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CONTRATOS EN GENERAL
SUMARIO:
I.- Apunte
II.- Dossier de estudio
1. Concepto y generalidades sobre el contrato: LÓPEZ
SANTA MARÍA, Jorge, Los contratos. Parte General (5º
edición actualizada por Fabián Elorriaga, Santiago,
LegalPublishing, 2010).
2. Clasificaciones de los contratos: ALESSANDRI, Arturo,
De los contratos (Santiago, Editorial Jurídica de Chile,
2011).
3. Categorías contractuales: LÓPEZ SANTA MARÍA, Jorge,
ob. cit.
4. Principios de la contratación: LÓPEZ SANTA MARÍA,
Jorge, ob. cit.
5. Interpretación de los contratos: MEZA BARROS, Ramón,
Manual de Derecho civil. Fuentes de las obligaciones
(tomo I, Santiago, Editorial Jurídica de Chile, 2010).
6. Efectos particulares de los contratos bilaterales: LÓPEZ
SANTA MARÍA, Jorge, ob. cit.
INTEGRACIÓN DE DERECHO CIVIL
CONTRATOS EN GENERAL
Son dos las disposiciones claves, el artículo 1437 y el 2284 del CC; de
éstas se extrae el catálogo de fuentes de las obligaciones en nuestro derecho:
Contratos, Cuasicontratos, Delitos, Cuasidelitos y la Ley.
Esta fue la visión que llegó a los redactores del CC francés (Photier), los
cuales las introdujeron en éste, agregándole a la ley como fuente autónoma,
llegando así a la clasificación pentapartita. Posteriormente, ésta
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clasificación llega a nuestro Código civil, toda vez que como ya sabemos,
dentro de las fuentes que consultó Bello estuvo el Códe francés.
2. EL CONTRATO
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o Concepto legal, Artículo 1438: “Contrato o convención es un acto por el
cual una parte se obliga para con otra a dar, hacer o no hacer alguna
cosa. Cada parte puede ser una o muchas personas”. Esta norma debe
complementarse con lo señalado por el artículo 1437, a propósito de
la fuente de las obligaciones que nos indica que el contrato sería el
concurso real de las voluntades de dos o más personas.
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Es importante no confundir esta clasificación con la principal de los
actos jurídicos, que distingue entre actos jurídicos unilaterales y bilaterales,
pues se fundan en criterios diversos.
a) Contrato unilateral
Aquel en que una parte se obliga para con otra que no contrae obligación
alguna. En él sólo una de las partes resulta obligada, asumiendo el rol de
deudora, y la otra, que no contrae obligación alguna, de acreedora. Así
ocurre, por ejemplo, en el contrato de donación entre vivos (el único obligado
es el donante), el depósito (el único obligado es el depositario) y el comodato
(el único obligado es el comodatario).
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que son una consecuencia de la interdependencia de las obligaciones
nacidas de su celebración. Estos efectos particulares de los contratos
bilaterales corresponden a:
Esta clasificación está prevista en el artículo 1440 del CC. Según esta
disposición:
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a) El contrato es gratuito cuando sólo tiene por objeto la utilidad
de una de las partes, sufriendo la otra el gravamen.
b) Es oneroso, cuando tiene por objeto la utilidad de ambos
contratantes, gravándose cada uno a beneficio del otro.
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prestada, para el mutuante el cobro de intereses). Entre los contratos
bilaterales y gratuitos puede mencionarse el mandato cuando se ha excluido
la remuneración a favor del mandatario (lo que es perfectamente posible
porque la remuneración es un elemento de la naturaleza del mandato, de
modo que puede excluirse por estipulación expresa de las partes). Siendo
así, el contrato es bilateral, pues hay obligaciones para ambas partes (hay
que aclarar que el mandante tiene una serie de obligaciones diversas al pago
de remuneración al mandatario conforme al artículo 2158 del CC) y al
mismo tiempo gratuito, pues sólo reporta utilidad para el mandante.
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o Encontramos una importancia en materia de acción pauliana, que es
aquella que le permite al acreedor solicitar la revocación de los actos
fraudulentos realizados por el deudor insolvente con terceros. Los
requisitos para su procedencia varían si lo que se intenta revocar es
un contrato oneroso o gratuito, siendo menos estricta en este último
caso. Así, en los contratos onerosos se exige mala fe por parte del
deudor (sobre el mal estado de sus negocios) y del tercero, y en los
gratuitos, la exigencia de mala fe solo se requiere presente en el
deudor (artículo 2468 CC).
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fundamental la lesión sobreviniente, o excesiva onerosidad sobrevenida) sólo
son aplicables a los contratos conmutativos. El legislador reacciona ante la
ruptura en el equilibrio de las prestaciones; en la lesión, esta ruptura se
produce al inicio; en la imprevisión, ella ocurre en la fase de la ejecución del
contrato.
Esta clasificación está prevista en el artículo 1442 del CC. Según esta
disposición:
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primeros, la garantía o aseguramiento de una obligación principal es un
elemento de la esencia. En los segundos, si bien están subordinados a la
existencia de otra convención (principal o madre) no tienen por objeto
asegurar el cumplimiento de una obligación principal. Ejemplo de un
contrato dependiente lo encontramos en el derecho de familia: las
capitulaciones matrimoniales.
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o contrato. No se trata de solemnidades, sino de otras formalidades
distintas. Por ejemplo, formalidades habilitantes exigidas en atención de la
calidad o estado de las personas; formalidades por vía de prueba y las
formalidades por vía de publicidad, exigidas por la ley en atención a la
protección de los intereses de ciertos terceros. Por ello se afirma que la regla
general está representada en definitiva por los contratos consensuales
formales, que se perfeccionan por el mero consentimiento, pero su eficacia
queda subordinada a la observancia de ciertas formalidades distintas a las
solemnidades.
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determinado instante han sido atípicos, pueden dejar de serlo y convertirse
en contratos típicos desde que su normativa es recogida y fijada por la ley.
Asimismo, debe tenerse en cuenta también que la atipicidad contractual
puede darse en distintos grados, según cuánto se alejen las partes de los
tipos contractuales predefinidos por el legislador, dado que en ocasiones
utilizan elementos de diversos contratos típicos y otras en que van creando
relaciones completamente inéditas, alejados totalmente de la tipología
legislativa.
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La importancia de esta clasificación viene dada a propósito de distintas
instituciones jurídicas. Así, cabe destacar:
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excepción al citado principio del efecto relativo de los contratos, sin embargo
el legislador la admite en ciertos casos.
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el contrario, una de ellas los ha fijado unilateralmente y la otra se ha
limitado simplemente a aceptarlos. Así,
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dispone que las cláusulas ambiguas que hayan sido extendidas o
dictadas por una de las partes, sea acreedora o deudora, se
interpretarán en contra de ella.
o Preferencia a cláusula manuscrita sobre la impresa. En los contratos
de adhesión es habitual el uso de formularios impresos que son
redactados por una de las partes. Por ello, se da preferencia a las
cláusulas manuscritas si es que existen porque son siempre
posteriores y en ellas se manifiesta verdaderamente el acuerdo de las
partes, porque dan cuenta de que en ese aspecto ha habido
negociación. Esta idea la encontramos en el artículo 17 de la ley de
protección al consumidor, que señala que “… en los contratos
impresos en formularios prevalecerán las cláusulas que se agreguen
por sobre las del formulario cuando sean incompatibles”.
2Existen un sinnúmero de contratos dirigidos, así por ejemplo, se encuentra el contrato
de edición de los escritores y el contrato de representación de los actores (fueron
reglamentados por la Ley de Propiedad Intelectual), el contrato de transporte marítimo, y el
contrato del trabajo, en los cuales se encuentra determinado el contenido del contrato; en
cambio, existen otras situaciones en que lo determinado por el legislador es la persona con
la cual se debe celebrar el contrato, así, existe una obligación que se fija al arrendador de
un predio rústico, que decide enajenarlo, de ofrecerlo en venta, en primer lugar, al
arrendatario o colono; en materia de Derecho minero se encuentra el derecho preferente
del Estado para la compra de elementos radioactivos; o también en materia de sociedades
anónimas, está el derecho preferente de los accionistas para adquirir las nuevas acciones
de pago que se emitan.
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Esta libertad contractual encuentra excepciones, entre otros, en el
contrato dirigido, donde como ya se ha mencionado, la reglamentación legal
deja de ser supletoria y pasa a imponerse sobre la voluntad particular ¿Qué
justifica este freno a la libertad contractual? Lo que justifica esto, es el
interés o necesidad del legislador de proteger ciertos intereses, y en función
de esto, estima que el dirigismo contractual constituye una herramienta
importante en la protección del contratante más débil en el contrato de
adhesión; por lo tanto, constituye un remedio a la adhesión, como por
ejemplo, en el contrato de mutuo de dinero regulado en la ley 18.010.
3.3.b. El Contrato Forzoso
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comuneros se le ha adjudicado un bien raíz que excede lo que le
correspondía, caso en el cual, la ley entiende constituida una hipoteca
en los alcances (excesos) a fin de garantizar el derecho de os otros
comuneros (artículo 660).
Naturaleza Jurídica
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Otra categoría contractual es la figura del contrato tipo, que es aquel
en virtud del cual las partes fijan o acuerdan el contenido o las cláusulas de
futuros contratos. Aquí las partes en el fondo fijan un modelo destinado a
ser reproducido un número indeterminado de veces en los contratos que
celebren en el futuro, una vez que éstas hayan decidido contratar. Si bien
es cierto, el contrato tipo es una de las fórmulas que existe para fijar
condiciones generales de contratación, estas condiciones generales pueden
concebirse perfectamente sin la existencia de un contrato tipo.
3¿Qué pasa si una persona no respeta las reglas fijadas en el contrato tipo y fija
condiciones distintas? O en otras palabras ¿Qué pasa si una de las empresas no respeta el
contrato tipo al contratar posteriormente con un particular? El contrato individual es
plenamente válido, ya que para el particular el contrato tipo es res inter allios acta, es decir,
sus cláusulas no le empecen en virtud del efecto relativo de los contratos
4 El contrato tipo bilateral es un antecedente de la adhesión, pero esto no significa que
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Efectos de los Contratos Tipo
Esta figura surge como un mecanismo apto para lograr ciertas políticas
económicas y sociales que el Estado asume. En la consecución de estas
políticas, el Estado concede beneficios, para lo cual crea un estatuto jurídico
de excepción, cuya permanencia depende de la autoridad legislativa, ya que
ésta lo puede modificar o derogar en cualquier momento; por lo tanto, la
permanencia de este régimen se logra mediante la figura del contrato ley,
puesto que a través de éste se obtiene la inmodificabilidad e inderogabilidad
de dicho régimen, o su mantención por un cierto tiempo.
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incorporan a su patrimonio y que no puede ser desconocido por la decisión
unilateral del Estado contratante.
3.3.e. El Autocontrato
Es el acto jurídico que una persona celebra consigo misma, sin que sea
menester la concurrencia de otra, y en el cual ella actúa, a la vez, ya sea como
parte directa y como representante de la otra parte, ya sea como
representante de ambas partes, ya sea como titular de dos patrimonios (o de
dos fracciones de un mismo patrimonio) sometidos a regímenes jurídicos
diferentes.
