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Luis de Miguel Ortega 3 may 2020 12 Min.

de lectura

Efecto Lucifer para una post-democracia


Actualizado: 13 may 2020

El Profesor Phillip Zimbardo realizó un


experimento de psicología social en la
Universidad de Stanford.
Conocía los experimentos de Asch, sobre la
complacencia social. Asch comprobó la fuerza
que ejerce el grupo en la toma de decisiones de
las personas, ya que la mayoría suele imitar a la
mayoría.
Esto lo estamos viento en estos días de arresto
domiciliario donde la mayoría repite sin
comprobar la necesidad del aislamiento social, la
cuarentena de individuos sanos, la eutanasia
necesaria de ancianos o el diagnóstico y
tratamiento involuntario.
Nadie tiene los datos, pero la mayoría repite una
y otra vez lo que “dice” la mayoría.
Conocía también los experimentos de Stanley
Milgram sobre la obediencia a la autoridad.
Milgram comprobó que el 80% de la población
carece de recursos psicológicos y morales para resistirse a una orden o una instrucción de la autoridad y que
poco importa el tipo de orden o de instrucción.
El 80% de las personas obedecerán ciegamente las instrucciones de la autoridad, aunque las mismas
impliquen el arresto domiciliario, la eutanasia, la violencia gratuita, o el asesinato. Lo estamos viendo estos
días de confinamiento.
Solo el 20% de las personas tienen la capacidad de ser críticos con el poder y desobedecer en distintos
grados las instrucciones tiránicas.
Zimbardo quiso llegar más allá.
¿Qué es lo que hace que una persona razonable se convierta en un monstruo y obedezca ciegamente las
órdenes?

¿qué se necesita para convertir a una persona en un


monstruo?
Para investigar este tema, diseñó un experimento en la Universidad de Stanford y construyó en el sótano una
cárcel.
Puso un anuncio en el periódico para reclutar voluntarios.
De forma aleatoria, la mitad harían de carceleros
y la otra mitad de presos.
Todos sabían que era un experimento y todos
sabían que los habitantes de la cárcel -
carceleros y presos- eran voluntarios en un
experimento.

El experimento duraría 15 días en los que no


habría ningún contacto con el exterior. Como
premisa inicial, todos cobraron por su
participación en el experimento por adelantado y
todos habían pasado un reconocimiento médico
antes de comenzar para comprobar que tenían
una salud media, es decir, normal.
Estaba prohibido ejercer violencia física -golpes,
quemaduras, cortes-.
El control de los reclusos se debía alcanzar
imponiendo disciplina y normas, así como
restricciones de derechos fundamentales y
correcciones disciplinarias.

Los prisioneros se mostraron sumisos,


dependientes, complacientes, depresivos y
pasivos, tal y como ya habían observado Asch y
Milgram.
Los carceleros se mostraron malvados, sádicos,
inflexibles y mezquinos, abusando de su posición
hasta lo inimaginable.
Todos asumieron sus roles y se comportaron
como “creían que debían comportarse”.
Alguno de los sujetos mostró signos de psicosis
desde el segundo día.

El experimento tuvo que detenerse al sexto día porque se perdió el control de la situación.

 
¿Qué es lo que pretenden con el confinamiento?
Lejos de ser una medida sanitaria -las instrucciones sanitarias son mínimas, contradictorias y a veces sin
sentido ni justificación-, las medidas son policiales y de absoluto control social. Se ha suspendido la libertad
de prensa y la poca prensa “discrepante” responde a un esquema de “disidencia controlada”.
Se ha suspendido la libertad de expresión con
censura activa de canales de internet y con
amenazas de sanción. Se han roto los vínculos y
hábitos sociales: se ha aislado humana y
psicológicamente a los ciudadanos:
- personal esencial o carceleros
- personal no esencial o presos

Para entender este experimento en el que


estamos, hay que tener en cuenta tres factores:

¿Qué aportan los ciudadanos a esta


situación? (piden control, piden
protección, piden castigo)

¿Qué es lo que obtiene el sistema de


los ciudadanos? (Justificación para
tomar cualquier medida)

¿Cuál es el sistema que crea y


mantiene esta situación? (la
contradicción y el caos y el miedo)

Y una última pregunta ¿podría volver a ocurrir un “holocausto” a día de hoy (-eutanasia,
vacunación forzada, microchipado involuntario, "ejecución" de “portadores”, de imbéciles o de
inútiles-)? (SI).

