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Política Comercial
09 de Enero de 2023
INTRODUCCIÓN
Todos hemos escuchado muchas veces las problemáticas a las que se enfrentan los diferentes
países, en cuanto a pobreza, desempleo, falta de salud y educación. Por eso, en este trabajo
quisimos dar a conocer las condiciones que aquejan a Venezuela, un país que al igual que los
demás de latinoaméricanos desafortunadamente se han visto afectados por la corrupción, la
falta de inversión, el mal manejo de su propia economía, el desempleo, afectaciones
socioeconómicas, un duro gobierno bajo el mal mandato y otras crisis que se han enfrentado a
través de los años.
Se ha elegido este país, iniciando con una impresionante cifra de 2,3 millones de venezolanos
que han abandonado su país en los últimos 3 años, según informes de la ONU la cifra
equivale al 7 % de la población. ¿La causa? La inestabilidad política, la hiperinflación, el
desempleo y la crisis económica han obligado a muchos de ellos a buscar refugio en los
países vecinos. Por este efecto se pronostica que Venezuela será el país con mayor desempleo
en el mundo desde el año 2020, señalamiento emitido por el Fondo Monetario Internacional
(FMI).
Venezuela es conocida por poseer una de las reservas de petróleo más grandes del mundo,
pero al ser casi su única exportación, la caída en la producción del líquido está golpeando
fuertemente la economía del país y los venezolanos han visto cómo en los últimos meses
escasean los productos alimenticios más básicos, alimentos como la carne de res o el pollo se
han convertido en productos de lujo.
Es el turno para la hiperinflación mostrando una descontrolada apreciación del dólar como
moneda de pago en Venezuela, con el paso de los días las remesas enviadas son insuficientes.
«En enero de 2019, 100 dólares era una cantidad de dinero suficiente en Venezuela para los
gastos de un mes. Hoy, 100 dólares apenas duran de cinco o seis días», mientras la situación
no mejore en el país suramericano, los venezolanos deberán seguir enfrentando una economía
improvisada donde solo los que tienen acceso a divisas logran sobrevivir, y quienes no, viven
en la miseria, pues con el paso de los días los precios de los alimentos aumentan en dólares y
en bolívares, disminuyendo no solamente la capacidad de compra, sino el poder adquisitivo
de los ciudadanos. La devaluación del bolívar ha llevado a que en Venezuela hoy circulen
más dólares que moneda nacional.
Por otro lado, es necesario empezar a controlar el lavado de activos y dinero que se realiza en
Venezuela, para esto es necesario que los países cercanos a este junto a Estados Unidos
apliquen sus normas y medidas estrictas que sirvan para controlar en mayor medida el dinero
proveniente de actos ilegales que llega a otros países proveniente de Venezuela, de este modo
los países socios de este se verán obligados a cerrar sus acuerdos y negociaciones, lo que
finalmente hará desequilibrar y disminuir los ingresos del régimen actual, el cual se financia
mayormente por el lavado de dinero.
Una solución sostenible a la crisis en venezuela solo se logra con procesos políticos únicos
que lleve al país a elecciones presidenciales libres y justas, donde también pueda reinventarse
y sacar ese mito de la antigua abundancia ya que muchas personas se acostumbraron a las
regalías del petróleo, y Venezuela puede llegar a más que solo eso, ya que pueden sacar
provecho al agro, al turismo, la ganadería y lograr que la inversión extranjera entre de nuevo
ya que es un país estratégico en la región. Las soluciones para recuperar una economía muy
golpeada depende de los entes gubernamentales, ya que los intereses entre partidos políticos y
sociales están por encima de lo que realmente necesita el país. Uno de los aspectos sociales a
trabajar, sería cambiarle la mentalidad a las personas, levantar el ánimo de crecer de nuevo y
volver a empezar; desafortunadamente las personas piensan que la solución a los problemas
económicos es sosteniendo un gobierno y unas prácticas que cada día entierran un país rico
pero a la vez pobre.
CONCLUSIONES
En el caso de Venezuela está inmersa en una crisis económica, social y política sin
precedentes por políticas públicas que han producido mayor pobreza, violencia y fricciones
entre distintos grupos de la sociedad. La historia demuestra que las ideologías colectivistas
implementadas en sociedades humanas requieren necesariamente de regímenes autoritarios o
totalitarios para llevarlas a la práctica. En cambio, un sistema político, económico y social
fundamentado en los derechos a la vida, la libertad y las propiedades individuales, son
favorables a que cada quien alcance sus sueños con alta calidad de vida.
Un orden institucional que no protege los derechos de propiedad, ejercicio del poder
altamente discrecional y que otorga privilegios de unos sobre otros con altos grados de
corrupción es la verdadera explotación del hombre por el hombre. La tozudez del régimen
chavista bajo la sombrilla de ideologías colectivistas, el dinero que maneja y la centralización
del poder político y económico no son buenos augurios para una Venezuela libre en el corto
plazo. La posibilidad de una hiperinflación no está fuera del panorama en los próximos años,
dados los altos déficit fiscales financiados por el BCV, las restricciones cambiarias y los
controles de precios. Esto sucedería siempre que no haya un cambio radical en las políticas
públicas para promover la economía de mercado. Parecería que la radicalización del grupo en
el poder seguirá profundizando. Actualmente, se destacan militares activos y retirados
ocupando los principales cargos públicos y gran parte de la cúpula de las fuerzas armadas se
ha politizado, combinándolos esto con la influencia del régimen cubano. Todo ello bajo una
corriente ideológica denominada “Socialismo del Siglo XXI” que no es más que un disfraz
para regímenes autoritarios. La obstinación de un grupo por aferrarse al poder mediante el
uso o amenaza del uso de la fuerza no es sostenible en el tiempo. Hoy existe sed de libertad
en Venezuela. La historia demuestra que un orden institucional que garantiza los derechos de
las personas crea el ambiente para la colaboración pacífica e intercambio voluntario entre los
miembros de una sociedad. Es precisamente esa colaboración e intercambio que va creando el
tejido social. Lo que requiere Venezuela es una democracia liberal con una fuerte economía
de mercado, donde las personas puedan alcanzar sus propios sueños colaborando con el
prójimo, siempre buscando mejor calidad de vida. Este es el reto de la actual generación en
Venezuela.
Desde el año 1999 la CIDH (Comisión Interamericana de Derechos Humanos) se ha
pronunciado a través de distintos mecanismos sobre la situación del Estado de Derecho en
Venezuela. En efecto, la Comisión ha utilizado los diversos mecanismos contemplados en la
Convención Americana para la protección de los derechos humanos y en cumplimiento de su
mandato de estimular la conciencia de los pueblos de las Américas, ha alertado a la
comunidad internacional sobre un progresivo agravamiento de la situación de los derechos
humanos en Venezuela.