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o Luis CLARO SOLAR se inclina por la postura de que el autocontrato es
un contrato, ya que genera obligaciones contractuales, especialmente,
en los dos primeros casos. Fundamenta su postura señalando que el
sujeto que interviene como representante no manifiesta su voluntad,
sino, la del representado, lo cual lleva a admitir que al autocontratar
el actor estaría exteriorizando varias voluntades distintas.
o ALESSANDRI sostiene que el autocontrato es un acto jurídico unilateral,
ya que es obra de una sola voluntad, lo que excluye la idea del acuerdo
de voluntades, que es lo propio de los contratos. La única diferencia
que tendría con los actos unilaterales ordinarios, radica que en estos
últimos los efectos se radican en un sólo patrimonio, en cambio en el
autocontrato, la voluntad del autor dispone de dos patrimonios,
respecto de los cuales, se producirán los efectos del acto.
o Jorge LÓPEZ SANTA MARÍA, señala que el autocontrato es siempre un
contrato. Razones de orden práctico permiten sostener que,
jurídicamente, la personalidad de un individuo puede desdoblarse
manifestando dos declaraciones de voluntad diferentes, o sea, una
voluntad puede descomponerse en dos voluntades o en dos
declaraciones diferentes, lo que puede chocar con la lógica, pero no
tiene necesariamente que chocar con derecho, ya que se trataría de
una ficción como tantas que existen en el derecho.
Así, las partes que celebran el contrato madre son dos, pero sólo una
de ellas es parte del subcontrato, y a su vez, el subcontratista no es parte
de la relación madre o base. Si bien lo anterior es efectivo, existe una
estrecha vinculación entre los dos contratos, y por tanto, lo que le afecte al
contrato madre va a repercutir en el contrato dependiente.
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Así, desde un punto de vista subjetivo, la subcontratación se
caracteriza por la presencia de tres partes: un primer contratante que sólo
es parte en el contrato base o contrato inicial; un segundo contratante o
intermediario que es parte en ambos contratos (es decir, en el contrato base
y en el subcontrato); y un tercer contratante, ajeno al contrato base, que
celebra el subcontrato con el intermediario. Y desde un punto de vista
objetivo, aparece la dependencia del subcontrato al contrato base, ya que el
primero nace moldeado y limitado por el segundo, y por ende, terminado el
contrato base, se extingue el subcontrato.
Ejemplos de subcontrato en el CC
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Es aquel en que una de las partes se reserva la facultad de designar con
posterioridad el nombre de la persona por la que contrata, la cual adquirirá
retroactivamente los derechos y obligaciones emanados del contrato.
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4. PRINCIPIOS GENERALES DE LA CONTRATACIÓN
6Como vimos a propósito de la clasificación de los contratos, este principio es el que nos
permite afirmar la existencia de los contratos atípicos, pues ellos se basan absolutamente
en lo regulado por las partes.
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A diferencia de otros principio, el de la autonomía de la voluntad no
tiene consagración legal explicita en nuestro ordenamiento, aunque de
ningún modo alguien pone en duda su aplicación.
Principales postulados:
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ha recurrido sólo al elemento subjetivo. A través del recurso a la voluntad
tácita, se opaca la realidad de que existen estos dos elementos y que están
siempre presentes.
El Iter Contractual
- Fase de efectos del contrato: Esta fase comienza una vez perfeccionado
el contrato, y comprende principalmente la ejecución del mismo. En
este caso, los principios presentes son la fuerza obligatoria de los
contratos y el efecto relativo de los contratos. También en esta fase es
donde tiene mayor importancia la buena fe objetiva.
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i) Tratos preliminares (en contratos de formación diferida)
ii) Fase de la oferta
iii) Celebración del Contrato preparatorio (si es que lo hubiere)
iv) Celebración del Contrato definitivo
Debemos señalar que esta etapa carece de valor jurídico (no tiene fuerza
vinculante, porque no hay oferta aún). Sin embargo, el hecho de que no sea
vinculante y que en consecuencia no produzca derechos y obligaciones, no
significa que no surjan deberes de esta fase preliminar. La infracción de
estos deberes podrá traer aparejada el surgimiento de responsabilidad pre-
contractual, o in contraendo.
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entendiendo que existe un ilícito civil que causa un daño jurídicamente
relevante. Esto es así, porque aún no existe relación contractual.
Requisitos:
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Si la voluntad es autónoma, si la voluntad se basta a sí misma, debe
reconocerse a ésta el mérito para crear por si sola un contrato sin que
sea necesario la concurrencia de otros requisitos. Este principio consiste
en que el contrato nace a la vida jurídica como simple pacto desnudo,
bastando la sola manifestación de la voluntad de las partes para que el
contrato exista y produzca sus efectos, sin necesidad de cumplir con
ninguna formalidad o ritualidad externa.
7Si se encuentra consagración en el derecho comparado. Así, por ejemplo, el artículo
1258 del Código Civil español que señala Los contratos se perfeccionan por el mero
consentimiento, y desde entonces obligan, no sólo al cumplimiento de lo expresamente
pactado, sino también a todas las consecuencias que, según su naturaleza, sean conformes
a la buena fe, al uso y a la ley.
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obligaciones, señala que las obligaciones surgen de “el concurso real de las
voluntades”, no haciéndose ninguna otra exigencia.
A.2. Atenuaciones
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los particulares el derecho de reglamentar sus relaciones económicas en los
términos que estimen más conveniente.
Si bien no encuentra consagración positiva en nuestro derecho, si lo está en el derecho
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comparado. Así encontramos, el artículo 1255 del Código Civil español, que señala Los
contratantes pueden establecer los pactos, cláusulas y condiciones que tengan por
conveniente, siempre que no sean contrarios a las leyes, a la moral, ni al orden público.
También encontramos una norma similar en el artículo 1354 el Código Civil peruano, que
establece Las partes pueden determinar libremente el contenido del contrato, siempre que no
sea contrario a norma legal de carácter imperativo.
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aspectos que las partes no han regulado. Dentro de este
ámbito, las partes están obligadas a respetar ciertas normas
imperativas o prohibitivas, como también, los requisitos
esenciales de los actos jurídicos, sean generales o particulares.
La libertad de configuración interna, igualmente reconoce ciertas
limitaciones, como los contratos forzosos heterodoxos, los
contratos de adhesión, los contratos tipos, entre otros.
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utiliza esta expresión como metáfora, para poner énfasis en el carácter
obligatorio del vínculo contractual9.
Ahora bien, de la lectura del artículo 1545, podría inferirse que los
únicos destinatarios de este principio son las partes, sin embargo, éstas
no son los únicos destinatarios, sino que también lo son el legislador,
el juez y otras autoridades administrativas. Pero es evidente que el
significado del principio de la fuerza obligatoria no es igual para todos los
destinatarios, sino que éste se recibe y se traduce de distintas maneras
según el destinatario.
9Claramente no hay identidad entre el contrato y la ley en sentido propio. Así podemos
ver las siguientes diferencias: i. El contrato reglamenta una situación jurídica particular y,
en principio, sólo produce efectos entre las partes. La ley, en cambio, es de aplicación
general; ii. En cuanto a su formación, en la ley intervienen los poderes del Estado; iii. En
cuanto a su permanencia, la ley es permanente, el contrato es efímero, por regla general;
iv. En cuanto a su derogación, la ley puede ser derogada por otra ley, en cambio el contrato
no siempre puede ser dejado sin efecto por una convención en sentido inverso, por ejemplo,
el matrimonio; v. En cuanto a la interpretación, la ley se rige por los arts. 19 y siguientes,
en cambio el contrato, por los arts.1560 y siguientes.
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Sin embargo, la intangibilidad no es absoluta debido a que existen
excepciones en que el legislador atenta contra este principio:
- Leyes permanentes que alteran lo convenido por las partes pero que
tienen la particularidad de ser derecho vigente al contratar. Nos
encontramos con supuestos en que el legislador altera expresamente lo
establecido en el contrato, así por ejemplo, el artículo 1879, que regula pacto
comisorio, que incorpora expresamente la condición resolutoria tácita
dándole 24 hrs a la compradora para pagar el precio, siendo que lo querido
por las partes es la resolución ipso iure. Otra manifestación de estas leyes
permanentes son aquellas en que el legislador mantiene la vigencia de un
contrato, a pesar, de que este según sus disposiciones ya había expirado.
Ejemplo, la ley 18101, en relación al desahucio: el arrendatario podrá
mantener el uso y goce del bien, a pesar de que este ya había terminado y
había sido notificado por el arrendador de esto, el legislador prolonga el
contrato.
La pregunta que nos surge es: ¿Los derechos adquiridos en virtud del
contrato gozan de la garantía constitucional del derecho de propiedad?
Como sabemos, la constitución en su artículo 19 n°24, protege en forma
amplia el derecho de propiedad, incluso sobre cosas incorporales, tales
como derechos reales y personales, y dentro de estos últimos están los que
emanan del contrato. Nuestra jurisprudencia ha tenido diversos criterios al
respecto11, siendo el mayoritario el que señala que el legislador no tiene
facultades para dictar leyes que modifiquen contratos que se encuentran en
curso. El fundamento de esto es la protección constitucional de la propiedad
10 Ejemplo. En el año 1972 se dicto la ley 17.633, la cual vino a suprimir la
reajustabilidad automática de las deudas provenientes de mutuos que se otorgaron para
fines habitacionales, en razón de la inflación crónica de esa época.
11 La postura minoritaria, ya abandonada por la jurisprudencia, sostenía que sí es
posible que el legislador dicte leyes que vengan a alterar contratos en curso y que para ello
no necesariamente se requerirá una ley expropiatoria. En esta tesis se niega la propiedad
sobre derechos personales e indican que aunque los hubiera, igualmente podría el
legislador dictar leyes que modifiquen el contrato. Su fundamento es que la misma
Constitución ha señalado que se pueden establecer limitaciones al derecho de propiedad
en la medida en que se funden en la función social, y otra cosa es el derecho a pedir la
reparación de los daños sufridos.
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que se refiere a toda clase de bienes corporales e incorporales, haciendo una
interpretación amplia que se extiende a los derechos personales.
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Se puede definir como aquella que estudia los supuestos bajo los
cuales los jueces estarían facultados para entrar a revisar o incluso dejar
sin efecto contratos en curso, producto de una excesiva onerosidad
sobreviniente.
12Se debe tener presente que en estos casos el cumplimiento no se hace imposible ni
temporal ni definitivamente , ya que de ser así, se estaría en presencia de un caso fortuito
o de fuerza mayor y podría llegar a operar el modo de extinguir las obligaciones pérdida de
la cosa o imposibilidad de ejecución
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vi) Las partes no incluyeron una solución expresa en el contrato.
13Si bien el ámbito propio de la teoría de la imprevisión dice relación con casos no
expresamente previstos por el legislador ni por las partes, no existe ningún inconveniente
para que las partes puedan de antemano, en caso de producirse un cambio en las
circunstancias, estipular que el contrato se resuelva o modifique. En los contratos de
comercio internacional estas cláusulas son muy usuales, sobretodo en contratos de
larga duración, como son los contratos de suministros
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- Permitir la revisión la revisión judicial de los contratos en curso,
afectados por una situación de imprevisión. En este caso, será el juez que
determine las nuevas condiciones en que debiese cumplirse el contrato
- La resolución de los contratos por la excesiva onerosidad sobrevenida.
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expreso en una disposición legal, no sería posible admitirla por la vía de una
simple interpretación.
