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334 gunas referencias, También en Introduccién a las bases documentales para la historia de la Republica del Peri Lima, P.L. Villanueva, 1971. En el v. 1, pags. 183- 186; 193-200; 306-313; 365-367; 396-407; 409-414. En el v. Il, pags. 493-497; 562-564; 620-627; 630-638. . Un esquema acerca de la evolucién de la propie- dad, durante el periodo aqui mencionado, aparecié en el v. XVI-de Historia de la Reptiblica... pigs. 255-266; 267-279; 281-294. Esta iiltima seccion inclu ye coastataciones sobre los ‘‘profundos desequilibrios interregionales en la economfa peruana”. LAS ETAPAS ECONOMICAS EN LA SOCIEDAD REPUBLICANA La sociedad peruana, a lo largo del siglo XIX y la imera parte del siglo XX no siguid ni pudo seguir aera quieta. En los niveles més altos de ella hubo, por lo menos, las siguientes etapas: a) La pobreza general después de las luchas de la Independencia y de las que siguieron en los afios ante- riores a la explotacién del guano sin cambios jerérqui- cos en la estructura social excepto los derivados del militarismo, el caudillaje y la inestabilidad politica y inistrativa. “) El rapido enriquecimiento ilicito de los fa- vorecidos con la consolidacion y con la conver- sion de la deuda interna entre ay 1853. Di- yuefio grupo cuyo éxito escandalizé a una so- au int heals ienresseaticictd rea brile que los desbordes. cinicos de épocas posteriores, no dejé hue- 835 las visibles, excepto en lo que atafie a la vida urbana y la agricultura costefia, ©) La formacién de un sélido grupo plutocrético nacional después que la consignacion del guano a la Gran Bretafia le fue entregada, desde el 14 de febrero de 1861, en cumplimiento de un anhelo nacionalista expresado ya en Ia resolucién legislativa de 10 de no- viembre de 1849 y reiterada por la de 27 de agosto de 1860 en el sentido de que fuesen preferidos en los contratos sobre expendio del guano “los hijos del pais”. “Hay precedentes muy significativos (dijo el Fis- cal Manuel Toribio Ureta en un dictamen fechado el 11 de setiembre de 1869) que demuestran no ser indi- ferente, para las conveniencias del pafs, la observacién de la ley protectora de los nacionales. Centenares de millones de pesos en valores de guano nacional han pa- sado por las manos de las consignaciones Gibbs. Estos ban quedado opulentos en Londres, y de esa opulencia no se ba formado en el Peri: la pobre fortuna de un aldeano"" (El subrayado es nuestro), Recuérdese que el anhelo de entregar el guano a los “hijos del pais” fue expresado ya en 1849. Por desgracia, no fue sana la politica de la Compafifa Nacional de Consignacién; y en 1869 el Estado, cuando era Ministro de Hacienda Nicolés de Piérola, le entablé un juicio en Londres que as6 por largas alternativas hasta que en 1879, por una Oscura maniobra llamada “‘transaccién”, la casa Thom- son Bonar que habfa sido agente de los consignatarios, aboné al Tesoro peruano una suma de dinero. 1. Alfredo Gastén, Compilacién de lat Vistas Fiscales que en mate- ia judicial y administrativa se ha expedido en el Peri desde el aho de 1840 hasta 1870, por las doctores D. José Gregorio Paz Solién » D. Manuel Toribio Ureta. V. M1, Lima, Imp. del Estado, 1875, pigs 562.563, 336 d) La apropiacién en la region serrana del pais, por un pequeiio niimero de antiguos y nuevos duefios de tierras que antes pertenecieron a las comunidades indigenas, al Estado, a la Iglesia, a las Municipalidades y 4 las Beneficiencias. Este fendmeno de neolatifundis- mo tuvo continuidad a lo largo de toda la época re- publicana y. se acentud al finalizar el siglo XIX y al empezar el siglo XX. Las masas rurales empobrecidas quedaron como mano de obra servil en los grandes do- minios agricolas u optaron por la emigracion. e) El auge de la agricultura de exportacion del al- godén y del aziicar con la mano de obra servil china fen la época inmediatamente anterior 2 la guerra con Chile, entre cuyas causales estuvieron: eZ) el fendmeno anterior de las generosas compensaciones que los pro- pietarios habian obtenido después de la manumision de esclavos; ¢2) la plutocracia formada en los negocios del guano; y e3) Ia aparicién y el desarrollo incontrola- do de los bancos que comenzaron emitiendo moneda de papel cuya fase final vino a ser su conversién en papel moneda, es decir en billete fiscal. Hay que agre- gar a los fenémenos anteriormente mencionados Ia im- portancia adquirida por la propiedad urbana, sobre to- do en la capital. El proceso esquematizado aqui y en detalle tratado por la Historia de la Repiblica del Peri: se cumplié en un sentido més diversificado de lo que se cree. Se ha hablado, por ejemplo, acerca de lz ta- yectoria de las plantaciones trujillanas patriarcales y coloniales inicialmente a especulativas y librecambistas mis tarde. En realidad, el desarrollo agricola en La Li- bertad y Lambayeque tuvo entre sus pioneros al ale- min Luis Albrecht; a los hermanos Larco, italianos con hijos peruanos; a un chileno, Ramén Aspillaga, cu- | ks y I de expropiacion de salitrer eruanismes. 