You are on page 1of 67

ÍiiiFii!uilm.i#ffilL'Jii.

iimL=g=
1

fllllH.I:lk-L,JIIIIlil:-'-I.] L_._ '-L_ __ J-LJ, T


ml E]ü -il Bi
ESPE •, _ „/LI
0
Éfflá F¥u zlll

::-:¿`-:

EEE
ñ

\:_`-.i`:
E

#
Warlord Games

1898 Miniaturas
Victrix
EH
Libros de Historia Militar

Colección completa
de Desperta Ferro
ffq,,u,,,,,,,,,',.,`
Editorial
Cuando [el cónsul romano, Publio Comelio Escipión] se enteró
de que Anil)al había salvado el obstáculo [los Alpes] y se
encontraba ya en ltalia [. . .] quedó pasmado de la audacia del
hombre y de su coraje. Lo mismo sintieron los habitantes de
Roma ante lo que se les vem'a encima (Polibio,111.61.6).

Y, en efecto, el pavor que debió de provocar la noticia de la llegada


de Aníbal a ltalia estaba plenamente justificado, tal y como demostra-
rían los espantosos acontecimientos futuros, que pusieron a Roma en la
coyuntura de mayor gravedad de su historia. En este segundo volumen
de la serie que dedicamos a la Segunda Guerra Púnica acompañaremos al
ejército púnico desde los Pirineos hasta el Po, en una hazaña logística que
implicó el cruce de cauces tan caudalosos como el Ródano o el paso de mon-
tañas que hasta la fecha solo un semidiós como Hércules había hollado. Bueno,
solo Hércules y los galos, ese enemigo sempitemo de Roma, que acogen'a a Aníl)al con los brazos
abiertos y le proi)orcionan'a guerreros con ros que cubrir sus bajas. La primera sangre se derramará
ya, incluso la de un cónsul, ese Publio Comelio Escipión, en la batalla del Tesino. La primera sangre
de tanta como la que sería necesaria para dirimir la pugna entre Roma y Cartago. Pero, como si de
un presagio futuro se tratara, como Escipión, que herido de extrema gravedad pudo recuperarse, de
igual modo lo haría su patria, aunque tuviese que arrostrar muchos días negros...

www.despertaferro-ediciones.com
®0®©®
Índice
De los Pirineos a los A]pes. La
velocidad como táética por Francisco
Gracia Alonso

Stéphane Boudin
40 El enigma alpino porw. C. Mahaney

20 Nacidos entre el hieiTo y las amas.


El sometimiento de la Cisalpina por
44 áesHi:::. E|
Alber[o Pérez Rubio amamento
céltico al su de
los A]pes por
Gustavo Garci'a

Aníl)al
irrmpe en
ltalia. La
emboscada
en el Tesino
por Eduardo
Kavanagh

58 Reseñas de nbros
Y además,
introduciendo el n.° 60,
Los hombres del norte. El primer siglo
del principado nomando por Pierre
Bauduin
De la República al lmperio, la civilización
y la historia de las legiones de Roma, a tu alcance
DE SPERTA FERRO DESPERTA FERR0
ESPECIALES ANTIGUA Y MEDIEVAL
B | DESPERTAFERRU

EI Estado romano
en el periodo de entreguerras
Enrique Garci'a Riaza - Universidad de las lslas Baleares

ASÍ PUES, ESTAS TRES CLASES DE GOBIERNO QUE IIE CITADO DOMNABAN LA
CONSTITUCIÓN Y LAS TRES ESTABAN ORDENADAS, SE ADMINISTRABAN Y
REPARTÍAN TAN EQUITATIVAMENTIE, CON TANTO ACIERTO, QUE NUNCA NADm,
NI TAN SIQUHRA LOS NATIVOS, IIUBIERAN PODIDO AFIRMAR CON SEGURIDAD
sl EL RÉGIMEN ERA TOTAmmNTE ARlsTocRÁTlco, o DEMocRÁTlco, o
MONÁRQUICO. COSA MUY NATURAL, PUES SI NOS FUÁRAMOS EN LA POTESTAD
DE LOS CÓNSULES, NOS PARECERÍA UNA CONSTITUCIÓN PERFECTAnmNrlE
MONÁRQUICA Y REAL, SI ATENDIÉRAMOS A LA DEL SENADO, ARISTOCRÁTICA,
Y SI CONSIDERÁRAMOS EL PODER DEL PUEBLO, NOS DARÍA LA IMPRESIÓN DE
ENCONTRARNOS, SIN AMBAGES, ANTE UNA DEMOCRACIA.

POLIBIO VI.11.11-12 (TRAD. M. BALASCH RECORT, ED. GREDOS)

La Urbs que pudo contemplar el escritor griego a su llegada


a ltalia como rehén tras la deiTota de Perseo en Pidna (168 a. C.)
se había transforinado ya, en no menor grado, respecto de la
población del Lacio -relativamente modesta en dimensiones,
y provinciana en actitudes- que debió de ser la Roma del siglo
111 a. C. Y es muy probable, pese a ello, que el aspecto de la
ciudad durante las celebraciones de la victoria sobre el citado
rey de Macedonia le ofreciera todavi'a al viajero griego un cierto
aire de abiganada rudeza, que contrastaría vivamente con la
sofisticación helem'stica. Por ese motivo, el fulgurante logro de
la expansión romana constituía para él un enigma, un objeto de
estudio insoslayable al que se dedicaría con ahínco.
Polibio concluirá que la explicación del éxito romano debe
ir necesariamente emparejada con el análisis de su configura-
ción sociopolítica. Tal relación de causalidad es justificada con
los siguientes razonamientos:

Lo más bello y, al mismo tiempo, lo más útil para los


lectores en su dedicación sería comprender y profundizar
cómo pudo suceder y cuál fue la constitución que lo con-
lectores griegos una visión sintética de la "constitución" ro- siguió [. . .]. En todo asunto, y en la suerte o en la fortuna
En estemana,
célebre pasaje de
planteando sus Hi.srori.as,
analogi'as Polibio
comprensibles ofrece
para a sus
un público adversa, debemos creer que la causa principal es la estnic-
de cultura helem'stica. Líneas atrás, en la introducción de la obra, tura de la constitución, ya que de ella brotan, como de una
había anunciado su intención de concentrarse en el estudio del me- fuente, no solo las ideas y las iniciativas en las empresas,
dio siglo crucial que discurre entre el inicio de la Segunda Guerra sino también su cumplimiento (Pol. VI.1.3; 2.2-3).
Púnica y la batalla de Pidna. Naturalmente, como buen historia-
dor, Polibio examina las consecuencias del citado periodo, pero LA EVOLUCIÓN DEL SISTEMA DE LAS
también las causas, remontándose al primer conflicto entre Roma MAGISTRATURAS
y Cartago, del que sin embargo no fue testigo, dado que nació en Como cualquier Estado, Roma se hallaba sometida a una transfor-
tomo al 200 a. C., con los rescoldos aún calientes de la Segunda mación constante, fruto de las dinámicas económicas y de las ten-
GueiTa Púnica. Pese a esta relativa lejanía, el testimonio de las siones sociales. A partir del final de la Monarquía en el 509 a. C.,
H].sfori.as resulta hoy en día una fuente de singular importancia, ya un sistema político republicano se había ido conformando progre-
que el escritor griego, favorecido por u exilio dulce a la sombra sivamente. Ya en la época de Polibio -y desde su perspectiva, no
de los Comelios Escipiones, supo integrarse en la élite política de lo olvidemos- la poJztez'a romana (que traducimos como "consti-
Roma y acceder a sus fuentes. Extranjero, distante también, como tución" o, mejor, como "foma de gobiemo'') presentaba trazas
nosotros, del mmdo que describe, sigamos a Polibio en este breve que, a ojos de los griegos, continuaban recordando el poder de la
paseo por la Roma de finales del siglo 111. a. C. realeza. En especial, el consulado, la magistratura suprema ejercida
DEspERTAFERRn | 7

1 DENARIO acuñado P. Licinio Nerva entre los años 113 y 112 a. C. En el reverso se representa una escena de votación en el curso de una ASAM-
BLEA CIUDADANA (COM/7TUM), probablemente en su variante tribal (comi.fí.a rrí.bufa), órgano de representación del cuerpo cívico de Roma.
Esta moneda es, no obstante, un siglo posterior al periodo anibálico, y representa ya el nuevo sistema de votación secreta. A la izquierda, un
ciudadano recibe la papeleta (propiamente, una tablilla de cera sobre la que escribir el voto) de manos de un asistente dispuesto en un plano
inferior. A la derecha de ambos, un tercer ciudadano introduce su voto en la c/.5ra o urna electoral (apenas perceptible aquí). El espacio dedicado
al proceso electoral -frente al edificio del Senado, en el foro-tenía la consideración de sacro. Aquellos varones que poseyeran la ciudadanía
romana y estuvieran en edad acudían a los comicios organizados según la tribu de pertenencia. En el anverso aparece el busto de la diosa
Roma (abstracción divinizada de la ciudad) que se cubre con casco y sostiene lanza y escudo. Sobre la superficie de este último se aprecia una
figuración de Pegaso. En torno suyo se aprecia una estrella (si'mbolo de perpetuidad) y un creciente (posible alusión a la buena fortuna).
V BASAMENTO DE PIEDRA travertina perteneciente a un monumento dedicado al DIOS HONOS y erigido en algún momento de las últimas tres
décadas del siglo lll a. C. Hallado a apenas treinta metros de la antigua porta collina, en Roma. La inscripción grabada en su superficie reza M/arcus/
B/.co/e/.o/s/ V//.b/) ///.bertus/ Hono/e/donom dede[ mereío (`'Marco Bicoleio, liberto de Vibio, ofrece este regalo al dios Honos''). Se trata, por tanto, de
un voto hecho a la divinidad en agradecimiento por algún favor obtenido de esta. Lo llamativo de este caso es que, como sabemos, Honos era una
deidad eminentemente militar, asociada a la guerra y, particularmente, al coraje y bravura en el combate. Por lo mismo, resulta llamativo que un
antiguo esclavo -por tanto incapacitado para el servicio militar-pudiera rendirle culto. De hecho, este documento parece demostrar que Honos
era venerado por las clases populares. En el año 234 a. C. Quinto Fabio Máximo (el mismo que más tarde destacari'a en la lucha contra Aníbal),
tras una victoria sobre los ligures, erigió un templo en Roma en su honor (Cicerón, De Nc)rurc) Deorum,11.61 ). En 222 a. C., y tras abatir en combate
singular al jefe galo Viridomar, el cónsul Claudio Marcelo le dedicó un segundo templo, asimismo en F}oma (Livio Xxvll.25), y lo mismo hizo más
tarde, en 101 a. C., Cayo Mario (Cicero, Pro Sesf/.o 116, Pro P/cinc/.0 78, De D/.v/.nar/.one 1.59). En todos estos casos se trata de fundaciones asociadas a
triunfos miiitares, sobre iigures, gaios y Cimbrios y teutones respectivamente. © ALBEmo PÉREZ RUBIO

por dos individuos colegiados, evocaba Metelos eran plebeyas), dado que se había orientados a dificultar (o, al menos, de-
por su amplia concentración de poderes producido una fusión de intereses, refor- morar en una década) la repetición de la
tales rasgos diárquicos. Los especialistas zada con una política de matimonios y magistratura suprema. Resulta conocido el
debaten aún hoy la fecha de creación del adopciones muy activa. Como medida de hecho de que algunas de estas medidas -y
consulado y sus atribuciones origina- control frente a caiTeras demasiado fiil- aún otras posteriores, más restictivas- se
rias. Cuando el sistema republicano se gurantes (con m riesgo potencial para el convirtieron en papel mojado ante la capa-
consolide, no sin sobresaltos ni intentos frágil equilibrio del sistema), ciertas inicia- cidaddepresióndedeterininadasfámilias,
de involución, los cónsules liderarán las tivas legislativas intre ellas la J& WJJz.a como los Comelios Escipiones.
cainpañas mnitares ümbos o, al menos, Ar]naJi.s (180 a. C.L fueron aprobadas a fin
uno de ellos cada año- y también des- de regular el cursus honomm. Se estable- EL SENADO, INSTITUCIÓN
empeñarán funciones civiles de primera ció así una progresividad en el acceso a los DETERMINANTE
impoitancia para el desenvolvimiento or- cargos, un intervalo de al menos dos años En segundo lugar, nuestro introductor
dinario de la ciudad. En el momento en entre el desempeño de estos, y una edad en los entresijos de la estructura polí-
que la Primera Guerra Púnica tocaba a mínima para acceder a las responsabilida- tica romana nos presenta al Senado, una
su fin, hacía ya más de un siglo que el des de mayor calado político y militar, de institución que evoca en Polibio un aire
desempeño de la magistratura suprema se modo que la magistratura de pretor estaba aristocrático. Posiblemente, el autor de las
había abierto también a las fámilias más vedada a los plebeyos menores de treinta Historias üene in mente \os conseíos o
ricas de origenes plebeyos. El consulado y nueve años, y la de cómul a los que no bouJe's de algunas ciudades griegas, con
no era ya un honor de tipo aristocrático, alcanzaran los cuarenta y dos. Por su paite, las que el Senado comparte ciertas se-
reservado al reducido grupo de los pati- los paticios podían acceder a estos cargos mejanzas. En la seguda mitad del siglo
cios: la evolución del sistema había dado siendo dos años más jóvenes. Un elemen- 111 a. C., el acceso a este importantísímo
lugar al nacimiento de una nueva élite que tal sentido común vinculaba en Roma la órgano se había ido regularizando, de
podríamos denominar en sentido esricto experiencia vital y la capacidad de toma modo que las bajas se cubn'an por desig-
como oligárquica (en griego, "el gobiemo de decisiones púbncas. La citada ley, de nación de los censores a partir de una lista
de unos pocos"). La nobleza (nobi.li.Ías) carácter tribunicio, venía a complementar de elegibles, siendo el desempeño de la
no descansaba ahora en la exclusividad el efecto de otros mecanismos legales teó- magistratura de cuestor la teórica puerta
de las viejas fárilias, sino en la impronta ricamente en vigor desde el siglo IV a. C. de acceso.
distintiva y vitalicia que confería el logro
de haber desempeñado ü ser posible con
éxitos militares- la magistratura suprema.
Esta apertura del acceso al consulado
no fue, daro está, una decisión volLmtaria
de la aristocracia. Tradicionalmente (sin
detenemos aquí en discusiones de matiz)
se atribuye a las leyes Li.c`z.nz.ae-Sexíz.ae del
367 a. C. tal novedad, corolario de una ola
de presión contra el monopolio institucio-
nal y económico de las familias paticias.
En el momento histórico que analizamos,
el origen patricio o plebeyo de un deter-
minado cónsul no representaba ya un dato
relevante ®or ejemplo, familias de cón-
sules tan importantes como los Cecilios
s""

Taurasia. .
Bod.';`c':'mago

veitamocoies
¥ÜooTj°#8"S
Med.o.an:"S:er:oLgF

.
g=j. ¿ca'ul,'inos?
II Territorio romano

Colonias latinas

'aurinos ínsubros Brixia-í.+


®t 111] Ciudades libres

(Sicilia)

iaeuii rw\:"` _` . -enom¿ i i Límitedeldominío


romano
ciast:dio ` ,?La6encíao cremona v::o-n-aü..' v é n e t
r Magistradosromanos

//,J ,J - Movimientos
L i g uers,ia,áe,,os:aep;Ca,:v:oS,oa,es Tanet'á`tit*:S
a-O;i`a:::;:ti:*o_l^¢p i n.,r¿J
a//,/ ,J Patavjo (,, - romanos
ingaunos - cMa°nv:#|eenst8sS
• Enclavesindígenas

boios Pueblosceltas

apuanos Pueblos ligures

aíiaunos Pueblos recios

samnitas Pueblos itálicos

istrios Pueblos niríos

Fanum Fortunae

Etruria
1
Vetulonia

``i Córsica Volsini . \.. -

^
o lnteramna Castrum
Novum
C\1tern\a
0
Carsioli Ariiitemo

ii]H]
t> 1\..?
Corfino -9.' A

Sardrnia 0 Asernia
Fregelas
(

j
o Sañnio
o Boviano
Eiil

/
_JPJ6
Benevento
.
jpo)sAct:#:g::ecs::::inaens:oSsse°sbcruea::::¡tp°arr¡a°::e|:rn:ontraterritorio
hano= La primera, con 20 navíos y 1000 combatientes, ataca las islas Eo- mp`1::li3o
/ lias ®, si.bien, 3 barcos son desviados por las corrientes hacia el estrecho
de Mesina, donde se encuentra la flota de Hieióm de Siracusa, que ordena in-
terceptarlas y capturarlas ®. Gracias al interrogatorio de los prisioneros, el rey
es informado d_e que iina segunda escuadra cartaginesa, con 35 navíos, navega
hacia Lilibeo ®. Advertido el pretor romano de la isla, se refuerzan guarniciones
y se establecen vigías por toda la costa. La flota cartaginesa es detectada mientras
aguardaba en alta mar el momento propicio para lanzarse sobre la ciudad costera,
pero los romanos deciden hacer salir a su escuadra y presentai batalla, combate en
éi que se imponen y logran capturar 7 naves y i700 ho-mbres ®. Poco después liega
Sempronio, acompañado por Hierón de Siracusa, a Lilibeo, su base de operaciones. A

§§t::r:::n::!na{a:r!eai§::3Uro:§:S:U#eal;ari#ai::#;::Z(f#a:t:i,:dd;e:n:de:hc:ce:#:eomrp:ri:r:os:a:;:r,:#§P:u:n-,aos
últimos estertores de una campaña que va a ser suspendida. Llegan noticias de Fioma, Aníbal
ha pasado el Ródano y se dirige a los Alpes. Semi]romio debe abandonar Sicilia y dirigirse hacia
la Cisalpina.

Égades
o QEolias
Q csO ,,,- `-`J `L
`'1

..`

#Lilibeo `cr-`,`Haleso
`, \ 0\
Eritella

E=
Hi mera

Sicilia
OL~-`_.``
T;:k-ffi+ Locris Epicefiria
cabo Bon Tauromenio o
. Enna

Cossyra qrigenk-`ólentuoripa
preto r Catania
La ltalia romana
el inicio de la Segunda Guerra Púhica
Siracusa 218 a. C.
s:reaFu?a!
A) Ivlovilización romana y i]rimeros combates OESPERTAFEF(RD | 9

El inicio del asedio de la ciudad hispana de Sagunto (219 a. C.)


por Aníbal había desencadenado la crisis. Más tarde, con su
conquista y destrucción, el bárcida ha arrastrado irremisible- Entre sus múltiples funciones y atibuciones, cabe recordar que
mente a su Estado a la guerra. Una delegación del Senado en- el Senado controlaba la política exterior romana, y su papel era,
viada a Cartago, encabezada por Ouimto Fabio Máximo, ha por tanto, crucial en la toma de decisión relativa a los conflictos
declarado oficialmente la guerra a los cartagineses y posterior- bélicos. Muy pocas iniciativas en el campo militar escapaban del
mente se dirige al norte de Hispania y la Narbonense tratando de
control del Senado, que supervisaba la actividad de sus generales.
ganarse el apoyo de las tribus indígenas, pero sin ningún éxito.
Para entonces, la movilización romana ya ha dado comienzo. Si- Tal vigilancia era evidente en el plano de las grandes decisiones es-
guiendo a Tito Livio, podemos pensar que en Fioma predomina la tratégicas, pero, a medida que los teatros de operaciones se fueron
incertidumbre, o incluso el temor, ante la idea de que un torrente alejando primero del Lacio y luego de ltalia (con la Primera Guerra
de agresivas tribus hispanas dirigidas por Aníbal se pueda pre- Púnica), los comandantes sobre el teiTeno adquirieron notables co-
cipitar sobre ltalia. La última gran conflagración en la que los
tas de autonomi'a y, de facto, aquellos con capacidad de influencia
romanos habían tomado parte, la Primera Guerra Púnica, finali-
zada en el año 241 a. C., quedaba ya muy lejos. La República no ven'an ratificadas por el Senado ciertas decisiones estratégicas e
dispone de soldados con una preparación siquiera aproximada iniciativas políticas adoptadas unilateralmente en ultramar.
a los del Ejército cartaginés, tropas que han luchado en Hispania Duante el pen'odo de ``entregueiTas" que analizamos aquí -si
durante largos años y que constituyen una extraordinaria fuer- tal interludio existió, considerando, como veremos después, la
za de combate. lniciado el conflicto, no obstante, los romanos
continuación de las campañas militares en otros escenarios-, el
no van a permanecer a la defensiva, su plan inicial prevé dos
líneas de avance. La primera fuerza de choque se dirigirá contra cuerpo senatorial continuaba afeiTado a la posesión de explotacio-
África; la segunda, de igual envergadura, se establecerá al nor- nes agricolas en ltalia como fuente de dignificación de su riqueza.
te de Hispania con el fin de evitar cualquier avance cartaginés La titularidad de bienes raíces en el ámbito rural define a la élite
por tierra contra ltalia. En el caso de, que esto último no pueda políticaylasitúaenelvérticedeunatupidareddejerarquizaciones
evitarse, el ejército preparado para Africa suspenderá su cam-
personales con el campesinado. Este rasgo tan particular de la vida
paña y regresará a la península para hacer frente al enemigo.
Para llevar adelante el plan se procede a movilizar dos ejércitos
sociopolítica romana adquiere car[a de naturaleza jurídica (tras
consulares. El primero, al mando del cónsul Tiberio Sempronio varios intentos previos) precisamente en la época que analizamos,
Longo, cuenta con dos legiones romanas (las legiones 1 y 11, con con la promulgación en el 218 a. C. de la Jex CJaudi.a de nave se-
un total de 8000 infantes y 600 jinetes) y otros 16 000 soldados naíorum. De nuevo a iniciativa de un tibuno de la plebe, se, trató
de infantería y 1800 de caballería aliados. Este ejército consular,
de limitar a los senadores la capacidad de poseer flotas mercantes,
cuyo destino es atacar el territorio púnico, cuenta con un poten-
te respaldo naval: 160 quinquerremes y 12 barcos menores. Sin de modo que los paíres hallaran impedimentos para desarrollar
embargo, la noticia del rápido inicio de la campaña por Aníbal empresas comerciales y concentraran en la tierra su interés. Los
sorprende a los romanos, que modifican por ello su plan original. motivos de fondo y el grado éxito de la ley son hoy objeto de de-
Ante el nuevo escenario que se presenta, se considera peren- bate, pero parece claro que los miembros del orden senatorial, en
torio acelerar el proyecto de colonización de la Cisalpina. A tal
cuyas manos se encontraba buena paite de los poderes del Estado,
efecto, y ante la más que probable hostilidad de los galos del
territorio, se opta por reforzar la guarnición de la provincia (dos
no renunciaron a las amplias oportunidades de enrique£imiento
legiones romanas con 10 000 infantes y 1000 jinetes aliados), un que la expansión mediterránea estaba empezando a proporcionar.
trasvase urgente de fuerzas que repercute en una merma de las Al menos en teon'a, las actividades mercantiles de cierto peso
unidades a disposición del cónsul Publio Comelio Escipión. EI se circunscribieron al griipo social que conocemos como "orden
pretor Lucio Manlio, que ha recibido el mando de esta provin- ecuestre". Sen'an sus integrantes, los caballeros, quienes organiza-
:#:r:sda:°ETseag#eej:arciteo'::rce:Umepr:%:,q:,ed`:sI¡::ds:d: ran las incipientes empresas, asociándose en pequeñas compañías
Hispania, es el último en ser constituido: consta de dos legiones que, andando el tiempo, con el nuevo orden romano emanado de la
romanas (Ia lll y la vll) más l4 000 infantes y l600 jinetes aliados, Segunda Guerra Púnica, darán lugar a las poderosas soci.eíafes pu-
aunque solo cuenta con 60 quinquerremes. Sin embargo, el ejér- bJz.canomm, dotadas de capacidad para embarcarse en aribiciosas
cito de Escipión volverá a verse condicionado por la situación
aventuras comerciales, y provistas de capital y medios logísticos
en la Cisalpina. Han acudido con celeridad a la región 12 000
colonos, protegidos por los destacamentos legionarios que se suficientes para explotar, en régimen de concesión administrativa,
afanan en poner en pie dos enclaves, Placencia y Cremona, le- recursos públicos tales como ciertos cotos mineros o la recauda-
vantados para que ejerzan de baluartes contra los galos o, como ción de impuestos.
va a ser el caso, cualquier otro enemigo que pueda atravesar los
Alpes. Como bien suponían los romanos, el proceso de coloniza-
EL CRECIENTE PODER DE LAS ASAMBLEAS
ción conduce al malestar, primero, y a la abierta rebelión, des-
No resulta difícil imaginar que la connivencia entre los senadores
pués, de las tribus galas afectadas. El levantamiento de boios e
ínsubros, que devastan los campos ocupados por los colonos, (en cuyas manos se hallaban las grandes decisiones de expansión
hace huir a todos, soldados y civiles, más allá de Placencia, que militar) y los ecuestres (cooperadores necesarios para el apro-
es abandonada. Las columnas de refugiados convergen sobre vechamiento de los bienes resultantes) fuera más que notoria.
la colonia romana de Mutina (Módena), donde se aprestan a
Pero esta comunidad de intereses empezaba a extenderse ya
resistir. La respuesta del pretor es dirigir el núcleo de su ejér-
cito, la [eg/.o /V, más un indeterminado número de aliados, en
entre otras capas sociales. El "consenso popular sobre la política
busca de los rebeldes pero, sorprendido por estos, pierde 1200 imperialista romana" -en palabras del historiador italiano Emilio
hombres ® y debe refugiarse en Taneto, donde se atrinchera y Gabba- presentaba naturaleza transversal, alcanzando, al menos,
logra, pese a lo comprometido de su situación, ser abastecido a al nutido sector de los ciudadanos romanos susceptibles de ser
través del río, además de recibir el apoyo de los galos cenoma-
movilizados (adsi.duz.), en un fenómeno aún incipiente, que se
nos, aliados de Fioma. En esta tesitura, el Senado echa mano del
ejército que está organizando Escipión, que debe desprenderse consolidará tras el conflicto anibálico. El poder de influencia
política de este grupo social era, en el pen'odo que analizamos,
::nu:,ap',eegt:órncYÁ:j:iooa3:;s:gcuiepi:::eenntYi::::o,as'ea,:i::ip::: relativamente significativo. Desde la promulgación de la Jex
volver a rehacer su ejército mediante una nueva leva. Toda esta Horfensi.a en el 287 a. C., había aumentado el teórico peso de las
asambleas populares, dado que pasaron a tener fuerza de ley las
:¡::eps::E::nadco°::enc:md¡:nRt:i;U6í:sUc|:¡:nne#::aabr'áedpeé:d::¡aa::
tarde a las costas de la Galia Transalpina. Entretanto, en Sicilia, y
en vísperas de la llegada de Ti. Sempronio a la isla ®, han dado
comienzo las hostilidades.
ln i OESFIERTAFERRn

decisiones propuestas por los tribunos de cios centuriados proporcionó mayor peso
la plebe y votadas por los plebeyos orga- al voto de otros grupos de ciudadanos, pero
nizados con criterio de tribus. Cuando la sin transfomar sustancialmente el desequi-
asamblea era presidida por un cónsul o nbrio de fuerzas. Tampoco cabe reconocer
pretor, elegía a los magistrados inferio- ma neta implicación "democrática" en el
res (excepto tribunos de la plebe y ediles tibunado de la plebe. No obstante los ori-
plebeyos). La votación de los magistra- genes de este cargo como teórico contiapo-
dos superiores, aquellos con capacidad der, en su mayoría los tibunos fueron muy
de i.mperi.um o mando militar (pretores y pronto fagocitados por el sistema, al proce-
cónsules), recaía en otra asamblea, tam- der ellos mismos de fainilias senatoriales o
bién ciudadana, configurada a partir de de su entomo. En suma, pese a la imagen
un Oastante teórico) criterio militar: los polibiana de "constitución mixta", la reali-
comitia centuriata. dad es que las instituciones continuarían, en
Todo ello justifica la valoración de buena medida, comioladas por un número
Polibio, quien cree reconocer en la pro- reducido de fámilias, la oligarquía pati-
fusión de asambleas algo propio de un cio-plebeya, que lognó conservar sus pri-
régimen democrático. Entre los moder- vflegios integrando en su seno, de manera
nos historiadores de la República romana directa o indirecta, a los nuevos sectores
peimanece aún vivo el debate acerca de sociales que se estaban viendo enriqueci-
la conceptuación de este sistema político. dos al hilo de la expansión. Esta relativa
Para Fergus Mi]lar, la ciudad-Estado de flexibflidad de la élite política, convertida
Roma se hallaba relativamente próxima en "aristocracia de función" como se la ha
a la Atenas del siglo V a. C., ya que pre- denominado, aseguó su peivivencia du-
sentaba, a su juicio, rasgos de una "demo- rante generaciones.
cracia directa". Frente a esta percepción,
otros importantes estudiosos Je Ronald ADAPTABILIDAD
Syme a Karl-Joachim Hólkeskamp (re- E INTEGmcIÓN
cientemente traducido al españolL han La capacidad de integrar con mecanismos
defendido un carácter bastante más oligár- flexibles a otros pueblos constituye una
quico para la vida política de este periodo, de las claves de la expansión territorial
subrayando el peso del Senado y de los romana en estos años. La República se
magistrados en la toma de decisiones pú- vio abocada a un rápido aprendizaje par-
blicas. En este sentido, es necesario tener tiendo de una hasta ahora pobre experien-
en cuenta que el adjetivo demokraíi.kós cia en ulü.amar, improvisando soluciones
que emplea Polibio remite a un sistema administrativas en un primer momento, y
propio de la Antigüedad en el que una consolidando después instituciones políti-
amplia masa social carecía de derechos co-diplomáticas que se revelarían eficaces
políticos e, incluso, de garanti'as indivi- para obtener la supremacía mediterránea.
duales como la libertad. Pero tampoco En el flanco occidental y meridional,
en su acepción polibiana podemos con- Roma explora a partir del 227 a. C. un
siderar a la constitución de Roma como nuevo modelo de gestión basado en el
"democrática". En realidad, el gobiemo envío de dos de sus propios magistrados
de la República media continuaba siendo ordinarios (pretores) para encargarse de
conúDlado por unas pocas manos proce- los asuntos de Sicilia y Córcega-Cerdeña
dentes de la oligarquía patricio-plebeya: respectivamente, islas que {omo se re-
el poder de convocar las asambleas y de cordará-, pasaron a control romano a con-
proponer leyes para su aprobación o re- secuencia de la Primera Guerra Púnica y
chazo por el pueblo era retenido por los de las revueltas posteriores. En el caso de
magisúados, con un fuerte peso, además, Sicflia, además, el Senado optó por mante-
del parecer del Senado (auctori.tas pa- ner-yexplotarenbeneficiopropiuelsis-
Írum). Paralelamente, las características tema administrativo-fiscal que se hanaba
del sufragio priorizado por centurias (cuyo implantado en la isla, en buena medida
tamaño desigual beneficiaba a las élites) desarrollado por Siracusa.
motivaba que en la mayoría de los casos Por lo que respecta al área oriental, la
los sectores más pudientes de la sociedad República pone a prueba otra modalidad
iue votaban en primer lugar- lograran de dominación, en este caso indirecta, pro-
sin problemas una mayon'a absoluta. cuando su hegemonía en la estratégica
En el pen'odo entre la Primera y la Se- Iliria y sus islas (tras una operación militar
gunda GueiTa Púnica, quizás a mediados de contra la reina Teuta) mediante la configu-
siglo, una compleja refoma de los coini- ración de Estados satélite. El eperimento
DESF]mTAFERRD | «

