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{ Fundacién Regional de Asesoria en Derechos Humanos INREDH LOS FANTASMAS SE CABREARON Crénicas de la despenalizacién de la homosexualidad en el Ecuador Alberto Cabral y Cabrera FLACSO Biblioteca Quito, noviembre de 2017 Beets wag-0e® °° = . memoria, pero que siempre estuvieron presentes y sofiaton por tiempos mejores para su comunidad. Y debemos también nombrar a quienes, formatan 0 no parte del | colectivo, pero se vincularon de alguna manera a la cruzada por | Ja despenalizacién de la homosexualidad, destacindose por un | intenso trabajo de solidaridad y apoyo, empezando por Orlando | Montoya que, pese a las diferencias mantenidas, no desmayé hasta conseguit la derogatoria de ese articulo del Cédligo Penal; nombrar también a Ernesto Lépez, Alexis Ponce, Laura Glynn, Luis Angel Saavedra, José Ignacio Chauvin, Gonzalo Abarca, Oscat Bonilla, entre muchos otros que asumieron esa lucha como suya sin que les importe la critica de sus allegados o de la sociedad en general. 9 i } | i { | 1 | | i Un camino de suefios y espinas Si no estés preparado para mori por ella ssaca la palabra “libertad” de tu vocabularia, Malcolm X El Ecuador tenia vigente desde comienz0s del siglo XX un Cédigo Penal que sancionaba las pricticas homosexuales consentidas con enas de cuatro a ocho afios de reclusién mayor. Esa disposicién legal nunca habia sido revisada pese a las tantas reformas hechas a ese Cédigo. A ninguna tendencia politica del poder legislativo Je habfa interesado un tema que condenaba las pricticas sexuales de muchos ecuatorianos que habjan optado por una orientacion sexual diferente, Esta disposicién legal justificaba, desde el plano juridico, la represién policial, la discriminacién y los prejuicios so- ciales contra la comunidad gay. Fedaeps fue una de las primeras organizaciones GLBTI de Quito que comenz6 a trabajar por la despenalizacién de las pricticas ho- ‘mosexuales en el pais junto a otros colectivos menos organizados y on baja influencia politica. Sin embargo, pese a su trabajo decidido, él trabajo desarrollado era poco conocido en el atmbito de todos los grupos GLBTI de la capital, sobre todo entre gais, travestis y transe- xuales visibles, estigmatizados por la propia comunidad gay y exclu dos de un proceso politico por el reconocimiento de sus derechos, A pesar de que @HEEEBY se destacaba como la principal cabeza de la lucha por los objetivos emancipadores de la comunidad GLBTI, su trabajo nunca fue socializado y QS SSoeaea SSeS) 25 que podria fortalecer su legitimo trabajo. No habia una estrategia para comprometer la participaci6n de todos los grupos GLBTI del pais. Muchos miembros de la comunidad i por lo que ni siquiera plegaron a la plataforma de lucha. Los tni- ‘cos que se vincularon en ese proceso eran quienes, de una u otra forma, habjan logrado tener algiin vinculo con las actividades ge- nerales que realizaba Fedaeps con sus muchos programas de asis- tencia que incidian favorablemente en la tranquilidad y estabilidad emocional de los miembros de la comunidad GLBTI. Muchos se vinculaban con la organizacién por relaciones de amistad, por ha- ber participado en talleres de capacitacién 0 haber acudido alguna ‘vez a sus oficinas para recibir asistencia por calamidad doméstica. Esa era la base social de Fedaeps. Los grupos GLBTI visibles que diariamente eran@™@BiB@> de la sobre todo los que se desempefiaban en el co- Tmercio sexual callejero, quiza vefan a Fedaeps con cautela, pues fomentaba buenas relaciones sociales, daba cobijo a gais que te- fan buenos empleos, educacién completa y provenian de fami- lias de clase media y alta. Quizé también eso influyé en cl animo del resto de homosexuales menos favorecidos ¢ inestables que se je esa organizacién por sentirse diferentes. El dis- tanciamiento de los travestis y transexuals de Quito con una orga- nizacién que podia ser un medio de proteccién y apoyo fue eviden- te, porque se la miraba como una organizacién “cinco estrellas”, mientras en la calle se transitaba de hostal en hostal. Si alguna ver los miembros de los grupos GLBTT vulnerables que ejercian la prostitucién en la calle se enteraban cémo ubicar a Fe~ daeps y acudian para recibir asistencia legal ante la brutal reptesion