337 ya descendencia también se incorpord a la vida nacio- nal; y al inglés Enrique Swayne que no puede ser con- siderado como tal ya que su familia, asimismo, se pe- ruaniz6. f) Los enriquecimientos en los finales de la década de los 860 y en la de los 870 con las dispendiosas le- yes sobre obras piblicas 0 ferrocarriles y con la expro- piacién de salitreras.? _ g) La miseria general después de la catistrofe que significaron la guerra con Chile (1879-83) y la ocup2- cin de gran parte del territorio del Pera (1881-83). 4) La resurreccién e incremento en Ja agricultura de exportacién del algodén y del aziicar, en notorio Progreso ya a fines del siglo XIX y en las décadas ini- ciales del XX a base de los contratos de enganche de indigenas y mestizos, horribles al principio para ir me- jorando relativamente en épocas posteriores. Ello estu- vo acompafiado por la tecnificacién a veces notable, en la agricultura costefa. i) Después de primera guerra mundial fue més notorio el trinsito 2 una economia capitalista moderna en dicha region geogréfica. Asi result favorecida, de una parte, la formacién de masas obreras sindicales (agricolas ¢ industriales) primero muy limitadas en su organizacién que fue més tarde ampliada; y se desarro- lo también una clase media citadina gracias al répido proceso de urbanizacién que no lleg6 en forma intensa 2, En su Dicclonario de Peruanismos, Juan de Arona inctuye le pe lubes “‘consolidado” como “persanismo histérico-poifticefiseal” para ferro alos enriguecidos con is ley de consoliaciin de ln deue terse ero agregs: “Ato andlogo debfa reptiree en los decenios del 60 y 70 7 tambien con el protexto de alguna, ey, ln de obras peblicas o ferrocan. i Tuan de Arons, Discomarlo de Libris fesncers, J. Galland, Lina, 1684, pign 129 7 128 338 a la sierra donde perduraron estructuras econdmicas sociales arcaicas. En el dmbito politico la etapa 1899-1919 implicd el apogeo del partido civil, cuya figura representativa fue el Presidente de la Repiblica en 1904-1908 y 1915-1919, José Pardo, hijo del fundador de esa orga~ nizacion y duefio de la hacienda Tumén. En algunos salones de Lima entonces sélo se recibfa a gente rica y ademés con linaje, aunque fuera republicano y guane- ro, y se negaba el acceso a quienes sélo tenfan la cre: | dencial de su prosperidad reciente. El nivel de las gran- des fortunas se elevo grandemente en cl transcurso de Ja primera guerra. mundial acompafiado slo. en. unos cuantos casos (Fernandini, Rizo Patron, Proafio, Osma y otros) por el éxito de pernanos en la mineria, por lo general entregada libremente a capitales extranjeros que, por vez primera, en la vida republicana fueron, 2 partir de comienzos del siglo y en forma creciente, 2 la | exportacién en gran escala y no controlada de ese tipo de produecién. j) El desplazamiento en el poder politico de la aristocracia plutocrética, sin mengua de su fuerza eco- némica y social, se opera durante el Oncenio de Leguia (1919-30) acompafiado por un notable crecimiento en el poder del Estado, el desarrollo de la burocracia, la modernizacion de la capital y el incremento del capita- lismo norteamericano. Al amparo de este régimen se esboza una nueva plutocracia de base politica y meso- erética, en gran parte deshecha’ por la crisis mundial iniciada en 1929 y por las persecuciones sistemticas de. 1930-31. ) El inmovilismo en la situacién de la sierra don- de la gran mayorfa de la poblacin se compone de 339 campesinos sin tierras 0 con ticrras insuficientes, que constituyen la mano de obra servil de los latifundios. El poder econémico, politico y cultural sigue monopo- lizado por los grandes propietarios generalmente ausen- tistas y por sus administradores mestizos. Dentro de este contexto las masas indigenas representan, no obs- tante su gran nimero, un grupo étnico-cultural gene- Talmente monolingite y analfabeto que no tiene dere- chos politicos