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e/ er TERA Ue CeO ae | dase duérez ; iY fueron comienon Blanca Sénche: eerie raat ela ey . ee Eran ety isionjde = Sane ech ee ae ae VEIuenstestea Rotel a H ty Jesus ety | Pe , Alito E ER TUEEDE f PeoVki eB PDE (e (al cony a vy ’ i 7, wae DA/d ent 6 Ha circulado principalmente en México, Espafia y Estados Unidos, y ocasionalmente hemos tenido lectores en Suecia, Irlanda, Colombia, Alemania, Chile, Reino Unido, Honduras, Filipinas, Argentina, Portugal, Puerto Rico, Venezuela, Francia, Pert, Italia, Haiti, Reptiblica Checa, La India, Kenia, Argelia, Eslovenia y Arabia Saudita. Desde cualquier lugar del planeta en que nos lean, queremos conocer sus opiniones. Envienos sus comentarios al correo electronico revistadisidentes@gmail.com re | = e te) fon LY ro a) iy A Co David estaba dentro de ese bloque. Yo tan sélo quité lo que sobraba. Miguel Angel Buonarroti Contenido Portada: Imagen de la serie fotogréfica Templo de San Francisco, de José Judrez, que presenta en la galeria de esta edicién de la revista Disidentes. Editorial = 2 Aforismos 4 Daniel Mocher La poesia. Suescritura, ¢ Vv ) Ese modo de buscar lo verdadero Desde el pescantedelatarde 5 de Ada Salas ¢ \ Maria José Collado Ana Isabel Alvea Sanchez Esta ciudad no conoceelmar 6 Erase una vez enunterremoto 16 © Jesiis Cardenas José Juarez N : _ Eneajes 8 Vision de futuro 25 José de Maria Romero Humberto Rosales Pastor Galeria 10 Un toque demiisica 28 ‘Templo de San Francisco grandes bandas 64casillas SL Fy Guillermo Rutz. AN Y fueron felices 32 y comieron perdices? Blanca Sanchez Braza Sociedad civil y pueblo, 35 Acercamiento a dos concepciones politicas del ciudadano Rosa Isela Lamadrid = = < 1 Nw DAAantas Editorial En aras de ir moldeando la propuesta editorial de nuestra publicacién, el pasado mes de marzo vio Ja luz E,carte, suplemento de la revista ) /s /d eat ¢5, donde los artistas graficos cuentan con un espacio para exponer su obra. En el mundo cristiano abril de 2023 inicia con la Semana Santa, y aqui en la posdata les dejamos un interesante video de la celebracién en Taxco, Guerrero, México. Como es costumbre, acompafiados de misica, ajedrez, fotografias, podcast y noticias les presentamos creacién literaria y articulos que esperamos resulten agradable lectura. Conmemoren los dias de guardar, salgan de vacaciones, diviértanse, y nos vemos en la proxima edicién de nuestra revista. Posdata ‘SEMANA SANTA en TAXCO, México Mx 2022 Gen ese Ret Par seco eos) DSS aoe correspondientes autores. Estos Pas wore oid ~ regpectivag contenidos, los cuales Peres een ees criteria dé la revista. Se autoriza ln reproduecién total o parcial de e ilustraciones aqui Roo naan Semen Ere c vane Crone cnet Peon paren Calle 8 Pohiente Sur Pea etn tae DCC oret 96165 | 90342, on) itores con eae ren rane ne oer aNd aa r TTA DAES w DAdentes DAMent Agorismos Los propos pasos (ala de Stal, 2022) Las conversaciones més profundas son las que se tienen en silencio. Estar en paz es lograr un armisticio entre lo que nos sobra y lo que nos. falta. Nos pasamos la vida buscando desesperadamente lo que sélo aparece cuando estamos en calma. Los ejercicios de humildad son los mas cardiosaludables. Lo importante hay que esconderlo al aleance de todos. El maximo nivel de soledad suele darse en las salas mas abarrotadas. Avveces es necesario que se vaya la luz para poder ver en la oscuridad. Esas hojas que nunca fueron mas bellas que cuando cayeron. El miedo a lo horrible s6lo puede ser superado como hizo san Francisco de Asfs con su miedo a la lepra: abrazando, besando, aceptando y amando al leproso. Mientras baftaba a su hijo su alma se limpié de mugre. Escribir nuestro nombre en la arena como ejercicio de humildad. Elamor es raz6n suficiente para no creer s6lo en la raz6n. Como las madres, poner por encima de todo lo mas pequefio. Esa quimica que la quimica no puede explicar. Lo que nunca nos dijo Newton es que la friccién entre dos cuerpos que se desean comienza mucho antes de que se toquen. i Daniel Mocher Poeta y aforista. Autor de los libros de aforismos Dias sefialados y Los propias pasos. Colabora en la revista Purgante. Desde el pescante de la tarde contemplamos ese rubor del cielo en tonos malva en contraste con la campifia, los alcores. Fogonazos amarillos sobre la cal antes de que Helios se oculte tras los cerros y en las albercas tiemblen las estrellas. Bajan en peregrinaje desigual bestias y amantes a calmar su sed en las aguas rotundas de las sombras. EI pulso de las luces en desmayo hilvana la penumbra lentamente. Azulean los cuerpos en el tul de los suefios, las veletas traen viento de levante, cruzan ante la luna las lechuzas. Retornamos al pueblo de la mano, es frio el plenilunio, Hegan nubes que inquietan a los perros amarrados. El rocio, membrana transparente, para cubrir las cosas de misterio. Ya cabalga por el este la aurora. MjP'a como nos erecen amapolas en la lengua, los labios, las mejillas, aunque afile el otofio sus cuchillos ynos cubra la piel de cicatrices. Se cierran las heridas beso a beso, son balsamo, cauterio, ya no sangran y por los poros transpira el presente, los relojes son ciegos al futuro. ‘Atrévete conmigo en esta danza que roba unos segundos mas al tiempo, es un libar de abejas cada dicha aunque dure tan s6lo unos instantes. Maria José Collado Poeta y narradora. Es autora de lor poemarios Lo luna en el laberinto, Arde lo vido bojo el cobre lunar, Topie de agua y 8B brunidssombras wi DAdentes om Dsdentes Poemas de Jesis Cardenas La hz de entre los cipreses (Sevilla, 2012) _.entonces si me siento néufrago y sélo el mar