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DE JUSTICIA DE La NACION i. parte del H, Senado, previstas por el art. 86, inc. 8°, de la Consti- tucién Nacional. Que del oficio agregado a fs. 7 del expte. “B. 199/38"", que se resuelve en In fecha, Tesulta que el H. Senado no ha observado la presentacién ante la Santa Sede hecha por el seiior Presidente Provisional de la Nacién para proveer el cargo de A rzobispo de Cérdoba. Por lo demas esta Corte, con fecha 27 de junio ppdo. —expediente “B, 152 XEI—, ha resuelta que ln liberacién de Monsefior Dr. Lafitte de su vinculo con la Arquididcesis de ( doba, que determindé la vacaneia de dicha sede, no lesiona el dere- cho de Patronato. Que en las condiciones expuestas, corresponde prestar el acuerdo requerido, econ ln salvedad de los derechos del Patronato Nacional, conforme a reiterada jurisprudencia. Por ello y habiendo dictan © Procurador Gene- ral, la Corte Suprem m prestn su acnerdo para que el Exemo. Sr. Presidente de la , conceda el pase a la Bula por la que el Sumo Pontifice instituye ca nonieamente Araobispo de la Iglesia Metropolitana de Cérdoba, a 8. E. Rvdma. Monsefior Dr, Ramon Joxé Castellano, con las reservas que ema- nan de Ia Constitucién y de las leyes dictadas con arregio a ella respecto del Patronato Nacional. Devuelvanse estas actuaciones al Poder Ejecutive en la forma de estilo. Anrnevo Oncas — Bexsamis ViLLeaas Basavitpaso — .inisténuto D. ‘Aniog nx Lastapup — Lvs Mania Borer: Bocceno — Jviio Oxua- NARTE. JENERAL DE OBRAS SANITARIAS DE LA ST y BERNAL y OTROS NACION ENPROPLACION : Iudemurcactin. Determinacién del valor reef. Valor de la tierra, centencin que fija el valor del inmuehle sobre ta tar ol Tribunal de Tasaciones, =i el contenido la recurrente resulta corregido por los apeeciacién de ond tle las opernciones: cuestions rueficientes aplicados por el Tr eseneialinente nor pretle se expone ba ¢ que ya tas hizo an 4 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA EXPROPIACION: Indemnizaciin, Determinacién del valor real, Mejoras. Corresponde contirmar el fallo recurrido en euante no reconore lay mejoras ruya indenmizacién no fué reclamada en Ia contestacién a la demanda, no hon sido objeto de tasaciém por el Tribunal, ni fueron as pro perito de los demandados, quien tarmpoco formuls observacién al respecto existiendo, ademis, constancins que atribuyen e./ T a PALLOS DE LA CORTE SUPREMA Considerando; Que la Administracién General de Obras Sanitarias de la Nacién expropia en estos autos dos fracciones de tierra con una superficie total de 762.784 m3, situadas en la¢ proximidades de la estacién Bernal, Partido de Quilmes, Provincia de Buenos Aires, por las cuales ofrecié en pago la cantidad de $ 56,160 m/n. los propietarios que 1a ‘Técnica del Tribunal de Tnsaciones estimé el valor del bien en $7 46 m/n. (fs. 412), la Saln 2da. en $ 643 m/n, (fs. 440), y el Tribunal, por mayoria, en $ 70) (fs. 447), monto que acordé la senter de primera instancia (fs. 489) y que ha sido elevado a $ 744.371,95 m/n. por la de alzada (fs. 542 via.), contra Ia cual Ia demandadn trac el recurso ordinario de apelacién, habiéndola consentido la actora. Que la demandada sostiene que la indemnizacién debe ser elevada, pues habria que climinor la operacién n°? 