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Jaume Carbonell Sebarroja Jaume Martinez Bonafé Otra educacién con cine, literatura y canciones <& Octaedro <> Coleecién Recursos educativos ‘Titulo: Otra educacién con cino, literatura y canciones Primera ediclén: septiembre de 2020 © Jaume Carbonell Sobarroja, Jaume Martinez Bonafé © De esta ediciéa: Ediciones Octaedro, SL. C/ Bailén, 5 - 08010 Barcelona Tel. 93 246 40 02 octaedro@actacdra.com ~ www.octaedro.com Jquier forma da reproduccién, distribucisn, comuntcacion px ‘sformacién de esia dora s6le puede sar roalizada con ls autorizacion e sus titulares, salvo excepel6n prevista por Is ley. Dirijaze a CEDRO (Gontro Bapatil de Derechos Reprogréficos, www.cedro.org) si nocesita fotocopier o escanearalgin fragmento do esta obra. ISBN: 978-84-16948-15-0 Depésito legal: B 13281-2020 Disefto y realizaci6n: Ootaedzo Editorial Empresién: Ulzama Impreso en Espatia ~ Printed in Spain Sumario Prosentacién Capitulo 1, Emancipacién educativa y transformacién social Capitulo 2 10 que se aprende fuera de la escuela! Capitulo 3. Un currfculum con otros conocimientos y experiencias Capitulo 4. Aprender y convivir con la diferencia cultural y sexual. Capitulo 5. El lenguaje, un viaje por ol conocimiento y por la vida Capitulo 6. Memoria contra la berbarie y la impunidad Capitulo 7, Infancias: olvidos, afectos y derechos Capitulo 8, Miradas sobre la juventud, vientos de esperanza Capitulo 9. Los saberes de las maestras y los maestros del cambio. Capitulo 10, Entre la critica y la esperanza. 35 29 45 39 73 87 107 a2a 137 151 Pe Capitulo 2. jLe que se aprende fuera de la escuela! Salir del aula, pisar la caile. Desconfia cle aquellos que te ensenian listes de nombres formulas y fechas, y que siempre repiten modelos de cultura ‘que son Ia triste herencia que aborreces. ‘No aprendas solo cosas, pplensa en ellas _yconstrayo o tu antojo situacionas o imdgones ‘que rompon la bartera que aseguran existe centre la realidad y Ja utopia. Vive en un mundo cncavo y vacio, juzga cémo serta una selva quemada, dotén el oleaje en los rompientes, tine de rojo el mar, sigue a unas paralelas hasta que te devuelvan al punte de partida, coloca el horizonte en vertical, lar aun desi Miarfzate con la locura, Después sal ala calle y observa: es Ja mejor escuela de la vida. Gorrsovo (2000, p. 270) jLo que se aprende cuando se saltan los muros del aula! Los escenarios de aprendizaje, on contacto con la realidad, esti- mulan la curiosidad y las antenas estudiantiles prostan una mayor atencién, Se abren al libro de 1a vida. Porque, como dice De Montaigne, «e] mundo no es més que la escuela de la biisqueda». También a ello se refiere Benito Pérez Galdés: Yo gustaba de enseiiarle todo practicamente, usando ejemplos, siempre que tenfe a disposicién, la realidad viva, esa consu- mada doctora que tiene por cétedra el mundo y los libros, sus infinitos fendmenos, (Pérez Galdés, 2001, p. 169) Bernard Shaw compara el secuestro de la escuela sujeta al banco y al libro de texto con la liberacién que supone gozar de los tesoros de la Neturaleza (bosques, valles y montafias, con su vientos, péjaros y peces) y de las delicias de la ciu- ded. Un montén de cosas instructivas y saludables. Por eso, el profesorado sensible y renovador siempre ha tratado de salir, de manera ocasional 0 continua, de ese lugar Hamado aula. Bso es lo que hace Adria, uno de los personajes de Yo confieso, de Jaume Cabré, que imparte su clase de historia de las ideas estéticas en un jardin adjunto u, otro dia, en el vestibulo del metro. ‘También el alumnado ha encontrado sus refugios para co- mentar sus tiltimas lecturas o para