puede salvarme. Mario Benedetti Esta ciudad no conoce el mar La ciudad ha echado por fin el cierre con el suefio puesto en el azul salino, después de tanta angustia contenida. Es hora ya de aleanzar el mar, pero aqui no se respira salitre. Otra noche mas quedan las sefiales varadas, rotas las ilusiones, y los abrazos del asfalto gélido. Desvestio/ euerpa\ Init) He decidido ponerme frente a ti, aun consintiendo el doble engaiio: elascenso del ave, la niebla que reflectas. Muestras, en apariencia, otro cuerpo que vive, el que descansa en mi, girando en la mitad de la memoria. La raiz en el vidrio de la luna endereza la imagen que conservas como si fueran ecos, rumores y murmullos. Estds ahi, tan arrogante ~simulando ser alquimia-, como por encima de la gente, como si nada te afectase. Pero sé que te inquieta que me vaya. Los refugias que alvidamos (Sevilla, 2016) Lg muerte a plazos Hoy la noche se acerca muy despacio; inmenso buitre, tira del silencio rival. Tras una esquina alguien respira, y, tras esa, otra apenas si le escucha. Hay en esta ciudad demasiados inquilinos que dormitan al raso entre cartones, estragos sin pudor seguin los plazos, figuras que suefian con su acomodo, aunque habra quien de duro y frio piense que la realidad no va con uno y mejor sea retirarse lejos, asu torre de cristal, donde todo es quietud, sentimiento festivo, celebrada apariencia. Ese dolor ciertamente tan ajeno —tan sdlo por ahora— es perversa realidad lejana. Jestis Cardenas Autor de los poemarios: La luz de entre los cipreses, Mudanzas de lo azul, Después de la misica, Sucesién de lunas, Los refugios que olvidamos y Raiz olvido, = = <= 7 oo DAM entas ‘AReéplica Editorial Dilema, 2023) E,cajes Los pelos de la barba, lo forense de la composicién, la textura de la bata. Los ojos cafdos. Lo muerto: ese asombro, en sustancia, esa confusion, sin interior posible. Trazos bajo paisajes de hueso. La cara y el cuerpo, la mirada en lo vivo. Lo fragil. Los parpados, ojos que miran o estan vidriosos. La luz se sumerge en las cuencas. Puntilla, como quien dice, como el que se mira el cuello de la blusa, y no se ve. Texto de otra cosa, quien sabe qué. No hay timidez en ese desnudo: no es, de hecho, un desnudo, sino una figura dolorosamente expuesta. Opiniones elevadas en posiciones incémodas. El tiempo prensado, los miisculos tensos, Ia chispa vital htimeda. Presente sin darse, las piernas cruzadas, se aferra al sill6n como al conjunto de su tensi6n. La luz se demora en los bordes, como quien dice, en lo sucio, supongo que es eso, en el decorado, la bastilla, el acabado. El dedo indica. Una pierna descansa despreocupadamente sobre una silla: la otra arranca de rafz retratos de una personalidad que se mantiene firme en su fisico, por no decir casi extinguida, de tan presente, Mostrar lo que se pretende: lo que subyace. Ese paisaje en la piel, la luz que avanza. La mitad oculta, la revelada. Ojos apreciativos y algo confusos. Lo menos muerto, la esencia que nos hace individuos. Hora de irse. Hora de cansarse. Pienso en el cuerpo habitado. Precisién lineal, casi dibujo. El sombreado evoca una serie de texturas que exudan suavidad, calidez, ausencia de tension. Cae el tirante sobre el hombro, dejando al descubierto el pecho. La mirada ausente, los colores apagados. La plenitud. El cansancio en la expresién, los huecos bajo los ojos. Lo grécil de la mano en su descontento. La distancia analitica en la ausencia, a pesar de la intima conexién. Al margen para ver mejor. Una técnica de cosido, como quien dice. Dama tendida en una cama. Su mirada fija en un lugar lejano. Un hombre de pie detras de ella, mirndola. Cuerpo agujero negro que absorbe la luz. Narrativa de lo autobiogréfico; auto-absorcién, desprendimiento asociado, tarea delicada o muy complicada, para la que hay que tener paciencia; algo que puede llegar a ser una obra de arte, pero se queda en esfuerzo: de la imaginacién. Posturas no convencionales en temas convencionales, pose rara vez, nunca; los detalles, el ajuste, lo clinico con independencia de su relacion con las rodillas, los zapatos que descansan sobre una silla que parece inclinarse hacia nosotros. Postes de madera, pilas de trapos, puntos de inflexi6n, transici6n en pelos, controles, tan real que casi. Testigos, figura vertical, linea horizontal en cruz, manos levemente incémodas; suspender Ja empatfa a fin de observar. Una técnica dificil. Algo complicado. La desnudez explicita, lo implicito del desnudo implicito (de hombros hacia arriba). Desgarbada, nos mira desafiante. Matriz de golpes, equilibrios de luz y sombra, el cuadrado ancla las formas al espacio. Implacable en su inclusién de pliegues, la nariz aguilefia, la mandibula y las cejas expresivas: el tiltimo desafio, el mal en si mismo, la piedra en el zapato. Poses inconscientes y pasivas, que frustran las convenciones: piernas extendidas. Una descansa en la cama mientras que la otra se curva debajo: centro de vulnerabilidad, escorzo impostado, ingle sin pelo. El brazo izquierdo acuna la cabeza, el derecho cubre el pecho, Io abusivo, la disculpa. Tupé a modo de corona. Los detalles simétricos subrayan los pardmetros; frontera psiquica, pararrayos de una luz excesivamente dura. Sustituto simbélico, alter-ego que no se parece en nada al original, lo que afiade credibilidad al conjunto. Tejido de hilos entrelazados: éeierto? Depredadora madre honrada: muerta, jamas rostro dormido, algo menos autobiogréfico que un autorretrato brutalmente honesto: un par de botas desatadas, la auto-representaci6n de un monélogo, centro de si mismo. Sobre: No tanto la violencia como la ternura, una presencia