Como en el experimento de Milgram, el modelado de la población es insidioso, poco a poco, aumentando por
fases el nivel de control y de sadismo.
Lo que ahora es impensable, poco a poco se convertirá en posible y más tarde se podrá hacer realidad.
Hace tan solo cinco meses la existencia de eutanasia activa involuntaria es este país era impensable y se
trabajaba en una ley que “regulase” la “eutanasia voluntaria compasiva”. Hoy vemos cómo a los mayores de
75 años se les niega tratamiento y se les aplica una inyección para terminar con su vida.
Esa inyección no la inyecta un político, un carcelero o un sicario, sino profesionales sanitarios “de confianza”.
Hasta hace muy poco, la izquierda abanderaba una oposición contra la Ley mordaza y el abuso de la policía.
Pero hoy vemos que se aplaude la violencia gratuita de la policía y multas absurdas con imputación de delitos
de desobediencia, juicios rápidos y medidas de arresto y reclusión.
Hace unos meses se hablaba de la necesidad de mantener la independencia judicial y la separación de
poderes, pero hoy es evidente que no existe ninguna de las dos cosas.
Todo, poco a poco.
Milgram predijo en los años 70 que el 80% obedecería cualquier tipo de orden -incluso matar-.
La cuestión es cómo se “construye” el escenario.

 
PRIMER PASO: Anular la responsabilidad.
De todas las barbaridades que se están
perpetrando, nadie se va a hacer responsable,
porque la toma de decisiones se hace de forma
piramidal y en la cumbre están cargos políticos a
los que ningún juez condenará.
Se ha suspendido el parlamento, el
funcionamiento judicial y las funciones del
“Defensor” del Pueblo y del “Tribunal”
Constitucional.
Nadie es responsable y nadie va a resultar
responsable de nada.
Estamos en medio de un experimento de “purga”
y de sálvese quien pueda inyectando dos
miedos muy intensos: el miedo a un supuesto
virus y el miedo al Gobierno.
La población no actúa por sadismo o por
masoquismo sino por supervivencia.
Unos creen que sobrevivirán mas fácilmente siendo sádicos con sus convecinos y otros siendo sumisos.
Todo ello lo enlazamos con la “teoría del riesgo moral” -de Adam Smith y Kenneth Arrow-, que dice que ante la
falta de consecuencias de nuestros actos, tendemos a ser muy descuidados.

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SEGUNDO PASO: Deshumanizar a las personas.


Anonimizarlas. Cosificarlas.
Lo importante en la vida pasa a ser “la salud pública”, “el estado”, “el interés general”, “la economía”, “el
control de la población y la epidemia”.
Las personas pasan a ser una mera pieza de un engranaje colectivo y no sujetos de derechos y obligaciones.
Los “trabajadores esenciales” se revisten de protección “oficial” y son solo una pieza del engranaje -solo
obedecen órdenes y cumplen con su obligación-, y las “personas no esenciales” desprovistas de todo derecho
solo tienen que obedecer.
Para marcar más los roles, se emiten infinidad de instrucciones confusas, contradictorias y humillantes.
El carcelero se sentirá satisfecho cumpliendo y obligando a cumplir y el preso se sentirá seguro obedeciendo.

1. Puedes ir al supermercado a comprar comida, pero no puedes comprar otras cosas -cazuelas, ropa,
herramientas-.

2. Puedes Ir a comprar tabaco -es de primera necesidad-, pero no puedes salir a fumar a la calle.

3. Puedes encargar una pizza a domicilio, pero solo puedes comértela en casa.

4. Todos los ciudadanos son sospechosos y posibles contaminantes, excepto el personal esencial. El
personal esencial no puede contagiar a nadie.

5. Las personas no pueden caminar juntas por la calle ni agruparse para charlar, salvo si eres personal
esencial.
6. Se suspenden fiestas y reuniones multitudinarias, salvo que sea en la puerta de un hospital y por
personal esencial para autoaplaudirse.

7. Hay que guardar una distancia mínima de seguridad de 1 metro, o de metro y medio, o de dos metros,
salvo si estás en un supermercado donde las distancias son imposibles porque cada lineal tiene una
anchura inferior a dos metros.