discutir con fervor sobre lo divino y lo humeno, entre humos y copas, como «unos estudiantes veinteafieros que hablan hasta el amanecer de poesia y filosoffa, sentados en un restaurante barato o en la buhardilla de una casa de Cracovia 0 Paris» (Zagajewski, 2003, pp, 138-139). En la cinematograffa también se recrean escenas donde el profesorado aprovecha el entorno urbano y natural pare el aprendizaje mediante paseos o visitas culturales a distintos lugares embleméticos, En algunos casos se recurre al con- curso de otros profesionales (familiares, amigos o conocidos) para que la explicacién o la demostracién sea més rigurosa y fidedigna. Esto ocurre, por ejemplo, cuando en la pelicula de » (7m EOUCACION CaM ME, UTERTURL CARLOS ‘Tavernier Hoy empieza todo un educador infantil pide @ uo} de los padres que ensefie su camién por dentro y por fuera, ante la admiracién de los més pequefios; 0 lo que sucede en. Ta secuencia de Un lugar en el mundo, de Adolfo Aristarain, donde José Sacristn da una clase de geologia, una leccién Mona de magia. La ciudad acompajiada Diversos escritores entre ellos, Paul Valéry- destacan la im- portancia educativa del entomno: la escuela no es la vinica que instruye a los jévenes. El ontorno y la época ejercen so- bre ellos tanta o més influencia que los educadores. Nadie lo explica tan bien como John Dewey, uno de los més hicidos pedagogos progresistas del siglo xs, a partir de esta tesis tan sencilla como ambiciosa: «a educacién es la vida, la escuela es la sociedad. Sostiene que el gran desafio consiste en arti- cular el potencial de la educacién formal, en la medida que ordena, sistematiza, reflexiona y reelabora una amplitud de conocimientos, con la educaci6n no formal o extraescalar: las vivencias cotidianas que la infancia y la juventud adquieren en otros lugares (familia, entorno, redes sociales o medios de comunicacién), donde el aprendizaje es mas real, vital y pro- fundo. (Véase el capitulo 10: «Entre la eritica y la esperanza»), En a préctica, ol profesoredo acompaiia al alumnado para aprender a observar, leer ¢ interpretar la ciudad: ese complejo sistema de relaciones existenciales y materiales, afectado por la diversidad de historias personales y colectivas, por los ves- tigios del pasado y los tiltimos progresos tecnoldgicos, porlas producciones artisticas guardadas con mimo o expuestas al aire libre, o por el ciimulo de bienestares y malestares de sus habitantes. Esta intervencién docente se complementa con el acompafiamiento de otros agentes educativos del territorio que aportan su saber para mostrar en directo los diversos servicios y ofertas socioculturales, Las pedagogias renovadoras son prédigas on experiencias en torno a la investigacién del medio -en este doble viaje de la escuela al entorno y de este @ la escuela~ y en propuestas que tratan de articular educacién formal y no formal. Nos re- ferimos a las ciudades educadoras, a los proyectos educativos de ciudad y, més recientomente, al programa «Educacié 360», que parte de la idea de que la educacién fluye alo largo y an- cho do la vide; para ello, trata de incorporar en el proyecto educativo de contro tanto lo que se aprende dentro de la es- cuela como fuera de ella, personalizando los aprendizajes y activando las redes territoriales para crear ecosistemas edu cativos integrados y para que el derecho a la educacién ~no ala mera escolarizacin—elcance a toda la poblacién. Esa es otra de las claves de una educacién emancipadora. Otro acompafiamiento corresponde a la familia, donde abuelos y abuelas suelen tener un protagonismo muy os- pecial, merced a la calidez de Ja relaci6n y al saber de la experienci: Los abuelos son los maestros, los verdaderos Al6sofos de todo ser humano, siempre dascorren el tel6n que los otros cierran continuamente, Vemos, cuando estamos con ellos, lo que es realmente. No solo la sala de butacas, vemos el escenario y ve- mos lo que hay dotrés del escenario [..J. Mis paseos no eran nunca otra cosa que historia natural, flosofia, matematicas, goometria, onsefianzas que hactan feliz, («Es una pena ~decta @l- que con todo to que sabemos no podamos avanzar»). (Ber- nard, 1987, pp. 21 y 75) Un tercer acompafiamiento corre a cargo de los propios ¢s- critores, A través de las rutas literarias nos revelan la obra de ficcién, muy ligada a sus experiencias de vida. Asf, podemos 2 rns EOUeAO0H 2 ce, UTERATRA Y EANEONES pasear con Borges por Buenos Aires; con Garcfa Marquez, por ia ciudad colombiane de Barranquilla; por el Montevi- doo de Benedetti; con Jorge Amado, por la brasileda Ciudad de Badia; por Samtiago de Chile de la mano de Pablo Noru- da; con Vargas Llosa, por Lima y Arequipa; por el Dublin del Ulises de Joyce; por la Praga de Kafka y Kundera; por las sensuales calles de Estambul de la mano de Pamuk; por los barrios dickenianos de Londres; por las calles lisbootas de Saramago. O podemos acercarnos a los cafés literarios pari- sinos mids frecuentados, 0 a cementerios como el de Pere-La- chaise, donde descansan los restos de lo més granado de la literatura francesa. Si viajamos por Espafia, podemos rememorar la obra de Cervantes, Lope de Vega 0 Quovedo paseando por el madri- leno barrio de las Letras; la de Blasco Ibafiez, por Valencia y sus entornos arroceros; la de los personajes de La Regenta de Claria, por las callejuelas del viejo Oviedo; la del Macha- do soriano; la de Garefa Lorca, por Granada y su vega; la del Mendoza de La ciudad de Ios prodigios, que muestra el cro- cimiento de la Barcelona de principios del siglo xx, con les luchas obreras como paiseje urbano; 0 La placa del diamant, de Merc? Rodoreda, que refleja la vida cotidiana de la guerra civil en el barrio graciense de la misma ciudad. ‘También podemos dejarnos seducir por libros que consti- tuyen en su esencia una auténtica inmersién literaria a tra- vés de un montén de ciudades. Pongamos que hablamos del Viaje a Italia, donde Goethe retrata con intensa sensibilidad un mundo que le fascina y le cambia la vida; de Las ciudades invisibles de Italo Calvino, urbes inventadas a partir de los viajes de Marco Polo, asociadas cada una de ellas a un t6pi- co; o de la obra mds representativa de Claudio Magris, que se detiens para describir y pensar en torno a las ciudades bana. das por el Danubio. 2/10 QUE = APREIDE FUERA LAESCUELN 3 El paseante de ayer y de hoy Baudelaire introduce en Las flores del mal la figura del fla- neur, el paseante solitario que callejea sin rumbo por la gran ciudad. Es el poeta convertido en explorador urbano, que in- terroga la vida intensamente, més all4 de la realidad fisica y do las apariencias; el poeta que nos ayuda a pensar on el mundo, El poeta es el simbolo del conocimiento y de la con- social que surge de la Revolucién francesa fallida de 1789, que ha sucumbido ante la mera idealizacién mercan- tilista del progreso tecnolégico. Y la ciudad es el simbolo de la condiciéa humana, donde se condensa toda Ja vida con sus pertinentes conflictos. Se viven momentos de cambio y revuelta en el contexto de Ja revolucién de 1848, en que so busca una nueva, y mayor libertad y justicia social. Baudelaire asiste con una mirada critica y radical a las transformaciones de la vida urbana parisiense impulsadas por Napoleén III y materializadas por Haussmann; se derri- ban los muros de la ciudad medieval, que expande por los pasajes cubiertos, preludio de los grandes almacenes: iParis cambie! Aunque nada ha variado mi te esos nuevos palacios, los andamios, sillares, viejos barrios, todo eso se hace en mi alegoria. 