en los circulos del ojo de un ave de presa, indicaciones esquematicas de lo que podria haber sido; erupcin de pistulas, incrustaciones granulares, como yo las veo, colchas fastidio blanco, patron que emerge antes de desaparecer, secuencia de habitaciones en retratos descomprimidos, que cuelgan demasiado juntos, enfrentamientos e intimidades, vulnerabilidad fotorrealista, la posibilidad, en oposicién a la renuncia, el término textil, ese acto de abuso. Mirada intima, intimidante, presencia: salida fisica, catalogacién, tema que interactia con los huesos y los tendones visibles; paisaje de carne telescépica, vida interior que sufre para dar superficie fisica a la vida emocional. Sélo para aquellos que no pueden soportarlo. Lapsus brutus. José de Maria Romero Profesor, poeta, _narrador, traductor y periodista cultural Colabora en el diario Le Monde Diplomatique y en la revista La Vanguard. wo DAdentes Lo poesia. Su escritura. Ese modo de buscar Io verdadero de Ada Salas Ana lsabel Alvea Sanchez La casa que abrigé tu corazén sera una ruina. Furtivos en la noche la habéis abandonado. Oscura en el jardin la tierra removida. Quise decir traicién y dije llanto. Este poema de Ada Salas pertenece a su libro La sed, publicado en 1997. Seguramente, también en el otro lado del Atlntico conozedis a esta extraordinaria poeta extremeiia, quien estudid Filologia Hispanica en la Universidad de Extremadura. Impartié clases durante dos afios en Francia, en la Universidad de Angers, y en la actualidad es profesora de literatura en un instituto de bachillerato. Ha publicado, entre otros, los siguientes libros de poesia: Variaciones en blanco (1994), La sed (1997), Lugar de la derrota (2003), Esto no es el silencio (2008), Limbo y otros poemas (Pre-Textos, 2013), Descendimiento (Pre-Textos, 2018) y Arqueologias (Pre- Textos, 2022). En colaboracién con el fot6grafo Tete Alejandre ha publicado Reflejos (2006), y son fruto de su trabajo en comin con el pintor Jestis Placencia los titulos Ashes to Ashes (2011) y Diez Mandamientos (2016). En 2021 aparecié Criba, que retine poemas de la autora con obra grafica de Laura Lio. En 2016 la editorial Fondo de Cultura Econémica sacé a la luz la antologia Escribir y borrar. De su obra ensayistica cabe destacar: Alguien aqui (2005), El margen. El error. La tachadura (2010) y Lengua del alma (2019). = = <= 1 be DAdantas En un artfeulo anterior, Didlogo entre teoria literaria y poesia, publicado en la revista Disidentes No. 14 (1), hice referencia a su ensayo El margen, el error, la tachadura. (De la metéfora y otros asuntos més 0 menos poéticos). No obstante, en esta ocasién procuro tratar su modo de entender la poesia, su forma de escribir, segin ella. misma manifiesta en dos de sus excelentes textos: Alguien aqui. Notas acerca de la escritura poética y EL margen. El error. La tachadura, (De la metéfora y otros asuntos mds 0 menos potticos). “El poema no es Ia Hama, sino la cicatriz de la gozosa quemadura. desu conocimiento nuevo’, escribe en su ensayo Alguien aqui, reafirmandose en la idea del poema como _hallazgo, revelacién, descubrimiento -a semejanza de Valente-. Pensamiento que confirma en su posterior libro El margen. Elerror. La tachadura y recogido a la perfeccién en la siguiente cita de T.S Eliot: “Ademas de placer, la poesta proporeiona la comunicacién de una experiencia nueva, o de una expresi6n renovada de lo familiar, o la expresin de algo que hemos experimentado y para lo cual carecemos de palabras, que nos amplia la conciencia y nos refina la sensibilidad”. Y continuando con la linea de Valente, nos dice que el proceso de escritura supone: “Un prolongado acto de escucha... una espera vigilante, alerta... Ser s6lo rama, saber ser rama, y esperar a que las aves se posen cuando Hegue el descanso” (Alguien Aqui). Serd el texto quien se imponga en un escribir, un tanto inconsciente ¢ instintivo, indagando en el misterio y lo secreto. Ser el poema quien haga al poeta, no al revés, con un sentir de otredad y extrafieza. El poeta parece estar en la penumbra y el lenguaje, en forma de poema, enciende la luz. Resalta la importancia de la mirada en este acontecimiento: “La escritura crea un nuevo punto de vista desde el que contemplar la vida... A menudo el poema nace en la mirada”. Para ello, hay que estar despierto y vigilante, vivir con los cinco sentidos. Nos advierte que el artista debe comportarse como un nifio, borrar lo aprendido, desaprender, limpiar la mirada y ser capaz de ver lo asombroso y maravilloso en lo cotidiano, saber desautomatizar la percepcién y las propias ideas preestablecidas o estereotipos. Gracias al lenguaje y a la imaginacién se profundiza en la realidad, la acrecienta. Como el artista Chema Mardoz, podemos partir de elementos de la realidad cotidiana y combinarlas inusualmente. “La poesfa surge de la indagacién en el propio lenguaje... La poesfa es la otra vuelta de tuerca del Ienguaje”, un lenguaje que sale de lo monétono, del cliché, de Jo convencional -gracias a las metéforas, imagenes, simbolos u otras figuras literarias- para mostrar otra realidad, no mas bella, sino mas auténtica y verdadera. Y advierte que hay que estar preparado para entrar e indagar, pues nos enfrentamos a lo bello, pero también a lo terrible. Para la autora, en poesfa el grado de eficacia de un texto es directamente proporcional a su carga de sorpresa o extrafieza. “Fomentar la sensibilidad hacia lo extrafio. Abrirse al extraiamiento... Alteracion. Complicacién. Fractura. Ahi, de ahi nace el nuevo paisaje... Lo i ” El poema debe saber igualmente —vibrar_—y mantener el misterio, algo tiene que quedar velado