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n de los érdenes. Lo dicho nos autorizg i idea de orde gica dela idea tes postulados fundamentales para ¢| a formular los siguient tedrico del Estado: 1, Elorden de Ja naturaleza humana -ordo naturae- que se expresa como la forma (el alma) y la materia humana (e] cuerpo) vive en una fensién permanente, que se constata en la tensi6n que tiene lugar entre las potencias y su debi- da actualizacién. Luego, a la luz de lo dicho, el hombre -con sus dos tridimensiones- es una esencia que fluye en busca de las perfecciones que in-hieren su entera humanidad, ese fluir de la naturaleza humana se plasma en el orden de la temporalidad, como historicidad y fundamentalmente como orden politico. Por eso, la TE presupone el conoci- miento de la Historia del orden politico. . La Ley Natural, que la inteligencia discierne, es el primer marco referencial que permite perfeccionar la orientacién de ese fluir, constituyendo a partir de alli, la estructura del orden politico. . La Politicidad en cambio, es el segundo marco referencial en el que se cumple la perfeccién temporal de la persona humana. No basta constituir un orden politico determi- nado, pues su prueba decisiva esta dada por la capacidad de posibilitar una vida politica auténticamente perfectiva de la persona humana. . En virtud pues de las exigencias del Orden de la Creaci6n, la Politica, a no en su estructura originaria, ni en su desarrollo, sino en su dimensién finalista, debera alcanzar su mis alta finalidad que es el Bien Comin Politico, como apertura hacia pe Vale decir, la auténtica Gewpia del Estado ppliega en la dindmica del Principio de Trascendencia. s a 2 114 7. Por ultimo, la Politica como Filosofia Practica y como Teoria del Estado, ofrece al hombre no tan solo un saber de orientacién, sino la concreta perfeccién del alma (A ccién del Kindi)”. ; H. ACERGA DE COMo Es POSIBLE EL ACTO PSICOL6GICO DEL ConocIMIENTO QUE LE CORRESPONDE A LA TEORiA DEL Estapo La breve reconstruccién del acto espiritual del conoci- miento debera servir aqu{ como marco de referencia cuan- do, mas adelante, tratemos acerca del modelo cognitivo dela Inteligencia Artificial. ;Cudles son pues las dimensiones de Ja realidad hacia la que toda Theoria se orienta? Y ;c6mo es posible el Acto psicolégico del Conocimiento? EI problema de la realidad, es decir, la cuestion de si podemos conocer, y en qué manera, un mundo real que existe independientemente de nosotros, contiene los dos conceptos de conocimiento y de realidad, Me ocuparé pues de bosquejar tan solo el acto psicolégico del conocimiento. Doy por sentado que la rea- lidad se concibe en términos de esencia y de existencia, de potencia y de acto, Ahora bien, el dato dela experiencia més elemental nos indica que toda nuestra actividad intelectiva, ‘como asombro ante lo real, comienza a partir de la suges- tién que sobre nosotros ejerce el mundo exterior. Existen as cosas a nuestro alrededor. ;Por qué existen las cosas y no més bien la nada? (M. Heidegger) Los objetos correlativos de la Theoria se incardinan de modo general, en el mundo Cf. ALBERTUS MAGNUS, Super ethica, ed. Colon, T. XIV, pars Il, ed Aschendorff, Minster, 1987, p. 391-4. MMESSER A, Elrealismo crlco tra. al castellano de Vela, Madrid, 1927.9 sxterior, en el tiempo y en el espacio, se emplaza concretamente el (Estado. EL mend ea co realista nos aconsejaria dirigir nuestra chat in hacia las partes més simples de a realidad, pero jams imaginarla, Se frata en este caso, no de una mirada superficial, sino profun- damente filoséfica y por ello fundamental. Dirigimos nues. traatencién hacia el mundo exterior atraidos, ante todo, por su presencia. Los sentidos exteriores, nuestros cinco senti- dos, reciben aquellas sugestiones a fin de reconstruir