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contrato. El límite de la fuerza obligatoria de los contratos está
limitado por el principio de la buena fe objetiva, es decir, la
fuerza obligatoria del contrato no puede ir más allá de lo que la
buena fe le permita
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suceder, como es el caso de obligaciones personalísimas, o los contratos
intuito personae.
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problema, se debe tener presente que los causahabientes no
participaron en el contrato que le dio origen a dicho derecho personal.
En nuestro derecho existen casos puntuales en que el legislador
expresamente señala que los causahabientes a título singular, están
obligados a respetar los contratos de su antecesor jurídico, como el
caso del artículo 1962 a propósito del contrato de arrendamiento, en
donde se configuran casos en que el adquirente de un inmueble que
estaba arrendado (tercero ajeno al contrato), está obligado a respetar
el arriendo. Respecto de los casos no regulados por el legislador, la
doctrina mayoritaria señala que no le serían oponibles a los
causahabientes, basándose principalmente en el efecto relativo de los
contratos, y en el hecho de que el legislador expresamente regulo
ciertos casos excepcionales.
Hay excepción toda vez que un contrato crea un derecho o impone una
obligación respecto de una persona que no tiene el carácter jurídico de parte,
por ejemplo, los contratos colectivos.
Sujetos concernidos:
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- Promitente: es quien se obliga por ese contrato, a favor de un tercero
que no es parte de dicho contrato.
- Estipulante: También es parte de dicho contrato, lo celebra a nombre
propio, pero sin embargo, lo hace para beneficiar a un tercero, lo que
implica que el no pueda reclamar el cumplimiento de esa prestación
al promitente.
- Beneficiario: Este vendría a ser un 3° absoluto, sin embargo es quien
adquiere el derecho a reclamar el cumplimiento de la prestación
respecto del promitente. Para el surgió el derecho nacido del contrato
celebrado entre el estipulante y el promitente.
15Existen diversas teorías que buscan explicar la naturaleza jurídica de esta institución:
Teoría de la oferta: Conforme a esta posición, tenemos claramente una convención entre el
estipulante y el promitente. Luego tenemos una oferta dirigida por parte del estipulante al
3° beneficiario. Al momento que el 3° acepta la oferta del estipulante, se daría una cesión
de créditos, respecto de ese crédito; Teoría de la gestión de negocios ajenos. Sostiene que el
estipulante actúa, intervine y celebra la obligación como un agente oficioso del 3°
beneficiario, se comporta en los términos del artículo 2186. Estipula con el promitente, sin
mandato alguno, sin tener facultad de representación. Una vez producida la aceptación del
3° beneficiario, esta figura se transforma en un mandato (retroactivo); Teoría de la
declaración unilateral de voluntad. Conforme a esta, se dice que el promitente en estos
casos resulta obligado por su sola voluntad, el se convierte en deudor del 3° por su
voluntad.
16 Sin embargo, la aceptación de esta doctrina en nuestro ordenamiento traería una serie
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Efectos de la Estipulación a favor de un tercero
En este punto hay que determinar los efectos que se producen respecto
de las tres relaciones que se nos presentan.
iii) Promesa de hecho ajeno: Tiene lugar cuando dos personas celebran
un contrato en virtud del cual, una de ellas se compromete a que por
una tercera persona, de la que no es representante, ha de darse,
hacerse o no hacerse alguna cosa a la otra, la que resultará obligada
sólo mediando su ratificación, y en caso que ésta no exista, el que se
comprometió será obligado a indemnizar los perjuicios sufridos por la
otra parte (artículo 1450). Los intervinientes en esta convención son:
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- Acreedor: aquella parte que se verá beneficiado por la actuación del
tercero.
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ajeno. El contrato, así considerado, tiene eficacia erga omnes y es
oponible a terceros absolutos, pero esto no constituye una excepción
al efecto relativo, ya que en esa situación se creaba un derecho u obligación
a un tercero absoluto sin su consentimiento, en cambio cuando se habla del
efecto expansivo, no surge ni derecho ni obligación, sino que el contrato
puede ser oponible al tercero, afectándolo indirectamente en su situación
jurídica y patrimonial, en tanto hecho social17.
17Esta idea es la que se ha trabajado en sede jurisprudencial, en la figura del
precario. El precario es la tenencia de una cosa ajena sin previo contrato, y por ignorancia
o mera tolerancia de su dueño (art. 2195 inc. 2); la acción para recuperar la posesión o
tenencia de la cosa se tramita de acuerdo al juicio sumario, es decir, la persona prueba de
manera breve y sumaria que él es el dueño, prueba además que el tercero detenta una
propiedad ajena, y señala que éste la tiene sin previo contrato y por ignorancia o mera
tolerancia de él. La defensa normalmente va a señalar que tiene la cosa por un contrato y
no por mera tolerancia o ignorancia del dueño
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empresario que organiza fiestas, y el día indicado para llevar los
equipos de música y demás insumos, el empresario no llega porque el
vehículo de la empresa que iba a transportar los materiales para la
fiesta llego tarde, por lo que las partes del contrato de prestación de
servicios (fiesta) podrían oponer el contrato a esta tercera empresa que
contrato con el organizador para llevar las cosas.
- Oponibilidad del contrato en el caso del precario: (artículo 2195 inc. 2°)
El precario es “tenencia de cosa ajena, sin previo contrato, y por
ignorancia o mera tolerancia del dueño”. Se ha sostenido que si alguien
detenta una cosa ajena, pero la detenta en virtud de un contrato aun
cuando dicho contrato no haya sido celebrado con el dueño de la cosa,
va a ser oponible igualmente al dueño. El contrato celebrado por el
precarista y un 3° resulta oponible al dueño de la cosa. De manera
tal, que en el fondo va a suceder que el dueño de la cosa no va a poder
ejercer la acción de precario, esto porque es necesario que nos
encontremos en una situación de inexistencia de titulo. Respecto esto
último la jurisprudencia ha dicho que puede ser cualquier titulo el
que puede hacer el valer el precarista. La interpretación contraria dice
que el titulo debiese emanar del mismo dueño para hacer valer esto.
Clases de inoponibilidad
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Como recordaremos, son aquellos requisitos externos del acto jurídico
que tienen por objeto poner en conocimiento de terceros la celebración de un
acto jurídico, o contrato o el acaecimiento de un suceso de relevancia jurídica.
La inoponibilidad se produce por la omisión de formalidades de por vía de
publicidad sustanciales, las que tienen por objeto precaver a los terceros
interesados, esto es, a los que están o estarán en relación con las partes de
una situación jurídica que pudiere afectarles.
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por prescripción adquisitiva (artículo 915). Una hipótesis diferente se
encuentra en materia de mandato (artículo 2160). Como sabemos, la
representación que tiene el mandatario está limitada al poder que le haya
conferido el mandante, y por lo tanto, en todo aquello en que el mandatario
se exceda no obliga al mandante, es decir, es inoponible por falta de
consentimiento (salvo que el mandante lo ratifique).
en este caso es lógico pues se entiende que el matrimonio existió y fue válido.
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simulado no pueden oponer a terceros el acto oculto, y los terceros tienen
la opción de valerse del acto externo o del oculto, y si optan por este último,
deben probar la existencia del mismo a través del ejercicio de la acción de
simulación.
Efectos de la inoponibilidad
Inoponibilidad Nulidad
Causa Acá no nos Nos encontramos
encontramos con un con un vicio presente
vicio, al momento de la
celebración del acto
Alcance entre El acto es El acto cae en su
sus efectos plenamente valido totalidad, deja de
respecto de las partes. producir efectos tanto
La ineficacia solo se respecto de las partes,
proyecta respecto de como respecto de 3°s.
3°s. Desaparece
completamente
Renuncia Acá como se Sanción de orden
establece a favor de sus público, por lo tanto se
beneficiarios, y al no entiende que no se
haber un interés permite una renuncia
20Esto por regla general, ya que como vimos, la nulidad del matrimonio este no afecta
la filiación respecto de los hijos nacidos de dicha unión.
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general en vuelto en anticipada de esta.
esta, es posible Cabe solo a posteriori,
renunciarla sin existir en el caso de la nulidad
restricciones al relativa.
respecto.
Declaración de En este supuesto Puede ser
oficio no es posible la declarada de oficio,
declaración de oficio, cuando el vicio se
por la regla general del aparezca de manifiesto
derecho civil, en cuanto en el acto
que las partes tienen el
impulso procesa.
B.2.2. La Simulación
52
representación, en virtud del cual se le permite actuar al mandatario sin
señalar a nombre de quien contrata (artículo 2151); y también la asociación
o contrato de cuenta en participación. Por lo tanto, hay que diferenciar entre
una simulación lícita y una simulación ilícita.
Acá existe una divergencia entre aquello que las partes aparecen
declarando públicamente y lo que han declarado en el ámbito de sus
relaciones privadas. El legislador señala que en este caso, existiendo esta
contraposición, las partes no pueden hacer valer este pacto en contra de los
terceros.
Requisitos de la Simulación
Clases de Simulación
22 En caso contrario, se estaría ante un supuesto de “error”.
53
La doctrina distingue tres clases, cuales son: la simulación absoluta,
la simulación relativa, y la simulación por la interposición de persona.
Efectos de la Simulación
donación; esto es común, porque la donación en Chile está sujeta a un trámite judicial que
se denomina insinuación de la donación, esto puesto que el legislador en el artículo 1401
dispone que la donación que no se insinúa será válida hasta dos centavos, y la insinuación
consiste en una aprobación judicial de la misma para la protección de los derechos
de los asignatarios forzosos.
25 Por ejemplo, se recurre a un tercero para burlar la prohibición de contratar entre
54
de la simulación, se debe tener presente que el sistema de interpretación
del derecho chileno prefiere la voluntad interna o real por sobre la
declarada, por lo tanto, siempre se deberá optar por el acto interno u oculto,
ello una vez que la simulación ha sido alegada, probada y declarada.
26Por ejemplo, si se descubre que el acto secreto era una donación y no una compraventa
como se había aparentado, celebrada en perjuicio de los acreedores o de los herederos,
podrá ser revocada la donación ejerciéndose según el caso la acción pauliana o revocatoria
o la acción de inoficiosa donación; así también, en el caso de la compraventa celebrada por
los cónyuges por interpósita persona, ella será declarada nula por ser un acto que adolece
de objeto ilícito por tratarse de un acto prohibido por las leyes
27 Por terceros se debe entender a los que tienen el carácter de relativos, es decir, los
55
En esta materia la regla es que el acto secreto que se descubre
mediante la acción de simulación, es inoponible a los terceros relativos. Lo
anterior se desprende del artículo 1707 inc. 1, al señalar que no producirán
efectos respecto de terceros las contraescrituras privadas.
Prueba de la Simulación
28Pero a partir de este derecho de opción, puede ocurrir que se produzca un conflicto
entre los terceros, ya que algunos pueden preferir el acto aparente y otros el oculto; este
problema no está resuelto en el CC, algunos creen que debe prevalecer el acto aparente,
pues en este caso el legislador precisamente protege la apariencia en favor de los terceros;
otros consideran que demostrada la simulación y la existencia de voluntad por parte de
alguno de los terceros en invocar el acto real, éste debe hacerse prevalecer.
29 No puede probarse la simulación por la prueba de testigos, ya que rigen las
limitaciones de los arts. 1708 y 1709, pero excepcionalmente puede ser admitida
cuanto exista un principio de prueba por escrito, esto en virtud del artículo 1711.
Teóricamente también procede la absolución de posiciones y siempre las presunciones
judiciales.