en su seno. Es la suya una poesia depurada, esencial. “No decir nada cuya expresién no sea estrictamente necesaria... el resto es sobra, despojos, excesos que ahogan el poema”. Y nos advierte del peligro de la banalidad, de la ausencia de tensién en el poema, de la exigencia de intensidad y de sentido del poema, de la necesidad de temblor: “Un temblor del Tenguaje, el poema”, con el encantamiento del ritmo, impulsado por él. pe DAdentes 3 m DsAdantes Primordial el silenci MMC relevantes las palabras como’ la pausa, el aire como el sonido, el blanco como el negro”, “El buen poema ofrece una sorprendente _naturalidad”, no puede resultar artificioso, mostrarse como un artilugio. Y debe tener un centro, una unidad, al igual que todo el libro, un “imén” que haga ligazon de sus partes o fragmentos. No le preocupa que el texto no se entienda, no se comprenda desde la légica, “puede aprenderse mucho de lo que no entendemos racionalmente, pero si a través de una percepeién no descifradora, sino resonante”. El poeta ayuda a entender el mundo, a entenderse a si mismo, toma conciencia més profunda de la existencia, y para Ada Salas: “En el margen, en el error, en la tachadura, en la zona desenfocada que aparece en el revelado de una fotografia es donde mas verdaderamente se produce lo real”. Por supuesto, la autora reflexiona con mayor riqueza todo lo que he esbozado aqui e indaga sobre una mayor variedad de temas interesantes y de autores necesarios de conocer. S6lo he querido resaltar algunos consejos, aquellos que puedan servir a quienes empiecen esta fascinante andadura. 1. Revita Oisdentes No. 24 (pina 32) bttos//iss uu com/revistadisidentes/docs/revsta isidentes.no. 14 febrero 2023 ‘Ana Isabel Alvea Sanchez Lcenciada en Teoria de la 2g Uteratura. Es profesora de wf talleres de poesia y creacién literaria. Vive en Sevilla, Espafa, be DsAdantas E,ase una vez en un terremoto En algiin punto bajo el mar ubicado sobre el cinturén de fuego del Pacifico una placa tecténica se fracturé. En consecuencia, los altavoces de la alerta sismica comenzaron a sonar. Era diecinueve de septiembre. Exactamente treinta y dos afios después del terremoto de mil novecientos ochenta y cinco. La Ciudad de México parecia recién bombardeada: derrumbes, polvaredas, ulular de sirenas, caos. Después, el desesperante correr de las horas, la zozobra por las inevitables réplicas, la fluctuacion entre el optimismo y el desconsuelo. Transcurria el anochecer subsiguiente aa tarde de la catdstrofe. Hermano, resiste. Nosotros estamos bien. No nos moveremos de aqui hasta que te saquemos ~el megéfono hace silencio. La mujer que habla se repite las palabras para si misma, para darse valor, para hermanarse en igual esperanza con su familiar atrapado en el edificio derrumbado y con toda la parentela que aguarda en el parque de enfrente-. Ten fe, por favor. Ten fe. Te queremos. éY si yo fuera ese Carlos al que llaman? Cerrar los ojos. Sedarse. Era la mafiana del ocho de septiembre del dos mil diecisiete. Ayer la urbe habfa sido sacudida por un sismo de intensidad 8.2 en la escala de Richter, el mas fuerte de los tltimos cien afios, informaban los noticieros. A todos sorprende que la ciudad esté ilesa, aunque comienzan a reportarse dafios estructurales en inmuebles que negligentemente se soslayan. Las réplicas se sienten o pasan desapercibidas, pero invariablemente cada vez dejan una advertencia. Desconfio de algo peor, y aunque la alarma no suene puedo saber que a cada rato hay pequefios temblores: una botella media lena sobre la mesa y el garrafon con agua en la cocina no me fallan como sismégrafos. Recuerdo cuando vivia cerea de un cruce donde los camiones que pasaban sacudian la casa. Pero aqui no se escuchan. ruidos de motor que sirvan como alertas, sino una silente quietud que inspira miedo. —éEn qué trabajabas antes de la tragedia? -Hacia encuestas de casa en casa. Tha de puerta en puerta entregando un limpiador para pisos. Y unos dias después regresaba ‘a preguntarles a las sefioras qué les habia parecido el producto. -&Te iba bien? —la entrevistadora me queda viendo. Le sonrio. Sin mayor explicacién respondo amablemente que no. Para qué dar una imagen de frustracién. Pienso que no hay por qué desperdiciar este feliz.instante. —éRecuerdas esos momentos? —por un monitor pasan las escenas de su rescate. Sale atado a una camilla, con las extremidades inferiores fracturadas, el polvo cubre las manchas de sangre en el pantalén. Como un escapista a quien el pablico le rinde tributo él logra levantar una mano como gesto de agradecimiento a todos los presentes. —Nunea lo habia visto... No tengo cémo agradecerle a los brigadistas que pusieron en peligro su vida... para salvar la mia... —la voz se le ha entrecortado. De la pantalla emana un grito: “iViva México!”