ECONOMIA
A60 afos de “sembrar el petrdleo”
EVOLUCION DE LA
POLITICA PETROLERA
NACIONAL
Ramon Espinasa
Hace 61 anos, 8! 14 de julio de 1936, Arturo
Usiar Pietr! escribia el editorial del diario
Ahora con el titulo de “Sembrar el Petréleo’
En un parralo de este editorial Usler
planteaba: “Es menester sacar la mayor renta
de las minas para invertirla totalmente en
ayudas, facilidades y estimulos a la
agricuftura, la cria y las industrias nacionales.
Que en lugar de ser el petréleo una malaicion
que haya de convertinos en un pueblo
pardsito e indtil, sea la afortunada coyuntura
que permita con su subita riqueza acelerar y
fortificar la evolucién productora del pueblo
venezolano en condiciones excepcionales.”
La siembra del petrdleo sinteti-
za la percepcion que prevaleci
durante décadas de Ia relacién del
petrdleo con la economia nacional
El ingreso petrolero era percibido
como riqueza transitoria para ser
utilizado en el desarrollo de las
actividades no petroleras, kenuina-
mente macionales y con futuro: da
cagricultura, ta evia y las industrias
nacionates. El pats se percibia si
futuro en el petra.
En cuanto a la pervepcidn de
transitoriedad del ingreso petrole
ro, es bueno citar al otro gran ides
Jogo de la politica petrolera con-
temporinea, Rémulo Betancourt
scribiendo en su columna
vy Finanzas”, en el mis-
mo diario Ahora, el 2 de febrero
dde 1938, un articuloen el cual an
lizaba la composieidn de las im-
porlaciones y exportaciones del
pals, y la, ya casi totalidad, depen-
umvnEspuawes demcia de éstas de las exportacio
cconomisaletede eS de petroleo, Hannaba la aten
POVSA cion sobre stu inminente agota-
miento y la necesidad de diversifi-
ceaci6n: “Es ya un lugar comin,
sobre el cual sin embargo no nos
cansaremos de insistir, el de la
necesidad de vigorizar las fuentes
raizales y permanentes de rigue-
24 nacional. El petriteo ex wia
fuente de ingresos para la Nacion
que no duraré sino algo mais de ta
proxima década. Olvidarlo es re
velar miopia & improvisacién. ”
Curiosamente, Uslar eseribfa en
1948, diez anos después del arti-
culo de Betancourt, como parte de
sucoleccidn de ensayos "De una a
orra Venezuela”, un articulo titu-
lado “Diez aitos para salvarnos”,
en el cual, discutiendo el anuncio
del gobierno del presidente Tru-
man de estimular el desarrollo de
combustibles sintéticos en los Es-
Jos Unidos, afirmaha: "Ds
Laiios es pues el plazo que parece
acordarnos ef destiny para que
realicemos la gran empresa de sal-
var a Venezuela de la muerte pe-
trolera... Los dias que nos quedan
para sembrar el petrdlee estan
‘comadas... Ya no pademas seguir
engolasinadas con to transitorio
lo adijetivo, perdiende de vista
cuestiin vnal del pe-
su amenaza
No tan sélo era el petréleo per
cibide como una fuente de ingreso
objetivamen-
te, la industria petrolera eraextran-
jera, produciendo para metcados
forancos, con un muy bajo grado
de integracién al pais, Cabe recor
dar que, para el momento del ini-
cio de la explotacidn petrolera
Ve sel pats mas
arasadode América Latina, el cual
transitoria, sino qu
ucla es,
eesti tan solo en capacidad de apor-
tar mano de obra poco calificada a
i actividad petrolera, El enclave
extranjero en el pais es la mejor
Uescripeidn de la industria petro-
Jena en sus origenes,
Si el agotamiento de las reser-
i
La industria era
vas era inminen
y muy poco integrada,
rf guir una politica
petrolera que buscara maximizar
en el corto pluzo el ingreso fiscal
petrolero para destinarlo al desa-
rrollo no-petrolero perdurable. Asi,
Ja relacién entre el Estado, el cual
reclamaba la maxima renta por el
recurso de su propiedad, y las em:
presas concesionarias extranjeras,
las cuales buscaban obtener La
maxima rentabilidad de sus inver
siones en el pais, fue, por su esen-
cia, una relacién tensa, antagéni
ca y hostl
La percepcidn ideol6gica de la
relacién del petréleo con la econo-
‘mia nacional, la cual dio pie « la
politica de orientacién nacionalis-
tay rentista, se materializé en ins
tituciones que condicionaron et
desarrollo del sector hasta I
su estatificaci6n.