'Y mi amado recuerdo pesa més que las palabras. (Baudelaire, 1991, p. 125) En toda su obra, radicalmente moderna, simbélica y auto- biografica, se rompe con la visién romantica y complaciente de la ciudad. Las estampas parisinas muestran un mundo nuevo que recuerdan el de las pinturas de Goya det desarrai- go y la sordidez. Pero en esta ciudad cabe todo: el trajin de la calle, el anonimato de la multitud, mendigos y viejas andra- eT rea couche cow josas, sombras en la oscuridad, silbos de cocinas y chillidos de los teatros, casas que empiozan a humear por doquier, un babel do arcadas y oscaleras, los sones lejanos de orquestas, miradas y suefios nocturnos, amores que se encienden en las calles, pensamientos que despiertan emociones, el vacio del cielo, conciortos de sonoro metal, la circulacién de mer- cancfas, monstruos rotos, el horror del enfermo, la sirviente abnegada, las ostatuas y las imdgones que trae el Louvre, el Sena desierto y el sombrfo Paris; el imperio de la imagen, los silencios oternos, las miradas pordidas y el brillo de las lé gtimas, Una ciudad donde el horror se hace magia. «Ciuded hormigueante, ciudad Mena de suofios, / donde ol espectro atrapa de dia al transetinto» (Baudelaire, 1991, p. 124) ‘Walter Benjamin popularizé la figura del fldneury la con- vierte en una imagen para estudiosos, artistas y literarios. En los diltimos tiempos, el paseante ha tomado nuevas derivas individuales y colectivas para cbsorvar, interpretar, denun- ciar 0 pensar en otra ciudad ut6pica, Uno de sus rasgos més embleméticos es la emigracién rural y la concentraci6n ur- bana desmesurada, como se refleja on esta cancién: La ciudad esta creciendo por los que llegan del campo, ‘unos huyendo del frio, otras huyendo det llanto. (intillimani, La ciudad) La ciudad refleja el paso del tiempo: huellas humanes par- cialiente preservadas o totalmente borradas. En el cine el escenario urbano ha servido para contar las historias més variopintas. Cielo sobre Berlin, de W. Wonders, contiene una reflexién histérica en torno ala destruction y reconstruccién de una ciudad separada por ol muro; en La mirada de Uli- s28, de Theodoros Angelopoulos, se homenajea al cine y ala 2.110 QUESEAPRENDE FUERA LA ESCUELA % inocencia de la primera mirada a través de un largo viaje al pasado con parada en varias ciudades; en Smoke, de Wayne Wang, con guion de Paul Auster, se compone un fresco de historias cotidianas en una esquina de Nueva York a prime- ra hora de la mariana; en Vértigo, de A. Hitchcock, se desa- rrolla una de las mejores joyas cinematogréficas en clave de suspense y mucho més; en Lost in translation, de S. Coppola, se pone de relieve el grado de incomunicacién de una ciu- dad como Tokio; en el documental En construccién, de José Luis Guerin, se muestra la cotidianidad de los personajes que pueblan el popular barrio barcelonés de El Raval mientras se construye un bloque de viviendas; en Roma, de Fellini, se mezclan los especticulos de la noche romana y las vivencias escolares del director; en La gran belleza, de P. Sorrentino, se exhiben fastuosos palacios y villas romanas, y en Giudad de Dios, de F. Meirelles, se describe el mundo del crimen orge- nizado en las favelas de Rio, en medio de drogas y violencias. Las desigualdades y le extrema pobreza se han reflejado en multitud de peliculas y temas musicales, como es el caso de Luchin, de Ana Tijoux, con un rap sobre la vida do un nifto pobre en Santiago; o Cancién para un nifio en Ja calle (con el grupo Calle 13), de Mercedes Sosa: «A esta hora exactamen- te/ hay un nifio en la calle [..]