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aati tas Capituo III Cristologia fundamental: Jesucristo y el hombre: la credibilidad de Jess de Nazaret “el misterio del hombre sélo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado® (GS 22) Un capitulo clisico de la teologia fundamental ha sido siempre el referente ala demostratio cbristiana, que tenia como objetivo demos- tar la veracidad del cristianismo, sobre todo, la de Jesis, el Cristo, como enviado divino, de abel titulo habitual de este tratado: De Chri to Legato Divino (Sobre Cristo Legado Divino). Los capitules funda- rmentales de este tratado eran los siguientes: I existencia histriea de Jest de Nacaret, su autotestimonio, a conciencia que tenfa de él mismo {los hechos que ecreditan la misiGn divina de Jest, especialmente los mnilagros y la resurreccién. Estos dltimos afios ban mostrado una tamplia renovaciGn en este campo, especialmente a partir del Concilio Vaticano I, al reencontrat en el planteamiento de la Revelaciéa “la Dei Verbunt—un lugar central Jesuctisto, no solo como revelador -enfoque del Vaticano I- sino como culmen de la revelacién?. [M. Nicolau, Sarse Theoloite Sum I, Madi, 1955, 281-39 ‘Madrid 1963, 308-462; A. Lang, Teologia Fu i Gleubensyrund in der ieologie der Neuzeit. Cur Geneologi ines Traktaty,Insbrack-Wien 1583, 7G Leies, Disinaecbrstiona religions erginem probare: Untersuchung or Ensteburt te frdanebtichn Ofebrngrttes de Aatholvchen Scultbeclogi, ina I 2 Los manvales postconelires de teologia fundamental en generdlincluyen by Cristoloya como parte del tratado de Revelaién as, A. Kolping, Fundemertatbeolosie TL Dic honbetgscbchlche Ofenbarung Gotes, Minster 1 drt los ertol gos DIR: 226232237 249; Cistolgi Fandamentl TE 209-211 9854; H. Waldenfels, Teolgia Pandora! Con 528 La teologi fundamental Dentro de las perspectivas mas actuales de la teologia fundamen- tal la Cristologia llamada Fundamental ha tenido y continéa teniendo iva puesto que su fundamentacién tiene como punto clave Jesucristo, de tal manera que la Revelacién cristiana no se es decir, una palabra universal y definitiva de Dios en el mundi Jestis de Nazaret. Por esto, dentro de este contexto, aparece la de Jesucristo como “el signo” por excelencia, tal como se ha mostra. doen el capftulo anterior. Con todo, la novedad de tal calificacién segiin dl Vaticano II no sélo es su comprensién como signo-mediador, sino también como signo-plenitud (DV 4]. Tal enfoque va fntimamente liga do al concepto de “universale concretumm personal lormente como categor tizado en la Fides et ratio ver realizada la sintesis dfinitiva: cl Eterno entra en el tiempo, el Todo se esconde en la parte” {n"12P. ‘Ademés, fel a su perspectiva teol6gico-fundamental, tal Cristologia debe orientarse en clave de credibilidad y con la triple articulacin que comport segiin se ha desarrollado en el capitulo primero. En efecto, Teer, Tai Fendaretal Parglons 198, Le Fs Regrbrg 00 27 Ofeniaong ET 293.197, finan te i Pandomental or ae Ratu le den tai stn. Cristologia fundamental: Jesucristoy el bombre: la cedibilidad. 329 se debe parti dela dimensién teol6gies, para adentrarse en la histSri- ta y antropol6gica asf, en el contexto de lo hermenéutico, Spateceri la crediblidad o propuesta de sentido que ofrece la Crs- | fologla Fundamental. A partir de aqut se presentan las siguientes sec- | ciones: precede una introduccién general teolégico-epistemolégica, para tratar después de la memoria lsu sobre el acceso a Jesis de Na- surrecci6n de Jesucristo, sobre el mysteriam ‘Gbrist*en e1 cual el hombre encuentza la plenitud” (GS 22). Es obvi nderantement Thustracién, se ha centrado la discusién, Por nuestra pate intentaremos tener presente las otras dos dimensiones para no perder de vista la deci- condice alin y ala pstre aun jucio de cred hisorador concienzudo se guard | condicin neces, pero no siete tna vex r= ‘abar oa egar el papel dp ar I conocimiento bistnco1954), Barcelona 1999, nocido quelafeno es arbisara Cristologia fundamental: Jesucrsto y el borbre: a crediblidad. 337 mente orientado a poner de relieve los datos fundamentales que nos ‘ofrecen los Evangelios sobre Jesiis de Nazaret el segundo paso querri Iegar al mismo umbral de la persona de Jestis, preguntindose sobre ‘su mistetio, De esta forma retomamos la globalidad del acceso histé- rico a Jesés con unas conclusiones que nos otientan y son ya umbral Dada la significetividad central de la Resurrecci6n, el apartado siguiente profundizara sobre él, comple- mentando diversos aspectos aqui ya esbozados! I._La “iisToRicipab” DE Los EVANGELIOs La cuestién de Ia historicidad de los Evangelios es relativamente reciente. Fue en el siglo XVII, en el contexto de se planteé por primera vez de modo sistemético este problema, tal como la mayorta de ls problemas que provocaron el nacimiento de la Teologia Fundamental como disciplina, No repetiremos aqui la histo- ria deesta cuesti6n actualmente bien sistematizada en los manuales de én alos Evangelios?. Tan solo recordaremos por su notable vamiento que surge a partir del Concilio i Verburn) y de ia Comisién Biblica “Sobre la verdad histérica de los evangelios”, con las palabras iniciales Sancta Mater Ecclesia, de21 de abril de 196434 La Dei Verbum, recogiendo y sintetizando la Instruccién de la cia Comisién Biblica, en su ntimero 19 habla de la indole his- ido y mantiene que los cuat idad afirma sin dudar (quorum bistoricitatem ima bibliogsaia sobre ert custdn con mis de dz mil refe- " tre on Crin and the Gospel, Leiden 1998, 59pp. 1B. CE. las arenas sites Evongelio sindprices en, R. Agu Hecho dels Apéstaler, Exel 219 ‘Introduction tothe New Format Ecceia (DH 3958], cls eomentaios de. Caba, Delos imo Cristldgizo, Salamanca 3199, nel Concle, Bologna"\958, 275-282 338 Lateologia fundamental cexpresiones “historia” de estos términos en la a del Concilio Vaticano I introdujo el adjetivo “historicidad” con esta justificacién: *ha parecido preferible firma la forma concreta de los Ihechos o acontecimientos, abadiendo la frase sobre la bistoricidad (bis. toricitatem) que no esti expuesta a ambigtiedades” De forma parecida la InstrucciGn de la Pontificia Co usa tan solo una vez, fuera del titulo, la expresidn veritas historica, en ‘sentido indirecto; “otros pazten de una falsa nocién de la fe, como si [a fe no tuviera que ver con la verdad hist6rica; més atin, como si no pudiera concliarse con ella”. En definitiva el Vaticano Il reafitma la historicided de los Evangelios” con finalidad ‘salvfica” (DV 19), en coherencia con la definicién de “verdad salvadora” que comportale ins- piracién bfblica sfirmada anteriormente con esta formulacién: “los Libros sagrados ensefian sélidamente, fielmentey sin error la verdad que Dios hizo consignar en dichos libros para nuestra salvacién” (nostrae “Cul es pues, el aporte de la Dei Verbum y de la Insiruccién de la Pontificia Comisién Biblica? He auf en sintesis las tres fases que proponen ambos documentos: 1. Jesds La Instruceiém aude la eleccin de os apéstoles quelle siguieron desde el principio y fueron testigos de su doctrina, asi como al senti- do de acomodacién de Jess al exponer su doctrina a los métodos de exposicin de aquella época, El texto concilar de la DV 19 insinGa tan sélo esta primera fase afirmando el sentido de fidelidad de los evan- igelios al transmitiz lo que Jests hizo y ensefié de esta forma: “Ia santa madre Iglesia ha mantenido y mantiene con firmeza y méxima cons- tancia que los cuatro evangelios, cuya historicidad afirma sin dudar Cristologia fundamental: Jesucrsto y el hombre: la credible. 