policial, cvitaban entablar una relacién fraterna y de amistad. El ambiente de represi6n y discriminacién que vivian en la calle hizo que se volvieran cautelosos y desconfiados, pese a que la orga- nizacién habia alcanzado cierto nivel de prestigio por su trabajo, FLACSO -Biblotece especialmente en érea de la salud. Los travestis y transexuales matginados no se sentfan en capacidad de ingresar a un nuevo citculo de relaciones, como el constituido en la comunidad general gay de Quito. Los temotes y la inestabilidad emocional entre los miembros de algunos sectores de gais, travestis y transexuales talvez fue una ba- rreta para mantener una relacién més cercana con Fedaeps; sin cometida por grupos paramilitares con- ta algunos dirigentes campesinos de las comunidades apartadas, del oriente colombiano. La embajada de Bogoti en Quito no habia sabido explicat las atrocidades. El colectivo Coccinelle, considerando su vinculacién social con of- ganizaciones campesinas y en protesta por el grado de violencia y barbarie, junto a miembros de la Apdh, se tomaron de forma pacifica y provisiona| n@@@USSTSTERRCAEATOER, ubicaca en Jaavenida Colén, al centro norte de la ciudad ‘Una mafiana cuando los funcionarios de la Embajada de Colom- bia desarrollaban normalmente sus actividades, los gais, travestis y transexuales, juntoa dirigentes y compafieros de la Apdh, pro- vvistos de fuertes cadenas de hierro, se ataron pacificamente a los portones y cosredotes del inmueble, a vista ¢ impaciencia de una fuerza policial que lleg6 al poco tiempo a controlar los sucesos que provocaron asombro y movilizaron a toda la prensa del pafs. La movilizacién de solidaridad y apoyo a los campesinos colombianos, desplegada por las dos organizaciones, también estuvo direcciona- da desarrollar una estrategia de visibilizacién de un grupo social de la comunidad GLBTI ignorado y desplazado, pero también era parte de la politica institucional de la Apdh de responder con ac- ciones solidarias y puntuales ante hechos de esa naturaleza, como a masacxe ocurrida en el vecino pais. Estas experiencias también servian para avanzar por el escabroso camino a transitar. wee “He escuchado de una asociacién de maricas que funciona aqui en Quito y quiero visitarla mafiana, porque ya no aguanto més; he egado ayer desde Machala y ya me han agredido dos veces estos malditos chapas de mierda, llevindose hasta mis pertenencias”, Eran las palabras de Carola, un travesti que emergia a Ia media noche desde el parque F Fjido de la capital, en cuyo interior fue montado un retén de control policial, casi desnudo y sosteniendo su cattera y zapatos en manos, envuelto en un lanto que apenas aleanzaba a ocultar Estas eran una de las razones por las que una marcha por la plaza Grande de la capital, organizada por el colectivo Coccinelle, debia convertirse no solo en un espacio para sensibilizar sobre la compleja situacién en la que vivia gente como Carola, sino que debia informar de forma clara sobre su voluntad para defender el derecho a tener una vida libre y de respeto hacia la orienta in sexual escogida, Coccinelle garantizaba a los miembros del colectivo su derecho a generat toda clase de iniciativas para sumarse a un proceso politico ya iniciado, pero con muchas limitaciones, al carecer de influencias politicas, ni ser capaz de minimizar el impacto entre la comunidad GLBTI de un modelo represivo, Por eso se hizo comtin, luego del macro acontecimiento de la plaza Grande, recibir cartas, solicita- des y muestras de solidatidad desde distintas partes del pais y del extetior, Eran cartas que motivaban a seguir con fuerza el proceso de cmpoderamiento de sus derechos gestado valerosamente, en. una ciudad con gran tradicién religiosa y muchas veces inhospita para los forineos con habitos considerados temas tabi ¢ iban con- tra los esquemas morales mantenidos por las familias capitalinas, Cortia el a AB ea” del extranjero habia decidido acudir a un para realizarse una mejoria en su parte corporal, Para ello habia buscado los servicios de un médico de una clinica reconocida por miembros de la comunidad GLBTI, ubicada cerea de Ja avenida Mariana de Jestis, en el norte de Quito. Con el paso de los dias la organizacién Coccinelle se centerd de que el travesti habia quedado