3, tener en cuenta que el campo de la operacién n° 2 ha sido califiendo como hajo por la propia actora en el plano de fs, 3, donde asigna cali- dad de bueno al que aqui xe exproy de topogrs 2 , indemnizar las mejoras, nm del valor de la moneda y egar a lo a valor de reposicién. Tales pretensiones no son aten- dibles, Qne en lo relacionade con las distintas medidas de la ope- nn 3, ellas resultan corregidas por los eoeficientes que el nl de Tasaciones ha aceptado, e igual cosa cabe sefialar con respeeto a la operacién n® 2, en lo referente al cocficiente topografico; la magnitud de los coeficientes aplicados, aprecia- n de orden esencialmente técnico, no puede ser modificada las consideraciones que expone la demandada, que ya las hizo ante los organismos especializados. n lo concerniente a la indemmizacién por mejoras debe que no foe reelamada en la demandn (fs. 57/44) ni objeto de tusacién por el Tribunal (fs. 409 y 446), siendo ' que tampoco las uyé el perito representante de los demandados (fs. 423429), ni formulé observacién al res- Por otra parte, diversas constancias de autos y recono- ntos de los demandados, atribuyen la propiedad de las me- jue serian los arrendatarios (fs, a, 1). Resulta asi justifieado que no las haya reeonocido el Juez (fs. 486/80), ni la Camara (fs. r 2), y por ello los agravios que se hacen yaler en esta instancin deben ser des- estimados, DE JUSTICIA DE LA NACION 0 Que en Jo atinente a In pretensién de que el justiprecio del bien objeto de la expropiacién sea aumentado teniendo en cuenta la depreciacién de la moneda sobreviniente a la tasacién y €l desembolso que exigiria la adquisicién de un bien andlogo, debe ser desechada. Que el art. 17 de la Constitucién Nacional sélo estatuye que la expropincién debe ser previamente indemnizada, aparténdose ituyentes de 1843 de las férmulas empleadas por las jones de 1819 y 1826, que nsaron la locucién justa com- peusacion (arte. 124 y 76, respectivamente), asi como también Qe la misma formula que consigna la Constitucién de los Estados Unidos (Enmienda V). Por lo tanto, el establecimicnto de las reglas, sistemas o formulas con arreglo a los cuales debe fijarse la indemnizacion exprepiatoria, ha sido deferido privativamente al legislador nacional o provincial. Salvo que fuere infringidos otros preeeptos expresos de la Ley Fundamental, tales como el que prohibe In confiseacién (art, 17) 0 el que consagrn Ja igual- dad ante la ley (art. 16), ha de entenderse por indemnizacién integral In que se ajusta a las previsiones lognles, sin que en caso alguno pueda ¢l juzgador sustituirlas por su criterio subje- tivo de justicia, En consecuencia, las pretensiones de los expro- piados relacionadas co Ia desvalorizacién monetaria y el supuesto derecho a reposicién, deben ser examinadas en funcién de los preceptos de la ley 13.264, con prescindencia de toda cuestin constitueional que, por otra parte, no ha sido planteada en el sub lite, Que en lo atinente al supuesto derecho de reposicién, cabe, ante todo, raiterar que la expropiacién no configura una compra- venta y la suma que por el bien expropindo se paga no ticne el earacter juridico de precio (Fallos: 238: 335). Fl expropindor sélo debe satisfacer el resarcimiento que eorresponda al sacrifi- cio econémico representado por la pérdida del bien —saerificio que se estima de acuerdo con el indice del ‘valor objetivo"— y los demis daiios que sean una eonsecuencia directa e inmediatn de ln expropiacién. El expropindo, pues, inviste derecho a una indemnizacion que debera fijarse de neuerdo con las reglas lega- les, y no derecho a la repo ein de un bien igual o equivalente al que pierde (Fallos: 181: 230 y otros). Qne en lo concernicnte a la pretensidn de los demandados sobre la desvalorizs monetaria, esta Corte, en antiguos pro- nuneinmientos, ha sentado la doctrina de que, en loa casos de exprapiacién de urgencin, el valor del bien de fijarse sexin los precios corrientes en ‘el mereado en el momento de la toma de posesién por el expropiador, con abstraceién de las alteracio- a0. FALLOS DE LA CORTE SUPREMA de esos precios que hayan podido sobrevenir al dia de la sentencia definitiva, sen que ellos xe deban a las fluctuaciones