339 {quorum hitorcitatem incunctanterafirmatl,narran fielmente lo que Jess, el Hijo de Dios, vviendo entre los hombres hizo y enseis [fecit ‘et docuit] realmente hasta el dia de la Ascensién (Hech 1,1-2)”. 2, Los Apéstoles sta segunda fase, resumida en el fexfo concilar y ampliada en la Instruccién, presenta a los apéstoles “que comunicaron a sus oyentes 1x08 dichos y hechos (quae dixerat et fecera!] con la mayor compren- sin [plenioreintelligentia] que les daban la resurreccién gloriosa de sto (cf. Jn 14,26; 16,13) y la ensefianza del Espiritu de verdad (In ; cexposici6n fel de las los apéstoles ylos dis- (un plus de) inteligencia y una comprensién nieve, Juan: *sus disefpulos no crefan en él desde el prin Tests fue glorificado, se acdrdaron que esto habia sido escrito referen- tea al” (In 12, 16; 2,22...). 3, Los Evangelistas 1Los dos documentos insisten con particular interés en la redaccién as. Es clara la voluntad de complementar el formas, que pone de relieve el Sitz im Leben ron las diversas unidades 0 for- lela redacci6n, que subra- documentos hablan de cinco aspectos di Instrucci6n extensamente y la Dei Verbuor més brevemente: seleccién (“escogiendo datos"); 2) labor de sintesis (*reduciéndolos « sin bor de adaptacién (“adaptindolos forma de proclamacién (“conservando el estilo de proclamac ‘orden a conocer la “verdad” de lo que ensefiaban (“transmitieron ‘datos vera et sincera de Tesu-). Nétese in no se puede equiparar sin mas con la verdad , ya que el Concilio rechaz6 significativamente afadir al vera e de Lesu las palabras historica et non fica pot la ambigiiedad que suponfan estas tltimas’” segin].A. Fkamyer Cate, 137s. estexpre Fundamentalataenlainterpretacgn eatcica de 340 La teologia fundamental Conclusion En definitiva, la DV 19 aporta una referencia decisiv: dense en el sentido biblico y patr cexpresa la intima relacién entre el evan és de acontecimientos de la historia. Se transmitidas por la Bi j6n que habla de los t6ricos” [DV 12]. Asi pues, el género literari Vaticano IT recuerda que ia real, tanto la de Jestis Jos Evangelios estén arraigados en durante su vida terrena, como la de la IL, LAINVESTIGACION HISTORICA SOBRE JESUS DE NAZARET: LAS TRES ETAPAS!? 1. Laprimera etapa o investigaciOn: la Old (First) Quest (1778-1906). Iaoposicin entre el Jets histrico y el dogma crstoldgico Esta etapa la “antigua” (Ola), o “primera” (Fist) “biisqueda” (Quest), se inicia convencionalmente con la pul péstuma por parte de GE Lessing del séptimo fragmento de HS. Reim lado “Sobre la finalidad de Jess y de sus discfpulos” [Vor dem Zwwecke iinger: 1778], donde defiende la religis ica, Esta primera bisqueda produjo durante doscien- tos afios una larga sexie de "Vidas de Jestis”, de entre las cuales sobre- salen algunas més conocidas, ya sea por su opcién hipercritica [DF Strauss: 1835ss. con su Jesis “mitico”], ya sea por su belle i 18, CER. Grelos, Las Boongeior a bitoni, Barcelona retin es uy ampli, gol Jess ictrc: Analeca Sacra Tartacanensa 4 (1 528, yyadeetap reciente, cf W.G. Kimmel, inaacin anal en, Teologische Rundschan a pate del. UBNs1 obs} Bauer bac eles lear c,Jamayo De hin le bie ord Naares Eea 19993113 Cristologia fundamental: Jesuristoy el bombre: [a erediilda.. 341 [E. Renan: 1863, con su Jesis “romantico")®o ya sea por su novedad intexpretativa (W. Wrede: 1901, con su teoria del secreto mesianico}, ‘aunque todas igualmente movidas por un cierto prejuicio iluminista y por un intento antidogmitico. Esta primera etapa concluye con la publicacién en 1906 de la importante obra histdrica de A. Schweitzer, De Reimarus a Wrede. Investigacin sobre la vide de Jess?! donde rmuestra como cada una de Jas imgenes liberales surgidas en las diferentes “Vidas de Jess” refle- jan exactamente la estructura de la personalidad que su autor consi- deraba como ideal tico, por esto concluye con esta dura constatacién: “esta investigacidn (de Reimarus a Wrede) salié de casa para hallaral Jess histérieo. Y pensaba que lo podfa encontrar tal como es..., pero Jess no se deravo, sino que pasé de largo por nuestra época y regre 6 ala suya"®, Por esto, el mismo Schweitzer en la frase final de su libro concluye significativamente que, a pesar de todas las investigaciones cexaminadas, Jess sigue siendo un desconocido e innominado pero que continua ofteciendo la invitacién evangélica: "Té, jsigueme!”, Esta etapa, conocida posteriormente Old Quest, nos offece una serie de innuiciones que restaton vivas en las sucesivas biisquedas tales como la metodologia histérico-critica, enriquecida posteriormente con la aportacién de otros métodos tales como la Formgeschichte y la Redaktionsgeschichte,e8 deci, de los estudios sobre la historia critica de las “formas” literarias y de su “redaccién” final. Esimportante ade- nds la ambientacién judia de la figura histrica de Jess, aunque se cae ‘en una cierta puesta en parkntesisy “suspensién” dela dogmética crs- tol6gica ya que era considerada “positivista”. 2, La No Quest (1921-1993): la gran distancia entre la Iglesia yel Jets histérico ‘Esta etapa comienza con la magna obra de R. Bultmann, Historia dela tradic6n sindptica (1921) y se ciezra con la famosa conferencia de 20. CLE. Renan, Videde en, México 1967, 277, que conchyesignifiatvamente ssi “nadie sobrep Teyenda pro ‘ocatdligrimas sin evento, su martrio enterneceri los mejores corazones, yrodos los sos canara gu ete hos des Bombe no bana ringn ue pdt comparitsele" "21. Laprimera pace (hasta el cap. XVID esti traducida en, Investigacion sobre ks de de Jers, Valenci 1950, con el prefaio de la sexta ediciin de 1950, obea de JM. Robinson 22. Ghesciche der Leber Jesu Forschung, 113, 631s, texto traducidey cad por]. Jeremiss, Aba, Salamanca 1981, 211 342 La weologia fundamental su discipulo E. Kasemann, El problema del Jesis bistérico (1953), donde relanza su bisqueda. La negacién de la busqueda por parte de Bultmann queda expresada clarament. predicacién de Jesis pertenece alos presupuestos de la reclogfa del Nuevo Testamento y no constituye una parte de ésta... la fe eristiana comienza a existir en el ‘momento en el que existe un kerygma... Esto comenzé a suceder por primera vez en el kerygma de la primitiva comunidad, no ya en la pre- dicacién del Jesis histérico, atin cuando la comunidad haya introdu- ido en la relacin sobre la predicacién de Jesis, con frecuencia, moti- vos de su propio kerygma”™, Esto conllevé, por ejemplo, una serie de "Vidas de Jess” o estudios evangélicos “minimalistas” tales como los franceses M. Goguel (1932) y A. Loisy (1933), los anglicanos TW, RU, Lightfoot (1935/1950), V. Taylor (1950) y REL sobre todo, de los (1921), KL 1925), A. Deissm influyendo largamente en el gran diccionar “Jo qué y el eémo” nos afecta Cristo (los famosos Was und Wie inspi- rados en Heidegget), cuya respuesta conocemos por la comunidad pri 2, y,en cambio, no interesa el hecho histdrico mismo de Jesis (el asso “el hecho de que” tratames) ya que carece de importancia para la fe. En efecto, para Bultmann los evangelios sinépticos son un con- comunidad primitiva para sus necesidades keryg- por esto dicen tan poco del Jestis ico, Este semann, El problere del ess bistcrco 158.190 24, Teologi del Nuvo Testament similar enel proogo desu previo, Josie igen pliner dein i i Cristologia fundamental: Jesuerito y el hombre: la eredbilida. 