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Escuelas 1
Escuelas 1
Horario: Martes de 16 a 18
El objetivo de los mismos es trabajar los contenidos de la materia desde una perspectiva
práctica, es decir se propone que el alumno pueda fortalecer la comprensión de los
problemas que los sistemas psicológicos contemporáneos nos plantean a través de
actividades didáctico pedagógicas y actividades de ejercitación específicas según lo
planificado por cada docente para las unidades de la materia.
Las Clases serán semanales, se realizarán de manera virtual y en directo a través del
programa MEET, a tal fin se subirá el enlace al foro unos minutos antes del horario del
práctico para que el alumno pueda ingresar a la reunión virtual.
Las dos primeras semanas por única vez se trabajará como consta en el cronograma que
se presenta a continuación para poder realizar la presentación y trabajar la consigna
correspondiente a la unidad 1. Luego se continuará trabajando semanalmente únicamente
con un grupo tal como se detalla:
FECHA ACTIVIDAD
11 de mayo 16:00 Grupo 1: Presentación de la modalidad de trabajo-Consignas
Unidad 1
Las consignas que se trabajarán en cada espacio sincrónico serán para resolver de manera
grupal, para tal fin en el espacio de la comisión se encuentra habilitado un documento drive
para la formación de grupos. Para ubicarte en un grupo, debes ir a ese documento y
anotarte, ya que es autoeditable. Los grupos serán de 6 personas.
Esta comisión no utiliza redes sociales, sino que la vía de comunicación es a través del
Foro de consultas ubicado en el espacio de la comisión.
Emergentes problemáticos de la psicología en pandemia,
PARTE I
Patricia Altamirano
1. Introducción
Este texto tiene como objetivo trabajar la Ley de Salud Mental desde distintas
ejemplo de política de salud mental que esta siendo desarrollada desde la facultad de
términos de derecho humano fundamental para todas las personas; en concordancia con
Las infancias, personas con discapacidad y personas que están atravesando por
un padecimiento mental fueron los últimos colectivos en ser reconocidos como sujetos
autoritarias.
tradicionales, autoritarias y paternalista, que suponen que los/as pacientes son actores
adolescentes; mientras que el término adecuados para nombrar a los antes considerados
alienados, locos, pacientes sería personas usuarias de los servicios de Salud Mental. El
Tallarico, 2011).
idea de tratar a las personas con padecimiento mental temporal como “enfermos
padecimiento.
con patologías psíquicas y sin que pierdan su condición de ciudadanía y sus derechos.
cambio de modelo deja de entender a las personas usuarias de los servicios de Salud
determinar que algunas “patologías “no son tales, sino que forman parte de las
condiciones de vida de las personas que padecen (pacientes sociales). Los pacientes
sociales son sujetos que han sido internados y que se transforman en usuarios habituales
del sistema no por tener padecimientos mentales, sino que no tienen red de contención
adversidad.
sancionada específicamente indica que la Salud Mental, tal como la define la OMS, es
sufrimiento psíquico constituye un fenómeno que debe ser tratado de manera diferencial
patologización de la pobreza.
Según la ley, toda la trayectoria de las personas con padecimiento desde que se
disciplina la que puede ser efectiva para su correcto diagnóstico, pronostico, tratamiento
exclusiva de una disciplina y es por ese motivo que establece que estas deben trabajar
Medicina como profesión tiene las incumbencias profesionales para la medicación, esta
se encuentra incluida en una estrategia de abordaje más amplia para poder ser eficiente
ese sentid, la Ley Nacional se inscribe en la postura de entender que el sujeto que
padece es sujeto de pleno derecho y por ese motivo, salvo en situaciones especiales, es
La normativa procura proteger el derecho del usuario apelando a una adecuada defensa
técnica sometiendo a sus abogados a los criterios del equipo técnico tratante. Como
usuario. Con ese objetivo, quita de las competencias del Ministerio Público de la
1
Ley de Salud Mental: Art. 38. - Créase en el ámbito del Ministerio Público de la Defensa el Órgano de Revisión con el objeto de
proteger los derechos humanos de los usuarios de los servicios de Salud Mental. Art. 39. - El Órgano de Revisión debe ser
multidisciplinario, y estará integrado por representantes del Ministerio de Salud de la Nación, de la Secretaría de Derechos Humanos
de la Nación, del Ministerio Público de la Defensa, de asociaciones de usuarios y familiares del sistema de salud, de los profesionales
y otros trabajadores de la salud y de organizaciones no gubernamentales abocadas a la defensa de los derechos humanos.
También, la Ley N° 26657 objeta los criterios de internación. Erradica la
e inminente”2. Esta lógica propone que la persona que está en una situación de crisis
amerita esa internación, pero apenas cese y esté en condiciones de evitar los riesgos
para sí y para terceros, debe ser dada de alta y acompañada en el proceso de vivir en
direccionada hacia la atención primaria en Salud Mental. Esta propuesta prioriza que el
sistema se articule con los recursos que los colectivos y las comunidades tratando de
2
Art. 20. - La internación involuntaria de una persona debe concebirse como recurso terapéutico excepcional en caso de que no sean
posibles los abordajes ambulatorios, y sólo podrá realizarse cuando a criterio del equipo de salud mediare situación de riesgo cierto e
inminente para sí o para terceros. Para que proceda la internación involuntaria, además de los requisitos comunes a toda internación,
Debe hacerse constar: a) Dictamen profesional del servicio asistencial que realice la internación. Se debe determinar la situación de
riesgo cierto e inminente a que hace referencia el primer párrafo de este artículo, con la firma de dos profesionales de diferentes
disciplinas, que no tengan relación de parentesco, amistad o vínculos económicos con la persona, uno de los cuales deberá ser
psicólogo o médico psiquiatra; b) Ausencia de otra alternativa eficaz para su tratamiento; c) Informe acerca de las instancias previas
implementadas si las hubiera.
de la salud desde una perspectiva que contemple el contexto socio histórico y que
que pueden realizarse desde las distintas áreas en un contexto de avance de las ciencias,
Salud Mental por un equipo garantiza los conocimientos de cada disciplina y procesos
Hasta fines del Siglo XIX los considerados “enfermos mentales” eran recluidos
son grandes centro de atención donde solo existen personas con este tipo de afecciones.
Con esa lógica, la psiquiatría desarrollo la concepción “manicomial” que imperó en los
sistemas asilares.
Esta perspectiva tradicional prioriza un modelo biologicista para explicar el
hidroterapia, terapia de shock eléctrico y otras, este nuevo formato llevó a otro nivel la
los determinantes biológicos de las enfermedades mentales. Esta línea afirma que los
conjunto de funciones llevadas a cabo por el cerebro que produce las conductas,
acciones cognitivas y comportamientos. Por tanto, siguiendo esta lógica, los trastornos
de la función cerebral, aún en aquellos casos que estas patologías tengan un origen
social, cultural y ambiental. El modelo señala a los desarrollos de la genética como una
de las principales explicaciones sobre los factores que influyen en la aparición de las
dejar en manos de la medicina las más importantes decisiones sobre la persona que
decir de postgrado. Por ello, según esta postura, la psicología no dispondría de los
En el mismo sentido, el caso de la psicofarmacología deja en claro que solo las personas
que poseen el título de medicina están capacitadas para evaluar a una persona y
histamina, etc.) que actúan sobre las proteínas que modulan la transcripción genética
nuclear, produciendo cambios neuronales estables en el tiempo. Por lo tanto, indicar,
examinar y registrar los efectos colaterales son competencias exclusivas del médico.
capacidad de decisión de las personas que padecen y que por ende deja en la familia y
allegados la responsabilidad de las formas de proceder. Por lo tanto, las personas que
ingresan a una institución de salud consienten por si mismas o por un familiar, por
conductas riesgosas por parte el paciente (riesgo contra otros o contra sí mismo) y que
Otro aspecto en disputa es que la Ley incluye, dentro del apartado de derechos,
de los casos. Por lo tanto, incluirlo como un derecho a garantizar resulta difícil de
sostener. El servicio de salud metal debiera, dados los derechos que la normativa
entendiendo que las problemáticas, los abordajes y sus terapéuticas difieren. Tal es el
caso de personas con consumo problemático de sustancias legales e ilegales, por
ejemplo.