< TERRACOTA VOTIVA antropomorfa hallada en el Tíber -entre los modernos Ponte Umberto y Ponte della Marmorata, frente a la isla Tiberina-
y fechada a finales del siglo 111 o comienzos del 11 a. C. Pertenece a un amplísimo lote de esculturas similares halladas a orillas del mencionado
río, de forma similar a lo que se documenta asimismo en otras ciudades del Lacio como Gabios, Veyes o Sátrico. Probablemente nos hallemos
ante exvotos, ofrendas almacenadas en gran número en el interior de depósitos votivos excavados en el suelo para tal efecto, conocidos como
favisas, y asociados a santuarios ribereños. Los devotos arrojarían la terracota al interior de la favisa a modo de ofrenda a la divinidad y, aunque
no podemos determinar con seguridad la identidad de esta, sí podemos conjeturar que estuviera relacionada bien con una divinidad curativa
(Esculapio, Minerva Médica, Hércules. ..), bien con el propio río Tiber divinizado, a quien asimismo se atribui'a un poder sanador. En paralelo,
estas figuras son el reflejo de la aristocracia romana del periodo. La figura que aquí nos ocupa, en concreto, representa a un varón togado
que, conforme a la costumbre, cubre su cabeza con la toga en señal de piedad religiosa. Se trata, en todo caso, de producciones inspiradas en
prototipos de plástica helenística de Asia Menor, el Ática, Tanagra o del sur de ltalia fl-arento, Capua. . .). Sin embargo, con el tiempo, estas repre-
sentaciones se fueron alejando progresivamente de estos modelos y adoptando un estilo propio, Io que es testimonio de la ko/.né -comunidad
cultural-helenístico-itálica que se da en este momento. En {oncreto, la impresión `'estilizada" o alargada de estas figuras es característica del
arte itálico de la República media, en el que los talleres romanos ejercen un protagonismo cada vez mayor, en detrimento de las influencias
externas. Museo Nazionaie Romano. © ALSEmo PÉREZ RUBIO
V FUENTE DE PIEDRA tallada hallada en Borgo San Giovanni, la antigua Lanuvium, en el Lacio. Data de finales del siglo 111 o principios del 11 a. C.
Destacala.inscr.ipciiónqueleemosenelreborde,querezaC(aius)Scautio(s)L(uci)f(ilius)a<e=I>dile(s)faice[//]mquededit[//aq]uaqueadouxet
(``El edil Cayo Scautio, hijo de Lucio, hizo tallar esta fuente y se ocupó de garantizar el abastecimiento de agua'') (CIL 1,2443). La inscripción no
indicacuáleraelbeneficiariodeesesuministro,peroprobablementedebamossuponerquefueraelTEMPLODEHÉRCULEsque,juntoconel
de Juno Sóspita, formaban en complejo cultual de esta localidad. Es más, esta fuente fue hallada en el interior de una cisterna a la que habían
ido a parar numerosos fragmentos del mencionado templo de Hércules. Este fue erigido en torno al año 330 a. C„ esto es, apenas ocho años
después de la anexión de Lanuvium al territorio romano. Con toda probabilidad obedeciera a la ambición de CONTRARRESTAR LA INFLUEN-
CIA DE LA DIOSA TUTELAR, Juno Sóspita, con otra deidad, en este caso de corte marcadamente romano: Hércules. © ALBEmo pÉREz RUBio

tendrá, a medio plazo, resultados funestos, definitivo de la Liga Latina en el 338 a. C. a medio plazo el téHnino "latino" no desig-
al escapar del control romano el mandata- ylaconsecuenteexpansióndelteritorioro- naráyaunaadscripcióngeográfica,sinoun
rio insular aupado al poder por el Senado: mano (ager Romanus), algunas de las ciu- detenninado nivel juridico, referido a mu-
Demetio de Faros. Pero se había ensayado dades derrotadas fueron reconocidas como nicipios o a nuevas fundaciones coloniales
ya una fómula -la creación de áreas de municipios, y sus habitantes recibieron el con independencia de su localización. En
influencia basadas en el eufemismo de la síatus de ciudadanos romanos (aunque con tales asentamientos, los colonos no solo
ami.ci.n.a- que se aplicaría después con re- ciertas resticciones en la primera época, procedían de núdeos itálicos, sino que, con
lativo éxito en otros diversos ámbitos a lo como la imposibilidad de ejercer cargos relativa frecuencia, eran en origen plenos
largo del MediteiTáneo, de algunos reinos públicos en Roma o participar en sus elec- ciudadanos romanos que habían aceptado
helenísticos al mundo númida o mauritano. ciones). Esta fóimula, con variaciones, será degradar su síatus personal asumiendo la
Sin duda, fiie la península itálica el ám- después exportada a otras regiones de lta- condición de "latinos" a cambio, claro está,
bito territorial en el que la República se vio lia, en especial a su área central. de beneficiaise de m generoso programa
forzada a desarrollar soluciones más creati- En paralelo, se desarrolló un modelo de parcelación agraria.
vas. La consolidación del dominio romano de "semiciudadanía", en viitud del cual se A la originalidad del nomen Jat[.nus
se produjo a 1o largo del sido IV y hasta integraba a sus beneficiarios bajo la pro- se Lme otra fómula sistemáticamente em-
principios del 111 a. C. en el Lacio, Etniria tección del derecho romano en ténninos pleada por Roma en estos años: 1a vincula-
yenlosterritorioscontroladosporlossam- de comercio y matimonio, con una me- ción con otros pueblos de la península itá-
nitas, áreas en las que Roma supo explotar nor posibilidad de participación en la vida licaportiatadoofoedus.Noshallamosante
en beneficio propio las diveisas hostilida- cívica de Roma. Se trata de las ciudades un sistema de cLculos concénticos en el
des regionales. Sin solución de continuidad conocidas como "de derecho latino". La que estos soci.i. ocuparían la órbita exterior.
se produce la ampliación de tal esfera de fómula jurídica creada para su integración En un plano teórico, conservaban su auto-
poder en los extremos meridional y sep- pasaría después a aplicarse en otras regio- nomíapolíticaüunqueconprohibiciónde
tentional de la península, proceso recién nes de lta]ia Or de ultramar), de manera que relacionesentieellossinpreviasupervisión
teiminado cuando estalla iuizás no por
meracoincidenciacronológica-laPrimera
Guerra Púnica en el 264 a. C. La expansión
romana en ltalia es la crónica de m éxito
que no emana solo ni principalmente del
campo mflitar, sino del dinamismo social
y político romanos. Se ha señalado que tal
logro se debe inüe oúas razones- a la
capacidad integradora de Roma, que tuvo
la habflidad de acoger en su propio cueipo
cívico a un número creciente de extranje-
ros. Así, ffente a otras ciudades-Estado de
la Antigüedad, caso de Atenas o, en mayor
medida, Esparta, cuyo acceso a la ciudada-
nía -y por lo tanto al ejército regular- se
encontraba fuertemente limitado, la Repú-
blica romana se abrió a la incorporación de
nuevos integrantes. Tras el sometimiento
iz i DEsPERTAFERm

romana-, y sus obligaciones para con la República se limitarían a la inestabüidad en m área estratéaca, suscitando, por un lado, el recelo
apoitación de fuerzas auxiliares de combate. Pese a la connotación de los aliados de Roma (que aspiraban también a beneficiarse de la
de igualdad que destilan los téiTninos oficialmente empleados para parcelación) y, por otro, el resquemor de los propios galos vencidos.
definir este nexo (``federados'', "asociados"), la realidad es que nos Aunque parece no demasiado clara una relación de cau-
hallamos ante m síaíus que supone el reconocimiento más o menos sa-efecto, lo cierto es que la intensificación de la presencia ro-
explícito de la supremacía de la ciudad del Lacio, actitud pragmática mana en el norte de ltalia no contibuyó a calmar los ánimos de
donde no es ajeno el papel de la disuasión militar. Esta modafidad las poblaciones del valle del Po, que acabaría organizándose en
de incorporación a la esfera romana de nuevas ciudades y territorios una gran coalición y pasando a la ofensiva. De este modo, siete
fue extensivamente empleada por la República en ltalia, y también años después de la parcelación del ager GaJJicus se produce la
exportada a ultramar a partir del inicio de la Segunda Guerra Púnica, invasión gala del 225 a. C., protagonizada por distintos pueblos
siendo disfiazada con frecuencia bajo eufeinismos de alianza ar- de la cuenca padana (taurinos, ínsubros, boios y lingones) con el
mada (soc[.etüs armorum) frente a terceros Estados, y, en paiticular, apoyo de mercenarios de origen transalpino (gésatos). La victoria
ante Cartago, como sucederá entne diversos pueblos de la península romana de Telamón en el citado año no supone sino el punto de
ibérica, a los que los generales romanos instrimenta]izarán (véase partida para las campañas sucesivas, que supondrán la conquista
"¿Entre la espada y la pared? Las gentes de lberia en la Segunda romana de la cuenca septentional del Po (véase "La batalla de
Guema Púníca" en Desperta Ferro Antigua y Medieval n.° 17). La Telamóri" er\ Desperta Ferro Antigua y Medieval n.° 2). Er\ esta
oabazón de esta intincada arquitectura de poder residió, también, en linde fluvial de gran interés estratégico se establecieron los nuevos
la capacidad romana de atracción sobre las élites locales de los nú- jalones coloniales de Placentia y Cremona, cuya fundación, como
cleos sometidos (dedz.Íz.cz'(.). En ocasiones, el ejercicio indisimulado recuerda Eckstein, habn'a sido decidida avanzado el 219 a. C.
de la violencia desempeñó un papel no menor, caso de la represión Entre el final de la Primera Guerra Púnica y el inicio del gran
contra la ciudad etrusca de Falerii, que trató de recuperar su autono- conflicto anibálico, la república romana, reforzada por las indem-
mi'a en el 241 a. C. Or es significativo que contara aún con unidades nizaciones de guerra cartaginesas, ha consolidado su posición
propias de infanten'a y caballería). Y tampoco debe desestimarse la hegemónica en ltalia, controlado el patio trasero de lliria y conso-
poderosa capacidad de unión que otorga la esperanza de botin (spes lidado su presencia insular en el MediteiTáneo centro-occidental
praedae), ese inconfesable nexo veitebrador de las coaliciones mi- con Sicilia, Córcega y Cerdeña bajo su dominio. EI Estado romano
litares a lo largo de la historia. adquin'a una envergadua demográfica y económica incompatible
Así pues, el "factor diferencial" de la adaptabilidad confirió con la de su rival púnico, que se expande con éxito en lberia. Un
a Roma una inusitada capacidad para incrementar exponencial- nuevo enfrentamiento -y esta vez definitivcL estaba a punto de
mente su poder militar, tanto en hombres movilizables (se cal- comenzar.
cula que en tomo a la mitad de sus tropas eran aliadas) como en
recursos. No fue necesaria ni hubo nunca en época republicana Este arti'culo ha sido realizado en el marco del proyecto "La
una "conquista" de ltalia, ni una integración territorial directa expresión diplomática en el Mediterráneo central y oriental bajo
de toda la península. El dominio romano se basó en el esquema la expansión romana: el regalo en su contexto político e institu-
arcaico de jerarquización entre ciudades-Estado a partir de las cional" (PGC2018-096415-B-C22)
distintas modalidades de control resumidas en la fómula de so-
c`z.).z. nomenque Jatz.num. Un sistema que, sin embargo, se someterá BIBLloGRAFÍA BÁSICA
a la ``prueba de estrés" definitiva cuando Anil)al cruce los Alpes l+Ólkeskamp,K:J.(2019)..LaculturapolíticadelaRepúblicaromana.
y diversas comunidades del norte de ltalia decidan sublevarse. Un debate historiográfico internacional. Sev.ma-Zaragoza..
La posterior violencia aplicada por Roma contra estos pueblos Prensas de la Universidad de Zaragoza.
desvelará, palmariamente, su verdadera situación en el tablero N.icolet, C. (1982).. Roma y la conquista del mundo mediterráneo
político. La ``cuestión italiana" será, desde entonces, una herida (264-27 a.C.). 1. Las Estructuras de la ltalia romana. Barcelona..
abieita a lo largo de la historia republicana, y el caldo de cultivo Labor.
de la Guerra Social, ya en el siglo 1 a. C. P.ina Polo, F. (2011).. The Consul at Rome. The Civil Functions of
Duante los años que ana]Ízamos, la expansión agn'cola romana the Consuls in the Roman Republic. Cambr.idge.. Cambr.idge
en ltalia resulta imparable, en especial a costa de aquellos pueblos University Press.
Pina Polo, F.; Díaz Fernández, A. (2019): 7lhe Ouae5Íor5hi.p /.n the
que, deiTotados en combate, habían visto incautado parcial o total-
Romcin Repub//.c, Berl ín-Boston : De G ruyter.
mente su territorio. Los mecanismos empleados para la adjudica-
ción de parcelas fueron en ocasiones objeto de controversia. En el
= Bi bl iog rafi'a com pleta en www.desperfc7ferro-ed/.c/.or}es.com
232 a. C. el entonces tibuno de la plebe Cayo Flaminio se enfientó
a los intereses senatoriales al planear un reparto de tieiTas en el
Enrique García Riaza es catedrático de Historia
ager GaJJ[.cus (acaso también en el Pi.cenus, aunque la cuestión es
Antigua en la Universidad de las lslas Baleares. Su
debatida), el territorio arrebatado a los galos senones situado al su
ámbito principal de estudio es la diplomacia y la
de AriminiLim (Rímini, colonia fundada en el 268 a. C.). Al parecer,
comunicación poli'tica durante la expansión romano-
se trataba de tierras que venían siendo explotadas un tanto alegal-
republicana. Es miembro de la Red de Excelencia
mente por iniembros de la oligarqu'a romana. Las razones últimas ''[/.bera fle5 Pub//.ca: estudios sobre la República
de la iniciativa se nos escapan, dado que Flaminio era él mismo un romana" y del Grupo de lnvestigación Occi.dens. Recientemente ha
integrante de la élite, pero el hecho de que el reparto de lotes se rea- ccntir[adolasmonograFías-.Unidosenarmas:coalicionesmilitaresenel
lizara con criterio viritano (a campesinos individuales) y no a través Occ/.deníeanr/.guo (Palma-Madrid, 2019), con E. Sánchez Moreno, e "/n
de la fundación de una colonia (más controlable) pudo contibuir fidem venerunr. Expresiones de sometimiento a la República Romana en
al malestar, así como la circunstancia de que tal proyecto generara Occ/.der)Íe (Madrid, 2019), con A.-M. Sanz.
Todo Desperta Ferro en un solo paso
Ahora con más contenidos que nunca, regalos y ventajas exclusivas
UN AÑO DE CONTENIDOS PREMIUM
msAms
XXIHEjércitosmedievaleshispánicos0.Los.visigodos
i=mmHmui]]!m 46 El sitio de Malta
ñEñÑÑEiiiiÑÑÑfi 3i Vivir en tiempos del Cid

60 1066. La batalla de Hastings


iñiñÑTfl"Tii 40 Varsovia 1920. La Guerra Polaco-Soviética

i=lHmNm]i]Im 47 La guerra de Crimea (11). Sebastopol


fiHiiEfi 32 Mérida romana

XXIV Panzer (IV). 1943


61 Viriato y las Guerras Lusitanas
Ili"IffllllH"" 41 Nomandía (11). Utah y Omaha

-!iLi"HE"[i]i]i`mi 48 Blas de Lezo y la defensa de Cartagena de lndias


ñÑÑiñHliíñÑÉti 33 indoeuopeos. Migraciones, lenguas y genes

62 La cruzada contra los cátaros (11)


iñÑiñÑTHUTñ 42 La batalla de Belchite 1937

XXV La legión romana (VII). El siglo V


iim["mui»m 49 Litde Bighom 1876
iÑÑíñHliiÑmÑñ 34 EI Egipto de Cleopatra

H"lmlm"ll]lH- 63 La Segunda Guerra Púnica (111). Tesino y Trebia


[(.Liiffl[t]mH 43 Tannenberg 1914

-Em"Hbu[ui]iHmi 50 El duque de Alba en Flandes


fiHITri 35 La peste negra

XXVI La jmada española (IV).1600-1650


mi["m"iffl- 64 Alfonso Vl
iñiñÑTMmTñ 44 Los últimos de Filipinas

lil[1["mul"HH 51 Casti]]a conúia Carlos V. La GueiTa de las Comuiiidades


ñÑÑñiiiiíÑÑüñ 36 La romanización de Hispania

H"imm"itiiffl- 65 Los pueblos del mar


45 Nomandía (111). Gold, Juno, Sword

¿Ya eres suscriptor? Pregúntanos cómo transformar tu suscripción actual a Premium


*Gastos de envío: España gratis, UE 35€, resto del mundo 50€.

suscripciones@despertaferro-ediciones.com . 912 204 200 - 663 690 961


www.despertaferro-ediciones.com
®0®®®
J, ,-`
'ra

e Ítália
Stéphane Bourdin - Centre national de la recherche scientifique
n los siglos X y IX a. C. se formaron en la Lombardía De foma simultánea empiezan a sugir inscripciones en m alfa-

E -a orillas de los lagos Mayor y de Como respectiva-


mente-dos grandes comunidades: Como (Comum para
los romanos) y un segundo asentamiento de nombre descono-
beto derivado del emisco y en una lengua perteneciente a la familia
de lenguas célticas, empleadas para señalar marcas de propiedad
sobre los objetos pero también dedicaciones públicas. Así, en 1966
cido que se extendía por el territorio de las comunas de Sesto las excavaciones de Prestino üldea próxima a ComoL tiajeron a la
Calende, Castelletto sopra Ticino y Golasecca. Precisamente luz una mscripción monumental tallada sobre un dintel de piedra.
esta última ha dado nombre a la cultura arqueológica que se ex- El bloque decoraba un pequeño edificio que quizá hiciera las veces
tendió durante la Primera Edad del Hierro desde los Alpes (can- de "tesoro" [N. del E.: edificio que alberga los objetos preciosos
tón del Tesino) hasta la llanura de Lombardía y el Piamonte, donados por un individuo o ma comunidad a una divinidad o un
una cultura que se distinguió por sus necrópolis de tumbas de templo], sito a su vez en un santuario público. La inscripción, fe-
inhumación en cistas de piedra: la cultura de Golasecca. El chada en tomo a finales del siglo Vl o principios del V a. C., alude a
asentamiento de Como (desde finales del siglo IX a. C.) pronto la ofrenda del monumento im recinto cenado sagrado o si.íes-por
alcanzó una extensión de 150 ha y contaba con un urbanismo un tal Uvamokozis, hijo de Pliale, en honor a un conjunto de divi-
regular: las viviendas estaban alineadas formando calles más o nidades locales (las Uvlfi.au!.o- Arioune-). Además, demuestra la
menos rectas, y se delimitaron zonas separadas para vivienda, existencia de santuarios públicos en la ciudad de Como. Las cerca de
industria y culto. La distribución de las necrópolis demuestra trescientas inscripciones hanadas, conocidas como "lepónticas", se
la vitalidad y el crecimiento de una amplia población rural, distibuyen por toda la región al norte del Po (Lombardía, cantón del
tanto que a partir del siglo Vl a. C. la red urbana se refuerza Tesino, norte de Piamonte, región de Verona) y sirven de expresión
con la fundación de las ciudades de Brescia (Brixia), Bérgamo de la identidad étnica de los miembros de esta cultura: se uata de
(Bergomum) y Milán (Mediolano). los celtas/galos de ltalia de principios de la Edad del HieiTo. Estas
DESPERTAFERRD | 15

• Detalle del registro inferior de una ESTELA FUNERARIA de la necrópolis de Certosa, Bolonia, la antigua ciudad etrusca de Felsina, datada el
siglo V a. C. Un infante desnudo, con una espada corta con pomo trilobulado y un escudo alargado combate contra un jinete protegido por
un /Í.noíhorax y que blande lo que parece una espada de tipo xyphos. Tradicionalmente se ha interpretado esta escena como el COMBATE DE
UN JINETE ETRUSCO CONTRA UN GALO, en función de sus respectivas caracterizaciones, aunque cabe indícar que el escudo oval y alargado
no es extraño al ámbito itálico ni tampoco la desnudez heroica, por lo que otros autores piensan mejor en la representación de unos juegos
funerarios, aunque eso no excluiría que estuviéramos ante un guerrero celta. De aceptar la primera opción, estari'amos ante acaso la repre-
sentación más temprana de un celta en el arte mediterráneo. Museo Arqueológico de Bolonia. tai ALSERTo pÉREz RUBio

inscripciones aparecen desde el siglo Vl hasta el 1 a. C., momento políticas más importantes de la región, pero sin duda debió de haber
en el cual el uso del latín se generaliza por todo el norte de ltalia. otras más no mencionadas por los clásicos. Estos pueblos fomaban
alianzas y confederaciones: los ínsubros, por ejemplo, reunían en
LA MIGRACIÓN DE BELOVES0 tomo suyo a otras comunidades menos poderosas, caso de los oro-
Sin embargo, según el testimonio de los autores clásicos, la presen- mobi.i., leponcios y comerises.
cia de galos en el noite de ltalia obedecería a una serie de migracio-
nes procedentes del centro de la Galia o de Bohemia en dirección ASENTAMIENTOS Y TERRITORIO
al valle del Po. El historiador romano Tito Livio 0/.34) alude a una Al norte del Po los recién llegados se f`mdieron con las poblaciones
historia singular que ningún otro autor menciona: en tiempos del rey celtoparlantes de la cultura de Golasecca y jmtos desarrollaron una
de Roma Tarquinio el Viejo, el rey de los bituriges, Ambigato, había foma de vida ubana: a excepción del yacimiento de Sesto Calende
establecido su dominación en la Galia. A finales de su reinado envió (Castelletto Ticino, Golasecca), que decae irremediablemente, todas
a sus dos sobrinos a la cabeza de sendas expediciones: Segoveso las ciudades (oppi.da) de los galos transalpinos (Mediolano, Ber-
partiría a través de la Selva Hercinia hacia Euopa cemal, mientras gomum, Como, Brixia, Verona) aparecen en la Primera Edad de
que Beloveso, a la cabeza de una coalición de bituriges, arvemos, Hierro y perduan en adelante (véase ArqueoJogi'a e Hi.sfori.a n.° 15:
senones, eduos y otros, franquean'a los Alpes, vencen'a a los ea.us- Oppida. Ci.udades de la Europa ce'Jíi.ca). Es más, la actua] red ubana
cos en batalla a orillas del río Tesino y se instalaría en la región de del norte de ltalia coincide prácticamente con la de aquel entonces.
Mediolano (Milán), en el país de los ínsubros. Después vendrían Al su del Po la situación es algo distinta: las poblaciones célticas
otras oleadas de migrantes iomo los cenomanos liderados por su se mezclan con las preexistentes, con los emiscos en Boloria y los
jefe Etitovio, o los libuos, los boios y los lingones-que aúavesan'an umbros en la Romaña. Livio, de hecho, define a los faurini como
"semigalos" (XXI.38), indicando que son producto de m mestizaje
las montañas para instalarse en las regiones de Venecia, Emilia y
Romaña. Los últimos en llegar, los senones, se encontraron con una de galos y ligues. Las inscripciones hanadas en la necrópolis del
Cisalpina completamente ocupada y, tras criizar los Apeninos y ex- yacimiento de Monte Bibele, en territorio boio, demuestran clara-
pulsar a los umbros y picenos, se asentaron en lo que hoy se conoce mente que parte de la población original etrusca pemaneció allí, en
como las Marcas, al su de Ancona. El testimonio de Livio es muy el seno de una sociedad de gueiTeros boios. Asimismo, en Mantua o
dudoso, y no tenemos modo de confimar la fecha tan temprana, de en los puertos de Espina y Adria hallamos inscripciones etruscas de
finales del siglo VIl o principios del Vl a. C., que proporciona para los siglos IV-IIl a. C. que demuestran una peivivencia de población
este movimiento migratorio. Sea como hiere, su testimonio proba- etruscoparlante en la región hasta tiempos de la conquista romana.
blemente refleje de foma ven'dica el modo en el que se produjo la Porúltimo,tambiénhallamosceltasenlosmárgenesdelaCisalpina,
migración de gentes de anende de los Alpes. donde pudieron infiltraise, bien de foma individual o en pequeños
De hecho, la documentación arqueológica sugiere que la pre- grupos: hallamos tumbas con panoplias latéiiicas en algunas necró-
sencia céltica -y, por tanto, los movimientos inigratorios- se re- polis ligues (como Ameglia, Pülica o Berceto) o vénetas (Altino,
fueiza desde finales del siglo V y principios del IV a. C. Tumbas Arqua Petrarca).
de inhumación en las que los finados llevan una panoplia guerrera En el caso de los ínsubros, aunque los centros ubanos siguen
de tipo céltico (casco de bronce y espada larga de tipo laténico si- existiendo, la mayon'a de la población ocupa pequeños hábitats
milares a las empleadas por entonces en la Galia, cadenas de hierro rurales, algunas de cuyas necrópolis han sido excavadas (Dorme-
para suspender la espada, escudos largos de madera reforzados con lletto, Garlasco, Ponti sul Mincio). Los cenomanos se distibuyen
cantoneras de hieiTo, laiizas y venablos. . .), así como fíbulas y joyas asimismo por asentamientos rurales y aldeas fortificadas y en altura
del mismo tipo, que se comieiEan a difundir a lo largo de toda la (casíeJla) o en Uano y sin fortificar (vi.c].), tal y como señala Livio
llanua de la Emilia, en tomo a Bolonia (Casalecchio, Maizabotto) (XXXIII.20; XXXIII.22). Todos estos pueblos galos se subdividen
y en la propia ciudad, en los alrededores de Mflán y en las Marcas a su vez en cierto número de asentamientos, dominados por aristó-
(Montefoitino di Arcevia, Filottrano). En muy poco tiempo, las cratas -pr[.r)cz.pes en terminologi'a latina-. Los nobles se reúnen en
poblaciones célticas iíhné según los autores griegos, geníes en las asambleas para decidir la paz o la gueiTa, el envi'o de embajadas
los latinos- se reparten la Cisalpina. Al norte del Po hanamos a los y, en caso de guerra, nombrar a los líderes rilitares, que las fuentes
taurinos (en la región de Turín), salasos (valle de Aosta), leponcios a menudo denominan "reyes" (rex en latín, basi./eus en griego).
(vane del Tesino), /i.bi.c!. o Ji.bui. (región de Verceni), veríamocori. (en Al su del Po, el principal núcleo de los boios es Felsina (Bolo-
tomo a Novara), Jauei. (Laus Pompeia), mar[.c[. (orillas del Tesino), nia). Las primeras tumbas célticas aparecen ahi' en el último cuarto
ínsubros (región de Milán), oromob!.i 03érgamo), comenses (Como), del siglo IV a. C. en las necrópolis de Certosa, Amoaldi, De Luca
cenomanos (región de Brescia y Verona) y cami. (norte de Friuli). y Bemacci Caprara. En el siglo XIX se excavaron en tomo a ciento
A] su del Po hallamos a los anares (región de Placencia), boios veinte tumbas (cifia que palidece en comparación con las cerca
(Emi]ia), lingones (Romaña) y senones (entre los ríos Utens y Aesis, de cinco mil de los periodos vilanoviano y etrusco). Muy cerca de
en la actual región de las Marcas). Estas poblaciones, cuyos nombres Bolonia, en Casalecchio di Reno, se excavó una necrópolis que con-
nos han sido transmitidos por las fiientes literarias (que emplean tem'a noventa y cinco tumbas de inhumación y una de incineración
térrninos latinos o etnónimos griegos) representan a las comunidades fechadas entre el segmdo cuarto del siglo IV y principios del 111 a. C.
lE | DESPERTAFERRn

V AJUAR FUNERARIO completo hallado en la tumba 14 de la necrópolis cisalpina de Monte Bibele, de finales siglo lv a. C. y perteneciente a la tribu de
los BOIOS. Se trata de la tumba de incineración de un individuo adulto de sexo indeterminado. Destacan las armas, algunas de las cuales se hallan
dobladas siguíendo un ritual de inutilización intencionada, caso de la ESPADA o y la vAINA ®, esta última en primer término. EI CASCO ®, que

:noun,:,:z:::u.s.:a:r:':eá:s;::ad.:óhjeer:oeifor:;,pa'iqsu.ensv::,L;:sÍ,naamd:i::odn.csev`:onsad:,s.csoóedm.i:;:::':as:áen,::np:#er:t:da:so:::ia:|p::::'área;'ac,?on#',u:::!gyafá:

if;,eí::ra:e;Í!:;,iíoijgit::;o:;Íii;dñí:r:j:ñ:::n;ajo;gi::;d;e;!i:::Í;e;::t!:;Í::;;;:::;s!e!:n:ctti:i:::;ní:o:ijj;;:í;::t:;,;r%;r:;s;p:;:s!ti:,:Íi;í;:Ííe;f::i:::an#i,;!L;:::o::::;
Más al sur, en los Apeninos, en la primera initad del sido IV a. C. reconocer a Quinto Fabio entre los combatientes, se encolerizó por
se funda el asentamiento de Monte Bibele: un conjunto de viviendas la violación de las reglas más básicas de la diplomacia y decidió
repartidas en ten.azas paralelas, a lo largo de una superficie de 0,6 ha. llevar la gueiTa a Roma. De modo que los galos abandonaron Clusio
En la colina opuesta al asentamiento hallamos una necrópolis de en y descendieron el vane del Tiber en dirección a la ciudad. A una
tomo a ciento setenta tumbas, de las cuales cuarenta y siete contenían distancia de 11 millas (aproximadamente 16 km) de la ciudad, en el
panoplias de amas laténicas (cascos de bronce, espadas y vainas, cauce del río Alia, un afluente del Tiber, las huestes galas infligieron
cadenas de suspensión, lanzas y escudos con refuerzos de hieiTo en una derrota aplastante a las romanas. Paite de los supeivivientes se
el reborde a modo de cantoneras). refugió en la ciudad de Veyes, abandonada por sus habitantes desde
Por su parte, los senones son conocidos por ma serie de pe- la conquista romana en 396 a. C.), pero cuyas muallas se mantem'an
queñas necrópolis (Filottrano, Montefortino di Arcevia, Piobicco, aún en pie, y el resto huyó en dirección a Roma, seguido por los
Moscano di Fabriano, etc.) que se extienden desde el segundo cuarto hombres de Breno.
del siglo IV hasta mediados del siglo 111 a. C. Las tumbas senonas Según el testimonio de las fuentes romanas (Liv. V.39-40; Plu-
se caracterizan por la riqueza del ajuar funerario, que rebosa ama- tarco, Wda de Cami./o 22,1-5), poco antes del amanecer los galos
mento, coronas de hojas de lámina de oro, vajilla de bronce, así entraron en la ciudad sin hanar oposición algma. Los habitantes
comoporseñalesdeunaaculturaciónmediterránea(esm'giles,fichas que todaw'a podían combatir se atincheraron en la ciudadela del
de juego, dados) que indican que los recién llegados fueron capaces Capitolio, por entonces fortificado (arx), mientras que los plebeyos
de integraise con facilidad entre las poblaciones itálicas. se desplazaron a la colina del Jani'culo y, desde ahí, se dispersaron
por EÚuria. El plebeyo Lucio Albino tomó consigo a las vestales y
LA TOMA DE ROMA la vajina litúrgica sagrada y partió hacia la ciudad ea.usca de Caere,
lnicialmente, los senones estaban descontentos con el teiTitorio que permitiendo así la celebración del culto de Vesta sin intempción, lo
habitaban y, empujados por varias sequías sucesivas, emprendieron que, de facío, equivah'a a la supervivencia de la propia Roma. Los
una serie de incuisiones de exploración y saqueo de los teritorios galos masacraron a los senadores que habían pemanecido en la ciu-
vecinos en ltalia central, en busca de nuevas tierras en las que asen- dad, a la que a su vez saquearon y prendieron fuego. Tras un asalto
tarse. En el año 391 a. C. -o 387 a. C. según las fuentes griegas- infructuoso al Capitolio, los galos negociaron un rescate (1000 libras
alcanzaron la ciudad etrusca de Clusio y redamaron a sus habitantes de oro) que los romanos se vieron obligados a pagar -las fuentes
ma porción de su rico territorio y penniso para asentaise en él. Los mencionan la gesta de un romano, Camilo, que logró recuperar el
de Clusio pidieron la ayuda de otras ciudades etruscas, así como de dinero, pero con toda probabilidad no sea sino una mera fantasía-.
la propia Roma, y esta última envió embajadores, Úes jóvenes de la La naiTación sobre la toma de Roma está repleta de fábulas. Es
gens Fabia. Pero estos, en lugar de limitarse a su cometido diplomá- evidente que el evento tuvo ma gran repercusión e induso llegó
tico, participaron en una refiiega con los galos. Su líder, Breno, al a oídos de los griegos: en efecto, historiadores como Heráclito del

®
iingones La migración áéüos galos a la Cisa
según el relato de Tito Liv
Es posible que las comunidades dé la,Galia que
dan como origen'de los emigrantes sean un refl
de la situación conocida para el siglo 1 a.C.`, y h{
de los siglos V-lv-'a:C. Aunque la coincidenciá en
's, algunos etnónimós transalpinos y cisalpinos,

j-:;e:;'i,:tns::ngón:e::m:b!gsin?ii::e;:s:q:ú:peañ:n:igeng:Pl:t,c:aa
p.,uteb!gsqugl,ots'9oran.

l'oios pueb,oga,o

Ponto (citado por Plutarco, Vída de Cami.lo 22.3), Teopompo (citado degalos+uyojefe,Breno,tienesospechosamenteelmismonombre
por Plinio el Viejo, Hi.síori.a Natural 111.57) o Aristóteles (citado que el líder de la expedición de celtas a Delfos, en el siglo 111 a. C.,
por Plutarco, Vída de Cam[.Jo 22.4) mencionaron por vez primera, siendo posiblemente un título derivado de brem, "jefe"- alcanzó
a mediados del siglo IV a. C., la ciudad de Roma con ocasión de su Roma oas haber infligido una o más deiTotas a los romanos. La
toma por los galos. Sin embargo, la arqueologi'a no ha sido capaz de ciudad fue tomada, y muchos autores posteriores, como Silio ltálico
hallar testimonio alguno de un gran incendio ni de una destiucción (IV.150-153)oLucano(FarsaJiav.27-30)sabíandesobraqueelca-
sistemática de la ciudad en este periodo, y es probable que debamos pitoüonohabíaresistidomásqueelrestodelaciudad,ylosromanos
interpretarlo todo como un episodio bastante más banal: una banda pagaron el rescate, quizá con ayuda de su aliado, Masalia. Los galos
se flieron con el oro, y este no fue recuperado hasta el año 283 a. C.,
cuando los romanos conquistaron el territorio de los senones.