. / jHay un nifio en la calle! En las andanzas por la ciudad también se descubre el mundo del paro, magnificamente retratado en Los iunes al sol, de F. Leén de Aranoa; o del trabajo precario, con con- ductores de motocicletas o camionetas sobreexplotados, que distribuyen las mercancias a destajo y bajo una gran presién, como se cuenta en el film de K. Loach Sorry, we missed you, al tiempo que muestra cémo la tensi6n se traslada a la fami- lia y sortea las dificultades a través del cuidado (una palabra imprescindible para la dignificacién de la vida). Jorge Drexler y Pedro Guerra lo han musicado en Cutcame: 38 7A EBUECION ON CE, UTERATURAYcaNCOES No maltrates nunca mi fragilidad. Yo seré la imagen de tu espejo. [1 Cuida de mis suefios, cuida de mi vide, cuida a quion te quiere, cuida a quien te cuida El paseante percibe —no sin cierta nostalgia— 1a desapari- cién del mundo artosanal, sustituido por las grandes super- ficies comerciales, los nuevos templos del hiperconsumo que conforman un estilo de vida clénico on todas las ciudades: uniforme, impersonal y globalizado. Es lo que Marc Augé denomina cel no lugar», un proceso de sustitucién que des- cribe con minuciosa precisién J. Saramago en La caverna. La critica al consumo esté igualmente presente en la nmisica: Desde que nacemos hasta que nos entierran somos mufiequitos que compran, venden y arriendan por el sueldo ya emperiado por las deudas contra‘das. Somos déciles esclavos de los mismos que nos timen. Pagaremos hipoteca hasta los ochenta afi. (Def Con Dos, Muere en paz) Pero en este mismo tema hay una llamada a la resistencia. Como la hay en el Rap del decremimiento, promovide por Ecologistas en Acci6n: Decrece, decrece, que el planeta perece. £1 No tongas tanta prisa, témate un cafelito, La ciudad es una sinfonfa de conversaciones y sonidos. Una peleta de colores con edificios embellecidos o desven- 2:80 OU Se APAENOE FLERA DE LA ESCUELA a cijados. Un mercado de aromas, olores y sabores. La ciudad ¢s la gente, con sus penurias, conflictos y esperanzas. Es el arte, protegido en los musoos, o pintado en los muros. Es la fiesta popular que se celebra on las plazas y recorre las calles. Son las miisicas que suenan silenciosamente en un auditorio © que se escuchan en cualquier esquina. Son las soledades o las solidaridados que se tejen entre diversas personas y co- lectivos. Son las concentraciones para evitar él desahuci de una vivienda, o las manifestaciones de protesta contra el cambio climatico o por cualquier otra causa justa. Son las palabras guardadas en una biblioteca, intercambiadas en una Iibrerfa o recitadas en un ateneo. Son las personas de todas Jas generaciones que conviven en espacios ptblicos y priva- dos. Bs la vida. El retorno a la Naturaleza, a la madre tierra Find me in my field of grass, Mother Nature's son, Swaying daises sing a lazy song beneath the sun? ‘Toe Beavis, Mother Nature's son (1988) Para la pedagogia tradicional, la Naturaloza no existe. Por el contrario, en las pedagogias innovadoras esté siempre muy presente. Para Rousseau, e] gran referente jlustrado, la Natu: raloza os la osoncia de le infancia que le educa para su bien- estar y desarrollo integral, La idealizacisn y mitificacién del entorno natural le [leva incluso a rechazar, durante el proce- 30 formativo infantil, cualquier contacto con los libros y con Ja sociedad. Para A. Ferriére, el redactor de los treinta pun- 4, Me hallarés on mi prado de hierba,/ hijo de la Madre Natursleza, / las smangatites se balanceen