atraviesan un padecimiento mental. Es por ello que la mirada psiquiátrica, es crítica con
conflictos en aspectos sustanciales para su aplicación. Las criticas aceptan que la Ley
conceptos atravesados por una noción de Salud Mental que podría calificarse como
podría incrementar las terribles condiciones que sufren las personas usuarias. Tampoco
hay claridad sobre los recursos humanos y materiales necesarios para que hospitales
tradicional, pero frente a la perspectiva de derechos con la realidad del sistema de salud
existente. En ese sentido, la Ley de Salud Mental, indica que en 2020 ya no debieran
Para esa época, según la Ley, los hospitales psiquiátricos, asilos, espacios de
confinamiento que probaban una mirada asilar, debían cerrar sus puertas o
reconvertirse.
sumatorio grave del impacto del coronavirus. En el caso del sistema público de atención
de los padecimientos de salud mental, los recursos para la readecuación del mismo no
existieron y los esfuerzos del sistema de salud para readecuarse con los recursos
salud-enfermedad. Así vista, la salud no puede ser diferenciada como mental, física o
definir el objeto de una legislación. Como consecuencia, desde esta perspectiva hay
3
Tales como, “consultas ambulatorias; servicios de inclusión social y laboral para personas después del alta institucional;
atención domiciliaria supervisada y apoyo a las personas y grupos familiares y comunitarios; servicios para la promoción y prevención
en Salud Mental, así como otras prestaciones tales como casas de convivencia, hospitales de día, cooperativas de trabajo, centros de
capacitación socio-laboral, emprendimientos sociales, hogares y familias sustitutas” (Artículo 11 de la Ley de Salud Mental).
riesgo de encasillar carencias sociales como una patología. En ese sentido, las
Por otro lado, la Ley adopta una posición anti psiquiátrica, haciendo responsable
Si bien las personas que atraviesan por un padecimiento tienen ciudadanía, las
manera igualitaria. Por lo tanto, aunque exista la Ley y esta considere a la persona
políticas, económicas y culturales que llevaron a las personas a ser usuarias del sistema.
por parte del Estado, son un limitante frente a la igualdad en el ejercicio de derechos.
definitivo del hospital especializado en Salud Mental. Si bien mantienen las críticas a
tienen un espacio que permita contener a pacientes con estas patologías. En muchos
trabajo que intensifica las condiciones. Esta situación genera un caldo de cultivo para
Las personas han visto cercenadas sus condiciones de vida por el aislamiento y
han sufrido la pérdida de lazos sociales que representan hoy un desafío mayor para los
usuaria de servicios de Salud Mental como un ser capaz y no como objeto tutelado de
protección, es necesario reconocer los límites de esta aseveración. Este punto debe ser
analizado considerando que los derechos de la ciudadanía obtienen sus restricciones
dependiendo del espacio social y económico que les toque transitar frente al
padecimiento mental, sus recursos y capital simbólico en relación a los abordajes del
Estado que son exiguos y restringidos. En la medida en que el equipo de salud trabaje
prioritariamente fuera del ámbito hospitalario, serán las personas que sufren quienes
deberán proveer los recursos básicos de subsistencias, que forman parte de los
estructura social está orientada a su exclusión. Son las mismas poblaciones, familias e
instituciones las que discriminan a estas personas. Los procesos de externación forzosa
ya han mostrado su déficit, inclusive en países del llamado primer mundo. Dada la falta
legislación propugna. Queda entonces una ley que, sin financiamiento alguno, dejará
y la perspectiva de derechos. Resulta difícil para una persona que proviene de sectores
sin duda, el trabajo, el hábitat, los lazos sociales, la ciudadanía, la educación y el acceso
Mental.
El problema es que en épocas donde no se interpelan las condiciones mínimas
requeridas en las instituciones de salud en todos sus niveles, tanto pública como
privadas y de la sociedad civil, resulta difícil creer que puedan sustentarse este tipo de
legislaciones. El sistema, tal cual se encuentra, no puede encarnar proyectos que, tal
como proclaman con insistencia, se proponen el logro de un ideal. Aunque loable y bien
En paralelo y como si no hubiera sido advertido por los que generan el marco
exclusión social.
su implementación. Esto será factible siempre que no sea solamente una estrategia de
simulación del Estado, que, por un lado, otorga derechos que aparecen en el papel, pero
una opción. Y aun cuando morigerarían el impacto del cierre de los hospitales
específicos, tampoco el Estado está dispuesto a invertir recursos para hacerlo posible.
Por lo tanto, los profesionales críticos advierten el peligro que conlleva esta ley al
cuentan con los recursos necesarios ni las estructuras apropiadas y específicas para
contemplar las internaciones en Salud Mental, así como tampoco pueden garantizar la
Esto es, localizar y promover el contacto con los familiares de los pacientes, sobre todo
social de origen.
daño para las poblaciones, extendido en múltiples niveles que impacta en la salud en
Los fuertes cambios de contextos económicos (pérdida del ingreso, perdida del
Desde lo individual, varios son los fenómenos a destacar entre los que puede
más alta aún en personas contagiadas y en los trabajadores de salud que se enfrentan día
a día al virus.
soledad o con poco acompañamiento colectivo. El sistema de salud está orientado casi
acceso a los servicios de salud por problemas asociados, por ejemplo, a la salud mental.
terceros. Le siguen otro tipo de fenómenos, tal como muestra el grafico, que evidencian
cómo este contexto impactó en términos de salud mental sobre la población de Córdoba.
6. Tareas de la Facultad de Psicología de la Universidad
Nacional de Córdoba
en la población. Esta propuesta se amplió como servicio a las personas que estudian y
trabajan en la UNC.
dispositivo de servicio dirigido a los efectores de salud que logró generar un espacio de
escucha y contención integral, promotor del bienestar emocional de las personas que se
largo de estos meses se atendieron casi 3000 consultas referidas a los diferentes campos
de intervención.
desarrollado una tarea incansable para poder aportar conocimiento sensible frente a
unos problemas creados, en espera en poder ofrecer y crear insumos para las decisiones
de política públicas.
7. Conclusiones
Hemos visto que, si bien la Ley de Salud Mental N°26657 constituye un avance
sanción de normativas, por parte del Estado, inaplicables en las condiciones que este
discusiones que echa luz sobre problemas teóricos y metodológicos que subyacen; a la
vez que promueve una oportunidad para esbozar una reflexión continua que apoye los
Referencias
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150.
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2020
Zandifar A, Badrfam R. Iranian mental health during the COVID-19 epidemic. Asian J
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PARTE II
Patricia Altamirano
Introducción
sujeto del conocimiento hetero patriarcal, blanco, varón y de clase media alta
y Helen Hester.
movimientos feministas- que se multiplican cada vez más- han suscitado nuevos
y todavía es, cada vez más presionadas por las problemáticas actuales de la sociedad.
diferenciadas para hombres y mujeres. Incluso se generalizó esta mirada también a las
confluencia con las cosmovisiones sociales de las épocas, impregnando toda sus
universal, que resulta ser la de los hombres. Por este motivo, los conceptos y prácticas
de prácticas no solo son sutiles y pasan inadvertidas, sino que además gozan de la
autoridad y el poder de ser parte de la “ciencia”. Hasta hace poco tiempo, la sola
indicación de que algunos datos estaban sesgados desde el género, como el peso del
imperante en una sociedad patriarcal. Las teorías psicológicas que de allí se desprenden
sentido, y a pesar que el ámbito de la psicología es una de las disciplinas con más
legitiman un discurso opresor para las mujeres y otros colectivos (Harding, 2004; 2008).
La teoría Feminista ha criticado la idea de neutralidad y objetividad de las
criterios para seleccionar los tipos de problemas relevantes, hasta los conceptos, las
predominante. Las miradas críticas y la epistemología feminista, han expuesto que los
por la ciencia están basados en normas masculinas de relacionarse con el mundo, que
eso constituye una falacia, en tanto está fuertemente orientada desde estereotipos
masculinos.
(RAE, 2008).
distintas: “hombre” y “mujer”. Si bien la palabra “hombre” puede ser indicativa del
animal primate que se distingue por su lenguaje, el término “mujer” tiene un origen
etimológico incierto. Al parecer proviene del latín mulier, quizá de la misma familia que
mollis (suave, delicado), y se le ha definido como la hembra humana (RAE, 2008). Así,
Inicialmente, el sexo era entendido como una característica con las que se nace,
salud, constituyó en sí mismo una reflexión que posibilitó una serie de debates hasta ese
momento desconocidos.
instituyó y comenzaron los planteos sobre la diferencia entre sexo y género. Pero estas
perspectivas no incluían lo que hoy entendemos como la mirada psicológica del género,
es decir: división jerárquica, lazos sociales, sexualidad, entre otros. Todas estas
problemáticas entraron a la disciplina psicológica de la mano de los movimientos
que designa una serie de procesos de naturaleza biopsicosocial, que tiene como
caracterizado por la estructuración de los elementos que lo constituyen y por las mutuas
paradigmas que intentan interpretar los fenómenos que hoy denominamos “de género”.
