos, mas alld de la ‘mano de obra con baja calificacién aportada inicialmente. De hecho, para el momento de Ia nacionali- zacién, la préctica totalidad de los cuadros directivos y gerenciales eran venezolanos, lo cual contri- buyé a hacer el proceso poco traumatico. Ademis, en estos veinte ais, el pais ha sido testigo del proceso, liderizado y ejecutado por venezo Janos, de transformar Ia corpora- cidn, diezmada al momento de la nacionalizaciéin, en una corpora. cién mundial de primer orden. Huelga aqui entrar en detalles en cuanto a fa magnitud € importan- cia mundial de PDVSA. Baste de- cir que, en base a indicadores ob- jetivos en diferentes esferas del negocio y Ia evaluacién de firmas especializadas, PDVSA esté en el podio de las empresas petroleras mundiales, PDVSA, de ser una empresa productora y exportadora de petroleo desde Venezuela, se ha transformado en una transnacional com operaciones hasta el consumi- dor final en sus principales mer cados, Asi, no tan sélo tenemos una base de recursos que le permiten a Venezuela ser un pafs petrolero de largo plazo, sino que el pais tiene luna empresa de primer orden para desarrollarias, transformarlas y comercializarlas internacional- mente Finalmente, en la medida en que el pais ha ido viendo a la in- dustria petrolera con otros ojos, se hha puesto de relieve el grado de imtegracién de la industria petro- Jera ala economia nacional, La industria se fue integrando como parte de un proceso natural en las dreas de operaciones. Con el tiem- po, en cuanto el pais se desarrolla- ba y era capaz de ofrecer una can- tidad cada vez mayor de bienes y servicios 4 las empresas transna- cionales, se fue conformando un tejido de empresas conexas. Este proceso natural se vio potenciado por la actitud ex-profeso de PDV- SA de estimulo al proveedor na- ional. Esta politica ha consistido ‘en brindar asistencia gerencial y técnica a los proveedores naciona- les y preferirlos en condiciones de igualdad de precio y calidad res- pecto a suplidores foréneos. El desarrollo de un sector co- nnexo nacional ha permitido, no tan s6lo potenciar el impacto econd- mico de la actividad petrolera, sino ampliar 1a base constituyente que en el pats apoya una politica pe- trolera orientada a expandir la ac- tividad, dada nuestra base de re- cursos y el potencial de nuestra industria petrolera, En sintesis, en las ultimas dos décadas, se han revertide los pila- res que sustentaron la politica pe- trolera que culminé en la naciona- lizacién. De la pereepeidn de es- ccaser, se ha pasado a la constata- cién objetiva de Ia muy extensa tase de recursos de hidrocarburos del pais. Del enclave extranjero, se ha pasado @ la industria petrolera nacional integrada al aparato pro- ductive doméstico. El cambio en la percepcién de la relacién del petréleo con Ia eco- noma nacional ha devenide, grax ‘dualmente, en una nueva orients~ cién de la politica petrotera. La reorientacién de la politica petro- Jera ha sido gradual, en la medida fen que ha tomado tiempo que el liderazgo nacional asimile la nue~ va realidad del petréleo y su rela- cién con el pais. De una politica {que tuvo como norte maximizar la renta, ante el inminente agota- ‘miento de las reservas, se ha pasa- do a una politica que tiene como orientacién el desarrollo de las vvastas reservas del pais en el largo plazo, maximizando el valor agre ¢gado y el impacto sobre la econo- ‘mix nacional. Esto se traduce, en primer lu- ‘ar, en una politica de precios que hhaga competitivo el petréleo vene- zolano y asegure el desarrollo de la produccién en el largo plazo. Para ello, la variable de ajuste ha de ser la renta 0 participacién fis- cal por barril. Asf como en el pa- sado fue el aumento de la partici pacién fiscal por barril el objetivo central de la politica petrolera, aun a expensas, como lo fue, del desa- rrollo de la actividad productiva y el colapso de la produccién, hoy en dia, el objetivo central es la ex- pansign de la actividad, de acuer- do com nuestra base de reservas y bajos costos de produccién, a ex- pensas de la participacisn fiscal por barril. Estoes, el pais debe as- Pirar a a méxima renta por barrl que asegure mercados recientes, para nuestro petréleo, dada la de- manda de energia y la oferta de otras fuentes de energia y de pe- 838 | 1 600+ dicemore 1997 | Hoy en dia, el objetivo central es la expansién de la actividad, de acuerdo con nuestra base de reservas y bajos costos de produccién, a expensas de la Participacién fiscal por barril tréleo de otras regiones. Una segunda vertiente de la nueva orientacién de politica pe- trolera se puede sintetizar en el concepto de integracién, Tanto en lo que se refiere a la reintegracign vertical del mercado petrolero in termacional como @ la integracién del sector petrolero ala economia nacional. El proposito basico de la integracién es el de la estabiliza- isn, tanto del mercado internacio nal como de la relacién del sector petrolero con el resto del pats. La estabilizacién, asi entendida, crea las condiciones para