30 No existe límite alguno en relación a la prueba de testigos, pues el acto no es jurídico
respecto de ellos (sí lo es para las partes), sino que es simplemente un hecho, por ende,
podrán probar la simulación con cualquier medio de prueba que disponga la ley, siendo el
más relevante, las presunciones
56
La simulación descansa en elementos subjetivos de discordancia de
voluntades, por lo que la prueba de ésta no es directa, sino que se debe
recurrir a indicios que se desprendan de todos los hechos que rodean al
acto simulado.
La Acción de Simulación
Los titulares de esta acción son, en primer término, las partes, según
la doctrina. Esto es polémico, pues existe el principio de que nadie puede
aprovecharse de su propio dolo, lo que sucedería en este caso. Pero se les
da la titularidad por una cuestión práctica, pues normalmente sólo ellos
conocerán del acto simulado.
57
- El objeto de la actividad interpretativa es fijar el sentido y
alcance de una convención. Esto implica establecer de una manera precisa
cuáles son los derechos y obligaciones que emanan del contrato.
- El supuesto que hace necesaria la actividad interpretativa31, es que
exista una controversia entre las partes respecto a los efectos jurídicos
de la misma. Las causas que provocan la controversia son:
Sistemas de interpretación
31En muchas ocasiones los términos de un contrato pueden parecer claros, sin embargo,
la voluntad de las partes puede no resultar tan clara, y en último término la interpretación
busca determinar el contenido de la voluntad. Con esto se cae esta teoría de distinguir entre
contratos claros y oscuros. En el polo opuesto encontramos una doctrina que establece que
todos los contratos deben ser interpretados (cierta corriente jurisprudencial a fallo así). En
el siglo XIX, la doctrina sostenía la no interpretación del contrato claro, en cuanto la
oscuridad de éste era un presupuesto de la interpretación. Esta postura doctrinal incluso
logró su consagración positiva en diversos códigos en el derecho comparado. Hoy en día se
plantea como elemento necesario para determinar si la oscuridad de un contrato es
supuesto de la interpretación, el establecer qué es un contrato claro y qué es un contrato
oscuro, lo cual se hace recurriendo a elementos objetivos y subjetivos. La decisión acerca
de la claridad de un contrato, obliga al juez a considerar las circunstancias de la especie
del contrato, lo cual ya implica realizar una labor interpretativa en una fase anterior a la
interpretación propiamente tal del contrato.
58
al momento de celebrar el contrato, es decir buscan determinar la voluntad
real de las partes. El juez debe buscar reconstruir las condiciones en que se
llevo a cabo el contrato. En estos sistemas no basta el solo texto del contrato,
sino que se debe averiguar la verdadera intención de las partes con la
celebración del contrato, “lo que querían”.
32Aquí el juez está llamado a ponerse en el lugar de las partes, y preguntarse cómo
éstas hubieran resuelto el problema
33 Además esta disposición consagra lo que se llama “intención común”, al hablar de la
59
contractual. Prevalece la intención de los contratantes cuando ella se
advierte claramente, por sobre las palabras utilizadas en el contrato (aun
cuando sean claras)34.
Reglas de interpretación
Son los principios que sirven de base a los razonamientos del intérprete,
en la búsqueda de la intención de los contratantes; que es el objeto del
sistema subjetivo de interpretación
El artículo 1560, más que ser una regla de interpretación, lo que hace
es establecer el principio rector, la norma matriz de las otras reglas de
interpretación del contrato de nuestro Código civil.
60
- Reglas de interpretación subsidiarias
61
partes, referente a una materia similar (contrato anterior, coetáneo o
posterior). En definitiva, ese otro contrato viene a ser una circunstancia de
la especie. Se entiende que no debiesen tener un sentido diverso. Lo que acá
se está estableciendo es una regla de interpretación integradora.
2) Regla de interpretación autentica: Artículo 1564 inc. 3°. Los
contratos pueden ser interpretados, según la aplicación práctica de las
cláusulas en la realidad, es decir, según la forma de ejecución del contrato.
Ya sea de la aplicación, ejecución o forma de cumplimiento, llevado a cabo
por ambas partes, o de una con aprobación de la otra.
3) Regla de los usos o cláusulas usuales: artículo 1563 inc. 2° en
relación al artículo 1546. Lo que se concluye de la norma es que el legislador
esta ordenando una interpretación integradora de la voluntad contractual,
esto porque le está dando valor a cláusulas omitidas por las partes, que no
se han incluido en el contrato de manera expresa. En lo relativo al 1546, en
especifico, su ultima parte “cosas que por la costumbre le pertenecen”, la
palabra costumbre, a la cual alude este artículo, no se debe entender como
fuente de derecho, sino referida a los usos o practicas contractuales, es decir
a lo mismo se que se refiere el artículo 1463.
La verdadera finalidad de la regla es la de incorporar los usos o
practicas contractuales o del trafico jurídico, que son “ciertas prácticas o
conductas que los contratantes asumen como parte de sus relaciones, sea por
razón de conveniencia u oportunidad”
62
El artículo 767 del CPC, permite recurrir de casación en el fondo
contra las sentencias que se hayan pronunciado con infracción de ley,
siempre que ésta haya influido sustancialmente en lo dispositivo del
fallo.
63
deben estimarse tan leyes como las otras, y por lo tanto su transgresión,
es motivo suficiente para la casación en el fondo.
64
presunción de buena fe, al cual se le ha atribuido el carácter de ser de
aplicación general (artículo 707).
Aspectos de la buena fe
65
mutuas, abarcando todo el íter contractual (tratos preliminares y formación
del contrato, fase de conclusión, de ejecución y relaciones post
contractuales). Así, la buena fe objetiva es definida por la doctrina como
una norma de conducta que impone a los contratantes el deber de
comportarse leal y correctamente en sus relaciones contractuales.
El artículo 1546 nos dice que Los contratos deben ejecutarse de buena
fe, y por consiguiente obligan no sólo a lo que en ellos se expresa, sino a todas
las cosas que emanan precisamente de la naturaleza de la obligación, o que
por la ley o la costumbre pertenecen a ella.
35Estas reglas legales flexibles se definen como aquellas reglas que en lugar de formular
una solución rígida, recurren a un parámetro flexible cuyo manejo y concreción, en cada
caso, queda entregado al criterio, prudencia y sabiduría del juez de la causa
36 Las críticas a estas reglas, es que por la vía del recurso a estas normas, puede
66
Tratativas preliminares. Esto corresponde a la fase de negociación de
un contrato, y en esta etapa el principio de la buena fe objetiva es la regla
legal que sirve de fundamento para exigir, de parte del contratante, el
cumplimiento de los llamados “deberes de información”. Esto se manifiesta
de la siguiente forma:
La doctrina vincula esta materia a la responsabilidad que tiene el oferente por la
37
67
del contrato, sino cuando el incumplimiento sea de cierta
envergadura, ya que si bien el artículo 1489 no distingue, si fuese
por cualquier incumplimiento, iría contra el principio de Buena fe.
- Excepción de contrato no cumplido. Ésta no procede cuando se falla
o transgrede una obligación de carácter secundario, las cuales
son difíciles de delimitar, ya que pueden variar de un contrato a
otro. Ahora bien, en virtud del principio de buena fe esta pueden
llegar a integrar la obligación principal, aplicándosele las mismas
reglas que a la resolución
- Teoría de la imprevisión. La revisión judicial del contrato, es otra
aplicación del principio de buena fe objetiva, ya que iría contra este
principio el exigir el cumplimiento del contrato, cuando se ha
producido una situación de imprevisibilidad, que ha vuelto el
contrato excesivamente oneroso.
- Surgimiento de deberes accesorios o adicionales de conducta
(colaboración, etc, completar)
Estas normas se refieren a la terminación del contrato de arrendamiento, y la
39
68
Para encontrar el fundamento de estos efectos llegamos
inevitablemente a la teoría de la causa, en particular a la causa final, según
la cual en los contratos bilaterales, la obligación de una parte tiene como
causa la obligación de la otra parte. Por lo tanto según esta encontramos un
doble rol de la causa: Como requisito de existencia del acto jurídico; y como
manifestación en la fase de ejecución, de cumplimiento del contrato. En
definitiva esto quiere decir que el contrato y sus efectos se van a mantener
siempre y cuando, las obligaciones sean interdependientes y que cumplan
su fin último.
69
iii) Que la obligación del demandante debe ser actualmente exigible. En
caso contrario no se puede considerar que haya mora y esta excepción
se convertiría en un medio para lograr el cumplimiento forzado de las
obligaciones; permitiría reclamar pagos prematuros o anticipados. Se ha
dicho además que la obligación debe estar determinada en especie y
monto.
Efectos de la Excepción
40 Esto por el rol que se le otorga a la buena fe en esta sede.
70
artículo 1826 in fine. Dicha norma señala que el vendedor puede oponer
esta excepción preventiva, cuando sea notoria la disminución de la fortuna
del comprador, cuestión que hace presumir que este no ha de poder cumplir
(a menos que asegure el pago).
Requisitos de la Teoría
La imposibilidad de ejecución es un modo de extinguir las obligaciones genérico, y
41
extinguida.
44 Si el contrato es unilateral, el problema se soluciona aplicando únicamente el modo
71
ii) La Obligación de una de las partes se extingue por imposibilidad
sobrevenida, ya sea por caso fortuito o fuerza mayor. Si la
imposibilidad de ejecución fuera producida por culpa del deudor,
no se produce la extinción de la obligación; así, conforme al artículo
1672, la obligación subsiste pero varía de objeto (se debe el precio y
la indemnización de perjuicios)
Reglas aplicables
Esta norma viene del derecho comparado, en particular del Code Civil
francés, que a su vez la tomo del Derecho Romano. El postulado dice que
las cosas perecen para su dueño, y en el derecho francés se estableció que
el riesgo es del acreedor, pues el acreedor es dueño, toda vez que en Francia
los contratos tienen eficacia real45, por ende el sujeto soporta el riesgo como
dueño, no como acreedor (las cosas perecen para su dueño), y es por tal que
se justifica dicha opción. Cuestión diversa es la que ocurre en Chile, en
cuanto acá los contratos tienen eficacia meramente obligacional de los
contratos, generándose la obligación de realizar la tradición.
72
deudor pruebe que la cosa igualmente hubiese perecido de estar en
poder del acreedor, caso en el que sólo se deberá la indemnización
de perjuicios por la mora (artículo 1550).
- Cuando el deudor se ha comprometido a entregar una misma cosa a
dos o más personas por obligaciones distintas (artículo 1550).
- Cuando el deudor ha tomado de su cargo el caso fortuito (artículo 1547
in fine).
- Caso en que la cosa es debida bajo condición suspensiva. En este caso,
pendiente la condición suspensiva, si la cosa perece por caso fortuito
o fuerza mayor se extingue la obligación, poniéndose de cargo del
deudor de la obligación de entregar, el riesgo de la pérdida (artículo
1486, ratificado por el artículo 1820).
46 Es mejor hablar de imposibilidad sobrevenida de la prestación
73
la interdependencia de las obligaciones correlativas, en virtud del cual la
extinción de una de las obligaciones acarrea la extinción de la otra. Además,
se llega a esta conclusión por aplicación de los principios de equidad y de
buena fe.
47Recordarel concepto de condición resolutoria: “Hecho futuro e incierto de cuyo
incumplimiento depende la extinción de un derecho”.