del mercado inmobiliaria (Fallos: 43; 379; 44; 47, 169; 51; 411; 123; 70; 125 3127; 868; 181; 22; 136: 124), o bien que deriven de la depreciac del valor de la moneda referida al momento ve el bien fue ohjeto de tasa (Fal : 204: S01). a doetrina, por las eonsid ones que mas adelante se . a ser mnante: sin que a ello obsten las afirna ciones hechas por el reenrrente, que pueden ser examinadas desde dos puntos de vista. neién fuern exacta, uno de los elementos de hecho deter o”*, Semejunte ¢ j 264, es inenestionable que pa ay 6n del ‘valor objetive’? del inmueble expropiado, 1 debe tenerse en euenta elemento alguno de b sho que no haya sido computado o avaluade por el Tribunal de nei sdnitiera lo contrario, result: tuado wl reg ya que, en vez del nantes del ty: Dentro del rés de nn cnerpo ijado por el juzgador con tiinase juste, “valor el indice d yo con el fi LY? (iario de » 18, t. Wt los interests de hi de Dignints de ta Nac anise aul eon dria ser tomads N, se entendiera que queda compren- dida dentro de los da gables previstes por el art. 11 de Ta ley de expropiacic e que constituye el segundo punto de vista adoptado por el reeurrente, sos como el de atitos, si se esemta Wal date hiechos— aparece la forunla del eas | tiempo de la sent in wna regia que ha por el legishidor al adoptar el sistema de valuae los arts. 1} y 14 de la ley 13. fn segundo termino, indemnizar los da que, ey que estalnyen vigor sdlo autoriza a DE JUSTICIA DE La NACION SL diata de la expropiacién, sutisfagan In exigencia de **especi: dad’. A este respecto, la Corte Suprema de los EB: en casos de expropineién parcial, ha declarado indemnizable ‘“Senniquier daiio especial y directo susceptible de estimacién actual y de computacién razonable’’ (167 U.S. ). ¥ la Corte del Estado de Illinois, en un supnesto de expropiacién lato sense, sostuve que el propietario tiene derecha a ser resarcido por “los datos que lo afecten personalmente en la propiedad, uso o goee de la cosa, y que no sean comunes 4 toda In colectividad’’ (im re: Kaithsburg and E.R. Co. v. Henry, 79 TIL, 20), en Henry Campbell Black, Handbook of American Constitutional Law, pag. 501). Y es indubitable que el daiio irrogado por el deterioro del signo monetario nacional, lejos de ser espeeial y de reeaer singular e individualmente sobre el expropiado, tiene caracteres de absoluta generalidad, en virtud del proceso infla- cionista que perturba la economia del pais y afecta los intereses. de todos sus habitantes. El empleado u obrero que cobra su suel- do o salario fijado meses o aioe antes, el Estado que otorga préstumos a largo plazo ‘ines sociales, el yendedor a quien —lespués del pleito a que fue Hevado— se le escritura y pagd mueho mas tarde que lo estipulado en cl boleto de compraventa: todos soportan por igual los perjuicios inherentes a la inflacién. Este fendmeno precisa ser sei ho para justificar con él la aplicacién de normas de derecho y son ajenas a esta io para ev J sociales del daiio en euestion que lo exelu i Por lo demas, ai tal d ra imputarse al Estado, la respon- subilidad de éste, en tedo caso, provendria de su politica econd- inica general, y no del concreto acto expropiatorio que se juzga. En tercer término, couceder la indemnizneién que se pide por causa de inflacién y declarar que el a io debe haeerse a cnifiearia admitir que en époeas de deflacién el resar mto podria ser inferior a la suma deposi- tada por el expropiador; y esto fa tanto ce reconocer a este tiltimo el derecho de repetir ln diferencin entre lo deposi- tudo y la cantidad fijada en la sentence las disposiciones de la ley 13.264 autorizn tul derecho de repeticion i al juzgador. Por iltimo, resta una consideracién dee’ El instituto expropiatorio pertenece totalmente