UNA AMENAZA PERMANENTE


Gruposdemercenarioscélticos,similaresalosquehabíansaqueado
Roma, peimanecieron en la región del Lacio buena parte del siglo
IV a. C., duante el que no dudaron en ponerse al servicio, por
ejemplo, del tirano Dionisio de Siracusa o de ciudades latinas como
Tibu (381 a. C.) o Preneste (358 a. C.). En los años sucesivos se
produjeron algunas incuisiones galas provenientes de la región de
las Marcas o de Apulia, donde algunos se habían refuüado. En
367 a. C. los galos devastaron las orillas del n'o Aniene y regresaron
a hacer lo propio en 361 a. C. En esta segunda ocasión el conflicto
se zanjó con un duelo singular entre el guerrero más fuerte de los
galos y Tito Manlio, campeón de los romanos. Este último abatió
a su contincante y le arrebató su conar (o torques), 1o que le valió
el sobrenombre de `Torcuato". Los galos, derrotados, se pusieron
al servicio de los tiburtinos y pemanecieron en su territorio hasta
360 a. C. De hecho, en 358 a. C. las tropas romanas demotaron a un
contingente galo que estaba al servicio de la ciudad de Preneste. Por
último, en 350 a. C. el cónsul Marco Popnio Laena intervino con
^ Una de las primeras REPRESENTACIONES DE CELTAS en la plástica mediterránea la ofrece esta escena de combate representada sobre un
sÍc7mno5 falisco. En ella un INFANTE DESNUD0 y de CABELLO ERIZADO combate con escudo oval y espada contra otro Ínfante que porta
un escudo círcular -acaso un c]spÍ.5-y una espada de tipo xypho5. En la primera figura se aprecia claramente su CADENA DE SUSPENSION y
la vaina de su arma. A la derecha, un jinete cabalga sobre el cadáver de otro guerrero desnudo, picoteado por un ave de presa. No hay unani-
midad en la datación del vaso, con autores que lo remontan al primer cuarto del siglo lv a. C. y otros que lo rebajan a la segunda mitad de la
misma centuria, pero la presencia de una cadena de suspensión y la aparente morfología de su vaina, especialmente de su contera -próxima
a modelos de La Téne 82 o C1 -, abonari'an la cronología más reciente. Bonn, Akademísches Kunstmuseum. c GusTAvo GARclA jlMÉNEz

cuatro legiones para rechazar un ataque de galos; estos últimos bus-


caron refugio en los montes Albanos y pasaron al]í el inviemo, desde BIBL.OGRAFÍA BÁSICA
donde probablemente ofrecerían sus servicios como mercenarios a Barral,Ph.;Guillaumet,J.P.;Rouliére-Lambert,M-J.;Saracino,M.;D.

las ciudades latinas del entomo. A] año siguiente se produjo una ViiLdtii(eds.)(2014)..LesceltesetleNorddel'Italie/Iceltiel'Italiadel
Nord. Acies du XXX\/Ie Colloque lnternational de I'AFEAF (Vérone,
batalla en la que las legiones romanas los aniquilaron y duante la
77-20ma/.2072/.Dijon:RAE.
cual se produjo m episodio de duelo singular entre un campeón galo
Bourd.in, S. (20lz)., Les peuples de I'Italie préromaine. Identités,
y otro romano, Marco Valerio. Los romanos contaban que un dios
territoires et relations inter-ethniques en ltalie centrale et
tomó la foma de un cuervo que hostigó al galo, permitiendo la vic-
septentrionale(VIIle-Iers.av.J.-C.).Rome..BEFA;R.
toria de Valerio, que recibió el sobrenombre de cor\;us ("cuervo").
Peyre,Ch.(1919)..LacisalpinegauloisedullleaulersiécleavantJ.-C.
Toda esta intensa actividad mflitar estuvo acompañada de un
Paris: Presses de l'Ecole normale superieure.
eshierzo diplomático paralelo. Es probable que hieran los senones
Vital.i, D. (tiir.) (2003).. La necropoli di Monte Tiamburino a Monte
quienes enviaran delegaciones a Alejandro Magno, al menos en dos B/.be/e. Bologna: Gedit.
ocasiones, en 335 y 324-323 a.C. Estos mismos senones reaparecen V\l.AA.(1988)..Italiaomniumterrarumalumna.Laciviltddeiveneti,
nuevamente en el centro de ltalia a principios del sido 111 a. C.: Reti, Liguri, Celti, Piceni, Umbri, Latini, Campani e lapigi. N"ano..
una hueste de galos apareció en el año 299 a. C. en Etmria, 1o que Garzanti.
obligó a los etruscos a pagar u enome rescate para librarse de ellos.
Irónicamente, en 296 a. C., los senones se pusieron al servicio de los = Bibl iografi'a completa en www.de5perraferro-ed/.c/.one5.com
propios etruscos, unidos a samnitas y umbros, conü.a Roma. Al año
siguiente par[iciparon en la batalla del Sentino, hombro con hom- StéphaneBourdinftiedirectordeestudiosdela
bro con los samnitas. Tras esta derrota, los senones -y, en general, AntigüedadenlaÉcoleffanqisedeRome,esprofesor
todos los galos cisalpinos- se pusieron a la defensiva. A partir de de Historia de Roma en la Un.Nersité Lumiére Lyon 2
este momento se inviitió la tendencia y fueron los romanos quienes ydirectoradjuntocientfficoenellnstftutdessciences
comenzaron a lanzar ofensivas sobre su teiTitorio, aunque todavía Humaines et Sociales del CNRS. Es especialista en historia

tardarían siglo y medio en someter por completo la Cisalpina. de la ltalia prerromana y de la Roma republicana,
/,

PREINSCRIPCIÓN
DEL 4 AL 29 DE MAYO
DEL I AL 4 DE SEPTIEMBRE

U N I V E R S I D A D

COMPLUTENSE
MADRID

CURSO
2020/2021

NEN
MASTER EN ESTUDIOS MEDIEVALES

lnterdisciplinciriedad: aprende desde las múltiplesvisiones de la Historia, la Literatura,


la Historia del Arte y la Filosofía.
• Máster acodémico: fórmate para conocer e investigar el periodo medieval.
• Años de experiencia: aprende a investigar en la cuna del medievalismo español.

`1

Edicioh=és Sáiáni-iná
www.edicionessalamina.com ifiEÉjEDEEAHÜNAWAEffi©
CARTAGO CONTRA ROMA pAÑASHiLmRESDE
IA GUERRA INEXPIABLE
IA CAMPAÑA DE ISPIIANYA
La historia de Cartago va ligada intrínsecamente a la de Roma.
D@ fl@
Desde que la joven república romana fijase su expansión en
Sicilia a costa del poder cartaginés, estaba claro que el destino
de estas dos potencias Mediterráneas estaba predestinado a
que solo una de ellas sobreviviera.
En este primer volumen dedicado a Amílcar Barca, Luis de la
Luna hace un recorrido por la formación de Cartago, su
cultura y expansión para poder llegar al punto de tensión con
Roma y el posterior desarrollo de la Primera Guerra Púnica.
Amílcar nunca fue derrotado por los romanos y volvió con sus
veinte mil soldados sin rendir las armas ante Roma.
Tras la guerra vendrían una serie de campañas internas por
las revueltas de los mercenarios en la Guerra lnexpiable y
finalmente la campaña de lsphanya, el salto a la Península
lbércia para extender el área de influencia púnica en el oeste.
-11
~pa, t-

¡!gBBql __
t--
-_-==_ _+_____=
UmhedtEmpü
.J±L=_ -....`=-; cen naEBt?_99nFiEr?.q±
i t±±eecr! hhado dc eodo. iucmo. !a±=amieGao! cn ucm bdeñ d€ nouedadc. 7 .ric .
•±+_-===7iiTE±=-==±ii=E=iipdl±i+rit+I±=±É+±É--lTI±:-±±-=_-=_++=-
- -`--___ -t==, _ -,-- _-== - --__-_ ---_-__-_-__---------------- ¡==== --¡__==_===_ -==-====:=.-===__=_ ====____-`-_
Nacidos entre el hierro y las armas
El sometimiento de la Cisalpina
Alberto Pérez Rubio - Universidad ALutónoma de Madrid

LATOMADEROMApoRLosGALosQUEDÓMARCADA,coMouNTRAUMA,ENLApslQUE¥LATRADlclóNRon;¢ANAS.
LOS ROMANOS NO OLVIDARON NI EL INCENDIO DE SU CIUDAD``NI EL HUMILLANTE PESO DEL RESCATE QUE HUBIERON
DE PAGAR, CON EL REY GALO BRENO MOFÁNDOSE DE LA SUERTE DE LOS VENCIDOS MIENTRAS ARROJABA SU ESPADA
SOBRE LA BALANZA.

A
unque, más que no olvidar, lo que los romanos hi- 279 a. C. atacó el santuario de Apolo en Delfos, otro aconte-
cieron fue construir e inventar todo un elenco de cimiento traumático cuyos ecos resonaron ominosamente en
tradiciones alrededor de ese acontecimiento axial, todo el mundo helenístico (véase "Breno y el ataque a Delfos
que los historiadores posteriores entendieron casi como un de\ 279 a. C." en Desperta Ferro Antigua y Medieval n.° 2).
momento de segunda fundación de la Urbs. Hoy sabemos que De lo arraigado del miedo al galo -metus GaJJz.cus-,. periódi-
el incendio de la ciudad no fue generalizado -aunque se han camente reactivado por las incursiones que las bandas celtas
identificado algunas viviendas destruidas por el fuego en lo realizaban en el Lacio, da cuenta que en Roma se instituyese
que luego sería el foro de César, y datadas a comienzos del una leva especial, el ÍumuJÍus GaíJ].cus, una movilización en
siglo IV a. C.-, y que Breno no existió, siendo probablemente masaqueincluíainclusoahoribreshabitualmenteexentosdel
una figura que los primeros analistas romanos incorporaron servicio militar por edad o desempeño religioso. Los galos se
a sus historias buscando un paralelo con el Breno que en convirtieron en los nuévos titanes, en el caos y la barbarie que
DESPERTAFERR0 | Zl

< Detalle del friso de terracota de Gvitalba, en lo que fuera territorio senón -el cJger Ga///.cu5-cerca del lugar de la decisiva batalla de Sentino. La
obra tiene paralelos como el frontón del templo de Telamón y datari'a ya del siglo 11 a. C., sin que exista unanímidad sobre si a comienzos o finales
del mismo, habiéndose relacionado con la campaña de C. Manlio Vulso contra los gálatas en Anatolia de 189 a. C. El friso representaba a unos
GALOS SAQUEANDO UN SANTUARIO, que es defendido por una diosa. La imagen de los galos repite los estereotipos inmortalizados por la
plástica pergamena, en particular el grupo escultórico con el que Átalo 1 decoró el monumento levantado en la acrópolis de Pérgamo para con-
memorar su victoria sobre los gálatas tolistobogios, con figuras como el jefe galo suicidándosejunto a su esposa o el galo moribundo. Una serie
de caracteri'sticas que vemos en estas figuras funcionan como marcadores étnicos, repitiéndose casi constantemente en otras imágenes, como
en esta que aqui' mostramos: la desnudez heroica, un cinturón/cadena de suspensión ciñendo la cintura, torques al cuello, luengos bigotes y el
escudo oval, scuíum o íhureos (véase ''El celta en el imaginario grecorromano" en De5pería Fer/o Ar)ÍÍ.gua y Medí.evci/ n.° 2). A los pies de los galos
fugitivos aparecen una ph/.a/e y un jarro, vasos de uso litúrgico. El motivo de los galos sacri'legos se extiende en el mundo grecorromano desde el
saqueo de Delfos en 279 a. C., y en ltalia se coadyuvará con el recuerdo de acontecimientos locales, como el saqueo del templo de Juno en Pyrgi
por Dionisio el Viejo y -plausiblemente-sus aliados galos en 384 a. C. Museo Archeologico Nazionale delle Marche (Ancona). © GuiDo LiNitE, FREiBURG

había que domeñar, y a lo largo de la miríada de guerras que 310 a. C. y en cuyas cercanías se habían unido las tropas de
los romanos libraron contra ellos se fue forjando buena parte Egnatio con los senones. Como avanzada, se había enviado
de su identidad. al propretor Publio Cornelio Escipión Barbato con otra le-
gión, pero fue cercada y asaltada por los senones en una colina
EL EXTERMINIO DE LOS SENONES cercana a Camerino. Solo la oportuna llegada del gmeso del
La tradición señala a los senones, el último grupo galo en ejército romano salvó del exteminio a Barbato, pero los se-
asentarse en ltalia, como responsables de la toma de Roma. nones pudieron retirarse entonando sus cánticos de victoria y
La arqueología de lo que fuera su territorio, el ager GaJJi.cus, con abundantes cabezas romanas adornando el pecho de sus
en la actual región de las Marcas, nos asoma a una sociedad caballos o las puntas de sus lanzas. El ejército aliado se retiró
híbrida, fruto de la mezcolanza de pequeñas comunidades unos 50 km al norte, hasta la villa de Sentino, seguido por las
celtas que se asientan a lo largo del siglo IV a. C. con los legiones. Allí se libraría una de las batallas más impoitantes de
picenos itálicos que lo habitaban. La aculturación de los se- la historia de Roma.
nones queda patente en necrópolis como las de Montefortino Antes del choque, los contingentes etruscos y umbros se
o Moscano, donde encontramos elementos célticos, como retiraron, al recibir la noticia de que fuerzas romanas hosti-
armas de tipo La Téne y objetos de adorno como fíbulas y gaban Clusio, por lo que solo los samnitas y los senones, sin
brazaletes de vidrio, junto con objetos típicamente mediterrá- duda los más encarnizados enemigos que Roma encontraría en
neos, como vajilla de simposio -vasos de bronce y cerámicas ltalia, combatieron. Egnatio dispuso a sus samnitas en su flanco
griegas- o estrígiles. Destaca la elevada proporción de armas izquierdo, encarando a las legiones de Fabio Ruliano, mientras
encontradas en las tumbas, así como la riqueza de sus ajua- que los senones ocuparon el lado derecho, con una sustancial
res, que incluyen torques y coronas de oro. Esto señala tanto fuerza de caballería en su flanco, y enfrentando a Decio Mus.
la importancia del eíhos marcial entre los senones como el Ruliano confiaba en aguantar las acometidas de samnitas y
papel que la guerra desempeñaba como actividad económica, galos, para luego contraatacar aprovechando su cansancio. Se
fuese sirviendo como mercenarios o a través del pillaje y la decía de los galos, en particular, que ``soportaban tan mal la
exacción a las comunidades itálicas de allende los Apeninos. fatiga y el calor, que al principio de los combates parecían más
Bien ganada tenían su reputación de "haber nacido entre el que hombres y, al final, menos que mujeres" (Liv. X.28.4).
hierro y las armas" (Livio X.16.6). No sería así en Sentino. Mientras que en la derecha romana
En 299 a. C. un ejército de galos cisalpinos -presumible- la pugna se mantuvo equilibrada, en la izquierda el impetuoso
mente senones-, reforzados con guerreros del otro lado de Decio consiguió con su caballería deshacer a la de los senones,
los Alpes, se internó en el norte de Etruria en una de estas solo para verse arrollado por un feroz contraataque de los carros
expediciones de saqueo. Según Polibio (11.19), los etruscos de guerra galos. La situación pintaba negra para el ala izquierda
consiguieron comprarlos para que atacasen el territorio romana, por lo que Decio recurrió a una siniestra costumbre
romano, una razia de la que los galos regresaron cargados de familiar para dar la vuelta a las tomas. Tal y como su padre
botín, aunque Livio (X.10) difiere, señalando que se negaron había hecho cuarenta cinco años antes en la batalla del Veseris,
a auxiliar a los etruscos dado que estos rechazaron entregarles el cónsul se ofreció en devoíi.o:
tierras donde asentarse. Roma, a su vez, buscó la alianza con
los picenos, vecinos meridionales de los incómodos senones. Tras la súplica solemne, añadió que llevaba por delante
Cuatro años después, en 295 a. C., los senones se unieron -o el miedo y la huida, la muerte y la sangre, la cólera de
fueron reclutados como mercenarios- a la gran coalición que los dioses del cielo y de las profundidades, que iba a al-
los samnitas, etruscos y umbros habían forjado para oponerse canzar con su funesto sortilegio las enseñas, los dardos,
a los apetitos expansionistas de Roma, en el marco de la las armas de los enemigos; que el mismo lugar de su
conocida como Tercera Guerra Samnita (298-290 a. C.). El ruina lo sería de la ruina de los galos y samnitas. Pro-
año anterior, el ejército samnita, al mando de Gelio Egnatio, nunciadas estas imprecaciones contra sí mismo y contra
había cruzado los Apeninos aprovechando la dispersión de las los enemigos, espolea su caballo hacia donde veía más
legiones, para unir fuerzas con sus aliados y tratar de golpear compacto el frente galo y, ofreciéndose voluntariamente
decisivamente a la Loba. a los dardos enemigos, fue muerto (Liv. X.28.14; trad.
En la primavera de 295 a. C., los cónsules Fabio Ruliano y J. A. Villar, ed. Gredos 1982).
Decio Mus, al frente de cuatro legiones más el correspondiente
contingente de aliados, se encaminaron hacia la población de El sacrificio de Decio hizo que sus tropas recobraran áni-
Camerino, en Umbría, ligada a Roma por un foedus desde mos -y quizá provocó el desconcierto entre los enemigos, que
ZZ | DESFIERTAFERRü

conocerían el ritual y no dejarían de sentirse impresionados dición en 266 a. C. del enclave umbro de Sarsina, que dominaba
por la maldición recibida-, y se trabó un feroz combate con los una de las rutas que cruzaban los Apeninos.
senones. En el ala derecha, Fabio había conseguido imponerse
a los samnitas, y se volvió entonces contra la retaguardia de PLANTANDO CARA A ROMA
los galos. Atrapados, estos se batieron formando un muro de La llegada de grupos galos al valle del Po habría sido un
escudos, pero cayeron bajo una inmisericorde lluvia de pi.Ja. proceso discontinuo y progresivo a lo largo de los siglos IV
Según Livio (X.29.17), murieron 25 000 samnitas -entre ellos y 111 a. C., y estas comunidades se fueron instalando junto al
Egnatio- y galos, y 8000 fueron hechos prisioneros, mientras sustrato etrusco preexistente. Así, los boios, como los seno-
que las bajas romanas ascendieron a 8700, 7000 de ellos entre nes, parecen haber sido una sociedad multiétnica, ya que la
los hombres al mando de Decio, lo que evidencia la ferocidad epigrafía señala la presencia de individuos etruscos tanto en
del combate contra los senones. las necrópolis como en los hábitats, por ejemplo en Monte
Pero estos no habían dicho su última palabra. Diez años Bibele o en Bolonia. De hecho, enclaves como Mantua o
después, en 284 a. C., un ejército senón se intemó hasta Arretio, Spina y Adria, en la desembocadura del Po, siguen siendo
en Etruria, ciudad entonces aliada con Roma, que se apresuró etruscos, con una presencia céltica apenas perceptible. A par-
a enviar socorro al mando del cónsul Lucio Cecilio Metelo. tir del segundo cuarto del siglo 111 a. C. parece intensificarse
Los senones destrozaron a las tropas romanas, que sufrieron la celtización en la llanura de Emilia Romaña, con una mayor
13 000 muertos, entre ellos el cónsul y siete tribunos militares. presencia de objetos laténicos en las tumbas, lo que tendría
EI Senado mandó entonces una embajada al enemigo para relación con las noticias que dan las fuentes acerca de la lle-
tratar el destino de los prisioneros, pero su líder Britómartis gada de bandas guerreras transalpinas.
"irritado porque su padre, siendo aliado de los etiuscos, había La triste suerte de los senones agitó a los boios, que veían
muerto a manos de los romanos en esta guerra, despedazó a los la alargada sombra de Roma proyectarse ya sobre su solar. En
embajadores que llevaban las insignias de los heraldos o iban 283 a. C. se aliaron con los etruscos, pero fueron derrotados
revestidos con las vestimentas inviolables de su cargo, y espar- por los romanos en la batalla del Lago Vadimón, apenas a
ció los trozos de sus cuerpos por los campos" (Apiano, Gal.11). unos 90 km de Roma -aunque las fuentes son contradictorias y
El ancestral odio entre romanos y senones superaba incluso la puede que, como propuso Salmon, fuesen los senones y no los
sacrosanta inviolabilidad de los embajadores. La respuesta de boios los derrotados en Vadimón, y que fuese tras esta batalla
la Loba fue terrible. Un ejército, al mando del cónsul sufecto cuando se devastó el ager GalJi.cus-. Al año siguiente, recluta-
Mario Curio Dentato penetró en el ager GaJJi.cus y: dos hasta los hombres recién entrados en edad militar, los boios
volvieron a sufrir otro descalabro, 1o que llevó a pactar una paz
Destruyó y prendió fuego a todas las ciudades de los que duraría casi medio siglo. Roma pudo despreocuparse de su
senones; esclavizó a las mujeres y a los niños y mató a retaguardia septentrional mientras combatía contra Pirro (véase
todos los jóvenes adultos, excepto a un hijo de Britó- Desperta Ferro Antigua y Medieval n.° 43.. Pirro (1). Un rey
martis, al cual, después de infligirle terribles ultrajes, se contra Roma y n.° 5L.. Pirro (11). El ocaso de un aventurero) y
lo llevó para su triunfo (App. Samn. 6). contra los cartagineses en la Primera Guerra Púnica.
Con el sur de ltalia dominado, Roma podía poner sus miras
La muerte del padre de Britómartis, de este y de su hijo más allá de los Apeninos. Detrás de la retórica sobre la ame-
sintetizan la aniquilación de tres generaciones. Las fuentes naza gala y sin desdeñar el miedo que sus repetidas incursiones
recogen en efecto el exterminio de buena parte de los senones habían incubado entre los pueblos centroitálicos, había también
y la expulsión de los supervivientes, aunque la arqueología razones prosaicas que explican su deseo de controlar el valle
y la onomástica señalan la pervivencia de pequeñas comuni- del Po. Se trataba de una región rica y no demasiado poblada,
dades galas. Pero su poder militar había quedado totalmente presa tentadora para que políticos ambiciosos como Cayo Fla-
anulado, y cortados sus lazos con la Céltica, como indicaría minio o Marco Claudio Marcelo realizaran campañas militares
a partir de ese momento la ausencia de armas en las tumbas o plantearan proyectos de colonización para ganar popularidad
y de los desarrollos de la panoplia que vemos en el resto del entre la plebe, en el cada vez más competitivo escenario de la
ámbito laténico, como la cadena de suspensión, que en cambio política romana. En 238 a. C. los cónsules emprendieron cam-
sí encontramos en el vecino territorio boio. Roma se tomaba paña contra los boios, pero no pudieron imponerse a estos, que
cumplida venganza en los descendientes de los que dos siglos habían recibido ayuda de galos transalpinos, y que exigieron
antes la habían saqueado; incluso una tradición sostiene que el abandono de la colonia de Arimino. Los cónsules pactaron
fue entonces cuando se recuperó el rescate pagado en 390 a. C. una tregua y accedieron a que se enviase una embajada a Roma
(Suet., Ti.b. 3.2). para discutirlo, pero, evidentemente, no era esta una condición
Si con la incorporación en 290 a. C. de los territorios de que el Senado fuese a aceptar. El posterior ataque de los galos
sabinos y pretucios, que se convirtieron en ci.ves si.ne suftag[.o contra Arimino fracasó debido a querellas entre los boios y sus
-ciudadanos sin derecho de voto- y la fundación de una colonia aliados transalpinos, y según Zonaras (VIII.18) los primeros
latina en Hatria, Roma enlazaba el Tirreno y el Adriático, ahora debieron incluso entregar tierra a Roma. Acto seguido, uno de
consolidaba su presencia con la ocupación del ager GalJi.cus y los cónsules, P. Comelio Léntulo, volvió su atención contra los
la fundación de otra colonia en Sena Gallica. Esta presencia ligures, lo que no hacía sino seguir proyectando una amena-
quedó remachada en 268 a. C. con el establecimiento, un poco zante pinza sobre el valle del Po, ahora desde el oeste.
más al norte, de la colonia latina de Arimino, verdadero ba- En 232 a. C., el tribuno de la plebe Cayo Flaminio con-
1uarte para frenar posibles incursiones galas y, a la vez, puerta siguió que se aprobase la lex Flami.n[.a, con el propósito de
de entrada para la conquista de la llanura padana, y con la ren- dividir el ager GaJJi.cus y el Piceno en asignaciones virita-
El sometimiento de la Cisalpiha
300-222 a. C.

','b,-o'-
insubl°S
Mediolano
0
Adda
'Bórgomum
EJ
+ ` ±.J)
® En el contexto de la Tercera Guerra Samnita (298-290 a. C.),
`Í},:`,L\-

223 a. C. §eas:i::::|is(ii;:5:s:a;Ín:?:|u::a::s:::ci:a:ne:no:.#;s:isro:y:u:::i:í:;i;a:rsávcee:s:
Brixia
__---0 #,t:o:rt!ei:an:oe:íaoG:an,;,e:ís:rsF!osÉ:g,i:,3:lt,;!:uíc:ed,:aJ:óo::X:a:s::ó:nc!oo|:
en el ager Ga///.ct/s (colonia de Arimino en 268 a. C.) enerva a los
boios. lnvasión romana de territorio boio sin resultados. Fracaso
cerras °®o
Cremona (218 a` C.)
„oS

-`(r22:aaT8:).ñaónc:'avnaa'':ad#:seencetTaiieted:,o#r,as:o:.Í#ab.reo;

somete a los ínsubros (222 a. C.).


.-\ ,-~--`L`Aaljf`--

``. áEspin

Ezi L=
8`6)

Mevaniola
0 1`. ` Arimino (268 a. C.)

o`-
Sarsina
Vada Volterra
Sestino Pisauro
0
i ` ` ,_ \\` Fanum Fortunae
Urbino Metaurense°
Sena Gallica

t;lJ0rtona lguvi%
entlno
95a.C. Cingulo
(\`!:,oLÁ:üU#`:t,].:Ua

Clevsi-Ciusio°

Vettona c;" camerin°Ú


Sovana o Urvinum Hortense o
0 Telamón +_. Fimoo
Volsini
225 a. C.
staton9a- o---ó---Tude£
Mevania ® (264 a C )

oilum oleto (241 a C.) ®


ILímites268
dea.laC:ci.v/.Ías #omana
o'---.
Visentium
ft.i rentino
•;§
oNursia Ásculoi}
!--: Límites de la ci.vt.Ías#omana (273 a_ C_)

=..Í 263a.C: 0 |nteramna Nahars


`garquini:ag,°¥8#Ócnjs Nequinum-Namia (299 ci ',: i
® Coloníasromanas
(264a C) (Confechadefundación)
-OcrJ-QJ;a
R_eate ^ s

I
Gravisca
®
(273-a. C )
Colonias latinas

(con fecha defundación) Í-Ürid `--=sab°.tooov


_Ea

Territorio senón Castrum Novum


(¿264 a C 7)
=Cures Clitemia
Límites entre los grandes
-[ grupostribalesceltas ca°ere-Veygs _L=O
Aufinoo .. {} °ieaté
Nó-mentum Carsioli (:`l(j
lioi®S Pueblosceltas °Fidenas
:nas j\oN!e\\a'
üaN"\,aoe e Cc U
u 0o Ss vesv`-tt:":-`:al3g
ai]iiaiios Pueblos ligures

0 20 40 60 km
Grandes batallas
-, '- \-
1 ' ' ' ' ' t
, ' LTábu:oÍ o AlbaFucoens peii°g°n°o: §
° Opreneste(303a.C.) `
Z;% OTUúscu|o-[.L..`-" -,ú,,
Z4 | DESPERTAFERRO

> Vista frontal y de uno de los laterales de urna de la familia Purni,


un sarcófago etrusco de finales del siglo 111 a. C. Museo Arqueoló-
gico de Florencia. El motivo de la GA[ATOMAQt/JA, EL COMBATE
CONTRA GALOS, será recurrente en los sarcófagos etruscos de
los siglos 111 y 11 a. C., cuyo estilo deriva en buena medida de la esta-
tuaria helenística, en particular la de Pérgamo, como denuncia por
ejemplo la factura de los cabellos ensortijados de los galos. Estos
aparecen vencidos, siendo abatidos por dos jinetes y un infante
etruscos. El atavío de los celtas mezcla elementos fidedignos, como
el torque o el escudo oval con umbo y sp/.na de la figura de la iz-
quierda, con otros propios de las convenciones artísticas helenísti-
cas, como el a5p/.5 con porpax -abrazadera-o la xypho5 de la figura
central. La recurrencia de estas escenas señala tanto la pervivencia
en el recuerdo de las incursiones galas como el servicio de armas
de parte de las élites etruscas como aliados de Roma en el periodo.
Cabe por ejemplos recordar que para la campaña de Telamón
dentro de los cálculos romanos de hombres a movilizar se contaba
con alrededor de 50 000 infantes y 4000 jinetes de Etruria. En el
lateral de la urna aparece la imagen de un guerrero siendo pico-
teado en el rostro por un ave, un motivo que podemos relacionar
con la leyenda sobre la monomaquia -combate singular- entre
un campeón galo y el romano Marco Valerio en 349 a. C., según
lo narra Livio:

Se adelantó un galo que se haci'a notar por su corpulencia


y su armamento, y después de lograr silencio golpeando
el escudo con la lanza, por mediación de un intérprete
desafía a cualquier romano a que se bata a él con hie-
rro. Un tribuno militar, un muchacho, Marco Valerio [...]
se adelantó entre ambos ejércitos. La intervención de la
voluntad de los dioses quitó brillantez al combate de los
hombres. En efecto, cuando ya el romano iniciaba la lucha,
repentinamente un cuervo se posó en su casco mirando
hacia el enemigo [. . .] Cosa sorprendente de contar: el vo-
látil no sólo se mantuvo en el sitio que había ocupado en
un principio, sino que, a cada nuevo lance del combate,
elevándose sobre sus alas, atacó con su pico y sus uñas los
ojos y rostro del enemigo, hasta que, aterrado a la vista de que casaría con su desempeño mercenario. Persuadidos con
semejante prodigio y con los ojos tan obnubilados como oro y promesas sobre las riquezas que podrían obtener, dós
la mente, es degollado por Valerio (Livio Vll.26; trad. J. A. reyes, Concolitano y Aneoresto, agruparon a un numeroso
Villar Vidal, Ed. Gredos 1982).
contingente de gaesaíae: "jamás salió de aquellos parajes
un número mayor de hombres, ni más entusiasmados ni más
Por esta proeza, Marco Valerio recibió el cognomen de Corw5, que
agresivos" (Pol. 11.22.6). El recuerdo de la toma de Roma
pasaria a determinados miembros de la ger}5 Valeria. Bloch sugirió
que este episodio derivaría de una epopeya céltica, aduciendo el también estaba vivo entre los galos, en este caso como marca
paralelo que en la épica irlandesa encontramos cuando la diosa Mo- de honor: algunos prometieron no quitarse sus cinturones
rrigan ataca al héroe Cuchulainn transmutada en cuervo, y cabe traer de cadenas hasta haber hollado el Capitolio (Floro, Epííome
también a colación el cuervo de bronce con alas móviles que decora
1.20; Zon. 8.20).
el casco céltico hallado en una tumba de ciumesti (Rumania), datado
Los preparativos no pasaron desapercibidos a los roma-
en ei sigio iii a. c. © ALBERTO pÉREZ RUBIO
nos, que comenzaron a reclutar legiones, a avituallarse y a
nas, esto es, en parcelas de terreno a entregar a ciudadanos vigilar sus fronteras, prohibiendo, además, que se comer-
romanos. Bien podían los boios temer que, tras los senones, ciase con los galos, a fin de evitar que estos reuniesén oro y
llegaba su turno: plata con los que financiar su esfuerzo de guerra. Es probable
que la alianza de Roma con los cenomanos y vénetos, ve-
Los boios, limítrofes del territorio romano, estaban con- cinos septentrionales de los boios, se fraguase en estos mo-
vencidos de que Roma les hacia la guerra no para some- mentos. Tampoco descuidaron avenirse con el inframundo:
terles y dominarles, sino simplemente para aniquilarles, tras consultar los Libros Sibilinos, sendas parejas de galos
para eliminarles (Polibio, 11.21.9; trad. M Balasch, ed. y griegos fueron enterradas vivas en el Foro Boario. Un rito
Gredos, 1981). terrible, por el cual se expulsaba del mundo de los vivos al
enemigo y se restauraba la pax deorum, y que solo era eje-
Amenazados, los boios se aliaron con los ínsubros y 1o; cutado cuando Roma debía conjurar sus más desesperadas
tauriscos, y buscaron reclutar a mercenarios transalpinos, los situaciones: se repitió en 216 a. C., después del desastre de
conocidos como gaesaíae, cuyo origen estaría en los Alpes y Cannas, y en 113 a. C., cuando un ejército romano fue de-
del valle del Ródano. Polibio (11.22.1) dice que los raíioá"L/ rrotado por los escordiscos.
gaesafae recibían este nombre por "militar a soldada", y la Los miedos romanos se sustanciaron tres años más tarde,
etimología indica que se trata de un etnónimo construido a en 225 a. C., cuando gaesaíae, ínsubros y boios reunieron
partir de la palabra céltica gaz.so -"jabalina", "lanza"-, lo un enorme ejército .de 50 000 infantes y 20 000 jinetes y
•:+-i;

carros de guerra y penetraron en Etruria. Los galos no pu- pretor picó el cebó y comenzó a perseguir a los jinetes ga-
dier.on emplear todas sus tropas, ya que su frontera norte los, que le condujeron a una emboscada. El ejército romano
estaba amenazada por cenomanos y vénetos. Es probable perdió al menos 6000 hombres, aunque los supervivientes
que para entonces los romanos hubiesen relajado algo sus pudieron retirarse a terreno escabroso, donde los galos los
prevenciones, ya que, aunque uno de los cónsules, Lucio coparon. La diosa Fortuna quiso que ese mismo día llegara
Emilio Papo, había sido destacado a Ariminio, el otro, Cayo a las cercanías el cónsul Emilio desde Ariminio, con sus
Atilio Régulo, estaba en Sardinia completando la sumisión cuatro legiones de ciudadanos romanos -idealmente, 20 800
de la isla. Pero su reacción fue rápida: se envió a un pretor infantes y 1200 jinetes-más 30 000 infantes y 2000 jinetes
a Etruria, y se llamó a Emilio y a Atilio. En su narración aliados. Apercibido durante la noche de lo acontecido por
de los acontecimientos, Polibio enumera los contingentes mensajeros que los sitiados consiguieron hacer pasar entre
que Roma podía reunir para su defensa, probablemente co- las líneas galas, L. Emilio dispuso a sus tropas para combatir
piando a Fabio Píctor, que, a su vez, habría empleado algún a la mañana siguiente, pero los galos optaron por continuar
documento administrativo, la formuJa Íogaforum, que pres- su retirada, cargados ya de botín como estaban, y antes del
cribía el húmero de tropas que idealmente podían aportar alba pusieron dirección a la costa, para remontarla hacia el
las comunidades latinas y aliadas -soci.!.-. Las cifras eran.. norte, seguidos de cerca por el enemigo.
apabullantes, ascendiendo, entre romanos y aliados, hasta los En el ínterin, Atilio había desembarcado en Pisa con un
700 000 infantes y 70 000 jinetes, una capacidad con la que contingente de tamaño similar al de su colega. La captura for-
Polibio (11.24.16-17) recalca la osadía, rayana en la insania, tuita de algunos forrajeadores galos cerca de Telamón le per-
que tuvo Anibal al atreverse a invadir ltalia. mitió saber que estos se retiraban, con su colega pisándoles
El ejército galo se internó hasta Clusio, a apenas tres los talones. Una oportunidad de oro para aniquilarlos. Atilio
días de marcha de Roma, saqueando a placer, y haciéndose dispuso a sus tropas en orden de batalla bloqueando la ruta,
con un ingente número de prisioneros y de ganado. Reci- y con su caballería ocupó una colina que dominaba aquella.
bieron ent-onces la noticia de que las t.ropas comandadas Eri un primer momento, los galos pensaron que Emilio se
por el pretor, 40 000 infantes y 4000 jinetes reclutados les había adelantado, pero la captura de algunos romanos
entre etruscos y sabinos, les seguían los pasos. Los galos les hizo apercibirse de su delicada situación. De inmediato,
retrocedieron hasta encontrarse a la vista del enemigo al dispusieron a sus tropas en dos frentes: los gaesatae, terribles
caer la noche. Ambos ejércitos acamparon, pero los galos en su desnudez, solo atenuada por sus torques y brazaletes de
aprovecharon la oscuridad para retirarse en dirección a Fe- oro, y tras ellos los ínsubros, encararían a los perseguidores
sula, dejando a su caballería como señuelo. Al clarear, el de Emilio; los boios y los tauriscos harían lo propio con las

:-`*t:,;;`h,i. `. ,
zE i DESPERTAFERRn

> El combate entre EL CÓNSUL MARCO CLAUDIO MARCELO Y EL REY DE LOS GAESA7AE VIRIDOMAR durante la batalla de Clastidium en
222 a. C. es recogido de manera bien distinta por dos fuentes grecorromanas, Plutarco y Propercio, lo que nos advierte de lo cautelosos que tene-
mos que ser al leer estas, de las dificultades en la transmisión de la información en el mundo antíguo y de los sesgos e intencionalidades de dichas
fuentes. Plutarco, autor griego del siglo 1 d. C., recogió en su biografía de Marcelo Ínformación de autores anteriores, como Fabio Píctor, y describe
asi' el duelo:

Marcelo, cuando ya se habi'a trabado batalla con los contrarios, prometió a Júpiter Feretrio consagrarle las armas más hermosas que
tomaran a los enemigos. En esto, cuando el rey de los galos vio a Marcelo y se dio cuenta por las insignias de que era él quien estaba
al mano, guio al caballo hasta muy por delante de los otros y se enfrentó a él, provocándole al tiempo con grandes voces y blandiendo
la lanza. Era un hombre sobresaliente entre los galos y que se destacaba por su estatura y con su armadura de oro y plata y con pin-
turas de diversos colores que brillaba como el relámpago. Como a Marcelo le pareció que estas eran las más hermosas de las armas
y supuso que por ellas había hecho su promesa a los dioses, se lanzó contra aquel hombre y traspasándole la coraza con la lanza y
aprovechando el impulso del caballo lo derribó aun vivo, y asestándole un segundo golpe y un tercero, le mató (Plut. Marc. 6.4; trad.
A. Pérez Jiménez, P. Ortiz, Ed. Gredos 2008).