48 Este concepto es el que da la doctrina tradicional, ya que como sabemos la doctrina
más moderna señala que la imputabilidad del incumplimiento solo es un requisito para la
indemnización de daños.
49 Generalmente esta figura se estudia dentro del ámbito de las condiciones, dado que
74
Pero con todo, ¿estamos ante una verdadera condición? Lo que explica
que el legislador la trate de esta manera (como condición), se basa en el
principio de la autonomía de los contratos y de la concepción voluntarista
del derecho de los contratos, ya que bajo esa perspectiva de los contratos,
se ha entendido que las partes solo pretenden estar obligadas, permanecer
obligadas, en la medida que se produzca el cumplimiento de las obligaciones
correlativas A la inversa, si se produce un incumplimiento de un contrato
de esta tipo, se entiende que las partes ya no desean estar obligadas (no
existiría la voluntad de cumplir). Es por esto que se es un elemento de la
naturaleza de los contratos bilaterales, y por lo tanto se entiende siempre
presente.
Esto es necesario relacionarlo con los mecanismos ante el incumplimiento (los que se
50
verán en su momento)
75
importancia al interés del acreedor afectado por el incumplimiento, por lo
que cuando ese incumplimiento afecte de manera sustancial este interés,
nos encontraremos en una situación en que se nos habilita para resolver el
contrato51. En definitiva, será el juez quien determine la envergadura del
incumplimiento.
En atención a esta exigencia y unido ello a que el artículo 310 del CPC,
permite oponer la excepción de pago fundado en antecedentes escritos,
hasta antes de la citación de oír sentencia en primera instancia y de la vista
de la causa en segunda instancia se ha producido en la práctica, que se le
ha permitido al incumplidor pagar durante el trascurso del juicio y con ello
enervar la acción resolutoria. El problema de la procedencia de lo anterior,
es que implica dejar la suerte del contrato en manos del deudor que ha
incumplido, con lo que el derecho de opción queda absolutamente en nada.
En contra de esto se ha señalado que el legislador lo que reconoce en el
artículo 310 del CPC, es un pago que se efectuó con anterioridad al juicio.
Efectos de la Resolución
51Por ejemplo, se contrata a un cantante para que entone el avemaría en un matrimonio,
al ingresar la novia a la iglesia. Si el cantante llega tarde, una vez iniciada la ceremonia,
evidentemente hay un incumplimiento de carácter relevante.
52 El artículo 1925 en materia de arrendamiento nos permite concluir que la resolución
76
- Respecto de las Partes:
77
i) Es una acción personal: Esta viene a proteger un crédito (derecho
personal).
ii) Es patrimonial: resguarda un interés pecuniario. De esto se
desprenden las otras características;
iii) Es renunciable: esto se funda en el artículo 12 y el 1487. Puede ser
expresa o tácita y puede ser anterior a la verificación de los hechos
que lleven a cumplir la condición. Además, al ser un elemento de la
naturaleza puede ser excluida por las partes.
iv) Trasmisible y trasferible: los herederos podrán ejercer la acción
resolutoria y podría cederse la acción por un acto entre vivos.
v) Es prescriptible: Respecto del plazo de prescripción, no hay uno
específicamente establecido por tanto, se aplicaran las reglas
generales, esto es, 5 años desde que la obligación se haya hecho
exigible. Tratándose del pacto comisorio, hay reglas especiales.
En el caso del pacto comisorio simple, son los mismos que la condición
resolutoria tácita, por lo tanto se tratara de una figura que requerirá
declaración judicial (artículo 1873).
78
limita la actuación ipso facto de la resolución al señalar que el deudor podrá
pagar dentro de las 24 hrs siguientes a la notificación, alterando lo pactado
por las partes. El legislador estaría vulnerando la autonomía de la voluntad
y la libertad contractual, por lo que debe interpretarse restrictivamente. Pero
si se refiere a la obligación de entrega o el pacto se establece en otro contrato,
el incumplimiento producirá que el pacto actúa de pleno derecho, primando
así la voluntad de las partes.
79
CAPITULO II
1 BONNECASE , obra citada, tomo II, Nº 596, pág. 486; DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 449,
pág. 388; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nos. 19 y 20, págs. 13 y 14; PLANIOL Y RIPERT,
obra citada, tomo VI, Nº 32, pág. 38.
El Código de las obligaciones y de los contratos de la República Libanesa contempla expresa-
mente las clasificaciones mencionadas en los Nos. 6º, 7º y 8º (arts. 172, 173 y 175).
17
18 DE LOS CONTRATOS
A. CONTRATOS UNILATERALES
Y BILATERALES
2 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 21, pág. 15; DE PAGE, obra citada, tomo II,
Nº 450, pág. 389; PLANIOL Y R IPERT, obra citada, tomo VI, Nº 33, pág. 39; G AUDEMET, obra citada,
pág. 22; P LANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 948, pág. 344; DEMOGUE, obra citada, tomo II,
Nº 914, pág. 889; C OLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 13, pág. 14.
3 PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 33, pág. 39; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3 a.
edición, Nº 21, pág. 15; DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 450, pág. 390; GAUDEMET, obra citada,
tomo II, pág. 22; P LANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 948, pág. 344; DEMOGUE, obra citada,
tomo II, Nº 914, pág. 890; COLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 13, pág. 14.
4 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 21, pág. 15.
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 19
5 P LANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 948, pág. 344; JOSSERAND, obra citada, tomo II,
3a. edición, Nº 21, pág. 15; PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 33, pág. 39; D E PAGE, obra
citada, tomo II, Nº 447, pág. 386; ENNECCERUS, KIPP Y WOLFF, obra citada, Derecho de las obligaciones,
volumen I, pág. 161; GIORGI, obra citada, tomo III, versión española, Nº 25 in fine, pág. 38; DE
RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española, pág. 266.
6 DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 452, pág. 393; CLARO SOLAR, obra citada, tomo X, Nº 637,
pág. 572.
7 Rev., tomo 31, 2a. parte, sec. 1a., pág. 11 (Corte Suprema); tomo 34, 2a. parte, sec. 1a., pág. 435.
8 P LANIOL Y R IPERT, obra citada, tomo VI, Nº 36, pág. 43; DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 452,
pág. 393; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 26, pág. 18; D EMOGUE, obra citada, tomo II,
Nº 914, pág. 890. En contra D E RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española, pág. 267 in fine,
quien estima que el contrato unilateral no se convierte en bilateral por el hecho de que los
contratantes estipulen una obligación a cargo de la otra parte.
9 No ocurre lo mismo con el depósito. Si éste es remunerado, degenera en arrendamiento de
servicios (art. 2219 C. C.).
Si la solución contraria se admite en Francia, ello se debe a que el art. 1928 del C. C. francés,
que autoriza expresamente la estipulación de un salario por el depósito, no contiene un precepto
análogo al inc. 2º de nuestro art. 2219; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 26, pág. 18 y
Nº 1362, pág. 802; P LANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 36, pág. 43; D E P AGE, obra citada, tomo
II, Nº 452, pág. 393; DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 914, pág. 890; P LANIOL, obra citada, tomo II,
10a. edición, Nº 2205, pág. 739.
20 DE LOS CONTRATOS
10 PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 36, pág. 43; D EMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 914,
pág. 891; CLARO SOLAR, obra citada, tomo X, Nº 637, pág. 572.
11 E NNECCERUS, KIPP Y W OLFF, obra citada, Derecho de las obligaciones, volumen I, versión española,
pág. 162, denominan estos contratos no rigurosamente unilaterales.
12 CLARO SOLAR, obra citada, tomo X, Nº 636, pág. 572.
13 Rev., tomo 37, 2a. parte, sec. 1a., pág. 285 (Corte Suprema).
14 GAUDEMET , obra citada, pág. 22; BONNECASE , obra citada, tomo II, Nº 595, pág. 486; PLANIOL Y
RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 35, pág. 40; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nos. 24 y 25,
págs. 17 y 18; DE P AGE, obra citada, tomo II, Nº 453, pág. 394; DEMOGUE, obra citada, tomo II,
Nº 914, pág. 890; C OLIN Y CAPITANT, tomo II, 8a. edición, Nº 14, pág. 15; P LANIOL, obra citada, tomo II,
10a. edición, Nº 950, pág. 346; CLARO SOLAR, obra citada, tomo X, Nº 636 in fine, pág. 572; GIORGI,
obra citada, tomo III, versión española, Nº 25, pág. 37; DE RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión
española, págs. 267 y 268.
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 21
15 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 23, pág. 16; PLANIOL Y RIPERT , obra citada,
tomo VI, Nº 34, pág. 39; D E P AGE, obra citada, tomo II, Nº 451, pág. 391; COLIN Y CAPITANT, obra
citada, tomo II, 8a. edición, Nº 13, pág. 14.
16 Rev., tomo 37, 2a. parte, sec. 1a., pág. 285.
17 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 23, pág. 17; PLANIOL Y RIPERT , obra citada,
tomo VI, Nº 34, pág. 39; DE PAGE , obra citada, tomo II, Nº 451, pág. 391; P LANIOL, obra citada, tomo
II, 10a. edición, Nº 949, pág. 344; COLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 13, pág. 15;
ENNECCERUS, KIPP Y WOLFF, obra citada, Derecho de las obligaciones, volumen I, versión española, pág. 163;
DE RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española, pág. 268.
18 P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 34, pág. 40; DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 451,
pág. 391; P LANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 949, pág. 345.
19 DE PAGE , obra citada, tomo II, Nº 451, pág. 392; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición,
Nº 386, pág. 214; P LANIOL, obra citada, tomo II, 10 a. edición, Nº 949, pág. 345.
22 DE LOS CONTRATOS
obligaciones recíprocas debe sufrir la pérdida fortuita del cuerpo cierto que
es objeto de una de ellas, si el deudor o el acreedor o, en otros términos, si
extinguida una de las obligaciones por la causa ya señalada, la otra también se
extingue o subsiste y debe, no obstante, ejecutarse20. En los contratos unilate-
rales, como se comprende, este problema no se puede presentar: si en ellos
hay un solo deudor y un solo acreedor, la pérdida fortuita de la cosa será
siempre para éste; esa pérdida extingue la obligación (art. 1670)21.
20 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 23, pág. 17; PLANIOL Y RIPERT , obra citada,
tomo VI, Nº 34, pág. 40; BONNECASE, obra citada, tomo II, Nº 595, pág. 486; G AUDEMET, obra citada,
pág. 22; D E PAGE , obra citada, tomo II, Nº 451, pág. 392; PLANIOL , obra citada, tomo II, 10a. edición,
Nº 949, pág. 344; C OLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 13, pág. 15.
21 DE PAGE , obra citada, tomo II, Nº 451, pág. 392; C OLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II,
8a. edición, Nº 13, pág. 15.
22 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916, pág. 895.
23 P LANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 951, pág. 347; GAUDEMET , obra citada, tomo II,
pág. 23; DE RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española, pág. 269.
24 Rev., tomo 19, 2a. parte, sec. 1a., pág. 241 (Corte Suprema).
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 23
dad de obligaciones que genere, como erradamente lo dice el art. 1106 del
C. C. francés25, sino a la reciprocidad de beneficios que comporte. Basta que
ambos contratantes obtengan utilidad del contrato, aunque engendre obliga-
ciones a cargo de uno de ellos, para que aquél sea oneroso. Es lo que ocurre
en el mutuo con interés: aunque unilateral, porque sólo el mutuario se obliga
a restituir el dinero prestado y a pagar los intereses convenidos, el contrato
tiene por objeto la utilidad de ambas partes, la de aquél, puesto que goza del
dinero, y la del mutuante, que percibe los intereses26.