1998).
el falo y la envidia del pene-. Esta perspectiva hizo foco en las problemáticas que en la
actualidad llamaríamos “de género” y propone miradas que deben ser consideradas en
el contexto de la época que las vio nacer. Miradas que el mismo psicoanálisis a
género se entiende desde esta teoría, como una posición subjetiva al respecto del cuerpo
y el lenguaje. La sexuación es, para el ser hablante, un debate sobre las opciones de
goce que se vinculan al cuerpo y por sobre todo al lenguaje. Estas miradas tienen
entonces, una invención singular de las personas sexuadas, que conlleva un saber hacer
con eso que siempre es único, diferente, singular y -sobre todo- más allá de las normas.
contextos sociales (Martin & Malversan, 1983; Lott & Maluso, 1993 citados en
Barberá, 1998)
El discurso sexual instituido está en jaque, en tanto cada vez más personas
descreen de las normas sociales y de los roles previamente asignados. El género deviene
asunto colectivo y político trastocando los diversos campos de saber. Así, el género
construido por el individuo en su interacción con la sociedad (Gotwald & Holtz, 1983;
OPS/OMS, 2000). En ese sentido, en 1968 Robert Stoller definió que genderidentity, la
haber vivido desde el nacimiento las experiencias, ritos y costumbres atribuidos a cada
género. Así, los fenómenos de identificación con algún género están vinculados a los
mandatos sociales, a las atribuciones que le son supuestas a las personas y las
uso del concepto género para enfatizar las desigualdades y visibilizar que las mismas
sexos.
poder, es decir jerárquica, que da a los hombres mayores beneficios y derechos que a las
mujeres. Se basan en los roles naturalizados a los géneros y los procesos de
persona cumpla, de acuerdo con su estatus social1. Siguiendo esta definición, es una
persona quien desempeña el rol y la conducta de los otros influye en la manera que esta
se desarrolla.
misma estructura, ocupando desiguales posiciones. Esos roles van cambiando a lo largo
del tiempo y del ciclo vital por ejemplo, una persona puede ocupar el rol de hijo y de
padre a la vez, de estudiante y jefe, entre otros. El rol es público y privado, es decir, hay
disposiciones acerca de los comportamientos sociales apropiados para las personas que
poseen un sexo determinado. Estas estructuran las relaciones sociales -las relaciones de
1Estatus social es la posición social que un individuo ocupa dentro de una sociedad o en un grupo social de personas,
que puede estar determinado por ejemplo por la edad, el género, características físicas, la situación económica, la
actividad laboral, etc.
género- y determinan las interacciones de los seres humanos, en tanto personas
Los roles de género, o lo que anteriormente se denominaba como roles vinculados a las
Estas expectativas implican que los miembros del grupo compartan las
percepciones sobre las posiciones que cada persona ocupa dentro del sistema social. De
social). Las expectativas proporcionan una referencia normativa y son compartidas con
una determinada forma, sino que también se les exige un determinado comportamiento.
Por ejemplo, se espera que la mujer en algún momento de su vida desee ser madre; o en
los varones que no lloren o que sean activos sexualmente a edades mucho más
bebé. Por ejemplo, si es “varón” se espera que tenga ciertas características como
sumo muñecos que tendrán que ser héroes). Por otra parte, quienes nacen con atributos
sexuales “femeninos” se les escogerá ropa rosa, se les comprará juguetes como bebés,
muñecos, pinturas, collares, pulseras, cocinas, mesas, sillas, osos de peluche, todo
relacionado al rol materno, la belleza y cuidado del hogar. Se esperará que sea
“tranquila”, “relajada”, “bella”, “pasiva”, que sea una “princesa”. Las expectativas de
interacción al dar medios de predicción de la conducta. Nos resulta difícil prever hasta
determinadas categorías. Los estereotipos son categorías culturales con que tipificamos
a las personas, vale decir, establecemos juicios previos que, al ser repetidos, conforman
le asignan características estereotipadas para su edad, como ser “quejoso”, una “carga”
para la familia, dependiente e incapaz por sí mismo. Estas ideas se suelen asociar a la
tercera edad, aunque existan tantos comportamientos como personas. Otros personajes,
como Marge, por el solo hecho de ser “mujer” es mostrada como una madre que se
ocupa de las tareas del hogar, no participa de lo público sin el apoyo de su marido o en
responsable y madre.
través de los demás. Esta concepción se basa en la idea de que nuestros pensamientos,
históricos, por lo que cambian a través del tiempo. Un ejemplo de ello es el “piropo”
que se puede definir como una frase dicha, en general por un sujeto identificado como
contenido sexual. Una conducta que en muchas ocasiones incomoda a quien la recibe.
entiende que el piropo es una acción de acoso en todo tiempo y lugar. Así, comienza a
ser problematizado como una forma de agresión que, lejos de agradar a las mujeres y ser
género.
progresivamente los roles de género. Estos roles aparecen en el resto de las instituciones
donde socializamos: trabajo, educación, salud, las fuerzas de seguridad y aún Estado.
3. Psicología con perspectiva de género, conceptos y temas que aborda.
las relaciones vinculares, las formas de entender las relaciones de pareja, las nuevas
amor y objetos de deseo, entre otros. Estas temáticas delimitan espacios de abordaje que
El sexo como variable. Emergen cada vez más estudios que distinguen entre
“sujeto varones y sujetos mujeres”. Señalan semejanzas y diferencias, así como delimitan
están preestablecidas por los estereotipos y que generan fenómenos como el techo de
2 En los estudios de género, se denomina techo de cristal a la limitación velada del ascenso laboral de las mujeres al
interior de las organizaciones. Se trata de un techo que limita sus carreras profesionales
Estereotipos de género. Se trata de sistemas de creencias fundadas en la
(esfera doméstica como femenina); trabajo o roles comunales, el barrio, el espacio local
Políticas de igualdad. Este constructo surge como acción que intenta paliar esas
donde la psicología social puede crear acciones y técnicas para llevar adelante prácticas,
Las nuevas masculinidades. Se trata de una temática cada vez más en vigencia
sobre la centralidad epistémica. Tiene gran relevancia en tanto explicita o expone puntos
explicitan situaciones de sobrecarga que viven las mujeres constantemente quienes tienen
recoge discusiones sobre las distintas olas de feminismos y los diferentes enfoques:
través del trabajo colectivo. Esta tarea conjunta vincula lo que está pasando en la
sociedad con esta sensación individual, identitaria de hombres y mujeres en relación con
cada quien controla su destino a través de la toma de decisiones. Aparece fruto de una
demanda constante y humana de sentirse libres en los gobiernos de la vida. Una de las
control sobre nuestro destino es esa idea de estamos protegidos por una fuerza
omnipotente. En ese sentido, las grandes religiones generan un marco explicativo del
“deber ser”. Lo “natural” está vinculado a las relaciones de poder que se establecen
entre los seres humanos, los dioses -en los cuales uno cree- y las organizaciones que son
capaces de indicarnos lo que ese Dios tiene como modelo para nosotros. En ese sentido,
las prácticas religiosas dan un lugar a la mujer que, por lo general sigue un patrón de
son más valorados al interior de estas instituciones, sino también en las prácticas
incluso el sistema familiar) proporcionan otro contexto para estas expresiones de la vida
social, pero en relación a las mujeres muestran una mirada sesgada desde la perspectiva
los puestos altos, de gran escala y las mujeres lo hagan en los lugares más pequeños.
cualquier tipo de institución aparecen las relaciones de poder desigual entre mujeres y
hay otras asociadas a la edad, el color de tez, el capital cultural o social, la belleza, entre
individual dentro de una institución. En ese contexto jefes o amigos varones son
estableciendo una relación diferencial con las mujeres. Desde una perspectiva de
dominación, los varones aceptan su espacio de igual manera que las mujeres,
controlar a alguien es una estrategia característica de los varones para tener el dominio
de la situación. Así, toman decisiones sin consultar, deciden en una organización qué es
bueno o malo, válido o inválido, se centran en los intereses que tienen naturalizados a
partir de su género.
normalizado a través del sistema sexo-género-deseo sexual que rige la sociedad. Las
teorías esencialistas consideran que hay una unidad entre estas categorías, es decir,
quien nace con genitales “masculinos” tendrá una identidad de género de aquello que se
postulando que el género es, en realidad, una categoría diferenciada del sexo natural.
pensamiento binario -varón o mujer-. A su vez, la unidad que ha sido creada entre sexo-
género y deseo ha hecho que, entre otras cosas, reduzcamos el placer sexual a los
órganos genitales a los cuales, además, le ha sido asignada una asimetría de poder. Esa
reducción o circunscripción del placer a la genitalidad no es inocente ya que se asocia a
una ficción dada porque no se nace mujer ni varón, se construye como perteneciente los
sociohistóricas.
