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Sobre los mecanismos psíquicos de fenómenos histéricos (1893)

Al enfermo le desagrada comentar aquellas vivencias de carácter penoso, pero lo


mayormente considerable es que ni siquiera puede recordarlas.

Se accede a los recuerdos a través de la Hipnosis. Uno de los factores es dilucidar


cuando ocurrió el síntoma por vez primera.

EL FACTOR ACCIDENTAL → ES DETERMINANTE

SINTOMAS IDIOPÁTICOS (ESPONTANEO-DESCONOCIDO) --- ESTRECHA


RELACIÓN CON -→ TRAUMA CAUSAL

Ya lo indica en este relato: “Con harta frecuencia son sucesos de la infancia los que
han producido para todos los años subsiguientes un fenómeno patológico más o
menos grave”.

A partir de algunos ejemplos nos indica que hay una analogía patógena, entre la
histeria corriente y las neurosis traumáticas. Así llega a definir la histeria
traumática, realizando una extensión del término.

En la neurosis traumática la causa eficiente de la enfermedad es el afecto de


horror (angustia, vergüenza, dolor psíquico), el trauma psíquico.

Un recordar no acompañado de afecto es totalmente ineficaz. Los síntomas


histéricos desaparecían cuando se conseguía despertar el recuerdo del proceso
ocasionador junto con su afecto. Y se ponía a disposición del relato del paciente. El
recuerdo reconstruido por una carga afectiva.

El trauma psíquico, o su recuerdo, actúa a modo de un cuerpo extraño; que


continúa ejerciendo sobre el organismo una acción eficaz y presente.

El histérico padece de reminiscencias que son las causantes de su afección. Del


mismo modo que un antiguo dolor psíquico una vez recordado y en estado de
vigilia, provoca todavía lágrimas.

“El empalidecimiento o pérdida de afectividad de un recuerdo depende de varios


factores. Lo que sobre todo importa es si frente al suceso afectante se reacción
enérgicamente o no”.

Reacción: toda la serie de reflejos voluntarios e involuntarios. Desde el llanto hasta


la venganza. Observación cotidiana: Alguien se desfogó (expulsando su furia),
alguien se desahogó (manifestando su dolor).
La abreacción (descarga emocional) no es el único modo de tramitación de que
dispone el mecanismo psíquico normal de la persona sana cuando ha
experimentado un trauma psíquico. El recuerdo puede ser rectificado (elaborado)
de una escena de afecto doloroso hacia un afecto que se ofrezca como beneficiario
de disminución tensional. Es decir, por ejemplo: de la producción terrorífica del
accidente → a la seguridad producida del rescate.

DOS SERIES DE CONDICIONES EN LAS CUALES NO HA EXISTIDO REACCIÓN


ALGUNA AL TRAUMA

1. NO HAN REACCIONADO AL TRAUMA PORQUE LA NATURALEZA MISMA


DEL TRAUMA EXCLUÍA REACCIÓN. EJ: PÉRDIDA IRREPARABLE DE UNA
PERSONA AMADA
2. NO APARECE DETERMINADA POR EL CONTENIDO DE LOS RECUERDOS,
SINO POR LOS ESTADOS PSÍQUICOS CON LOS CUALES HAN COINCIDIDO
EN EL ENFERMO LOS SUCESOS CORRESPONDIENTES. (CUELGUE QUE NO
PERMITE LA REACCIÓN)

AMBAS CONDICIONES, PUEDEN COINCIDIR Y DE HECHO COINCIDEN MUCHAS


VECES.

En la memoria del enfermo no aparece contenido el recuerdo del trauma psíquico,


sólo surge en ella cuando se le hipnotiza.

Hay una disociación/escisión de la conciencia, con la consecuencia de que este


doble estado de conciencia quede designado como 1) conciencia normal 2)
conciencia anormal o estados hipnoides. Este es el fenómeno fundamental de esta
neurosis. Estos estados son base y condición en la histeria.

A esta altura de la enseñanza no ha despegado aún a la histeria de las psicosis. Por


lo tanto halla una contradicción. Ya que también percibe en los pacientes con
histeria que presentan clarísima inteligencia, fuerza de voluntad, enérgico carácter y
sutil juicio crítico. Algo que no podría caracterizar a las psicosis. Pero que sin
embargo, en los períodos de agudos de histeria el comportamiento es similar al de
los psicóticos (alucinaciones, delirios, etc).

Gran ataque histérico de Charcot, compuesto por 4 fases.

1. La epileptoide
2. La de grandes movimientos
3. La de actitudes pasionales (fase alucinatoria)
4. La del delirio terminal
En los ataques histéricos se percibe en la mayoría de las ocasiones una ausencia de
estas 4 fases.

La que más nos interesa es aquella de las “actitudes pasionales”. En los casos en
que esta fase se presenta con reluciente intensidad, significa a la reproducción
alucinatoria, dando por resultante la explosión de la histeria.

El síntoma histérico permanente corresponderá entonces a una extensión de este


segundo estado (hipnoide) a la invervación somática, regida en cualquier otro
momento por la conciencia normal.

El curso típico de una grave histeria es el de formarse primero, en estados


hipnoides, un contenido de representaciones, que luego, suficientemente crecido,
se apodera de la inervación somática y de la existencia del enfermo; durante un
período de histeria aguda crea síntomas duraderos y ataques, y desaparece
luego, dejando algunos restos.

Histeria Grave, tiene por lo tanto esta continuidad:

ESTADOS HIPNOIDES → CONTENIDO DE REPRESENTACIONES, QUE LUEGO EN


EXCESO → SE TRASLADA AL CUERPO → HISTERIA AGUDA CON SÍNTOMAS Y
ATAQUES HISTÉRICOS → DESAPARICIÓN DEJANDO ALGUNOS RESTOS.

El método psicoterapéutico actúa curativamente:

Anula la eficacia de la representación no descargada por abreacción en un


principio, dando salida, por medio de la expresión verbal, al afecto concomitante,
que había quedado estancado, y llevándola a la corrección asociativa por medio de
su atracción a la conciencia normal (en una ligera hipnosis) o de su supresión por
sugestión médica, como sucede en los casos de sonambulismo con amnesia.

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