La tension creciente entre el
Estado y las empresas concesiona-
Ja medida en que el pais
tomaba conciencia de su potencial
petrolero, queda de manifiesto que,
cen el perfodo entre 1920 y 1938,
se aprobaron ocho Leyes de Hidro-
uros, Cada una de ellas repre:
sent6 un avance en la posicién ren-
Lista del Estado, respecto alas muy
favorables condiciones en las que
se otorgaron las primeras conce-
en el pats
te presidn rentista
estatal tuvo un alto en el conjunto
de acuerdos alrededor de lt Ley de
Hidrocarburos de 1943. Por un
lado, las empresas quedaron suje-
tas a la soberania impositiva ve-
nnezolan, en particular al pago del
impuesto sobre la rent pre
mera Ley data de 1942. Ademés,
los contratos de concesisn conten:
plaron ef pago de una tava de re~
alia de 1/6, similar a las mas al
tas pagadas en los EE.UU. para la
época. La summa de la regalia, més
536 | 100+ doiembre 1997 | SIGCondiciones politicas apropiadas permitieron que el
Estado asumiera el contro! directo de las operaciones de
una industria petrolera diezmada, después de quince
afios de desinversion, en enero de 1976
el impuesto sobre la renta y otros
impuestos menores, daba una par
ticipacién al Estado cereana al
50%, en las ganancias operativas
de las concesionarias. Participa-
ccién que se hizo ley con la refor-
ma de Ia Ley de ISLR de 1948,
dando pie al mundialmente famo-
so acuerdo de $0:50, Adicional-
‘mente, [as compafifas se compro~
‘metieron a construir en el pats las
refinerias para procesar el crudo
venezolano, lo cual dio origen al
complejo refinador de Paraguand
Por su parte el Estado venezolano
renov6 todas las con:
gadas ala fecha por
Reglas distributivase
nales pereibidas como estables y un
horizonte de inversion de largo
plazo, erearon las condiciones para
la fase de mas vigorosa inversin
y crecimiento de la industria pe-
trolera en el pais, hasta el presen-
te, Entre 1943 y 1958, la produc
‘cin se multiplies por cinco, lle-
gando @ 2.5 millones de barriles
diatios; el acervo de capital por
tres, y el empleo por dos, legando
‘a unas 45 mil personas.
La fase de estabilidad institu-
ional, inversién y crecimiento que
se origin en los acuerdos alrede-
dor de la Ley de 1943 llegé a su
fin en 1958, En este ano, el Decre-
to Sanabria exeluyé la regalfa para
el cAlculo det 50-50, con lo cual la
distribucién pasé a ser 60:40 en
favor del Estado venezolano. Ade-
‘mas, la politica de “no més conee-
siones” de Pérez Alfonzo, en el
gobierno de Betancourt, implies,
no tan sélo que no se otorgaran
nuevas concesiones en Ia era de-
mocritica, sino que no se renova
ran a mitad de periodo,
taba previsto, las concesiones otor-
sgadas en 1943. Asi, se aumentaba
la presidn fiscal y se acortaba en el
tiempo el horizante de la inversion
transnacional en el pats
La creacién de la OPEP, en
1960, permitisy que los paises
exportadores en desarrollo coordi-
naran sus politicas de presién so
bre las empresas de los pases de-
sarrollados. En 1967 se crearon los
precios de referencia fiscal. El au-
mento de éstos, junto con el
mento de ta tasa de ISLR. incre:
‘ment6 continuamente la participa-
ccién fiseal de 60% a mediados de
los sesenta a 94% en 1974. El au-
mento de la participacién fiscal,
junto con la cafda de los precios
hasta principios de los setenta, es-
trangulé la rentabilidad del capi
tal petrolero internacional en el
pais,
La creciente presién fiscal, el n0
‘torgamiento de nuevas concesiones
yy la no renovacién de las originales,
Provocd que el capital ansnacional
detuviera su inversién neta en el pais
alo largo de los sesenta, hasta la na
cionalizacién. De hecho, se inici6 Ia
transferencia de plantas y equipos a
otras: zomas geogrficas, lo cual se
detuvo con la Ley de Reversion de
197.