Síguese de lo dicho que si los contratos bilaterales son siempre onerosos
–la reciprocidad de obligaciones supone necesariamente la de utilidades–,
no sucede lo mismo con los unilaterales. Si estos, por lo general, son gratui-
tos, nada obsta para que en ocasiones puedan ser onerosos. Tal es el caso
del mutuo con interés a que acabamos de referirnos27. Es que en realidad, y
salvo casos excepcionales28, el carácter oneroso o gratuito no es de la esen-
cia de los contratos29.
25 El art. 1106 del C. C. francés dice: “El contrato a título oneroso es el que sujeta a cada una de
las partes a dar o a hacer alguna cosa”.
26 GAUDEMET , obra citada, tomo II, pág. 23; P LANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 952,
pág. 347; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 27, pág. 19; D EMOGUE, obra citada, tomo II,
Nº 916, pág. 894; E NNECCERUS, KIPP Y WOLFF, obra citada, Derecho de las obligaciones , volumen I, versión
española, Nº 5, pág. 142; GIORGI, obra citada, tomo III, versión española, Nº 26, pág. 39; DE
RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española, pág. 269.
27 GAUDEMET , obra citada, tomo II, pág. 23; P LANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 952,
pág. 347; P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 37, pág. 44; COLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo
II, 8a. edición, Nº 12, pág. 14; DE RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española, pág. 269; GIORGI,
obra citada, tomo III, versión española, Nº 26, pág. 39.
28 Pueden señalarse al efecto los contratos bilaterales, por la razón ya dicha; el depósito, que si
es remunerado degenera en arrendamiento de servicios (art. 2219), y el comodato, en que el uso
de la cosa debe suministrarse gratuitamente (art. 2174); de lo contrario habría arrendamiento.
29 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916, pág. 894.
30 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 29, pág. 20; PLANIOL Y RIPERT , obra citada,
tomo VI, Nº 37, pág. 44; COLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 12, pág. 13.
31 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 29, pág. 20; PLANIOL Y RIPERT , obra citada,
tomo VI, Nº 37, pág. 44; COLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 12, pág. 13.
24 DE LOS CONTRATOS
32 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 28, pág. 19; DEMOGUE, obra citada, tomo II,
Nº 916, pág. 894; P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 39, pág. 47.
33 Para este efecto, sólo se considerarán las prestaciones que el contrato imponga obligatoria-
mente a las partes y no las voluntarias, ni las que queden a su exclusivo arbitrio: DEMOGUE, obra
citada, tomo II, Nº 916, pág. 893.
34 PLANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 39, pág. 47.
35 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916, pág. 905.
36 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916, pág. 905, estimo, en cambio, que la caución constitui-
da por un tercero es siempre onerosa respecto del acreedor, porque tiene por objeto robustecer
una obligación preexistente.
37 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916, pág. 905.
38 Rev., tomo 35, 2a. parte, sec. 1a., pág. 12 (Corte Suprema).
39 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916, págs. 897 y 905.
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 25
40 PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 39, pág. 47; D EMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916,
págs. 895 y 906.
41 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916, pág. 896.
42 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916, pág. 896.
43 PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 39, pág. 47; D EMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916,
pág. 906.
44 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916, pág. 897; PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI,
Nº 39, pág. 47.
45 G IORGI, obra citada, tomo III, versión española, Nº 26, pág. 38; DE RUGGIERO, obra citada,
tomo II, versión española, pág. 269 in fine.
46 D EMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 916, págs. 898 y 906 in fine; DE RUGGIERO, obra citada,
tomo II, versión española, pág. 269, nota 1. En contra: PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 39,
pág. 47, si bien reconocen que hay casos en que a un mismo contrato se aplican distributivamente
las reglas de los contratos onerosos y las de los gratuitos, lo que en el fondo importa aceptar la
opinión expresada en el texto.
47 PLANIOL Y R IPERT, obra citada, tomo VI, Nº 39 in fine, pág. 48; D EMOGUE, obra citada, tomo II,
Nº 916, págs. 901 y 906.
26 DE LOS CONTRATOS
32. DEFINICIÓN. Esta clasificación, como se desprende del art. 1441, es una subdi-
visión de los contratos onerosos56.
El contrato oneroso es conmutativo, cuando cada una de las partes se obliga a
dar o hacer una cosa que se mira como equivalente a lo que la otra parte debe dar o
hacer a su vez; y si el equivalente consiste en una contingencia incierta de ganancia o
pérdida, se llama aleatorio (art. 1441).
Lo que caracteriza al contrato conmutativo es que las prestaciones de las
partes se miran como equivalentes: lo que cada una da se considera, en con-
cepto de ella, como que corresponde en valor a lo que de la otra recibe. Y,
por lo mismo, los contratantes pueden apreciar, desde la celebración del
contrato, el beneficio o pérdida que éste les significa. En el contrato aleato-
rio, en cambio, la extensión y, a veces, la existencia misma de las prestaciones
dependen de un acontecimiento incierto; los contratantes no pueden cono-
cer, desde su celebración, el beneficio o la pérdida que reportarán del contra-
to. En esto consiste lo aleatorio. Ello lo sabrán una vez producido el aconteci-
miento incierto del cual han hecho depender sus obligaciones57.
54 PLANIOL , obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 953, pág. 347; PLANIOL Y RIPERT , obra citada,
tomo VI, Nº 38, pág. 45; DE RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española, pág. 270.
55 GAUDEMET, obra citada, pág. 23; P LANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 953, pág. 347;
PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 38, pág. 45; D E R UGGIERO, obra citada, tomo II, versión
española, pág. 270.
56 G IORGI, obra citada, tomo III, versión española, Nº 27, pág. 40; DE RUGGIERO, obra citada,
tomo II, versión española, pág. 270.
57 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 30, pág. 20. PLANIOL Y RIPERT , obra citada,
tomo VI, Nº 40, pág. 48; GAUDEMET, obra citada, pág. 24; D E PAGE , obra citada, tomo II, Nº 457,
pág. 400; PLANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 954, pág. 347; DE RUGGIERO, obra citada,
tomo II, versión española, pág. 270; GIORGI, obra citada, tomo III, versión española, Nº 27, pág. 40.
28 DE LOS CONTRATOS
58 PLANIOL , obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 956, pág. 348; PLANIOL Y RIPERT , obra citada,
tomo VI, Nº 40, pág. 49.
59 PLANIOL , obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 957, pág. 348; D EMOGUE, obra citada, tomo II,
Nº 915, pág. 891; P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, pág. 49, nota 1; G AUDEMET, obra citada,
pág. 24; DE RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española, pág. 271.
60 GAUDEMET , obra citada, pág. 24; PLANIOL, obra citada, tomo II, 10 a. edición, Nº 957, pág. 348.
61 PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, pág. 49, nota 1; COLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II,
8a. edición, Nº 20, pág. 20.
62 Un contrato unilateral si es oneroso, puede también ser conmutativo: tal ocurre con el
mutuo con interés: D E RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española, pág. 270.
63 PLANIOL , obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 955, pág. 348.
64 La enumeración del art. 2258 no es taxativa. Así resulta del propio texto de este artículo,
pues según él los contratos aleatorios allí mencionados no son los únicos sino los principales; luego
hay otros.
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 29
37. DEFINICIÓN. El contrato es principal cuando subsiste por sí mismo, sin necesi-
dad de otra convención. Es accesorio cuando tiene por objeto asegurar el cumplimiento
de una obligación principal, de manera que no pueda subsistir sin ella (art. 1442).
65 PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 40, pág. 49 in fine y pág. 50, nota 1; JOSSERAND, obra
citada, tomo II, Nº 30, pág. 21.
66 PLANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 40, pág. 50.
67 J OSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 30, pág. 21; GAUDEMET , obra citada, pág. 24 in
fine; BONNECASE, obra citada, tomo II, Nº 595 in fine, pág. 486; P LANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo
VI, Nº 41, pág. 50; P LANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 958, pág. 348; DE PAGE, obra citada,
tomo II, Nº 457, pág. 400.
68 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 30 in fine, pág. 21 y Nº 1052, pág. 625; P LANIOL
Y R IPERT, obra citada, tomo II, Nº 41, pág. 51.
69 PLANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 41, pág. 50 in fine.
70 PLANIOL , obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 958, pág. 348; GAUDEMET , obra citada, pág. 24
in fine.
30 DE LOS CONTRATOS
39. CONTRATOS DEPENDIENTES. Hay también ciertos contratos que, para produ-
cir los efectos que les son propios, requieren la existencia de otro, pero que
no tienen por objeto asegurar su cumplimiento. Tales son las capitulaciones
matrimoniales, que suponen la existencia del matrimonio a que se refieren,
su objeto es reglar los intereses pecuniarios de los cónyuges; la incorporación
de nuevos socios a una sociedad o a una persona jurídica ya constituida73; la
fusión de una sociedad con otra; el contrato de novación, como lo denomina
el art. 1630, y, en general, todos los contratos que celebren las partes en
ejecución o como consecuencia del que las liga74, por ejemplo, el aumento de
capital de una sociedad, la posposición de una hipoteca en favor de otra
constituida posteriormente.
Estos contratos, que se denominan dependientes, puesto que están subor-
dinados a otros, no pueden calificarse de accesorios entre nosotros, no
71 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 39, pág. 14; B ONNECASE, obra citada, tomo II,
Nº 596 in fine, pág. 487.
72 P LANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 959, pág. 348; DE P AGE, obra citada, tomo II,
Nº 458, pág. 400; GAUDEMET, obra citada, pág. 25; P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 44, pág.
53.
73 PLANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 44, pág. 54.
74 PLANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 44, pág. 54 in fine.
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 31
encuadran en la definición del art. 1442, toda vez que su objeto no es asegu-
rar el cumplimiento de una obligación principal, sino reglar, modificar, am-
pliar o complementar los efectos de un contrato preexistente.
No obstante, siguen, en principio, la suerte del contrato de que dependen
o al cual subordinan sus efectos; sin él, no tienen razón de ser. Por eso, la
nulidad de este último obsta a que produzcan los efectos que les son propios,
salvo en cuanto puedan importar una ratificación del mismo, en cuyo caso su
celebración habría validado el contrato del cual dependen o al cual se hallan
subordinados75. Si, por ejemplo, una de las sociedades que se fusionan es
nula, no puede haber fusión76; si la sociedad a la cual se incorporan los
nuevos socios, también lo es, la incorporación no produce ningún efecto; si la
obligación que se nova es nula, lo es la novación misma (art. 1630); si la
hipoteca en cuyo favor se opera la posposición es nula, la posposición no
surtiría efecto; carecería de utilidad77.
A la inversa, la nulidad del contrato dependiente no acarrea la de aquel al
cual está subordinado, a menos que entre ellos haya tal vinculación que no
puedan concebirse uno sin otro, hecho que los jueces del fondo establecen
soberanamente, pues se trata de determinar la intención de los contratantes78.
Por lo que hace al efecto que produce en las capitulaciones matrimoniales
la nulidad o la no celebración del matrimonio, véase nuestro Tratado Práctico
de las capitulaciones matrimoniales, de la sociedad conyugal y de los bienes reservados
de la mujer casada, Nos. 136 a 141, págs. 106 a 109.
