El Abracadabrante
“el Seftor dispuso un gran pez que se tragara a Jonas;
yy Jonas estuvo en el vientre del poz tres dias y tres noches”
Jonas 1:17
“Esta es una historia de amor y muerte’. Asi lo sentencié la pintora cuando me dio la
idea del libro. Si, pensé, es la mejor manera de describir los eventos que tuvieron
lugar a partir de ese marzo que hoy parece lejano y que nos marcaron a todos,
incluidos el fantasma del Flaco y el cantante recién venido del Caribe que, sin saber,
‘con uno de sus caprichos, desencadené la tragedia,
EI mes arrancé confuso y repleto de ciempiés. Parecia que cada paso dado en los
pisos de concreto pulido de las cabaftas iba acompafiado por el “crunch” producido
por la explosién de los cuerpos debajo de los zapatos. “Crunch”, “crunch”, “crunch”
se escuchaba y luego “swach’, “swach’, “swaaaach’, dos movimientos cortos de
escoba para arrumar los caddveres en la entrada y un tercero, largo y potente, para
hacerlos desaparecer en el camino empedrado de lo que hace poco menos de un
siglo fue el ordefio de una hacienda magnifica.
- Que raro estar haciendo esto - deciamos los visitantes al vernos enfrentados a los
bichos y al cantar ensordecedor de las chicharras que, contrariando su supuesta
funcién de emisarias del verano, se desgafiitaban al son de los aguaceros de gotas
gordas venidos del Chocé. ,Cémo ibamos a saber que esos eran los sonidos del
fin del mundo tal como lo conociamos? {Cémo podiamos anticipar que los truenos
noctumos y las noticias que llegaban graneadas desde el otro lado del planeta eran
tan solo la antesala de los dias oscuros por venir? No teniamos cémo, hasta que
llegé él y luego, ellas.
‘Adin lo recuerdo como si fuera ayer. Era 20 de marzo de 2020 y el eco distante de
un televisor encendido me trajo un aliento caliente y fétido que senti, primero en la
nuca y luego en la espalda y las extremidades con variaciones de temperatura yvibracién. “Ha sido decretado el simulacro de aislamiento obligatorio en diferentes
regiones del pais’ escuché decir a una voz femenina que trataba de ocultar el pavor
tras una retahila de eufemismos. Me puse en pie, miré a mi alrededor con los ojos
cargados de lagrimas y cogi mi celular. “Esté aqui" le escribi al destinatario cuyo
nombre estaba acompariado de un corazén rojo. Luego, pensé solo para mi “Esta
aqui y no estoy contigo”
Senti de pronto la contundencia de su ausencia y el remordimiento de haber
renunciado a él justo el fin de semana de su cumpleatios numero treinta y ocho. Lo
hice, como parte de un compromiso adquirido (0 gautoimpuesto?) de manera
reciente con el hogar materno que después de veinte afios me habia vuelto a abrir
sus puertas. Cada quince dias, cuando la empleada doméstica tenia su fin de
semana de descanso, de mala gana me quedaba alli en lo que sentia como un
remolino de emociones viejas que alimentaba nuevos rencores. Por eso fue que no
celebré la coincidencia entre el equinoccio de primavera y el nacimiento de quién
ahora afioraba como una parte mia. Me quedé en casa cumpliendo un deber, sin
saber que en esos dos dias, el universo que habia empezado resquebrajarse con
una pequefia grieta aparecida en Wuhan un par de meses atrés, daria a luz al
Transformador de Mundos.
Lentamente salié de su suefio con un bostezo largo y una serie de movimientos
perezosos que le llevaron a perseguir la luz que vela desde las profundidades. Asi,
se fue asomando sigiloso, primero curioso y luego malicioso, soplando desde sus
entrafias vientos malos cargados de muerte, soledad y silencio. En un susurro
mientras terminaba de sacar su cabeza descomunal del abismo donde habia estado
escondido, miraba a su alrededor con sus ojos amarillentos y decia en todos los
idiomas existentes: “Ya estoy aqui, yo soy el Abracadabrante. Vine a verles y a
hacer mios cada uno de sus terrores. Los haré realidad uno a uno”.
Sent! resonar sus palabras en la parte de atrés de mi cabeza y senti cémo me
paralizé el miedo. Sin saber qué mds hacer, me dediqué con devocién a hacer
grullas de origami. Inicialmente, la idea fue pensada como parte de la decoracién de
una cena roméntica, treinta y ocho grullas por treinta y ocho marzos, habia pensado.