La produceién siguié erecien-
do, mediante una explotacién muy
intensiva de los yacimientos, has-
tw llegar a un maximo historico de
3.7 millones de barriles diarios en
1970, para colapsar después, con-
secuencia de dos lustros de desin-
versiGn, La contruparte de esti
contraccién en la oferta, mientras
Jademanda crecia sostenidamente,
fue el aumento en los precios, que
culmin6 en la sibita escalada de
finales de 1973, apropiada como
participacidn fiscal en los paises de
Is OPP.
Los eventos del tiltimo trimes-
tre de 1973 signiticaron la estat
ficaci6n de facto de la industria
petrolera, ya que el Estado pas6 a
fijar en forma unilateral el nivel
de produccion y el precio de ven-
ta, con lo cual, las empresas trans
nacionales se transformaban, efec
tivamente, en operadoras. Condi-
ciones politicas apropiadas permi
tieron que el Estado asumiera el
control directo de las operaciones
de una industria petrolera diezma-
da, después de quince aos de
desinversién, en enero de 1976.
‘Con la maximizaei6n de la ren-
tay el control estatal de la produc:
i6n, se Hegaba al final exitoso, en
sus propios méritos, de una era en
laevolucién de la politica petrote
ra nacional. De hecho, ta tesis de!
agotamiento de las reservas resul
16 una profecéa aulocumplida. La
falta de inversivin, en particular en
exploracidn, por parte de las trans-
nacionales, una vez que se hizo
evidente que sus anos en el pais
estaban contados, disminuyé Ia
incorporacién de nuevas reservas.
Y ered la pereepcidn objetiva de
agotamiento definitive del petrs-
leo en el pais, A mediados de los
setenta el pais se preparaba para
entrar, finalmente, en la era post-
petrolera, A tal fin se orientaron
los ingentes recursos fruto de la
‘maximizacién de la renta petrole-
ra, El pais se percibia sin futuro
en el petroleo,
En los uftos transcurridos des-
de lu nacionalizacién, ha ido
biando radicalmente la percepeién
de la relacién del petroleo con la
economia nacional, Por un lado, la
intensa campana exploratoria des-
pués de la nacionalizacién y el de-
sarrollo y asimilacién de nuevas
tenicus de explorucién y produc-
cin, han permitide incorporar i
‘gentes cantidades de crudos con
vencionales. Las reservas de cru:
dos convencionales del pais se han
ccuadruplicado, mientras la produc-
ei6n se acerca al récord hist6rico
de 3.7 millones de barriles diarios,
el cual sera sobrepasado en algin
momento el aio que viene. Ade-
mis, se ha evaluado la magnitud
de las reservas recuperables de la
‘SIC 17? 600 = diciembre 19971837PDVSA, de ser una empresa productora y exportadora
de petréleo desde Venezuela, se ha transformado en una
transnacional con operaciones hasta el consumidor final
en sus principales mercados.
Faja Petrolifera del Orinoco y se
hha constatado que pueden ser de-
sarrolladas y transformadas en pro-
ductos finales a los precios actua-
les. Si a las reservas probadas de
crudos convencionales se les af
de el estimado mis conservador de
reservas probubles y las reservas
recuperables de la Faja, se puede
afirmar que, desde un punto de vis-
ta prictico, las reservas petroleras,
del pats se pueden considerar infi-
nitas, Se hace evidente que el pais
tiene un futuro en el petréleo, si
asf lo desea.
