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— PxgyéCio ‘La sombre es todo fe que heros arojad al nconselente por ‘mara ser rechazados po las personas que desempeiaron un papel determinante on nuesra educanine, cee el aur. {.Quién noha rechazado nunce acttudes ospontineas con olin 4e asegurarse la aprobacion de cu prbjno? Todos poseemos. {280 lado oculo de nuesra personakided llamado ssombray. ‘Sino tomamos concioneia de ¥ nos crea toda clase do cfulades ce orden pelectgico y Social. La sombea ignrada puede causar estados dopresivos ' antpatas cbsesivas. poral contaro, lest lado rechazado Yy mal amado do nosotros mismos os recanoeido @ niegrad, favorocord al equllirio pelooigico y eepiitual de nuscra personalidad. £1 conocimentey la reconcslaién con nuestra ‘sombra consiiuyen pues, las condicones.n ecosarias para la reazacion y'laautoestima y, por coneiguionte, paral ‘marianimiento de relacionos humanas sanas. FReconcilase con ia propia sombxa nos propone descubrr © Integrar esto oscar toseo interor para que logue a sor una, ‘uorza creadora en nosotros y una alads. Para bo, ol autor ha recurido a numorosas iusvacones, hisloras y ejericoe raceos. Sacerdole y doctor on psicologia, Jean MoNBouRQUETTE 28. ‘dems icanciago onteologla, «masiar= an fleeoiay educacion ¥ profesor en a Insiulo de {Cémo porconar? Pordonar para ‘sana. Sanar para perdonar, A cada eval su mien, Croce, y eo la autcestia ala estina del yo profundo, publeados ona ‘toil Sal Tore, == — Il El lado oscuro de la persona Sal Terrae Reconciliarse con la propia sombra Jean Monbourquette | Reconciliarse | con la propia sombra | El lado oscuro de Ia persona 42 edicién Editorial SAL TERRAE Santander CO ‘Thal del orginal facts ‘Appivoiser som bre Cina ait de 08 191997 by Noni, Univers Sun Pl, ‘onare “Tradacion: sug Art Forde © 1999 by Earl Sul Tense Plgono de Raos, Parcels 41 "79600 Matin (Cana) Pan 99 369201 npr sales E-mail stleme@saleraees Conn bias ceca Inpro en Espaia. Pied in Span ISON 978-84.293-13088 Dep. Lega SE-7150-2009 salTense» Sentander ‘presi yencvaeracn: Pringhaus SL | | | indice 1 La sombra, un tesoro inexplorade y no explotado Elamor ol enemigo que hay en mi {Qué ls sombra? Revoneiliarse con Ia sombra para tener tuna elaciones sociales senas orp el a integra de wri para el desurollo dela vida mora - eintegrar la sombra con objeto de asegurar cl erecimient esprtual . Concluséa 2. Laconcepeiéa jungiana de la sombra El sueho de Cart Jung sobre su sombra El conocimiento tedrco dela sombra ta via obigada para encontarla en uno mismo ‘A. Jung descubre Ia teorfa de In sombra B! La'ombra, una metéfors par descibir cl material rechazado C. Las diversas formas de Conelusisn moe fee ‘Sombra 3. La formacién dela sombra Historia del hombre de las sete mdscaras ‘A. La formacién dele persona B! Persona y faleo yo (C. Fomacign de una sombravirulentay iscciads, ‘afr In pron sorte ps soe 0 u 1B 1s 18 0 a 2 29 35 3 38 39 a 4. Abrazar la propia sombra El lobo de Gubbio Tres concepelones del inconscleni: ‘Freud, Nietsche, Jang ‘A. Tres callejones sin salida que hay que evtar cen el abajo sobre Ia sombea 1B. Como manear la emergencinprogresva de la sombre, 5. Reconocer Ia sombra . . Historia dela cartea pendida [Negar la existencia dela sombra. ‘A. Beuategias para reconocer Ia soma. - BB. Ciémo reconocer Ia sombra dl prijimo 6. Volver 9 tomar posesién de is proplas proyecciones : Histor de letador qu able perdo haha. Inroducin « ‘A. 1Qu6esexactamente proyectar a sombra Sobre el prjimo?. 'B. La sreapropiaciéns de las proyecciones dela sombre. (Conciusién Jsuersto denuncia Tas proyecciones malsanas 7. Kotrategias para reconcillarse con Ia sombra. . El cargamento de mi barco nuevo. Introduccion ‘A. Condiciones pars cumplirltbsjo ‘de reimegracion de Ia Sombra y del yo conscieate 1B, Estrategias para reconcliase con la'sombaa . 8. Reintegracion de Ie sombra y desarrollo espleitual Historia dela fuente de agua viva ‘A. El tratamiento moral de a sombre BL La sombray lo espcitual Bibliografia 3 a m 8 16 6 10 m1 rad 8 129 9 | Presentacion La iqueza de la nocién de «sombra» ha sido poco explota- dda en los pafses franc6fonos. En efecto, es poco conocida, Yes probable que intrigue al lector. Los anglosajones, més {amiliarizados con Ia obra de C.G. Jung han sabido, sin ‘embargo, aprovecharla. Fue precisamente mientras estudia- ba la psicologia anaftca de este autor, en los aos setenta, ‘euando nacié mi interés por esta cuestiOn. Se eavi taller dirigido por el pensador y posta americano Robert Bly y ttulado