343 nente Reino de Dios, que vive en ambiente hebreo y en contraste con esté en discon- La magna obra de R. Bultmann y de su tun clisico, entre otras cosas, por el preciso estudio de las forma: tarias evangélicas previas ala redaccién final; por la colocaci6n del Jess histérico en el mundo hebreo; por la critica a la Old Quest roma de la “Vidas de Jesis” que no son objeto de fe y, finalmente, por la ladguisicidn de que los evangelios no son fuentes neutrales ya que fue~ ron escritos a la luz de la fe pascual. En cambio, son problemiticas sus cxfticas redicales al valor hist6rico de los evangelios, la atomizacién excesiva del material evangélico con un concepcién abstracta del “Site im Leben", asi como la afiemacién de la discontinuidad absoluta de Jesis con la comunidad cristiana primitiva, todo ello enraizado en su bisico escepticismo histérico fruto de a tess luterana de la fe sin nin- iin fundamento histérico, anclada en el fdefsino, suela permanece como 3, Lasegunda etapa o New Quest (1953-1985): la renovada continuidad entre el Jesits bistéricoy el Cristo de Kerygma Con E, Kisemann, discipulo deR. Bultmann, y su conferencia de 1993 da inicio “la nueva bisqueda de Jess” ~Die Newe Jesus-Frage-, conocida poco después por la expresidn inglesa New Quest, que quic- re responder al por qué fueron escticos los evangelios si lo importan- te, segén Bultmann, seria s6lo el kerygma, es deci, el Cristo de la fe. En efecto, los evangelios aunque no sean historia critica en sentido ‘modemno, son una memoria del Jestis terreno y, por esta razén, se con- vierten en signficativos para mostrar la continuidad entre el Jess his térico y el Cristo de la fe Pare esto Kisemann opera con la doble palabra alermana que tra- como Histone, para describir los hechos en bruto, como 1 ¢ informacién”, y como Geschichte, que se puede traducir 10", y que subraya la capecidad significativa dela fe marco escribe: “la historia como. jonio que acontece”. En historia [Historie = informacién] es una histor monio que acontece] fijada, cuya significacion histérica [Geschs seha revelado del todo todivia. Al contraro, la transmisin de los bruta {facta (= informacién) puede ser precisamente un obstéculo para una comprensin auténtica... En lengusjeteoligico drfamos que ola te'en la decisién de la fe o de la incredulidad es donde a his 344 La teologia fundamental a en la historia (Hittorie] de Jestis puede convertir- historia [Geschichte]"». 102 de situard otro importante autor, aunque menos prs- ximo a Bultmann, como J. Jeremias, que en 1960 prolong la pro de Kasemann al afirmar que “el esfuerzo por legar al Jest historico y su mensaje noes una tarea marginal... s la tarea principal de la inves- cién acerca del Nuevo Testamento.. tenemos que volver al Jess his- ico yasu predicacién... y el kerygma que esté remitiendo sin cesar a algo que esté por encima de él, lo exige también” y como resultado méximo de tal bisqueda presenta la “singularisima pretensién (Anspruch) de majestad” de Jess?” ‘Ambos autores proponen como eje el cr camino especifico de esta New jo de desemejanza como En este linea J, Jeremias subraya el carfcter ‘nico de .contecido jamas y aunque “tenemos montones de patalelos y analogias en la historia de la religiones, sin embrago cuan- to mas analogias amontonamos, tanto mas claramente resalta: el men- saje de Jest carece de analogta"®, Esta nueva etapa, que asume muchos elementos de la antetior, Fe tipificada como New Quest por J.M. Robinson en 1959 que la descri- be con estos puntos relevantes: en primer lugar, se trata de una bis- queda de la “seccién his aque se observa que “dentro del esquema general del kerygma se incluy6, aunque breve, a los hechos histdricos de la vida de Jestis"™; en segundo lugar, se cons- tata una ampliacién y nueva confianza en 1179, ERE lL pedantry ns dl 990M 174,38, coud enblnice gu in topotecan ht” dl bene Cristologte fundamental: Jesuersto yelbombre:laeredibilidad. 345 térico” como puede verse ya en la primera y emblemética “Vida de Je de G. Bornkamm*, pasando por la magna de E. Stauffer’; la los critetios de N. Perrin’; Ia antropolégica de H. Braun’; fas de G. Vermes> y D. Flusser; amplios balances dirigidos por H. Ristow/K, Matthi lisico dentro de esta investigacién, K. McArthur‘, y J. Dupont®..., ademas de los diversos estudios particularizados, por ejemplo, de J. Jeremias, H. Conzelmann, I. H. Marshall, X. Léon-Dufous, R. Latourelle, W G. Kiimmel, R. Schnackenburg En tercer y tltimo lugar, contintia J.M. Robinson, la New Quest parte de un nuevo concepto de la historia y de la biografia, ano basa- doen la metodologia dela ciencias naturales sino en la nueva concep- , Toda su orientacién tiende a ‘una visién un tanto fundamentalist y escéptica respecto al significado de Jesis, visto como un sabio campesino totalmente “seculatizado”, ya aque se le excluye la dimensién escatolégica. El autor més conocido popularmente del Jesus Seminar es J.D. Crossan gracias a sus pol cados més conocidos son MJ. Borg, JS. Kloppenborg, H. Kot Mis recientemente el alemén G. Liidemann, colaborador tambi za la redaccién e historicidad texto por texto de los evangelios can6- 53. The Five Gorpel, New York 1993, 35-38, donde se consideran avténticos el © fuoel no vn expect co 1998, rece a 10% los acomecinintos ‘El fis ria. Vida de un cempesino mediterrineo(1991), Barcelona is biogafiareolucionars(1994), Barcelona 1996; Tbe Birth of hrstiant San 1998, Cristologia fundamental: Jesuristoy el bombre: la credibilidad. 309 nicos, del EvTom y de otras tradiciones apécrifas, y descubre a Jests como una figura simpética, original y con humor [eine sympatbische, Mensch mit Humor], aunque tenia una pre- que le parece ‘ridi- Licherlicb, ya que se ptesentaba a si mismo como el centro del sundo. A pesar de esto, G, Liidemann concluye no sin un aire escép- faa certar su libro con una cta“ilus- tussell-, y afirma que, a pesar de todo, “Tapersona global de Jesis permanece como un problema” (Als gece Person bleibt Jesus daber ein Problem ues, también aqui que esta tendencia “radical” de naturwiichsige Gestalt, Third Quest, a Jests, acarrea un importante problema de “pre-comprensi6n fil ca” que es creer que no és posible una “intervencién’” de Dios en lah toria y que, por tanto, no hay posibilidad de discemir acont criticamente e hist6ricamentefiables que puedan a su vez estar“ tos” ata intervencién. Se pone de nuevo en cuestién el tema antes pre- sentada sobre la relaci6n entre acontecimiento hist6rico y testimonio de feen la linea de la clisica aporia de G.E. Lessing®*. Lasegunda gran tendencia més ‘moderada”, aunque dispersa, std integrada especialmente por el con su programa que acentia fsmo, donde pone de relieve la importancia decisiva del criterio de rica” para responder ala pregunta que yaen 15: in embargo, diera origen a un movi- miento que se separé del 10277, En esta tendencia se incluyen también dos grandes autores de reco- nocida solvencia en sus investigaciones: el catélico J. Meier, con su extenso, Un judio marginal. Nueva vision del Jestis bist6rico(199135.)8, 55. Ck Jerus acs 200 Jaren. Waser wilh spre und ta, Liner 2000, 886; , 868, los dios yhechos ‘sutnicos de Jes Me 18¢ Me 14% Le 7x: Ja 58. Ed, opigina, A Marginal Jeu. Rethinking the Historia es 1991-1994, faked ulkimo volume; la tradaccin divide el endo volumen en dos pat- 350 La teolopia fundamental yl lutetano G. Theissen, con su sintesisacadémica, junto con A. Merz, El Jesiis Hi reciente més relevante sobre los criterios de. ampliar los tres ta (discontinui id y de rechazo y ejecucién, que tradi- le discontinuidad y que louse con nota- bles matices, para no conchuir con un Jests aislado tanto de su ambien- sta a élen cuanto se de desemejanza y iscontinuidad al de plausibilidad histérica. Tal plausibilidad