con graves molestias luego de la intervencién quirargica; la anestesia a la que habia sido some- tido le habia provocado dafios fisicos. La transexual, que atin no se encontraba vinculado al colectivo gay, por intermedio de alggin conocido que tenia en el ambiente doméstico de los grupos mis vulnerables de la comunidad GLBTI, puso en conocimiento del hecho a los directivos de Coccinelle. Los dirigentes del colectivo se dirigieron ante el director del men- cionado centro estético para reclamarle explicaciones sobre la fallida intervencién quirdrgica. Luego de identificarse como representantes de Coccinelle, el médico responsable, en forma titubeante y leno de nerviosismo, dijo que lo sucedido era un caso aislado y que con el pasar de los dias se iba a superar el contratiempo con el paciente. Después de dos semanas, la dirigencia insistié en una visita al com- pafiero que permanecia en el interior de la clinica y constaté una ‘vez mas que su situacién iba de mal en peor. De ahf que los ditigen- tes de Coccinelle mantuvieron una tensa entrevista con el cirujano estético, quien en forma descarada y al verse acorralado por no en- contrar argumentos que justifiquen su mala prictica médica, ofte- ci6 dos cirugias plisticas gratuitas a sus directivos o dos cirugias que podian realizarse dos asociadas escogidas por la organizacién, con el propésito de atenuat la situacién. El médico tenia conocimiento del proceso politico iniciado por Coccinelle, encaminado a defender y proteger los derechos huma- nos de sus miembros; pues muchos de sus asociados se habian convertido en clientes habituales de Ia clinica estética e informa- ban estratégicamente que pertenecfan al colectivo Coccinelle como una forma de sentitse respaldados y protegidos ante imprevistos cocasionados muchas veces pot el descuido profesional. En el am- biente clinico de esa época habfa la mentalidad de que los gais travestis y transexuales que requerian esos servicios provenian de la prostitucién callejeta y no estaban en relacion permanente con sus familias y amigos, quienes potencialmente pudieran denunciar ante las autoridades competentes la mala prictica médica. La oferta no fue aceptada, al contratio, se le conminé al médico resolver el problema con la transexual hasta lograr su plena recuperacién, Como parte de su estructura organizacional, el colectivo Coccine- lle disci un cronogtama de GERURUESEMENSEIED que incluian reuniones semanales; plantones en la plaza Grande; movilizaciones de solidaridad cuando se suscitaban hechos que merecian cl apoyo de la onganizacién; actividades de reparto de preservativos, como tuna forma de concienciar sobte su uso en la poblacién; contactos con otganizaciones fraternas de derechos humanos locales ¢ insti- tuciones piiblicas, como el Ministetio de Salud, con el objetivo de a. de interacci6n y asistencia médica permanente. Coccinelle, una vez, estructurada su ditectiva cteé comisiones de GERD «5202 comision especial de asuntos MMs. La comisién de diseiplina estaba a cargo de un travesti o transe- anal que siempre era reconocido y respetado en el medio donde se desempefiaba cuando ejercia la prostitucién; se encargaba de poner orden y control ante el consumo desmedido de alcohol, drogas, atracos y actos sexuales puiblicos en la zona rosa, que provocaban Jas quejas de los moradores del lugar. FLACSO Biblioteca La omisin de los reglamentos o las faltas ¢ indisciplina se infor- ‘aba siempre en las reuniones. Fl travesti o transexual itrespetuo- so estaba obligado a pagar multas que iban a servir como fondo social de la organizacién. La comisién de salud la ditigia un gay travesti con cierta habilidad para Ilevarse con todos los miembros y se encargaba de invitarlos cada semana a las sesiones de en el Centro de Salud N° 1 de la calle Rocafuerte, en el centro histérico de Qui- to. Muchas veces se daba el trabajo de ir hasta las viviendas para acompafiar a los homosexuales a los chequeos médicos que busca- ban, entre otras cosas, prevenir enfermedades venéreas. La comisin @3QD estaba ditigida por un miembro del colectivo que se manejaba con mucho carisma, buen sentido de humor y estaba en conocimiento de la realidad de cada una de sus compafic- ros, hasta conocia la direcciéa exacta de los domicilios o si