Comer la sombra. Después, mi fascinacién ‘Por este tema prosigui6¢ incluso se reforz6. Percibi cudato Podia favorecer mi crecimiento personal y et de mis clien- tes! la exploraciGn del concepto de sombra. En las conferencias y talleres sobre este tema pude compartir con muchas personas mi entusiasmo por Iau lidad de esta nocién. Muchos, deseosos de_profundizar sus conocimientos sobre el tema, me pidieron bibliografa. Desgraciadamente, existen pocas obras sobre la sombra en francés, micntras que son muchas las que se publican en inglés. Para Hlenar esta laguna, pensé poner por escrito el fruto de mis investigaciones y de mis teflexiones sobre el tema, Tiel Cann acts, so ba echo desaarces pal paietee scsi aun prams gu onal an clog oe price ‘Spe: Es eect, ene eins dene wn consti Se enfermedad ‘uid qe se ross eit, Se pee npn sete, gue fone mts manfen qo ein ropa pesand aque wate na [isicas de propi crecimieato Es mi sombra mi enemiga o mi amiga? Todo depende- 14 de mi manera de considerara y de interactuar con ella. ‘Al principio me parecerd una enemiga. El desaffo que este libro quiere ayudar a aceptar es el de hacer de ella poco @ ‘poco una amiga. De abf el titulo: Reconciliarse con la pro- ia sombra ‘Como podré comprobar el lector, cada capitulo se abre ‘con una historia que le permite tener una’ comprensiGa intuitive del desarrollo que sigue. En la medida de lo posi- ble, las consideraciones teGricas se apoyan en ejemplos ‘vividos. Algunos capftulos (el quintoy el sexto) contienen jercicios que invtan al lector & convertirse en el actor de ‘5 propio crecimiento He recurrido a dos colaboradores para realizar este li- ‘bro, y quiero daries las gracias por su apoyo. Jacques Cro- ‘eal, mi colega y amigo, e prest6 una Vez mis, con enor- me generosidad, a mejorar el estilo y ala ertica de algunos ‘puntos. Su trabajo minucioso de corrector y su ardor en la Senuncia de las ambigiedades contribuyeron grandemente a elevar Ia calidad del texto escrito. Pauline Vertefeille, periodista, me sirvié de piblico. Sus reacciones esponté- hheas y sus juciosas indicaciones sobre Ja estructura de algunas partes ayndaron a mejorar Ia claridad del texto. 1 La sombra, un tesoro inexplorado y no explotado No es mirando a a uz como se vuelve uno luminoso, sino hundiéndose en au oscuridad. Pero esta labor es a menudo desagradable ‘Por tant, impopulare Cant G. Jun El amor al enemigo que hay on mi Un sébado, ol hijo de un rabino fue a rezar a une ‘do'su padro. A su vuelta, ol rebino has aprondido algo nuevo?s. ¥ el hijo respon yralmentos. El padre, un poco picado en rabino, prosigulé: «Entoncas, cqué as lo que en- bajo?» «Ama atu enamigos, 6 respond ol hi. ‘aprosuré a rplicr: sPredican lo mismo que yo. yéme puedes pretender haber aprendido igo nuovors. Er hijo respondié: «Me encefaron a amar al enemigo que habita en ei, miantras que yo me encarnizo en combatirion. | | A. £Qué es Ia sombra? En este libro te invito a una gran aventura: encontrarte con tu Sombra. La sombra de la personalidad es una realidad misteiosa que inriga y que a veces asusta. 2ES amiga o tnemiga? Esto depende de nvestra manera de consideraria Y de imteractuer on ella. Qué es la sombra, exactamente? La respuesta a sta cueitién se revelaré a ilo de los capflos de este libro. Intentemos, no obstante,arojar de entrada un poco de Iuz sobre esta dimensin evanescente del ser. La sorabra es todo lo que hemos aojado al inconsciente por temor a ser rechazados por las personas que deserpefaron un papel eterminante en nuestra edveacion. Temimos. perder su afecto decepciondndola o credndoles un malestr a causa de nuestros comportamientos o de algunos aspects de ‘ucstra personalidad. Prono discernimos lo que cra acepi- ble asus ojos y lo que nolo era. Entonces, para agradaries, 10s apresiramos a relegar grandes porciones de nosotros inismes a la mazmoras dl inconsiente. Empleamos {odos los medios « nuestro sleance para clic hata la mas ‘minima desaprobacign verbal o telta por pare de las per Sonas a las que amabamos o de las que dependiarmos. Sensibles ala apreciacién de los otros, nos mostramos amabies, educados, corrects. Y para hacer tuvimos que rechazat todo cuanto pudiera parecer desviado, vrgonz0s0 © reprensble. Por necesidad Je precio, nos adaplamos Tas exigencas, las reps y las leyes de nuestro medio. Y tes afanames en camuflat To que pareta desagradares 0 resultares chocant. “Tuvimos en cuenta el hecho de que, en cierios medios, ser servicial estaba bien visto, mientras que pensar en uno mismo eraconsiderado una atte