aplicada a Jests se puede discernir a parti dela aproximacién a su contexto his- co (Kontexplausibilit], asi como a las fuentes que testfican sus efectos histéricos [Wirkungsplausibilitat]. Dentro de esta tendencia puede incluirse también un gran divul- gador de las perspectivas tanto de E.P. Sanders como de J.P. M como es ¢] C.A. Evans con sus diversos “status quaestionis” sobre t «sta problemética®. Asi como también algunos autores de acento més moderado en sus conclusiones que tienden a atibuir de nuevo una crs tolopia més explicita durante el ministerio de Jesés y subrayan con fuer- a la continuidad entre la vida de Jesits y las descripciones de los Evangelios (asf, P. Stuhlmacher, J.G. Dunn, M. de Jonge, N.T. ‘Wright...). Dentro de esta segunda y amplia tendencia se podtian situar cuatro grandes exegetas catélicos, aunque todos ellos. dentro de la Third Quest, como son RE, Brown —muy p cipulo J.P. Meier, y los alemanes, J. Gnilka, R. Schnackenburg y H. Schiirmannt tes: Un judio marginal I La ates del problema y la person, ‘ginal I/1: Juan y Jess, Elreio de Dior, Estella 1999, y Un 470s, Estella 2000; un breve avance en, Jerus (1880): NJBC 78: 1-57. 59._ Ed. original, Der istrische Jesus. Ein Lebrbuch, Géttingen 1996; trad, espa: ola en, Salamanca 1999; como importante complemento, cf. G, The Keiterienfrage in der Jesusfrschung, Vem Differenshriteiue air Plus iter, Gottingen 1997, {60,_ CE. Jesus and His Contemporaries, Leiden 1995; como editor conjunto con B. Chilton Studying the Historia Jesus, Leiden 1994; Auconthicating the Activites of Jesus, Leiden 1999, y Autenthicatng tbe Words of Jesus, Leiden 1999. diversosesnadios citados de RE. Brown; cf. sobre todo, J. Gnilka, Jes 0), Barcelons 1995; R. Schnackenburg, La persona de Jesucrsa reflejeda 2 los cuatro Evangelos (1993), Barcelona 1998, y H. Schirmann, Jerus. Gestale und Gebieiunis, Padeborn 1994, : Gristlogta fundamental: Jesucristoy el hombre: la credibilidad. 351 En sintesis, la Third Quest, ain con sus diversas tendencias, no tiene un objetivo primariamente teol6gico sino més bien un triple inte: ris, En primer lugar, un interés hi por el cual se precisa las teristicas dela sociedad judia del primer si figura profética dominante. En este s ft ianismo pospascual en el rismaticos itinerantes” del cxistianismo primitivo prolongaron el estilo de la predicacién y de la vida de Jesis. En segundo lugar, la Third Quest subraya la decisiva inserci6n en cl judafsmo de Jesis y su creacién de “un movimiento de renovacién * en cuanto que su predicacin era un anuncio del zeino de Dios restaurador del verdadero Israel. Tal influencia es tan decisive para la Third Quest que se puede afirmar que comenzé con el magno estudio sistemético sobre la relacién entre Jess y el judaismo de E.P. Sanders (1985) ya citado, Ademés, se constata también que entre el Jess de la historia y el Cristo del kerygma existe una notable continuidad te gia puesta de manifiesto, por ejemplo, en que la majestad de Jestis de después de la Pascua se articulé sobre un modelo judeo-biblico, espe: cialmente con el titulo Sei at, la Third Quest pone de relieve el valor y la mayor as fuentes evangélicas y, en algunos casos como en el Ja fuente Q-, apéctifos... Es verdad, con todo, que tal valoracién de las fuentes no canénicas divide con fuerza les miembros del “Jesus Seminas” de resto de autores los autores de la Third Quest tienden a matizar nota- de desemejanza y de forma directa o indirecta io de coherencia, especialmente con el mundo el de coherencia histérica, e2 de la propuesta de la plausibili- dad histérica®, 62. CE lasintess de G. A, Evans, Jess and Hit Contemporaries, 13-15, quel sisia en primer lugar + 352 La teologia fundamental [TTL HACIA UNA PROPUESTA ACTUAL DE CRITERIOS DE AUTENTICIDAD A pattir de la panorémica de la investigacién presentada propo: nemos los siguientes critcrios de autenticidad para la bisqueda del Jestis de la historia: lad historia y coberencia de Jestis Como criterio general, idea rectora e imagen global de toda la Jesis. En efecto, tal investiga ‘suscité tanta atencién sobre s{ mismo y por qué fue techazado, eje- cutado —jpunto decisivo!-, y considerado como Mesias y venerado como Dios, Este eriterio, que también puede describirse como de explicacion suficiente, pone de relieve ala vez el enraizamiento judo de Jesis y su orientacin hacia larestauracién plena de Israel. En efec- plausbilidad histérica de Jestis de Nazaret viene dada porque sélo es concebible en un determinado contexto histérico concreto -el ‘mundo judio..., bajo dominacién romana..., con expectativas de tes- tauracién del pueblo...~y por que Jestis puede ser reconocido por sus efectos histdricos a través de las fuentes que lo testifican -el Nuevo “Testamento y el cristianismo naciente-. La formulacién de tal critetio de coherenciahistorica en clave de plausibilidad ayuda a comprender {gue nos encontramos ante un criterio de carécter general que regula todos los demas y que hace de mediacién de todos ellos. Mis ain, a és de este criterio general se percibe la idee rectora o imagen glo- bol presentade por Jesis de Nazarety a partir, de aqui se pueden veri ficar los datos y palabres coherentes o plausibles histéricamente que se encuentran en los Evangelios, puesto que dan una explicacién sufi- ciente de su origen Este criterio asume las perspectivas de E.P. Sanders sobre la rela- cin entre esis ye judafsmo®, de C.A. Evans sobre el criterio de cohe- rencia historica, de V, Fusco sobre el critetio de explicacin sufciente, visto como decisivo', de G. Theissen que formula el criterio de plau- 8, Jean ud 1 donde brea impor de exp why ess) (Gh, GA. Evan, Jour and His Contemporaries, 3-15; The Life of Jesus en, SE. Porter ed), Handbook to Exopesis ofthe New Testament, Leiden 1997 427-475.442. (5. Laguére d Js bistorique en, D, Marguerst (ed), ]éus de Nazareth, Gentve 1998, 2557555 Cristologi fundamental: Jesucrst y el bombre: li credibilidad. 353 sibilidad histérica como alternativa al de desemejanza y, a su vez, es proximo al enfoque de J.P. Meier sobre el criterio de rechazo y eject Cién, en el cual se pregunta cpor qué un maestro itinerante de Galilea fue levado a la muerte de cruz? También en esta linea puede verse Jacién parecida en A. Dulles cuando habla de criterio de ciéné® y especialmente, R. Latourelle cuando trata del *crterio de inteligibilidad interna o explicaci6n necesaria” el cual subraya que nds que un criterio de trata de una actitud general del investigador que Jo convierte en “capital”®. N-T. Wright lo describe como criterio de ‘coherencia de acuerdo con una hipétesis operativa’?°y C.A. Evans le dala primacia definiéndolo como criterio de “coherencia histérica””! ‘Todos estos enfoques recuerdan el concepto de “hipétesis hist propio de la metodologia de investigacién historica’2. ‘Como complemento de este crterio general aparece el indi sub-crterio que se centra en el enguaje y en el contexto semita de los dichos de Jestis, De hecho, tal como firma J. Jeremias en un escrito programatico: “la comprobacién de que en los dichos de Jest hay un trasfondo arameo, es de gran importancia parala cuestién acerca dela fidelidad de la tradicién, Porque este descubrimiento lingiifstico nos in aramea oral, ynos sia ante latarea de comparar no s6lo el contenido de las palabras de Jess, sino tam- bién su lenguaje y estilo, con las caracteristcas del lenguaje semitico en idafsmo contemporéneo"”, En esta linea se pueden situar entre los més signficados, los estudios de M. Black, G. Vermes y J.A. Fitzmyer. 