2002). Este régimen define cuáles son las identidades de género inteligibles y correctas,
que mantienen una coherencia y continuidad entre sexo, genero, práctica sexual y deseo.
Castiga así, a todas las otras que no tienen esa relación de contigüidad. La
obligatoriamente indicado pasa a ser natural aséptico, racional. De ese modo, se pierde
de vista la propia reflexión al respecto de este tema y estamos obligados a seguir el
a que esa construcción cultural que es el género produce efectos en las personas.
La hipótesis de Butler crítica los estudios de género que hasta ese momento han
permitido naturalizar una línea entre sexo y género. La autora permite con el concepto
mujeres”, más que un sujeto colectivo dado por hecho -biológicamente fundado-, era un
significante político.
natural del género, como un concepto sociológico o cultural, es efecto del sistema
social. Un sistema social ya ordenado, que normativiza según la idea del “sexo” binario
como algo natural. Y, aunque el género hubiera posibilitado las cuatro diversidades
impacta sobre ellos generando una perfomance. Gestos, conductas, acciones, practicas
repetidas generan un efecto que Butler llama estilización del cuerpo, va formando el
1990/2007). Sin embargo, la crítica establecida por la autora es que precisamente estos
femenino. Así, Butler compara estos rituales repetitivos con una puesta en escena
permanente del cuerpo sobre un escenario teatral. A esas prácticas le llamara actos
sobre el cual aparecen estas repeticiones rituales performativas está ordenadas desde la
Obtenemos cuerpos que han sido generados a través de una vigilancia, signados por las
convenciones sociales que moderan los actos de género a través de un aparato regulador
está configurada previamente por la sociedad. Su principal crítica hacia Butler se centra
los problemas de género. Según el autor nos encontramos en un momento que denomina
momento que atraviesa el capitalismo, que logra la identificación de genero acorde a los
mandatos sociales.
autores (Foucault, Rose, Agambe, Bhun Chul Han) bioética o, según Preciado, la
sexualidad es el negocio más influyente del capitalismo. Dicho sistema trabaja mediante
prácticas sexuales se logra a través del aprendizaje temprano sobre esa práctica
mediante la pornografía.
industria farmacéutica y la audiovisual del sexo son los dos pilares sobre los que se
sexualidad de los cuerpos codificados como mujeres y hacer que se corran los cuerpos
macho viril mediando las revistas pornografías, los videos XXX y el Playboy como
emblemas; y sobre las mujeres utilizando las píldoras anticonceptivas que permite el
subjetividad. Las técnicas del saber popular han estado relegadas a un lugar inferior,
intervención desde esta área debe instalar una práctica trasformadora no binaria
entrando en un tecno–animismo cósmico que pueda evitar que estemos en esta relación
deshabituación.
neoliberal, implica que ser transexual puede ser un proceso cuasi administrativo de
interés en tanto no expresan discurso anatómico, político ni legal para dar cuenta de la
sistema binario. Por ello, expresa que la paradoja del capitalismo es que, por un lado,
legaliza y posibilita hacer una transición de hombre a mujer o visceversa y que, por
otro, evita e impide la proliferación de la vida fuera del sistema binario. Otra paradoja
En síntesis, Preciado propone rechazar toda normalización que opere como freno
identidad generada por normas, pautas o cánones. Por este motivo plantea la necesidad
de resistir y dar respuesta política a los intentos de especialización del género, mujer y
línea, habla de que este impulso a la transformación colectiva que llama transfeminismo
sirve a las veces de subrayar la transformación del sujeto político y para defender la
abolición de la diferencia sexual como código cultural asignado que permite a un cuerpo
integrar una comunidad humana. Se trata de afirmar el cuerpo y el deseo como lugares
cuales no solo hay que pensar en un cambio a nivel de la sociedad, sino también en lo
individual.
7. Hester y el Xenofeminismo.
tecnologías. El prefijo xeno (del griego, ajeno, extraño) no sólo es una apertura a la
diferencia uniendo tradiciones feministas muy diversas, sino que indica extrañeza.
ofrecernos” (Hester,2018).
Este texto resalta la importancia de la tecnología en el contexto actual, haciendo
alusión a cómo impacta directamente en las personas. Propone una utilización crítica de
esta, alejada de los intereses del sistema capitalista y dirigida hacia objetivos
futuro más allá de las nociones de género, sexo, raza, especie y clase. Naturaleza y
cultura son espacios atravesados por la tecnología que deben ser repensados
reproductiva, donde las personas puedan optar por procrear o no, sin que su sexo o
determinante, tanto como lo es que quien opte por ello pueda hacerlo en condiciones
también de ampliar el papel del Estado y la acción pública para reconocer y cuidar a las
cuerpos.
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Desde la biopolítica hacia la psicopolítica
Biopolítica es un concepto utilizado para nombrar una serie de fenómenos vinculados al intento de
intervenir, orientar y controlar los cuerpos y las mentes. Se de una forma específica de gobierno
que aspira a la gestión de los procesos biológicos de la población. Tal como en la antigüedad, los
soberanos tenían derecho a la vida y a la muerte sobre sus súbditos, en las democracias existen otra
serie de comportamientos que, aspira a convertir la vida en objeto de gestión de los estados y los
poderes. Las tecnología, por medio la constitución de relatos sobre el deber ser de los individuos,
sus comportamientos y sus cuerpos, pretenden, controlar las voluntades corporales y mentales.
La cuestión psicológica y médica de las ‘poblaciones’ humanas, con sus condiciones de existencia y
de reproducción incluye el hábitat, la alimentación, la regulación de la natalidad y mortalidad, y la
designación de los fenómenos patológicos (depresión, suicidio, epidemias, endemias, mortalidad
infantil). Al investigar las relaciones entre el poder y el conocimiento, Foucault quiere mostrar cómo
el poder influye en la producción de verdad en las prácticas científicas. Además, alega que la
importancia política del análisis histórico se encuentra, exactamente, en sacar a la luz las
condiciones por las cuales ciertas verdades son producidas y de cómo los que creen y practican
estas verdades realizan sus efectos en la realidad.
El objetivo del poder disciplinario es hacer que los individuos internalicen ciertos roles y prácticas y
el propósito de las técnicas disciplinarias es hacer que se sientan como parte de la identidad de los
sujetos como procesos propios de individualización y subjetivación.
Para que la disciplina sea efectiva cada ser humano debe distinguirse entre sí en su propia
singularidad y los efectos del poder disciplinario se producen especialmente a través de jerarquías,
divisiones, control del ritmo diario, presencia constante de castigo o recompensas, normas y reglas
que los individuos deben cumplir. Sobre esta base ciertas subjetividades son más legítimas, más
normales y son mostradas como ideales mientras que otras son marginadas.
Norma es una dimensión a través de la cual la vida y el comportamiento pueden ser valorados
socialmente y corregidos en relación a la utilidad.
El poder sobre la vida dirige a las personas a internalizar ciertas normas y aparatos regulativos, tales
como instituciones médicas y administrativas. El poder se manifiesta esencialmente en el impulso
humano de controlar y modificar la vida.
Éste se lleva a cabo en dos niveles distintos: a nivel de los individuos por medio de medidas
disciplinarias y a nivel de la población mediante el bio-poder y sus técnicas, la biopolítica.
La sexualidad produce cierta verdad y por ello es una herramienta de la producción disciplinaria de
las subjetividades. En este sentido es parte importante en la producción de la verdad sobre uno
mismo como un sujeto categorizado como normal o anormal.