en la intimidad de nuestra estructura psiquica algo asi como una imagen desmaterializada de ese objeto exterior. Esa imagen se denomina fantasma, De ese modo sutil, ingresamos en la esfera de los lamados sentidos interiores (-Sentido Co- miin-Memoria-Fantasia-Estimativa) cuya actividad sigue a la de los sentidos exteriores. Posteriormente, nuestra inteli- gencia en su funcién agente, capta la esencia del objeto exte- rior con la misma precision y exactitud con que los sentidos exteriores captaron antes los matices de la materialidad de Jos objetos exteriores. Finalmente, el intelecto agente sella la esencia al modo de una cierta adquisicién permanente en el intelecto en su funcién pasiva. Asi pues, luego del acto del conocimiento de un objeto singular, éste vive en nosotros, no como objeto singular, sino como verbo mental, Digamoslo de otro modo, a partir de la captacién definitiva de las esen- cias, los objetos exteriores ya no viven solo como realidad circundante, sino que viven en nosotros, pero de modo espi- ritual, 3Cuéntos de nosotros Poseemos en verdad la existen- ia espiritual de la Nacién en qué hemos nacido, por cual vivimos y en ella, el Estado real concreto? Cudntos de entre Nee Conocemos apenas muy superficialmente la propi@ es a ¥ @ pesar de esa superficialidad, tom que comprometen a la Nacién y a las futt exterior. En el mundo 116 ras generaciones? El acto del conocimiento puede definirse pues, como una cierta unidad espiritual entre la esencia del objeto conocido y el intelecto del cognoscente. Los siete postu- lados fundamentales de la Theoria del Estado especifican e] qué y el cémo de ese tipo de adquisicin del objeto Estado, Por ello, unidos a estas determinaciones, constituyen el tie terio de legitimidad, no solo de la Theoria del Estado, sino del obrar politico estatal que es su objeto propio. Elacto espiritual del El acto espiritual del conoci- conocimiento se define como: | miento de la Theoria del Es- tado se define como: La unidad espiritual entre El conocimiento de la esen- nuestro intelecto cia del Estado, especificada yllas esencias mediante los siete postulados fandamentales. Una vez que hemos reconstruido brevemente el acto es- piritual del conocimiento desde el punto de vista del realis- mo, debemos formular algunas distinciones que seran iitiles a fin de comprender el nuevo horizonte conceptual de que se vale la CRI. En principio; podemos comprender el acto del conocimiento como unién espiritual entre la inteligencia del cognoscente y la esencia de los objetos de conocimien- to, o bien podemos entenderlo como unidad solo material entre el sujeto cognoscente y los objetos de conocimiento. La unidad espiritual no tiene lugar en esta segunda com- Prensién pues, el acto del conocimiento tiene lugar tan slo mediante el contacto de los sentidos exteriores con la mate- rialidad de las cosas, Ese modo de conocer jams tran-scien- 17 - as, pues no cree en las mismas, He Jas esenci deen busca de p i =e aqui la herencia kantiana en esta concepcién materialist de la que luego se hard ieee re No hay una esencia de Ja manzana, ; Bencia en i d de de-velarla. Es el caso del tipo de conocimiento, en Ja CRI bajo el nombre de Revolucién del Co. aan En este ejemplo, se observa que a unidad de] acto del conocer se da s6lo entre los sensores instalados en Jas cosas -1AC, inteligencia artificial en las cosas- y nuestros dispositivos implantados en el cuerpo y/o en nuestros deno- minados eco-sistemas personales (IA). El acto de conocimiento definido como unidad espiri- tual es propio del realismo filoséfico, diria mejor, metafisi co que parte del sustrato ontoldgico de las esencias y dela concreta posibilidad de conocerlas. En cambio, aquella otra unidad tan solo material de la que he hablado, es caracteris- tica del