8. Hay control de aforo en las tiendas pero no en los supermercados.

9. Puedes usar el ascensor, aunque sea comunitario y nadie lo limpie entre uso y uso.

10. Debes utilizar guantes y mascarilla aunque con ellos puedas transmitir la enfermedad a otros por el mal
uso. Si toses en tu mano puedes transmitir virus con la mano. Si toses en el guante, estamos salvados.

11. Con lavarse las manos, es suficiente para matar a virus, pero la ropa debe lavarse a 60º.

12. El calzado es mejor dejarlo fuera de casa, en la puerta. Eso sí, las mascarillas y los guantes se pueden
meter en casa y reutilizar hasta que se caigan de roña.

13. El virus se muere con el sol y el calor, pero necesita ser fumigado por las calles con no se sabe qué,
pero que solo mata al coronavirus y no mata nada mas. Son fumigaciones selectivas...

14. Puedes ir a comprar y no guardar la distancia de seguridad ni la reducción de aforo en un


supermercado, pero no puedes ir a un culto religioso, a un entierro o a una manifestación, aunque se
cumplan normas de prudencia sanitaria. Si eres musulmán, sí pueden reunirte y celebrar tus fiestas.

15. No se puede pasear, circular por el campo o por la playa.

16. Si caminas solo por el monte, eres un peligro de salud pública.

17. Si nadas en el mar, puedes suponer un riesgo para otros.

18. Prevenir o tratar la enfermedad o síntomas con remedios caseros, naturales o con terapias alternativas
no está entre tus posibilidades por razones de salud pública...

19. No hay ningún tratamiento “aprobado” que puedas tomar.

20. Alguien decide arbitrariamente qué actividades son esenciales y cuáles no.

21. Puedes dormir con tu pareja pero no puedes salir a la calle con ella o viajar en el mismo vehículo.

22. Las normas de confinamiento son las mismas para poblaciones pequeñas que para poblaciones
grandes, para zonas de enfermedad masiva y para zonas donde casi no hay incidencia.

23. Dentro del coche hay que guardar la distancia de seguridad, salvo si eres personal esencial...

24. No se puede viajar fuera de la provincia.

25. Puedes moverte 200 km en provincias como Burgos, pero no puedes moverte casi 50 km en provincias
como Vizcaya.

26. Puedes tener contacto con más personas en 1Km en Madrid que en 50Km en Zamora.

27. Tu hospital, comisaría o juzgado más cercano, puede estar en otra provincia, pero lo importante son los
límites territoriales.

28. El confinamiento es igual para sintomáticos, asintomáticos y sanos.

29. El confinamiento es igual para poblaciones de muy alto riesgo -ancianos- que para los de muy bajo
riesgo -niños-.

30. No es necesario hacer ninguna prueba clínica para diagnosticar a un paciente.


31. Toda presunción es prueba en enfermedad o de lo contrario.

32. La enfermedad está causada por un virus que no se ha aislado en origen y que no se identifica en cada
caso.

33. La enfermedad se transmite por el aire sin que se haya aislado el virus en ninguna de las gotas de
“pfluge” que emitimos al hablar, respirar o toser.

34. No hay ninguna evidencia científica real que demuestre que las mascarillas sirvan de algo.

35. Una nueva fórmula para acabar con la pandemia es la fumigación.

36. Nadie explica qué es lo que se fumiga ni qué eficacia tiene ni qué efectos adversos puede tener para
el medio ambiente o las personas.

37. Hay que usar mascarilla y guantes, incluso aunque no exista evidencia de que sirvan de nada sino todo
lo contrario.

38. La mascarilla y los guantes se convierten en vectores de expansión de la enfermedad.

39. Se imposibilita todo ejercicio físico y paseo, cuando son medidas higiénicas que son positivamente
beneficiosas.

40. Va a haber un rebrote de la enfermedad, sin que exista ningún dato o experiencia para afirmar tal
cosa.

41. Los test que se están empleando ni son fiables ni específicos.

42. El nivel de falsos positivos y falsos negativos, hace que los test no sirvan para nada.

43. La solución única es una vacuna aunque no hay ningún dato o experiencia de vacunas contra
coronavirus en humanos.

44. Sociedades filantrópicas opacas coordinan la creación e imposición de la vacuna, sin ningún tipo de
supervisión control o transparencia.

45. Es muy importante acabar con la pandemia aunque no se acerca ni de lejos a los 120.000 muertos por
cáncer.

46. El cáncer no motiva ni una sola medida de salud pública.

47. El muy importante acabar con las muertes pese a que en España mueren 59.000 personas por causas
directas, indirectas, activas y pasivas del tabaco.