Por otro lado, la nacionaliza
cién permitié correr el velo ideo-
6gico que nos impedia ver como
la industria petrolera se habia ido
haciendo venezolana, Después de
sesenta afios de operaciones, e pais
y, en la medida que éste se desa
‘ollaba, la industria se habian ido
nutriendo de profesionales y té&~
nnicos venezolanos, mas alld de la
‘mano de obra con baja calificacién
aportada inicialmente. De hecho,
para el momento de Ia nacionali-
zacién, la préctica totalidad de los
cuadros directivos y gerenciales
eran venezolanos, lo cual contri-
buyé a hacer el proceso poco
traumatico.
Ademis, en estos veinte ais,
el pais ha sido testigo del proceso,
liderizado y ejecutado por venezo
Janos, de transformar Ia corpora-
cidn, diezmada al momento de la
nacionalizaciéin, en una corpora.
cién mundial de primer orden.
Huelga aqui entrar en detalles en
cuanto a fa magnitud € importan-
cia mundial de PDVSA. Baste de-
cir que, en base a indicadores ob-
jetivos en diferentes esferas del
negocio y Ia evaluacién de firmas
especializadas, PDVSA esté en el
podio de las empresas petroleras
mundiales, PDVSA, de ser una
empresa productora y exportadora
de petroleo desde Venezuela, se ha
transformado en una transnacional
com operaciones hasta el consumi-
dor final en sus principales mer
cados,
Asi, no tan sélo tenemos una
base de recursos que le permiten a
Venezuela ser un pafs petrolero de
largo plazo, sino que el pais tiene
luna empresa de primer orden para
desarrollarias, transformarlas y
comercializarlas internacional-
mente
Finalmente, en la medida en
que el pais ha ido viendo a la in-
dustria petrolera con otros ojos, se
hha puesto de relieve el grado de
imtegracién de la industria petro-
Jera ala economia nacional, La
industria se fue integrando como
parte de un proceso natural en las
dreas de operaciones. Con el tiem-
po, en cuanto el pais se desarrolla-
ba y era capaz de ofrecer una can-
tidad cada vez mayor de bienes y
servicios 4 las empresas transna-
cionales, se fue conformando un
tejido de empresas conexas. Este
proceso natural se vio potenciado
por la actitud ex-profeso de PDV-
SA de estimulo al proveedor na-
ional. Esta politica ha consistido
‘en brindar asistencia gerencial y
técnica a los proveedores naciona-
les y preferirlos en condiciones de
igualdad de precio y calidad res-
pecto a suplidores foréneos.
El desarrollo de un sector co-
nnexo nacional ha permitido, no tan
s6lo potenciar el impacto econd-
mico de la actividad petrolera, sino
ampliar 1a base constituyente que
en el pats apoya una politica pe-
trolera orientada a expandir la ac-
tividad, dada nuestra base de re-
cursos y el potencial de nuestra
industria petrolera,
En sintesis, en las ultimas dos
décadas, se han revertide los pila-
res que sustentaron la politica pe-
trolera que culminé en la naciona-
lizacién. De la pereepeidn de es-
ccaser, se ha pasado a la constata-
cién objetiva de Ia muy extensa
tase de recursos de hidrocarburos
del pais. Del enclave extranjero, se
ha pasado @ la industria petrolera
nacional integrada al aparato pro-
ductive doméstico.
El cambio en la percepcién de
la relacién del petréleo con Ia eco-
noma nacional ha devenide, grax
‘dualmente, en una nueva orients~
cién de la politica petrotera. La
reorientacién de la politica petro-
Jera ha sido gradual, en la medida
fen que ha tomado tiempo que el
liderazgo nacional asimile la nue~
va realidad del petréleo y su rela-
cién con el pais. De una politica
{que tuvo como norte maximizar la
renta, ante el inminente agota-
‘miento de las reservas, se ha pasa-
do a una politica que tiene como
orientacién el desarrollo de las
vvastas reservas del pais en el largo
plazo, maximizando el valor agre
¢gado y el impacto sobre la econo-
‘mix nacional.
Esto se traduce, en primer lu-
‘ar, en una politica de precios que
hhaga competitivo el petréleo vene-
zolano y asegure el desarrollo de
la produccién en el largo plazo.