el crecimien- to arménico del sector petrolero nacional en el largo plazo. Lanueva politica petrolera con- ibuye a la reintegracién vertical del mercado petrolero, en primer lugar, por el movimiento aguas ahajo de PDYSA en sus prit les mercados y, como contraparte, por la apertura del sector petrole- ro nacional a la inversién de las ‘empresas petroleras de los paises consumidores. La reintegracién ‘Yertical del mercado contribuye incrementar los flujos de oferta junto con la demands, y por ende a estabilizar los precios. La esta- bilizacién del mercado petrolero y el crecimiento sostenido de la de- manda redundaré en beneficio de los pafses con grandes reservas y tuna estrategia de ineremento de la produccién en el largo plazo como Venezuela. En cuanto a la integracién del sector al pais, la politica petrolera se ha orientado a fomentar el de- sarrollo del tejido industrial alre~ dedor de la industria petrolera. No tan s6lo incentivando la oferta y la demanda de bienes y servicios de origen nacional por parte de la in- dustria petrolera, sino estimulan- do la industrializacién en el pais de hidrocarburos, en particular del gas. Ademés, esté la apertura de Ta industria petroleraa la inversién privada nacional, tanto de empre= sascomo de personas naturales. La vineulacién creciente del capital privado nacional ala actividad pro- ‘ductiva petrolera amplia y nutre la ‘base constituyente que en el pats apoya la nueva orientacién de la politica petrolera, lo cual contri- bbuye a darie estabilidad politica a su implantacion, La apertura del sector petrolero nacional a la inversién privada es ‘denominador comin de la politica de integracién internacional y na- cional. La politica de apertura per- sigue tener acceso a tecnologfas, ‘mereados, financiamiento, y am- pliar la capacidad de ejecucién de PDVSA. Ademis, tan importante como todo esto, con la apertura se persigue estimular la competencia y aumentar la eficiencia del sector petrolero nacional La nueva orientacién de politica petrolera, fruto de lareinterpretacién de larelaciéin del petrileo con laevo- ‘nomia nacional, se ha materializado cen cambios insttucionales concretos, Jos que han rediteccionado la evolu: iin del sector La primera sefial de cambio en 1a politica petrolera se dio en 1986, diez afios después de la nacionali- zacién, cuando Venezuela, en el ccontexto de los paises de la OPER, decidié reducir los precios, vast la renta por barril, de forma tal de dejar de perder mercados respecto a otras fuentes de energia y el pe~ tnéleo de otras regiones. En la pri mera mitad de la década de los ochenta, Venezuela, y la OPEP en su conjunto, habjan reducido Ia produccién para defender la renta por barril, después de la segunda escalada de precios en 1979. El pais Hegé a una produceién mini- ma de 1.7 millones de barriles dia ios en 1985, menos de la mitad de la de 1970. El segundo hito en la nueva di- reecidn de la politica petrolera, e! cual expres una posicisn mas in temalizada por el liderazgo nacio- nal, ese! inicio del plan de expan- si6n de Ia actividad de Is industria petrolera en 1990, Esto represents tun salto cudntico en el nivel de inversiones de la industria petro Jera en el pais y se ha traducido en ‘un aumento de mas del SO% de la capacidad de produccién que se ‘mantuvo después de la nacionali- ‘zaci6n, La materializacion del plan de expansién de actividad. el cual se revisa anualmente, ha implica do que la produccivn se duplique respecto a la de hace diez aiios, y 1 plan apunta a duplicar Ia pro duccién actual en 1a proxima dé- cada. Consistente con el cambio de orientacin en la politica petrole- ra, se ha modificado el marco fis- ‘eal del sector. La primera reform, aprobada porel Congresoen 1991, cconsistié en reducirla tasa de ISLR para los proyectos de crudo extra- pesados y de gas costa afuera de 67.7% a 34. Por primera vez, el Estado venezolano reducfa ta car ga tributaria para estimular la ac- tividad productiva petrolera, La segunda, y més importante, reforma fiscal consistié en a el: minacin gradual y progresiva del Valor Fiscal de Exportacién en 1993, Esta sobretasa impositi herencia de los Precios de Referen cia Fiscal, condenaba a la atr al sector petrolero venezolano, al no hacer viable tan siquiera la re posicidn del potencial de produc cin, La eliminacién del VFE ha dado oxigeno financiero al sector y ha hecho posible la matersaliza cidn del programa de expansin ‘con minimo endeudamiente. Si bien Ia participacién fiscal se ha reducido de alrededor de 85% 2 65%, el aumento de produccién que esto ha permitido ha mis que BIG 17° 600 + diciembre 1997 1638 El petrdleo, no solo como primera fuente de ingresos fiscales, sino también como primera industria del pais, sera de nuevo, la principal fuerza propulsora de un segundo impulso modernizador en las préximas. décadas. ccompensado la menor carga fiscal En la medida en que se duplique la produccién en el mediano pla 20, la contribucidn fiscal petrolera se duplicara a los precios actuales. ‘Aumento de produccién