Para Foucault, fue la medicina la que asumió el papel de "poder de conocimiento" que puede
aplicarse tanto al cuerpo como a la población, tanto al organismo como a los procesos biológicos, y
en consecuencia tiene efectos disciplinarios y regulatorios (Foucault, 2003). La medicina se convirtió
en un discurso científico cuyo objetivo consistió en crear las demarcaciones de lo normal y lo
anormal y, precisamente debido a su status de ciencia, fue capaz de generar las normas médico-
biológicas. Cabe recordar que la norma construida tiene el poder de aplicarse tanto a un cuerpo que
se desea disciplinar como a una población que se desea regularizar.
La medicina se orientó a ser el espacio donde se podía distinguir con claridad entre lo normal y lo
patológico y, en términos de políticas de estado, también entre lo que “debe vivir y lo que debe
morir”. La eugenesia generalizada que se aplicó en la mayoría de los países occidentales (Rose 2001,
Macey 2009) y se establecieron los mecanismos por los cuales aquellos que no encajan en el
sistema, se convierten en los rangos más bajos de la sociedad. Las políticas de estado se
correspondieron con intervenciones directas sobre poblaciones, que luego de la incorporación de
estas normas fueron concebidos como anormales (por ejemplo: los pobres, los locos, los criminales,
los perversos, etc.).
El sexo es para Foucault un significante único universal que permite agrupar, en una unidad artificial,
elementos anatómicos, funciones biológicas, conductas, sensaciones y placeres, y posibilita a uno
hacer uso de esta unidad ficticia como un principio causal, un omnipresente.
Según Foucault (2007, 49) el liberalismo es una tecnología de poder que posibilita la administración
de individuos libres con una racionalidad gubernamental. Los colectivos humanos, plantean
problemas a los gobiernos: salud, higiene, natalidad, esperanza de vida, raza, etc. Que son de
importancia creciente, sin embargo no es esto a lo que Foucault pretende orientarse. Le interesa lo
gubernamental como nivel de análisis con respecto a las conductas colectivas, orientado hacia las
técnicas por las cuales se dirige la conducta humana.
Los conceptos de bio-poder y biopolítica de Foucault se dirigen a estudiar tres modos que
constituyen al sujeto: conocimiento, poder y gobierno del yo. En este marco la raza y la sexualidad
son pilares fundamentales y puntos de referencia por los cuales la medicina, las ciencias humanas
(psicología, antropología, sociología, etc.) y las técnicas liberales de gobierno pueden realizar sus
efectos de poder en la vida humana.
La biopolítica es una forma de interpretar la sociedad como un cuerpo que es sometido a control, y
con la idea de “inmunización” de auto conservación del individuo y la sociedad (Espósito,
2004/2006, pp. 17-18). El poder entra dentro del campo de la vida y, por medio de un esquema
inmunológico, trata de preservarla mediante mecanismos de control. La inmunización cuida,
protege al organismo, individual o colectivo. Las instituciones, las reglas y las normas están para
preservar la vida del sistema político y de los individuos, para proteger al normal de lo patológico,
al cuerdo de los locos, a los decentes de los criminales. Protege vacunando a la sociedad contra el
otro que infecta el cuerpo social.
Para mantener el sistema, los órganos de poder, el estado “inmuniza” el cuerpo (individual y
colectivo) de la sociedad frente a los enemigos externos o internos (virus o bacterias) mediante un
mínimo de control y negatividad represiva que permite preservarlo. El poder para Foucault requiere
de una fase negativa, algo que el sujeto quiere hacer pero sabe que no debe. Se trata de un
imperativo sobre los individuos y los colectivos de deber hacer. El poder dictamina: “Usted, para
estar ordenado y ser aceptado debe hacer esto y si hace algo que se salga de la norma, usted sabe
que le traerá consecuencias”. En ese sentido el poder necesita reprimir.
Los sujetos del panóptico represivo, se escondían, evitaban y se revelaban ante las reglas y la
autoridad, en tanto los sujetos del panóptico digital colaboran de manera activa a través de su
necesidad de exhibicionismo y voyeurismo, hacen de la transparencia su forma de vida. No tienen
que esconder sus deseos más abyectos, ni asociales, sino que colaboran mostrando su intimidad,
porque esta exposición es la que supone valor.
En las redes sociales resulta indispensable mostrarse en momentos que se suponen de interés, con
emoticones, selfies y videos se exponen cumpleaños, eventos felices y hasta desgracias
catastróficas. Esta exposición, finalmente, tiende a la uniformidad y a reducir la libertad de acción,
sin que tengamos ninguna conciencia nos conducimos a una nueva forma de totalitarismo que toma
el nombre de psico política.
Mientras la bio política como concepto trata los fenómenos de la incidencia del poder en los
cuerpos, la psico política se centra en el moldeamiento de los valores, las creencias, las actitudes y
las conductas, de la deformación de la moral, la conciencia, la ética.
El multitasking, el atracón de series, la ingesta de redes, los videojuegos nos llevan a un estado
de atención superficial (Sistema rápido). Para Byung Chul Han prima el estado de vigilancia rápido,
mientras los sistemas contemplativos y de atención profunda, se reducen a espacios específicos.
Este estado de contemplación es difícil de alcanzar en el mundo del multitasking y la hiperatención.
La idea de la construcción de la identidad a través de la exclusión del otro, el otro como enemigo,
muestra un paradigma inmunológico fundado en el concepto de “negatividad”, propio de la
biopolítica. Frente a la globalización, la disolución de las fronteras, la sociedad de la transparencia,
el modelo del foucaultiano del panóptico, da lugar a un nuevo panóptico que se vincula con la
transparencia, todo debe ser mostrado.
La sociedad disciplinaria de Foucault, que constaba de hospitales, psiquiátricos, cárceles, cuarteles
y fábricas, ya no se corresponde con la sociedad de hoy en día. En su lugar se ha establecido otra
completamente diferente, a saber: una sociedad de gimnasios, torres de oficinas, bancos, aviones,
grandes centros comerciales y laboratorios genéticos. La sociedad del siglo XXI ya no es disciplinaria,
sino una “sociedad del rendimiento” (p. 25).
El sujeto del rendimiento no sufre una explotación externa: es dueño de sí mismo y se auto-explota.
El sujeto auto-explotado hace del multitasking una práctica que “modifica radicalmente la
estructura y economía de la atención. Debido a esto la percepción queda fragmentada y dispersa”.
La idea de la libertad, para Han es una construcción donde creemos ser seres libres que tomamos
decisiones, pero en cambio estamos obligados, auto-obligados. Se trata de la búsqueda del
rendimiento personal (orientado a cualquier ámbito de la vida). Estamos frente a una libertad de un
sujeto que se pretende libre, pero es esclavo de sí mismo. Aún sin nadie que lo obligue, el trabajo
es una condición de la vida en sociedad y si no se consigue es parte de lo que la sociedad
responsabiliza a los sujetos.
Byung Chul Han sostiene que el modelo “viral” y la metáfora de la invasión bacterial ya no son
relevantes, sino que han sido reemplazados por otras metáforas y enfermedades. Según el filósofo
surcoreano enfermedades como la depresión, el trastorno por déficit de atención con
hiperactividad (TDAH), el trastorno límite de la personalidad (TLP) o el síndrome de desgaste
profesional (SDO o Síndrome de Burnout) “definen el panorama patológico de comienzos de este
siglo”. De la misma forma que la patología más importante en la actualidad, que es la depresión, es
explicada como el movimiento que realiza la agresión. Como no es posible ser violento, contra otros,
la agresión se dirige hacia uno mismo y transforma a los sujetos en depresivo. En dirección
contraria, pero fruto del mismo fenómenos, se encuentran los Haters. Aquellos que orientan su
agresión a poder incluirse en las comunidades de alguna forma.
La era inmunológica ha sido abandonada en favor de otro paradigma donde ha desaparecido “la
otredad y la extrañeza” y sólo reina la “diferencia”. La sociedad que exige la exposición de la
intimidad de manera sistemática es pornográfica, los sujetos se muestran, se desvisten, construyen
su subjetividad renunciando a la particularidad y singularidad de las cosas.
Para que algo se torne transparente debe aniquilar su singularidad, a partir de la coacción, la
imposición y de la vigilancia y el control ilimitados. La dificultad del sujeto social para escapar de
este determinante es máxima, siendo que además el núcleo duro del poder no es visible y el sujeto
se cree auto determinado.
Google y las redes sociales se presentan como espacios de libertad, pero se han convertido en un
gran panóptico y el consumidor transparente es el nuevo morador de este panóptico digital. En este
espacio no hay comunidad sino una sumatoria de Yo que no prevén acción común.