al dereeho jmiblieo, incluida Ja etapa eoncerriente al régimen de las indemnizaciones (Fallos: 248: 335). Por consiguiente, resultan inaplicables en la especie los pr ‘édigo Civil sobre obligaciones de dar sumas Pre & PALLOS DE LA CORTE SUPREMA de dinero, asi como los que regulan In responsabi d de los snjetos privados por aeto ilieito. AL rgen del espiritu y del fundamento de esos preceptos, ninguna duda cabe en el sentido de que In eseneia de la cuestion promovida poede resumirse on un solo interrogante. Dentro de la relacién “ publicé: ”” ori- ginnda en el acto expropiaterio, ,cudl de los dos sujetos intervi- nientes ha de soportar los riesgos de la inflaeién y, en su caso, endl ha de sufrir el consiguiente perjuicio econémicot Antes de responder, es preciso observar que la expropiacién ha dejado de ser on procedimiento destinade exelusivamente a favorecer la construecién de obras piblicas. En el Estado mo- derno, que concibe a la ley como instrumento de transformacion cial, la expropiacién es cl requisite previo e insustituible de idades estatales vitalmente ligndas al interés coleetive. Ei el presente, los reclamos sociales conexos con la exprop! hallanse extraordinariamente acreeentados, Es eon arreglo a esa premisa que debe responderse al inte- rrogante propuesto. Situados frente a frente el interés colectivo que demanda la transformacién social y el derecho individual a ser indemnizado, la opeién no parece dificil, Si se diera prefe- renein a este derecho sobre aquel interés, los fines del Estado quedarian alterados, Sobrevendria un inmenso acreecentamiento en el costo de las actividades estatales transformadoras, que » Yogaria n imposibilitarlas; veriase trabado o ain impedido intento de planifiescién ceonémica, ante In absoluta inenl- ind de las erogaciones a realizarse; y salvo que el Estado adoptara una actitud pasiva frente al status econdmicasocial su politica expropiatoria eneerraria al pais en un oso, ya que, al incluir pagos indemnizaterios por des- valorizacién de la moneda, acentuaria notablemente esa desvalo- . con grave dao para la colectividad. La expropiaeién comporta siempre el canflicto de un derecho interés ptiblico, y lo resuelve mediante e cio del primero: in dubio pro socictate, Tal es el principio recto que gobierna el todo del institnto expropiatorio ¥ que dehe posicidn legal en contrario. lo que acontece en el sah | la decision a adoptarse no ofreee duda, toda vez que los prin = de dere- piblico que tigen la materin reconocen al expropindo el dere ode percibir intercses, a titnle de compensneion, por el perj y que le canse Ia demora en el page (Fallos: 04 236: 452). rudeneia francesa sobre indemnizacion de los to ilfeite, en la qne el reeu- DE JUSTICLA DE LA NAcION 8 rrente funda su pretensiones (fs. 572), lejos de sustentarlas, refirma la sefaladn prevalencia del interés piiblieo. En efecto, frente a las deeisiones civilistag de la Corte de Casacién, segun las cnales la evaluneién del daito debe hacerse a la fecha de la sentencia, el Consejo de Estado tiene resuelto que enando la es ejercida contra el Estado y, por ello, entran en juego pins de derecho priblico, los daiios pat wioniales serin esti- mados al tiempo en que se produjeron y fué posible repararlos, salve que la yietima pruebe que estuvo impedida de proceder a In reparacién por razones técnieas, administrativas o financieras (caso “Guiraud et autres’, 9 de marzo de 19 caso ‘*Epoux Niot’’, 26 de enero de 151; caso *Vonsorts Loev enbruck’’, 19 de octubre de 1951. Vid.: Lanavvene, Traité Elémentaire de Droit Administratif, ed. 1953, pag. 520 y fallos alli citados); en tanto que Ins pérdidas de explotacion han de set siempre computadas per el valor que representaban en el momento en que fueron sufridas (easo ‘*Bonnet"’, 16 de mayo de 1951), Se ha dicho, en relacion a esta jurispradencia ‘publieistica’’, que ella tiende, en parte, a ‘‘economizar los dineros del Estado, ya que éste, si Ia yaluacién de los datos se hiciera siempre al tiempo de la xenten- cin, deberia pagar indemnizaciones més altas en periodos de inestabilidad monetaria’’ (J. ve Soto, Herue dia Droit Public et de la Scicuce Politique, 1952, +. 