75 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 918, pág. 913 y Nº 924, pág. 927.
76 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 923, pág. 926.
77-78 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 924, pág. 927.
79 PLANIOL Y R IPERT, obra citada, tomo VI, Nº 112, pág. 142; J OSSERAND, obra citada, tomo III, 3 a.
edición, Nº 149, pág. 87; GAUDEMET, obra citada, pág. 139, DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 454,
pág. 395; PLANIOL , obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 963, pág. 349; DE RUGGIERO, obra citada,
tomo II, versión española, pág. 263.
32 DE LOS CONTRATOS
80 P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 95, pág. 116; Nº 112; GAUDEMET , obra citada,
pág. 27; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 15, pág. 88; COLIN Y CAPITANT, obra citada,
tomo II, 8a. edición, Nº 16, pág. 17; DE PAGE, obra citada, tomo I, Nº 27, pág. 39; P LANIOL, obra
citada, tomo II, 10a. edición, Nº 964, pág. 350.
81 DE PAGE , obra citada, tomo II, Nº 454, pág. 394; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición,
Nº 149, pág. 87; COLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 15, págs. 15 y 16.
82 La escritura exigida por el art. 4º del C. del T. es por vía de prueba y no de solemnidad,
como se desprende de ese mismo artículo, que contempla el caso de que el contrato se pacte
verbalmente, y del art. 119 del citado Código, que señala las sanciones en que incurre la parte por
cuya negativa u omisión no se otorgó la escritura.
83 En los contratos solemnes, las partes pueden retractarse del contrato, aunque hayan firmado
la respectiva escritura pública, mientras la escritura no haya sido autorizada por el notario. Rev.,
tomo 47, 2a. parte, sec. 1a., pág. 389 y tomo 50, 2a. parte, sec. 1a. , pág. 1.
84 D E PAGE , obra citada, tomo I, Nº 28, pág. 39; tomo II, Nº 454, pág. 394; PLANIOL, obra citada,
tomo II, 10a. edición, Nº 992, pág. 358; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 152, pág. 89;
PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 112, pág. 142; GAUDEMET, obra citada, pág. 139.
85 Rev., tomo 30, 2a. parte, sec. 1a., pág. 362 (Corte Suprema).
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 33
86 D E P AGE, obra citada, tomo II, Nº 454, pág. 395; GAUDEMET , obra citada, pág. 139; PLANIOL Y
RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 113, pág. 142; DE RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión española,
pág. 272; COVIELLO, obra citada, versión española, pág. 391.
Por regla general, la omisión de la solemnidad acarrea la nulidad total del contrato. Hay, sin
embargo, casos en que esa omisión sólo lo anula en parte. Así ocurre en la donación entre vivos,
que si no se insinuare, sólo tendrá efecto hasta el valor de dos mil pesos, y será nula en el exceso
(art. 1401). En el mismo sentido C OVIELLO, obra citada, versión española, pág. 395.
87 PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 113, pág. 142; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a.
edición, Nº 151, pág. 88; DE PAGE , obra citada, tomo I, Nos. 29 y 30, págs. 40 y 41; tomo II, Nº 454,
págs. 395 y 396; GAUDEMET, obra citada, pág. 140; DE RUGGIERO, obra citada, tomo II, versión
española, pág. 272; COVIELLO, obra citada, versión española, pág. 391.
88 Rev., tomo 25, 2a. parte, sec. 1a., pág. 65 (Corte Suprema).
34 DE LOS CONTRATOS
44. CONTRATOS QUE PARTICIPAN DE UN DOBLE CARÁCTER. Hay contratos que son
solemnes y reales, a la vez, porque, a más de ciertas solemnidades exigen,
para su perfeccionamiento, la entrega de la cosa sobre que versan o del
89 GAUDEMET , obra citada, pág. 140; PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 111, pág. 140;
Nº 115 in fine, pág. 146; DE PAGE , obra citada, tomo II, Nº 454, pág. 396; C LARO SOLAR, obra citada,
tomo X, Nº 653, pág. 582; tomo XI, 748, pág. 111.
90 La promesa de un contrato real está expresamente contemplada en el Nº 4º del art. 1554
cuando dice que el contrato prometido debe especificarse de tal manera que solo falte, para que
sea perfecto, la tradición de la cosa.
91 P LANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 119, pág. 149; J OSSERAND, obra citada, tomo II,
3a. edición, Nº 153, pág. 90; PLANIOL, obra citada, tomo II, 10a. edición, Nº 995, pág. 359; DE PAGE,
obra citada, tomo II, Nº 455, pág. 396; C OLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 15,
pág. 16, GIORGI, obra citada, tomo III, versión española, Nº 29, pág. 41; DE RUGGIERO, obra citada,
tomo II, versión española, pág. 265.
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 35
96 D E P AGE, obra citada, tomo II, Nº 455, pág. 396; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición,
Nº 38, pág. 28 y Nº 154, pág. 91; P LANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 120, pág. 151; DEMOGUE,
obra citada, tomo II, Nº 502, pág. 64; C OLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 15,
pág. 16; GIORGI, obra citada, tomo III, versión española, Nº 29, pág. 42.
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 37
F. OTRAS CLASIFICACIONES
97 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 154, pág. 91; P LANIOL Y RIPERT, obra citada,
tomo VI, Nº 121, pág. 152; DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 502, pág. 64.
98 DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 455, pág. 398.
99 ENNECCERUS , KIPP Y WOLFF, obra citada, Derecho de obligaciones, volumen II, versión española,
págs. 212 (comodato) y 356 (depósito).
100 D EMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 917, pág. 908.
101 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 917, pág. 908; GAUDEMET, obra citada, pág. 25; PLANIOL Y
RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 42, pág. 51; JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 19,
pág. 13.
102 PLANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 42, pág. 51; JOSSERAND, obra citada, tomo II,
3a. edición, Nº 19, pág. 14; DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 460, pág. 401.
103 Rev., tomo 21, 2a. parte, sec. 1a., pág. 391 (Corte Suprema).
38 DE LOS CONTRATOS
sobre que versó fueron materiales unos e inmateriales otros, los más fueron
de aquellos que no caben dentro de una denominación especial por referirse
a un conjunto de atenciones para alivio y consuelo del estado moral de una
persona104. El mismo tribunal ha calificado también de innominado el contra-
to por el cual se cede a una persona, por un precio prefijado, el derecho de
explotar o usufructuar a perpetuidad o por tiempo indefinido al carbón que
exista o existiere en el fundo de la otra parte105.
Estos contratos se rigen por las reglas aplicables a todo acto y declaración
de voluntad y por lo que estipulen las partes, sin perjuicio de que en caso
necesario se pueda recurrir, por analogía, a las reglas del contrato nominado
más similar106. Se ha fallado que si el contrato sub lite no es ninguno de los
definidos por el C. C., debe calificarse de innominado y regirse por la ley del
propio contrato y por las disposiciones legales que, por analogía, puedan
avenirse a sus peculiares modalidades107.
Esta clasificación tenía gran importancia en el Derecho Romano. En él
sólo los contratos nominados daban acción para exigir su cumplimiento; los
contratos innominados o pactos no la otorgaban sino en caso de que la otra parte
los cumpliere. Hoy día, en cambio, no la tiene. En virtud del principio consa-
grado en el art. 1545 y de la libertad de que gozan las partes para pactar
cualquiera clase de contrato, todo el que celebren, sea o no de los reglamen-
tados por la ley, tiene igual fuerza obligatoria.
109 D EMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 917, pág. 909; ENNECCERUS, K IPP Y WOLFF, obra citada,
Derecho de obligaciones, volumen II, versión española, Nº 2, pág. 6.
110 DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 917, pág. 909; P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI,
Nº 43, pág. 52.
111 Esmein en PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 43, pág. 53, los denomina, sin
embargo, así. DEMOGUE , obra citada, tomo II, pág. 910, nota 2, menciona el hospedaje como
ejemplo de contrato mixto. Véase, en el mismo sentido, ENNECCERUS, KIPP Y WOLFF, obra citada,
Derecho de obligaciones, volumen II, versión española, pág. 8.
112 P LANIOL Y R IPERT, obra citada, tomo VI, Nº 43, pág. 53.
113 D EMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 926 ter, pág. 930.
114 Este es el contrato que los franceses denominan gré a gré.
40 DE LOS CONTRATOS
115 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3 a. edición, Nº 32, pág. 22; GAUDEMET , obra citada, pág. 52;
BONNECASE, obra citada, tomo II, Nº 596, pág. 486.
116 P LANIOL, obra citada, tomo II, 10 a. edición, Nº 972 bis, pág. 353; COLIN Y CAPITANT, obra
citada, tomo II, 8a. edición, Nº 9, pág. 10; GAUDEMET, obra citada, pág. 52; BONNECASE, obra citada,
tomo II, Nº 596, pág. 487; P LANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 122, pág. 155; JOSSERAND, obra
citada, tomo II, 3a. edición, Nº 32, pág. 22; D E PAGE, obra citada, tomo II, Nº 550, pág. 471; CLARO
SOLAR, obra citada, tomo XI, Nº 752, c), pág. 128.
117 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 34, pág. 26; BONNECASE , obra citada, tomo II,
Nº 596, pág. 487.
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 41
118 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 35, pág. 26; BONNECASE , obra citada, tomo II,
Nº 596, pág. 487; P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 26, pág. 32.
119 JOSSERAND, obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 34, pág. 26.
120 J OSSERAND, obra citada, tomo II, 3 a. edición, Nº 35, pág. 26; PLANIOL , obra citada, tomo II, 10a.
edición, Nº 946, pág. 343; P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 26, pág. 32 y Nº 369, pág. 505.
121 JOSSERAND , obra citada, tomo II, 3a. edición, Nº 33 bis, pág. 25; PLANIOL Y RIPERT, obra citada,
tomo VI, Nº 45, pág. 55; DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 459, pág. 400; DEMOGUE, obra citada, tomo
II, Nº 917 quinquies, pág. 912; COLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 21, pág. 21.
122 D EMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 917 quinquies, pág. 912; P LANIOL Y RIPERT, obra citada,
tomo VI, Nº 45, pág. 55; BONNECASE, obra citada, tomo II, Nº 596, pág. 487; JOSSERAND, tomo II,
3a. edición, Nº 33 bis, pág. 25; COLIN Y CAPITANT, obra citada, tomo II, 8a. edición, Nº 21, pág. 21.
42 DE LOS CONTRATOS
123 P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 45, pág. 55.
124 P LANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 45, pág. 55; DEMOGUE, obra citada, tomo II, Nº 917
quinquies, pág. 912.
125 P LANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 45, pág. 55; JOSSERAND, tomo II, 3 a. edición, Nº 33
bis, pág. 25; DE PAGE, obra citada, tomo II, Nº 459, pág. 401.
126 Rev., tomo 22, 2a. parte, sec. 1a., pág. 547. Véase en el mismo sentido: tomo 29, 2a. parte, sec.
1a. , pág. 267 y tomo 9, 2a. parte, sec. 1a. , pág. 325 (Corte Suprema).
127 P LANIOL Y R IPERT, obra citada, tomo VI, Nº 45, pág. 57.
128 Así se ha fallado en Rev., tomo 27, 2a. parte, sec. 1a., pág. 620.
CLASIFICACION DE LOS CONTRATOS 43
129 PLANIOL Y RIPERT, obra citada, tomo VI, Nº 45, pág. 57; JOSSERAND, obra citada, tomo II, Nº 33
bis, pág. 25.