Para ello, la variable de ajuste ha
de ser la renta 0 participacién fis-
cal por barril. Asf como en el pa-
sado fue el aumento de la partici
pacién fiscal por barril el objetivo
central de la politica petrolera, aun
a expensas, como lo fue, del desa-
rrollo de la actividad productiva y
el colapso de la produccién, hoy
en dia, el objetivo central es la ex-
pansign de la actividad, de acuer-
do com nuestra base de reservas y
bajos costos de produccién, a ex-
pensas de la participacisn fiscal
por barril. Estoes, el pais debe as-
Pirar a a méxima renta por barrl
que asegure mercados recientes,
para nuestro petréleo, dada la de-
manda de energia y la oferta de
otras fuentes de energia y de pe-
838 | 1 600+ dicemore 1997 |Hoy en dia, el objetivo central es la expansién de la
actividad, de acuerdo con nuestra base de reservas y
bajos costos de produccién, a expensas de la
Participacién fiscal por barril
tréleo de otras regiones.
Una segunda vertiente de la
nueva orientacién de politica pe-
trolera se puede sintetizar en el
concepto de integracién, Tanto en
lo que se refiere a la reintegracign
vertical del mercado petrolero in
termacional como @ la integracién
del sector petrolero ala economia
nacional. El proposito basico de la
integracién es el de la estabiliza-
isn, tanto del mercado internacio
nal como de la relacién del sector
petrolero con el resto del pats. La
estabilizacién, asi entendida, crea
las condiciones para el crecimien-
to arménico del sector petrolero
nacional en el largo plazo.
Lanueva politica petrolera con-
ibuye a la reintegracién vertical
del mercado petrolero, en primer
lugar, por el movimiento aguas
ahajo de PDYSA en sus prit
les mercados y, como contraparte,
por la apertura del sector petrole-
ro nacional a la inversién de las
‘empresas petroleras de los paises
consumidores. La reintegracién
‘Yertical del mercado contribuye
incrementar los flujos de oferta
junto con la demands, y por ende
a estabilizar los precios. La esta-
bilizacién del mercado petrolero y
el crecimiento sostenido de la de-
manda redundaré en beneficio de
los pafses con grandes reservas y
tuna estrategia de ineremento de la
produccién en el largo plazo como
Venezuela.
En cuanto a la integracién del
sector al pais, la politica petrolera
se ha orientado a fomentar el de-
sarrollo del tejido industrial alre~
dedor de la industria petrolera. No
tan s6lo incentivando la oferta y la
demanda de bienes y servicios de
origen nacional por parte de la in-
dustria petrolera, sino estimulan-
do la industrializacién en el pais
de hidrocarburos, en particular del
gas. Ademés, esté la apertura de
Ta industria petroleraa la inversién
privada nacional, tanto de empre=
sascomo de personas naturales. La
vineulacién creciente del capital
privado nacional ala actividad pro-
‘ductiva petrolera amplia y nutre la
‘base constituyente que en el pats
apoya la nueva orientacién de la
politica petrolera, lo cual contri-
bbuye a darie estabilidad politica a
su implantacion,
La apertura del sector petrolero
nacional a la inversién privada es
‘denominador comin de la politica
de integracién internacional y na-
cional. La politica de apertura per-
sigue tener acceso a tecnologfas,
‘mereados, financiamiento, y am-
pliar la capacidad de ejecucién de
PDVSA. Ademis, tan importante
como todo esto, con la apertura se
persigue estimular la competencia
y aumentar la eficiencia del sector
petrolero nacional
La nueva orientacién de politica
petrolera, fruto de lareinterpretacién
de larelaciéin del petrileo con laevo-
‘nomia nacional, se ha materializado
cen cambios insttucionales concretos,
Jos que han rediteccionado la evolu:
iin del sector
La primera sefial de cambio en
1a politica petrolera se dio en 1986,
diez afios después de la nacionali-
zacién, cuando Venezuela, en el
ccontexto de los paises de la OPER,
decidié reducir los precios, vast la
renta por barril, de forma tal de
dejar de perder mercados respecto
a otras fuentes de energia y el pe~
tnéleo de otras regiones. En la pri
mera mitad de la década de los
ochenta, Venezuela, y la OPEP en
su conjunto, habjan reducido Ia
produccién para defender la renta
por barril, después de la segunda
escalada de precios en 1979. El
pais Hegé a una produceién mini-
ma de 1.7 millones de barriles dia
ios en 1985, menos de la mitad
de la de 1970.