Nominalismo, opuesto al Realismo. sQué significa Nominalismo? Es aquella actitud que niega las esencias y que consecuentemente, cree que la entidad ontoldgica de los objetos de conocimiento, ciertamente no radica en las esencias, sino que depende del Nombre que el sujeto que la conoce les imponga. Una manzana no es una manzana por- que posee Ja esencia de una manzana, sino en virtud de que nosotros decidimos denominarla manzana. De este modo, el Nominalismo vino a convertirse en predecesor del coms- tructivismo derivado de Kant. El Nominalismo es sin duda, un a priorismo, El acto del conocimiento depende rigurost- mente de la decisién del sujeto cognoscente, pero no de la nee objetiva, El sujeto que conoce, al no poder de-velat aca a ies pei cree en su presencia (Marx y ait a es * © admite la incapacidad del intelecto human iptarlas (Kant) construye Ja entidad ontoldgica de las 118 cosas. Las construye, por ejempl Jas Ilamadas categorias a ibe daa pa aqui, de cierto molde a priori de lo real que se page bre los objetos reales precisamente para cca at Es po y en el espacio. Por este motivo, se ha dicho aaa ie que el constructivismo, el de Kant, el de Marx y de Lenin ’ el de la CRI, desplazan a Dios Creador y lo sustituyen a4 la actividad creadora del intelecto humano. Podria deine a modo de conclusidn, que la historia de las desventuras de la Teoria del Estado y de la Ciencia Politica es una con las derivaciones nominalistas y constructivistas sobre cuya base fueron elaboradas las Teorfas del Estado posteriores a Tomés de Aquino. I, CUAL ES ENTONCES EL OBJETO PROPIO DE ESE TIPO DE CONOCIMIENTO QUE LLAMAMos THEORIA DEL EsTaDo? Pero, nos formulamos una iltima pregunta de especial re- levancia jexiste una esencia propia del Estado? De la res- puesta a esta pregunta dependers la suerte de la Teoria del Estado que podamos concebir en términos del realismo gnoseolégico o del constructivismo. En rigor, las esencias son propias de las sustancias. Una sustancia, por caso, la persona humana de la que ya hemos hablado, posee una ‘forma sustancial, una esencia, que es su alma, fundamen- talmente su alma intelectiva. En cambio, toda vez que afir- mamos que el objeto de la Theoria del Estado es conocer la esencia del Estado y su realizacién concreta en el aqui yy) en el ahora, hablamos de esencia, pero en un sentido metaférico. Qué cosa es una analogia metaforica? ‘Veamos un ejemplo 19 a San Agustin de Hipond, en virtud dela altura espiritual de su pensamiento se lo tee > Agui- Ia de Hipona. No porque fuera pretence oe a ap sino porque se elevaba en vuelo como las dguilas. El Estado ola Nacién no son sustancias, sino todos virtuales perfectivos tal como los mismos fueron examinados en el capitulo III. Su esencia es el orden originario constitutivo. Solo en esa medi- da restringida hablamos de la esencia de la Nacién y/o del Estado, Asi mismo, cuando decimos... el alma de la Nacién, Jo hacemos para referirnos al orden originario dela Nacién, por analogia metaférica con el alma humana. Conocer una persona, una Nacién o un Estado significa, en la medida en que ello es posible, conocer su alma, por ejemplo, el alma de nuestros amigos 0 el alma de nuestra Pa- tria como Nacién o Estado. La amistad politica es un modo de relacién sublimada que podria definirse como la unidad espiritual con nuestros préjimos. Hacemos de nuestros ami- gos algo tan nuestro que somos aun capaces de dar nuestra vida por la de ellos. Por esa razén, el grado més elevado de la amistad politica es la que ejercen las Fuerzas Armadas de una Nacién cuando ofrendan sus miembros la vida personal por el alma dela Nacién y por el alma de sus integrantes. Asi se hizo concretamente esta Patria en la que hemos nacido. Sus gauchos, esa combinacién armoniosa entre el espaiiol y el nativo, fueron