. La toma se abre hacia la multitud que a capela entona el himno nacional. Amanece en el dia siguiente al temblor del diecinueve de septiembre. Roque despierta después de una mala noche. Lucha entre la necesidad de buscar empleo y su deseo de reseatar personas atrapadas entre las edificaciones colapsadas. Dispuesto, sale a la calle con su zapapico al hombro. Una larga caminata lo Neva a un derrumbe donde no logra integrarse a las labores de salvamento, La misma suerte corre en un segundo edificio donde también la sociedad civil ha respondido répidamente a la tragedia. Cuadras més adelante un alboroto llama su atencién. Ve en ese babel disfrazado de protocolo una oportunidad para volcar su afan altruista. Vestido de azul, su color favorito, se muestra seguro de si mismo intentando no parecer un rescatista improvisado. Fl cerco de las fuerzas armadas abre un miniisculo boquete por el que pasan Roque y un desconocido cargando una pesada olla de tamales, ain humeante, para alimentar a los brigadistas. La aparente organizacion de afuera contrasta con el desmadre de adentro donde impera una mezcla inadecuada de caos y entusiasmo, protagonizada por esponténeos vidos por ayudar a gente que ni siquiera conocen. Roque no tarda en estar en las imagenes de las televisoras que transmiten en directo. El inmueble siniestrado tiene decenas de polines apuntalindolo para posibilitar resquicios de ingreso a los equipos de rescate. La atencién se centra en una abertura entre las dos losas de los tltimos pisos. —éTe animas a entrar? —Ie dice un soldado que le entrega un chaleco rojo con cintas plateadas reflejantes que magicamente lo vuelve un intrépido topo. ¥ es en ese preciso segundo que nota Ia ausencia de su zapapico. “éDénde chingado lo dejé?”, rezonga para sus adentros. Cuando acaba de ajustarse la nueva prenda un rescatista lo mete por una grieta. Pecho tierra se adentra por ese inframundo que se va transformando en una montajia rusa de emociones donde se oyen voces, lloriqueos y sonidos confusos. —Carlos, équé pensabas durante el tiempo que estuviste atrapado? En un lapso de debilidad aflora la losa quebrada que prensa sus piernas, que él roza con la yema de los dedos como suplicdndole a un elefante salvaje que no se abalance sobre su cabeza. —Hice lo que me pidié mi hermana mayor: mantuve la esperanza y pe DAdentes & DsAdantas nunca me desanimé. Para olvidarme de lo que estaba sufriendo pensé y pensé en muchos momentos gratos que he vivido. Eso me ayud6 a mantener la ilusién de que me rescatarian para volverme a encontrar con mi familia -mamé tiene h”imedos los ojos. Margarita me abraza efusiva~: Hermanito, todos tenfamos la misma confianza de que saldrias vivo. Después de minutos eternos Roque sale del tiinel guiado por un mecate amarillo improvisado como cuerda de vida. La actividad de una cadena humana que saca botes llenos de escombros cerca de él le hace olvidar que ha visto gente aplastada y miembros amputados. No obstante, entre aquella mortandad, es el tinico que ha tenido un primer contacto con un sobreviviente: se llama Juan y tiene dieciséis afios. El entusiasmo, quiza un déja vu del nifio “Monchito” del terremoto: del ochenta y cinco que nunca fue rescatado, empieza a construir un melodrama. Las televisoras no pueden despreciar la ganga que se les presenta: el bajo costo, una escenografia gratuita, actores sin sueldo que arriesgan la vida en buena lid, un guion que se ira escribiendo solo, la ausencia de derechos de autor, el no pago de regalias, un alto rating practicamente garantizado. Acto seguido no dudan en certificar que aquel tragico lugar es la zona cero del desastre y lo vuelven una expectacién nacional. El 4nimo de los voluntarios esta por todo lo alto, y como no si hasta el momento sélo han rescatado once fallecidos: “iSi se puede! iSi se puede!” Comanda las acciones un lenguaje de sefias: pufo arriba, silencio; una mano abierta y alzada, nadie se mueva; indice levantado, sigamos adelante; dos manos arriba y abiertas, necesitamos agua. Se intensifica el vaivén de los binomios eaninos y los escdneres térmicos comienzan a registrar indicios de vida. El pantalén raido y los zapatos viejos pasan desapercibidos para apologizar las caracteristicas anat6micas y las cualidades de Roque: complexién delgada, baja estatura, valiente, decidido. Una palabra impresa en color pirpura a la altura del pecho en su sudadera da pie a.una reportera para llamarlo Roque “Houston”. Asi, deja de ser un civil cualquiera para adquirir el aura de un héroe. Lo sabe, y con cada nueva incursion se reafirma como el portavoz del superviviente: precisa que se llama Juan Diego y que ha pedido agua, y de inmediato la sonoridad del nombre se ancla en la memoria de los telespectadores que empiezan a glorificarlo como si fuera el “{ltimo sobreviviente”. =Carlos, ino ereerés la buena noticia que te tengo! -le dice entusiasta y con una sonrisa picara la conductora del talk show. El no muestra mayor entusiasmo pensando que le daran el tipico carrito de hot dogs que regala la produecién del programa, pero un close up no tarda en mostrar su evidente asombro al reconocer a la persona que camina a su encuentro. Nadie nota que finge. Otra cémara devela la identidad del personaje: es el famoso dueno de la ed rae eaten El) ete Coeur) Vaeeoacac Det ony Pee uel eo Semen a ecaemene: » apiebeM Cane Momo mais | Giteeetelior 19 N DAAantas mayor empresa constructora de viviendas de interés social. “éQuién. iba a decir que una tragedia serviria para conseguir la mejoria de vida que vine a buscar a esta ciudad?”, piensa. Gracias. De verdad, muchas gracias. Le prometo que cuidaré esta asa que me ha regalado como si fuera mi tesoro mas preciado ~ inmediatamente después simula llorar de alegria, cumpliendo con la dosis de dramatismo que los productores le han exigido previamente como pago simbélico por el obsequio. Su madre le limpia el rostro chorreado de lagrimas. El piblico aplaude. Las emociones afloran en cada hogar de los televidentes en tanto el flamante propietario muestra orgulloso las Haves y la escritura de su nuevo hogar. Roque “Houston”, la voz de Juan Diego, confiesa que éste le ha ‘murmurado que hay mas personas vivas. Motivados, los operadores de los escdneres montan a pelo al potro salvaje de la euforia y afirman que las leves temperaturas registradas son indicadoras de Organos de cuerpos con vida. La emoci6n, calculada o espontanea, invade a la reportera que narra la