Propercio fue un poeta de época augustea, y pinta el duelo de manera harto distinta:

Y Claudio rechazó a los enemigos que habi'an atravesado el Rin, y trajo el escudo belga del gigantejefe Virdomaro: éste sej.actaba de
proceder del mismísimo Rin, ágil arrojando lanzas [gae5a] desde el carro que él mismo conducía. Cuando él, de pantalones [bracae]
listados, blandi'a su lanza delante de su hueste, su torque cayó de su garganta degollada (Prop. 4.10; trad. adaptada de A. Rami'rez de
Verger, Ed. Gredos 1989).

En esta elegía Propercio cantaba sobre las tres ocasiones en que los 5po//.a op/.m7, las armas tomadas en combate singular a un general enemigo,
fueron dedicadas en el templo de Júpiter Feretrio, y está plagada de estereotipos: el carro de guerra -probablemente ya en desuso en la Céltica
continental a finales del siglo 111 a. C.-, las brcicae o el torque, pero que en buena medida reflejan elementos verosímiles. Las alusiones al Rin indican
cómo,paraesaépocaydesdelascampañasdeCésar,dichoriohabíadevenidoenlafronteraúltimaentrecivilizaciónybarbarie.Elepisodiotambién
nos dice mucho sobre la importancia que la v/.m5, entendida como valor marcial, tenía entre los romanos. Marcelo se protege con un vistoso yelmo
i'talo-corintio y con una cota de malla, bajo la cual lleva un 5ubarmci//.s de cuero -prenda acolchada que amortiguaba el roce de la armadura-, cuyos
píeo^ge5 asoman por los hombros. De su tahali' cuelga un kopí.5, un sable apropiado para el combate de caballería, influencia de losjinetes helenísti-
cos. Su estatus está reflejado en sus botas, cc]/ceí. sencJfor/./, propias de los senadores. Frente a él, Viridomar se toca con un casco de tipo celtoitálico y
con una cota de malla de un modelo similar a los documentados en ámbito céltico, con grandes hombreras para proteger de golpes tajantes, que
se cierran con una agrafe decorada con discos de bronce, como en el ejemplar encontrado en la ya mentada tumba de Ciumesti. Su scuíum tiene
umbo y spÍ.m de madera, y combate con una larga espada de tipo La Téne. © pABLo ouTEiRAi

legiones de Atilio. La caballería gala se lanzó contra la colina desde allí dirigirse hacia el noreste, hasta la confluencia entre el
-donde cayó el cónsul Atilio, su cabeza siendo presentada a Po y el Adda, a través del territorio de los anares, una pequeña
los reyes galos-, pero los equ[.Íes romanos consiguieron man- comunidad celto-ligur con la que Roma había pactado. Era la
tener la posición, lo que a la postre decidiría el encuentro. primera vez que un ejército romano se intemaba más allá del Po,
Las dos infanterías chocaron y, aunque los gaesaíae fueron que vadearon, hostigados por los ínsubros, para reunirse con sus
diezmados por las salvas de pi.Ja de los legionarios, ínsubros, aliados cenomanos. Juntos, atacaron desde el este el corazón del
boios y tauriscos ofrecieron galante resistencia, espalda con- territorio ínsubro, devastando cosechas e incendiando aldeas.
tra espalda, presionados en vanguardia y retaguardia, sin Los ínsubros procedieron a una leva masiva y concentraron
hueco alguno para la huida. Pero la carga de la caballería sus fuerzas, que ascendían a 50 000 guerreros. La gravedad
romana desde la colina contra su flanco deshizo su formación, del peligro hizo que sacasen sus estandartes más sagrados, los
y 40 000 galos cayeron en el sitio, luchando bravamente hasta llamados "inamovibles", de su santuario -acaso enclavado en
el fin, mientras que otros 10 000 fueron hechos prisioneros su capital, Mediolano, un nombre común a otros lugares de
(véase "La batalla de Telamón" en Despería Ferro Anf[.gua la Céltica y que indica su papel federador- para encabezar a
y Medieva| n.° 2).
Acto seguido, Emilio atravesó Liguria y penetró en el terri- :ai.t:odpea,layg::on:eu:u,:r`:::r::,cfor`::;S::;Ereos#:::Lciagr.::
torio boio, para devolver saqueo con saqueo. Botín y prisione- Llenos de confianza, marcharon contra los romanos. Estos ha-
ros adomaron su triunfo en Roma, mientras que los estandartes bían ciuzado el Adda mediante pontones, pero, dudando de la
galos, las cadenas de suspensión y los torques de los otrora lealtad de los cenomanos, dejaron a estos en la orilla oriental
orgullosos gaesaíae adomaron el Capitolio: pese a sus bravatas, del río y los demolieron, aunque esto significase combatir en
ningún galo hollaría la sagrada colina. inferioridad numérica y sin posibilidad alguna de retirada. Una
apuesta arriesgada, pero que salió bien: según Polibio (11.33.4),
ROMA SE VENGA los tribunos hicieron que los hasíaí[. de primera línea cambiaran
Pero la venganza de la Loba no iba a quedar ahí, y la llanura sus pi.Ja por las lanzas de los Íri.ari.i., y con estas pudieron re-
padana se presentaba como fruta madura para sus apetitos. Al chazar la acometida de los guerreros galos, que parecen haber
año siguiente, en 224 a. C., los cónsules Q. Fulvio y T. Manlio combatido en esta ocasión fundamentalmente con sus espadas.
sometieron a los boios, aunque el mal tiempo y una peste desa- Con la victoria se consiguió un gran botín, y no fue Ariovisto
tada entre sus tropas hizo que no pudieran llevar la campaña a quien dedicó un torque a su dios, sino Flaminio quien erigiría
término. En 223 a. C. les tocó el tumo a los ínsubros. Es probable un trofeo dorado a Júpiter.
que, en lugar de cruzar los Apeninos por la Liguria, los cónsules Sin embargo, la campaña no pudo proseguirse hasta conse-
P. Fuio y C. Flaminio -que como tribuno había impulsado el guir la sumisión de los ínsubros. Justo antes de la batalla, los cón-
reparto del ager GaJJi.cus-viajaran por mar hasta Génova, para sules habían recibido un despacho del Senado, que solo leyeron
Zs | DEspERTAFERRn

tras el choque. Una serie de prodigios il agua de un río en el Este fue el final que tuvo la guerra contra los galos: infe-
Piceno coiTía tinta como la sangre, los cielos en Etruria parecían rior a ninguna, entre todas las que han sido historiadas,
arder, se vieron tres lunas en muchas partes de ltalia y un buitre por la desesperada audacia de sus combatientes, por sus
se posó durante varios días en el foro- indicaban que su elección batallas y por el número de hombres que formaron en
había sido irregular, por lo que debían volver a Roma. Detrás de ellas y murieron (Polibio 11.35.2-3; trad. M. Balasch,
estos escrúpulos religiosos atisbamos las pugnas políticas entre ed. Gredos, 1981).
la élite romana, que ya habían asomado una década atrás, cuando
una parte de esta se opuso a los proyectos de colonización de Fla- La consti.ucción en 220 a. C. de la vía Flaminia, enlazando
minio del ager GaJ7z.cus. Flaminio dijo que no serían los augurios Roma con Ariminio a través de Umbn'a y del ager GaJJ[.cus, y la
de ningún pajarraco los que detuviesen y consiguió persuadir a su fundación en 218 a. C. de las colonias latinas de Placencia -en
colega Furio para que pospusiese algunos días su retirada, pero territorio confiscado a los boios- y Cremona -en tieiTas de los
finalmente hubo de plegarse y regresar a Roma. Allí, pese a la ínsubros-, refoizaba el control estratégico de la llanua padana.
hostilidad del Senado, ambos pudieron celebrar en marzo del año Pero el ardor de los galos y su deseo de independencia distaban
siguiente sendos triunfos, aupados por el pueblo. de haber sido apagados. Bastó con que un joven general, audaz y
El respiro para los ínsubros apenas duraría un inviemo. En~ resuelto, se presentase cinco años después en la Cisalpina para que
viaron una embajada a Roma, dispuestos a aceptar cualesquiera su odio a Roma reverdeciese y se tomasen cumplida venganza.
condiciones de paz se les impusiese, pero los dos cónsules ele-
gidos para 222 a. C., Marco Claudio Marcelo y Cneo Comelio Este artículo ha sido realizado en el marco del proyecto ``La
Escipión, no iban a permitir que su año epónimo pasase sin expresión diplomática en el Mediterráneo occidental bajo la ex-
pena ni gloria. El consulado era el cénit en la carrera política de pansión romana: el regalo en su contexto ideológico y cultural"
un aristócrata romano, su oportunidad para ganar gloria y llenar (PGC2018-096415-B-C21)
las arcas, y los ínsubros, una víctima propiciatoria adecuada,
debilitados como estaban y siendo galos, el sempiterno adver-
sario a debelar. Los desesperados ínsubros volvieron a recurrir
BIBL.OGRAFÍA BÁSICA
Bourtiin, S. (20lz).. Les peuples de l'Italie préromaine: identités,
a los gaesatae, y un contingente de mercenarios reclutados en
territoires et relations inter-ethniques en ltalie centrale et
la región del Ródano acudió en su auxilio.
septentrionale (VIIle-Ier s. av. J.-C.). F\ome:. École Fran¢tiise de
Es probable que el ejército romano siguiese una ruta si-
Rome.
milar a la del año anterior y, tras cruzar el Po, puso sitio a
Bourdin, S. (2014): ''Pratiques diplomatiques et droit de la guerre
AceiTa -identificado junto a la actual Pizzighettone-. Aunque
durant la conquéte de la Cisalpine par Rome (llle-lle s. av. J.-C.)';
los ínsubros no pudieron ayudar directamente a los sitiados,
en S. Bourdin, J. Dubouloz, E. Rosso (dirs.) Peup/er eí hab/.rer
10 000 gaesaíae atacaron la ciudad de Clastidio -la moderna I'Italie et le monde romain: études d'histoire et d'archéologie
Casteggio- en territorio de los anares, aliados de Roma, con la offerte5 d Xav/.er laíon. Aix-en-Provence: Presses universitaires
esperanza de que las legiones acudiesen y levantaran el asedio. deProvence,pp.21-34.
No lo consiguieron, ya que solo se presentó un cónsul, Marcelo, Knobloch, R. (2012): '`Cos`i fin`i la guerra contro i Celti'': gli scontri
con dos tercios de la caballería -entre 2400 y 3200 hombres- tra Romani e lnsubri del 223-222 a. C.'; /nsu/c7 Fu/chert'c7, XLll, pp.
y 600 infantes ligeros. La superioridad numérica de los galos 1 7-3 1 .
no disuadió al hombre que acabaría siendo conocido como la Martínez Morcillo, J. A. (2014): ''Las coaliciones antirromanas
espada de Roma (Plut. Marc. 9.15) y para levantar el ánimo a su en Galia Cisalpina y su sometimiento a Roma (225-191 a. C.)';
tropa, el cónsul prometió levantar un templo a Honos y a Virtus en G. Bravo, R. González Salinero (eds.) X/ Co/oqu/.o c/e /c7 A/ER.
si triunfaba, y dedicar a Júpiter las amas más hemosas que Conquistadores y conquistados: relaciones de dominio en el
tomaran al enemigo. Extendiendo su formación para igualar la mundo nomc7no. Signifer Libros: Madrid, pp. 339-356.
contraria, Marcelo se lanzó al galope, pero su caballo se desvió PérezRubio,A.(2017):''FabiopíctoryeldobledeBreno';Mé/cinges
del'Ecolefian¢aisedeRome.Antiquité,lz9.2,pp.373-398.
y frenó, 1o que suponía un mal augurio. Mas hay hombres que
en la crisis saben ver la oportunidad. Marcelo obligó a su mon- Vitali, D. (2014): ''1 Celti d'ltalia (lv-l secolo a. C.) tra identitá e
assimilazioni';enc.C.Lamberg-Karlovsky,B.Genito,B.Cerasetti
tura a realizar un giro completo, como si estuviese adorando al
sol, reforzando así la moral de sus hombres: los dioses estaban (eds.)Mylifeislikethesummerrose:MaurizioTiosieI'archeologia
comemododiv.ivere:.papersinhonourofMaurizioTos.ifiorhis70th
con ellos. Entonces, ante los dos ejércitos, se produjo el duelo
b/.fthdciy. Oxfo rd: Archa®press, pp. 733-754.
entre el cónsul de Roma y el rey gaesaíac Viridomar, que a su
vez había prometido dedicar una panoplia romana a sus dioses.
= Bibl iografía com pleta en www.desperíaferro-ed/.c/.one5.com
Las deidades capitolinas se mostraron superiores al panteón
galo, Viridomar mordió el polvo y Marcelo ganó gloria impe-
Alberto Pérez Rubio es licenciado en Historia y en
recedera: sería uno los únicos tres romanos, junto con Rómulo
Ciencias Empresariales por la UAM y Máster en Historia
y Coso Comelio, en ofrecer las armas tomadas en combate
y Ciencias de la Antigüedad por la UAM/UCM. Su
singular a un general enemigo en el templo de Júpiter Feretrio.
principal área de interés es la Antigüedad en Europa
La moral desempeña un papel fundamental en el combate, y
y el Mediterráneo, especialmente las interacciones
la muerte de su líder debió provocar desazón entre los galos, entre diferentes culturas, lo que incluye por supuesto
que fueron completamente derrotados por la endeble fuerza los aspectos bélicos. Forma parte del grupo de investigación Occ/.d€n5
romana. Marcelo y Escipión convergieron sobre el oppi.dum de (www.occidens.es) y actualmente se encuentra finalizando su tesis
Mediolano, que tomaron al asalto. No quedaba a los ínsubros doctoral en la UAM. Es socio fundador y editor de Desperta Ferro
sino ponerse en manos de Roma. Ediciones.
COMPLETA TU COLECCION

0.a |- LAGUERRADEFLAJ\||)ES ii° l, 1914.ELESTALLII)ODELAGRANGUERRA-AGOTAIX)


iie2, SrALINCRAD00
::¡:EF#+#D°E?#&fó##EoshcESIÓN-REEDHAm n.o3- LAGUERRADETOMKmuR1973
n..4. MADRn), ig36-AGorAI)O

i= ::!:
0.. 6.
iL.7.
n..8,
E;niffi#E°LNo83ffiuR0PA
LEPAm -REEDITAIX]
VICKSBURG
LOSPOLACOSDENAPOLEÓN
n..5- DEUTSCHESAFRll(AHORPS

:;: E#Ao#"##"A#H`oLGAi
n..9. LAG`JERRACIVH.ENYIZCAYA,1937
::!O-.#,CAEEwsgE¥#ffis-UELM#EffspT#±rES n..10. INSURGENCIAENIRAKGÜ3.20ll)
D..1l- El.GRANJIEG0
EÍ D.' 12- LACoNQulsrADEMÉxlco ::#:E*DBAESTE#DCEEEffi8##9üADo
C) D.® L3- LAGUERRAFRANCO-PRUSIANAO-El.OCASODENAPOLEÓNm

5 D..14-
n.® i5-
CARLOSVYLALIGADEESMALCALDA
UBERryoRDEA"!iAnüEPENDENCIADEEEuu i775-1776
::#: ffAMÚN5+»Á6,2mi
D..15- LABATALLAl)ELASARI)ENASO

= D.e|6, WATERL001815
:: i;: ##EffiDkTG##jffi¿#:9ü Juno 2020 - n.° 60
ii.e i7. PiRATASENUCARnE
D.o l8- zuMALACÁRREGu[ vLAPRmERAGUERRACARLLsrA n.. i8- LA6UERRARuSO-JAmlnsA 1066. La batalla de Hastings
n.®19- ELGRANCAPITÁN D.® 19- LABATALLADELASARDENASOELCONTRAATAQtJEALLAD0
D.®20- GETIYSBLJRG 1863 n..20- LAWRENCEDEARABIA Septiembre 2020 - n.° 61
n.®2l- RUSIAlsl20 D.e2i, Cuml898
n..22- FARNESI0ENFRANCIA D.®22- DIJNKERQUE 1940 ViriatoylasGuenasLLBitanas
q..23.
n..24.
JARTIJM
FEDERICOELGRANI)E.ELAUGEDEPRUSIA ::#: #s#Tt#i|EOEc#NV GUERRA Noviembre 2020 - n.° 62
n..25- T0BRUK194I
La cmzada contia los cátaros (11)
:: % : #usGn¥oD.ELALABSBAffi#Boí#müó7» D..26- KAISERSCHLACIIT lgls
n.Z7- GUSTAVOADOLFOYLAGUERRADELOSTREINmAÑOS n..Z7- LAOFENsrvAS0BREVALENCLLi" Enem 2021 -n.° 63
q..28- BUDAPEST19441945
::Z:EGRLEmBmAEHE§}}'£8omBUÁj}NAO.BlstlARKCONmALAmREpÚBucA n..29- ELCONFLICTODESIRIA La Segunda Guena Púnica all).
D..30- LABATALLAI}Ef.AVÉA
DO3l. RUSIA lsl20LARmRAl]ADENAPOLEÓN ::#: EkDREEE#]8¡é#ALA TesinoyTrebia
D..32- ELsmoDEvniNAlm 11'32. JU-1A
n..n- mLIVARCoNmAEspAÑA n..33- NORMANDiAmELASAI,mAERomANspoRmDo Marzo 2021 - n.° 64
ii®34- LABATALLADEBRUNE.IE 1937
D..W-
D.®3i.
LAGUERRAFRANCO-D0lA
SpmoLAy LAGUERRADEFLANDES n.35- LABATALLADEINGIATERRA
AJfoiiso W
D.e36, LOssmosDEZARAGOZA D.e36, LAGUERRADEFH]P]NAS L8*L898 Mayo 2021 - n.® 65
n.®37- lÁCONQUISTADELPERÚ D.e37, CAPORETTOL9]7
D.®38- LAGUERRAD£CRlmoBALACLAVA D.®38- BERLÍN l94soLLAOFENsrvASoVIÉT[cA Los pueblos del mar
ti.®39- FELIPEVCONTRAEUROPA D.®39- BERLÍN 19450LABATALLAPORLACIUDAD
D..40- MONTAÑABLANCA1620
n.®4l , NAPOLEÓNENEGIPIO
n..4Z- lAGRANARMAI)AYLAEMl'RESAl)E INGLATERRA n.®l- LACuTURAmÉRICA
q..O- ANTIETAMl" 8 ii.oz. |,OSBAJOSFONI)0§ENROMA
n..d4.
11.45-
LAGUERRAl)ELOSSEGADORESOLELCORPUSDESANGRE
BAnÉNlso8
0 n..3.
n.®4-
ELTESORODELAhmRCEDES
EGmo.ELLmRODELOSMUERTos

CA 5 n..5.
d..6-
SIcmAGRIEGA.TDRRADEl)I0SES
ELCAMmol)ESANTIAGOENLAEDAmmDIA

ü 1-
D-
IJ` G`JERRA DE LOS TREINTA AÑ0§
18n LA GUERRA DE IA noEllEI\oENCLA g
n.. 7.
n.. 8.
NEANDERTALES
RICO§ EN ROMA
Gastosdee-?::Sir#óang:g#ÜoEr9€?*s:5odsélmundolo€.

Iu
= Dl -
lv -
V.
vl.
193& LA BATALLA DEL EBR0
hnRCENARlos EN EL MUNDO ANTIGuo -AGOTADo
LOS TERCIOS EN El, SIGLO XVI
LAUGIÓNROMANAo.LAREpÚBLlcMnl)IA.REEmAIX) g
n..9,
B..lo.
n..ii-
n..12-
SEFARAD. JLJDlosENLAESPAÑAmlEVAL
BABn.oNIAV LosjARDDnscoLGANms
LAMIJJERENGREcn
TARTES0
susoipdones@deperdrimdidonfficom
vll. LosTERflosolmlm ii' 13- EI.MUNIX}VII0NG0

E ]Le ]4. GLAD[ADORES 912 204 200 - 663 690 961


q n.® 15-
D.® 16-
OpmA.CIUDAI)ESDEUEUROPACÉl,TICA
VISIGO")SENHISPANIA
F #:EÍ[íi,;¡;#ffiEB##;G:o:H mmo :: ii: LRE]ET.ESAÚTfficAR[co

E:k"#NAi9#####D##:om ::£: #c°ARR[oGSEENENDE#G#R#


::%: #.sff##§°éMEyA
n.ez3- LOsmYAS
ffi..íffiri°RSF%A:#OffiLA#+#:###_„
XÜ(- LOSTERCIOS(VTL"L1704
n.°24- l,OSÚL"OSDÍASDEPOMl'EYA

::#:küR:H#T%ÓÑpmo
E LfF#TRgT#HnmLW####Gc:,s]Gmxw q.028. ALTAhmA.EI.PALEOLÍI[COCANTÁBRICO
n.°Z}- MARCOPOLOYLARUTADE IASEI)A
n..30. LOSPRDORO§CRIST"OS

A la venm en kioscos, Hbren'as, tiendas especializadas y


www.despertaferro-ediciones.com
®0®©®
3D | DESF]ERTAFERRD

De los Pirineos a los Alpes


La velocidad como táctica
Francisco Gracia Alonso - Universitat de Barcelona
NO NOS QUEDA NADA EN NINGUNA PARTE, SOLO LO QUE REIVINDIQUEMOS POR LA VÍA DE LAS ARMAS (ARENGA
DE ANÍBAL EN 218 A. C.).
Livio. XXI.44.7
fuertemente vinculadas con la colonia masaliota de Empo-
Ebro a la cabeza de un ejército compuesto por 90 000 rion, y a la necesidad de expugnar sus ciudades para asegurar
Explica Tito Livio
infantes y 12(XXI.23.1-2)
000 jinetes, yque
que,Anibal atravesó
tras someter el
a iler- la tranquilidad de su retaguardia, 1o que hubiera ralentizado
getes, bargusios, ausetanos, lacetanos, ernesios y andosinos, considerablemente su marcha. Por ello se decidió por la ruta
llegó al pie de los Pirineos, lejos de la costa, aunque el paso interior, manteniendo en la línea del Ebro un cuerpo de ob-
concreto empleado se mantiene ignoto (véase "De Sagunto a servación, bajo el mando de Hanón, integrado por 10 000
los Pirineos. La marcha de Anil)al por territorio peninsular" infantes y 1000 jinetes, al que también se confió los bagajes
en Desperfa Ferro Ant[.gua y Medi.evaJ n.° 53). La ruta esco- del ejército, y cuya función, en la fecha en que fue tomada la
gida muestra el temor del general cartaginés a las estructuras decisión, no debía ser rechazar la llegada de tropas romanas
sociales y políticas iberas de la costa del nordeste peninsular, a la Península, sino asegurar que las tribus del nordeste no
aprovechasen la marcha del ejército cartaginés para iniciar
una campaña de saqueo al sur del río.
Con todo, el licenciamiento de 7000 infantes poco com-
prometidos con la campaña para disimular la deserción de
3000 capetanos, sumado al contingente de Hanón, disminuyó
en una quinta parte al ejército, aunque mejoró su cohesión y
facilitó la logística por cuanto los cartagineses no podían es-
tablecer líneas de suministro durante su avance y necesitaban
vivir de lo que obtuviesen sobre el terreno en plena época de
cosechas. Como siempre ocurre con las fuentes clásicas, las
cifras no concuerdan, pues Polibio (111.35.7) indica que Aní-
bal cruzó los Pirineos, acampando junto a la ciudad de lllibe-
rris (Elna), con 50 000 infantes, 9000 jinetes y 37 elefantes, lo
que le aleja de la estimación de Tito Livio (XXI.22) en 20 000
y 2000 respectivamente, distorsión que ha sido atribuida por

• Estatua de un GUERRERO SEDENTE encontrada en el opp/.dum de


Entremont, Musée Granet (Aix-en-Provence, Francia). Entremont
se funda a finales del siglo 111 a. C. como una pequeña ciudad de
apenas una hectárea, fortificada y con una trama regular, que cre-
cerá alrededor de 150 a. C. para convertirse en un oppÍ.dum que
cuadriplicaba su primitiva extensión, protegido por una muralla
dotada de torres, y que será destruido por los romanos en 124 a. C.

:;:';:'5f±**
` _ : . ` . : ! ;+ £ ¿S
Destaca la exhibición de estatuaria monumental: guerreros senta-
dos, caballeros y personajes femeninos. El análisis de la panoplia
y vestimenta señalan una elaboración a lo largo del siglo 111 a. C.,
entre tres y cinco generaciones antes de la fundación del enclave.
En la figura de nuestra imagen se aprecia una cota de malla con un
agrafe formado por tres discos para cerrar las hombreras sobre el
pecho, y que apenas cubre los muslos; esta protección sería ex-
clusiva para la £LITE, que a tenor de otras representaciones
de Entremont combatiría a caballo. Se aprecian también
el cinturón y la vaina de la espada que pende de su
costado derecho; aunque no visible en la imagen, Ia
forma de suspensión permite datar la estatua en
la primera mitad del siglo 111 a. C. Según Polibio
•. . (Ill.49.11), un reyezuelo galo de la zona donde
confluyen el Ródano y el lsére, acaso de los aló-
`t`. E+ broges o los ségovelaunos, al que Aníbal ayudó
a afianzar su poder, Ie proporcionó armas nuevas
para sustituir a las viejas y usadas, por lo que podemos
conjeturar que algunos hombres del ejército púnico pudie-
ron recibir cotas de maiia como esta. © MICHELWAL
F..¥.:

Mediolano
Ahíbal en la Galia o
•tna
Ínsubros
g,ayos
camino de los Alpes, 218 a. C[ ''.b'.c'.
p\Qes vertamocores v-
Cremona^o\ ` ; ` +=.

N!.za/Nikaia

helvios
Topónimo moderno y clásico

Pueblogaio
Bodincomagus

Taurasia
0
0
Iaeuli
ó,g# \T, p|acenci? ®
allares _
taurinos i=
Salios Pueblo ligur
lapicidos V®I.§ates ,

g=Fourquff ;#r:rsu!:: :¡SR3#nAoníbal estatiellos o, trinaleg.

9enuates

Galia Trans
ve"v"s
Pont-Sain{-EsÍ]rit

helvios
Floquemaure voconc1°;\Qo5

io
Tarascón
NimeslNemaHso o ÁiáTát.e"' ''," „
volcos arecó ArJe's/Arelate/Théliné
salios

Amíbal atraviesa los pirineos ®, y hace el camino hasta el Ródano sin

«
!ní:¡rc!tc:i::in?:;s:díe!r.;;|a;t:ríeioise:t!iiti:yfgí:ÍE:Ín:a;i::;:Ei;n!:;¡,í;ñ;!e:!e:mñii:::i;
se dirige hacia el norte ®, con la intención de afrontar el paso de
los Alpes. Escipión llega al campamento cartaginés pero lo encuen-
o "éB"h
I /o
6 o , Ros¢s/Rho

f.JÜ'..`Ámpwr¡.as/Emporion
L___: L___: í_J !
tra abandonado y da media vuelta. Envía a su ejército a Hispania ®,

tes,iroa;:::engt:enscae::t:#egd.a[ap:::en,:ó:odf:!:ága&ienlacisam"
+---r` ',r

investigadores como Yann Le Bohec a las duras pérdidas Ródano, donde los volcos pensaban plantear batalla contando
asumidas por las luchas sostenidas desde la partida de Cartago con el curso del río como barrera defensiva. Anil)al alcanzó el
Nova, aunque esto es difícilmente aceptable, por cuanto unas río hacia finales del mes de agosto tras recorrer unos 225 km
bajas del 25 °/o antes de llegar a los Pirineos habrían motivado desde los Pirineos siguiendo, según acepta la mayoría de los
el abandono de la expedición. autores, el trazado de la futura vía Domicia y pasando por las
La clave de la campaña cartaginesa radicaba en la sorpresa proximidades de Nemausus (Nimes), capital de los volcos, a
y la velocidad, con el objetivo de situar en el norte de la penín- una media de 15 km diarios.
sula itálica a su ejército antes de que Roma pudiera reaccionar, El punto donde se cruzó el Ródano es incierto. Diversas

ya fuese intentando obstaculizar su avance en el sur de la Galia, hipótesis lo han situado en las proximidades del oppi.dum
desplegando un ejército consular atacando su retaguardia en celta de Arelate (Arlés), la antigua colonia masaliota de
lberia o alentando, con el apoyo de sus aliados masaliotas, a las Theline, por ser un lugar común de paso y disponer de me-
tribus galas contra las tropas de Anil)al para cortar su ruta de dios fluviales, o un poco más al norte, en Fourques, o entre
progresión y debilitarlas. Pero la pretendida sorpresa era impo- Beaucaire y Tarascon, tesis aceptada por la historiografía
sible desde el momento en que el ejército púnico se intemase francesa desde principio del siglo XX, aunque la única re-
en el territorio galo, pues Masalia iba a saber de su marcha de ferencia de Polibio (111.49.1) lo sitúa a unas cuatro jornadas
inmediato y Roma sería infomada. de marcha (unos 60 km) al norte de Masalia, demasiado
Quedaba por tanto la velocidad como arma principal. Para cerca de la costa para comprender los posteriores movi-
no tener que forzar el paso, Anibal desplazó mensajeros a los mientos del ejército romano. Aplicando las referencias de

jefes tribales de los sordones concentrados en Ruscino (Chá- Heródoto (Hi.sfori.as V.53) sobre la capacidad de marcha de
teau-Roussillon) para fijar una entrevista, en el transcurso de un ejército, se ha apuntado que en cuatro días de marcha se
la cual consiguió el paso franco a cambio de regalos (Livio podrían recorrer hasta 100 km, situando en consecuencia el
XXI.24.2), sin necesidad -pese a las opiniones contrarias- de lugar extremo del cruce en Pont-Saint-Esprit. No obstante,
establecer guarniciones en poblados fortificados como Ensé- lo más lógico es una posición intermedia entre Aviñón y
rune. Continuó la marcha hacia el territorio de los volcos arecó- Roquemaure, por encima del curso del río Durance.
micos, población que le sería mayoritariamente hostil, y donde Su fuerza se habría reducido desde los Pirineos a 38 000
debería hacer frente al primer gran obstáculo: el cruce del infantes, 8000 jinetes y 37 elefantes, unas 13 000 bajas -un
3Z | DESPERTAFERRD

22 °/o sobre las cifras iniciales proporcionadas por Polibio-, mentar en sus relatos la amenaza y el peligro reales, consolidando
especialmente entre los guerreros a pie, sin que las fuentes así el prestigio de la fortaleza y deteminación romanas. En este
citen la existencia de combates, aunque se ha especulado con caso es Polibio (111.34.3-5) quien afirma que Anibal habría acu-
deserciones masivas y escaramuzas con las tribus galas. mulado información sobre las tribus galas situadas a ambos lados
de los Alpes, y conocía la animadversión de las comunidades de
LA SUBLEVACIÓN DE B0I0S E ÍNSUBROS la Cisalpina contra los romanos, e incluso las rutas a seguir para
La difusión de las noticias del avance cartaginés motivó, siempre atravesar las montañas. Es mucho más factible que la revuelta se
según Livio (XXI.25.2), la sublevación de las tribus galas de los debiera al progreso de los planes de establecimiento de seis mil
boios y los ínsubros, que años atrás habían sido vencidos en una colonos en cada una de los nuevos castra militares de Placencia
serie de campañas entre 225 y 222 a. C. Es difícil admitir que se y Cremona, que debían constituirse y fortificarse en el plazo de
tratase de una acción coordinada, o incluso que los alzados cono- treinta días en territorio galo.
cieran las intenciones de Anil)al, aunque, como de costumbre, los La sublevación tomó desprevenidos a los romanos, cuyos
historiadores al servicio de Roma unen diferentes hechos para au- triunviros Cayo Lutacio Cátulo, antiguo cónsul en 220 a. C.,

LE
`E^_- _
=+-ÉÉ;ÉJ^+i`-Í'í3i-,.

ul

•,gp§i#„#=,*Ísp st}¥ r=
DESPERTAfERRD | 33

Cayo Servilio y Marco Anio, encargados de llevar a cabo la acosado al atravesar terrenos boscosos, en los que perdió más
medición de los lotes de tierras que debían entregarse a los de 700 soldados y 6 enseñas antes de refugiarse en Tannetum.
nuevos colonos, se vieron obligados a refugiarse en Mutina El senado restauró la situación enviando al pretor Cayo Ati-
(Módena), una antigua ciudad etrusca conquistada por los lio al frente de una legión y 5000 auxiliares, desgajados del
romanos a los boios durante la campaña de 225-222 a. C. Allí ejército destinado a lberia, que enlazaron con Manlio y pro-
entablaron negociaciones con los galos, quienes, incapaces vocaron la huida de los boios, reacios a enfrentarse en campo
de asaltar la ciudad, tomaron como rehenes a los embajadores abierto a las tropas romanas.
enviados para negociar una tregua, probablemente para forzar
un intercambio con los rehenes galos entregados al finalizar la LA ESTRATEGIA ROMANA
guerra anterior. La situación se agravó cuando el pretor Lucio Como se ha indicado, masaliotas y emporitanos informaron
Manlio Acidino, creyendo enfrentarse a una simple operación a Roma de los planes y la progresión del ejército cartaginés.
de castigo, intentó desbloquear la ciudad sin explorar el te- EI Senado resolvió entonces enviar a uno de los dos cónsu-
rreno de la marcha de avance, por lo que fue reiteradamente les a África y al otro a Hispania:

Los romanos [. . .] supieron que Anil)al había cruzado


el río Ebro con su ejército más pronto de lo que ellos
suponían, y resolvieron enviar a España a Publio Cor-
nelio Escipión con sus legiones, y a Tiberio Sempronio
a África (Pol. 111.40.2).