y centan / una perezose cencién bajo el scl 8 ferme enveason cam ca, cmeaTuRA canoes tos de la Escuela Activa, la Naturaleza adquiere un especial protagonismo, y recomienda que las escuelas estén en pleno campo, que es el medio natural de la infancia. Tolstoi, en su obra Yasnaia Poliana ~en torno a la experiencia educativa que cre6-, subraya que la naturaleza proporciona la libertad y las relaciones ideales hacia donde deberia avanzar la escuela: «Al aire libre se establocen unas relaciones diferentes entre Jos alumnos y el maestro, con mas franqueza, mas simplici- dad y més confianza». Sin embargo, on otras obras literarias, como Tom Jones, de H. Fielding, se cuestiona esa visién idealizada del mundo perfecto y ordenado de la Naturaleza. Asimismo, en los dis- \intos géneros se muestra la dureza del campo y la cara més, oscura y violenta de la Naturaleza, donde la belleza da paso ala destruccion. Tal es el caso del drama rural gallego O que arde, de Santiago Fillol y Oliver Laxo; 0 1917, de Sam Mendes, que muestra las im4genes del paisaje convertido en un infier- no tras las cruentas batallas de la Primera Guerra Mundial. A partir de principios del silo xx, arranca el amplio mo- vimiento, que atin pordura, de las escuelas plein air en Fran- cia, las open air schools en Inglaterra, las escuelas al aire libre de Barcelona y otras ciudades, y las que se levantan en pleno bosque. La relacién de la escuela con el medio natural ha cristalizado en otras propuestas didacticas de enorme ca- Jado como la Escuela Moderna de C. Freinet. Mas reciente- mente, ha incorporado el discurso ecoldgico y la educacién medioambiental en defensa de la Tierra y el cuidad de los diversos ecosistemas. Se ha pasado de la mera conservacién ~-siguiendo el discurso conservacionista— a la apuesta por el desarrollo sostenible, cuestionado por el actual modelo cul- tural y econémico capitalista, Heike Freire, una do las voces més reconocidas do esta nueva corriente, propone wna pedagogia verde que renatu- ralice escuelas y patios mediante una agenda educativa pro- UES ARENDS FUERA OE LAESCUELA 3 ventiva y esperanzadora con contenidos que incluyan sabe- res, valores, actitudes, comportamientos y ol conocimiento de otras formas de vida, porque «la destruccisn de la Naturaleza es un correlato del profundo deterioro de la existencia huma- na». Como hemos visto, el desarrollo sostenible afecta tanto ala ciudad como al medio natural, y solo desde politicas in- tegrales puede afrontarse con medidas eficientes. Esta toma de conciencia, a la que la escuela sigue contri- buyendo con diversas propuestas y actividades, ha Nevado a denunciar la cadena de agresiones contra las contaminacio- nes de la tierra, del aire y del mar. Hay un par do peliculas ilustrativas, entre otras muchas: La princesa Monokome, de Hayao Mugazaki, una joya del género de animacién, donde un joven descubre cémo los animales del bosque luchan con- tra hombres que estan dispuestos a destruir la Naturaleza, y El olivo, de Iefar Bollain, que relata el tenaz esfuerzo por recuperar el arbol milenario que la familia vendié contra su voluntad. Asimismo, destacamos un per de temas musicales: La cosia del silencio, de Mago de Oz, sobre los vertidos que dejé El Prestige, e] barco petrolero que contaminé la costa gallega y provocé uno de los mayores desastres ecolégicos: El mar esculpfa un lamento tan tenue que nadie huy6, tun dolor de tan adentro que toda una costa muri6, En Guando los dngeles Horan, de Mand, otro tema versa so- bre la heroica lucha por salvar uno de los grandes pulmones de la Amazonia, que se ha saldado ~y los crimenes siguen— contra diversos campesinos y lideres medioambientales: A chico Méndez lo mataron. Era un defensor y un angel 40 vex EOUCAGON CON EE, UTERTURL¥ CARNES do toda la Amazonia. (1 Cuando los angeles Horan es por cada érbol que muere, cada estrella que se apaga. (.