sus primeros soldados, __Hsuelo argentino y sus paisajes, su cultura, su culto y su aa lmejor testimonio de esa ofrenda superativay i ne spiritual dela Patria, La Patria, ese modo espiritual mane of lugar de nacimiento, esa expresion subli- ae _ Politico Como es el Estado, es la unidad a ae Ja unidad espiritual de sus miembros. ‘a y/o una Nacién vigorosa alli donde en 4 tan solo. Decimos que, base eens la verdadera amistad politica. En cambio, no hay Patria alli donde prevalece la discordia entre sus habi- tantes. Pero la amistad politica que es el micleo de la Patria, de la Nacién y del Estado, es a su vez una cierta unidad espiritual en el orden. Asi las cosas, parece que la esencia de la Patria, de la Nacién y del Estado, es una y la misma, a saber, su or- den constitutivo. Por ello, el objeto de la Theoria del Estado realista es conocer, es hacernos uno, en el sentido de unidad espiritual, con el orden constitutivo del Estado. Obsérvese que no hago alusién a un orden coyuntural, producto a su vez, de un determinado momento histérico-politico, sino al orden por excelencia. Aludo al orden originario de la Patria, que es ese momento arquetipico en el que se unen en el tiem- po yen el espacio la Voluntad Creadora de Dios con el ser y el modo peculiar de ser de quienes fuimos incardinados por Dios mismo -en el nacimiento a la vida- en un determinado lugar como es, por ejemplo, la Argentina. En verdad, damos nuestra vida por la Patria, no por un grupo determinado de sus miembros. No lo hacemos motivados por un proyecto politico determinado, sino por esa totalidad espiritual legiti- madora que nos permite saber con cierta precisién, quiénes de entre nosotros somos en verdad los continuadores y los hacedores de ese proyecto concreto en el tiempo yen el espa- cio que lamamos Patria, La Patria Argentina, como totalidad legitimadora de nuestro obrar y del obrar de las futuras gene raciones, es el lugar en el que viven sus hombres, animados como emplazados entre el por los recuerdos mas queridos, empla } tiempo histérico y la Eternidad. No nos identificamos con el desarraigo del Globalismo, sino por el contrario, con el mas firme arraigo a nuestra propia esencia. El nombre de la esencia de esa Nacion, dida legitimadora de su moralidad y de su p es decir la me- oliticidad, esta — ustantivo abstracto Argentinidad, Lo Sean absoluto, alejado de todo Jo ha sido traido a su nivel mas elevado de de lo mas intimo inteligible de la realidad es esa relacién de lo abstracto con Jo prefigurs abs-tracto real, sino lo que espiritualidad dest concreta. Tan intima : oe \ real que la ‘Argentinidad es incomprensib) le sin su gente, ant el gaucho, sin sus costumbres, sin su suelo, sus paisajes y sus climas. Ni sus leyes seran verdaderamente tales, toda vez que esos preceptos pretendidamente normativos no estén animados por el nticleo vivificante y axiol6gico que es la Ar- gentinidad. El hombre politico, el legislador, el constitucio- nalista, de algtin modo esta obligado, ante todo, a conocer qué cosa es la Argentinidad, por via de una Theoria realista del Estado y de la Nacién. En verdad, solo bajo esa condi- cién, poseyendo ese tipo de conocimiento espiritualmente unitivo, podemos dar la vida por la Patria, no por un grupo determinado de sus miembros. No por un proyecto politico determinado, sino por esa totalidad espiritual legitimadora. 