que sin plemente n0 hubiera sido posible de mantenerse el VEE. La otra vertiente de la nueva orientacion de politica se ha mat rializado en la integracidn inter nacional y nacional. La integracién aguas abajo en el exterior o inter- nacionalizacién, a través de la compra, total 0 parcial, de termi- nales, refinerias y redes de di bucidn en el exterior, se ha tradu- cido en que PDVSA es la tercera ‘empress: mundial en capacidad de refinacién, dividida en partes igus- les entre Venezuela y el exterior, y es también la tereera en ventas di- rectas al deta en los mereados de América y Europa, Sirvan estos dos como indicadores del muy alto ‘grado de integracién vertical inter- nacional de la Corporacién in cuanto a la imegracién de Ja industria petrolera al pats y su ddemanda de bienes y servicios, es necesario destacar, en primer Iu- ar, que, de los servicios de inge- nierfa contratados, 80% son de ori- gen nacional, lo cual representa un 90% de la capacidad de este see- tor. El cual, obviamente, se expan- dita con el crecimiento de la in version y la actividad petrolera. En ‘cuanto a la demanda de materi les y equipos, ésios son de origen racional en alrededor de un 50% yy se ha identificado un potencial de sustituci6n de importaciones {que podria llevar este porcemtaje a 80%, Aqui hace falts profundizar Ja interaccidn entre Ta industri conexa y el sector petrolero pa aumentar la participacion nacional cen funcién de este potencial. La actividad de la industria suplidora crecerd, en cualquier caso, con la expansién petrolera Tan importante como el desa- rrollodel sector suplidor, en la con- formacién de un tejido industrial alrededor de la industria petrole- ra, es el desarrollo de las activida- des aguas abajo, en particular en las actividades que se desprenden de la industrializacién del gas. Las industrias que se nutren de este insumo, como ta quimica y la pe- troquimiea y la de cemento, cerd- mica y Vidrio, representan hoy en dia 123 de nuesiras exportaciones ‘no-petroleras, cuando su monto era despreciable hace tan sélo diez aiios, Se pone de manifiesto la vo- ceacidn natural de 1a economia ve nezolana a ser competitiva en este Lipo de bienes, Finalmente, es de destacar la apertura del sector a la inversién privada en las dreay reservadas all Estado, bien mediante convenios ‘operacionales 0 através de asocia- ciones estratégicas con la empresa estatal. Hoy en dia, treinta y tres ‘campos son operados y ocho dreas estin siendo exploradas a riesgo por empresas privadas, y el Con- ¢greso ha aprobado cuatro asocia- ciones estratégicas entre PDVSA. ¥ capital privado para el desarro- Ilo de la Faja. En total se trata de cineuenta y ocho empresas priva- das, de las cuales quinee son ve- nezolanas, operando en el segmen- to de produccién. Tan importante como esto, desde un punto de vis- 1 cualitativo, es la posibilidad de inversi6n de personas naturales en estos negocios a través de fondos de inversi6n colectiva. Veinte aos despuds de su estatificacidn, se esta wciendo realidad Ia nacionaliza cidn de la industria petrolera ve~ nezolana v La orientacién de politica pe- trolera que sintetiza la frase “Sem- brat el Petréleo” consistis en “sa: ar ta maxima renta” del petteo, para destinarla al desarrollo de la economia no-petrolera, Funda- ‘mental para esta orientacién de politica fue la percepcién de que el pals no tenga futuro en el petrs: leo, Esta politica fue muy exitosa en sus propios méritos, en la me- dda en que se maximiz6 la renta petrolera por barril. El gasto por parte del gobierno de una renta petrolera siempre ereciente, hasta aleanzar su maximo en la década de los setenta, fue la principal fuer- za motriz del proceso moderniza dor que transformé la Venezuela tural y atrasada de principios de este siglo, en la Venezuela urbana ¥y moderna de hoy en dia, Sin em- bargo. la contraparte de ls estrate- aia de maximizar 1a renta fue el Ccolapso de la industria petrolera, la dristica contraccién del merca- do para nuestro petrdleo y que, en Ultima instancia, se acentuara la pereepcidn de que el pafs no tenia futuro en el petr6leo. El colapso de Ja industria y 1a renta petrolera hi- cieron parecer como inevitable el trdnsito hacia I: Venezuela post- petrolera Las bases de sustentacién de la politica petrolera de orientacién fentista se han revertido en las &l- timas dos décadas. La abundancia de reservas de petrileo y el grado de desarrollo del pafs hacen pos ble disefiar una estrategia de desa- rrollo de lu produccion de petr6- Jeo en el largo plazo, com impor- tantes efectos multiplicadares do- mésticos. Para esto, ha sido nece- sario adecuar el nivel de precios, a fin de asepurar un mercado en ex- Pansién para nuestros crudos y pro- uctos. El petrileo, no sélo como primera fuente de ingresos fisca- les, sino también como primera industria del pais, serd, de nuevo, Ja principal fuerza propulsora de un segundo impulso modernizador en las proximas décadas. 540 | G0 jcembre 1997 | SIC

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