Todos nos acomodamos a la auto vigilancia. La vigilancia no se realiza como un ataque a la libertad,
sino que está naturalizada como la acción social que permite la conjunción social, más bien, cada
uno se entrega voluntariamente desnudándose y exponiéndose a la mirada panóptica. El valor de la
exposición y de la imagen se impone a los yo consumidores y nos vemos absorbidos por convertirnos
en imagen. Aquello que no se somete a ser visible y transparente se convierte inmediatamente en
sospechoso.
Han refiere que en cuanto al trabajo existe una sociedad del rendimiento, donde a falta de una
instancia dominadora el sujeto se explota a sí mismo. Esta ausencia de conciencia moral y su
desplazamiento hacia la auto exigencia ilimitada, donde el sentimiento del deber ser es reemplazado
por la auto exigencia ilimitada de producción. Extrañamente, cuando trabajamos en casa, de lunes
a lunes y prácticamente veinticuatro horas frente a pantallas, no nos alcanza el tiempo para hacer
otra cosa. A ese fenómeno le llamamos una situación elegida y va acompañada de un sentimiento
de libertad y de elección voluntaria.
En la línea del pensamiento de Foucault la sociedad del vigilar y castigar, la existencia de la regla y
de su posible violación, la presencia del carcelero y el que ejercía la dominación posibilitaba que la
sociedad fuera consciente de que estaba siendo dominada. En contraposición el pensamiento de
Han postula que en la actualidad no tenemos consciencia de dominación puesto que la diferencia
ha sido expulsada. La transparencia que obliga a la autenticidad implica la expulsión de todo lo
diferente. Las personas se muestran como auténticas porque “todos quieren ser distintos de los
demás”, lo que fuerza a “producirse a uno mismo”. Y es imposible serlo hoy auténticamente porque
“en esa voluntad de ser distinto prosigue lo igual” donde las únicas diferencias posibles son aquellas
que no constituyen un problema.
Han habla de la dictadura de la transparencia y de internet como supuesto espacio de libertad. La
red no da libertad sino que da transparencia. El panóptico digital fomenta la interacción hasta el
punto de hacernos visibles hasta la transparencia.
Somos los internautas los que mostramos nuestros datos sin coacción. La transparencia es un
dispositivo neoliberal que convierte todo en información, producimos información de manera
ilimitada. La sociedad de la transparencia es la que se nos impone a todos y la información es
riqueza.
El concepto de infarto del alma es la saturación completa del individuo. El sujeto del rendimiento se
vincula con el concepto de libertad, de pérdida de libertad. Sus actividades laborales, son casi toda
la vida y se propone una serie de tareas autoexigidas que lo obligan a abandonar el tiempo libre, a
tomar medicamentos y a descuidar los amigos y la familia, para poder rendir en la actividad laboral.
El sujeto de rendimiento es su propio dueño y en la estrategia de explotación, el cansancio lo
conduce a la autodestrucción.
¿Por qué los sujetos llegan a este punto? El autor usa la metáfora del sistema inmunológico. La
violencia neurológica, significa que la sociedad no permite otra cosa que ser sujetos de rendimiento.
Cuando no se puede lidiar con todos los problemas y de los cuales nos culpabilizamos, desde las
dificultades personales, las grietas familiares, los requerimientos cada vez más alto a los individuos,
hasta las problemáticas sociales (como las agresiones al ambiente, la sociedad cada vez más
fragmentada, la pobreza, la inflación, etc.), ante la impotencia de no poder enfrentarlos con
soluciones concretas nos pone en una situación de colapso. La autoexigencia no nos lleva a
satisfacciones trascendentales sino que infarta el alma. El impulso de vivir en paz, de placer, de
disfrute se elimina.
Desde Foucault, hasta aquí, las formas de ejercer poder han evolucionado desde un poder coercitivo
que supone la exclusión del otro distinto con una violencia importante, hasta la idea de que el poder
más efectivo se ejercita cuanto menos se nota su presencia. Un poder ejercido desde la fuerza
supone un sometimiento que requiere de mucho esfuerzo para mantenerse en el tiempo.
Un colectivo, una sociedad o un grupo de individuos que asumen ciertas conductas, rituales,
creencias y hábitos que “se” suponen verdades, el poder ocurre de manera natural y significa un
horizonte de sentido, una forma de explicar sobre el por qué esas cosas que hacemos son razonables
y aceptadas de manera naturalizada. El imperativo del “se” es un poder impersonal, se acepta como
propio, como parte de la tradición, como las cosas que no se critican: lo que “se” piensa, lo que “se”
dice, lo que “se” hace.
Esta afirmación no tiene por qué consistir en un dominio negativo sobre el otro, sino que se ve
reforzada, ante todo, en la medida en que hay mediación: “La afirmación de sí no tiene que darse
con la fuerza o la negación del otro. Depende más bien de la estructura de mediación. Con una
mediación intensa no está negando o excluyendo, sino más bien integrando” (Han, 2005, p. 78). El
espacio del poder que se crea en las sociedades del rendimiento podría parecer un espacio positivo
de acción, pero en realidad no lo es. Precisamente porque la comunicación se vuelve mera
información positiva (transparencia de datos), no hay auténticas intermediaciones, ni tampoco un
espacio de libertad consciente.
La diferencia entre el pensar rápido y el pensar despacio es un concepto que se vincula a la psicología
de la percepción, que plantea una gran diferencia entre el saber, conocimiento que exige reflexión,
tiempo, lectura, voluntad y trabajo y el conocer (pensar rápido) que aporta un tipo de saber breve.
La psicología cognitiva (Kahneman, 2014) detalla una serie de experimentos que arrojan luz sobre
áreas en las que el sistema rápido parece dominar frente a un sistema lento. Este último requiere
de mayor gasto energético y tiempo para ser desarrollado. Estos estudios indican que el sistema
rápido trabaja a partir de sesgos cognitivos tales como confundir causalidad con casualidad, llega a
conclusiones precipitadas, exagera el efecto de las primeras impresiones y confía en exceso en los
datos conocidos, sin tomar en cuenta otros datos también disponibles.
Estos sesgos cognitivos son frecuentes en los procesos de toma de decisiones, se ubican en el
sistema rápido e impiden, dada la confianza que generan, que podamos repensar las cosas. Dentro
de lo más importante, vinculado a los procesos de toma de decisiones situamos el “Efecto marco”
donde los puntos de referencias que tenemos nos lleva a conclusiones rápidas y esos puntos de
referencias se vinculan con los que tenemos por trayectoria, es decir que creemos que los mismos
eventos ocurrirán siempre o, en su defecto, son puestos para orientarnos a decidir en algún sentido.
Las decisiones que tomamos dependen de puntos iniciales de referencia. El efecto marco también
está presente cuando decidimos comprar un objeto, si creemos que el precio de referencia es de
$10 y lo encontramos a $9 es muy posible que nos apuremos a comprar sin evaluar ningún otro
dato, pensando que es una buena oportunidad
En el sesgo llamado Anclaje se otorga un valor mayor a la primera información o evidencia que se
tiene sobre algo, a la hora de tomar una decisión.
Heurística de la disponibilidad, es un atajo mental que ocurre cuando las personas emiten juicios
acerca de la probabilidad de que un hecho ocurra. A veces, esta heurística toma decisiones
correctas, pero frecuentemente no es así.
El valor de las prácticas, de los objetos y de las personas dependen de que sean previamente
“expuestas” y de “su valor de exposición” en el mercado. Con ello la sociedad expuesta se convierte
también en pornográfica. La exposición en exceso lo convierte todo en mercancía.
El neoliberalismo explota la libertad de manera más eficiente que el modelo de vigilar y castigar
descripto por Foucault. La explotación más eficiente es la que se hace voluntariamente, es la que
está presente cuando nos obligamos y nos exigimos de manera individual y personal a emprender,
a gozar, a pasarla bien, a explorar los límites de la sexualidad. Esta mirada supone concebir la
decisión de libertad como algo personal.
La sociedad que sostiene y promueve estos cambios concretó la transición que va desde el
capitalismo de acumulación (etapa del imperialismo) hacia una sociedad neoliberal de capitalismo
cognitivo o capitalismo de plataformas. Este último requiere de la adecuación de los sujetos desde
una perspectiva de sujeción individual.
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Introducción
Lo que algunos denominan revolución digital implica que el acceso a Internet,
fundamentalmente mediante dispositivos móviles que están al alcance de cada vez
mayores franjas de la población, ha modificado radicalmente nuestra forma de
comunicarnos.