egoista, Bl obedecer era ‘alorado, pero el afimarse nolo eta en absolut. El ser dale estaba admido, pero cl enfudarse molestaba; eld tmular toda inelinaciéa sexual era bien recibido, pero el ‘anifestara, aunque fuera mfaimamente, era reprobado; totter. ae Paco poco se consmuy ne fond e nos mi- mos n va mundo subnet Ge repens y de techs acuuleos durant ae: Fete econ: Cle sctnds sobre un pec oevaean paca que Stnenmabn con err en enn aca momen. & ea tig pga sompsinuta por sempre vay sae Tams l conde Lasonic corer sre os puesta dels cements afte el se los epgon toe a ures por iter ston ys dens te deol: Es gurl conic con a Ses oul i lma con avid iad yea ‘iano Lajos sere inctv, exes sale 90 culvaa de mtu sige ah cnr sr rants y ‘plod Poms de fos qu igen hacia cao miso Eeencunca! A simmer dn orem moe, it sma fern lan pc nad del yo cons? fies Do tnvdr Por ote ln acogsnos io 0 ‘tied domesticus nop vel oon et gunn pare {po incaploumen Haag ps eng conse cl baba ‘Bisretectintn coo nso sande eng cn io Son dl yo concent ov elemente coos ery ‘apopireon cone de log expansion ds Som fica ia pene Tesistimos ahora ena pmo de abe jr ents neyasion dei sonia, nto ps Cece eeneeTeeneEeeeeETeceeeeeeeea yon B. Trabajar la propia sombs park da'sang crgchoiento La sombra y el conocimiento de sf mismo Sin el conocimiento de la sombra es imposible conacerse bica, El trabajo personal que se efectia sobre ella constitu- ye una condicién esencial para quien quiera llegar a ser una persona equilibrada y entera. El reconocimiento y Ia reinte- ‘raciéa de ta sombre permiten recuperar partes de uno ‘mismo que han sido reprimidas por temor al rechazo social. Durante su crecimiento, llega a tener vergienza 0 miedo de sentimientos 0 emociones, de cualidades,talentos 0 apitu- des, de inteeses, ideas 0 actitudes, por temor a que sean ‘mal apreciados en su medio. De aqut Ia tendencia a recha- zarlos y relegarlos los laberintos de inconsciente. Ahora bien, estos elementos indeseados de uno mismo, incluso una vez rechazados, sobreviven y procuran afirmarse. Si el sujeto no reconoce su existencia, se volverén contra 4, 10 asustarin y le crearin serias dficultades de orden psicol6- ‘ic0 y social Hacer emerger los recursos no explotados del propio Ser, por muy amenszante que esto pueda parecer, permit mismos, célebre precepto inscrito en el pOrtico del templo fe Delf. La sombra y Ia autoestima Hacer as paces con la propia sombra y entablar amistad con ella consttuye la condicién fundamental de una autén- tica autoestima. Porque je6mo podria uno amarse y tener confianza en sf mismo si una parte de sf, su sombra, es ‘gnorada y milita contra sus propios intereses? Me asombra constatar que las obras actuales sobre la autoestima no imuestren mayor interés por los desastrosos efectos de una Sombra dejada en estado salvaje, pues se convierte en una -be ‘importante fuente de menosprecio de uno mismo y del rjimo, (Cat Jung recuerda que el psiquisino human es I elas lich fim: Se sabe gue los dramas mAs emo- onanesy los més extraiios no se representan ene ear, ‘sino en el corazon de los hombres y las mujeres ordinarios. Estos vven sin lamar la atencin y no descubren los con- fletos que ocasionan estragos en au interior, a menos que caiganVicsimas de una depresin cuya causa ellos misnos ignoraas Uno no se puede entonces permits ahorarse Ia rente- sgracin de su Sombra, Quiea rehusa este abajo sobre sf {hismo se expondrta desequiibrios picol6gcos enderé Sealine esuesado y deprimido, atormentado por un sent ‘eno dfuso de angus, de insaisfaccgn consigo mismo 4 de culpabildad; sed objeto de oda suerte de obesiones Y susceptible de djarsearrastrar por sus impulsos: celos, élera mal reprimida,reseotimientos, comportamientos Se- ‘uals inpropiados, lotoneri,ectiers, Ene las dependencis ms comunes, meacioneinos el alcohol y Tas toricomanfs, que tantasestragos eaysan en fuestassoriedades modernas. Sam Naifeh en un excelen- te auto sobre Ins eausas de Ia dopendencia firma: . Después uiliz6 diversas expresiones para de- Signar la sombra, como «el sf mismo reprimido», «el alter <0», «el lado sombrfo del s{ mismo», wel sf mismo aliena- do», la personalidad inferior del sf mismo». En 1917, en su obra On the Psychology of the Uncons- cious, describe la sombra como «el otro en nosotom, «la personalidad inconsciente del otro sexo», eo inferior e- prensible» o incluso «el otro que nos turba o nos averpen- za. La define como «el lado negativo de Ia personalidad, Ia suma de todas las cualidades desagradables que tende- mos a detest