telenovela que protagonizan Roque “Houston” y el nifio Juan Diego. Si: nifio. Recuérdese que en México a los cadetes del Colegio Militar que defendieron el Castillo de Chapultepec en 1847 y a los jugadores de la seleccién de futbol sub 17, siendo adolescentes se les llama “nitios”. En un lejano set, desde donde se retransmite la sefial a todo el pais, la encargada del noticiero ataja el sentimentalismo de la reportera recordandole que debe ser neutral. Ambas, al igual que las autoridades al mando y todos los periodistas que cubren la fuente, omiten garrafalmente que el flujo de informacion carece de filtros de control, que no esta verificada y que se le esta dejando correr peligrosamente. Ala par y en contraste con la telecomedia apologista de los valores humanos en la cual todos somos uno, unidos ante la adversidad, comienza a operar la corrupcién y la impunidad como un erisol de la rapifia donde la ayuda humanitaria nacional e internacional, en specie y en dinero, se ira transformando en un botin de los politicos, maestros de la estafa. éTeorias conspirativas? La ficcién es superada por la realidad de los afectados del terremoto del ochenta y cinco que de generacion en generacion han vagado de un campamento a otro. A tal grado ha legado la sangria financiera a la buena voluntad de los donantes que hasta el tradicional telet6n decembrino se compadece suspendiendo oficialmente su colecta. Los acopiadores de los recursos para los damnificados, adelantandose al aio de Hidalgo, informan que sus almacenes estan a reventar (no dicen que son ineficaces distribuidores), de manera que sélo aceptan depésitos a cuenta bancaria. iViva México, cabrones! Mientras tanto, la television continia manipulando la atencién piiblica para desviarla de los grandes problemas de la nacién. ~Y del amor, équé nos cuentas, Carlos? —Mi madre siempre me inculcé la formalidad. A cada rato me anda diciendo que no tengo que jugar con los sentimientos de las muchachas. Yo creo que por eso no he sido muy noviero. —éQuisieras encontrar a tu alma gemela? Si. Creo que ahora estoy preparado. Me haria un hombre muy feli —Entonces, créeme que ests en el lugar indicado —le responde la despampanante conductora. Acto seguido el foro recibe con una pegajosa melodia a las candidatas. —éCon cual de ellas te gustaria tener una cita? —le cuestiona su interlocutora al tiempo que provocativamente cruza las piernas para candidatearse fuera de seript. La presencia de su mami vestida, maquillada y perfumada como nunca imagin6 en un asiento de primera fila lo disuade de caer en la trampa de verle los muslos saves, desnudos-. Volvemos pronto. No se olviden que estamos con Carlos, el “tltimo sobreviviente”, La escena previa a los anuncios publicitarios es un guifio de la conductora. El concursante entiende el mensaje: épara qué ir en pos de unas pelafustanas si al aleance de la diestra tienes al premio mayor? Durante el corte comercial ella refuerza tal idea improvisando un abrazo para demostrarle que como una calandria domesticada ha comenzado a comer de su. mano. Es la primera piedra de un mundo artificial, matriz del affaire que al finalizar el iiltimo programa se filtrar en los chismes de la faréndula y sera la comidilla predilecta. Poco le importaré a ella que como persona desechable él después acabe hundido en el sindrome de Truman que sufren los participantes de la telerrealidad. La enésima réplica me devuelve a la vida real y me olvido de “El amor es un terremoto”, la novedad televisiva del final de la noche. No siento hambre, ni frio, ni las heridas, ni los huesos rotos. Ya no sé ni quién soy. Creo que estoy muriendo. Estoy resignado. Me ha cansado estar atado a mi imaginacion para mantenerme vivo. El ‘inico recuerdo que tengo es ese parque verde de enfrente que aleancé a ver al momento que colaps6 este edificio con el sismo del diecinueve de septiembre. Ni tiempo tuve de tocar la puerta para aplicar mi cuestionario. Llevo enterrado dos dias; tengo nueve de haber Ilegado a la ciudad en busca de mejor fortuna. Me hospedo en una casa de estudiantes. Claridad y oscuridad, Ilueve y escampa, calma y jubilo. Afuera, pufios levantados piden silencio. Luego se escuchan aplausos entremezclados con un “viva México” espontineo. El himno nacional representa la victoria de rescatar a un sobreviviente, el cdntico a la metifora de una sociedad que emerge revitalizando sus valores éticos corrompidos por la clase politica, A lo lejos escucho una voz. La reportera del noticiero se me hace conocida: “Por lo que alcanzamos a observar, el recién rescatado no es el hombre al que en varias ocasiones sus familiares han estado nw DAdentes N DéAdantes lamando por un altavoz”. Al que ya no oigo es al impetuoso rescatista que entra y sale. El que la ditima vez me dijo: “Soy Roque. Pronto te sacaremos, Juan’. Nuevamente, s6lo le respondi con balbuceos ininteligibles. La mujer del megéfono insiste, pero esta vez al final del mensaje a su hermano sus palabras entrecortadas sueltan el comienzo de su Ianto. Quise responderle: “Si, Margarita. Ya te escuché”. Pero slo of al general Maximo Décimo Meridio arengando a los patricios previo a la batalla contra las tribus germanas. El comandante de los, ejércitos del norte me decia que si me veia a mi mismo caminando con el sol en el rostro al encuentro con mi familia, que no me preocupara pues estaba en el elysium. =Carlos, y si hubiera un temblor como el del pasado siete de septiembre édénde nos tendriamos que reunir para encontrarnos todos y saber que estamos bien? —Ahi “dij, seftalando el parque grande que estaba enfrente. —Tienes raz6n —asintié mi madre, y no