68, pig. 1081). Que una sentencia fundada en la depreciacién monetaria —anota Antuce Nessnava— se convertiria en un fallo injusto si sobreviene un alza de la moneda antes de que la prestacién del deudor se realizara (Teoria Juridica del Dinero, trad, esp., parr. 16, 1). Por otra parte, la revalorizacién eon que se remedia la inflaciéu, requiere de una disposicién legal que la establezea. ‘Asf lo entendié el codifieador argentina (nota al art. 619 del Cédigo Civil), y en Ia misma forma Jo resolvié Alemania en pre- sencin de In aeentuada desvalorizacién del mareo y de algiin pre- cedente jurisprudencial, dictando la ley de 16 de julio de 1925 (Bxxeccenvs-Lenaaxx, Derecho de O Jigaciones, trad, esp. to- imo T, part. 7 a), parr, 213 a) y 7b), parr. 231 bh). Que, en conseeuencin, el tiniea érbitro de In integralidad de ln indemnizacién expropiatoria, como ya se ha expresade, os el legislador, en quien ha sido delegada privativamente la potestad do reglarla. Los jueces no pueden reomplazar con sn juicio per= sonal la pauta objetiva impuesta por In Jey. En algunos casos, play resnelve la euestion en examen, Asi, por ejem- 08 doe In Provincia de Buenos Aires, a semejanza de otras eyes provinciales, dispone que la indemmizacién debida al expropiado comprender’ ‘el justo valor de la cosa o el bien ao FALLOS DE LA CORTE SUPREMA a la Gpoca de la desposesion’’ (art. 8). En ef mismo sentido, la ley francesa de 11 de julio de 1938, prorroguda sine die por la le de febrero de 1950, al reglamentar las requisiciones lex, esto es las que en el derecho argentino serian expropia- cjones de cosas muebles, estatuye que el valor sea estimado ‘al dia de la requi y que la indemnizacién se ealcule **teniendo en cuenta tinieamente la pérdida sufrida, abstraccién hecha de la ela qu era podido procurar el alza de precios’? (La- ne, op. cit. pigs. 813 y 818), En otros casos, en cambio, el Aun cuando esto tiltimo fuera lo que utece en la especie, la decisién judicial deberia coincidir con la que preceptiian las leyes precitadas, por cuanto na puede razo- ree qne en esta materia, del dominio absolute del derceho ptiblico, la intencié ita del legislador haya con- sentido resolver el grave problema suseitado por la inflacién ptaria en peri de la comunidad expropiante. El margen justicia que pudiern oxistir seria immodifienble para los jueees y, como yn 6 sefialade, no deberia ser atribuido a la expropiacion ni isciplina, sino més bien a un proceso social de contenido econdmico enyos efectos necivos alean- gan a todos los habitantes del pais. Que de lo expuesto resulta que la sentencia reeurrida debe ser confirmada en lo principal que decide; asi como en lo refe- rente a las costs, de acuerdo con el art. 28 de Ia ley 13.264 y a las regulaciones de honararios que conticne, en atencién al monto simta e inmportancia de Ins trabajos practicados, En cuanto ‘ostas de esta instaneia, corresponde se paguen en el orden eausado on mérito de la naturaleza de la cuestién debntida. Por ello, ¥ habiendo dictaminade el Sr. Procurador General, se cont la sentencia de fs. 539. Costas de esta instaneia por su orden, Aurrevo Oncaz (en disidencia parcial) — Beszamix Vintecss Basavn- paso — Ansrérvio D. Anioz pe Lamapeip — Leis Mania Borrr Bocaero (seqiix sa voto) — Jute OvHAN ARTE. VOTO DEL SESOR