Junto a Tiberio Sempronio Longo, al que correspondió


África, Publio Cornelio Escipión fue nombrado cónsul para
el 218 a. C. Este, contando como legado con su hermano
Cneo Cornelio Escipión Calvo, antiguo cónsul en 222 a. C.,
decidió interceptar a Aníbal en Hispania. Alistó una nueva
legión para sustituir a la que había confiado a Lucio Manlio
y embarcó en Pisa con sesenta naves, que transportaban dos
legiones, 14 000 infantes auxiliares y 1600 jinetes. La flota
bordeó las costas de golfo ligur durante cinco días hasta

< Reconstrucción de los PRIMEROS COMPASES DEL CRUCE DEL


RÍO RÓDANO por las tropas de Aníbal, episodio conocido como la
BATALLA DEL RÓDANO (agosto-septiembre de 218 a. C.). Desco-
nocemos el lugar exacto en el que se produjo, bien en el entorno
de la ciudad de Arelate (la moderna Arlés) o más al norte, entre
Avenion (Aviñón, al sur, fuera de la imagen) y Arausio (Orange),
oppÍ.dum galo cercano ®. En nuestra reconstrucción hemos op-
tado por esta segunda opción. Polibio refiere que el cartaginés
logró la alianza de las tribus que habitaban la orilla occidental y
pudo asi' adquirir gran número de embarcaciones y esquifes. Se
hizo asimismo con madera para construir otras nuevas, y al cabo
de dos días dispuso de una flota heterogénea pero numerosa.
Pero por entonces ya se habían concentrado una gran cantidad de
guerreros galos en la orilla opuesta, dispuestos a cerrarle el paso.
Perteneci'an a la tribu de los volcos, que le eran hostiles. De modo
que aplazó la orden de vadeo del ri'o y mandó a Hanón (hijo del
sufete Bomílcar) con un pequeño destacamento de sus mejores
tropas aguas arriba, con la intención de pasar a la orilla opuesta sin
Sme:apaenrtc:bs¡:ñ°:,.eAs'g:ghaurLaoqan,ta::Chhaeó,,:'ng:|c::faed:a,:::t¡angdj:::

:a::s,::.lo:rJ::ii::s:gygr;:o:::nbil:u:ri,a;p:í:::r;;n:,a::e;:::¿,db:aácri:t:r:ar:::r;::
tar a los caballos, Ios ataron a las popas de las naves en grupos de
seis a ocho (Ia mitad a cada lado), dejando que nadaran tras ellas
®.Losvolcosacudieronatodaprisaalaorillaconvencidos,adecir
de Polibio (111.44), de que frustrari'an con facilidad el desembarco. La
moral debía de ser alta entre los púnicos, que rivalizaban entre sí

:::::c::::::adoer¡:,:::rsap¿T::o:.s:::tgá:,uo,sá::ebnrter:::::toor,;:tuo:
producía angustia" (Pol.111.44). Entonces, una parte del contingente

::nHf::¡::Cya;gr:ns:¡Ernede::::gpoa::anst:hgoaz':;%ru°ev:ocaf:í:aubnaangón.
Los restantes cargaron sobre la retaguardia del ejército enemigo
dispuesto en la orilla, provocando asimismo una gran confusión
entre estos y que, al poco, volvieran la espalda y se dieran a la fuga.
Esta coyuntura favorable permitió que buena parte de las embar-
caciones hiciera tierra sin contratiempos. ©joRGE M. cORADA
34 | DESF'ERTAFERRD

alcanzar la boca oriental del Ródano -próxima a la actual un terreno idóneo para atacar a los cartagineses antes de que
Martigues-, cerca de Masalia. Allí hizo desembarcar a sus pudieran cruzarlo. Destacó para ello una avanzadilla de 300
tropas y acampó para que se repusieran del mareo que las jinetes escogidos, reforzados por mercenarios galos al ser-
había afectado durante la travesía, aunque las fuentes no vicio de los masaliotas, como exploradores para determinar
indican que la flota debiera hacer frente a condiciones me- la posición de los cartagineses.
teorológicas adversas, y el dato se interpreta mejor como la
desconfianza del cónsul ante la fiabilidad de un contingente ANÍBAL CRUZA EL RÓDANO
reclutado a toda prisa. Publio Cornelio recibió informaciones El tránsito de un río ancho y caudaloso con un ejército nume-
sobre la proximidad de Aníbal al Ródano, que en principio roso en territorio hostil constituye una empresa difícil, y más
no creyó al considerar que un ejército numeroso no podría cuando los volcos arecómicos, decidieron impedir el cruce
haberse abierto paso en tan poco tiempo desde los Pirineos. situándose en la ribera oriental, según Estrabón (IV.1.12). Los
Pero, tras realizar una consulta con sus oficiales, decidió pre- cartagineses reunieron a toda prisa las barcas de los lugareños
parar a las tropas para remontar el curso del río y localizar -abundantes debido al comercio fluvial- (Polibio, 111.42.2);
DESPERTAFERR0 | 35

construyeron todo tipo de medios de fortuna copiando de los de la campaña. Era necesario rehuir el combate frontal como
galos la técnica de talar y vaciar los troncos de los árboles, única solución y optar por una maniobra de flanqueo que dis-
y fabricaron balsas para trasladar el equipo y los bagajes, trajera al enemigo para que el ejército pudiera cruzar, formar
confiando en que una parte de la caballería podría cruzar a y aprestarse a combatir.
nado con los caballos desarzonados remolcados desde las Aníbal confió a Hanón, hijo del sufete Bomílcar, una
balsas, mientras que otra, alistada y montada, podría lanzarse parte de las tropas -especialmente hispanos- que, guiadas
al combate nada más llegar a la orilla. No obstante, era muy por exploradores galos, remontaron el curso 25 mi.JJa passum
difícil ajustar la temporalidad del cruce para que un número (37 km), según Livio, o 200 estadios (35,5 km), en el relato
suficiente de tropas estuviese en condiciones de combatir de Polibio, -de noche para no descubrir al enemigo la ma-
contra los volcos el tiempo necesario mientras cruzaba el niobra- hasta un punto en el que la existencia de un islote en
grueso del ejército, y existía el temor a que las pérdidas en el centro del curso facilitaba el paso. Con la ayuda de balsas
combate o por ahogamiento disminuyeran notablemente las y de odres inflados sobre los que los iberos colocaron su
ya mermadas filas cartaginesas e impidieran la prosecución equipo, cruzaron el río y establecieron un campamento para
descansar durante un día de la marcha, y avanzaron al si-
guiente hasta ocupar una posición ventajosa en la retaguardia
de los galos desde la que hicieron señales con humo a Anil)al
para indicar que habían entrado en posición. Tras disponer
al norte del lugar de paso escogido una línea formada con
las naves de mayor tamaño para amortiguar la fuerza de la
corriente, las barcas y almadías fueron lanzadas al río. Al ver
a las tropas iniciar el cruce, los volcos se acercaron a la orilla
blandiendo sus armas y entonando cánticos, convencidos de
exterminar al enemigo, pero cuando Hanón les atacó por la
espalda, tomando e incendiando su campamento y provo-

i Al día siguiente a la batalla del Ródano (véase la ilustración en


páginas 32-33), Aníbal se dispuso a la tarea que prometía ser
la más complicada, al menos desde un punto de vista técnico:
CONDUCIR LOS ELEFANTES HASTA LA ORILLA OPUESTA del
mencionado río. Para ello ideó -según Polibio, la fuente más cer-
cana a los hechos-un sistema ingenioso: "Construyeron un gran
número de balsas muy sólidas, ataron fuertemente entre si' a dos
de ellas y las adosaron a la tierra firme ®, a la orilla misma del
ri'o; entre ambas tenían una anchura como de cincuenta pies. Por
la parte externa de estas ataron otras ® que encajaran con ellas,
y alargaron así la plataforma hacia el curso del río. Consolidaron
el lado de la corriente con cables fijados en tierra ®, atándolos a
los árboles que crecían en la orilla, para que toda la obra resistiera
y no cediera, yéndose ri'o abajo. Cuando hubieron construido el
conjunto de esta plataforma proyectada hacia adelante, de una
anchura de dos pletros (unos 30 m2), añadieron a las ultimas bal-
sas dos más excepcionalmente resistentes ®, atadas estrecha-
mente, y a estas otras, de la misma manera, pero de modo tal que
las amarras fueran fáciles de cortar. Además, habían fijado a las
balsas muchas correas: con ellas los esquifes que iban a remolcar
las balsas ® impedirían que estas fueran arrastradas por el río, y
al retenerlas con fuerza contra la corriente permitirían transpor-
tar y pasar a los elefantes sobre tales artilugios. Recubrieron las
balsas con mucha tierra, que echaron encima hasta nivelarlas; las
allanaron y les dieron el mismo color del camino que conduci'a al
vado a través de la tierra firme. Los elefantes están acostumbra-
dos a obedecer a los indios hasta llegar al agua, pero en modo
alguno se atreven a penetrar en ella. Los indios hicieron avanzar
por la tierra apisonada a un par de hembras, que los elefantes si-
guieron. Así que situaron en las ultimas balsas a los elefantes, cor-
taron las amarras que las uni'an a las otras, tiraron con los esquifes
de los cables y pronto separaron de la tierra apisonada los elefan-
tes y las balsas que los transportaban ®. Tras esta operación los
animales al principio se pusieron a dar vueltas y embestían hacia
todas partes; pero, rodeados por la corriente, se acobardaron y se
vieron forzados a permanecer en su sitio. De esta manera, atando
cada vez dos balsas, hicieron cruzar encima de ellas la mayoría de

:;t:[efdaen:::.r:,::,,:o¿;?notcoudr:ás:|aenszua:?:d::esr::i:i::::::rá:sa,
pero los elefantes se salvaron. Pues, gracias a la fuerza y longitud
de sus trompas, que levantaban por encima del agua, inspirando
y exhalando a la vez, resistieron la corriente, haciendo erguidos la
mayor parte de la travesi'a ®" (Pol. lll.46; trad. M. Balasch Recort).
© JORGE M. CORADA
3E | DESPERTAFERRD

cando el pánico entre los guerreros, se dieron a la fuga ante tos refuerzos, en todo caso, no llegarían de inmediato, puesto
el temor de quedar copados. que primero deberían organizarse y después recorrer los 5800
Anibal pudo así completar el paso del río de sus tropas, estadios (1074 km) que separaban Cartago Nova del Ródano.
incluyendo los elefantes, mantenidos hasta entonces en el Además, para esperar a dichos contingentes y reorganizar sus
campamento. Tito Livio (XXI.28.5-12) explica la existencia fuerzas, Anil)al se vería obligado, dada la época del año, a
de dos versiones para el cruce de los paquidermos. En la pri- acampar en el territorio de la Galia Transalpina durante el in-
mera, tras agrupar a los animales en la orilla, se pinchó con vierno, con lo que no solo perdería la ventaja estratégica que
el arikus de un mahouí [N. del E.: el acicate de un conductor le daba la velocidad de su avance y la extensión de la guerra
de elefante, que este emplea para dirigir aL animal] al más a la península itálica, sino que se vería obligado a pactar con
salvaje de ellos que, lanzándose al agua, fue seguido por los volcos su estancia en la zona, con el riesgo de ser objeto de
los demás, nadando hasta la otra orilla con la ayuda de la ataques instigados por los masaliotas que le hubieran debilitado
corriente. La segunda explicación, más sofisticada, explica paulatinamente. Del mismo modo, acampar entre el Ródano y
que se construyó una balsa de 200 x 50 pies (60 x 15 m), los Alpes hubiera sido un golpe muy duro para la moral de su
bien sujeta con cordajes a la orilla y recubierta de tierra para ejército, varado en un territorio hostil, sin acceder al botín que
simular las características del camino. A ella se unió otra balsa se le había prometido en caso de victoria, e impedido de rehacer
de 100 x 50 pies (30 x 15 m) adosada a la primera, que, una el camino y regresar a lberia.
vez situados sobre ella varios elefantes, se separaba de la fija La permanencia de Anibal en la Galia hubiera significado
y era remolcada por varias barcas hasta la otra orilla, según también una derrota estratégica por cuanto Roma, aun en el
Silio ltálico (111.460-461), repitiéndose la travesía en varias supuesto de que Publio Cornelio Escipión fuera derrotado, dis-
ocasiones con cinco animales en cada viaje. El sistema fun- pondría del tiempo suficiente para bloquear los pasos de salida
cionó por cuanto el pánico de los animales por el movimiento de los Alpes en la llanura padana, impidiendo un posible cruce
de la balsa fue contrarrestado por el que sintieron al verse en primavera de un ejército debilitado y obligado a enfrentarse
rodeados de agua y, aunque algunos cayeron al río, lo aca- a tropas aprestadas y bien acantonadas. Además, Roma podría
baron vadeando por sus propios medios al hacer pie, aunque emplear Masalia como base de operaciones para el desembarco
algunos cornacas se ahogaron. No obstante, investigadores de un nuevo ejército consular que, desde una posición logística
como Jacob Edwards y Shawn O'Bryhin, que han rastreado sólida, presionara al cartaginés. Anibal no tenía otra opción
paralelos del empleo de los elefantes en otros autores clásicos, que seguir la marcha rehuyendo el combate, por lo que, según
consideran una invención el relato de Livio aceptado por la Tito Livio (XXI.29.6), aprovechó la llegada de emisarios de
mayoría. Los paquidermos simplemente habrían atravesado los boios, y en especial de uno de sus jefes, Magalo, iuienes
el río a nado, siguiendo el modelo explicado por Frontino en le explicaron la situación en el valle del Po y se ofrecieron a
Estratagemas (1.7 .2). guiarlo para afrontar la travesía de los Alpes- para retirarse
Los relatos indican que Anibal, en el momento del cruce hacia el norte en busca de los pasos de montaña, tras reunir a
del río, ya conocía la proximidad de la caballería romana, ha- sus tropas en asamblea, arengarlas y presentarles a los guerreros
cia la que destacó un contingente de 500 jinetes númidas para boios como la prueba tangible de la posibilidad de franquear los
establecer su ubicación y determinar sus propósitos. Ambas Alpes. Remontando el río, se dirigió al territorio de los alóbro-
fuerzas acabaron chocando en un áspero combate en el que los ges, situado al norte de la confluencia de los ríos Ródano e lsara
romanos y galos al servicio de Masalia perdieron 160 hombres (Isére), el lugar en el que Quinto Fabio Máximo les derrotó en
y los númidas algo más de 200. Estos abandonaron el campo el año 121 a. C. y en cuyas proximidades se fundaría la ciudad
para avisar al general cartaginés. A este enfrentamiento no se de Valentia. Allí Anil)al reabasteció a sus tropas y preparó el
le ha conferido la importancia que tiene puesto que, a diferen- cruce de las montañas.
cia de lo que sucederá de forma reiterada hasta el tramo final Por su parte, Publio Cornelio Escipión había desapro-
de la guerra, la caballería númida, en superioridad numérica, vechado una excelente oportunidad táctica, pues si en vez
fue derrotada por la romana (véase "La caballería de la Roma de haber enviado a una parte de la caballería a explorar
republicana" en Desperta Ferro Especi.aJes VI). y determinar la posición de las tropas de Aníbal hubiera
avanzado de forma inmediata con todo su ejército, tal vez
DECISIONES hubiera tenido la posibilidad de atacar a los cartagineses
La certeza de la existencia de un ejército consular romano en las mientras se preparaban para cruzar el Ródano, con lo que
bocas del Ródano planteaba a Anibal dos opciones: combatir hubiera dispuesto de una excelente posición para entablar
o proseguir la marcha. Podía descender por la ribera oriental batalla. De hecho, alcanzó el campamento cartaginés tres
en busca del ejército romano para plantear batalla y derrotarlo. días después de que estos hubiesen franqueado el río, tras
No obstante, dicha opción implicaba varios problemas, además ser informado por la caballería, embarcar la impedimenta en
de la posibilidad siempre real de ser vencido en el combate: las naves y emprender la marcha, empleando el cauce como
arriesgar a sus tropas y asumir las pérdidas aún en caso de vic- vía de abastecimiento. Tenía ante sí dos opciones: continuar
toria. Estos soldados solo podían ser reemplazados solicitando la persecución remontando el curso para forzar la batalla
refuerzos a lberia, pero que no podrían proceder del cuerpo de o regresar a Masalia. En el primer caso se arriesgaba a un
observación de Hanón en el Ebro, cuya misión de control debía combate de resultado incierto -por mucho que Tito Livio
mantenerse, sino que sería necesario extraerlos de las fuerzas (XXI.29.4) presente el resultado del encuentro entre las
dejadas bajo el mando de Asdrúbal en el sur de la Península, avanzadillas de caballería como un presagio de la victoria
o bien completar un contingente de las mismas con nuevas de Roma en la guerra- y a la posibilidad de adentrarse en
levas proporcionadas por los aliados o con mercenarios. Es- un territorio desconocido en el que entraban en juego otros
',,/,///,"
salasos
El paso de los Alpes <?,,`

J
~
posibles itinerarios '; col de l'Iser8]n
9." Y O S
:íi:r:'Í:í2:,,,,Í:ot:
\ va,`e de,
1"
po

^,, -C"eli:`pí\eS;::`:`Fi:enis_:. Tu;ínlTaHrasLa


-.0 laeuli
\ TNffl ' •
' ~ -, 'Ñ
iNS^ yAJ0 ^
L y!M 3T27'''''`'áG,,,,:,:\„::,:e"V:: \ taurinos
_-,L , 1
•.-= , '`,<

--.'t:Laddco\ü
estatjellos
alóbroges
1
^
2346 ^
2793
~
J''Ji°í . , ` . . .X`C0l de Grtmone
rütadelamrave::e`'.-``
_,...;stu:S,,f 0,
ingaunos

^^
2927 3053

^
HillE]
voconcios

volcos arecómicos Ar¡fí.bGs/Antípolis

o Ar/c's/Théliné
..........
Ni.zo/Nikaia Topónimo moderno y clásico
/
Lattesl helvios Puebloceita
salios
•......................
deciates Puebioiigur

^ F¡uta propuesta por Patrick Hunt

/Masa|ia 1154
F¡uta propuesta por Wimam C. Mahaney

F¡uta propuesta por Ferdinand BenoTt

Otras rutas planteadas

Ll
r.J Pasos de montaña

1 ' 111 ' 11111 ' ' 1 Frontera actual entre Francia e ltalia

^ Alturas máximas

factores, como la necesidad de establecer alianzas con las tri- opción correcta, consiguiendo aislar a su enemigo. Su problema
bus galas para asegurar los suministros. En el segundo, daba consistirá en tener que afrontar a Anil)al con las tropas bisoñas,
prioridad a la concepción estratégica de la guerra sobre la mal entrenadas y desmoralizadas por los combates contra los
táctica, primando una visión global. Si Aníbal decidía afron- boios que le entregaría Lucio Manlio. La consecuencia serían
tar el paso de los Alpes, era preferible regresar al norte de las derrotas de Tesino y Trebia, duras pero asumibles en el
la península itálica y esperarle en la llanura, en la salida de planteamiento global de una guerra a largo plazo.
los pasos, para atacarle antes de que pudiera reorganizarse.
Optó por la segunda opción, pero al mismo tiempo envió a EL PAS0 DE LOS ALPES
su hermano Cneo con la mayor parte de su ejército a Hispania Para acometer la travesía de los Alpes, Aníbal disponía
para respetar el plan inicialmente previsto, con lo que con- de tres opciones. La primera consistía en regresar hacia el
seguirá socorrer a los aliados que se encontraban en peligro. sur para seguir el curso bajo del río Durance y acercarse a
Además, así fijaba a las tropas cartaginesas de Asdrúbal y la costa por el territorio de los cávaros y los ligures, una
coitaba las comunicaciones por tierra de Anibal con sus bases elección inviable puesto que hubiera sido interceptado por
logísticas, sabedor además de que Roma controlaba los mares Escipión. La segunda, reseguir el curso del río Dróme para
de un forma eficaz tras el final de la Primera Guerra Púnica, por atravesar el col de Grimone, enlazar con el curso alto del
lo que era imposible que la flota cartaginesa basada en Cartago Durance hasta el col de la Traversette por el valle del Guil,
Nova {on problemas para alistar los navi'os y disponer de tri- o remontar hasta el col de Mont Genévre -tesis de Ferdinand
pulaciones eficientes-pudiera abastecer por mar a las tropas de Benoit-para proseguir hasta Taurasia (Turín) por el territo-
Anil)al, quien además precisaría contar con un puerto para ello, rio de los taurinos. Por último, podía bordear el río lsére por
del que no disponía. Publio Cornelio Escipión había elegido la su lado meridional atravesando el territorio de la Tarentasia
38 | DESPERTAFERRÜ

hasta el col de lseran, o desviarse hacia el sur a medio ca- Antes de iniciar el descenso, Anibal reunió a sus hombres
mino, en la confluencia del lsére con el Arc, para seguir su (Pol. III.XI) y les mostró la llanura del Po y la dirección de
curso y alcanzar consecutivamente los pasos del col de Cla- Roma para reafirmar su voluntad, prometiéndoles que conta-
pier, el monte Cenis y el pequeño monte Cenis, hasta llegar rían con el apoyo de los pueblos que se oponían a los romanos,
al territorio de los ínsubros y la llanura del Po. Esta última es y recordándoles que acababan de vencer a "las murallas de
la teoría defendida por Frank William Walbank y Marc-An- ltalia y de Roma" (Liv., XXI.35.9). Las dificultades fueron
toine de Lavis-Trafford y seguida por Yann Le Bohec, que, iguales o superiores a las del ascenso, así como las bajas por
probablemente, sería la escogida. Debido a la parquedad de congelación, hambre, fatiga o desprendimientos. Los númidas
las descripciones realizadas por Polibio y Tito Livio, no solo tuvieron que acondicionar los caminos para permitir el paso
no existe un consenso sobre la ruta escogida -sí en descartar de caballos, elefantes y reatas, incluyendo la increible historia
los pasos de La Seigne y los del Pequeño y el Gran San Ber- de las rocas fragmentadas por la acción combinada del fuego
nardo situados más al norte-, sino que su determinación ha y el vinagre (XXI.37.2). Tras tres o cuatro días, y un total de
sido objeto de una amplia controversia historiográfica desde quince de marcha desde el inicio de la empresa, consiguieron
el siglo XIX. Una de las últimas aportaciones ha sido el pro- culminarla, acampando al pie de las montañas para recuperar,
yecto de prospección arqueológica realizado conjuntamente física y moralmente, al ejército.
en 2016 por las universidades de York (Toronto) y Belfast Pero la hazaña había costado muy cara. Cuando durante la
bajo la dirección de Bill Mahaney y Chris Allen, quienes, primera o la segunda semana de noviembre consiguió alcanzar
basándose en los análisis microbianos de los sedimentos del la llanura, según Polibio, el ejército cartaginés había sufrido
área del col de la Traversette, concluyeron la existencia de un gran desgaste en la montaña desde su partida del Ródano,
una deposición masiva de excrementos de animales en la al que tan solo le restaban 26 000 hombres, de los que 20 000
zona que asociaron con el tránsito del ejército de Aníbal, eran infantes (12 000 africanos y 8000 iberos), 6000 jinetes y
retomando así la tesis más meridional defendida inicialmente 21 elefantes, lo que significaba unas pérdidas de 18 000 infan-
en 1955 por Gavin de Beer en su obra AJps and eJephants. tes (48 °/o), 2000 jinetes (25 °/o) y 16 elefantes (43 °/o), cifras
Hannibal 's march. elevadas aún debiendo restar al cómputo de partida las bajas
Polibio (111, X) indica que el ejército cubrió 800 estadios sufridas durante el cruce y el combate en el Ródano, y el po-
en diez días hasta llegar al pie de los Alpes. Los problemas sible establecimiento de guarniciones para asegurar el control
empezaron entonces. Los alóbroges no intentaron nada en las de la rataguardia y la fidelidad de las tribus de las montañas.
llanuras, pero cuando los cartagineses se adentraron en los es- Livio (XXI.38.4), aunque incluye en su relato las de Polibio,
trechos valles y alargaron ubligados- en demasía su columna, da otras cifras, creyendo las aportadas por Lucio Cincio Ali-
empezaron a atacar sus flancos y la retaguardia, causando nu- mento, por las que el ejército cartaginés, tras incorporar a las
merosas bajas y apropiándose de parte del tren de equipajes. tribus celtas, ascendería a 80 000 infantes y 10 000 jinetes,
Además, se dispusieron en los puntos más angostos en los que un cálculo exagerado. Pero los supervivientes eran una tropa
su conocimiento del terreno compensaba la diferencia táctica y muy aguerrida, a la que podía reforzar con contingentes celtas
de número, para cerrar el avance. Sin embargo, cuando Anibal tras la demostración de fuerza que realizó arrasando Taurasia,
descubrió que solo se apostaban de día y se retiraban a sus que estaba dispuesta a combatir y a morir, como los romanos
poblados por la noche, fijó la atención de los celtas mediante no tardarían en descubrir.
los fuegos de campamento (Tito Livio XXI.32.12). Formó un
grupo de tropas escogido, y avanzó de noche para revertir la
situación y asegurar el camino, derrotando a los alóbroges, BIBLloGRAFÍA BÁSICA
no sin perder muchos hombres tanto en combate como por las ANr.il, M.-F. (1996).. Itinéraires d'Hannibal en Gaule. Par'is.. Ed. De
dificultades de la ruta, y consiguiendo ocupar su poblado, donde Paris.

consiguió trigo, provisiones para tres días, y bestias de carga Bendala, M. (2010): ''La retaguardia hispana de Anbal'; Mci/.nake,
32-1,pp.437ffl.
para reemplazar a las perdidas. Tras descansar una jomada,
Goldsworthy, A. (2008).. La cai'da de Cartago. Las Guerras Púnicas,
prosiguió la marcha. Varios días después, una embajada de los
265-746 cr. C. Barcelona: Ariel.
montañeses se presentó mostrando ramas de olivo en expresión
Leveau, Ph. (2003) : `'Le franchissement du Rhóne par Hannibal:
de paz, ofreciendo rehenes y provisiones para evitar nuevos
le chenal et la navigation fluviale á la fin de l'áge du Fer'; fiewe
combates. Se trataba de una trampa. Al entrar el ejército en un
Archéologique,35,pp.25-50.
valle estrecho atacaron a la columna lanzando grandes rocas
Peddie,J.(2005):Hc7nni'bc7/'sWc7r.Stroud:SuttonPublishingLimited.
que sembraron el pánico. Pero Anibal, desconfiado, había cam-
biado el orden de marcha y situado a retaguardia a la infantería : Bibliog rafía completa en www.de5perfciferro-ed/.c/.one5.com
pesada y a la caballería -Tito Livio, por el contrario (XXI.34.5)
indica que la caballería y los elefantes iban en vanguardia, y
Francisco Gracia Alonso es catedrático de Prehistoria
que el propio Anil)al mandaba la retaguardia-, que rechazaron de la Universitat de Barcelona y director del GRAP
la acometida, no sin sufrir pérdidas. Nueve días después del
(Grup de Recerques en Arqueologia Protohistórica).
inicio de una ascensión lastrada por los ataques, el desconoci- Trabaja en temas de cultura ibérica, la guerra en el
miento del terreno, las dificultades de los caminos y los engaños mundo antiguo y la historiografía de la arqueologi'a,
de los guías locales (XXI.35.5), alcanzaron la cumbre, donde y entre sus muchas publicaciones destacan fiomci,
establecieron un campamento durante dos días para permitir Cartago,íberosyceltift)eros.Lasgrandesguerrasenlapenínsulaibérica
a las tropas reponerse del esfuerzo y a los rezagados unirse de (Z015,7.aed.),Cabezascortadasycadáveresultrajados(2017)yLa
nuevo a la columna. construcción de una identidad nacional (ZOZO).
PE.. /PERDÓN./
A SABES auE
TENGO MLA
PLJNTERIA.

s%UEÁNQ°uE
ESTO DEL ARTE
ATG#AOB_Aff.+|

OmOflARTEgwCóMC
"2
«Pedro Cifiientes enseña Historia del Arie en ]a ESO
con un eebeo que nadie quiso y ahora es un gian éxito
[...] `En Socia]es, vemos cómo a los chavales ]es cuesta
entmr en el arte, pem e] cómic Lo faci]ita todo. Les
sirve para valorar el patimonio y aprender al tiempo
que disfhitan', señala e] pmfesor, autor tanto de [os
dibujos como del guion». H
EL PAÍs CriuÉWTB

PREVENTA

gf¥mt3ñígaefFE,&£Fatis
hasta el 9/6C020*

• Fecha de publlcación i)endlente de confirmaclón.