y 2 ocular, asf como las funciones insufi- cientemente desarolladas y el contenido del inconsciente personals. Afadamos, sin émbargo, que la sombra, aunque parezca incompatible con las ideas reebidas y los valores e tal 0 cual medio, no es en sf misma algo malo. El esquema de la p4gina siguiente presenta gréficamen- testa concepein del psiguisto en Jung B. La sombra, una metéfora para di el material rechazado La imagen ala que remite el término «sombre, introduc do por Jung y recogido por sus discipulos, representa per- fectamente el conjunto de los contenidos rechazados del inconsciente que se organizan como contrapartida alo vivi- = [~ emnanatseane | | | { ‘Simismo image: sO 1S mismo: el cenuo del pigusme Inconsiemey consent IY: pane conslene de pigs, La persona: pare ie adap al medio ‘La sombra: pane rechazada por interests de adapacién. nH do por el ego consciente. La somibra de una persona es, or consiguiene,e! material psfguico que ba cristalizado en el inconsciente por compensacin al desarrollo unidimensio- zal dl yo consciente. Comparable a una luz, el yo cons- lente produce un dea oscuraincoascieat: la Sombra. En ‘uma, digamos qu, si lego es el anverso conseiente dela persona, a sombra es el reversoinconscent. {a imagen de In sombya ilusta bien el mundo rechaza- go. Ondinanamente, prefers caminar guados por la uz Esto nos impide vera somba que nos sigue, que a menu do es pereibida por los demds antes que por nosotros. Tguslmente, los ots distinguen con frecuencia mejor el ido sombefo de nuestra personalidad que nosotros retuss- La somba sensible, muy pequebi bajo el ol del medio- ia, se larga ycrece a medida que el dia declan. Después, Surant la noche, invade todo et espacio. Ocure Io mismo on nnesia sombra psfquica.{nfima durante el tiempo de Vielia, adguere proporciones inmensas cuando dormimos 1 se dslza en nuestros sues. ‘As, todo lo que hemos intenado disimular durante el ta para . Cada complejo esté compuesto de un conjunto organizado de imégenes, palabras y emociones que forman una estruc- tura autOnoma y disociada del yo consciente. Esta constitu: ye una «sub-personalidad» a Ta que podriamos comparar on el «personaje> de una pieza de teatro, aut6nomo, inde pendiente del director y revestido de su propia personali- ‘ad. Estos complejos reaparecen a menudo en los suefios el sujeto, A veces ejercen sobre él tanta influencia que Este ‘se siente enlonces literalmente poseido. Ast, el sujeto hace To que no quiere hacer y no hace To que desearia, como por una fuerza exterior que no puede dominar. La identificacién con el agresor {Cm explicar el cariterveulentoy wisociado> de algu- ‘as sombras? La mejor explicacion que he encootrado hasta oy es que es necesario tener en cuznta no slo el conten 4p psicol6gieo rechuzado, sino la manera en que-ha sido rechazado. El sujeto, vetina de una prohibcidn efectuada on violencia, se ve levado a adoptar el comportamiento 4:1 autor de la prohbicion misma. Se habra reconocido gu el caso eldsico dela tendencia que hay en la victima a identicarse con el agresor y, a continuacién, a imitalo —5— cesponténeamente, Por razén de un mimetismo dificil de fexplicar, la vietima se inclina a hacer suyos los gests, las palabras, el tono de voz, las actitudes violentas, el silencio Ge su agresor. En suma, la sombra de la persona herida ‘adopta inconscientemente los rasgos de quien Ia hiri6. En consecienca, In persona heria sever tnd 8 perpetuar la agresién que ella misma ha suftido. Se acusa- ia. se culpardy egaré incluso hasta mutilarse. Ademés, Sentiré-a veces una necesidad compulsiva de atacar a ta gente de su entorno, Prsionera inconsciente de una sombra tan virulena, esta persona estar condenada a vivir, alter. nativamente, accesos de masoquismo y de sadismo. Aqui esté el origen de los gestos violentos y las perversiones Sexuales que los terapevtas observan en algunos pacientes. ‘La sombra como um saco de desperdicios Para iustrar la formaciGn de la sombre, Robert Bly, poeta y pensador americano, utliza In esclarecedora metéfora del Uisaco de desperdicios». Sostiene que cada vez que se recha- Za una emocién, una cualidad, un rasgo del carécter © un {alento, es como si se tirasen estas partes de uno mismo a tun saco de desperdicios. A su juicio, durante los primeros tteinta afos de vida, el individvo est ocupado en Henario ton elementos ricos de su ser. Con el tiempo, el saco se ‘Vuelve cada vez mas pesado y dificil de llevar, Serd necesa- +o, por eonsigoiente, rebuscar dentro durante el resto de a vida para recuperare