Atravesamos una época en que la fragmentación de fuentes de noticias ha creado un
mundo atomizado en términos de información, en el que mentiras, rumores, chismes se
distribuyen con una velocidad increíble mediante las redes sociales. Mentiras compartidas
en las redes cuyos miembros confían entre sí más que a los grandes medios, adquieren la
apariencia de verdad (Moser, 2017)
El surgimiento de redes sociales ha coincidido con el contexto global de crisis de la
política-institucional tradicional y de un creciente cuestionamiento a las fuentes
periodísticas clásicas. Esto ha posibilitado la aparición y circulación de noticias e
informaciones que suelen no ser verdaderas, y en muchas ocasiones son difundidas
intencionalmente (Fernández-Montesinos, 2018)
Es evidente que asistimos a un cambio en lo que se denomina regímenes de verdad
(Rowinski, 2020). La crisis del sistema capitalista que pegó un salto en 2008
profundizando la desigualdad de los ingresos, el desencanto masivo con los organismos
de representación tradicionales, se expresan también en una creciente desconfianza en
todas las instituciones, las que cada vez son más cuestionadas. Los medios de
comunicación masivos no escapan a esto y la información compartida por quienes están
en contacto con nosotros/as nos resulta más “confiable” que la de los medios de
comunicación instituidos (Rowinski, 2020).
En este sentido, la crisis generada por la pandemia del COVID-19 puso en evidencia
como varios líderes políticos construyen su propia realidad y la confrontan a los
argumentos con sustento científico. Este recurso es fundamentalmente usado para
justificar su propia gestión de la crisis sanitaria suscitada por la pandemia. Presidentes
como Donald Trump y Jair Bolsonaro son claros ejemplos de toma de decisiones que
apelan a la emoción y las creencias, descalificando las opiniones médicas de
especialistas y epidemiólogos, poniendo en riesgo la vida de las personas (Neiburg, 2020).
Es evidente que la eficacia de los discursos negacioncitas se apoyan en la ruptura del
pacto social implícito en la sociedad, donde el Estado no puede cumplir con su papel de
protector de la salud ni de las libertades democráticas. En esas condiciones es cuando
tiene terreno fértil la estrategia de construcción de un relato propio donde se obtura y
restringe el espacio para el debate y la multiplicidad de ideas (Ahen, 2019).
Es así como vemos a Trump no siguiendo las indicaciones del Centro de Control y
Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés), a Bolsonaro minimizando
los efectos mortales de la pandemia comparándola con un “simple resfriado”. Lo que en
otros momentos hubiera provocado un profundo estupor y quizás desencadenado una
crisis política hoy parece volverse frecuente (Neiburg, 2020).
A este panorama en la súper estructura política se le suma lo que se ha definido, por la
Organización Mundial de la Salud (OMS), con el término infodemia, que hace referencia al
aumento y la propagación descomunal y acelerada de la información relacionada al brote
de la pandemia por COVID-19 en un periodo corto de tiempo. Es así que, la circulación
apresurada de grandes cantidades de información ha dificultado la búsqueda y el uso de
fuentes de información veraces y fidedignas lo que a su vez incrementa la falta de rigor en
el uso de las fuentes de información, la exclusión del pensamiento crítico y las noticias
falsas (Guarín Núñez & González Lasso, 2020)
No es el objetivo de este escrito desarrollar los fenómenos relacionados a la postverdad y
su devenir en el contexto de la actual pandemia del COVID 19. El propósito de este
ensayo es describir analíticamente la estructura de la posverdad y su relación con el
pensamiento autoritario y la rigidez cognitiva, sobre todo en el abordaje científico de lo
que se denomina “discursos de odio” (Ver más abajo).
A los fines de una aproximación más conceptual a la temática se desarrollan a
continuación algunos términos considerados centrales.
La posverdad
La posverdad es un concepto que señala que entre la verdad y la mentira hay un territorio
difuso que escapa a esas dos categorías. La palabra posverdad sirve para señalar una
tendencia a la hora de crear argumentos y discursos en la que la veracidad no importa y
el objetivo es que el mensaje refuerce el sistema de creencias y valores preexistente
apelando más a la emoción que al razonamiento (Perez Garcia, 2018). La posverdad
apunta a la fabricación inventada de una verdad configurada al gusto de un segmento de
la población, determinada por las postura social o política, y aceptada como la propia
verdad de los hechos (Keyes, 2004).
El término posverdad (post-truth en inglés) fue designado la palabra del año en 2016 por
el Diccionario de Inglés de Oxford, tras haber experimentado un “incremento de uso de un
2000% en 2016, comparado con el año anterior, en el contexto del referéndum en Reino
Unido y las elecciones presidenciales en Estados Unidos” (Oxford Dictionaries, 2016;
Flood, 2016).
La posverdad se basa en falsas ideas, creencias y convicciones no respaldadas por datos
ni fuentes confiables. Esta se define como un contexto cultural e histórico en el que la
contrastación y la búsqueda de la objetividad son menos importantes que la creencia en sí
misma y las emociones que la sostienen.
La expresión posverdad fue puesta en circulación en 2004, con la publicación del libro
The post- truth era: Dishonesty and Deception in Contemporary Life (Keyes, 2004),
aunque el propio autor reconoce que “lo leyó por primera vez en un ensayo de Steve
Tesich de 1992” (Ramirez-Hurtado, 2017).
En el texto citado Keyes (2004) analiza la pérdida del sentido de la honestidad y de la
confianza: “aunque la mentira ha existido siempre, ahora tiene carta de naturaleza social y
nos parece que no puede ser de otra manera” (Ramirez-Hurtado, 2017).
Algunos autores han señalado como una característica de la posverdad el uso de un estilo
de argumentación en la que los hechos objetivos tienen menor influencia que las
apelaciones a las emociones y a las creencias personales (Aza Blanc, 2018). Parte de la
eficacia de este estilo argumentativo se sostiene en el desencanto político y el
descontento social (Rowinski, 2020).
Las condiciones socioculturales para la emergencia de este tipo practicas pueden
rastrearse en las corrientes filosóficas de la denominada posmodernidad, las cuales ha
puesto el énfasis en el relativismo y en la razón débil, lo que ha devenido en un
distanciamiento de la infalibilidad de los hechos; la posverdad construye una realidad
paralela que no necesita ajustarse a los hechos (Perez Garcia, 2018).
Es evidente que la posverdad como fenómeno cultural, histórico, político y económico ha
existido desde siempre, ligado al ejercicio del poder, en estos momentos su emergencia
adquiere más relevancia por la importancia que tienen las redes sociales en el mundo
hiperconectado en el que vivimos. En otras palabras, la posverdad adquiere otros
funcionamientos complejos, porque con la cultura digital, que abarca el ciberespacio,
produce y reproduce la hiperrealidad en que vivimos cotidianamente (Haidar, 2018).
Ahora bien, la posverdad no es sólo una palabra de moda que se usa para denominar la
supuesta superación de un estado previo en el que, la verdad era la norma, sino que
remite a una práctica discursiva política, cultural y social donde la distorsión, ocultación o
contradicción de lo verdadero por parte de algún actor social tiene como objetivo potenciar
o generar corrientes de opinión pública al servicio de intereses parciales (Aza Blanc,
2018).
El periodista Martín Caparrós considera al término posverdad un mero sinónimo del viejo
uso de la propaganda, las relaciones públicas y la comunicación estratégica como
instrumentos de manipulación y control social (Escajadillo Saldías, 2017).
Pensamiento autoritario
El fenómeno del autoritarismo ha sido tema de estudio tanto para el pensamiento político,
la sociología y desde la perspectiva de la ciencia psicológica, en particular la psicología
social y la psicología política. En el siglo XX es posible diferenciar tres grandes líneas de
investigación que se han ocupado del autoritarismo desde una perspectiva psicológica
(Adorno et. al., 1950; Rokeach, 1960; Altemeyer, 1996).
En la década del ´50 del siglo pasado el pensador alemán Theodor W. Adorno encabezó
en la Universidad de Berkeley una indagación acerca de la personalidad autoritaria.
Dichos estudios tenían como particularidad la utilización de la investigación empírica
mediante instrumentos psicométricos (Adorno, Frenkel-Brunswik, Levinson & Sanford,
1950).