1a Patria Argentina como totalidad legitimadora de nuestro obrar y del obrar de las generaciones futuras, es el lugar en el que viven sus hombres como emplazados entre el tiempo historico y la eternidad. El conocimiento del orden originario y constitutivo, del orden arquetipico que nos ofrece la TE, no es apenas orien na ae obrar politico, sino que nos ofrece el criterio de Re ane a aa comportamiento moral y politico. A ello - eure cuando decimos que la Nacién, es el lugar sales peopréfc un) mismo suelo, criados en los mismos Liss tradicones. ma Y espiritualmente arraigados a las ee a ae ‘ ello da por resultado un tipo de ow . este primer cay ee eee ieee mo semantico pertenece la gauchada. SUMnIcLcenslinge VERIO ee fia ral del SSnipGhamees RSS ER : iento. Eso es posterior y no origi- nario. A esta Ge palabra corresponde la vida honesta. Los argentinos decimos que lo propio de la Argentinidad, no el distanciamiento social, ni tampoco el frio y cruel aislamien- to social que pretendié imponernos el Globalismo salvaje y destructivo, sino la Gauchada siempre dispuesta a obrar el bien. La Gauchada es la actitud desinteresada del gaucho que prescinde de lo que es propio en favor de la carencia de su connacional. La Gauchada es un modo sublimado, tipi- camente argentino, de la amistad politica. Asi gaucho fue el Sargento Cabral, un militar argentino, que dio su vida por la de su jefe el General San Martin. As{, gauchos fueron los muertos en el lejano suelo de las Islas Malvinas que ofren- daron sus vidas por ese pedazo de Patria que el imperialis- mo masénico, el mismo del Globalismo, tomé para si como cosa propia. Si por un error metafisico inexcusable, identificasemos la esencia del Estado, no con ese orden constitutivo originario, no con esa sintesis espiritual superior enraizada en el suelo patrio concreto, sino con un todo sustantivo como por caso, es la esencia de una determinada persona, la de un estadis- ta, la de un gobernante-el Leviathan o el Super Hombre, de una clase social, 0 aun tan solo con su Constitucién Juridica, © bien, si en virtud de esa misma desorientacién ontoldgica identificéramos la Patria, no como la arménica unidad espiri- tual de sus miembros, sino con su amorfa fusién en un todo, por lo demas anonadante, como lo son Jos Partidos Politicos, 0 con el pueblo a secas, o con él Estado Mundial, entonces abririamos los cauces peligrosos del Totalitarismo. Véase sino, lo que ocurrid toda vez que se identificé a la Patria con una 123 raza, con el nombre de mI gobernante, oe una mie Social, como fue el caso de Marxismo. O bien, lo que puede ocurrir toda ver que el Globalismo ateo logre borrar de nuestro hor zonte todo enraizamiento tempo-espacial con las Patrias ylos pagos, a las que estamos vitalmente adscriptos. Como Jo ve- remos especialmente en el caso de la Filosofia Politica de Karl Popper, el Globalism presupone el des-enraizamiento delas patrias. Ya lo he dicho en otros lugares. El centro unitivo del Globalismo no es el suelo patrio, sino su negacién en favor de una cierta unidad superior inmanente que es la mera activi- dad de la raz6n humana, La ratio tecnolégica, aquella que es una con la nube, es pues el polo de fusién y de anonadamiento dela persona humana y de todas las patrias. Por ello, la Theoria del Estado no busca s6lo Ja unidad afectiva, ni la meramente material, digamos coyuntural, con esas formas inmanentes que acabo de resefiar, sino el orden constitutivo originario que es en definitiva la causa legitimadora del devenir histérico del Estado. Por ello, la mirada del Teérico del Estado no es inmanente, sino abier- ta a la Trascendencia, La apertura hacia la Trascendencia no és un mero postulado, ni apenas una actitud espiritual Subjetiva, sino que se traduce en el correcto discernimiento ¥ adaptaci6n al tiempo y al espacio de esa unidad superior estructuradora de todo orden Politico que es la Ley Natural y en definitiva el Orden natural. Asi entonces, el tedrico del Estado podré abrir ante si la dimension espiritual as- oa Ge orden politico que vincula su objeto de 2° eas a fen luna sintesis atin més elevada que es Buy mejor orden Hee en al horizonte a fin de cisco cee Politico posible dentro de las circunstancs “sa fin de prolongar ese impulso originario 4° fluye en el tiempo desde la Eternidad. 