tardaron los demas en convenirlo-. Es bueno que no olvidemos lo bien que este edificio resistié el terremoto de hace unos dfas y el del ochenta y cinco. Ti, Margarita, en aquel entonces eras una nifia tan asustadiza que no dejaste de abrazarme. Y ti, Carlos, ni habfas nacido, pero conociéndote no dudo que te hubieras quedado viendo eémo se movian los juguetes colgados en tu cuna. El tedio del simulacro conmemorativo. Una cultura de la prevencién épara qué? Poco después la alerta sismica suena. Su sonido mecdnico no deja diferenciar entre una falsa alarma y una pesadilla real. Violentas sacudidas, metales _retorciéndose, _ gritos desesperados, estampidas humanas, suelos que se abren, techos que se caen, cristales rompiéndose, cables de electricidad que latiguean, fugas de gas. Silencio. Helic6pteros, sirenas, vehiculos aplastados, solidaridad, voces bajo los restos de las edificaciones, la ilusién por renacer. Silencio. Minutos que se alargan, ansiedad. Silencio. Ruido de méquinas, el hambre se olvida, resignaci6n. El recrea el final de una pelicula: la sonrisa petrificada de David “Noodles” después de fumar opio, en el pleno delirio de soltar las amarras amalgamando pasado, presente y futuro en un destello bajo. los escombros sacudidos por las réplicas y un proceder errado del equipo de salvamento. Asi, en aquel inframundo de metal y conereto, cedié a la eternidad dejando su cuerpo que nadie reclamarfa ni siquiera como Carlos “N”. Minutos més tarde las autoridades al mando desmienten la existencia del tal Juan Diego y justifican el malentendido como resultado de una linea de comunicacién errénea, aunado a que los escineres térmicos registraron falsos positivos que los operadores atribuyeron a temperaturas corporales. La noticia asume el rol de un. despiadado antagonista que frustra el tan esperado final feliz de la telenovela, y el personaje simbolo del terremoto se esfuma junto con as voces, gemidos y s sos que le dieron vida Roque “Houston”, paladin efimero desarmado de su zapapico, arrastra su derrota. Calza unos tenis empolvados, y viste un pantalén de mezclilla percudido y un chaleco partido en dos por el frente que a contra viento se torna un remedo de la capa roja de un superhéroe. Aiin es visible sobre su pecho el nombre de la ciudad que le labré una fugaz estadia en la liga de la justicia. Camino a su casa llora impotente lejos de la psicosis colectiva de la zona cero. =iLo mataron! iCuando entre la maquinaria pesada van a encontrarlo! iHijos de su chingada madre! Tiembla, como si el estrés postraumético obedeciera a la sismicidad de sus propias placas tectonicas. €Quién crea la alidad en la mente? éLa experiencia de los sentidos 0 lo que imaginamos? José Judrez Erase una vez en un terremoto es uno de los dos cuentos que promocionan el libro Licenciado en Geografia por la En boca cerrada no entran moscas eee eg ‘ebook (iui, Jost Metropolitana. Escribe cuento, poesia y novela. Es coordinador ‘Amazon.com.mx: Tienda Kindle BD) ce la revista Disidentes. Revista Disidentes — YouTube v. MLE https://youtu.be/YLGBSyCzZqA https://youtu.be/9aqn-laOnxDE nw DAdentes 3 https://youtu.be/-SQfaG97Gak https://youtu.be/njoeGouBxxU, JOSE JUAREZ sn boca " cerrada fi / ale) ‘i | ayaa ale | moscas 2 ef: rj 8 25 o¢ 0 & ga Es 52 L > Lnea base Humberto Rosales Pastor Visi6n de futuro Dos jévenes conversaban de algo muy serio, al par también para su generacion. ecer, Daban por sentada la gran responsabilidad que representa la crianza en los hogares. Y de paso intercambiaron opiniones y anécdotas acerca de esta labor titdnica. Pues no se circunscribieron a la esfera familiar, sino a su referente social. Determinaron, de acuerdo con su experiencia, la exigencia de estabilidad y solvencia en lo econémico, laboral y emocional. Sin olvidarse, claro, de la vida doméstica y su ambiente favorable ala buena educacién y desarrollo de la personalidad. Todo ello, segiin se escuchaba, a pesar de la devastadora realidad que, en ocasiones, conlleva a confesar una sensacién de inseguridad. Ese sentimiento que lo cambia todo en un pestafieo y que se apodera de la tranquilidad y el bienestar de la gente. Pero sin ahondar en detalles, en un momento se enfocaron los comentarios a una especial situacién més global. ‘Algo que se cierne como amenaza recurrente y destruye los mis sélidos planes en el mediano plazo. Y todo esto debido a las convulsiones del comercio mundial y las crisis sanitarias 0 la escasez de satisfactores. = = < 2 5 N DAAantas Muchas de ellas con origen en la pérdida de confianza en los productores a gran escala o en algunos movimientos de politica velados a la sociedad civil. En fin, ese panorama no les deparaba mas que desaz6n y los apresuraba_a una sola opcién razonable, Era pues la de calificar el momento actual como no recomendable para traer_ mas seres humanos al mundo. Ante estas razones tan justificadas con el peso de las evidencias en los medios digitales y de informacin tradicional, cualquiera en sano juicio Megaria a conclusiones parecidas. Y por esto, declararfan en concreto, como una mejor medida sustentable, la proteccién de los grupos en riesgo en alrededores de nuestro rincén comin en el planeta. La accién concertada de personas organizadas con este cometido, harfa la diferencia para habitar un mundo mejor en el futuro. Tal vez, se decian, pudieran comenzar con la colecta de alimentos y la organizacién de voluntarios para atender refugios y albergues. ‘Asi ir tomando experiencia _y escalar a otras actividades para prevenir la vulnerabilidad, el maltrato y los abusos... En este punto, muy a mi pesar tuve que retirarme de alli y perder