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Tema 9. La Restauración. V1 PDF
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EL RÉGIMEN DE LA RESTAURACIÓN:
CARACTERÍSTICAS Y FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA CANOVISTA
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tendencias liberales en un proyecto común. Los fundamentos ideológicos del sistema
eran:
• La teoría de la Constitución interna o histórica, que hacía recaer la soberanía en
la Corona y las Cortes. Ambas instituciones estaban avaladas por la historia y eran
preexistentes a toda Constitución escrita. Esta soberanía compartida había sido la tesis de
los jovellanistas en las Cortes de Cádiz.
• Un sistema articulado en dos pares de fuerzas: 1) la Corona y las Cortes, que
encarnaban la soberanía; y 2) dos partidos políticos que se turnarían pacíficamente en
el gobierno.
• Una Constitución escrita y suficientemente flexible para que pudiera adaptarse a
los programas de los dos partidos.
Cánovas se inspiró en el modelo del parlamentarismo británico, basado en la
existencia de dos grandes partidos que aceptaban turnarse en el poder con un doble
compromiso:
□ El agrupamiento disciplinado en dos bloques (conservador y liberal) de todas las
fuerzas políticas que aceptasen este marco. Esto dejaba fuera a los carlistas (que no
aceptaban el liberalismo) y a los republicanos (antimonárquicos por definición).
□ El arbitraje de la Corona: el partido gobernante debía pasar a la oposición cuando
perdiera la confianza del rey. A cambio, el nuevo gobierno debía respetar la obra
legislativa del que lo había precedido (sobre todo durante la regencia).
A partir de estos principios o fundamentos ideológicos, las bases institucionales y
jurídicas del sistema fueron las siguientes:
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B) El BIPARTIDISMO, es decir, la puesta en funcionamiento de dos partidos
dinásticos, así llamados por su lealtad a la Corona:
□ El Partido Liberal Conservador o Partido Conservador: liderado por Antonio
Cánovas del Castillo, se organizó en torno al “movimiento Alfonsino” durante el
Sexenio. Representaba la derecha liberal; incorporaba moderados, unionistas de derecha
e incluso tradicionalistas de Unión Católica. Su base social era conservadora: las
oligarquías terratenientes, industriales y financieras; los militares de alta graduación; las
clases urbanas altas y medias. Entre sus planteamientos políticos figuraban el sufragio
censitario, el proteccionismo económico, la exclusividad de la religión católica, y
algunas restricciones en cuestión de libertades.
□ El Partido Liberal Fusionista o Partido Liberal: fundado en 1880, su líder fue
Práxedes Mateo Sagasta. Representaba la izquierda liberal; su núcleo originario fue el
Partido Constitucional que se había formado en 1871, tras la escisión de los progresistas
que siguió a la muerte de Prim. Su base social era progresista: militares de baja
graduación; clases medias urbanas; revolucionarios del Sexenio. Defendían el sufragio
universal masculino, el librecambismo, la libertad de cultos, las libertades de prensa y
de cátedra, entre otros principios.
De hecho, las diferencias entre ambos partidos fueron mínimas en la práctica política.
Al margen del sistema quedaron los carlistas, los nacionalistas (catalanes y vascos), los
republicanos y, posteriormente, los partidos obreros (fundación del Partido Socialista
Obrero Español, PSOE en 1879).
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□ Cortes bicamerales:
o El Congreso de los Diputados era electivo. La Constitución no especificaba el tipo
de sufragio, remitiendo a su definición mediante una ley electoral. En principio se
estableció el sufragio censitario (votaba un 5 % de la población: varones mayores de
veinticinco años que pagasen un mínimo de tributación). Sin embargo, en 1890 se
estableció el sufragio universal masculino.
o El Senado tenía un carácter elitista, garantizando así el control del poder
legislativo por las minorías privilegiadas. En su composición había senadores vitalicios,
tanto por derecho propio (miembros de la nobleza y del clero) como por designación de
la Corona. El tercio restante era elegido por un periodo de cinco años mediante sufragio
censitario indirecto (votaban los grandes contribuyentes y las corporaciones).