Consu]tar informaci ón en www.despertaferro-ed lclones.com

otros timos
de h coledón
4n i DESPERTAFERRn

El enigma alpino
William C. Mahaney -Quaternary Surveys

TRAS UN LARGO TRABAJO DE PROSPECCIÓN DEL TERRENO Y DE LAS POSIBLES RUTAS, COLLADOS DE PASO
Y VÍAS DE EXFILTRACIÓN (SALIDA DE TROPAS DE UN TERRITORIO) QUE PUDIERON HABER TOMADO LOS
CONTINGENTES DE ANÍBAL A TRAVÉS DE LOS ALPES, LA EVIDENCIA ACUMULADA APUNTA A QUE EMPLEARON
EL COL DE LA TRAVERSETTE, SEÑALADO POR PRIMERA VEZ COMO POSIBILIDAD POR SIR GAVIN DE BEER EN
LA DÉCADA DE 1960. LOS PRIMEROS INTENTOS DE IDENTIFICAR LA RUTA, ENTRE UNA DOCENA DE POSIBLES
CANDIDATAS, NO SE CONCENTRARON SOLO EN LA EVOLUCIÓN DE LA TOPONIMIA CITADA POR POLIBIO Y LIVIO
{ASO DE BEER-, SINO TAMBIÉN EN EL ANÁLISIS FÍSICO-QUÍMICO Y BIOQUÍMICO DE LOS POSIBLES HOGARES
(DE FUEGO), LAS TERRAZAS ALUVIALES, LOS DESPRENDIMIENTOS DE ROCA Y LOS HUMEDALES A LO LARGO
DE ESTOS ITINERARIOS. LA DETERMINACIÓN DE CUÁL FUE EL ELEGIDO POR ANÍBAL ES UN ENIGMA DE LARGO
RECORRIDO, QUE HA DADO PIE AL DESARROLLO DE NUEVAS ÁREAS DE EXPLORACIÓN ARQUEOLÓGICA. POR
ÚLTIMO, CREEMOS QUE ESTE EJERCICIO FORENSE MULTIDISCIPLINAR, QUE PONE LA ATENCIÓN EN LOS FACTORES
MEDIOAMBIENTALES, SIRVE TAMBIÉN PARA SUBRAYAR EL VALOR DE LOS NUEVO MÉTODOS EN LA RESOLUCIÓN
DE OTROS PROBLEMAS ARQUEOLÓGICOS SIMILARES.

su infantería en una suerte de "caballería a pie" -algo parecido


militar de la historia, sigue siendo un misterio -diría- a lo que Stonewall Jackson hizo durante la Guerra de Secesión
E1 gran general
mos Anibal,
incluso probablemente
un enigma- el proporciones.
de enormes mayor genio (vé&se Desperta Ferro Historia Moderna n.° 2.. El estallido de
El historiador y capitán del Ejército británico Liddell Hart Ja Guerra de Secesi.ón)- y por aprovecharse de las ventajas
lo definió como un maestro de la estrategia,[ hasta el punto del terreno. Pero, a la inversa de 1o que es usual en la mayoría
de que, una vez definidos sus planes, se mostraba reacio a de los generales, que es la redacción de sus memorias una vez
emprender combates que le obligaran a salirse de ellos, por retirados, Anibal no dejó una sola palabra escrita y todo lo que
mucho que las circunstancias lo aconsejaran. En paralelo, sabemos de él, así como sus frases memorables, nos ha sido
como táctico ha pasado a la historia por tomar decisiones por transmitido a través de las nieblas del tiempo por aquellos
completo inesperadas, como por ejemplo la transformación de que le conocieron o se enfrentaron a él. En consecuencia, la
DESPERTAFERRn i 4i

V DRACMA de tipo At/ BU5JEDE CHEVA[, emitida en territorio alóbroge. En el anverso, busto masculino tocado con corona de laurel y torques
al cuello, y en el reverso prótomo de caballo con la leyenda /AL/KOVE5/ escrita en caracteres lepónticos. Aunque hay dudas sobre la datación de
estas monedas, algunos indicios permiten postular como fecha el fin del siglo 111 o el comienzo del 11 a. C., tal y como son que su peso se alinea
con el de tetróbolo masaliota de finales del siglo 111 a. C., que su modelo parece estar en monedas si`culo-púnicas o en una emisión romano-cam-
pana, ambas de mediados del siglo 111 a. C., y que emplee el alfabeto lepóntico, que en el norte de ltalia cae en desuso a finales del siglo 11 a. C.
El empleo del alfabeto lepóntico señala, además, la relación entre ambas vertientes de los Alpes occidentales, que conocemos también por el
servicio que los mercenarios gae5afcie -originarios del valle del Ródano-prestaron durante el siglo 111 a. C. a los galos cisalpinos.

ruta que tomaron sus tropas en la invasión de la Galia Cisal- un desprendimiento de roca que bloquea el camino es junto
pina ha quedado indefinida en las fuentes, en un laberinto de al col de la Traversette. En consecuencia, el análisis de los
posibilidades que es ahora el campo de debate de numerosos sedimentos y abanicos aluviales -generalmente poco com-
historiadores (Dodge,1891; Walbank,1956; Beer,1967,1969, pactos- de este tramo podría revelar alguna huella del paso
1974; Bagnall, 1999; Procter, 1971; Lancel, de las tropas de Anil]al. Los sedimentos del lado francés y los
1999; Mahaney, 2008, entre otros). depósitos de abanicos aluviales del alto Po podrían haber
En vida del bárcida se llegaron servido como pastos para los animales y punto de
a redactar hasta siete obras sobre aprovisionamiento de agua para las tropas. Y, en
esta campaña, pero ninguna ha efecto, el análisis sedimentario de estos lugares
llegado intacto hasta nues- ha revelado que experimentaron algún tipo de
tros días. Son cientos, si no alteración ecológica que ha podido ser da-
miles, los libros y aii:ículos tada -merced al carbono 14- en torno al año
que se han escrito sobre 2168 antes del presente, fecha muy cercana
este asunto en los últimos al 218 a. C.5
dos mil años y que en su La mejor crónica de la invasión fue pro-
mayoría giran en torno a bablemente aquella escrita por Sileno, tutor
detalles importantes como el y acompañante de Anibal en su viaje, pero
paso de las tropas por un des- lamentablemente se perdió con el incendio de
filadero angosto en el principio la biblioteca de Alejandría, en el siglo 111 d. C.,
de la ruta, el franqueo de campos de modo que para reconstruir los hechos nos
de hielo y el hallazgo de corrimientos vemos limitados a las obras de Polibio y
de tierra y desprendimientos de rocas que Livio. El primero de ellos es de gran
impedían el paso, teniendo que recurrir a apli valor, pues al parecer recorrió él
car fuego a las mismas para partirlas.2 Lo más mismo la ruta unos sesenta y siete
probable es que la mayoría de estos sucesos años más tarde, probablemente
sean pura fantasía o exageración. Por muy con la obra de Sileno bajo el
curtidas que estuvieran las huestes anibá- brazo. Además, contamos con
licas, no parece probable que atravesaran un poema épico, la Puni.ca,
extensiones de hielo, si bien, dada la época escrito dos siglos más tarde
del año, sin duda debieron de hallar suelos por Silio ltálico, antiguo cón-
congelados.3 Polibio no menciona el episodio sul romano, que nunca llegó a
del fuego, mientras que Livio y otros autores pisar los Alpes y cuya narración
posteriores sí lo hacen, a 1o que el especialista bebe mucho de Livio, quien, por
contemporáneo Bagnall responde cuestionándose su parte, ni siquiera salió de Padua
cómo pudieron hallar la madera de encenderlos a en toda su vida. Empleando estas
2800 m de altitud.4 fuentes, y en particular a Polibio, pode-
El desprendimiento que bloqueó el camino de Anibal mos generar un esquema medioambiental
se presenta en la narración de Livio (XXI.36-37) como un en el que se señalen los hitos principales del periplo
problema gravísimo, pero no tanto en la de Polibio (111.54- para luego compararlo con el paisaje actual y el análisis de sus
55), aunque ciertamente complicaba mucho el paso de caba- estratos. Por último, se pueden contrastar las condiciones de
llos y elefantes. Este último describe (111.54.7) uno de estos cada collado con la información que proporcionan las fuentes
desprendimientos en forma de dos terrazas, lo que nos ha clásicas para deducir cuál fue la ruta escogida.
obligado a prospectar las complicadas zonas de paso en las
vertientes italiana y francesa del col de la Traversette. La GEOMORFOLOGÍA
clave del asunto es que, tras quince años de investigación de Todos aquellos autores contemporáneos que proponen hipóte-
todos los posibles itinerarios -desde col Agnel, al sur, hasta sis fundamentan sus argumentaciones en los trabajos de otros
col Mt. Cenis, al norte-, el único punto en el que encontramos colegas, en traducciones de textos clásicos o en la supuesta

< Vista de la falda oriental -Ítaliana-del COL DE LA TRAVERSEITE, collado entre dos grandes elevaciones -el monte Viso, al sur, y el monte
Granero, al norte-y paso natural entre la vertiente francesa e italiana de los Alpes. Por lo mismo, en la actualidad hace las veces de frontera
entre ambos países, y alcanza una altitud de 2947 m. En el fondo se aprecían el monte Granero (en el centro) y el Meidassa (a su derecha), vistos
desde el sur. El extremo merídional del collado, o monte Viso, quedaría más a la izquierda, fuera por tanto de esta imagen. Según la hipótesis
del profesor Mahaney este seri`a el lugar de paso elegido por Ani'bal para franquear los Alpes. En la imagen también se aprecia un doble corri-
miento o DESPRENDIMIENTO DE ROCAS (a la izquierda y centro de la imagen) que acaso podri'a corresponderse con el que describe Polibio:

Pero [los soldados de Ani'bal] llegaron a un lugar muy angosto que no podi'an atravesar ni los elefantes ni las acémilas; su longitud
era de estadio y medio. La pendiente, antes ya muy pronunciada, lo era todavía más, por un reciente desprendimiento. Alli' el ejército
volvió a desmoralizarse y a retroceder. (Pol.111.54.7). © LucA BERGAMAsco
•---`-#_`.rr*ü:

= = =, F]utas pedestres aciuales


Lugar del desprendimiento de rocas ,
i -- Hipotética ruta del ejército de Aníbal '

© DespenaF" Edick}-nes
Ile del col de la Traversette
\ posible b`unto de paso del ejército d
v".despepmoedick]nes.cüm.. iTi:,`::
`'' lF N"FÑ#+:h#ÉÑ3F£._FHqN` -[p5FgF*¿ T* T`
.á5T?TÉ- .-

mayor o menor dificultad de cada ruta, pero por lo general se componen de piedras más oscuras, más degradadas por la
adolecen de una lectura un tanto superficial de Polibio y Livio. exposición y cubiertas de líquenes, mientras que en el centro
Este último era sin duda un buen historiador, pero carecía de del desprendimiento los materiales eran más jóvenes y, pre-
la experiencia del primero, quien había ejercido como co- sumiblemente, en eL tiempo en el que Polibio escribía todavía
mandante militar y jefe de caballería antes de ser entregado carecieran de líquenes.
como rehén a los romanos. Durante su estancia como resi- En el col de la Traversette hay, en efecto, un doble des-
dente en la casa de Escipión Emiliano, redactó una crónica prendimiento de rocas que mide unos 300 m de ancho, se
basada en la documentación disponible en su tiempo, y pudo halla a una altitud de 2800 m y, sin duda, habría cerrado el
contrastarla con su propia experiencia al visitar él mismo la paso hacia el valle del Po.7 Podemos datar con precisión sus
ruta, como hemos mencionado. Su profundo conocimiento de bloques más antiguos a finales de la Edad del Hielo, en torno
la topografía y sus detalladas indicaciones geomorfológicas al 11 000 a. C.8 Por su parte, los más recientes se pueden
resultan claves para identificar los hitos en el terreno. Polibio fechar empleando métodos de datación relativa en el periodo
(111.54.7) alude a un desfiladero estrecho, un suelo congelado neoglacial (u Holoceno) medio, y concretamente en torno al
(permafrost), una vista de la llanura italiana desde la cima y año 1000 a. C. Habría pues una diferencia de edad de en torno
un desprendimiento de rocas que cerraba el paso. Y es pre- a diez mil años entre la primera y la segunda masa rocosa, de
cisamente este último rasgo el que más nos interesa. Tanto modo que, en tiempos de Anibal, el segundo desprendimiento
Polibio como Livio 1o mencionan, pero el primero aporta los contrastaría visiblemente con respecto al primero, cuyas pie-
datos más relevantes (111. 54), lo que sugiere que no solo se dras estarían mucho más erosionadas y parcialmente enterra-
dio cuenta de su relevancia y su capacidad para bloquear el das bajo la nueva masa rocosa.
camino, sino que, además, se percató de que se había produ- Aunque hemos analizado también otras posibles rutas de
cido en dos fases o momentos distintos6. Polibio advirtió que acceso, solo en la Traversette documentamos un gran despren-
se habían producido dos eventos geológicos, uno más antiguo dimiento en la zona final del camino. La mayoría de collados
y otro más reciente, 1o que quizás dedujo de la diferencia de cuentan con otros más pequeños en la ladera oriental, como
tonalidad de las piedras, puesto que los extremos sur y norte el que vemos en col de Clapier y que defiende Patrick Hunt.
DEspERTAFERRn | 43

> En Décines, junto al Ródano, en la zona fronteriza de los


tropas anibálicas optaron por el collado
alóbroges con los segusiavos, se ha excavado lo que pa-
más alto e intimidatorio de los Alpes oc-
rece un TROFEO GUERRERO levantado en la esquina de
un recinto que albergaría un santuario o una residencia cidentales. Las bacterias son el único do-
rural, datado en La Téne D1 (150-80 a. C.). Entre el ma- cumento material hallado hasta la fecha.
terial recuperado hay cráneos con signos de decapi-
tación, cuatro umbones, una espada y una moharra CONCLUSI0NES
de p/./um. La morfología del UMBO de escudo que
El historiador Polibio -dotado de experiencia de
aqui' mostramos tiene paralelos con ejemplares
encontrados en el sudeste de la península ibérica,
mando como ya se ha dicho- veía el paisaje con
y se ha sugerido que este modelo pudo imitarse
ojos de militar, y la descripción que hace del corri-
entre los alóbroges a partir de los escudos que miento de rocas demuestra que tenía talento para
guerreros ibéricos de Aníbal habrían portado. la interpretación del paisaje. Incluso a día de hoy
Puede tambíén que estemos ante un mo- muy poca gente es capaz de percatarse de la su-
delo de transición hacia los umbos de pieza
única tardorrepublicanos, lo que, junto con perposición de dos masas rocosas de la que he-
la tipología de la espada -acaso un g/cid/.u5
mos hablado, la del doble desprendimiento del
hispaniensis- y el pilum, señalaria que qu.izá col de la Traversette, distinguible únicamente
estamos ante la conmemoración de un hecho por los distintos grados de erosión y desgaste
de armas relacionado con los conflictos entre
y morfogénesis del suelo. Es posible que esta
los alóbroges y Roma. lmagen procedente de:
diferencia en la tonalidad y erosión entre las dos
Emmanuel Ferber, `'Le trophée de Décines en
masas rocosas fuera más evidente en tiempos de
terrítoire allobroge. Un témoignage des pra-
tiques guerriéres gauloises", Archéopage5, 39, Polibio, puesto que por entonces -si la hipótesis
2014,16-21. © C. Tmoc, MusÉE GALLo-ROMAiN DE LvoN de quien esto suscribe es correcta-]5 la segunda
de ellas sería muy reciente -apenas unos siglos- y
Pero los sedimentos de este paso,9 sometidos carecería de líquenes y erosión. Las pruebas prin-
en fechas recientes a un incendio, son de escasa cipales que nos permiten identificar esta ruta son la
entidad y demasiado recientes como para corres- lectura de las fuentes clásicas y la información geo-
ponder a la descripción polibiana.[° Incluso en el morfológica proporcionada por el desprendimiento
caso de que no hubiera ningún otro de rocas del col de la Traversette, los
impedimento geomorfológico, el humedales de la ladera francesa y las
deslizamiento de rocas de la Tra- terrazas aluviales del alto Po.16
versette destaca como una evidencia
irrefutable de que Anibal siguió el itinerario sur, conve-
nientemente denominado el collado de Aníbal desde época BIBLloGRAFÍA BÁSICA
imperial romana. De Beer, G. (1969).. Hannibal: Challenging Rome's Supremacy.
Las fuentes clásicas mencionan asimismo otros hitos del The Viking Press, N.Y.
paisaje, caso del estrecho desfiladero en el que los púnicos Mahaney,W.C.erc)/.(2017a):''BiostratigraphicEvidencerelating
tuvieron su primer contacto con los alóbroges, la tribu gala to the Age-Old Question of Hannibal's lnvasion of ltaly: 1,
que habitaba esta región de los Alpes. Todo apunta a que los History and Geological Reconstruction'; Anchaeomeíry, 59,
agentes que Anibal había enviado a la Galia Cisalpina seña- pp. 164-178.
laron el col de Genévre -a 2000 m de altitud-como el mejor Mahaney, W. C. et a/. (2017b): `'Biostratigraphic Evidence
paso hacia las llanuras del Po, y esto, a su vez, persuadió al relating to the Age-Old Question of Hannibal's lnvasion
cartaginés para desviarse del río Durance y entrar en el valle of ltaly: 11 Chemical biomarkers and microbial signatures';
de Guil. Una vez allí, se tuvo que enfrentar al paso por un Archc}eomeív, 59, pp. 179-190.
estrecho desfiladero, el Combe de Queyras, cuyo franqueo le Mahaney, W. C. eí a/. (2019): ''Reconnaissance of the Hannibalic
Route in the Upper Po Valley, ltaly: Correlation with
permitiría acceder al cauce alto del río y a la cuenca de cap-
tación del Po. EI Combe du Queyras, en la vertiente francesa Biostratigraphic Historical Archaeological Evidence in the

de los Alpes, es el único desfiladero angosto que encaja con UpperGuilvalleyofFrance';Archaeometv,61(1),pp.242-258.


Proc`or, D. (1971).. Hannibal's March in History. Oxford.. Oriord
la descripción polibiana (111.52-53), pues es el único que se
University Press.
orienta en dirección norte y está flanqueado por laderas muy
pronunciadas, mientras que el resto de posibles vías -caso de =Bibliografi'acompletaynotasenwwií\Í.despericiíerro€d/.c/.one5.com
las que conducen al monte Cenis o col Clapier- carecen de
nada semejante.11
William C. Mahaney es profesor emérito de Geografía
La evidencia más firme la hallamos en los humedales del
en York University Horonto, Canadá), especialista
lado francés (concretamente, en G5A-E)í2 y en las terrazas
en geologi'a glacial y geomorfología y presidente de
aluviales del alto valle del Po, a unos 2000 m de altitud, en el
Quatemary Surveys, empresa dedicada a geología
lado italiano.L3 La datación radiocarbónica de los sedimentos
del Cuaternario y geomorfología ambiental. Sus más
de los humedales en ambas laderas de la divisoria continental recientes trabajos de investigación versan acerca de la
entre Francia e ltalia, combinada con el hallazgo de bacterias geología y geomorfología de la ruta de invasión anibálica, lo que se ha
asociadas a las heces de los caballos y mulas[4 -lo que po- concretado en la publicación de una obra científica, Hann/.ba/'s Ody5sey..
dríamos llamar coprolitos sedimentarios-, son dos pruebas EnvironmentalBackgroundtotheAlpinelnvasionofltalia(Z00&)yur\a
muy sólidas, las más firmes halladas a día de hoy, de que las novela de ficción, 77ie Warmaker (2008).
4E | OESPERTAFERRÜ
DESFIERTA FERm i 47

< Reconstrucción ideal de un GUERRERO CISAL-


PINO de época de la Segunda Guerra Púnica, con
una panoplia completa en la que se observan los
elementos acostumbrados para este contexto.
En el ámbito celtoitálico no se conocen por el
momento restos de cotas de malla, que están
presentes en medios noralpinos desde el siglo

|vnaist#áe;r;Lo.adpeoí::,up::Taon#e:::::
característica sp/.na de madera que se ensancha
en forma de huso en la parte central para en-
volver y proteger la mano del portador. En este
caso, no cuenta con umbo u orla metálica, poco

::jb:t:,a:ersa::á'erreegci:toros:isst::pni:ou::,ÉLgLoZAaó.
con una enorme moharra de hoja biconvexa
y contera con enmangue de espiga, y en su
mano podemos ver un característico CASCO
de bronce con carrillera trilobulada ®, ya sin
las frecuentes ornamentaciones de la zona tem-
poral de los ejemplares más antiguos. Como es
prescriptivo para cualquier guerrero celta que se
precie, en la parte externa de su pierna derecha

::es':3X'nNaAEÉ#EDR?áeDhEOLa,[aRr¡áeóf.uEnndeas::
época las conteras que unen las dos láminas de
la vaina en su parte distal suelen contar con re-
mates triangulares y botones de fijación con di-
seños que imitan cabezas de ave. Por otra parte,
Ia forma ondulada de la embocadura de la vaina,
que habitualmente es la parte más decorada, se
utilizó durante siglos, aunque en contextos a
partir de la segunda mítad del siglo ll a. C. (LT D1 )
habría de convivir con las embocaduras rectas
típicas de las formas tardi'as. Nótese que la vaina
no está ya suspendida ® mediante cadenilla
semirri'gida como sería lo normal en contextos
previos dentro del siglo 111 a. C. Gracias a la com-
parativa de las armas conservadas en santuarios
galos, contextos funerarios y, en mucha menor
medida, en contextos de hábitat, contamos con
una periodicidad muy bien establecida para
las armas latenienses desde el siglo V a. C. Por
tanto, a falta de evidencias arqueológicas claras
de armas de época anibálica en el territorio ci-
salpino, los modelos del otro lado de los Alpes
pueden resultar de gran ayuda para reconstruir

::fpai'nma::,t:ea,'ai|endo:,::tfia:'::a:eóa,póos:":a::-
en concreto en el depósito lacustre suizo de La
Téne, que cuenta con unas condiciones óptimas

::r.ao|sa.:::spe,:r::iá:vda:ndae3i:rer,omYt:Tae.ebns:;:
vación de ORNAMENTACIONES COMPLEJAS,
en piqueteado (5hagr/.ncige en la terminología
especi'fica). El ejemplo cuenta además con una

;:t:do.c:::rs:ad::::aa::ac::,:::ri:qe::|aeáamóí::
cluye una figura estampada, mal llamada ''marca
de artesano" (su significado se desconoce),
también propia de esta etapa cronológica. A la
izquierda se reproduce el aspecto que podri'a
tener la EMPUÑADURA de esta misma espada
una vez añadidas las cachas de madera que la
configuran. La guarda cuenta con un refuerzo
de hierro de forma sinuosa destinada a encajar
a la perfección con la embocadura de la vaina y
evitar el desgaste de la guarda. Los detalles de

inpi:a:d:e:#ti;:f:e::a:c:;i9i!t:a:n*:::::¿spt::;ca:¿;
con ENMANGUE CON ESPIGA inserta en el asta
y no con cubo envolviendo esta, como seri'a la
norma en todo el Mediterráneo. © MAREK szvszKo
48 | DESF'ERTAFERRD

V Los celtas fueron grandes maestros en la ARTESANÍA DEL HIERRO. Emplearon este metal prácticamente para todos los elementos de la
panoplia -incluyendo las vainas, de fabricación muy compleja, y los refuerzos para el escudo-, y solo utílizaron el bronce en las primeras
etapas de La Téne (estadio La Téne A) para algunos elementos de la vaina y para determinados cascos, como los viejos modelos de calota
alta, de tipo Berru,. o bien en las etapas más tardi'as (estadio La Téne D) para similares menesteres. A excepción de estas etapas, la artesani'a
de la panoplia de los galos fue una artesani'a de hierro, pese a que el bronce era mucho más fácil de trabajar. Los cascos de tipo celtoitálico
fueron una de las grandes excepciones a esta regla, y en algunos casos se fabricaron en bronce por influencia etrusca o itálica en general. En
la imagen, se observa un fragmento de la parte distal de una VAINA DE ESPADA lateniense -de haberse conservado completa, sería el doble
de larga-procedente de MOSCANO DI FABRIANO, en contexto senón. Se trata de una producción bastante antigua, datada probablemente
muy a comienzos del siglo lv a. C., y cuenta con una rica ornamentación en relieve del llamado estilo vegetal continuo. Piezas como esta, con
placa de anverso en bronce y muy decoradas, no son raras en la peni'nsula itálica y el resto de Europa en contextos de La Téne A, y se cuentan
entre ias prímeras evídencias posibies de ia presencia de Ceitas en itaiia. © WIKIMEDIA COMMONS / CC By-SA 4.0 / SAILKO

Por otra parte, como la arqueología es algo lenta y bas- protecciones corporales, el casco es uno de los elementos
tante más joven que la interpretación y la comparativa más frecuentes, sin dejar de ser excepcional, mientras que
textual de las fuentes clásicas, a menudo los investigado- se cree, a juzgar por la documentación arqueológica, y de
res actuales nos vemos todavía lastrados por las escasas acuerdo con la noticia de Varrón (De Li.ngua Lafi.na V.24),
y sesgadas noticias que estas nos ofrecen sobre los galos que las cotas de malla son una invención céltica.
antes de que César plasmase una perspectiva mucho más A diferencia de lo que ocurre con otras culturas coetá-
completa y útil -aunque también plena de sesgos-. Un neas a la expansión de Roma, que no expresan preferen-
caso célebre en este sentido es el del famoso texto de cias en cuanto a un tipo de arma en concreto, en el ámbito
Polibio (11.33.3-4) que afirma que las espadas galas céltico la preponderancia ideológica de la espada (y de
solo eran eficaces en el primer golpe, porque luego se su vaina) está más allá de toda duda. Algunos ecos de
torcían y había que enderezarlas con el pie. La idea, esta idea perduaron durante siglos, y los hallamos en la
a pr[.ori. absurda, ha llevado de cabeza a muchos ex- céltica insular en relatos como el de la famosa Excalibur del
pertos a lo largo de décadas, y hoy tenemos claro que, rey Arturo (véase Desperta Ferro Antigua y Medieval r\.° 36..
aunque las hojas largas de las espadas célticas son sus- El rey Armro). En el terreno más práctico, el armamento
ceptibles de doblarse en alguna ocasión riependiendo galo está diseñado para combatir con cierto margen de
siempre de su ductilidad y teniendo en cuenta de que espacio con respecto al compañero: 1as largas espadas
se trata de producciones artesanas-, no sería para nada se usan al corte, de arriba abajo, porque de cerca y de
la norma y, más bien al contrario, son las amas ro- punta no funcionarían; los altos escudos empuñados y
manas las que están, por lo general, peor fabricadas. no embrazados como el aspi.s griego, están pensados
Quizá nos habríamos ahorrado grandes discusiones para detener este tipo de golpes, como también para evi-
si hubiéramos escuchado a Salomon Reinach cuando tar las lanzas que pueden impactar en zonas más bajas.
decía, allá por 1906, que "la torsión de las espadas Los cascos, lógicamente, se conciben para proteger la
célticas es un rito [en referencia a la costumbre de in- parte más vulnerable de todo ser humano, su cabeza, que
utilizar las armas para depositarlas en santuarios o en puede quedar expuesta a los golpes descendentes si no se
tumbas] y la mala calidad del hierro céltico un mito". maneja bien el escudo.
Otra cuestión muy importante es el hecho de que la
VIVIR Y MORIR CON LA ESPADA panoplia de los pueblos célticos es sorprendentemente
En la terminología específica, llamamos al armamento homogénea, casi sin fisuras. Por decirlo de una forma
céltico de la Segunda Edad del Hierro armamento de clara, las novedades en el armamento céltico se perciben
La Téne, dado que el yacimiento suizo epónimo es uno de un extremo a otro de su territorio, desde el Atlántico
de los que mayor volumen de objetos ofreció en un hasta Bohemia, y de una forma casi instantánea. Tanto
momento temprano de la investigación arqueológica es así que algunas denominaciones que se han utilizado
(de igual forma que Hallstatt 1o sería para la Primera en el pasado para definir ciertos estilos artísticos, como
Edad del Hierro). La panoplia ofensiva de los galos el de las espadas húngaras o el de las suizas, no tienen un
la componen las imprescindibles lanzas, que suelen origen conocido realmente, y aparecen súbitamente por
contar con moharras de gran volumen, por lo general todas partes. Este hecho da mucho que pensar en cuanto
con bases redondeadas y neivio en arista, y las omni- a las relaciones sociales y políticas que mantuvieron los
presentes espadas largas, que tienden a evolucionar a celtas durante más de cuatro siglos. A su vez, es algo
modelos con hojas más largas conforme avanzan los excelente para el estudio de la evolución de la tecnología
siglos y la caballería cobra mayor peso. Tan caracte- y las "modas" armamentísticas. Gracias a ello, algunos
rísticos como las espadas son sus vainas fabricadas en especialistas han señalado la importante relación exis-
piezas de hierro y frecuentemente decoradas, así como tente entre estos cambios y algunos hechos históricos de
las cadenas de suspensión que se utilizaron para poiiarlas gran relevancia que serían causa o consecuencia de estas
durante prácticamente un siglo desde finales del siglo IV innovaciones. Por ejemplo, la transición de La Téne A a
a. C. En relación con la panoplia defensiva, no suele faltar La Téne 81, que se produciría hacia el 390 a. C. coincide
el característico escudo oval (scuíum), de gran tamaño y con las invasiones a ltalia, la de LT 81 a LT 82 (ca. 325)
dotado con un refuerzo longitudinal (spi.na) que se ensan- con las migraciones a Oriente y la de LT 82 a LT C1 (ca.
cha para conformar el umbo. Es muy habitual que esta 280 a. C.) con las campañas en Grecia y el saqueo de
zona se refuerce además con un umbo de hierro, que va Delfos (véase "Brenno y el ataque a Delfos del 279 a. C."
variando su forma a lo largo del tiempo. En cuanto a las en Desperta Ferro Antigua y Medieval n.° 2).
ED | 0E§pERTAFERRn

refuerzo en los scuía itálicos. En contextos de la céltica continental, por pequeños detalles, no debió de ser muy distinto al transal-
no todos los escudos habrían tenido orlas de hierro o umbones que pino, como tampoco 1o había sido anterior y posteriormente.
protegieran las zonas más sensibles y susceptibles de ser golpeadas La transición del estadio LT Cl y LT C2 en el terreno
-los bordes del cueipo del escudo o la zona más sobresaliente de armamentístico supone importantes cambios, que incluyen la
la spi.na, el asidero del escudo y la mano del que lo porta-, pero disociación de las espadas en dos modelos de distinta longitud,
estos son frecuentísimos, y exhiben distintas fomas en sus aletas, seguramente para infantería y caballería, la proliferación de
elementos cuya utilidad tiene que ver con la sujeción al cuerpo del umbones de escudo con aletas muy desanolladas y conchas
escudo pero que, al ser más visibles, pemiten variaciones que se muy altas, la hipertrofia de las puntas de lanza y el abandono
relacionan más con las modas que con lo puramente fimcional. En definitivo de las cadenas de suspensión semirrígidas que en
ltalia, los umbones y otros elementos de hierro del scufum son en estadios anteriores se utilizaban para suspender las vainas del
cambio extremadamente raros, quizá por el hecho de que, siendo cinto y se verían sustituidas por otras fabricadas con materiales
el escudo oval una invención originalmente itálica, pudo estar ya perecederos como el cuero.
muy extendido el fomato más simple, sin refuerzos metálicos. Como apuntábamos antes, la etapa que va grosso modo desde
Pero sin duda el elemento más claramente diferenciado el segundo cuarto del siglo 111 a. C. hasta las primeras décadas del
en las panoplias célticas de ltalia son los cascos. A diferencia siglo 11 a. C. coincide precisamente con una importante ``sequía"
del resto de los modelos célticos, que se fabrican a partir de de datos arqueológicos en ltalia. Tras la sumisión de los senones
varias piezas, las calotas de los cascos celtoitálicos (también y la fundación de la colonia de Ariminum en 268 a. C.,1os hallaz-
llamados etruscoitálicos) se configuran de una sola pieza y gos reculan ya únicamente a la región padana, y son escasísimos
se fabrican indistintamente en hierro o en bronce, cosa rara y muy parciales. En cambio, transcurida la larga etapa de guerras
entre los celtas extrapeninsulares, que no usarían ejemplares en territorio cisalpino, vuelven a ser mucho más habituales en
de bronce durante al menos tres siglos. Muchos de estos cascos contextos más avanzados, ya de pleno siglo 11 a. C. En efecto,
celtoitálicos estaban muy ricamente omamentados, pero con el y pese a haber perdido su autonomía y hallarse en pleno pro-
tiempo evolucionan'an hacia una versión simplificada, conocida ceso de romanización, las élites de los ínsubros, los cenómanos
como el modelo Montefortino, que habría de tener gran reper- e incluso los vénetos iuienes, según Polibio (11.17), diferían
cusión en el ejército romano. Aunque a menudo se ha referido poco de los galos en sus costumbres y vestimenta pero hablaban
a sus carrilleras, frecuentemente decoradas con un triple disco otra lengua- exhibirán con más énfasis sus armas de tradición
con círculos concéntricos, como una herencia samnita por su lateniense y perfectamente adaptadas a las imovaciones que se
esquema idéntico a las corazas de estos, el mismo patrón orna- obseivan al otro lado de los Alpes. En esta fase documentamos,
mental se conoce ya en contextos latenienses del siglo V a. C., ya sí, grandes umbones de escudo con aletas sobredimensiona-
y es además el formato más habitual de carri]lera en el siglo das y un buen número de espadas con sus vainas actualizadas a
IV-IIl a. C. en contextos transalpinos. las nuevas modas latenienses. Solo a mediados del siglo 1 a. C.
Sea como fuere, la dualidad de la espada, con su vaina de veremos aparecer en algunas necrópolis suralpinas (Omavasso,
hierro idéntica a las que usarían sus parientes transalpinos, y el Giubiasco) las primeras armas ya claramente de tradición ro-
casco, manifiestamente hil)rido entre las tendencias célticas y mana. Al final, de fuerza o de grado, todos los caminos llevan a
las tradicionalmente itálicas, se erigieron en marcadores étnicos Roma, también para los celtas.
muy importantes para las élites célticas de la península. Hay
que tener bien en cuenta, sin embargo, que la presencia de una BIBLloGRAFÍA BÁS.CA
espada o un casco célticos o celtoitálicos no significa necesa- Lejars, T. (2006): `'Les celtes d'ltalie'; en Szabó, M. (dir.): Ce/Íe5 ef
riamente que su propietario fuera un celta, puesto que el ama- Gaulois, l'archéologie fiace á I'histoire, 3: Ies cívilisés et les Barbares
mento es un bien material que suele viajar mucho, y además no (Bibracte 12/3). Glux-en-Glenne, pp.1 -20.
es raro que algunas amas latenienses fuesen adoptadas como lie}ars, T. (2013).. La Tléne: La collection Schwab (Bienne, Suisse).
Cahiersd'archéologieromande,140-141.Lausanne.
parte de las panoplias autóctonas, como vemos que ocurre entre
los iberos del nordeste de la península ibérica o los celtiberos. Lejars, T. (2014): '`L'armement des celtes d'ltalie'; en Barral, P. ;