El segundo hito en la nueva di-
reecidn de la politica petrolera, e!
cual expres una posicisn mas in
temalizada por el liderazgo nacio-
nal, ese! inicio del plan de expan-
si6n de Ia actividad de Is industria
petrolera en 1990, Esto represents
tun salto cudntico en el nivel de
inversiones de la industria petro
Jera en el pais y se ha traducido en
‘un aumento de mas del SO% de la
capacidad de produccién que se
‘mantuvo después de la nacionali-
‘zaci6n, La materializacion del plan
de expansién de actividad. el cual
se revisa anualmente, ha implica
do que la produccivn se duplique
respecto a la de hace diez aiios, y
1 plan apunta a duplicar Ia pro
duccién actual en 1a proxima dé-
cada.
Consistente con el cambio de
orientacin en la politica petrole-
ra, se ha modificado el marco fis-
‘eal del sector. La primera reform,
aprobada porel Congresoen 1991,
cconsistié en reducirla tasa de ISLR
para los proyectos de crudo extra-
pesados y de gas costa afuera de
67.7% a 34. Por primera vez, el
Estado venezolano reducfa ta car
ga tributaria para estimular la ac-
tividad productiva petrolera,
La segunda, y més importante,
reforma fiscal consistié en a el:
minacin gradual y progresiva del
Valor Fiscal de Exportacién en
1993, Esta sobretasa impositi
herencia de los Precios de Referen
cia Fiscal, condenaba a la atr
al sector petrolero venezolano, al
no hacer viable tan siquiera la re
posicidn del potencial de produc
cin, La eliminacién del VFE ha
dado oxigeno financiero al sector
y ha hecho posible la matersaliza
cidn del programa de expansin
‘con minimo endeudamiente.
Si bien Ia participacién fiscal se
ha reducido de alrededor de 85%
2 65%, el aumento de produccién
que esto ha permitido ha mis que
BIG 17° 600 + diciembre 1997 1638El petrdleo, no solo como primera fuente de ingresos
fiscales, sino también como primera industria del pais,
sera
de nuevo, la principal fuerza propulsora de un
segundo impulso modernizador en las préximas.
décadas.
ccompensado la menor carga fiscal
En la medida en que se duplique
la produccién en el mediano pla
20, la contribucidn fiscal petrolera
se duplicara a los precios actuales.
‘Aumento de produccién que sin
plemente n0 hubiera sido posible
de mantenerse el VEE.
La otra vertiente de la nueva
orientacion de politica se ha mat
rializado en la integracidn inter
nacional y nacional. La integracién
aguas abajo en el exterior o inter-
nacionalizacién, a través de la
compra, total 0 parcial, de termi-
nales, refinerias y redes de di
bucidn en el exterior, se ha tradu-
cido en que PDVSA es la tercera
‘empress: mundial en capacidad de
refinacién, dividida en partes igus-
les entre Venezuela y el exterior, y
es también la tereera en ventas di-
rectas al deta en los mereados de
América y Europa, Sirvan estos
dos como indicadores del muy alto
‘grado de integracién vertical inter-
nacional de la Corporacién
in cuanto a la imegracién de
Ja industria petrolera al pats y su
ddemanda de bienes y servicios, es
necesario destacar, en primer Iu-
ar, que, de los servicios de inge-
nierfa contratados, 80% son de ori-
gen nacional, lo cual representa un
90% de la capacidad de este see-
tor. El cual, obviamente, se expan-
dita con el crecimiento de la in
version y la actividad petrolera. En
‘cuanto a la demanda de materi
les y equipos, ésios son de origen
racional en alrededor de un 50%
yy se ha identificado un potencial
de sustituci6n de importaciones
{que podria llevar este porcemtaje a
80%, Aqui hace falts profundizar
Ja interaccidn entre Ta industri
conexa y el sector petrolero pa
aumentar la participacion nacional