} Cuando los angeles Horan, cuando los dngeles Ioran, Noverd. Hoy, la conciencia y la protesta medioambiental se pola- riza en torno al calentamionto dol planeta, fendmeno global que afecta tanto a Ja Naturaleza como a la ciudad: a todos los, espacios, desplazamientos y actividades de los seres huma- nos. Es ol combate ecologista contra el cambio climético que impulsan divorsos colectivos ecologistas desde hace décadas y que toma un nuevo impulso con la irrupcién de la joven Greta Thunberg y los Fridays for future, que convoca a miles de estudiantes en paros simbélicos en ciudades de todo el mundo, amén de otras manifestaciones multitudinarias, con esléganes muy persuasivos, estampados en las pancartas 0 colgados en les redes sociales: «El planeta por encima de los beneficios», «Utiliza tu mente, el suelo no es un cubo de basu- ra», «Protege lo que amas», «La mayor amenaza para nuestro planeta es la creencia de que alguion més lo salvar» 0 «Sé parte de la solucion, no de la poluciGn». En este viaje por los distintos rincones y geograffas del campo y de la ciudad, por lo que perdura de la tradicién y por lo que emerge en la modernidad, vamos conformando nuestra identidad y subjetividad. Aprendemos del entorno y con el entorno, ampliendo y enriqueciendo nuestra mirada. Y nos abrimos a una nueva manera de pensar, de estar y de comprometernos con la vida. Bibliografia Literatura, Baudelaire, Charles (1991), Las flores del mal. Barcelona: Planeta. Bernard, Thomas (1987). Un nifio. Barcelona: Anagrama. Cabré, Jaume (2011). Yo confieso, Barcelona: Destino. Fielding, Henry (2009). Tom Jones. Barcelona: Espasa. Goytisolo, José Agustin (2009). Poesfa completa. Batcelona: Lumen, Pérez Gald6s, Benito (2001). BI amigo Manso, Madrid: Cétedra, Saramago, José (2007). La caverna, Madrid: Punto de Lectura. Zagajewski, Adam (2008). En la belleza ajena. Valencia: Pre-toxtos. Cine ‘Angelopoulos, Theodoros. La mirada de Ulises (1988). Grecia, 176 min Aristarain, Adolfo (1992). Un lugar en el mundo. Argentina, 120 min Bollain, Icfar (2016). £/ olivo. Espafia, 94 min. Coppola, Sofia (2003). Lost in translation. Estados Unidos, 105 min Fellini, Federico (1972). Roma, Italia, 126 min. Guerin, José Luis (2001). Bn construccién, Espafia, 125, Hitchock, Alfred (1953). Vértigo. Estados Unidos, 120 min. Laxe, Oliver (2018). O que arde, Espafia, 89 min. Le6n de Aranoa, Fernando (2002). Los lunes al sol. Espafta, 113 min. Loach, Ken (2019). Sorry, we missed you. Reino Unido, 101 min Meirolles, Fernando (2002), Ciudad de Dios. Brasil, 190 min. Mendes, Sam (2019). 1927. Reino Unido, 119 min. Miyazaky, Hayao (1997). La princesa Mononoke. Japén, 133 min. Sorrentino, Peolo (2013). La gran belleza. Italia, 142 min, Tavernier, Bertrand (1999). Hoy empieza todo, Francia, 107 min nin, 2 FTA EDJCASON COW OE, LERAURA Y cANCIONES ‘Wang, Wayne (1995). Smoke. Estados Unidos, 112 min. Wonders, Wim (1987). £1 cfefo sobre Berlin. Alemania, 128 min Masica Ana Tijoux (2016), Luchin. Def Con Dos (2004), Muere en paz, Ecologistas en Acci6n (2019). Decrece, Rap del decrecimiento Inti-llimani (2000). La ciudad. Mago de Oz (2006). La costa del silencio. Mané (1995). Cuando los déngeles Horan. Mercedes Sosa (2013). Cancién para un nifio en la calle. Pablo Guerra y Jorge Drexler (2004), Cufdiame. ‘The Beatles (1968). Mothor Natures’s song. 2, \0QUESEAPREADE FUERA LA ESCUELA 8

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