De hecho, en la etapa en la que son más habituales las armas Guillaumet, J.P. ; F{ouliére-Lambert, M.-J. ; Saracino, M. ; Vitali,
D.(ed.),Lesceí[esetleNorddel'Italie.PremieretSecondÁgesdu
célticas en ltalia, las vemos repartidas en un territorio bastante
Íer. Actes du XXxvle colloque international de l'AFEAF, Revue
amplio y en zonas de población no céltica, que alcanza desde
archéologique de l'Est, Suppl. 36. Dijon, pp. 401434.
Liguria hasta el Lacio, la Toscana, Umbría y los Abiuzos.
Schóridder, M. (20\0) (ed.).. Kelten! Kelten? Keltische Spuren in
/Ío//.en. Mainz: RGZM.
ARMAMENT0 CISALPIN0 EN LA SEGUNDA
GUERRA PÚNICA = Bibl iog rafía completa en www.despenc]Íerro-edí.cÍ.one5.com
Por desgracia, en contraste con lo que sabemos para otras épo-
cas, no tenemos indicios claros del amamento que habría visto
GustavoGarti'aJiménezesarqueólogoydoctoren
Anil)al en manos de los celtas tras haber atravesado los Alpes.
Historia por la univers.mt de Girona. Su trabajo de
Son de hecho muy pocos los testimonios que nos quedan, y en
investigación se ha centrado principalmente en la
buena medida solo podemos inducir cómo eran a partir de lo
protohistoriapeninsularydelaEuropa«cidental,yen
que conocemos fuera de ltalia, donde contamos con ejemplos particularenelamamentoylasfomasdeguerradelos
numerosos entre los que se cuentan los grandes santuarios de la celtas,losceltiberosylosiberos.Esautordedoslibros
Galia Bélgica o lugares tan señeros como el depósito lacustre de sobreelarmamento£aréneen/apení'n5u/aÍ.bért.ca,asícomodevarios
La Téne, datados en esas fechas. De acuerdo con esta premisa, arti'culosdetemáticasimilar.EstambiéndirectordelarevistaAnqueo/pg/'ae

probablemente el armamento cisalpino de este periodo, salvo H/.síor/.a, de Desperta Ferro Ediciones, desde su creación en 2015.
DESPERIA FERRO LIBROS
Los Tercios

Junio 2020
PREVENTA

:::gtffim
A la venta en Hbren'as, tiendas especializadas y
* Fecha de publicación
pendiente de confimación.
www.despertaferro-ediciones.com
Consultar inforinación en
www.despertaferTo+diciones.com
®0®®®
Aníbal irrumpe en ltalia
La emboscada en el Tesino
Eduardo Kavanagh

ARRASTRADA SÚBITAMENTE CON VERTIGINOSO ÍMPETU [LA TEMPESTAD DE LA GUERRA] ROMPIÓ POR MEDIO DE
LOS ALPES Y, DESDE SUS NIEVES, DE FABULOSA ELEVACIÓN, SE DESPLOMÓ SOBRE LA ITALIA COMO SI ARROJADA
HUBIERA SIDO POR LOS CIELOS.
FLORO 1.22.9 (TRAD. E. DÍAZ JIMÉNEZ)
EN TIERRA HOSTIL

A
nibal alcanzó la cima de los Alpes cuando "se apro-
ximaba el ocaso de las Pléyades'' (Polibio 111.54.1), El norte de la modema ltalia, lo que por entonces se conocía
esto es, a finales de octubre o principios de noviem- como la Galia Cisalpina Úrosso modo del valle del Po hasta los
bre. Polibio (111.54.4; 56.1) nos dice que tardó una semana en Alpes- había sido el escenario de un largo conflicto entre sus
descender la cordillera y alcanzar la llanura padana, lo que habitantes, celosos de conseivar su libertad, y Roma, que am-
correspondería a algún momento de la primera quincena de bicionaba arrebatársela. En la primavera del año 218 a. C. y a
noviembre de 218 a. C. Tras cinco meses de campaña y un consecuencia de la fundación de dos nuevas colonias romanas,
durísimo periplo alpino, contaba únicamente con: Cremona y Placencia, dos pueblos, los boios y los ínsubros, se
habían alzado en armas contra Roma. EI Senado se había visto
[. . .] una parte de los soldados de África, doce mil de a entonces obligado a enviar tres legiones encabezadas por dos
pie y ocho mil iberos; la cifra de caballos de que dispo- pretores, con la orden de restaurar la autoridad romana. Es por
nía, en conjunto, no iba mucho más allá de los seis mil ello que, a la llegada de Anibal, la región contaba con guami-
(Pol. 111.56.4; trad. M. Balasch Recort). ciones romanas.
Como ya se ha visto, el cónsul romano Publio Comelio
Es decir, 26 000 hombres en total, una hueste demasiado Escipión había sido burlado en el Ródano, fracasando su intento
modesta para servir de amenaza al ingente poder que por en- de frenar al púnico antes de que este llegase a los Alpes y, por
tonces había alcanzado la loba itálica.L Si comparamos estas tanto, de que entrara en ltalia. Ahora, su propósito consisti'a en
cifras con las dadas para el periodo anterior al paso de los adelantarse a su adversario e interceptarlo en la falda opuesta
Alpes -38 000 efectivos-, vemos que en el camino había per- de la cordillera, en la Cisalpina, de modo que envió a Hispania
dido a casi la mitad de sus efectivos a causa de las penurias a su hermano mayor, Cneo, y a todo su ejército, mientras que
del viaje, los combates y las deserciones, y los supervivientes él mismo regresó apresuradamente a ltalia. Navegó hasta Pisa
"tenían algo de salvajes en su aspecto y en su comportamiento,
y, de ahí, atravesó Etruria hasta alcanzar el valle del Po (Pol.
como consecuencia de la continuidad de las penalidades" (Pol. 111.56.6; Liv. XXI.39.4), donde asumió el mando de las tropas
111.60.6-7). estacionadas en la Cisalpina. Los pueblos de la ribera del Po
54 | DESF'ERTAFEF[F]D

T Vista del RÍO TESIN0 a su paso por Vizzola Ticino. Se aprecia la espesura de los bosques que lo rodean, característica esta del terreno que bien
pudo dificultar la visión entre los ejércitos romano y púnico y facilitar, al tiempo, que Aníbal tendiera una emboscada sobre el contingente
romano. © sTEFANO BOLOGNINl, cc-Bv

AFILANDO LAS ESPADAS al tiempo que un enjambre de abejas se posó sobre el árbol que
Mientras esto sucedía, Escipión cruzó el río Po cerca de Pla- se erguía sobre la tienda del general. Sean o no ciertas estas
cencia, mediante un puente de pontones, y se dirigió hacia noticias, probablemente den cuenta del estado de agitación
el noroeste. Alcanzó el río Tesino -afluente del anterior-, que en efecto se vivía en el campamento romano. Para tratar
sobre el que mandó erigir asimismo un puente y acampó en de mitigarlo, Escipión se vio obligado a celebrar sacrificios
sus cercanías. En la orilla que daba al enemigo levantó un expiatorios, suponemos que públicos, con objeto de conjurar
fortín para proteger el paso. La prematura llegada del romano estos prodigios y tranquilizar a la tropa.
sorprendió al cartaginés, lo que posiblemente diera ánimos al
primero para entablar el combate lo antes posible y aprove- EL COMBATE
char, de ese modo, la ventaja de la sorpresa. Los dos ejércitos En una fecha imprecisa de finales de noviembre, Escipión salió
se encontraron en las cercanías de Victúmulas (Liv. XXI.45.3) del campamento seguido por la caballería e infantería ligera,
-población de galos ínsubros que posiblemente corresponda 1o que da a entender que tan solo pretendía inspeccionar al
con la moderna Vigevano-, donde Aníbal tenía dispuesto su enemigo -tal y como además confirma Polibio (III.65.3L, no
campamento. entablar una batalla campal. Anibal salió asimismo de su cam-
Ante la inminencia de la batalla, este animó a sus soldados pamento a la cabeza de un contingente fomiado exclusivamente
con la promesa de tierras en ltalia, África o Hispania, e incluso por jinetes, entre los que había caballería pesada y ligera, esta
de la ciudadanía cartaginense. Y, como garantía de ello: última de origen númida. La infantería de línea de uno y otro
ejército permaneció en sus respectivos campamentos.
Sujeta con la mano izquierda un cordero y con la de- Podemos suponer que, aunque la región destaque por una
recha un pedemal y pide a Júpiter y los demás dioses orografía llana, bien pudiera estar en la época cubier[a de grandes
que, si no cumple, lo inmolen lo mismo que él inmola al extensiones de espesos bosques iomo los que menciona Livio
cordero, y hecha la súplica le rompe al animal la cabeza (XXI.25.9) al describir la región en tomo a Mútina, la modema
con la piedra (Livio XXI.45.8-9). Módena-, lo que dificultaría la visión de la tropa. Ello explicaria
el tono inesperado, casi "accidental" con el que las fuentes des-
Por el contrario, en el campamento romano reinaba la des- criben el momento en el que se encontraron ambos contingentes,
confianza. Como en tantas otras ocasiones, los dioses mandaron lo que parece sugerir que las fuentes estén tratando de encubrir lo
señales Úrodi.gi.a) que avisaban de la inminencia de un desas- que con toda probabilidad fue una emboscada,4 un ardid tendido
tre: un lobo entró en el recinto, hirió a varios y escapó indemne, por Anil)al. La caballería pesada púnica (o "bridada", por opo-

-= =SS
--_-
.-=-, `_._= t_-i==

±í=¥i--=is-±=-±:=--:`:-ÍT1==
-T===+=
:Í=ii==-É=LÉ=ií
_-===É=;=É=
E ±:`+ =_==_==T==-=
Aníbal en la Cisalpina
del río Tesino, noviembre de 218 a. C.
''F
lli Ager Flomanus
Eergomumff.=
1
I -
Colonias latinas

Límitesentrelosgran-
des grupos tríbales

• Enclavesíndígenas

b®ios Pueblosceltas

api.aiios Pueblos ligures

C `,`:eoom®oo®
¿-i_ 0
ictúmulas?
'
1

esiaiiellos lapicidos
\ \ Patavio
®
I
\ É,`\
\\ \` ``:j-`-~``-`
` _ -,
£,\
\
Liguria -\ Parma
+\ \
\

\o
\\\ \
\\\
\\ Taneto Adria
\\ '_ `,-----.-='i
0\\
``%```

%¢e¢oo Ú` \`
PoesgÁepse°n:neo:Sy:¡tpr¡aósnudneasdd?fí¥,i:raa'Jae98:duensae'Lg::::Secn°itaa8,tsr:X;:nsaaLií
Una vez allí va reuniendo las diferentes tropas romanas establecidas

ñ:rde:.teenr.:it:riongdfans:b::,ceensit:t::teo,sbaeíegrsc:te.n::dcou::rleoiuAelrpzeassyói

:!!:rLi:easp:o:rieá,:v:a#emA:n:,,ba::Sauácd?Ea:foizíísi:ru:r:::s:,r:seáans:',:cg:::n::gitn:ée: +,

romano, por
í:tseersc,espetadr::¡'e¡nnevi¡Sn°ar,.mBeantta:':,d::}oT:asin:°dgr±it[:i'i¡aeü;Escipión ex-
ra que acelere su paso ®. Aníbal,Taue acósa a las
fhu°ei:aassr:::L°ans¡°ói acampa frente a ellos, con el cauce del río entre Fésula
ambos. Sempronio llega al Trebia y se reúne con Esciiiión. 0 © Despeda Ferro Edick)nes
0 ww/.despemft}rroedbiones.oom -`
Florentia

sición a la númida, que carecía de ellas), que ocupaba el centro ejecutaron una maniobra envolvente que les permitió alcanzar
de la formación cartaginesa, cargó sobre la hueste romana. En la retaguardia romana.
efecto, Polibio relata que: Al atacar por este punto, los númidas cayeron sobre la in-
fantería ligera, la misma que unos instantes antes había rehuido
[...] el primer choque fue tal que la infantería ligera el choque y había buscado la seguridad de la segunda fila. A
romana no consiguió disparar con antelación sus jabali- decir de Polibio (111.65.10-11), estos "se vieron aplastados por
nas, y se replegaron rápidamente a través de los huecos el número y violencia de los númidas". El ejército romano
que entre sÍ dejaban los escuadrones, pasmados ante la quedó así rodeado por la caballería pesada -de frente- y la nú-
arremetida enemiga y temiendo acabar pateados por los mida -por retaguardia-. Ante esto, la caballería romana se dio
jinetes que se echaban encima (Pol.111.65.7-8). a la fuga, dispersándose la mayoría y quedando solo algunos
en torno a su comandante. Este, aunque herido de gravedad,
De ello parece deducirse que, en efecto, las fuerzas roma- logró escapar, cruzar a la orilla oriental del Tesino y alcanzar el
nas no estaban apercibidas de la cercanía del enemigo y, por campamento. La tradición historiográfica romana recoge varias
ende, no tuvieron tiempo para prepararse para el combate. versiones acerca del modo en que Escipión logró salvar la vida.
Manifiestamente habían caído en una trampa. Tras el fracaso Polibio (X.3.3) y Livio (XXI.46.10) afirman que se debió a la
de la infantería ligera -Los llamados veJz.Íes-, La caballería intervención de su hijo, el futuro Escipión el Africano, que por
pesada púnica cargó sobre la romana. Polibio afirma que entonces contaba con unos dieciocho años de edad:
muchos jinetes descabalgaron, lo que produjo combates tanto
a pie como a caballo, y que el resultado fue indeciso durante [. . .] vio que su progenitor conía peligro, herido grave-
largo tiempo. De pronto, la caballería númida, que hasta el mente y rodeado de dos o tres jinetes enemigos. Primero
momento no había participado en la batalla, hizo aparición en exhortó a los que estaban con él para que prestaran
la retaguardia del ejército romano, haciendo cundir el pánico ayuda, pero éstos se echaron atrás, ante el gran nú-
entre sus filas. Polibio (111.65.10) explica que en un principio mero de adversarios que les rodeaban; entonces, él solo
los númidas habían estado dispuestos en las alas del ejército avanzó audazmente afrontando el riesgo y atacó a los
púnico, pero en un momento dado giraron hacia el interior y jinetes que les acometían. Así obligó a sus hombres a
arremeter, con lo cual los rivales se diseminaron, presos EL TRIUNF0 DE UN DI0S
por el pánico (Pol. X.3.3). En lugar de cruzar el Tesino y perseguir a su oponente, Anil)al
se retiró hacia el oeste, aguas arriba del Po, en busca de un
El mismo Livio recoge también el testimonio de otro autor punto donde vadear este último. En consecuencia, la mayor
muy anterior, Lucio Celio Antípatro, de mediados del siglo parte del ejército romano logró escapar relativamente indemne
11 a. C., quien atribuyó la hazaña a un esclavo de origen ligur. -en paiiicular, la infantería de línea-, y podemos suponer que
Celio redactó una obra sobre la Segunda Guerra Púnica en las pérdidas humanas no fueron excesivas. Ahora bien, las im-
siete libros, muy apreciada porque usÓ como fuente a Sileno plicaciones políticas sí fueron de hondo calado. Y es que, como
Calatino, uno de los biógrafos y compañeros de Anil)al. Por cabía esperar, el fulminante triunfo alentó que todas las tribus
desgracia, su obra se ha conservado únicamente en las citas de la región se pusieran al servicio de Anil)al. Entre los que
que de ella hacen otros autores. En este caso, es probable que cambiaron de bando hubo incluso un contingente de soldados
se trate de una fuente más fiable que Polibio, autor este que romanos de origen galo que desertaron y se unieron al invasor.
como sabemos estaba asociado a la familia de los Escipiones. Más grave fue el hecho de que la tribu de los boios, al sur del
En cuanto Escipión llegó a su campamento junto al Te- Po -y, por tanto, en la retaguardia de Escipión-, ofreciera asi-
sino, dio órdenes para que el puente fuera demolido. Los 600 mismo su lealtad al cartaginés (Pol. 111.67.6).
legionarios que habían quedado para derribarlo fueron hechos Anibal saltó a la orilla sur del Po y comenzó la persecución
prisioneros, pero su sacrificio salvó al resto del ejército, pues del maltrecho ejército romano. La situación de Escipión era
en efecto lograron echar abajo la estructura antes de que llegara desesperada, por lo que nuevamente debió levantar campamento
Anibal e impidieron con ello que este persiguiera a los fugiti- y proseguir su huida hacia el este, en dirección al rio Trebia,
vos. Acto seguido y al amparo de la noche -1o que da muestra escenario del segundo acto de este gran drama que no hacía sino
de la situación de alarma en que se hallaban-, Escipión se comenzar. En el ínterin, el cartaginés se apoderó de la ciudad de
retiró, con todo su ejército, en dirección al río Po, con la inten- Clastidium -la modema Casteggio, al pie de los Apeninos- así
ción de cruzarlo y evitar así quedar atrapados en zona enemiga. como de las provisiones que los romanos habían almacenado en
Aunque las fuentes traten de disimularlo, se trata de una huida ella. La posición de Anil)al era más fuerte que nunca: triunfante
vergonzosa. Una vez pasado el Po y demolido asimismo el y prestigioso, gozaba del favor de los habitantes de la región,
puente que lo salvaba, los romanos quedaron protegidos por el controlaba un amplio territorio y abundantes recursos, tanto ma-
cauce de dos ríos (Tesino y Po) y por la proximidad de Placen- teriales como humanos, lo que le pemitía incorporar nuevos
cia, la mencionada colonia romana -fueitemente fortificada- en efectivos a su ejército. Según Apiano, algunos empezaron a creer
la que podrían hallar cobijo en caso necesario. que los lideraba un ente divino:
Escipión marcha en dirección al Tesino con la intención de interceptar al DEspERTA FERRn | Ei7

ejércho cartaginés ®. Entre tanto, ha dado la orden de destruirtodas las em-

ianríi:i¡a°,::::ae,'aeTneen:°dse|::s:::dó;esreftd¡:et;ean::SL¡onsv:::raensopsa::np£::;:|rí°i que le cubrieran la retirada. Por otro lado, y tal y como refiere
el mismo Polibio (111.65), quedó patente que la caballería
:oU::tnead:npiantb°ant:i,ageí°Treds:nnodeó;SEasnc:;,°ót:::and:ud:'ari°pyaamceanToP::ri:f¡ecr::toa,
romana (tanto propiamente romana como aliada) era de una
tdr::Í:se,'eann,taes':u':fae:'e°:!:dnod:¡esnuecp::::'ecr:an'firaenp::góieTr:sP:tnr:rv:s::'::T:s::: calidad inferior a la del ejército púnico, algo que se demostra-
ría repetidas veces en los meses y años sucesivos. El mismo
yo:if:c°:dd.eóu,y.:::i.'°csuap,:::tnedsu:es'o:ahse°,,,de.S:aab';,::eunnc:a:eAV:Íbc@@,Tt::sm::;: autor, en otro pasaje, describe a la caballería anterior a su
turar 600 romanos en el desmantelado puente sobre el Tesino, se detiene en
época -mediados del siglo 11 a. C.- como mediocre, incapaz
:auzsocnaandeonue::ezroan:ed:e::bs¡:::trd:r:gues::,apsoaó[::::¡E3:#:ó:etínmsbu¡:rno§ega. de enfrentarse en igualdad de condiciones a otros contingentes
cuidado de no dejar ninguna embarcación aquí que pueda ser utilizada por su montados de pueblos vecinos. La razón que da es la pobreza
enemigo. Aníbal está obligado a remontar el cauce del río. Necesfta materia-
del equipamiento defensivo y lo endeble de sus lanzas (Pol.
les para improvisar un puente de pontones o encontrar un tramo en donde la
VI.25.3-8) (véase ``La caballería de la Roma republicana" en
corríente le permfta pasar el río o, más dffícil, un vado seguro. En esta sftua-
ción, Aníbal decide enviar a su hermano Magón con caballería, e infantería Desperfa Ferro Especi.aJes VI). Asimismo, el episodio del
ligera hispana, tras los romanos ®. Para estas fuerzas es relativamente fácil Tesino demostró la ineficacia de la infantería ligera romana
atravesar el cauce del Po. A nado, aferrados a sus caballos o a odres inflados,
(veJites) en un enfrentamiento con caballería enemiga pues,
la avanzadilla cartaginesa pasa a la otra orilla. El bárcida, con el resto de sus
como es sabido, cuando la infantería mantiene la formación
í::r=apsoTfí:::r,amv::::me:Btoaó:#:raegaugar:paar:¡:as:::::::tod,obsu::aaséfl::en::::: cerrada -como hace de ordinario la infantería de línea- se de-
con el ejército romano. Dos días de marcha después, alcanza a su enemigo y fiende muy bien de los ataques de la caballería, mientras que
dispuesta en orden abierto -como acostumbraban a combatir
:ea:f::Cmee:::a:':'n::egeksmr::|::aEdsac¡Pp::ne'óó.nÁT¿t::iaadno:ge':éei:ast:::e::n::
romano, 2000 auxiliares galos de a pie y 200 de caballería desertan y cambian de los veJi.tes-, queda muy expuesta. Hablando no de esta, sino de
bando. El cónsul, insegiiro, en un territorio que no conoce, habitado por multftud la batalla de Cannas, el afamado historiador militar P. Conno-
de galos, y enfrentado a un ejércfto cartaginés, opta por abandonar esa misma lly subrayaba el error cometido por los cónsules al mantener a
noche su posíción y establecer una más segura al otro lado del río Trebia, en
los friari.i. en retaguardia, custodiando el campamento. Estas
las laderas de la montaña, a resguardo de los jinetes enemigos y cerca de sus
bases de operaciones. El romano tiene la fortuna de que la caballería ligera car- tropas armadas con lanzas podrían haber mantenido a raya
taginesa, que ha lanzado Aníbal tras él, pierda un tiempo precioso saqueando a la caballería enemiga, cuyo protagonismo fue decisivo en
e incendiando el campamento abandonado. Sin embargo, poco antes de llegar la consecución de la victoria anibálica.5 Lo mismo podemos
al Trebia, los más rez6:::::3::ecoo,cuamp::r:oam:nuac;::da:c:,Í::.dÁ¿¡::rh:aracda;
decir del enfrentamiento a orillas del Tesino, pero con el matiz
ballería cartaginesa
de que en este último caso todo apunta a que nos hallamos no
ante una batalla ordinaria sino ante una suerte de celada, una
íí:;i;o:;#r.;:b:áEó`pÁ::brae,:'pboeresnuspuai:rspea:fteúnaton:',::::clt::set::,cpoe'reog:i trampa para la que Escipión no pudo preverse.

Esta acción repentina [...] exaltó la fama de Anibal FUENTES PRIMARIAS


entre los galos cisalpinos como la de un general inven- Apiano,[cJGuem7deAn/bcJ/(trad.A.SanchoRoyo,ed.Gredos).
cible y provisto de una brillante foiiuna. Y él, además, Floro, Epitome de /c7 hi.5Íort.c7 de 77ro L/.vt.o (trad. Hinojo, G.; Moreno, 1.,
como estaba entre gente bárbara y llena de admiración ed. Gredos).
hacia él, susceptibles de ser embaucados por ambos Livio,Abu/becond/to(tradMllaMdal,J.A.,ed.Gredos).
motivos, cambiaba continuamente sus vestidos y sus Polibio, H/.5Íor/.cJs (trad. Balasch Recort, M., ed. Gredos).

cabellos con atuendos ya pensados de antemano. Y los


galos, al verle moverse entre las gentes unas veces con BIBLloGRAFÍA BÁSICA
la apariencia de un viejo, en otras ocasiones como un Connolly, P. (1989): ''The Roman Army in the age of Polybius';
hombre joven y en otras con la de un hombre de me- en John Hackett (ed.): Wciríane /.n the Anc/.enf Wor/d. New York,
diana edad, y cambiando de una a otra continuamente, Oxford, Sydney: Facts on File.

atónitos pensaban que participaba de una naturaleza Connolly, P. (2016 -1.a ed.1981 ): [a guem en Gnec/.a y Romc}.
Madrid: Desperta Ferro Ediciones.
divina (App., Harin. 6).
Frank.T.(1919):''PlacentiaandtheBattleoftheTrebia';Jfi560,pp.
2!f f 2Míffl .
REFLEXIÓN
Laz!enby,J.F.(1918)..Hannibal'swar.Amilitaryhistoryofthesecond
La fuente principal para comprender lo acontecido a orillas
Pun/.c Wc)r. Warmister: Aris & Phillips Ltd.
del Tesino es Polibio, pero, como sabemos, trabajaba para la
Lendon, J. E. (2011 - 1.a ed. 2005): 5o/dcido5 y Íüníüsmas. M/to y
casa de Escipión Emiliano, bisnieto del general derrotado en
tradiciónenlaantigüedadclásica.BaroeJona..Ariie^.
el Tesino (véase "Escipión Emiliano. Un halcón en el Senado
de Roma" en Desperfa Ferro Anfi.gua y Med[.evaJ n.° 31). =Bibliografíacompletaynotasenwi^/`^/.de5periciíerro€d/.c/.one5.com
Presumiblemente se sentiría obligado a disimular la responsa-
bilidad del antepasado de su patrón en la derrota, lo que quizás
Eduardo Kavanagh es doctor en Arqueologi'a
pudo haberle conducido a ofrecer una visión deformada de la
por la Universidad Autónoma de Madrid, profesor
realidad. Es evidente que Escipión fue burlado, primero en colaborador honorario en esa misma institución,
su afán de interceptar a Anil)al en el Ródano, donde fracasó; miembro del proyecto de investigación C/.udadejy
seguidamente en el Tesino, donde cayó víctima de una embos- complejosaristocráticosibéricosenlaconquistaromana
cada en la que casi perece. Y, a continuación, se vio obligado delaAltaAndalucía.Nuevasperspectivasyprogramade
a huir de forma humillante y precipitada, sacrificando tropas puestaenvalor(CerrodelaCruzyCerrodelaMerced,Córdoba)yd.irec`or
en el camino, caso de las que dejó en el puente del Tesino para deDesper[aFerroHistoriaAntiguayMedieval.
'-, •.-, ` `..,,_: ` ` -:-

' '"il

Attila the Hun. Arch-enemy of Rome


Ian Hughes nos ofrece, una vez más, un libro que rebasa por completo las expectativas generadas
por su título. Al igual que en obras anteriores de similar fomato y planteamiento, el autor no se
limita a presentar una biografía contextualizada de Atila, sino que consigue construir una hábil y
completa perspectiva crítica de una época, siendo los aspectos biográficos no más que un prisma
complementario a través del cual contemplar el periodo. De este modo, al abordar la Tardoanti-
güedad romana a través de las perspectivas ofrecidas por uno de sus protagonistas más conocidos,
Hughes no está sino seleccionado, con gran precisión y coherencia, toda una serie específica de
temas enfocados mediante una crítica innovadora y rigurosa. Pariendo de un sistemático trabajo
sobre las fuentes literarias disponibles, las cuales son objeto de un estudio preliminar en la intro-
ducción de la obra, los distintos capítulos del libro nos llevan a recorrer una amplia variedad de
temas perfectamente imbricados. El autor profundiza así en los orígenes de los pueblos hunos,
las causas de sus migraciones hacia occidente y la periodización de las mismas en sus espacios
asiáticos y europeos, aportando una perspectiva renovadora y actualizada en todo momento.
El libro nos aporta también un magnífico análisis de los hunos desde una óptica sociocultural,
ISBN: 978-1-7815900-9-6
económica, política y militar, tanto a nivel individual como en el marco de los distintos pueblos
Páginas: 214
esteparios con los que convivieron, así como de la influencia que sus relaciones con las distintas
Autor: Ian Hughes
entidades sedentarias de su tiempo ejercieron en ambas direcciones. De especial interés resultan
ldioma: inglés
las hipótesis planteadas en tomo a las razones del éxito de la caballería huna en el campo de bata-
Editor: Pen & Sword Books
lla, su enfoque comparativo sobre los puntos fuertes y débiles del lmperio romano y los pueblos
Ltd.
hunos en los siglos IV-V d. C., así como su análisis de las bases de poder hunas, elaborado desde
Web editor:
ww.pen-and-sword.co.uk un realista enfoque crítico sustentado sobre la geopolítica eurasiática de la época. Asimismo, la
Reseñador: David Soria reconstrucción de la progresiva expansión huna en Europa y del desarrollo del reinado de Atila no
Molina resultan en absoluto "convencionales", planteándose de forma sistemática nuevas perspectivas a
través de una excelente crítica y contraste de los datos aportados por las fuentes literarias y mate-
riales, tanto sobre temáticas consabidas (tal es el caso de la batalla de los Campos Cataláunicos),
como sobre otros aspectos menos conocidos. Hughes nos ofrece, así, una realista "radiografía"
de un periodo y sus actores principales, que culmina en las conclusiones del libro mediante una
precisa crítica al mito de la "superioridad militar huna" y a la figura de Atila como estadista.
Todo ello se enmarca en una extraordinaria labor de redacción y un fomato visualmente limpio,
incluyendo múltiples mapas y gráficos, sencillos pero muy ilustrativos, así como una actualizada
bibliografía final que incluye, muy oportunamente, enlaces de acceso a los distintos textos de las
fuentes primarias sobre el periodo. Cienti'fica y metodológicamente rigurosa, rica en enfoques
audaces e innovadores, esta obra resultará de gran interés tanto al académico no especializado
como al experto en la materia, a la par que accesible para el lector aficionado, al que ofrece una
perspectiva totalmente actualizada sobre acontecimientos y protagonistas clave de una época que
sentó los cimientos de la Europa modema.

Élites, conflictos y discursos políticos en las


ciudades bajomedievales de la península ibérica
Es imposible acercarse a la historia urbana de los siglos XIV y XV en la península ibérica sin
encontrarse con las luchas de los "linajes", las pugnas que protagonizaron los nobles y sus
ISBN: 978-84-131103-8-7 clientelas por el control de los grandes municipios. El evidente interés por estos enfrentamientos
Páginas: 296 llevó a celebrar un coloquio cuyas ponencias se publican en este volumen. Coordina el trabajo
Autor: José María Monsalvo José María Monsalvo Antón, catedrático de la Universidad de Salamanca, que colabora también
Antón (editor) con un texto propio que busca definir y acotar el término linaje, claramente polisémico, y que
Editor: Ediciones puede abarcar desde un grupo familiar a las grandes facciones de que trata el libro. Estamos
Universidad de Salamanca ante un total de diez trabajos independientes que, lógicamente, no agotan el tema, pero que dan
Web Editor: mucha luz sobre un fenómeno complejo. Los linajes eran sobre todo organizaciones de carácter
https://edicionesusal.com suprafamiliar que funcionaban como banderías o facciones, y cuyo objetivo último era acaparar
Reseñador: Antonio Checa las mayores cuotas de poder. En opinión de quién esto escribe, es muy difícil no calificar estas
Sainz organizaciones como mafiosas. En cada ciudad estos enfrentamientos tenían particularidades
propias fruto de la historia y de los ordenamientos de cada municipio pero aun así podemos
observar algunas características comunes. Los linajes estaban encabezados por aristócratas con
gran patrimonio y capacidad para aglutinar hombres en tomo suyo. Muy frecuentemente, los
nobles tenían ya sus residencias en las ciudades y desde ellas dirigían sus dominios señoriales.
En estas circunstancias, aprovechando la inestabilidad política de los últimos siglos medievales,
usaron su fuerza para intervenir en la vida urbana y obtener mayores cotas de poder y riqueza.
El botín que se podía obtener era enorme. Las ciudades de la época disponían de un impor-
tante patrimonio en foma de bienes rústicos y ejercían un dominio señorial sobre el campo
colindante que los aristócratas les disputaban. Enfrentados entre ellos y a las propias ciudades
en ocasiones, los linajes convirtieron la violencia en un arma política más. Vecinos y concejos
se vieron obligados a convivir con unos niveles de enfrentamientos armados que llegaron a
cotas realmente altas. Del conjunto de textos reunidos merecen destacarse los comentarios del
editor, José María Monsalvo Antón, para quién la clave de la historia política castellana en el
siglo XV está en el faccionalismo nobiliario más que en la pugna entre un grupo monárquico
y otro aristocrático. A partir de aquí tenemos distintas colaboraciones con bastante interés que
abordan temas como la progresiva oligarquización de las ciudades y la respuesta que se dio
a estos enfrentamientos desde los distintos concejos. A veces eran los propios linajes los que
intentaban poner paz reconociéndose mutuamente y llegando a treguas y acuerdos de reparto
de poder. Uno de los mayores éxitos de los Reyes Católicos fue el terminar con estas luchas
banderizas como no dejaron de repetir incansablemente sus propagandistas. La profesora Yo-
landa Guerrero matiza esta afirmación. Para ella, lo que se produce es un modus vi.vendi. que
permitirá superar la anterior etapa de conflictividad. La mayor discrepancia que podemos hacer
al volumen es su ti'tulo, excesivamente académico. Podía haber sido sustituido por otro con el
fin de atraer a lectores ajenos a la universidad pero interesados en un tema clave para la historia
local española de los siglos bajomedievales. Debemos tener en cuenta que esta rama de la his-
toria fue muy maltratada por los escritores del siglo XIX y sus continuadores, por lo que obras
como la que comentamos ayudan extraordinariamente a la contextualización de multitud de
sucesos que han dejado un profundo eco en foma de leyendas y nombres en el callejero urbano.