alguien tenia planeado un viaje fuera de la ciudad o se encontraba con vi- sita de algiin familiar en la capital, Es decir, era el que se encargaba de manejar el fondo social para afrontar una eventual calamidad doméstica o cubrir una receta médica o solucionar problemas con Ja vecindad o de deudas. La comisién QQ estaba dirigida por el vicepresidente de la or- ganizacién, reconocido por su amplia experiencia en asuntos ju- diciales, pues antes habia sido tramitador de boletas de libertad y conocia las direcciones exactas donde se encontraban todas las dependencias piiblicas y las mafias de sus autoridades. ‘Todas las ditigencias de las comisiones rotaban cada cierto tiempo, Inego de Jos informes presentados por cada uno de los responsables con el fin de dar oportunidad y espacio a todos los travestis a desarrollar su autoestima, Bra una forma de desarrollar entre los agremiados un servicio altruista con sus compafieros de la comunidad. Solo la comisién legal siempre estavo bajo control del vicepresidente. La prensa, radio y televisi6n sirven para informar sobre los aconte- cimientos mis televantes de la sociedad, ya sean hechos politicos, sociales 0 de erdnica roja. Los espacios de crénica roja general- mente estaban ditigidos a determinados grupos de la poblacién. Por cjemplo, cuando ocurrian hechos en contra la comunidad GLBTI, has informaciones que producian los diarios amarillistas eran encasi- Iados como sucesos delictivos, escindalos, rifias, homicidios, lo que justificaba toda la represién ejecutada por la policfa nacional Las historias eran narradas de forma no objetiva y llena de prejui- cios. Los diarios parecian esforzarse en mantener una linea has- ta homofébica, avivando emociones que estaban seguros setvian para alimentar el morbo en personas interesadas en informarse cémo estaba el ambiente delincuencial en el medio. Tal era el caso de diario Extra, entre otros tabloides. Los diarios tradicionales mas respetados del Ecuador como El Universo, Hoy y El Comercio daban cobertura a todo cuanto sig- nificaba la convivencia general de los ecuatorianos y los intereses dela comunidad, manteniendo en lo posible una objetividad y ve- racidad de los hechos. El caso del travesti apodado La Dama de Rojo, a finales de los setenta, ocupé los espacios de todos los diatios del pafs, por sus acciones homicidas en contra de reconocidas y respetables perso- nalidades locales que sucumbieron ante los instintos psicépatas del mencionado homosexual. sos hechos produjeron una verdadera conmocién nacional, sobre todo en Ia sociedad capitalina no acostumbrada a vivir ese tipo de eventos relacionados con Ia prostitucién 0 experiencias homo- sexuales, La prensa en su conjunto, tradicional y amatillista, man- tuvieron el seguimiento del caso que fue narrado en sus columnas con lujo de detalles, segtin su linea editorial y el estilo periodistico. Con estos antecedentes se podia visualizar claramente cudles eran los diarios o medios en los que se podia confiar para la cruzada por la despenalizacién de la homosexwalidad, porque ofrecian a los lectores seriedad y objetividad. El rol de los medios de comunicacién del pais, en el proceso por Ja despenalizacién de la homosexualidad, fue decisivo e importante desde todas sus aristas; sus espacios de opinién y cobertura con el tiempo fueron convirtiéndose en asunto del dia, por el amplio inte- és generado en la poblacién sobre un tema considerado tabi y de debate nacional. Un debate avivado fuertemente cuando se conocié todo el dramatismo en las historias de sobrevivencia de la comuni- dad GLBTI visible, todeada por la incertidumbre y la humillacién. 