cen funcién de este potencial. La
actividad de la industria suplidora
crecerd, en cualquier caso, con la
expansién petrolera
Tan importante como el desa-
rrollodel sector suplidor, en la con-
formacién de un tejido industrial
alrededor de la industria petrole-
ra, es el desarrollo de las activida-
des aguas abajo, en particular en
las actividades que se desprenden
de la industrializacién del gas. Las
industrias que se nutren de este
insumo, como ta quimica y la pe-
troquimiea y la de cemento, cerd-
mica y Vidrio, representan hoy en
dia 123 de nuesiras exportaciones
‘no-petroleras, cuando su monto era
despreciable hace tan sélo diez
aiios, Se pone de manifiesto la vo-
ceacidn natural de 1a economia ve
nezolana a ser competitiva en este
Lipo de bienes,
Finalmente, es de destacar la
apertura del sector a la inversién
privada en las dreay reservadas all
Estado, bien mediante convenios
‘operacionales 0 através de asocia-
ciones estratégicas con la empresa
estatal. Hoy en dia, treinta y tres
‘campos son operados y ocho dreas
estin siendo exploradas a riesgo
por empresas privadas, y el Con-
¢greso ha aprobado cuatro asocia-
ciones estratégicas entre PDVSA.
¥ capital privado para el desarro-
Ilo de la Faja. En total se trata de
cineuenta y ocho empresas priva-
das, de las cuales quinee son ve-
nezolanas, operando en el segmen-
to de produccién. Tan importante
como esto, desde un punto de vis-
1 cualitativo, es la posibilidad de
inversi6n de personas naturales en
estos negocios a través de fondos
de inversi6n colectiva. Veinte aos
despuds de su estatificacidn, se esta
wciendo realidad Ia nacionaliza
cidn de la industria petrolera ve~
nezolana
v
La orientacién de politica pe-
trolera que sintetiza la frase “Sem-
brat el Petréleo” consistis en “sa:
ar ta maxima renta” del petteo,
para destinarla al desarrollo de la
economia no-petrolera, Funda-
‘mental para esta orientacién de
politica fue la percepcién de que
el pals no tenga futuro en el petrs:
leo, Esta politica fue muy exitosa
en sus propios méritos, en la me-
dda en que se maximiz6 la renta
petrolera por barril. El gasto por
parte del gobierno de una renta
petrolera siempre ereciente, hasta
aleanzar su maximo en la década
de los setenta, fue la principal fuer-
za motriz del proceso moderniza
dor que transformé la Venezuela
tural y atrasada de principios de
este siglo, en la Venezuela urbana
¥y moderna de hoy en dia, Sin em-
bargo. la contraparte de ls estrate-
aia de maximizar 1a renta fue el
Ccolapso de la industria petrolera,
la dristica contraccién del merca-
do para nuestro petrdleo y que, en
Ultima instancia, se acentuara la
pereepcidn de que el pafs no tenia
futuro en el petr6leo. El colapso de
Ja industria y 1a renta petrolera hi-
cieron parecer como inevitable el
trdnsito hacia I: Venezuela post-
petrolera
Las bases de sustentacién de la
politica petrolera de orientacién
fentista se han revertido en las &l-
timas dos décadas. La abundancia
de reservas de petrileo y el grado
de desarrollo del pafs hacen pos
ble disefiar una estrategia de desa-
rrollo de lu produccion de petr6-
Jeo en el largo plazo, com impor-
tantes efectos multiplicadares do-
mésticos. Para esto, ha sido nece-
sario adecuar el nivel de precios, a
fin de asepurar un mercado en ex-
Pansién para nuestros crudos y pro-
uctos. El petrileo, no sélo como
primera fuente de ingresos fisca-
les, sino también como primera
industria del pais, serd, de nuevo,
Ja principal fuerza propulsora de
un segundo impulso modernizador
en las proximas décadas.
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jcembre 1997 | SIC