ni sabe lo que son los sindicatos. ) La reafirmacién de la plutocracia costeiia, mer- ced al aumento de los negocios, del desarrollo en el poderfo bancario y de una incipkenteindustiaizaion & partir de 1933, fecha en que concluye la depresié mundial. A parti de esta época se acentia notable mente lz no discriminacion de los origenes sociales de quienes tenfan la fuerza del dinero. La plutocracia no « ya plutocracia aristocritica sino acoge quienes tie- nen origen mas modesto al lado de su fortuna recien- te. Predominan grupos comerciales, bancarios ¢ indus- tiales favorecidos con la economia de exportacién, los negocios especulativos, las urbanizaciones y los contra tos relacionados con el Estado. Esta plutocracia se ca- racteriza, ademés, porque desde 1931 abandona la ea formal de ls vida politica al mittarsmo o a tuienes l militarismo tolera, por su , por su eevee pictnala poiaciyion enya oe luna supuesta revolucién social, Es visible también en esta poca que en el campo cultural, se intensfca cl erés por la gente de las clases medi blo y por el fl Ae Sri smear bania ae m) Después de 1950 el Peri experimenta alee alehia’ Gievalols dese ancse pie exponente més visible es el éxodo de centenares de mi- 340 les de campesinos a la regién costefia. A partir de esta época las masas rurales de los departamentos. del inte rior empiezan a tomar concencia de su situacion y po- co después surgen clamores por cl cambio radical de las estructuras socioeconémicas. De otro lado, el creci- miento econdmico de los afios 1950-60 y, en especial, el progreso de la industrializacion y el desarrollo de ac- tividades terciarias (piblicas y privadas) generan nuevas capas dentro de las clases medias> técnicos, funciona: ios, educadores, estudiantes, intelectuales, gestores de negocios, etc. Estos flamantes grupos ayudan a la apa- ricién de un multipartidismo, 0 sea el surgimiento de nuevos partidos politicos sin que en ellos actiie, como fuerza directora, la plutocracia. Ella contina de hecho sin dirigir la cultura, salvo aisladas excepciones notables, _ y se resigna a no ser sino una clase econdmica diri gente; permite por lo tanto la integracién progresiva de algunos grupos movilizados en el sistema social y poli- tico; y, al mismo tiempo, negocia con los hombres pir blicos ‘mas diversos y adquiere una fuerza de at bitraje? mientras que, por su parte, el industrialismo se convierte en la'década del 60 en un auténtico grupo de presién con el incremento de la pesqueria. EL DUALISMO DE LA ECONOMIA ¥ “EL CUELLO DE BOTELLA” PARA EL LOGRO DE UN | VERDADERO DESARROLLO. LA FALTA DE UNA INTEGRACION NACIONAL Es innegable que, en la evoluci6n realizada a partir de la Independencia, ajena a cualquier verdadera y am- 3. Philippe Spaey Liétte poktique peruvleme, Paris, Editions Uni. vversitaires, 1972, pigs. 7690. 341 plia transformacién social, se va marcando el dualismo entre una economéa mercantil y de exportacién de ma- terias primas en la zona modernizada del pais, y una economia de subsistencia, rudimentaria, autérquica © semiautarquica en diversas dreas de la regién andina. Por lo tanto, el mercado de consumo interno en gran escala de los productos industriales no existe o es de- masiado frégil; con lo cual aparece el “cuello de bote- e , obsticulo para el salto hacia el auténtico desarro- lo. He aqui uno de los factores decisivos tras de su Independencia formal, mediatizada ro ake. cho de que se convirtié en proletariado-externo del capitalismo briténico primero y norteamericano des- pués, el Perii no lograse integracién nacional. COMPLEJIDAD DEL PANORAMA SOCIAL Y ECONOMICO. ‘A. pesar de todo, muchas de las situaci ante los ‘ojos de la critica social de fibmroitemene sultan inconcebibles, fueron aceptadas de buena fe por gentes de otras épocas como hechos consumados 2un- que dignos de listima, como realidades historicas fata- les a las que, segan algunos ciudadanos de buena vo- luntad, debia ponerse, de inmediato, apenastales 0 cuales Paliativos. Dentro de las miltiples areas del pais hubo climas sociales contradictorios. Existieron el lati- fundio convertido en gran empresa capitalista a veces de gigantescas proporciones (Casa Grande); también el latifundio serrano estancado con claras caracteristicas feudales, pero, en Ja realidad, en numerosos casos, con tuna pequefia drea utilizable (en Apurimac, por ¢jem- 342. la propiedad mediana (Arequipa, por ejemplo); y el minifundio (Tacna, por ejemplo). ae Atm en las zonas mas