MESISTRO DOCTOR DON LUIs Mania BOFFT BOGGERO Considerando : Que p pando del voto de Ja mayoria, debe expresar su divergencia sdlo con algunos fundamentos contenidos en él y ampliar los que acepta eomo sustentacién del mismo. DE JUBTICIA DE LA NACION 85 Que para fijar posieién contraria a los agravios del expro- pindo sobre el eémputo de Ia desvalorizacion monetaria, no e8 necesnrio decidir si ¢l institato de la expropiacién es uno perte- netiente con exclusividad al Derecho Publico, porque —y habida cuenta de la relatividad de esos conceptos—, aun sosteniéndose que In expropiacion contiene preceptos de Derecho Piublico y de Derecho Privado (parte del ordenamiento juridico, éste, donde el interés publico, también, predomina sobre el individual, como se ve a través de numerosas normas: arts. 14, 19, 21, 45, 45, 52, 502, ABO, 531, S44, 872, 953, 1047, 3608, 3609, etc., del Cédigo Civil), se puede concluir negando Ja alegada incidencia de la desvalorizacién monetaria en el monto de la indemnizacién. Por tanto, es posible suscribir un fallo que, contra esa exacta doctri- na, entienda que el institute expropiatorio es normado exclusi- vamente por el Dereeho Piblico, si las eonclusiones no difieren de las que parten del otro punto de vista. Que In Constitueién Nacional establece la necesidad de previa indemnizacién para que un bien particular pueda ser expropiado, eon Io que se aparta literalmente de soluciones contenidas en Constitneiones anteriores del pats y de In de los Estados Unidos, ienda V*? (ver voto de la mayoria), y difiere de otras normas nacionales o extranjeras (ver art. 2511 del Cédigo Civil, que menciona ‘‘justa indemnizacién’’; y, entre los extranjeros, art, 834 del Codigo Civil Italiano, que alude, también, a ‘‘justa indemnizacién’’, para citar un Codigo moderne), mas eoincidien- do con otras modernas: la Constitucién de Italia {v, arts. 42 ¥ 48), cl Cédigo Civil de Venezuela (art. 547), ete. Las pautas de e demnizacion, que deben encuadrarse en las constitucionales (arts. 16, 17 y afines), son fijadas por el Poder Legislativo en uso de facultades que determina la misma Constitueién (art. 17). Que In ley 13.264, no enestionada en autos, establece los limites de la indemnizacién en ‘‘el valor ebjetive del bien y los daiios y perjuicios que sean una conseeuencin directa e inme- diata de la expropiacién", excluyendo del cémpute Jas ‘‘cirenns- taneins de earacter personal”, ‘‘valores afectivos’’, “panancias hipotéticas”’, “‘luero cesante’’, ‘‘valor panorimico” o ‘‘valor”’ derivado de hechos de ‘earicter historico”’ (v. art. 11 eitado). Ex decir que, luego de haber establecido la limitacién a las conse- cuencins directas ¢ inmediatas, exeluye expresamente algunas y, entre ellas, aun ciertas consecuencias que son directas ¢ inme- diatas, Quo In expropiacién es un acto licito desde que el poder expropiador ejerce el derecho constitucional correspondiente, de modo que la indemnizacién constituye una de las excepciones al (08 NE LA CORTE SUPREMA a para generarla, El par- ‘apiedad puede cesar cnando la r razones de utilidad pub (art. 17). iin del momento expropi ose debe res nna eleceién arbitraria, sino a imperatives de interés loz entles puede comprenderse lo alusive a la deva- on monetaria u otres fendmenos afines; y debe tenerse en que cn autos no se ha discutide la logitimidad de la exy Len si nide la portunidad en que se produjo la oenpne! del bien. De tal modo, las normas de los actos ilicitos —Ilamando, i, con latitad, a toda condueta dise forme con lo ordenado o titida por el ordenamiento o— no pueden siempre airse por analogia a un aeto licito como es la expropiacién, » noes posible equiparar como regla a qnienes se con- indo facultades legales —aunqne ellas