Los normandos en Sicilia


Cualquier aficionado a la historia reconoce el año 1066 de nuestra era como el de la invasión
normanda de lnglaterra y, por tanto, del comienzo de su dominio en las islas británicas. Sin
embargo, mucha gente desconoce que, en aquellos mismos años, puntualmente en el año 1061,
los normandos también invadieron Sicilia. El ensayo que hoy reseño, del historiador inglés John
Julius Norwich, no solo muestra el porqué y el cómo los normandos expulsaron a los sarracenos
de la isla, sino que además naiTa de manera magistral cómo se establecieron en la ltalia meridional
a principios del siglo Xl y posteriomente fueron expandiéndose por todo el territorio hasta con-
formar un auténtico reino normando sin parangón en aquellas latitudes. Todo comienza en el año
1017 cuando un grupo de mercenarios y segundones normandos llegan a Apulia y se alían con los
lombardos para luchar contra los bizantinos que mantenían multitud de colonias y teiTitorios en las
costas de ltalia oriental. Poco a poco la capacidad guerrera y de organización de los nomandos,
apoyada por la llegada de más aventureros, fue haciéndose un hueco en las guerras intemas de
aquel territorio. Para el año 1030, los normandos ya gobemaban en un pequeño territorio cuya
ISBN: 978-84-177434-4-4 capital era la ciudad de Avesa. Entre todos ellos despuntó Guillermo de Hauteville, pionero en
Páginas: 400 aquellas tienas que abrió el camino para la preeminencia de esta casa nomanda en ltalia. Las
Autor: John Julius Norwich rencillas y guerras entre los bizantinos, lombardos, el papado y el lmperio gemánico provocaron
Traductor: Juana Gallego, que estos valerosos y duros hombres se hicieran, poco a poco, con más territorio al sur de ltalia.
Maureen MCMillan Bajo el mandato de Roberto Guiscardo y con la posterior colaboración de su hermano Roger
Editor: Ático de los libros expulsaron a los bizantinos, sojuzgaron a los lombardos y controlaron al papado, para finalmente
Web Editor: convertirse en amos y señores del teiritorio, incluida Sicilia, invadida en 1061 y dominada en
http://aticodeloslibros.com 1094. Posteriormente, aunque el heredero de Roberto no logró igualar la personalidad del padre, sí
Reseñador: Íñigo Pereyra lo hizo su sobrino, el hijo de Roger, convirtiéndose en 1133 en el rey Roger 11 de Apulia, Calabria
Urdíroz y Sicilia. La lectura de este ensayo es un auténtico viaje a la historia de unos pocos normandos
DESPERTA FERRO LIBROS
Colección Historia Antigua Colección llustrados

Edidón en rústica

Otros Libros de ]a colección Otros libros de la colección


! ` HERODES

C olección lfistoria Medieval Otrostl,tulos

É] PREVENTA

ñ=:==te#ii2ToÍ:ffatis

2.a edición Julio 2020

Otros libros de la colección

/
óAéyéuriEO
Um h- de cooÉñrü
aftr.dMcdbt-yd^d-
CABEZAS
CORTADAS
iTiñFm- =r_c-uJTr=
--ÉI_
A la venta en librerías, tiendas especializadas y
* Fuha de pubücación
pendiente de confimación.
www.despertaferrolediciones.com
Consultar infomación en
www.despertaferrc+ediciones.com
®0®©®
Los hombre
del norte
El primer siglo del
TT+ principádo normando
Pierre Bauduin
Uníversité de Caen Normandie, CRAHÁM

LOS VIKINGOS QUE SE ESTABLECIERON EN LO QUE


MÁS TARDE SE CONOCERÁ COMO NORMANDÍA SE
INTEGRARON MUY PRONTO EN EL MUNDO ,FRA.NCO
Y` CREARON. UN PRINCIPAD0 QUE MANTUVO SU
INDEPENDENCIA POLÍTICA DURANTE CERCA DE TRES
la mayoría de los historiadores coincide en suponer que era
SIGLOS. LOS RECIÉN LLEGADOS ADOPTARON LAS
nativo de Noruega. Pero, a decir verdad, su "nacionalidad" no
FORMAS DE GOBIERNO, LOS MODOS DE VIDA Y LAS
es relevante, ya que estariamos aplicando un criterio anacrónico
CREENC|AS DE LOS FRANCOS, AUNQUE SUPIERON
a un contexto vikingo en el que 1o que verdaderamente tenía
MANTENER UNA IDENTIDAD ESPECÍFICA QUE LOS
importancia era la capacidad de un líder para obtener el pres-
DISTINGUIÓ SIEMPRE DEL REST0 DEL REINO.
tigio y ias riquezas suficiehtes éon ias que atraer a un ampiio
círculo de guerreros en tomo suyo. Al igual que otros líderes
lítica vikinga duradera. En varias ocasiones, a 1o largo nórdicos, probablemente hubiera participado en campañas en
En el continente,
del siglo IX,Normandía fue la única
los reyes francos habían fundación po-
instalado jefes otras regiones -en particular, en las islas británicas y en las
vikingos en la zona, en particular en Frisia, a cambio de su con- costas francas- antes de asentarse definitivamente en lo que
versión: ese fue el caso de Rorik, quien gobemó entre la década . más tarde se conocería como Nomandía. También es proba-
de 840 y los primeros años de la de 870. Lo mismo Godfrid, ble -aunque es un asunto controvertido- que Rollón, estuviera
entre 882 y 885, que se distinguió entre las élites francas mer- ya por entonces.integrado en la red de alianzas y de parentela
ce.d a su matrimonio con una princesa carolingia, pero pereció con el regnum francor.um, lo que explicaría la elección de las
víctima de disputas dinásticas. Se trata, como vemos, de episo- autoridades francas como árbitros en la negociación acerca del
dios efímeios, `pero que demuestran el proceso de integración reconocimiehtodeaquelcómogobemantededeRuanyelvalle
de estas gentes en la sociedad francesa, tendencia perfeccionada del bajo del Sena. Pero, sea como fuere, la situación política del
finalmente por Rollón y sus descendientes. reino sugiere que este reconocimiento por parte del rey franco
•se hizo en comive`ncia con los principales y más poderosos
Las fuentes documentales para este periodo son muy es-
casas, siendo la más detallada la Hz.síorz.¿ Normannorum, re- aristócratas del noite de Francia, entre los que figuraba Roberto,
dactáda en fecha muy posterior, en tomo al año iooo, por marqués de Neustria, una de las figuras políticas y militares
Dudón de San Quinti'n, quien escribía por encargo de los duques ascendentes del momento (ob. 923).
Ricardo 1.(942-996) y Ricardo 11 (996-1026). Rollón (ob. ca. Habiendo fracasado en un ataque sobre la ciudad de Char-
927-933) aparece mencion.ádo en varias ocasiones én los Ana- tres, Rollón negoció con las autoridades francas el "tratado" de
Jes de Flodoardo de Reims -redactados a partir de 919- y en Saint-Clair-sur-Epte (911). A cambio de una concesión territo-
\a Historia de la lglesia de Reims, compuesta a medLados de\ rial que ¿omprendía Ruan y los teri.itorios sitos entre el Epte
siglo X por este mismo autor. El documento más antiguo que (afluénte del Sena) y el mar, se comprometió a convértirse al
alude á la fundación dei dücado normando es un diploma dei cristianismo y a "garantizar la protección del reino". Según el
rey Carlos 111 el Simple (reg. 898-922, ob. 929) a favor de la testimonio de Dudón, el líder nomando obtuvo, asimismo, la
abadía de Saint-Germain des Prés, fechado el 14 de marzo de mano de Gisela,. la hija del rey, aunque hay quien duda de ello.
918, que refiere un.a concesión territorial otorgada a Rollón y a El compromiso satisfaéía.a todas ias partes: al líder normando
sLis seguido;es para garantizar la £z/feJa regn!. o "protección del (cuya autoridad era ahora reconocida en Ruan), al rey Carlos el
reino''; es decir, para que aseguraran la defensa del valle del Simple (a quien Rollón juraba fid€lidad) y a las élites francas
Sena y alrededores frente a futuras invasion.es vikingas. (en particular, á Roberto, marqués de Neustria) entre las que
Parece probable que los vikingos comenzaran a estable- ahora se integraba Rollón. Los líderes normandos respetaron el
cerse en la regióh.del bajo Loira en t`orno al año 900, si no tratado. A partir de este momento ya no se vieron flotas vikin-
antes. El origen de Rollón es motivo de`controversia, si bien gas remontando el río Sena ni por tanto amenazando el reino,
DEspmTAFERRD | Ei3

• Detalle de miniatura del SALTERIO DE STUTTGART (fol 7v), obra carolingia fechada de en torno al año 830. En ella se representa a dos guer-
reros inspirados en los coetáneos a la redacción del manuscrito. Nótese cómo, conforme a la moda del siglo lx, ambos lucen barbas, y en uno
de los casos larga cabellera. Visten pantalones ceñidos, probablemente de lana, y túnicas de manga larga del mismo material. Estas muestran
decoraciones en las mangas, reborde inferior y cuello, asi' como una franja vertical longitudinal que cruza verticalmente el torso. Blanden
lanzas y espadas, estas Últimas de la variante Petersen D, que se caracteriza por el pomo trilobulado. Este modelo de espada -heredera de la
spciíha tardorromana-y sus variantes regionales se hicieron muy populares en la Europa cristiana durante los siglos lx, X y Xl. Las huestes que
acompañaron a ROHón hasta Normandía ofreceri'an un aspecto muy similar a estas dos figuras.
V FÍBULA 0VAL DE TIPO VIKINGO hallada en P?tres (Normandía). Se trata de uno de los escasi'simos ej.emplos de registro material de origen
nórdíco -vikingo-hallado hasta la fecha en Normandía, fenómeno curioso que probablemente Índique que los vikingos que se asentaron en
esta región abandonaron casi de inmediato toda expresión exterior de su origen nórdico y adoptaron los usos y modas locales de la Francia
caroiingia. © CG76-MUSÉE DÉPARTEMENTAL DES ANTIQUITÉS -ROUEN. FOTO: yoHANN DESLANDES

ni siquiera en aquellas ocasiones en las que los nuevos gober- aislados, particularmente en la Alta Normandía: algunas armas
nantes de Ruan solicitaron la ayuda de aliados escandinavos. en el valle del Sena (hachas, espadas), dos martillos de Thor
Por su paite, Rollón y muchos de sus hombres recibió el bau- -en Sahurs y Saint-Pierre de Varengeville (Sena Marítima)- y
tismo. La conversión de los noimandos, en la que colaboró la un par de fibulas ovaladas halladas en contexto funerario en
lglesia de Reims, no fue una tarea sencilla, tal y como refleja la co- Htres (Eure). Más recientemente, en Saint-Pierre-des Fleurs
iTespondencia -fechada en los años 914-922-entre los arzobispos (Eure) se ha encontrado un modesto tesoro vikingo (una docena
Guido de Ruan, Hervé de Reims y el papa Juan X, y requirió de de monedas y algunos pequeños lingotes), y todo apunta a que
una forma de evangelización específica, adaptada a gentes que se fue ocultado a finales del siglo IX por un individuo originario
resisti'an a asimilar las prácticas cristianas. Y, aunque el paganismo del Danelaw, la parte de lnglaterra dominada por entonces por
no parece que dejara huella alguna en la región, la refoima de la vikingos.
lglesia local, un proceso de larga duación, sí lo hizo. A día de hoy, no se ha descubierto ningún asentamiento
Los condes (por entonces duques) de Normandía exten- vikingo en Normandía, y no parece que los recién llegados
dieron muy pronto sus dominios, pero conviene recor- afectaran a la distribución de la población preexistente.
dar que, a pesar de lo aparentemente rápida que fue La presencia vikinga no se aprecia en el ámbito
esta expansión -merced a concesiones territoriales iural de la época, y la arqueología de las ciudades
como las de Bessin en 924, Avranchin o el Co- normandas tampoco muestra nada semejante a lo
tentin en 933-, debemos esperar hasta finales que vemos en otras urbes como York o Lincoln.
del siglo X para que ejercieran un dominio No hay nuevos objetos ornamentales ni mo-
efectivo sobre el territorio al oeste de la cir- numentos esculpidos en piedra ni de ningún
cunscripción eclesiástica de Ruan. Sabemos otro tipo que den pie a pensar en un mestizaje
muy poco del funcionamiento interno del cultural, algo que sin duda habría propiciado
Estado nomando en el siglo X, y la escasez la aparición de formas estilísticas propias.
de documentos escritos solo es parcialmente Se trata, en todo caso, de un tema muy de-
mitigada por la presencia de la numismá- batido, habiendo quien 1o achaca a la escasez
tica. Desde el principio del periodo ducal, de investigaciones arqueológicas y a la rigi-
las acuñaciones en lo que sería Normandía dez de la normativa legal en esta materia que
seguían los modelos y patrones del reino rige en Francia -que persigue a los detectoristas
franco. Ciertamente imitaban las monedas de metálicos- y quien, por el contrario, defiende la
los reyes carolingios, pero es preciso subrayar que hipótesis -a nuestro juicio la más probable-de que
esto no implicaba sumisión o sometimiento alguno. los escandinavos que se asentaron en Neustria aban-
Guillermo Larga Espada (ca. 927-942) fue asimismo uno donaron muy pronto sus costumbres y se integraron en
de los primeros gobernantes que acuñó moneda en su propio el mundo franco, a lo que contribuirían los matrimonios que se
nombre, y bien pudo haber hecho uso del sistema de renovafi.o darían entre las dos comunidades.
monetae que permitía la introducción, a intervalos regulares, La influencia del idioma nórdico en las lenguas de o.i.l
de nuevos tipos monetales, 1o que implicaba un control estricto [N. del E.: las lenguas romances del norte de Francia] es, asi-
sobre la producción y la circulación. Los líderes normandos mismo, muy escasa, en torno a 150 palabras, y en su mayoría
muy pronto cobraron conciencia de la potencialidad del dinero alusivas a términos náuticos y, en menor medida, agrícolas. Es
como símbolo de poder y como medio de propaganda. Más difícil determinar el tiempo que el idioma nórdico coexistió
adelante, a partir de 990, cuando la documentación escrita se con el local, pero nunca llegó a ser dominante. Dudón de San
hace más abundante, se constata una sorprendente similitud Quintín se refiere a dos episodios muy interesantes: en uno de
con las instituciones francas. Si los normandos trajeron consigo ellos sugiere que Guillermo Espada Larga hablaba "el idioma
instituciones propias del mundo escandinavo (asunto muy de- dacio" (es decir, danés); en el otro, que el duque envió a su hijo
batido en la actualidad), no parece que estas tuvieran un peso menor, Ricardo, a Bayeaux para aprender danés, ya que esta
impor[ante, o bien fueron arrinconadas a lo largo del siglo X. lengua ya no se hablaba en Ruan. No sabemos hasta qué punto
son verídicos estos hechos, pero resulta sintomático que por un
¿UNA PRESENC IA PERCEPTIBLE? lado presenten a Guillermo como bilingüe y, al tiempo, señalen
En el estado actual de la investigación, Normandía se distingue que el conocimiento de la lengua escandinava era crucial para
por la escasez de vestigios materiales o de influencias estilísti- el joven Ricardo, futuro dirigente de los normandos. Todo ello
cas de origen escandinavo. Apenas se han hallado un puñado parece sugerir que los contactos con el mundo escandinavo
de objetos de semejantes características, y siempre en contextos siguieron siendo estrechos a lo largo del primer cuarto del
La formación del ducado de Normandía -._E-J
dÁE Ponthieu
911-1035
.?;eppea` É¿vermeu
•'.°kiqNes .E3
Canal de h Manc\La
asemtamiento de
daneses
-`ffi :|:=:[hBe:,:Ur+ nórdico-9aélicos --`\ Gournay
asentamiento de
;0
Rouen
o va|ognes bi|h íí| de| sen`, pon,-Auá`emer :1: \Lyo¿s-la-Forét
C,o Le Homme \e, ,._-.9
} -R°::;Üxv:NRNV:NdkgN;A``..
LeBec Levaudreuil §

La Haye-du-Puits
-S.':`:::\-:offlN:-#ti°:
-;,,`,:"-- Baytf[x _+-¥/
:8:É,±iui;.:Í-- .,
._" /

Li.e.úvin
, '

-``-/ Lisieux Eúreux


1 :-:N
'
Coutances,Oj \\
•''4,.; Falai;.e-.`,

go¡f'(, de /
4,¥:¿- BreFu|%:":re:.|noí82o
40 60 km

Saint-Malo _,` Ojs !II: :IILt :IJ ' '

ftoü,n,e
Mont-Saint-Michel
0
;:::::p¢.€v,áe
Avranches
0
Domfront IIH castillos

E:tri:g#°d:Er°a'lóclap::9ii

I
0
passais Seo.ts Perche Extensión en 924

Extensión en 933
chéE[el
®,e¢`e ---dMea¥r::::ness¡::#:at#Onlmia

Maine Seüe" ---Densidad intermedia

---- Menordensidad /
~_ri /rJ-
'
/ EEt H.E.EE J:..`ml

siglo XI, lo suficiente como para que se siguiera empleando el reconsiderar su extensión y perduración en el tiempo. No se
idioma noruego y para que algunas de sus palabras se introdu- trata, desde luego, de negar la presencia vikinga en esta región
jeran en el habla local. de Neustria -algo que nadie en su sano juicio hace-, sino de
La onomástica de la región parece indicar que los escan- matizar la cronología, el modo y el número, así como la compo-
dinavos influyeron en los antropónimos de sus habitantes (Os- sición social y étnica de los recién llegados, asuntos todos ellos
bern, Ansquetil, Torsten...) y en la toponimia, en par[icular debatidos en la actualidad. Así, una de las corrientes historio-
en Nord-Cotentin, Roumois, País de Caux y Bessin. Los to- gráficas habla de "vikingos invisibles'', y considera que su pre-
pónimos más frecuentes son hil)ridos -los llamados "hibridos sencia ha sido sobrevalorada o incluso "mitificada", mientras
Gonneville", derivado de las palabras nórdicas Gunni y la latina que otros especialistas sostienen que en efecto se produjo una
v[.JJa- formados por la unión de un nombre escandinavo (a colonización de gentes procedentes de Escandinavia que ejerció
menudo el de un individuo) y el sufijo nativo vz.lle ("villa"); una influencia cultural que no se reduce a la simple anécdota.
por ejemplo, Obernivilla, que con el tiempo se convertiría en Sea como fuere, parece evidente que los descendientes de los
Auberville. De igual modo sucede con los topónimos termi- vikingos establecidos en Normandía no sintieron la necesidad
nados en íof (como Colletot o "terreno de Kóli"), que derivan de subrayar su origen nórdico ni expresar formas de identidad
del término Íoft ("parcela vallada y cerrada de una granja"). La alusivas al mundo escandinavo. Por lo mismo, resulta difícil
mayoría de estos topónimos nos son conocidos merced a textos incluir este fenómeno dentro del conocido como ``diáspora
muy posteriores al siglo X y su interpretación resulta compli- vikinga" (véase Desperta Ferro Antigua y Medieval n.° 3.. La
cada, ya que afecta a la datación y carácter de la implantación hereric[.a v!.ki.nga). No es que desecharan o desconocieran sus
vikinga en el territorio. Los trabajos modernos en este sentido orígenes, sino que se puede decir que en buena medida los
"reinterpretaron" bajo la luz de la cultura del mundo franco.
(caso de las regiones de la Haya o el valle del bajo Dives) pa-
recen sugerir una influencia modesta de la nueva población, y Este fenómeno se aprecia bien en el paso del siglo X al XI.
creemos que esto es algo aplicable a todo el periodo tratado. El mito fundacional -fantasioso- del ducado, consignado en
De modo que, como acabamos de ver, las fuentes de infor- las fuentes de la época, alude a unos dac[. de origen troyano,
mación con las que contamos parecen mostrar un panorama que con el tiempo se convirtieron en dani. (``daneses"). De este
contradictorio: por un lado, tenemos los textos historiográficos modo conseguían establecer un vínculo entre los pueblos nórdi-
y la evidencia lingüística y onomástica -que parecen conferir cos y el prestigio de los de la Antigüedad. Así, se podía asumir
una presencia vikinga en el territorio- mientras que, por otro sin problemas el origen "escandinavo" del pueblo normando,
lado, la arqueología apunta en la dirección contraria, al no pero tamizado por el concurso de elementos de la tradición
hallar apenas ningún vestigio material, lo que nos obliga a cultural de la Antigüedad y el Alto Medievo.
DEspERTAFERRn | EE

INTEGRACIÓN Y AUTONOMÍA son mucho más numerosas y, sobre todo, más heterogéneas.
Los nuevos dirigentes de Ruan optaron de inmediato por su Una vez superados los episodios de crisis de los primeros años
integración en el mundo franco. De hecho, Rollón ya formaba de su gobiemo, el ducado entra en un periodo de paz intema
parte de la red de alianzas y de realeza del reino franco. En la (al margen de las disputas en la familia ducal que documen-
mayoría de los casos, sus sucesores hicieron lo propio. Esta tamos en el siglo XI). De resultas, Nomandía se granjeó una
orientación no estaba exenta de peligro: podemos imaginar las reputación -al menos en la historiografía del siglo XX- de ser
tensiones que se producirían dentro del principado normando un territorio de gran estabilidad, en el que el orden público era
en el caso de aquellos líderes vikingos celosos de su autonomía respetado en mayor medida que en otros. Iücardo 11 consolidó
y hostiles a la política de acercamiento con los francos. Como su dominio sobre los márgenes fronterizos del ducado, en par-
actores en el juego político del reino, los dirigentes normandos ticular hacia el este.
participaron asimismo en sus intrigas y rivalidades: Guillemo Al tiempo, el ducado experimenta una nueva orientación en
Espada Larga pereció a manos de Arnoldo, conde de Flandes, política exterior: sus duques se involucran más en los asuntos del
mientras que en los primeros años del reinado de su sucesor, reino de lnglaterra con el matrimonio en 1002 de la hemana de
Ricardo I (por entonces un niño), Normandía se vio gravemente Ricardo 11, Emma, con el rey anglosajón Etelredo 11 (978-1016) y,
amenazada por el rey y por varios de los nobles más impor- más tarde, con el apoyo prestado a la familia real inglesa exiliada
tantes del reino. Sin embargo, el dilatado gobierno de Flcardo en el continente. Hasta el primer cuarto del siglo XI, el ducado de
(942-996) permitió rehacer y consolidar el principado. Incluso Nomandía parece haber tenido relaciones muy estrechas con el
en aquellos casos en los que fueran fieles al rey de Francia, los mudo escandinavo: Olaf Haraldson (o san Olaf, ob. 1030) fue
líderes normandos ejercían una autoridad casi completa dentro probablemente bautizado en Ruan antes de hacerse con la corona
del ducado; a ellos correspondía la protección de las iglesias, la noruega, y Ricardo 11 aceptó que Emma se casara en segundas
justicia, la recaudación de impuestos, la acuñación de moneda, nupcias con el rival y sucesor de Etelredo, el danés Canuto el
la administración y el control de las forialezas. . . En suma, ejer- Grande (1016-1035). Sin embargo, todo apunta a que en tomo a los
cían todos los poderes "propios del rey" dentro de su territorio. años 1020 y 1030 las relaciones con los escandinavos se enffiaron.
En el ámbito religioso, debemos esperar al año 989-990 Y, a la inversa, desde principios de ese inismo siglo volcaron su
(el final del reinado de Ricardo 1) para que las siete cátedras atención hacia ltalia, que pronto recibió grupos de migrantes nor-
(sedes episcopales) de la provincia estuvieran ocupadas. La mandos, mientras que otros contingentes de población transalpina
restauración completa de las mismas y del resto de puestos ecle- hacían lo propio en Normandía. Los gobiemos de Ricardo 111
siásticos fue un proceso lento. El obispo de Coutances, Hugo (1026-1027) y Roberto el Magnífico (1027-1035) reforzaron esta
(ca. 990-1022) residió en Ruan durante su episcopado, mientras tendencia, y este último fue el primer duque noimando en tomar
que su sucesor hizo lo propio en Saint-Ló antes de trasladarse el cayado y hacer un viaje de peregrinación a Jerusalén. La muerte
definitivamente a Coutances. En paralelo, el duque ejerció un le soiprendió de regreso, en Niza, y le sucedió su hijo Guillemo el
dominio más directo sobre el episcopado: en 989 Ricardo 1 Bastardo. Apenas ciento veinte años después del establecimiento
estableció en la cátedra de Ruan a su propio hijo Roberto, y lo de Rollón, Normandía se había convertido en un principado de
mismo sucedió con sus siete sucesores, todos ellos miembros gran relevancia en el reino de Francia cuyo pasado vikingo {aso
de su misma dinastía. El restablecimiento de la vida monástica de ser recordadcL era cada vez menos evidente.
también supuso dificultades, ya que las incursiones habían
damnificado mucho a las instituciones religiosas: varios mo-
nasterios fueron destruidos y algunas comunidades monásticas BIBLloGRAFÍA BÁSICA
tuvieron que sobrevivir en el exilio. La abadía de Saint-Ouen de Bates, D.; Bauduin, P. (dir.) (2016): 97 7-207 7. Pen5er /e5 monde5

Ruan fue restaurada durante el gobiemo de Rollón y Guillemo r)ormand5 méd/.évúux, Actes du colloque de Caen et Cerisy-
Espada Larga contribuyó también a hacerlo con la de Jumié- la-Salle (29 septembre-2 octobre 2011). Caen: Presses
universitaires de caen.
ges, con ayuda de monjes de Poitiers. Pero debemos esperar
Bates, D. (1982): Normandy beíore 7066. London-New York:
a los reinados de Ricardo 1 y, en particular, Ricardo 11, para
Longman.
asistir a un auténtico renacimiento de la vida monástica en la
Baudu.in, P. (2004:).. La premiére Nomandie OC-XF siécles). Sur les
región, a menudo auspiciada por refomadores exógenos, caso
ffontiéres de la haute Normandie : identité et construction d'une
de Gerardo de Brogne y su discípulo Mainardo, que durante la
pr/.nc/.pau¢é. Caen: Presses universitaires de Caen (Bibliothéque
década de 960 se afanaron en esta tarea en torno a Fontenelle/
du póle universitaire normand).
Saint-Wandrille. De foma simultánea, en 966, los monjes de
Baudriin, P. (20\9).. Histoire des vikings. Des invasions á la diapora.
Mont Saint Michel fueron reemplazados por benedictinos. Las
Paris:Tallandier.
principales iniciativas en este campo pertenecen, en todo caso, Hagger, M. (2017).. Norman Rule in Normandy, 911-1144.
a los primeros años del siglo Xl cuando, atendiendo a la orden Woodbridge: Boydell Press.
de Ricardo 11, el abad de Saint-Bénigne de Dijon, Guillermo
de Volpiano, se trasladó a Fécamp, una colegiata fundada por = Bi bliografi'a completa en www.de5períoferro-edí.cÍ.one5.com
Ricardo 1 en la que estableció un monacato. Bajo su liderazgo,
se dio un impulso a la fundación de monasterios benedictinos. PieiTe Bauduin es profesor de Historia Medieval en la
Université de Caen Nomandie, miembro del Centre
RICARDO 11 Michel de BoüardcRAHAM (UMR 6273) y honorario del
El reinado de Ricardo 11 marca un punto de inflexión en la his- lnstitut universítaire de France. Su investigación se centra
toria del ducado, aunque esta impresión quizá esté en paite mo- en el principado normando, los vikingos y, en términos
tivada por el hecho de que las fuentes escritas de este periodo generales, los mundos normandos medievales.
1066. IA BATAI.IA DE EL SITI0 DE MALTA
"TTNGS ln expansión ou)mana en el
I.a lnglaúema anglosüona por LevL Médf.az7Tiár]eo por Hüseyin Serdar
Roach (Univeisity of Exeter) Tabakoglu (Kirklareli Üiiiversitesi)
1« crisÉs succson.a por Yeyo Balbás In Maltn de los caba\\eros de San Juan
El dércim normando por Ma!thew por Giannantonio Scaglione (Universitá
Bemett (Ihe Royal Military Academy, degli Studi di Catania)
Sandhuist) Los preparativos de la campaña por
EldérciúoanglosdónporF\yanLEve"e Evrim Türkcelik (Ankara Sosyal Bilimler
Üniversitesi)
aJniveisity of Winchester)
In imasión de Haroldo Hdrdmade pom Eldesembarcootomanoy\adefiensa
Keny Devries a.oyola University) dc Sari T€Jmo por Amold Cassola
In bamlla de Hdstings por Mam!ew QJniveisitá ta' Malta)
Bemett (me Royal Militaiy Academy, Los asaM)s a San Miguel y el Burgo por
Sandhuist) Anne Brogini (Uiiiversity Cóte d'Azu)
Id JrigJmerm nor7riarida por Mark
Hagger a3angor University) ::r"#::l"ffi"dteÉo=:smÉo=:'iy:oSIC)
Y además, intpoduciendo el n.° 61, Ios I.os ecos de\ tiunfio cristiano poi
c€'Jtl.cos de la Bebfr[.a por Luis Berrocal Gemaro Variale (Universitá degli Studi
Rangel UAM) di Napoli Federico 11)
Y además, introduciendo el n.° 47, EI
Cáucaso duriante la Guema de Crimea
por Candan Badem

BERLIN 1945 (11) VIVIR EN TIEMPOS


LA BATALLA DEL CID
POR LA CIUDAD El dinamismo de \a sociedad cristiana
Dé Germania a la Fes"ris Berl\'n del siglo XJ por David Porrinas (UEX)
por David Clay Large (University of
De un sitio a otio. Gentes
Califomia, Berkeley) oiarisftonterizas por Alej andro García
"Alles Deutsch Kaput£". La natura\eza Sanjuán (UHU)
del combate en Berli'n por David El poblamiento de la Extremadura tras
Alegre Lorenz (UdG) la expansión leonesa y caste\lana por
Himm\er y la negociación imposib\e Gonzalo Escudero (UCM)
Arqueología de la fromera en tiempos
por Matthias Uhl (Deutsches
Historisches lnstitut, Moskau) del Ci.d por Santiago Palacios (UAM)
Tormenta roia sobre el corazón de\ La vida campesina en las tierT.as de
Rei.cJi por Javier Veramendi 8 ftontera por José María Monsalvo
El asalio a\ Reichsmg por Giegory (USAL)
`Abd Al\ah b. Bu\uggin o el ocaso del
Liedtke (Lauier University)
E\ hundimiento por ALrmin Fuhrer poder por Eduardo Manzano (CCHS-
Ber\ín año cero. Reconstrucción y vida CSIC)
coti.di.am por Clara Oberle (San Diego Alfonso Vl y la cristianización del
University) TOJedo i.sla'm[.co por Carlos de Ayala
Y además, introduciendo el n.° 40, (UAM)
Józef Pilsudski y la identidad Y además, introduciendo el n.° 32, La
nacfonal poJaca por Francisco Veiga medicina en Augusta Emerita por Ana
Bejarano (Consorcio Ciudad Monumental de Mérida)
(UAB)

A la venta en kioscos, libren'as, tiendas especializadas y


www.despertaferro-ediciones.com
®0®®®
DESPERTA FERRO EDICIONES
Especiales XXIII - Ejércitos medievales hispánicos (1)
Los visigodos
Damos el pistoletazo de salida a una nueva serie
de números especiales, esta vez dedicada a analizar
los ejércitos medievales hispánicos. Mil años de
historia marcados por las sociedades de frontera, la
fragmentación política, las relaciones clientelares y
feudales de poder y, en última instancia, 1a expansión
territorial dentro y fuera de la Península en la que el
oficio de las armas tuvo una particular relevancia.

El primer volumen de la serie está dedicado al Estado


que por vez primera tuvo su asiento fundamental en
la antigua Hispania romana: el reino visigodo, que
se dilató en el tiempo desde las primeras décadas
del siglo V hasta su descomposición a partir de 711,
ahogado por la presencia islámica en la Pem'nsula.
Los mayores especialistas en este campo nos ofrecen
las últimas novedades en el conocimiento del Estado
y del Ejército visigodo, y de su modo de combatir,
dando un panorama completo que conjuga fuentes
históricas y arqueológicas, y complementado, como
siempre, con nuestro espectacular aparato gráfico.
¡Morbo gótico!

pREVENTA É]
Junio 2020

El reino de los visigodos por Amancío \sta (\]EN)


El sangriemo nacimiento de dos reinos. La batalla de Vqouillé por ]osé So®o Chica (UGF()
Formaci.ón y estrt[ctum deJ Eje'ricz.io `risi.godo por Raúl Goiizález Salinero (UNED)
La mentalidad política y militnr de la aristocracia goda por Guy Halsa\l Q]riversiq o£ Yo\k)
El üército del ry godo. Composición, reclutamiento, organización y cadena de mando por ]osé So®o Chíca Q]GR)
Castra, turres et dausuae. Las fom.ficacf.ones `risf.godas por José María Tejado (UPV)
El armamenio de e'poca vísi.goda por Raúl Catalán Ramos (AC Zamora Protohistórica)
Ins lyes milimres de los ryes visigodos del siglo VIl por \ñakí Marún Vi\so (USAL)
CemÉzzims de meúaJ por Yeyo Balbás
El enemigo en casa. La lucha de visigodos y bizantinos por el sur de Hispania por ]aíme Vimcaíno Sándmez (`lJM)
In campaña militm de Wamba en la Septimania po[ Ánge\a Parra F\omo Q]SAL)
Morbo gótico. Comprender la caída del reino visigodo de Tloledo por Pab\o C. D£az Marúnez (USAL)

A la venta en kioscos, librerías, tiendas especializadas y


www.despertaferro-ediciones.com
®0®©®
`<--____
IH ~., !``` ¥E EEE E 0
^\\
E. El-]f ?1` `A`** +

jOD
E*: _= •.`.` ( `
1.-- `

__ + t,`; \
L,,-.£
`'=Ú
FIIIIIIIIIIIIIlfi EEHD

1 m-EEED.

Hl i=!
_.LH E

_á.pt.,TL
+_"
t.&
\ -j£ E.
L-I
EI

1
\

_.,
L`
`,
*.: -EÉEE

D`tt
q.:.EEE
LJ E
t EEIEEB` B `°T,
D

F
uE
i DE 2É= E
EE]E.! ¥ffñ -£--bi:...ÉE 11 OE]D
Z
E_i

/1
®
EHB.É`É.;..,';..±\!
EI
oB
nBnH
EEEi=HEm +
*
* Ei
a'

.&-.1
`'' TT
H EEEI

n
='

D.IE H
S ü`
H.

¢EE
ÑE

ü
n
c] ```
-- -L-
EI
E=
H D
't``
E 0

HEijHDEEEEE

E_1. B
\
•,Ü`.

Í+_--

--i, -HHIEnnE
1)

8]

+
+'p EEl nHEEEEH
H

r_1
B1

L-
EIE

mimuq mfflmmmuñHiHmH n mHumfflmHEH


El

imnnimmmmÑmHmmMmmm mnHmEtimmÑmmimMmmHm liEii. mEEEEE]m

'"
LriJdE EI 9

u E
HH
1
.£,
'/
•-mEE E=H
BIÍ#
-
F\
L=
*

*D,é
L'1,
L=

r L+
*qb *L-W-

You might also like