intentar desarrollar los aspectos de Ia persona que uno ha escondido en é TEI que no se entregue a la humilde y paciente tarea de reciclat el contenido de ou saco se sentiré eventualmente ‘plastado por su peso: caeré en estado de letargo, se man- {ended inmOvil, sentiré un gran vacfo interior y,finalmente, fe deprimirg, De hecho, os elementos preciosos de su ser tirados al «saco de desperdicios», lejos de permanecerinac~ tivos, continuardn «fermentando», queriendo manifestarse ¥ expandirse. Poco a poco, la energia psiquica aprisionada Enel saco se vengard de’su propietatio; lo agobiaré con —46 bsesiones © vendré a atormentarlo desde el exterior, pro- yectindose sobre los seres que estén a su alrededor Inventario del potencial escondido en el saco de desperdicios, {Por qué una persona rechaza en el inconsciente un poten- ‘ial tan rico? Procura sobrevivir en un medio que le impide ser ella misma; teme ser objeto de exclusién social si se pemite ser ella misma. Este miedo, ya sea real o imagina- fio, presenta diversas modalidades: miedo a perder el afec- to de los padres y Ios allegados; miedo a quedarse aislado; ‘miedo a senirse marginado por el grupo; miedo al ridiculo; miedo a tener vergenza; miedo ano ser correcto o normal, ‘miedo a no triunfar; miedo a quedar fuera de las normas reeibidas;eteétera _Rjemplos de prohibiciones de la familia y la escuela Para ilustrar los dafios causados por este miedo a ser recha- zalo, he aqut casos de niios que debieron inhibit, més © ‘menos conscientemente, la expresiOn de sus emociones, cualidades,rasgos de carécter 0 talentos. ‘Un padre de familia se ponta muy nervioso y tenso y se encoletzaba mucho cand es js se divert y bacian milo, Ell comprendieron répigamente que no enfan derecho a stuar como nites, a movers, «grit. a juza, ttfter, El comportamiento restrictivo del padre se expl Caba, de hecho, orgue mismo no habla poo vive su Infancia, a ean de las pesadas esponsabidades que $0 madre habia confiado desde muy Joven, En ora familia donde los miembros tian que ponerio todo en comin y hacerlo fodo juntos, lor nifioss2 veron dco yon ni efor dear si mismo, como Ta de disfrutar de un espacio propio, file en la atmidad de bu habitacin o ner sus propos a En una tercer fii, todas las seis de afeto, er tra 0 iid xan robs, or mio ge po diesen degenerar en pensamientos 0 juegos sexosles. Pro, sl mismo tempo sin dare cuenta, spares estaba favo Feciendo comporamientos mareados por a faldad, la dis tancia © incluso el desprecio de unos y ots. ‘Cada familia tende a acepar Ta expesiOn de algunos sentimientos y emocions ya desterr ctor. En on hogar fe tiene derecho a tener miedo, a tener un aspect sutente © debi pero no a mosrarse fete, sutSoomoo radiated Salud. En oto la norma impone lo conta: esté permit- do mostrarse fuerte y sano, pero nunca dependiente, enfer- tno o sufiene ‘Ocurre queen Ia esevela algunos maesiosregatan alos alumaos poco dotads o Tents para aprende. Estos alu hos comprenderdn répidamente que con esos maestos NO Boden mostrar su Jentina para comprender haciendo pre unta, por ejemplo, o tomndose el empo necesaro para resolver un problema. En una sesi6n de catequess, los nifios nose atevian 8 mostrar su cuademo de eercicios asus pares, en part Cala, las orciones que habfan compuesto, Temian,o bien Sufi laindifeencie de sus pares, o bin ser ridculizados. La opinién del grupo tiene mucha importanca en fos nifos yen los adolescentes. Por ejemplo, un muchacho se igado por sos compaferos ano via el lenge orreto que sus pedes le han ensefado; de lo contra, Serf tachado de scursn. Del misimo modo, una muchacha Se abstendrt de hacer bells ibujos, por emor a suscitar la vida de sus compas ‘Un estuiante apicado ser hostigado por aquellos de us compaleros que no le perdonan sus brillant interven: ones en casey sus éxtosexcoares. AS pus, aprenderd ‘épidamente a mosiarse menos ineigents pare evita as rechiflas de sus camaradas ‘Un muchacho no se permitiré lorar cuando se haga ‘ao, porque pasara por cafeminados, Se esforzard enton- fs por contener sus ligrimas, incluso por no sentir su olor ‘A pesar de su vivo deseo de imitar alos muchachos, una muchacha se guardaré muy mucho de subir alos dzboles. [No querré ser tachada de marimacho por sus edueadores Rechazaré hasta las manifestaciones més pequelias del ado ‘masculino» de su persona, Ejemplos de rechazos ‘durante algunos pasajes importantes de la vida Los pasajes importantes de la vida son a menudo fuente de ‘echaaos. En efecto, en tales pasajes, ya sean causados por tun