8 actores de los colectivos gais involucrados en el proceso po- fico debian manejarse con discrecién y cautela ante los riesgos enfrentar agudos antagonismos con citculos importantes de la ciedad civil, desprovista de informacion real y objetiva sobre la joblemitica GLBTT; debieron lidiar con una determinada prensa hipécrita y ptejuiciosa qe enfocaba sus visiones sobre la temética gay ampatindose en la trillada preservacién de la moral y buenas costumbres de los ecuatorianos; mientras por otto lado, paradéji- camente, algunos de esos defensores de los valores tradicionales habfan participado en espacios de diversién frecuentados por ho- mosexwales, en busca de momentos de esparcimiento y Iujuria con las que calmar sus secretos de cldset. Hubo por aquella época dos diarios que destacaron, uno con serie- dad y otro con sensacionalismo, informacién sobre la comunidad GLBTI, En sus piginas se evidenciaron dos corrientes opuestas en la informacién, lo que hacia entrever que muchos editores de | periddicos serios enfocaban el tema con objetividad y profesiona- lismo y otros con tintes de crénicas amatillistas. Con estos ultimos habia que mantener una relacién de cautela y amistad para prevenir el tinte sensacionalista en sus titulares durante los meses que durara el proceso politico por la “ia articulo 516, Paralelo al seguimiento a ese proyecto, se preocupé por enviar car- tas de observaci6n y sugerencias a los diatios a fin de evitar agitar el prejuicio social contra la comunidad GLBTI. Los medios comenzaron a mirar con otro lente la problematica de ‘una comunidad marginada, algo que benefici6, alimenté y fortale- cié el proceso de visibilizacién de la comunidad gay. El diario El ‘Comercio, en una de sus principales paginas, por ejemplo, informs ‘como una noticia destacada la primera eleccién de la reina del co- lectivo gay Coccinelle en Quito, con la presencia figuras piiblicas importantes en el jurado calificador, entre ellos el famoso deportis- ta Rolando Vera; el director de la Apdh, Alexis Ponce; Natalia Sie- ra, por la Universidad Salesiana, y el director de la famosa revista Mango, Miguel Angel Zambrano. El evento se desarrollé en un salén ubicado frente a la sede del Congreso, en un acto que conts con mucha organizacién y color. Pero también estaba el otro lado, el de los diarios sensacionalistas. Sobre todo, uno que rayé los limites de la mofa y elucubracién. Luego de la primera marcha gay realizada en Quito encabez6 en primera plana un titular que decfa: “Se rebela el tercet sexo”, Como era de esperarse, ese titular desperté muchos comentarios criollos y buzlescos de los capitalinos. Las movilizaciones y marchas que em- pezaron a organizar los gais, travestis y transexuales desde agosto de 1997 en algunos sectores de Quito y Guayaquil, sin embargo, ya entraron en la agenda de los medios de comunicacién nacionales. ‘Muchos articulistas destacados de diario El Comercio, Hoy y El Universo deron 12a a “aida a la lucha por la reivindicacién de los derechos Ie by rein dad GLBTI. Se insistia en la necesidad de confrontar una realidad que se volvia cada vez urgente de analizar y debatir, de una comu- nidad GLBTI sedienta de visibilidad y atencion, El caso Restrepo fue un acontecimiento que conmocioné a la opi- nién piblica nacional de Ecuador y Colombia. Dos hijos varones de un matrimonio de nacionalidad colombiana, Carlos y Andrés Res- ‘repo Arismendi, fueron detenidos arbitrasiamente en una operacién de control vehicular ejercido por la policia, durante el gobierno de- rechista de Leén Febres Cordero; fueron confinados en calabozos hartamente conocidos por los grupos mais vulnerables de Ia comu- nidad GLBTI de la capital, que igualmente suftfan persecuciones y detenciones agresivas por aquellos afios. Més pudo cl estereotipo y los prejuicios que existian contra ciudadanos de origen colombiano, que inevitablemente los asociaron con actos indebidos y fuera de la ley y los desaparecieron sin dejar rastro de sus cuerpos. La familia de los jévenes, que habian nacido en Quito y se habian destacado como buenos estudiantes, se embarcé en una larga y compleja lucha por saber el destino de Santiago y Andrés Restrepo, sin desfallecer ante las justificaciones rebuscadas de las autoridades que gobernaban el Ecuador, que se inventaban cualquier excusa a fin de apaciguar y tranquilizar a los desconsolados padres. Con el tiempo, la plaza Grande de la capital se convirtié en un espacio ic6nico para la familia Restrepo Arismendi que mantuvo plantones cada miércoles para, de una forma u otra, concientizar a los tran- setintes, opinién ptiblica y gobiernos de turno, pues la fuerza te- presiva policial fue mantenida ain por los gobiernos que sucedie- ron CEREETGEREB como lc QROREBBIBGRlen cuyo gobierno desaparecié el joven esctitor Gustavo Garzén. Su madre, Dofia a Smet gtr:

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