permitieran fijar nfo del acto— ¥y a quienes lo hacen mediante una trans. normativa. Asimismo, en uno de esos casos, el de ineam- neipio que e: ticular sabe que su derecho de 7 ley Io disponga dinero, la reparael se limita al pago intereses, y en las hipstesi extremas, slo se admite la indemnizacién de otros a forma enando existid dolo en el ee ¥ su nota; asimismo, ver nota Cod. eitado, donde el codifieador se pronwocia sobre jacién lewislativa de la inecidencia de las alteraciones mone- sen las ob jones del deuder y la les que le Il doctrina to particular y cuestiones conexas, ver, entre Banas La Tearia Generale delle 217 y sigtes.; F. Messrxro, Dere: neral de Mazeavo TE extranje numerasos Obligaxione, Milano 14 cho Civil Comercial, pigs. lus Obligacianes, México, 19. I, pig. 6 T tT Thiéarique et Practique de la Respousabilité ed elle ef Col tractuelte, Paris, 2231/2, ete.). (Que la doe! ble a la fijacién del valor en el mo- ito de la sent era de To ser lo que corresponde, ti poco contemp nie las efeetos de la desvalorizacion ma ia, pues ese momento no ea el de la efeetiva per- ce sun Or quien, no al xpro sails es el te ular on del criterio sustentado por el recurrente havin justo establecer, a su turno, ¢] derecho del Poder publieo cuando la moneda nereeiern su valor, es decir, el derecho de reposis DE JUSTICIA DE LA NACIOX aT por el] cual podrin repetir In diferencia entre lo depositado y la suma fijada j almente, lo que no se halla autorizado por la ley de la materia. ‘omo conscenencia, la solu mm mas acorde con el orde- nto juridieo consiste en fijar un capitulo de intereses recla- mados por el tiempo que el acreedor no pudo hacer uso de sa capital monetario. En conseenencia de jlo, las razones acordes dadas en_el voto de la mayoria y, lubiendo dictaminado el + Procurador General, se confirma la sentencia de fs. 539, eon imposiciéu do costas por su orden en esta instancia, Luis Mania Borrt Boaseno. DIsIDE, TA PARCIAL DEL DOCTOR DOS ALFREDO ORG PRESIDESTE EA Considerando: Que, conformercon el voto de la mayori sobre que decide, debe expresar su divergencia con ese voto en enante no hace lugar al agravie del propi {aria consistente en que la sentencia apelada reehaza su protensién de que se incluya nna partida para eompensar la dosvalorizacion de la moneda y para qne piieda adquirir otro bien anilogo. Que para un adecnado examen de esta cuest sable apartar de eomienzo nna falsa analogia ¥ ¢ tos sélo aparentes que, tanto en la doetrina vy en In ju tin nacionales como en algunas extranjeras, han perturbado Ta claridad y correccién del enfoque. La alndida falsa analogia fué neogida en algunos pronon- eiamientos de esta Corte (Fallos: 208 164 y otros posteriores) ) de la expropiacién al de una compraventa i otra diferencia, por otra parte no esen- aquélla una venta forzosn en tanto que esta . Tal asimilacién tiene algtin apoyo en el art. 1324, ine, 1°, del Céd. Ci Razonando de este modo, 5¢ diee que el fenémeno de Ta desyalorizacién de la moneda no debe tener on este eampo de la expropiacién una eonsideraciém distin- ta a la que recibe en las transaceiones privadas, donde el precio no se renjusta por esta causa con posterioridad a su determi- nacién por los interesados; y que Ja demora en reeibir el pago por ol expropiado no le puede dar a éste un derecho diferente al que Je da Ja ‘mora’ a cualquier acreedor de sumas de dinero, esto es, a recibir intereses, conforme al art, 622 del Cédigo citado. en los demis puntos a8 FALLOS DE LA CORTE SUPREMA Aun razonando momentineamente dentro de esa analogia, ea facil objetar a estas conclusiones que en materia de expropia- cién es la ley misma Ia que exige que la indemmizacion sea “

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