□ Centralismo político-administrativo: las diputaciones provinciales y los
ayuntamientos locales quedaban bajo el control del gobierno.
□ Catolicismo como religión oficial del Estado y restablecimiento del Concordato.
Se permitía otros credos religiosos siempre que se ajustasen a la moral católica, aunque
se prohibían sus manifestaciones públicas.
□ Recogía una declaración de derechos individuales similar a la de 1869: seguridad
personal, libertad de conciencia, residencia, expresión, de enseñanza, inviolabilidad de
domicilio y de correspondencia, derecho de reunión y de asociación. No obstante, como
en la Constitución de 1845, la concreción de estos derechos y libertades se remitía a leyes
posteriores que, en la práctica, tendieron a restringirlos, especialmente los derechos de
imprenta, expresión, asociación y reunión.
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Los gobernadores civiles imponían las listas del encasillado en cada provincia, mientras
que los caciques locales (personalidades coninfluencia económica y social) garantizaban
los resultados en los municipios mediante lacompra de votos, la coacción y el pucherazo
(manipulaciones a pie de urna o el voto de los “Lázaros”).
El caciquismo arraigó básicamente en el ámbito rural, sobre todo en Andalucía y
Extrmadura, a causa del elevado analfabetismo de la población, el control del mercado
de trabajo par parte de los terratenientes y la penetración del anarquismo (contrario a la
acción política) entre los campesinos. Por el contrario, la oposición política era más
fuerte en los núcleos urbanos,donde el control por parte de los caciques se hizo cada vez
más difícil.
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coloniales, sobre todo -la Guerra de Margallo o Primera Guerra del Rif (1893-1894),
contra las tribus o cabilas que rodeaban Melilla, -la Guerra de Independencia Cubana
(1895-1898) y -la Guerra de Filipinas (1896-1998)
5) LA OPOSICIÓN AL SISTEMA
Fue muy débil y estuvo representada por un grupo heterogéneo de formaciones políticas,
algunas con una trayectoria considerable durante el siglo XIX y otras surgidas en la
Restauración:
A) El CARLISMO: contó con apoyos electorales en Navarra y el País Vasco. Se
dividió en dos tendencias tras su derrota en 1876: integristas, que rechazaban el régimen
de la Restauración; y tradicionalistas, partidarios de integrarse en el régimen. Estos
últimos evolucionaron hacia posiciones regionalistas y se organizaron como partido
político.
B) LOS REPUBLICANOS: tras el final de la Primera República se dividieron en
varias corrientes, cuyas diferencias más importantes eran la organización territorial del
Estado y las estrategias para alcanzar el poder.
□ Los federalistas de Pi y Margall y los unionistas de Nicolás Salmerón
eran partidarios de la acción política pacífica. Se fusionaron en la Unión Republicana
(1893)
□ Los radicales de Ruiz Zorrilla (y luego José María Ezquerdo) fundaron el
Partido Republicano Progresista, partidario de la lucha armada.
□ Los posibilistas de Emilio Castelar constituyeron un grupo minoritario; acabaron
integrándose en el Partido Liberal de Sagasta.
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y la Renaixensa valenciana.
□ Las diferencias económicas por las repercusiones de la industrialización, en el
País Vasco y en Cataluña. Esto afectó a sus relaciones con el resto del país y sirvió para
el desarrollo de una burguesía fuerte. Esta reivindicaba el proteccionismo económico
para defender sus intereses, frente a las tendencias librecambistas del gobierno, y
respaldaba la defensa política de los particularismos regionales.
El catalanismo como opción política daría lugar a la fundación de la Lliga Regionalista
por Enric Prat de la Riba y Francesc Cambó (1901). El nacionalismo vasco nació más
tarde que el catalán, pero evolucionó más rápidamente. Su ideólogo fue Sabino Arana,
fundador del Partido Nacionalista Vasco (1895).
Los regionalismos gallego, valenciano y andaluz (destacando Blas Infante en este último)
fueron más débiles y tardíos, desarrollándose sobre todo a partir del siglo XX.