traumatismo © por una conversién, las personas deben realizar un cambio con frecuencia radical Intentan enton- ces olvidar y negar Io que han sido en su vide anterior y lienden a artojar a su wsaco de desperdicios» las adquisi- iones preciosas de su vida pasada, Estas personas, que se han procurado una nueva vida, intentan en vano oividar todo su pasado, con sus riquezas sis deficiencias anteriores. Se erean asf una sombra voll ‘minosa. Pienso aqut en el integrismo de algunos converti- tds que se enfurecen con su indiferencia religiosa pasada. Inientan eliminar su lado «pagano», que los persigue, en lugar de integrarlo en su nueva vida, Algunos alcohlicos hacen to mismo al querer arrojar ala sombra todo su pasa- do de alcohsticos. Esto explicaré, en muchos de ellos, una fran infolerancia con respecto a todo consumo de alcohol, incluso ef normal Uno de mis clientes vio e6mo su mujer lo abandonaba a ‘causa de sus frecuentes arranques de eSlera, Después de st livorco, se jur6 abstenerse de todo impulso de eélera. En lugar de seniise pacificado por este esfuerza de inhibici6n, le asaltabs constantemente el temor a recaer en su antigua hibit. Su célera sin «domesticar le obsesionaba, or consiguiemte, noes rechazando un periodo turbio de 's historia personal como uno se puede liberar de él. He 49 qu otro ejemplo: una mujer, que era una madre de familia muy ordenada, erefa haber terminado definitivamente con 50 antigua vida de prositucin. Pero no dejaba de atormen- farse con el miedo a que los otros denunciasen su pasado. ‘Ademas, nunca habfa legado a perdonarse a sf misma. Sélo después de haber conseguido reconciliarse con la eprostitu ta que habia en ella», pudo vivir en paz consigo msm Lista de prohibiciones odrfa prosepuir con esta enumeracién de situaciones que fuscitan tales rechazos, pero me detendré aqut. Prefiero hors pasar revista a una serie de prohibiciones tocantes a Ta expresion de algunas emociones, cualidades, rasgos de Carfetero talento. Se trata, por supuesto, tanto de prohibi- ‘Gones reales como de palabras o gestos que son interpreta- {dos como tales por Ia persona concemida. Es posible que al ler esta lista te reconozcas en ell. ‘Esta toma de conciencia te permitiréinventariar los recha- os contenidos en tu sombra. De paso, notarés que el card {er a la ver absolute y negativo de estas prohibiciones ‘2umenta su fuerza inhibidors. Prohibiciones de legar a ser uno mismo Prohibido crecer o cambiar, pensar en uno mismo, atr- cr la atencign sobre si, ser una mujer o.un hombre, estar fang 0 enfermo, tener tiempo libre, tener originalidades, ‘entire amad por sf mismo 0 estar orgulloso de sf retrar se apare para estar solo, etcétera Prohibiciones relatvas a las emociones Prohibido expresar ciertas emociones como el miedo, fos celos, la cera, la fernura, la tristeza, etcéera; prohiti- Uo incluso pensar en vivir algunas emociones; prohibido ser ‘Sensual o querer el placer sexual, sentirse epequeiiow y vul- erable, tester, Prohibiciones relaivas a los aprendizajes Prohibido experimentar, aprender, no saber o sentitse Jgnorante: prohibido distinguirse de Tos otros por talentos Como el dibujo, la danza, la favilidad de palabra; prohibido Ser competente, entire incompetente, cometererrores, Ser inteligente o intelectual, triunfar, tener fe, expresar esta fe en pblic, etcéera Prohibiciones relativas a la intimidad Prohibido hacer amigos, tener una vida intima, mani- festa el afecto con palabras o gestos, amar a tal o cual raza extranjera, confia, etcstera. Prohibiciones relativas a la autoafirmacién Prohibido pedir 0 rechazar, expresar la propia opinién, tener proyectos, ser conservador o vanguardista, servitse Gel propio juicio para discernir qué personas son Beneficio- ss y cuales perjudiciales; prohibido estar orgulloso de uno mnismo, ereerse amable o capa, eteétera La testra de este inventario de prokibiciones te habré pareido tant y hasta alucinante Pero las hay pores. Fergoe tales probbiciones tienen a menudo como efecto frente conccimient y el dsarolo de ls iquezas pet Sonles Si uno desea expotar ests Fiquezasoculas en el SStonciene, deberd wn a, con huldad,paiencia y co ie sumargse en su soaco de desperdicis>, retains una Sih y concederse el derecho a explotarls. ‘Muchos, por otra parte, tendrin miedo a Negara explo- rar su some. Poraue mera! paiguico que ha estado ‘Sconaido durante aos en el inconsiente tenderd a regre- Sry mestrse violenfo, El eardctr primitivo, salvaje y feel dela sombra no slo asuntar al indivi, sino que aie impregn de ue