66, El esis bittério, 139-143; G. Theissen/D. Winter, Die Kriterenfage in der Jesujerscbung, Von Difference ume Plastbilatshrteriao, Prelburg/Gistingen 1097; cE andlisis de extaaportacign en, SE. Porter, The Criteria for Authenticity in pid por. 118 tabi Paice en The New Tenth Popleof God te Vito God Te New Tenant onthe Pepe of God 1952; Je andthe Voge G 1996 ("Coherence with a workable Hypothesis" i ae ‘i Tesond fs Conmporn Ledn 193 1-33 (Hsia Coben) 1 EC} Cans a Gate Mas: Eee net bse 94) Buon) Janes Nee dnd ra PU. a 1 73. Tel Meco Tater 1, Salama 74, 20s, ' 354 La teologta fundamental No sin raz6n, para autores més préximos a la Third Quest més que un criterio independiente debe servir para reforzar otros cri cialmente en el de coherencia y plausibilidad histética’ 2. Criterios derivados: el de desemejanza y el de atestaci6n miltiple 4) el criterio de desemejanza: la plausibilidad realizada criticamente El criterio de desemejanza pone de relieve que se puede conside- rar auténtico un dato evangélico que no puede deducirse de las con- cepciones del judafsmo o de las concepciones de a iglesia primitive. Tal criterio ha sido el més decisivo en la historia de la investigacin sobre Jestis de Nazaret. Es significativo que se encuentra ya germinalmente en Luteto, siendo su gran impulsor modemo R. Bultmann que lo pre- senta en la conclusién de la primera parte de su, Historia de la tradicién sindptica de 1921.Con E, Kisemann, iniciador de la “New Quest”, tal ctiterio queda reformulado’ y relanzado fuertemente por]. Jeremias". A partir de esta orientacién se convierte en comin en toda la investi- gaci6n tanto protestante, como anglicana y catlica (cf, H. Conzelmann, O. Cullman, W. Marxsen, N. Perrin, J. Jeremias, R. Latou: z Lentzen-Deis, F Mussner, E. Schillebeecks, H. Schiirmann, EP. Sanders, E, Schweitzer, G. Theissen, J. Charlesworth, J.D. Crossan, J. Gnilka, J.P, Meier...]. Los motivos de este criterio de desemejanza pro- vienen de su perspectiva dogmatica en el sentido de afirmar el @ prio- ride la singulatidad e inderivabilidad de Jests -Io que se puede for- smular como la gratuidad total (el extra nos luterano] de la salvacién— fluye un cierto antijudafsmo, propio de los inicios de icién en los siglos XVII/XIX. A su ver, influyen también mé vos teorétieo-histéricos como es la doctrina sobre la individualidad y Ja originalidad de la persona humana que aplicada a Jesiis de Nazaret subraya su capacidad de innovacién y enfatien su diferencia respecto ala doctrina de la Iglesia. Tal planteamiento ha conllevado que recientemente, especialimen- te-con la Third Quest, haya sido criticado por su radicalidad, puesto que no tiene presente un dato bésico como es que Jestis Fue u esto su uso actual se realiza mas en clave positiva que negativa y se basa 14, Cf si C.A, Evans, Jesus end His Contemporaries, 22s; JP Meier, Un judo marginal 1, 193-196 05 exegicos, 17% 211, Crstologiafundemental:Jesurstoy el hombre: ls credibilidad 355 mis en la comparacién con el judaismo antiguo o primitive que en el contemporineo de Jests, intentando no agudizer las tensiones “nor: males" que suscitaba la figura de Jesis con su “profetismo critico"”. En este sentido Theissen observa que querer mostrar “que las tradi- ciones jesuiticas no se puedan derivar del judaismo nunca se puede demostrar rigurosamente... Jestis puede, obviamente, entrar en con- Bicto con su entorno, El judaismo estlleno de ejemplos de critica, pero cesta critica a de ser contextualmente viable La individualidad de Jesis puede manifestarse sobre el fondo de la inserci6n positiva en el entor- no. Jesis no cobra aqui su perfil frente al judatsmo, sino dentro de él La individualidad de Jestis no significa inderivabilidad, sino diferen- ciabilidad en un contexto comin””8, 4) elerterio de atestacién miltiple: los rasgos esenciales de a plausibilidad entre si, merece garantias de autenticidad, La certeza proviene de la mutua confluencia y clara independencia de las fuentes que lo ates ¢guan”®. En el caso de los evangelios la fuente primitiva es evident mente la predicacin evangélica. Hay, sin embargo, que tener presen- te diversos aspectos: las fuentes de los evangelios, con las diversas hipétesis sobre la cuestién sinéptica; pero también deben tenerse en cuenta ls carts locales, asi como entre judios y gentle; la vluntad de fidelidad al mensaje de Jest pre- sente en los diversos escritos neotestamentarios; el hecho de le exclu- sién constante de los apécrifos y el hecho de que muchos datos se ‘encuentran no solamente en diversas fuentes, sino tambien en diver- ss formas o unidades liverarias alabras de Jestis®, A par- ndose en ctiterio bésico tir de aqui se divulg6 ampliamente convii st 77. Chen esta lines Ia reflexiGn de C.A. Evans, Jesus and Hie Contemporaries, 19.21, 78. El . ie Kriterenfage, 171-174.188-19. 19. CE los cisicos ya J.Garraghan, A guide historical method, 308, 356 La teologia fundamental para los especialistas hasta hoy (LW. Manson, HK. McAzthur, N. Latourelle, E. Schillebeeckx, J.P. el “Jesus Seminar” Jo ha cambio, J.P, Meier, G. Teeth E Evans, atin con diversos mati- ces, no creen que el mate aorse ifo pueda aportar elementos de cién miltple al ser tetoexcluiamente depeadiente de lo textos eseior da para antigiedad, aunque no siempre automiéticamence de autenticidad, por esto el uso de la atestacién mi a ra detalles muy con- cretos, servird de forma relevante para establecer los rasgos esenciales dela figura, de la predicacin y de a actividad de Jes 3. De los crterios de autenticided a Jesis de Nazaret fuente de la Cristologia La aplicacién prudente de estos eriterios, on sus posibles deriva- dos, conduce a resultados que podriam: vantes a partir del criterio més general de ot *6rica y, de forma un tanto “minimalist”, ‘tica literaria y de la ftica histética nos lleva a salir del escepticismo y a dar mayor credi- i 3s evangelios como fuente de conocimiento de Jesis, base de istologia y del cristianismo; porque, en definitiva, es en este Jestis en el que Dios se ha revelado y se ha hecho patente su presencia en el mundo y en Ia historia, Esta conclusién hissdrica no impone la fe, sino , € decir, crefble, ya que nos concede acceder a Jestis con su mensaje y con su vida, muerte y resurreccién. De ahi la negat inérico, 795. y CA. Evans, Jrur and His Contemporaries, gia fundamental: Jesucrsto el ombre: la credibilidad. 337 quiere confundirse con una ilusién o un mito. No podemos legar a Cristo sino esa través del Jess concreto de los evangelios. Esto hard posible una fe que no sea pura ideologia, sino seguimiento y conversiGn confiados y generosos de Jesis, el Cristo® IV. HACIA UNA IMAGEN DE JESUS DE NAZARET ‘A partir de las tres fases de la redacci6n de los Evangelios que hemos enumerado y de los criteros de autenticidad propuestos pode- ros encontrar un camino de acceso a la imagen de Jestis de Nazaret como personaje histéico, Es tarea de la Cristologla Fundame: procurar esta imagen concreta de JesGs de Nazatet que aparece expe 0 de los Evangelos. Es en el marco del desarrollo que nos hemos sefialado presentar aqué un esbozo de la imagen histérica de Jestis de Nazaret. Tres serdn os pasos que nos llevaran a ello: el primero, basado en el aporte de la cronolo- gia y de los testimonios extracristianos; el segundo se centraré en los datos fundamentales que ofrece al investigador un aniliss ritico de los ‘evangelios; el tercer paso querta llegar al mismo umbral de la persona de Jess preguntindose por su mi I. CRONOLOGIA ¥ TESTIMONIOS EXTRACRISTIANOS A. Cronologéa Los datos fundamentales aportados sobre la