nocturnas como en las de! departamento de Pune surgicron vatiantes. En el altivo informe que presentd como Agente Fiscal de eae (zona de consuetudinaria y feroz opresién sobre masas aborigenes) el lo. de octubre | de 1916 el Dr. José Frisancho enfrenténdose a mentiras convencions- les, Iéese lo siguiente acerca de las provincias conti- guas 0 inmediatas de Azingaro y Lampa: “En la pri- mera de éstas el latifundio ha Hegado a un grado x tremo de preponderancia y esto se traduce para el in- ea Cae tee Ue ee tuvo ruidosas polémicas con Manuel Atenssio Fuentes, “El eee ay Se ee ee oteee (eee nang Soo Sree aon She erates anes em) pana oor eee ee See ae eee ee ee ee eackér fue ¢e encuentre el origen im de 1863, en uno de ellos puede ser que se igen Be efén on nesio pede la plbra “amoral”, sobre B que ban Sido hechos distintos comentarios. Sper dice después de haberis usado fn su articulo “"Tipos americana La tinided de parroguia”: “Tene (que cxplicar la etimologia de nusstra nomenclatura. La lengua castellans Sean enoee Sect caput: 0 cackue) a1 hombre rico en un Tega eeSSha, poplar. de as taras ads vom, expect de shor feu! ErGoale uw faye 7 domme om eh dno, munch 3 ss omen So comp» baer sty dt com Sar Peto oh cet SR SO pecoqua’ a Rove American, snes 1 Comercio de {ine Ne, 1, Todo enero de 1663 pg. 7. Be p,8 my un pferafo ‘acerce de los sérdidos intereses dei ssmonal en su localidad). pene SSTSE AD Acta sta nr ns ints acepciones ane stn gene oe ae ea imseies Conta in de seamonal como el ietcho a cecigue en on Pueblo. 343 dio también en extremada servidumbre, dando lugar a la explosién de las sublevaciones; en la provincia de Lampa los terratenientes no han podido romper la ba~ rrera de la administracion de justicia porque ésta ha sido afianzada por la integridad acrisolada de magistra- ‘dos modelos como los sefiores doctores Facundo Mo- lina y Justo Muiéz Njar y a ésto se debe que gran parte de las propiedades indigenas se conserven y aqui es precisamente donde se halla moderada y suavizada la opresion sobre los comunarios, tanto cuanto esté re- primido el latifundio”$ La situacién pudo variar mis tarde; pero este ejemplo, de todos modos, revela la existencia de un panorama social no monolitico. LA AUSENCIA DE UNA BUROCRACIA AUTENTICA, EPICAZ Y ESTABLE El empleo mucho mis refinado del método analiti- co necesitard ser aplicado a las principales clases, pro- fesiones y grupos ocupacionales, 2 la familia y a los cuadros de la sexualidad en Ia historia peruana. Seré necesario estudiar también cémo y dentro de qué ca- racteristicas en el Peri (donde en el siglo XIX y gran parte del siglo XX hubo inestabilidad y empitismo, dis- continuidad e incoherencia en la administracién pdbli- ca), No se mantuvo la casta de los burécratas, tan im Portante durante el Vitreinato y que en un pafs como Francia ha defendido al Estado 2 lo largo de ciento 5. José Frézancho, Vistas Fiscales con na del Agente Fiscal de Azdngaro... 2da. edicién, Lima, Empresa Perio. istics S. A., 1952, pigs. 11-12. Ta primera edicin fue hecha on Lima, Tipografia “El Progreso Editorial”, 1916, jcemlentes al problema indige- 344 cincuenta afios de regimenes distintos. Es una casta aur toconsciente que suele llamarse a si misma “la verda- dera aristocracia francesa moderna’, despotica, muy habil para la manipulacion de secretos y “convenientes demoras” y con un disimulado desprecio frente 2 gre pos rivales de la burguesia. En ella se ha producido tuna revolucién tecnocrética y empresarial que sélo en os diltimos afios apenas si se est4 iniciando en nuestro pais. 345 3. La dependencia LAS ALUSIONES A LA DEPENDENCIA. Sobre el tema aqui enunciado, que el autor mencion6 en Perit: Problema y Posibilidad y que se ha puesto de moda en los iiltimos afios, los andlisis de Historia de la Repiblica del Peri: hillanse ratificados, con notas acla- ratorias, en Introduccién a las bases documentales para la historia republicana del Peri! Pero no cs justo circunscribir integramente la tra~ yectoria republicana, en sus miltiples aspectos, al fe- némeno de la dominacién. LA TIPIFICACION DE LA DEPENDENCIA. La economia de la dominacién extranjera colocé en situacién dependiente al Pera, ya que ésa era acaso, dentro de las circunstancias, la Ginica opcién para lds intereses de la oligarquia que lo dirigia. Al mismo 1. En el v. 1, pigs. 197-199; 243; 273-274; 306; y 398-400. Enel WIL, pigs, 493-495; 562-863; 623.624,

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