aoa al ral de que evar Este es un grave eror que denonciaremos ‘mis adelante en este libro. ‘ —si— 4 Abrazar la propia sombra «No puedes conocer una cosa ‘in conocer su contrat [No puedes adquitr la sincaridad Sin haber experimentado la hipoeresia y haberte decidido 3 luchar conte ella» Agu Uriiaan Macanest t El lobo de Gubbio En a aides italiane de Gubbio viva gonte orguilose, por no faba limp: Ios calles, baridas: jas color naranja do 10s tejados, bon lavade 3 flicos; loa ninos, Uiscipinedos; los padves, trabaladores. Encaramodas en ol flanco de su montafs, les gentes de Gubbio lenzaban su Inirade do desprecio sobre los pueblos del valle. Considers ‘gente 3» sucia y poco tratable. ‘Ahora bien, he aqui que una sombre, aprovechando Ia te desliz6 en Gubbio ¥ dovord a dos sldeanos. La Consternecién se aduehs dela poblacién. Dos jévenes fs se ofvecioron para mater al monsiruo. Armados on espadas, 1 esperaron o ple firme. Pero por ia mafane ‘sus cuerpas aparecioron despedazedos. El pinico fue total. Se supo que se tratabs de un lobo ‘que, por la noche, venia 8 ronder por as calles. Par libra sede él, el consejo de Te aldea decidié llamar a un santo conocido per su poder do hablar con jos animales, Este Sonto no era otro que Francisco de Asi. Ur sn par {8d entonees on busea de Francisco de Asls para implorarie {tue fuese 8 expulser para siempre al lobo de su pacific fldea, En ol camino de welte, el santo dejé a fos delegados do 'y se acontr6 on ol bosque, con siguionte, todos los sldeanos, reunidos on Ala man to plaza publica, estaban impacientes por el retraso do Francisco, iéndolo salir al fn del bosque, se pusieron a gt tard alegrla. A paso lento, el santo se abr camino hesta as la fuente, subido sobre ol broca,increp6 @ k oes, ner los oven ‘Gente da Gubbie, debe elmentar® vuesto lobo. Sin Gwe comentario bjs dol ante ys0 merch A principio, Ia gente de Gubbio se tornd muy mal la cose, $e enfaeron contra ean Franeeco, Su modo al lobo Gia paso aa decepcion y aa edlere contra aque! santo ind. til, Pero después c u ay aldeano au ron su puort. Yen m neces Date entoncas, nadie an Gubbio muré deeper por el lobo. La vida volvi port pane, bru hiram ios in goes dei len, Gan de focal de una act aropete ye deapraco hess leg habitantes de Ins otras aldeas del valle. La ‘aldeas del valle. La presencia del lobo en su bella aides les habla vuelto més humildes ass ‘Tres concepciones del inconscient Freud, Nietzsche, Jung Jung consideraba que la reintegracin de la sombra era «et problema moral por excelencis». Este trabajo consiste en Feconocer la sombra, aceptarla como parte de uno mismo y ‘eintegrara en el conjuato de la personalidad. La persona {que logra eabrazar su sombra» se convierte en un ser com pleto y nico. Para la reintegracin de la sombra, Freud, Nietzsche y Jung proponen pasos que difieren en Tuncién de sus con cepeiones de la naturaleza del inconsciente y de las relacio- nes del yo consciente con el inconsciente, ara Sigmund Freud, el inconsciente es un mundo de fuerzas cadticas siempre dispuestas a desbordar la frites fronteras del yo consciente. Se parece a un voledn que, agi- tado por los impulsos instintivos y errticos de ta libido, famenaza en cada instante con entrar en erupeién. El yo ‘onsciente, a merced de estos desbordamientos, debe crear- Se todo un sistema de defensas, Para oponerse alos empv- Jes libidinoses, Freud aconseja armar el yo consciente Con ‘os defensas principales: Ia formacién del «principio de realidad» y el desarrollo de una vida racional solid, Friedrich Nietzsche, por su parte, no ve en absoluto la necesidad de defenderse contra el inconsciente. Aun afir- mando el cardeter cadtico ¢ irracional del inconsciente, ‘echaza la visin negativa que Freud tiene de él, Alaba, por {1 contraio, a espontaneidad del inconscientey la favore- ce. Exalta los poderes inconscientes del Superhombre y 4os Gel Infrahombre con sus tendencias maléficas'. Su obra, ddeformada por los nazi, sirvi6 para justficar los instntos racistas y destructores de éstos. ‘Carl G. Jung se distancia de estas dos posiciones extre- ras. Para él el inconsciente es un conjunto de fuerzas ‘opuestas, pero complemeniariss, que piden ser organizadas. TG Bea, op ci, 25. ‘Se compone primeramente de fuerzas antinémicas, como las del ego y la sombra, lo masculino y lo femenino, y de una infinidsd de polaridades arquetipicas, Estas fuercas son responsables de tensiones psiquicas en constante flvetua- ¢i6n, Sin embargo, todos estos elementos opuestos procu- ran organizarse en un todo