imagen de Jesis se enmarcan dentro de una cronologia poco precisada por los mismos CB en el documento, Biblia y Crsologi Cristlogie (522.22) EV9: 1270s, 358 La teologia fundamental rr una cierta cronologia. Recordemos aqui que ya inicialmente existe en el calendario de la era cristiana actualmente en uso, un error sobre él afio del nacimiento ‘de Jestis. En efecto, fue el monje romano Dionisio el Exiguo quien el aio 525, siguiendo una identificacién que era habitual entonces, stué tanto la Anunciacién a Maria como el Nacimiento de Jestis en el afio 754 de la fundacién de Roma®, El calendario que regia en aquel tiempo era el realizado por Julio Cesar en el afio 46 a. C. (708 de la fundacién de Roma), conocido como calendario julian, y,recibié una pequefia modi- ficacién por parte del Papa Gregorio XIII en 1582 que no repercuti6 enelinicio de la era ctistiana®. Recordada esta anomalia veamos suma- riamente algunos datos cronol6gicos de la vida de Jesis: 2) Nacimiento de Jesis:el problema fundamental para precisar esta fecha viene provocado por la cita de Lucas del censo de Quicino, gobernador de Siria, Este censo, segtin nos informa Flavio Josef, se reali6 el afio 6 d.C. De ahi surge la pregunta: ghubo dos censos? ese pueden conciliar ambas informaciones? Los estudios actuales abogan pot asignar la fecha del nacimiento de Jess entre el y el 4 ao a.C Refetente a la anticipacién del censo de Quirino por parte de Lucas, que es materialmente inexacta, expresa algo que el evangelista quiere subrayar; Jestis nacié en el momento en que una medida imperial -un 84, Suobrtn, PLT 45.58 coment Akanes Perla Maid 95, que fu ien “hizo triunfar la fecha de! ! les por 400; tJ Binerman, Chronos ofthe Ancien Finegan, Handéook of ib Chronology, New Jersey Gristologta fundamental: Jesucristo el bombre: la redibilidad. 359 censo~ conocido en Oriente por el nombre del funcionario famoso que Is lleva término afios mis tarde, incorporaba la Judea al Imperio y, segin el designio de Dios, prepareba el terreno a la difusién del Evangelio, Se subraya asi el cardcter redaccional de todo teniendo presente ademés que estamos ante un autor paganc-c no culto como era Lucas®. b) Le fecha de la cena: se trata de una euestién debatida en razén elas diferencias entre los Sin6ptices yuan. En efecto, los cuatro evan- ¢gelios concuerdan en el dia de la muerte de Jess, el viernes, seguido del sabado y su reposo, y enseguida el “primer dia de la semana”, en el cual las mujeres fueron al sepulero (Me 15, 42; 16,1; Jn 1931. 42; 20,1). La diferencia consiste en que segéin Juan el viernes era el 14 de Nisan y segiin los sinépticos el 15. Estas diferencias suscitaron diver- sas hipétesis, especialmente la propuesta por A. Jaubert, quese incl- na por el martes al atardecer, como inicio del miércoles, de acuerdo con el calendario solar y con una clara identidad de cena eucaristica’?. En ‘Testa ha llegado « la conclusién que existian tres calenda: ios: el gal iunar y el solar, para regular las asambleas y los ayu: nos durante la Semana Santa, Para dar un caricter de histoicidad a los diversos grupos cristianos (Nazarenos, Ebionitas y Helenistas) se refireron a los Evangelista, los cuales, aunque nose pre ‘ocupan ni de la topografia ni de la cronologia,dieron pie para hablar de tres cenas del Sefior: en Getsemani Ia funeraria, en Sion la eucaris. tica y en Betania la esce semana®®, A pesar de lo ingenioso de esta hipétesis su excesivo concor- credo Jc, E. Voge, Antiguune kalerdarium sacerdotle: eBucbeite done les Synoptigues et dns Saint P ¥}. Carmignac 85. Ler Cones du Seigneur Le onde conclaye con este incerrogance 1975) 98-106, 106, siers cones. n'est il © 360 La teologis fundamental dismo suscita demasiados interrogantes. Con todo la mayoria de espe- cialistas contintian pensando en el jueves como dia de la cena final (. Jeremias, P. Benoit, J. Blinzer, R. Schnackenburg, RE. Brown, J.A ‘Fizmyer, J.P. Meier, G. Theissen...) ©) La rmerte de Jess: clara la referencia a Poncio Pilato, incor orada desde los inicios del cristianismo en el Credo (DH 10-11; del sialo ID. Pilato dizigi6 la Judea del 26 al 36 pC. y segtin Técito fue pro- curador de esta regién, aunque una inseripcin descubierta en 1961 4 Cesarea lo califica como praefectusJudae®, Segtin los cdleulos dela cele- bracién de la Pascua las dos fechas posibles son el Viernes 7 de abril del afi 30 o el Viernes 3 de abril del aio 33. Por otro lado, si tenemos ¢en cuenta las palabras de Lucas que dicen que Jests cuando inieié su vida “publica” tenia “cerca de treintaafios” (Le 3,23), y se toma en el sentido més natutal el texto de Juan 2, 20: “tard6 46 afios en construir este templo” puede abogarse por el 7 de Abril, que seria el 14 de Nisan de afio 30, Varbiente del NTe dell jcanure: Antonianm ta divers eronalogia cronolgicos dela vida “pablica” de, spicza el ao 2 sede PEgl Chronology ofthe Life offesis: The Ancor fo: 8/6 ministee Crstologia fundamental: Jesucistoy el hombre: la eredibilidad... 361 B, Testimonios romanos yjudios 1, PLINIO, el Joven, en el afio 112 inio declara que la investigacién que ha llevado atérmino le ha mostrado gue el crstinismo es una gran supers- ticidn, Por lo que respecta a las précticas cristianas existe un Gnico punto significativo: “se reiinen antes de salir el sol, cancan himnos a Cristo, como si fuese dios” [essentsoliti stato die ante lucem convenire carmenque Christo quasi deo dicere| i. gua, de forma neta, e cult a Cristo pero no precisa més. La expresion Christo quasi deo parece indicar que, para él, Cristo no era un dis como los que adoraban los otros hombres. No sin razén, ya hace afos el escti- tor judo J. Klausner subray6 el notable valor de esta carta como docu- mento sobre el cristanismo en cuanto movimiento rel dente, asu vez, que el texto no es independiente de La ta primitiva, ya que fue a través de interrogatorios a cristianos como Plinio el Joven conocié lo que comunica a Trajano. 2. TACITO, hacia el afio 115 Se trata de un testimonio romano més explicito, nada favorable a los cristianos, en ocasién del incendio de Roma del afo 64, en el cual cexplica que: “para cortar de rafz este rumor (de que Neron habia incen- io, por el procurador Poncio Pilato. (cxitiabilis supersttio), reprimida por el Es de suponer que 93. CEJ Klaomer Jeni de Nes sis de G. The 362 La teologia fundamental Ticito no verifieé lo que dice sobre Cristo y Poncio Pilato, dado el tono despreciativo con el que habla dé caistianos. Probablemente se remite ar ‘gen judio del nuevo movimiento religioso™. 3. SUETONIO, hacia el aio 120 En su Vida de Nerd, Suetonio menciona la persecucin de los cris tianos, pero no dice nada sobre que reclamaban. En su Vida de Claudio ‘habla marginalmente de la expulsion de los judios de Roma y sefiala que Claudio: “expulsé de Roma alls judios que, bajo el influjo de Chrestos, no cesaban de agitarse” (ludaeos impulsore Chresto assidue tumultuantis Roma expulit: XXV,11]. Los Hechos de los Apéstoles nos recuerdan este mismo decreto: *Pablo encontré en Corinto un judio lamado Aquila, que acababa de llegar de Italia a causa de un edicto de Claudio ee cordenaba a todos los judios que se alejasen de Roma” (Hech 18,2). \quila es considerado un judio discipulo de Jests. La insurreccién de Ja cual habla Suetonio y que tiene origen en un “cierto Chrestos”, gno podrfa reflejar una querella interna de la comunidad judia de Roma tificacién de Chrestos con Cristo es comtin actualmente, ya desde E. Renan (1869), seguido por M. Goguel en campo protestante, J. Klaus- net en campo judio, L. Duchesne y P. Battifol, entre os historiadores catélicos clisicos®, 4, FLAVIO JOSEFO: un escritor judio habla de Jesis| ito, Suetonio y Plinio hablan de Cristo, en cambio el veces? Veamos en primer lugar, la cita que no comport dicultad, texto redactado entre el 93/94: 94, CE. el texto en, Técite, Anas XI-XVI, Ma volidez de ste tent, cP Mees, Un judo marginal “ebviament Crstologia fundamental: Jesucrstoy el bombre: la eedibilidad... 