130 PLANIOL Y RIPERT , obra citada, tomo VI, Nº 45, pág. 58; JOSSERAND, obra citada, tomo II,
3a. edición Nº 33 bis, pág. 25 in fine.
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones
tos del acto o de la nulidad. Nada obsta efectos que las partes han querido atri-
para que reporte el consiguiente benefi- buirle.
cio y renuncie a la inoponibilidad. El juez en esta tarea debe poner a
contribución la lógica, el buen sentido,
64. Extinción de la inoponibilidad. La la experiencia; a la vez es una tarea de
inoponibilidad se extingue por diversas conciencia y buena fe.
causas.
La inoponibilidad de forma se extin- 67. Carácter de las reglas legales de
gue por el cumplimiento de las formali- interpretación. Para orientar la labor del
dades omitidas. juez, el legislador ha formulado las re-
Se extingue la inoponibilidad por la glas de interpretación de los contratos de
renuncia del tercero, ya que mira a su los arts. 1560 a 1566.
personal interés. La interpretación del contrato corres-
En fin, la inoponibilidad se extinguirá ponde soberanamente a los jueces del
por prescripción en todos aquellos casos fondo y escapa al control de la Corte
en que debe hacerse valer como acción; Suprema. Si el juez se equívoca al inter-
las excepciones son generalmente impres- pretar el contrato, más bien que las nor-
criptibles y, en consecuencia, no se extin- mas de que se trata, infringiría el con-
guirá por la prescripción la inoponibili- trato mismo.
dad que deba hacerse valer de este modo.
68. Misión de la Corte Suprema. Los
65. Inoponibilidad y nulidad. Difiere jueces del fondo son soberanos para in-
la inoponibilidad de la nulidad en que terpretar la voluntad de los contratantes,
no ataca el acto mismo sino sus efectos. indagar cuál ha sido su intención y el
El acto es válido, produce efectos entre sentido que debe darse a las cláusulas de
las partes, pero tales efectos no alcanzan la convención.
a los terceros. La Corte Suprema sólo interviene
La nulidad destruye el acto erga om- cuando hay violación de ley, que se co-
nes; la inoponibilidad, entre tanto, deja metería en las siguientes hipótesis:
subsistente el acto en la medida en que a) Los jueces del fondo establecen la
no lesiona a terceros. existencia de un contrato determinado,
pero le atribuyen consecuencias o efec-
tos diversos de los que prevé la ley.
V. INTERPRETACIÓN DE LOS De este modo, desconociendo las ne-
CONTRATOS cesarias consecuencias del contrato, los
jueces del fondo infringen la ley que le
66. Concepto. Interpretar un contra- atribuye tales efectos.
to es determinar el sentido y alcance de b) Los jueces del fondo, a pretexto
sus estipulaciones. de interpretar el contrato, no pueden des-
La interpretación del contrato tiene naturalizarlo y rehacerlo. La Corte Supre-
lugar cuando los términos de que las par- ma está autorizada para actuar y hacer
tes se han servido son oscuros o ambi- respetar el principio de que el contrato
guos; cuando, a pesar de su claridad, son es ley para las partes contratantes.
inconciliables con la naturaleza del con-
trato o con la evidente intención de las 69. Métodos de interpretación. Dos
partes; cuando, en fin, la comparación métodos se conciben para interpretar los
de las diversas cláusulas, consideradas en contratos: uno subjetivo y otro objetivo.
conjunto, hace surgir dudas acerca de su El primero de estos métodos se pre-
particular alcance. ocupa de indagar cuál es la voluntad real
Corresponde al juez interpretar el de los contratantes. Suelen las partes em-
contrato para asignar a la convención los plear en la manifestación de su voluntad
28
Primera Parte: Los contratos en general
términos inadecuados; la forma de la de- ria debe restringirse el alcance de las cláu-
claración traiciona, a menudo, su pensa- sulas contractuales, aunque estén conce-
miento íntimo. Trátase de establecer el bidas en términos amplios o generales.
verdadero pensamiento de los contratan- El art. 1561 dispone: “Por generales
tes que debe prevalecer sobre la volun- que sean los términos de un contrato,
tad declarada. sólo se aplicarán a la materia sobre que
Tal es el sistema que adopta nuestro se ha contratado”.
Código, tomado del Código francés. De este modo, si las partes transigen
El segundo sistema adopta un crite- un juicio y expresan que finiquitan toda
rio radicalmente diverso. La declaración dificultad entre ellas, actual o futura, la
de voluntad tiene un valor en sí, inde- generalidad de los términos de la tran-
pendientemente de la intención de sus sacción no hace que se entiendan transi-
autores. gidas sino las cuestiones planteadas en el
Para interpretar el contrato no debe juicio.28
indagarse, por lo tanto, cuál ha sido la
intención de los contratantes sino el al- 72. Interpretación del contrato en el
cance que corresponde atribuir a la de- sentido de que sus cláusulas produzcan
claración, según el uso corriente, las cos- efectos. En esta investigación del verda-
tumbres, las prácticas admitidas en los dero pensamiento de las partes, es razo-
negocios. nable suponer que no han querido inser-
Tal es el sistema del Código alemán. tar en el contrato cláusulas inútiles y
carentes de sentido.
70. La intención de los contratan- Por este motivo, el art. 1562 dispone:
tes. Consecuente con su sistema el Códi- “El sentido en que una cláusula puede
go establece, como regla fundamental de producir algún efecto deberá preferirse
interpretación, que la voluntad real de los a aquel en que no sea capaz de producir
contratantes prevalece sobre los términos efecto alguno”.
en que se ha formulado dicha declaración.
El art. 1560, en efecto, dispone: “Co- 73. Interpretación conforme a la na-
nocida claramente la intención de los con- turaleza del contrato. Las cláusulas am-
tratantes, debe estarse a ella más que a lo biguas de un contrato deben entenderse
literal de las palabras”. del modo que esté más acorde con su
La disposición no significa que el in- naturaleza.
térprete debe desentenderse de los tér- El art. 1563 establece: “En aquellos
minos del contrato. Debe admitirse que casos en que no apareciere voluntad con-
las palabras, por regla general, traducen traria, deberá estarse a la interpretación
con fidelidad el pensamiento. Si los tér- que mejor cuadre con la naturaleza del
minos son claros, lo será igualmente la contrato”. Las cosas que son de la natu-
intención de las partes. raleza de un contrato se entienden per-
Sólo está autorizado el intérprete para tenecerle sin necesidad de estipulación si
apartarse del tenor literal del contrato, las partes no han expresado lo contrario,
cuando contraría la intención de los con- se entiende que han querido incluir to-
tratantes “conocida claramente”. das aquellas cosas que naturalmente per-
Para conocer la intención de los que tenecen al contrato.
contratan, el Código ha señalado diver- El art. 1563, inc. 2º, previene: “Las
sas normas de interpretación. cláusulas de uso común se presumen aun-
que no se expresen”.
71. Alcance de los términos genera-
les del contrato. El acuerdo de volunta-
des no puede referirse sino a la materia 28
A propósito de la transacción, el art. 2462
que es objeto del contrato. A esta mate- reproduce esta regla.
29
Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones
Es clásico el ejemplo de Pothier. Su- tes, o una de las partes con aprobación
póngase que se arrienda un predio rústi- de la otra”.
co por cinco años en $ 1.000; debe en- Tal es la interpretación denominada
tenderse que el precio es de $ 1.000 auténtica, cuya importancia real no des-
anuales, porque es de la naturaleza del tacan suficientemente las disposiciones del
arrendamiento que el precio se pague por Código.
años (art. 1944, inc. 2º).
77. Casos especiales previstos en el
74. Interpretación armónica de las contrato. Para explicar el alcance de las
cláusulas del contrato. El contrato cons- obligaciones de las partes o para evitar
tituye un todo indivisible. Sus cláusulas dudas, suele el contrato prever determi-
se encadenan unas a otras y es irracional nados casos o situaciones.
considerarlas aisladamente. Por este solo hecho, no se entiende
El art. 1564, inc. 1º, previene: “Las que las partes han querido limitar los efec-
cláusulas de un contrato se interpretarán tos del contrato al caso o casos especial-
unas por otras, dándose a cada una el mente previstos. El art. 1565 dispone:
sentido que mejor convenga al contrato “Cuando en un contrato se ha expresado
en su totalidad”. un caso para explicar la obligación, no se
entenderá por sólo eso haberse querido
75. Interpretación de un contrato por restringir la convención a ese caso, ex-
otro. Las cláusulas de un contrato “po- cluyendo los otros a que naturalmente se
drán interpretarse por las de otro contra- extienda”.
to entre las mismas partes y sobre la mis-
ma materia” (art. 1564, inc. 2º). 78. Interpretación de las cláusulas
Puede el juez, por lo tanto, buscar ambiguas cuando son inaplicables otras
fuera del contrato mismo que se trata de reglas interpretativas. Prevé la ley, por úl-
interpretar elementos para precisar su al- timo, que resulten inaplicables todas las
cance. De otros contratos que anterior- demás reglas de interpretación.
mente ligaron a las partes puede fluir con Las cláusulas ambiguas deben inter-
claridad cuál ha sido su intención al vin- pretarse en contra de aquel de los con-
cularse por un nuevo contrato.29 tratantes que las dictó y a quien, en suma,
puede imputarse esta ambigüedad.
76. Aplicación práctica del contrato. La El art. 1566, inc. 2º, establece que “las
aplicación práctica que los contratantes cláusulas ambiguas que hayan sido exten-
han hecho de las estipulaciones del con- didas por una de las partes, sea acreedo-
trato, antes de que surgieran discrepan- ra o deudora, se interpretarán contra ella,
cias entre ellos, es decisiva para precisar siempre que la ambigüedad provenga de
su genuino sentido y alcance. la falta de una explicación que haya de-
El art. 1564, inc. 3º, establece que las bido darse por ella”.
cláusulas contractuales podrán también Pero si la ambigüedad no es imputa-
interpretarse “o por la aplicación prácti- ble a ninguna de las partes, “se interpre-
ca que hayan hecho de ellas ambas par- tarán las cláusulas ambiguas a favor del
deudor” (art. 1566, inc. 1º).
29
Concuerdan estas reglas con las que el Có-
digo señala para la interpretación de la ley. El con- VI. DISOLUCIÓN DE LOS
texto de la ley servirá para ilustrar sus partes, “de CONTRATOS
manera que haya entre todas ellas la debida corres-
pondencia y armonía”; asimismo, los pasajes oscu-
ros de la ley “pueden ser ilustrados por medio de 79. Causas de disolución de los
otras leyes, particularmente si versan sobre el mis- contratos. El art. 1545 establece que el
mo asunto”. contrato legalmente celebrado constitu-
30
Primera Parte: Los contratos en general
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Manual de Derecho Civil. De las fuentes de las obligaciones
a) La muerte de uno de los contra- tuito personae, como el mandato (art. 2163,
tantes es un modo excepcional de disolu- Nº 5º) y la sociedad (art. 2103).
ción de los contratos; en principio, quien b) También el plazo extintivo es cau-
contrata lo hace para sí y para sus here- sal de disolución. Así ocurre en la socie-
deros. dad (art. 2098) y en el arrendamiento
La muerte disuelve los contratos in- (art. 1950, Nº 2).
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