gran parte de esa charla sin desperdicio en que seguro se escucharfan otros temas de relevancia, Pero caminé a mi lugar de costumbre con un buen énimo porque la oportunidad de atestiguar esa conversacién, me confirma que el porvenir viene de la mano con grandes expectativas y fuertes convicciones. Humberto Rosales Pastor Psicélogo. Ha trabajado en la Mesa de Redaccién de diarios nacionales, publicacién de paginas web y medios digitale. Ries eu ee Ue ele CI aT TCC See aan A) Se eet cans mcs ret cola SSB Cue Pe eee Mar cure eae ek Vivaro Cc c eur cea pe rTE eid o enc N DAAcat BS YUEN MITT, TLE Mejor de lo Mejor Lo Mejor De Lo TIN Alli nf lt & hid ‘ (~ https://youtu.be/GK9QbHx79kU v OPS Ee eae CTU Te Tauro aur'\ (O04 ADIOS (05 PENNSYLVANIA 6-500¢ 106 JARRITO PARDO (O07 PATRULLA AMERICANA Cy oN Wy Va 4.13) (09 CHATTANOOGA CHOC 10 BAILANDO ENLE SAVOY 11REGRESO ACASA — we RAY CONINIFF ore tn] indes Orquestas ole My Ga: pees 81-4 MISS 4 omy Oe CMC Ng acht Ist Der Mensck Guillermo Ruiz Maestro FIDE (Federacién Internacional de Ajedrez). Ha ganado torneos como el Abierto de Arkansas USA 1989 y el World Open Filadelfia USA 1999. “Del ajedrez lo que mas me impresiona, es que es para todos: para el rico, para el pobre, para el hombre, para la mujer, para el viejo y para el nino”. Judith Polgar Solucién al ejercicio de la revista No. 15 Marzo 2023: I I | Hay jugadas con las que se 1 da mate en 2: 1) aacs! I Siahora | 1., Tees 2-Cd6 ++ | an, ANS 2. CoBH+ | WA Aee amenaza Tea++ ' siahora 11,15 2 ca6++ 11. Ac5 2 CeBH+ I I I I I I I I I I I | f 5 f b ; b 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 t Pres cir vo ivi = = <= 3 cee § §juegan blancas y dan mate en 2 jugadas Disidentes No. 17, Mayo 2023. éY fueron felices y comieron perdices? Blanca Sanchez Braza Siento tener que empezar este ensayo tirando por tierra esta afirmacion. Personalmente, siempre he sido detractora de cualquier tipo de final existente: el final del verano, el final de las vacaciones de navidad, el final de un domingo por la tarde... Incluso el final de una buena novela deja un retrogusto agridulee en el paladar y genera en el espectador una sensacién de claustrofobia, como de callején sin salida, lo cual no es de extrafiar porque al fin y al cabo édénde podemos ir cuando la historia de unos personajes que nos han acompafiado a lo largo de un sendero de paginas se acaba? Es por ese motivo que me cuestiono el témino de “final feliz”. Si es final, écmo puede ir acompafiado de un adjetivo tan optimista? En lo que a mi respecta, la palabra final feliz es el mayor oximoron de la historia de la literatura. Sin embargo, tampoco me considero defensora de los autores que deciden renunciar al “vivieron felices para siempre jamais” y acaban sus historias_—_con personajes que suften lo indecible, intentando quizas mostrar en su literatura un reflejo de la vida misma. Si me permiten diré que este intento queda en eso, en un intento incompleto 0 incluso grotesco. La vida es dura e injusta en tantas ocasiones como también hermosa y dichosa. El enigma de la esencia de ésta es imposible retratarlo con exactitud en palabras, y por eso optar por escribir una historia con un final dramatico no deja de caer en el cliché de la creacién de personajes desdichados por todo lo que han vivido a lo largo del sendero de paginas, y no porque su historia legue a su fin. Soy de las que piensa que la literatura y la realidad son la pareja que existe casi desde el origen de los tiempos. Se han retroalimentado la una a la otra, haciendo que a veces sea confusa la fina linea que existe entre ambas. Estaba el otro dia con una amiga y estuvimos hablando de libros y peliculas mientras tomabamos un café. Después, al _atardecer, estuvimos hablando de todo lo que nos habia acontecido en nuestras vidas en los diez afios que llevébamos sin vernos. ¢O fue al revés? Reflexionando acerca de las novelas que habia leido a lo largo de mis 26 afios, me di cuenta de algo en lo que no habia caido en la cuenta antes, justo cuando empecé a relatar los detalles de los viajes que realicé y las personas que habfan hecho una parada en la estacion de mi corazén durante esa tiltima década. Lo que mas feliz me hizo en todas esas situaciones no habia sido el diltimo capitulo de aquellos libros, o las iltimas vivencias en aquel_pafs extranjero, 0 la iiltima conversacién con aquel antiguo amor ahora inaleanzable... lo que hacia que recomendara aquella novela o que hablara con emocién de aquel viaje 0 aquel chico era lo que habia sucedido a la mitad del trayecto: las aventuras y desventuras de los personajes de aquel libro, las anécdotas divertidas y los instantes de café amargo que me hicieron crecer en mi viaje y las sensaciones casi tangibles que habfa despertado en mf aquel amor. He ahi la razén por la que no creo en los finales felices. No recomendé una novela por su final, al igual que tampoco insté a mi amiga a ir de viaje a Irlanda por mi iltimo dfa de mi Erasmus en Galway, ni tampoco hablé de mis antiguos amores por sus {iltimos besos, ya que todo eso s6lo lama a la tristeza, esa que cala a los huesos de forma irremediable. Es por eso que prefiero contar las historias y mi vida bajéndome siempre en la peniltima parada. Blanca Sanchez Braza Lcenciada en Flologia Inglesa. Ha recibido menciones en concursos literarios a nivel nacional. Es autora del poemario Donde los sueos no tienen fin (Adarve, 2020}. = = < 3 3 Al DY ela ees tea tN lh, Foe RCC ae econ eae oc) ele et peu ac are igre Mader6, Hatia el ponignte Eje Central cea) er nen eee eta Re eR iecureR MCNerea tom IY

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