Treinta y ocho augurios de buena fortuna y amor hechos paso a paso por mi
manos para él en su dia. Pero, todo cambié en un segundo. No estaria a su lado
para cocinar, ni estaria en su casa para colgar, de techo a piso, la seguidilla de
pajaros de colores atravesados por un stil trozo de nylon. Entonces, lo decidi: una
grulla por cada dia de cuarentena.Mientras tanto, lejos de la ciudad que segundo a segundo iba desacelerando sus
ritmos, las playas del rio Cafiaveral en las que atin estaban frescas las huellas de
cimarrones, colonos, brujas y patricios antioquefios y caucanos, eran surcadas por
el las llantas estriadas de una bicicleta de montafia. En su lomo, iba él, mi Amor de
todos los tiempos, un yuppie converso, a quién su reencuentro con la bicicleta una
tarde de 2016 le salvé de una existencia confinada a los pasillos del Departamento
Nacional de Planeacién y el Palacio de Narifio. Sobre ella, se dio cuenta ese dia,
lograba transmutar el peso de los apellidos y los cargos en un renovado sentido de
libertad. Por eso decidié que la mejor manera de celebrar su cumpleafios de 2020
seria gozando del vértigo que le producia descolgarse por las pendientes olorosas a
mierda de vaca que le hacian gritar de felicidad como un nif.
Tras el recortido de la mafiana y una corta y no muy productiva jorada de pesca,
regresé a la casa de barandales rojos que ha visto pasar a todos los suyos desde
principios del siglo XX. Fue alli donde encontré mi mensaje lapidario anunciando el
comienzo de todo y fue en ese momento que tomé la decision que cambiaria
nuestras vidas. El lunes, a las 4 0 5 de la maftana emprenderia el viaje de regreso a
la ciudad, esperando evitar los retenes militares que supuestamente iban a
levantarse para restringir los desplazamientos. Estaria listo y llevarla consigo un
cargamento precioso que nos salvaria la vida cuando el apocalipsis se extendiera
por el mundo, un costalado de gallinas.
En la talega de fique iban siete, dos criollas que inmediatamente fueron bautizadas
como “Tola” y “Maruja’ en honor al diio de comediantes que imitaban a dos
comadres paisas y cinco “finas", sin nombre, de siluetas delgadas, patas largas y
picos afilados. Todas, salidas de la coleccién extensa de Marino, mayordomo,
vaquero y amante reconocido de las peleas de gallos e Isabel, su mujer, la cocinera
de los mejores frijoles con chicharrén en toda la regién de la antigua Santa Ana de
los Caballeros.Esas siete fueron las pioneras, aquellas puestas en nuestro camino para salvarnos
de la inanicién cuando la cadena de suministros colapsara y damos las fuerzas
suficientes para defender nuestra posicién o correr hacia los guaduales en caso tal
de que una turba furibunda pretendiera cruzar la portada metalica de color verde en
la cual se lee en pequefios rectangulos de color blanco y letras azules “Trapiche
Castilla". “S'", se dijo a si mismo el yuppie con sus calculos de hacedor de politicas
piiblicas, “un huevo diario podria hacer la diferencia’, “un huevo diario, podria
salvarnos la vida’.
Con esos pensamientos revoloteando en la cabeza se fue a la cama la noche del
22, El dia siguiente, 23 de marzo de 2020, seria critico y supuestamente leno de
obstaculos. Sin embargo, el camino estuvo completamente despejado, de manera
que la Toyota Hilux plateada con un costal leno de gallinas y una bicicleta
amarradas en el platén, logré hacer el trayecto previsto en un tiempo récord de
media hora. Con las primeras luces de la mafiana, las siefe llegaron a la que seria
su nueva casa, el pequefio patio interior de la cabafia niimero cuatro. Sin embargo,
tal como lo comprobariamos en los dias por venir, los planes serian una cosa y la
realidad, otra, En cuanto las cinco vieron caer el sol, alzaron el vuelo abandonando
‘su encierro momenténeo e iniciando con ello lo que seria un lento y caético proceso
de poblamiento de los predios del Trapiche y sus alrededores.
Unos dias después también llegamos la pintora y yo huyendo del encierro. Ella, con
la valentia que solo le puede dar su particular mezcla de sangre vasca y libanesa,
decidié dejar su apartamento en Ia ciudad y buscar la cercania de dos de sus
amigos de toda la vida, Pocholo un septuagenario barrigén, amante de la buena
cocina, la bicicleta y la marihuana quién vivia en la cabafia ntimero 1 y mi suegra,
que en ese entonces ocupaba el primer piso de un antiguo silo de café, Solo a su
lado, pensé la pintora, seria llevadera la cuarentena. Por mi parte, hui de la casa
materna tras los primeros quince dias de reclusién, cuando el gobierno torpemente
hacia transitar al pais entero del Aislamiento Preventivo Obligatorio al Aislamiento
Preventive Colaborativo e Inteligente. Me fugué temporalmente por esa rendija
burocratica para conocer a las siete y vivir mis tiltimos dias en este planeta junto a
él.
Fue asi cémo se formé nuestra pequefia comunidad de supervivientes y es asi
como comienzan “Los Cuentos del Gallo".