48. El tabaco y otros tóxicos ambientales, no mueven ni una sola medida de salud pública.

49. No existen medidas preventivas, porque lo importante es tratar la pandemia.

50. No existen tratamientos eficaces ni se pueden probar.

51. Todo tratamiento permitido está en manos del Gobierno.

52. No hay alternativas.Los pacientes no pueden quedarse en casa y recibir cuidados domiciliarios. Tienen
que ir al hospital. O no. Depende.

53. En el hospital se les aísla de sus familiares por motivos de salud pública.

54. Se suspenden los derechos al consentimiento informado.

55. Se impone un sistema de eutanasia activa involuntario con un fundamento eugenésico.

56. Se incineran los cadáveres sin razón científica y sin el consentimiento de los pacientes y
familiares.
57. No se hacen test ni comprobaciones ni autopsias a los fallecidos.

58. Se hacen experimentos involuntarios con distintas medicaciones sin seguir protocolos de investigación.

59. Se publicita, estimula y permite la fabricación de respiradores por empresas sin experiencia a
sabiendas de que pueden ser mortales. Mucha presión, poca presión o frecuencias desacompasadas
pueden matar al paciente, pero eso no importa.

60. Se publicita, estimula y permite la fabricación de mascarillas por empresas sin experiencia y con
materiales diversos. Lo importante es que parezcan mascarillas y no que sirvan de barrera efectiva.

61. Se liberan organismos genéticamente modificados para luchar contra la pandemia sin seguir las
normas básicas y legales de seguridad.

62. El estado de alarma no supone eliminación de derechos fundamentales pero los anula.

63. Se trata de un problema de salud púbica pero en lugar de utilizar la Ley General de Salud Pública o la
Ley Orgánica de Medidas Especiales en materia de Salud Pública se decreta un estado de alarma.

64. Los políticos que son incapaces de gobernar mediante consenso, que no son capaces de aprobar
presupuestos desde verano de 2017, que han mentido y corrompido en todo tipo de negocios y que
han parasitado la justicia, nos van a salvar.

65. Los internamientos involuntarios, coactivos, son irregulares y sumarísimos.

66. A pesar de que los partidos no se ponen de acuerdo en las cosas más básicas, todos han llegado al
consenso de destruir el país como fórmula para combatir la pandemia, sin debate político de ningún
tipo.

67. Ningún partido muestra, debate o enmienda ni un solo documento oficial -si es que existe-.

68. Como medidas de salud pública se habla de diagnósticos involuntarios, de confinamiento de


asintomáticos, de vacunación forzada, junto con medidas tan sorprendentes como ocupación de
viviendas deshabitadas, requisado de bienes y materiales, nacionalización de empresas...

69. Los funcionarios que no han acabado con el cáncer, el sida, la gripe, las listas de espera o la corrupción
farmacéutica, nos van a salvar.

70. Las medidas de confinamiento están funcionando, pero nadie explica por qué en países donde el
confinamiento no es estricto o ni siquiera hay, no hay más contagios ni más muertes.

71. Se abandona a los ancianos y a las residencias y se investiga penalmente las muertes que ocurren
fuera del hospital.

72. No se investiga ninguna muerte dentro del hospital.

73. Hay que controlar la falsa información y los bulos a través de la censura y el acoso. Nadie acredita que
la información oficial sea veraz.

74. Los medios de comunicación son financiados por el Gobierno.

75. Los medios que financia el gobierno muestran las incongruencias y noticias disonantes.Los medios
divulgan noticias que tienden a atemorizar a la población con el virus y con el Gobierno.

76. Empobrecer a un país hasta el límite (un 20% de deuda más en tres meses, -120% del PIB-), es la
nueva fórmula para combatir las pandemias.

77. Nadie contabiliza las muertes “colaterales” que causa el estado de alarma por otras enfermedades no
tratadas, por pérdida de oportunidad, por iatrogenia o por suicidio.
78. Nadie contabiliza el daño moral y mental que causan las medidas policiales, crisis nerviosas e
internamientos y tratamientos involuntarios psiquiátricos.…

79. ...

