La democracia, en un inicio, se enfocaba en la representación, es decir, en
que por medio de elecciones los ciudadanos elegían a las personas que los representarían y que conformarían el gobierno. Pero normalmente, la participación de las personas se quedaba solamente en esta acción.
En tiempos recientes el concepto de democracia se ha expandido para incluir
mayor participación de los ciudadanos. Entre estos nuevos conceptos existe la democracia directa, la democracia liquida y el objeto de este ensayo, la democracia participativa.
Este mecanismo democrático facilita a la ciudadanía su capacidad de asociarse y
organizarse para ejercer influencia y tomar decisiones sobre su ciudad, estado o país. Se han creado instituciones legales con la finalidad de darle seguimiento a este mecanismo, tales como, presupuestos participativos, comités vecinales, consultas populares y/o referéndums.
En México se ha llevado a cabo diversas consultas populares, aunque no han
tenido la participación suficiente, han sido los primeros ejercicios para buscar que la ciudadanía participe directamente en la toma de decisiones. También en los municipios se ha creado el presupuesto participativo, lo que implica que los habitantes puedan decidir mediante presentación de proyectos y elección de los mismos, ¿En qué se gasta una parte del presupuesto?
En mi opinión personal, estos mecanismos incentivan a los ciudadanos a
involucrarse en el día a día del país, con lo que podemos hacer frente a la corrupción e impunidad que está presente en la política mexicana. Aparte, al involucrar a las personas, también obtenemos la capacidad de sumar mayores y mejores ideas para mejorar el país.