124 El Estado que el tedrico busca conocer, conociendo su orden originario constitutivo, es un cierto tipo de orden, el orden politico, que fluye desde la Trascendencia, con impe- tu vivificante, transformador y unitivo, en el tiempo histérico y dentro de determinadas coordenadas geograficas. Por ello, el Globalismo en sus etapas Ppreparatorias, intenté con éxito la fusin de razas, sin otro referente que el interés econémico personal. Es curioso observar de qué modo nuestras patrias fueron literalmente ocupadas por la raza asiatica que hoy; en nuestra actual coyuntura histérica, la hora del Globalismo, lle- va la vanguardia tecnoldgica hacia el Nuevo Orden Mundial. Esa ocupacién étnica actiia en nuestras patrias como un cuer- po extrafio, como un verdadero céncer, que ha crecido desme- suradamente en perjuicio de nuestro propio orden originario constitutivo. Los asiaticos no se han argentinizado conservan- do sus esencias, sino que los argentinos hemos renunciado a la Argentidad para chinificarnos en muchos casos. Asi, a dife- rencia de las inmigraciones de pos-guerra, estas ocupaciones contempordneas no traen la cultura originaria de la Argenti nidad, Ja cultura fundada en el mismo culto y aun enriqueci- do por una historia que nuestra joven nacién no posee, sino su negacién, desde que importan una cultura fundada en las idolatrias primitivas. No nos equivocamos al postular que las corrientes migratorias ajenas a nuestro ethos -#80¢- crecen y fluyen por las venas de nuestra Patria, no como un impetu vivificante, sino, reitero, como un cancer. Observamos con claridad la utilidad de una TE realista. Asi pues, como la inteligencia se perfecciona cuando se une espiritualmente con la esencia de los objetos conocidos, asi mismo, el politico se perfecciona, plenifica su vocacién, toda ver que se hace una sola existencia espiritual y aun vital con la esencia originaria de su Patria, que es asi como el titero 125 espiritual del Estado. Ast pues, el totalitarismo marisa, e rmaterialismo que une al marxismo con el liberalismo,no son més que auténticas negaciones del Patria y del Estado, desde que anonadan en la inmanencia-hoy en la ratio tecnol6gica de la CRI- lo que de suyo es Trascendencia, lo que es en ver- dad espiritu encarnado en el tiempo y en el espacio geogré- fico, Hasta aqui nos ha conducido la sustitucién del nombre Gewpia-Theorfa, por el de Teoria. CERCA DEL CONOCIMIENTO PROPIO DELA TEORIA DEL EsTaDo La Teoria del Esta-|Asi pues, ello implica|-Los siete postula- do conoce la esen-|conocer esa incardi-|dos fundamentales. cia del Estado en su |nacién mediante el|-El alma del Ser ar- incardinacién espa-|conocimiento de: _|gentino. cio-temporal. ~Su asiento geogré- fico. -Su religién y su ‘cultura. -El orden constitu- tivo originario de la Patria, vale decir, ese lugar de la His- toria en el que se unen Ja Trasceden- cia con la Inmanen- cia para constituit Ja Argentinidad. 126 CUESTIONES ORIENTADORAS PARA EL ESTUDIO, REFLEXION Y DISCUSION 1, Qué es Theoria del Estado? 2, sCual es el lugar de la Theoria del Estado en el cuadro general de los saberes filosdficos? 3. 3Por qué decimos que la TE es de cardcter bi-dimensio- nal? 4. sCual es la diferencia entre Ciencia Politica y Theorfa del Estado? 5. Mencione los siete postulados orientadores y legitimado- res de toda TE. 6. ;Cudl es la etimologia correcta de la palabra Theo- ria-Oewpla? 7. ¢Qué niveles de conocimiento podemos distinguir? 8. ;Cudlles la diferencia entre la Theorfa del Estado pre-mo- derna y la Teoria del Estado moderna? 9. ;Observa Ud. Alguna diferencia relevante entre construir y/o constituir un orden politico determinado? 127

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