363 “Después de la muerte del procurador Festus (afio 62) y antes que su sucesor Albinus legase, el gran sacerdote Anan reunié jo ante el cual hizo presentat Santiago, hermano de lamado el Cristo y algunos otros. Le acus6 de haber vio- lado la Ley y les condené a ser apedreados” (Ant 20: IX,1). Precisamente en la epistola alos Galata, Pablo habla de “Santis- go, hermano del Sefior” (1,19). Normalmente se piensa que se trata del ‘mismo personae que se encuentra en Hlech 12,17; 15,13 y 21,18, Pero dl interés de este primer texto de Josefo es su mencién de Jess. Pero aquién era este Jesis? Esto nos lleva al escrito més famoso de Flavio Josefo, conocido cominmente como el Testimoniaum Flavianum, Pocos textos histéricos han sido mas frecuentemente citados, més apasiona- damente rechazados y denunciados como falsedad literaria, 0 defen- didos con fuerza y editados con cuidado, que el llamado Testimonisim Flavianums, un breve texto que habla sobre Jestis en Antiquitates Ju deicae XVI, 43”. Tal como afirma el judio S. Pines, editor de a versin érabe de este texto, sies auténtico, contendria el testimonio més antiguo sob: escrito por un hombre que no era crstiano®, Tal afirmacién, 1971, tiene una gran importancia y ha replanteado de nuevo este impor tante testimonio, ya que hasta entonces parecia muy dificil, por anéli- sisintemo, que fuera auténtico. De hecho el descubrimiento des. Pines aporta una respuesta a ciertas aporias que presenta el texto de Josefo més conocido. En efecto, existe otra recension diferente del Testimo- trum que poseemos, que se encuentra en una obra érabe del siglo X, la Historia Universal de Agapius, obispo melkita de Hier. ia. Veamos ahora el texto original propuesto y en paréntesis recogeremos los complementos del texto tradicional del Testomonium Flevianom “En esta época vivia un hombre sabio, Hamado Jestis [se le puede Hamar un bombre], cuya vida era perfecta y realiz6 obras 41 Nuevo Testament Il, Barcelona 1983, ria del pueblo judo Limoniue Flavionure), 9 C. 1985, 36-46, “Av Arabic Version ofthe Tet RE, Brown/}.P. Meet, A im Flavius audits Implieations,Jerusalén snd Rome, New York 1983, 100-10. 364 La teologia fundamental ‘paradoxon’): sus virtudes fueron reconocidas y muchos judios y paganos se hicieron discipulos suyos [ere el Mesias-Cristo) Pilato le condené ala muerte en cruz [lor que lo amado durante su vida no lo abandonaron despucds de su muerte). Los que eran discipulos predicaron su. doctrina, ‘Afirmaron que se les habfa aparecido como viviente después de tres dias de su pasi6n [se les aparecié como viviente y resucitado altercer dia tal como los santos profetas babian predicho que rea Hzaria milagros. Es de d, donde los Cristianos que encontramos ahora, ban sacado su nombre]. Quizd era el Mesias acerca del cual os profetas habian contada tantas maravlla... Y hasta hoy dia existe la comunidad de los cristianos que se denominan cen referencia a él” sino que “afirmaron que se les habia aparecido”; nose afiade que “era el Mesias-Cristo”, sino que “quizs era el Mesias-Cristo” Como se pue- de observar estos puntos son los que precisamente creaban ppara aceptat la autenticidad de este Testimonium Flaviarur. no cristiano. En efecto, el texto de Flavio Josefo confirma, no solo la histotici- dad de Jesis, sino que a su vez atestigua que entre los mismos judtos gozaba de reputacién como hombre sabio y virtuoso, Ademas mues ‘4rabe -probablemente la més original- jcarga toda la responsabilidad cen solo Pilato!” this hypothesis Jesus was descibed by Jovepbue gimenos christs na only because AML Dubadle, Le tmoignage de joséphe sur Jour d' de Jorephe sur Jésus daprs des publications center: RB el testimonie de un nuewo texto Alejandeis, que sigue texto Ta nocareeé de Jortphe che Cristologi fundamental: Jesucristo y el hombre: la credibilidad. 365 En definitive, parte del testimonio mas relevante de Flavio Josefo, Jo que los escritores romanos citados nos dicen sobre Jess ¢s bastan- te reducido, y si exceptuamos Ticito, tan solo nos muestran la exis- tencia de comunidades de creyentes que se referfan a Cristo, La pobre- za de estos datos tiene también sus analogias. Asi, por ejemplo, Herodoto habla de la religién de los persas sin nombrar Zoroastro, y Dién Casio narra la revuelta judia bajo Adriano sin escribir el nombre de Bar Kojeba. Es evidente, ademés, que antes que una reli fandador de esta relig el primer tercio del tativamente lo hallado, podemos afirmar ya “es mucho” para la con- firmacién de la existencia histérica de Cristo™, Concluyendo, pues, ya pesar de su austeridad, las noticias de estos autores sobre Jestis especialmente Técito y, sobre todo, Flavio Josefo- dy permiten controlar distintas datos de la tadici6n cristina primitiva que se pueden resumir ast: “Un cierto “Cristo”, originario de Judes, que realizaba mila- gros (“obras admirables”: FLavio JosEFol, fue ejecutado por el procurador Poncio Pilato (afios 26-36,) bajoel principado de Tiberio [cf. TACTTO; FLAviO JOsEFO); Flac el aio 50, los judios en Roma se querellaron bajo el nom- bre de Chrestos [cf. SUETONIO *En el afio 64, Nerén persiguis y ejecuté seguidores del Cristo [ef. TAcrTo y SUETONI *Hacia el 93/94, existfa la comunidad de los “cri referencia Cristo (cf. FLAVIO JOsEFO];, “En el afio 112, hubo una investigacién sobre las actividades de los cristianos: se reunfan un cierto dia 2 la semana para cantar hhimnos a Cristo y para compartir la cena en comin [cf. PLINIO el Joven}. jos" en 366 Lateologie fundamental C. Las Palabras desconocidas de Jests 0 dgrapha Se trata de aquellas palabras aisladas, atrbuidas a Jess por via de tradicién y ausentes en nuestros evangelios candnicos. La investigacién de estos textos ha sufrido una evolucién importante. Asi en 1889, A. Resch reunié 177 fragmentos de los que extrajo 77 palabras a reducidas después a 36, En 1896, J.H. Ropes retuvo 14 textos, O. Hofius ha intentado svTom §82; EvHe $5 y sobre el tema los redujo a21. Posteriorm: concentrarlos en cuatro (Le 6,5 (Codex D) POxy 1224 §2)) Partiendo de los 21 propuestes por J. Jeremias se puede observar gue cinco son los dgrapha conservados por los escritos del Nuevo “Testamento, Dos de los cusles tienen paralelos en los evangelios: Hech, (=Le 24,45-49) y 1C 11,24s (=Le 22,19s) y de los otros tres: Hech 20,35; 1Tm 415; Ap 12,15, s6lo el primero aporta algo nuevo ya que afirma: “hay més felicidad en el dar que en el recibir”, aunque se trata de un proverbio cortiente puesto en boca de Jess. Entre las variantes ue ofrecen los manuscritos del Nuevo Testamento se oftece un caso excepcional que ¢s el llamado logion Freer situado en Mec 16, 14s. En {se transcribe un didlogo entre los discipulos y Jestis sobre el poder an después de la Resurreccidn. Se trata de una adicién, quiad El Cédice Beza (D, Cambridge) merece también atencin por razéa de las adiciones y modificaciones que contiene, especialmente en dos casos. El primero muestra un nuevo logion de Jesiis después de Le 65 hombre situ sabes lo que haces, eres fl dito y un transgresor de la Ley”, y, el segundo, complementa Mt 6,13, donde en el texto del Padre Nuestro se afiade la conocida doxologia rgica: ‘porque tuyo es el Reino, tuyo el poder y la gloria por los (Q. Hofiss, grapbar TRE 2 (1978) 105-10, GA Baas, Jers in te Agrapha and Apocrypha Go 479.533.485-491, y G. Stanton, Le verdad del eva 102. CLV. Tapor, Evangelio segin San Marcos, Beangelo sep san Marcos I, Salamanca 1986, 417 Coistologfa fundamental: Jesueriso yel hombre: la credibilidad. 