La primera línea de investigación, iniciada por este grupo, denominado Berkeley (Adorno,
Frenkel- Brunswik, Levinson & Sanford, 1950), se ocupó del estudio de la personalidad
autoritaria, desarrollando el primer estudio con base empírica a gran escala sobre
autoritarismo.
El principal objetivo de esta investigación fue el estudio de los individuos potencialmente
antidemocráticos o fascistas, particularmente susceptibles a la propaganda política de
derecha. Sustentaba este objetivo el supuesto de que las creencias y actitudes
sociopolíticas de las personas constituyen una constelación coherente en torno a una
mentalidad común, expresada por determinadas características de personalidad. De esta
manera, existiría un síndrome que conformaría la personalidad autoritaria,
operacionalizado para su evaluación a través de la California F Scale (o escala F), el cual
era un test psicométrico de personalidad.
Los supuestos previos que sustentaban la construcción de la escala se afincaban en los
desarrollos teóricos de la época sobre Personalidad. De acuerdo a Adorno y sus
colaboradores: “Cuando hablamos de personalidad autoritaria debemos saber que esta se
caracteriza por unos rasgos tales como: disposición a la obediencia esmerada a los
superiores, respeto y adulación de todos los que detentan fuerza y poder, disposición a la
arrogancia y al desprecio de los inferiores jerárquicos y, en general, de todos los que
están privados de fuerza o de poder. También aparecen rasgos como la aguda
sensibilidad por el poder, la rigidez y el conformismo. La personalidad autoritaria tiende a
pensar en términos de poder, a reaccionar con gran intensidad ante todos los aspectos de
la realidad que afectan las relaciones de dominio: es intolerante frente a la ambigüedad,
se refugia en un orden estructurado de manera elemental e inflexible, hace uso marcado
de estereotipos en su forma de pensar y de comportarse; es particularmente sensible al
influjo de fuerzas externas y tiende a aceptar todos los valores convencionales del grupo
social al que pertenece” (Adorno, Frenkel-Brunswik, Levinson & Sanford, 1950).
Desde su conceptualización inicial hasta el presente, el autoritarismo ha sido estudiado
desde diferentes perspectivas, según las diferentes etapas de su evaluación empírica.
Inicialmente, con los estudios del Grupo de Berkeley (Adorno e col., 1950), la escala “F”
permitió la distinción de nueve características que en su conjunto constituían una
personalidad autoritaria. Sin embargo, este enfoque recibió fuertes críticas referidas a
aspectos tanto teóricos como metodológicos (Shills, 1954).
Posteriormente, la segunda línea corresponde a los trabajos de Rokeach (1960)
sugirieron desplazar el foco de atención hacia el concepto de Dogmatismo, plausible de
ser evaluado a partir de la denominada escala “D” por él desarrollada, con el objetivo de
zanjar los inconvenientes que acarreaban los desarrollos del Grupo de Berkeley y la
Escala F. El autor propuso distinguir dos componentes de los sistemas ideológicos: el
contenido (las creencias) y la estructura (el continuo mentalidad abierta-cerrada); por
ejemplo, un individuo puede poseer creencias democráticas, pero defenderlas de modo
intolerante o autoritario frente a quienes no las comporten. En este sentido, Rokeach
propone que la estructura de un sistema de creencias se ubica en el continuo mentalidad
abierta-cerrada, siendo el dogmatismo el polo correspondiente a la mentalidad cerrada.
Finalmente, la conceptualización del autoritarismo con mayor consenso en la actualidad
(Duckitt & Fisher, 2003) es la propuesta por Altemeyer (1981, 1996, 1998) acerca del
“autoritarismo de alas derechas” (RWA por sus siglas en ingles). Este autor (Altemeyer,
1981, 1996) considera al autoritarismo como una dimensión de personalidad, compuesta
por tres conglomerados actitudinales: sumisión autoritaria, agresión autoritaria y
convencionalismo.
El primero refiere a la tendencia a someterse a las autoridades percibidas como
plenamente legítimas en el gobierno de la sociedad. El segundo evalúa la predisposición
a la hostilidad hacia las personas y grupos considerados como potenciales amenazas al
orden social. Por último, el tercero, refiere a la aceptación general de las convenciones
sociales.
En este sentido, la conceptualización del fenómeno desde una perspectiva psicológica
permite analizar el comportamiento político de los individuos, la tolerancia hacia quienes
piensan diferente, así como la convivencia democrática (Lima, Ciampa, & Almeida, 2009).
Hay un relativo consenso para afirmar que la psicología puede estudiar científicamente el
autoritarismo. Siempre que pueda superar los problemas que se plantearon desde 1950
en adelante, debido a una interpretación errónea de la personalidad Autoritaria. Es
necesario insistir en que la obra de Adorno y colegas no pretendía estudiar el
autoritarismo, sino los motivos psicológicos de la conducta autoritaria.
Hoy el pensamiento autoritario se entiende como como variable predictiva por excelencia
de diversas formas del prejuicio por ejemplo la homofobia, sexismo, racismo en sus
diferentes manifestaciones, etnocentrismo, etc (Etchezahar, 2012).
Centralmente el consenso científico plantea que la personalidad autoritaria y el
autoritarismo no son sinónimos, aunque la psicología puede estudiar científicamente el
pensamiento autoritaritario, entendido como paradigma psicológico, en cambio no puede
estudiar la personalidad autoritaria (Etchezahar, 2012).
Rigidez cognitiva
Algunos estilos cognitivos han sido asociados al pensamiento autoritario y por ende a la
producción y, fundamentalmente, la replicación de los discursos de odio. Un estilo
cognitivo involucra una serie de habilidades cognitivas que influyen en la capacidad
humana de procesar información compleja (Van Hiel, Onraet & De Pauw, 2010)
Puntualmente se señalado que las ideas autoritarias se asocian a la Rigidez Cognitiva,
entendida como una forma particular de procesar la información y que expresa una
preferencia por los estímulos estructurados, ordenados, sencillos y carentes de
ambigüedad (De Rojas, 2102).
Se ha verificado que las personas más etnocéntricas y prejuiciosas son, a la vez, más
rígidas cognitivamente y menos tolerantes a la ambigüedad.
La intolerancia a la ambigüedad incrementa la necesidad de las personas por encontrar
certezas (Jost et ál., 2003a) y por ello se relaciona con una predisposición hacia “… las
conclusiones prematuras, la sobre-generalización y simplificación, y, por lo tanto, el
prejuicio” (Jost y col., 2003, p. 346).
La intolerancia a la ambigüedad se relaciona directamente con la intolerancia a la
incertidumbre, esta asociación suele ser de tal intensidad que incluso se ha propuesto que
pueden ser entendidas como lo mismo (Jost et ál., 2003; Rottenbacher, Espinosa &
Magallanes, 2011)
Así, De Rojas (2012) propone que los individuos que presentan altos niveles de
intolerancia a la incertidumbre, reaccionan o tienden a reaccionar de forma defensiva
apoyando el conservadurismo político y social, el dogmatismo religioso, el etnocentrismo,
el militarismo, el autoritarismo, el convencionalismo y la poca flexibilidad moral.
Este autor también afirma que diversas investigaciones han encontrado correlaciones
directas entre la necesidad de cierre cognitivo y el autoritarismo de alas derechas (RWA),
la orientación hacia la dominancia social (SDO, por sus siglas en inglés), el racismo
explícito, el racismo encubierto, actitudes políticas de derecha y el conservadurismo
cultural (De Rojas, 2012)
En el mismo sentido, citado por Rojas (2012) Jost (2003) sostiene que autoritarismo
presente en los discursos de odio se expresaría a través de dos conjuntos actitudinales
centrales: un deseo general por reducir la incertidumbre presente en el mundo social y la
justificación de la inequidad entre los diversos grupos que la conforman.
Uno de los procesos asociados a la rigidez cognitiva es el denominado sesgo de
confirmación, definido como la tendencia de una persona a favorecer la información que
confirma sus suposiciones, ideas preconcebidas o hipótesis, independientemente de que
éstas sean verdaderas o no. El sesgo de confirmación o “recolección selectiva de
evidencias”: es el mecanismo por el cual tendemos a seleccionar información de manera
que satisfaga nuestras propias expectativas y, sobre todo, que refuerce nuestras
creencias y la opinión previa (Zollo et al., 2015).
Este último dato permite ligar algunos procesos cognitivos a los fenómenos de la
posverdad (Noticias Falsas, etc), el pensamiento autoritario y los discursos de odio.
Sentado las bases para una psicología de la época.
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