Este cúmulo de patentes incongruencias son mostradas por los medios de comunicación sin ningún sonrojo
consiguen dos efectos.
El primero mantener la tensión entre miedo y esperanza, dos sentimientos ficticios y artificiales sustentados en
las “evidencias” que se ven en la tele.
Con esas emociones se tiende a infantilizar a la población y facilitar que asuman un rol concreto -persona
esencial autoritaria, persona no esencial sumisa-.
El segundo de los efectos es el de descubrir y humillar todo tipo de disidencia. Es difícil mantener la boca
callada con tanta estupidez: te pillan, y eres un “terraplanista”, un “antivacunas”.
Quieras o no , tendrás que cumplir con las normas estúpidas que imponemos. El mundo se divide entonces en
cuatro grupos cosificados:

A) El de la población sumisa, obediente y complaciente.

B) El de la población esencial, autoritaria, balconazi, agresiva.

C) El de la población disidente silenciosa, prudente, ...cobarde.

D) El de los payasos - mártires de los que todo el mundo se ríe y a los que todo el mundo insulta.
Los payasos sirven para que el escarnio neutralice cualquier respuesta de otros grupos mediante
“castigos ejemplares”.

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TERCER PASO:
Procesos sociales para
pasar a la acción.
La anonimización del grupo de personas
esenciales se cumple con la máscara.
Con la máscara, hay ocho veces más
posibilidades de cumplir con instrucciones
atroces o incluso de matar.
Pero...
¿Qué es lo que hace que las personas
esenciales se deslicen por el tobogán del
abuso?

1. Actuar sin pensar. Se ha cercenado el espíritu crítico moral y la posibilidad de diálogo y


discrepancia. Se ha instalado un sistema jerárquico de gestión donde no existen equipos de trabajo ni
debate ni personalización. Se trata de una carencia moral que nace del relativismo moral del
materialismo y del utilitarismo. “qué daño puede hacer”.
2. Se deshumaniza a los otros. Se cosifica al ser humano como un elemento más de la sociedad, sin
valor individual. “es un covid, es un asintomático”

3. Anonimización de uno mismo. “soy un mandado”

4. Difusión de la responsabilidad. “las decisiones las toman desde arriba, lo ordena el Ministro, lo
manda el Juez”.

5. Obediencia ciega a la autoridad. “es la Ley” “las normas son para cumplirlas”.

6. Conformismo social. “si todos obedecemos y hacemos lo mismo, nadie puede hacer nada
distinto, Soy uno más, somos mayoría”.

7. Banalización del mal. Tolerancia pasiva ante la maldad. Inacción, Indiferencia. “si lo que se hace fuese
un crimen, no ocurriría”.

CUARTO PASO: dar poder a la gente sin controlar ni


exigir responsabilidad.
Se ha centralizado la gestión y la responsabilidad.
Con ello se persigue que las personas esenciales, actúen impunemente generando descontento, crispación,
caos y terror.
Todo lo anterior hace que piense que lo que realmente están generando es una situación en la que se
produce un estado absolutamente totalitario a través del miedo, la violencia y la ruina económica.
La población entra en un "estado agéntico".
El estado agéntico una especie de trance cognitivo por el cual no podemos escapar de nuestro propio
rol. La disonancia entre la realidad y el autoengaño, se resuelve tomando partido por el último y
abrazando a la autoridad.

 
CONOCE NUESTRAS CAMPAÑAS

Estamos hablando de una “nueva normalidad” una


“post democracia”.
Acaba de brotar el germen del totalitarismo, cuidadosamente regado y abonado durante décadas en las que
esa semilla -el estatismo- infectó:

1. La sanidad

2. La educación la ciencia.

3. Los medios de comunicación y la cultura

4. La justicia e instituciones de control


5. La industria (alimentos, medicinas...) y
suministros básicos (luz, agua, gas, combustible,
internet, teléfono...)

6. La banca y los seguros

7. Las ideologías y creencias religiosas

Todas las áreas anteriores (siete cabezas y


diez cuernos) están absolutamente controladas
por el Gobierno a través de regulaciones y
subvenciones y funcionan al margen de todo tipo
de transparencia y control.
Todas están manejadas por técnicos cientifistas
con papel sacerdotal.
Lo que se persigue es una sociedad tecnocrática
totalitaria y para ello es necesario construir un
escenario de caos.

“Ordo ab Chaos” es el
lema de los masones...

Efecto Lucifer para una


post-democracia.

SI HAS SIDO VÍCTIMA: DENUNCIA

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