367 se repite en la Didakbé 8,2, y ha sido recuperada por Ia liturgia catéli- ca después del embolismo del Padre Nuestro, tal como hacfa ya desde jguo la tradicin ortodoxa, seguida por la protestante, al afaditla a dominical!®. Sobte los dgrephe transmitidos por los Padres y os textos ecle- siasticos J. Jeremias cita 24 fuentes principales de palabras del Sefior, {que dan afin de cuentas pocos resultados nuevos ye que la mayoria son uy proximos a os evangelios y se repiten en diversos Padres'™. Junto alos égraphe propiamente dichos, los Padres apostslicos nos ofrecen cierto nimero de tradiciones evangélicas narrativas. Recordemos prin- cipalmente dos, rtomadas por el Protoevangelio de Santiago, como son el nacimiento de Jess en una grata, mencionado por Justino Tophon 78, 4-6), y la mencin del astro de Belén, cuya luz eclipsé la de los otros astros, segtin Ignacio de Antioquia (Eph. 19,2). A su vez, los Papiros de Egerton (hacia los afios 140-160) y de Oxirinco (siglo III) atestiguan antiguas agrupaciones de logia, algunas de las cuales son paraleas al Evangelio de Tomés de Nag, Hammadi. Estos paralelos pueden resumirse asf: POxy $654 = EvTom: pr6logo y ns.1-7; POxy §1 = EvTom ns. 26-33; POxy $655 = EvTom ns. 36-40. Deentre el resto sobresale POxy $840, bastante extenso y quizé autén- tico, en el que se narra una discusién en el Templo sobre lo puro y lo impuro entre Jests y un sacerdote fariseo’ Para concluir este punto podemos recoger la austera conchusién de jo citado: “el verdadero valor de la tadicién ‘extra-evangélica consiste en poner fuertemente de relieve el valor tinico de nuestros cuatro evangelios... Las palabras dispersas del Sefor pue- den ofrecernos complementos ~complementos importantes y precio- "Por la Dida sabemos que empeas muy temprano, seguramente ya en edad sim dominical con una Dosolog sof Jesus inthe Aportlc Fathers ae actin Martyr: Te J the Gospels, 233-268 258, conciye: “the base agreement berween the writen accounts of Jesus" words and the oral tradi- idence both thatthe words of Jesus were treasured from the beginning and tht they were hinded down with the vimost care". 105. Chest tex en, A Santos Otero, Los Evongelios Apderifos, 76-78, ce ani Iss de J.A. Fitamyer, The Oryrbynchus logo of Jesus, Essys on the Semitic Background ofthe NT, Missoula 1974, 355-833. : 368 La teologia fundamental s08- pero nada mis""8, De hecho estos complementos se sittian anivel, por ejemplo, de color palestino de las narraciones, de la resonancia cevangélica de diversas sentencas, de a historia del texto evangilico, de las reacciones de las primeras comunidades cristianas. .. D. Los evangelios apécrifos ‘Muchas de las noticias “populares” acerca Jestis nos provienen de Jos Apécrifos, asi, por ejemplo, la presentacién de Maria al temy nombre de los padzes de Marfa: Joaquin y Ana, la presencia del buey yyla mula en el pesebre, los tres reyes magos, los nombres de Longines y la Verénica, la dormicién de Maria... De hecho, el conjunto de los ‘Apécrifos es mas extenso que los evangelios canénicos, Referente a su redaccién, encontramos un gran escalonamiento que va desde el s. II als. VI, y alguna vez al s. XI. A partir dela Third Quest se ha abicrto una nueva discusién sobre su valor especialmente en referencia al Evangelio de Tomés, y también parcialmente sobre el Evangelio de Pedrol®7. A su vez, para el desarrollo de la tradici6n cristiana sobre la infancia de JesGs ha tenido un papel decsivo el llamado Profoevangelio de Santiago. He aqui una breve referencia a todos ellos para situarlos Pseudo Tomés, que es diverso del EvTom enéstico, la dormicién de Maria, el del Pseudo-Mateo. El Protoevangelio de Santiago: llamado asi porque narra hechos anteriores en parte a las narraciones evangélicas y se puede fechar hacia 106, Paras, 125; concn confirma abi or, JB. Baer, Agapha SLTAK 3) 2468 107. También rcentemente ce discus sobre llamado Evangelio reve de Mares publeado pos M. Sih, Cle of Alevandia anda Secret Gospel of Mark Cambridge 197, presente en un documento de ls Pseudoelementins con contnico 1 i dela ed. 6 de 1988, incorpors los apSerfos gust tamendlicke Cordoba 91996; JK. Eliot, The Apocrphal New Testament, Oxford 1995; The Apocrypha! Jses. Legends ofthe Early Church, Oxford 1996. istologia fundamental: Jesuersto el hombre: a credibilidad. 369 finales del s. Il, con partes més antiguas. Se compone de dos narra- ciones legendarias: una explica el nacimiento ¢ infancia de Marfa; la ‘otra, la anunciaciéa y nacimiento de Jess. En 1958 se publicé el texto procedente dea Coleccién de los papiros Bodmer que contiene la pri mera parte de este Protoevangelio que es una copia realizada proba- bblemente els. ILy, por tanto, seria la més antigua que conocemos!®, cl que ha influenciado més el arte cristiano a rurgia, Nos narra el encuentro de Joaquin y ‘Ana, padres de Maria, el nacimiento de la Virgen, su presentecién y ceducacin en el templo, También afirma que José era un hombremayor, anteriormente padre de muchos hijos. Explicael viaje a Belén, l naci imiento de Jess y termina con la muerte de Zacarfas, Es posible que ciertos de esos puntos, presentes ya en los Padres, se apoyen en tradi- cones extra-canénicas dignas de interés, Pero el historiador poco pod deduct para el conocimiento de Jesis. En cambio, este evangelio infor: mma acerca de la piedad de ciertos cristianos del . IT y esboza ya desa- rrollos de la piedad mariana El Evangelio de Pedro [EuPe]: pertenece a a mitad del s. Ilp.C. El fragmento que conocemos, encontrado en 1886, se extiende desde la pasion a la resurreceién y se encuentra citado actualmente en las notas de algunas sinopsis (K. Aland, P. Benoit/P-E. Boismard...) y ediciones del Nuevo Testamento. Este evangelio insiste en la divinidad de Jests, subraya su impasibilidad en la pasin de manera que tiene resabios de “docetismo”, es decir, reduciendo la humanidad de Jestis a pura apa- riencia, Narra con estilo apocaliptico la salida de Jestis de la tuba, delante de los soldados y ancianos [cf. EvPe § 35s.38-40]. En este sen tido se percibe un deseo claro de probar la verdad de la resurreccién de Jesis dindole ademés como testigos personajes que claramente no 108. M Testa, apyrue Bosiner V: Nativté de Mare, Glogny-Genive 1958; E. Steyr, La jorme le ple ancionne du Protésangle de Jacques, Bruxelles 1961; E. angie de Jacques: DBS V 370 La teologia fundamental tenfan simpatia por Jesis!' J.D. Crossan recientemente ha defendid que diversos fragmentos del EvPe son anteriores a los Evangelios RE. Brown, yambi Joven como un desar El Evangelio de Toms (EvTor|: dentro de los evangelios que escr- bieron los grupos gnéstcos para divulgar sus tsis es relevante, por enc- ima de todos, el EvTom encontrado en la biblioteca gnéstica de Nag Hammadi el ajo 1945, formado por una coleccién de 114 dichos o logia de Jestis''4, De entre estos, setenta y nueve tienen paralelos en la tra- dicion sinéptica, once de los cuales son variantes de ls parabola sindp- res de ellos no tienen paralelismos reconocidos ($21ab; Estos paralelos hacen del E»Tom una fuente valisisima para ‘Tal como observa atinadamnente A. Santos Otero, Lor Evanglis, 375

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