coherente, y ello gracias a la ‘ctividad polarizadora del Sf mismo (véase el esquema de {a pégina 147), La concepcién jungiana del desarrolio de la persona subraya la necesidad de establecer un justo equilibrio entre fos elementos del psiquismo. La armonizacion del ego consciente y de la sombra, que él define como «la totalidad ‘el inconsciente», es particularmente importante. Para él, tetas dos entidades psfquicas deben mantener su oposicion ‘eel interior de un sistema equilibrado, en virtud de una dialéetica feliz. Este proceso recuerda la visiOn taofsta de Jo real, a saber, que el universo resulta de Ia armoniza- cién constante ¢ invisible de la polaridad fundamental, el ving-yang. Para Jung es también muy peligroso «sobrevalorar» 0 4e su ser, asf como el nacimiento de una unidad nueva, Su ‘manifestacién con motivo de actividades aristicas, image ‘nes mentales 0 suefios significa el advenimiento’ de una Tiberacin interior y de una comprensién ampliada de uno mismo, Es al mismo Uempo un signo precursor de la cura- cin de enfermedades, desGrdenes mentales y sequedades espiritales. La persona colmada por tales revelaciones interiores. ve oSmo se resliza progresivamente en ella sv individuaidad propia, que constituye su manera nica de ser una imagen de Dios. Adquiere un profundo conoci- ‘mento de s{ misma y, ala vez, de su misi6n en el mundo, Para conclvir, retomemos Ia leyenda del lobo de Gubbio, San Francisco de Asis personifica el St mismo. Ordena a los soberbios aldeanos que no luchen contra el lobo, es decir, contra su sombra, y les invita, por el contra fio, ¢ aceptar al labo como uno de fos suyos, taténdole bien y alimenténdolo. Asi, el lobo, en lugar de ser una amenaza, llegaré a ser una parte integrante de la aldea. Su presencia canstante ayudard a los aldeanos a ser menos altivos, menos urogantes y, por tanto, mas humildes y més verdaderos. 5 Reconocer la sombra #0 no say yo Soy el que marcha 8 mi lado ‘ya quien no veo AL que visto algunas voces Y olvido otras £1 que me perdons ‘uande como golosinas El que anda en fa naturaleza ‘cuando yo estoy en al interior El que permanece silencioso ‘cuando yo habio El que permaneceré en pie ‘cuando yo musra» Juan Ri Jenez Historia de la cartera pardide {Una hermosa noche de verano, un hombre esté mirando por favontona. Ve a su vecina a cuatro patas en la call. Parece fque estd buseando algo bajo la farola. Entonces se cis: Voy a syudari 8 encontrar lo que hs perdido. ‘So acerce a su vecino y le pregunta: «.0Ué has perdi dots. El otro responde: «He perdido mi cartera. Lo que més ime fastidia no es haber perdido a dinero que contenta, sino {oda mi documentation y mis tarjetas de créciton. ‘Nuestro buen semaritano se pone también @ buscar en tormo ala farola, on Ia acara, on la call, en el césped adye tonte, Despuse de miltiples#intiles esfuerzos, se fe ocurre pregunter: {Seguro quo es equi dénde has perdido tu car erate, Ingenuemente, su companero te dice: «No, aqul no: ha sido en ol campo de all abajon. Nuestro hombre no da Crédito sus oldos. ¢Céme puede su vecino pensar en ‘encontrar su certara bajo la farola cuando Ia ha perdido en ‘tra perte? Intrigado, le pide que explique su conducta. EL Gtro responde candidemente: «Pues es muy simple: aqul hhay mucha ms luz» 14 — Latarea més dificil a la que debe enfrentarse el que desea “abrazar su sombra» es justamente buscarla en el lugar ade- Cuado, Esta busqueda resulla més agoladora porque lo pro- pio de Ia sombra es ocultarse en el inconsciente. Como la ara oculta de la luna, la sombra permanece ignorada, osct- ray misteriosa, Negar la existencia de sombra ‘Antes de poder encontrar Ia sombra, hay que dejar de negar su existencia, En general, es tan ignorada que se convierte en un componente oculto del ser. Es importante entonces econocer su presencia en uno mismo y aceplarla como parte integrante, aunque oscura, huidiza y misteriosa, de la persona. He aquf cémo describe R-D. Laing, con su estilo carac- teristico, Ia dificultad de percibir la sombra a pesar de la influencia continua que ejerce sobre uno mismo: “El campo de concienca de lo que pensamos y hacemos Se encueaa limitad por lo que deamos de aver ¥ porque no advetimos lo que dejaos de advert, fay potas cosas que podemos acer para cambiar, {menor que comprendamos que lo que no sverimos Intaye ea uesios pensamiemos y en nvestos acto {Seré inasible nuestra sombra? {Estaremos condenados a ‘gnorar para siempre este lado de nosotros mismos? ;Cémo , y otros:

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