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Dialéctica hegeliana

En la teoría filosófica idealista del alemán Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-
1831), la tesis, la antítesis y la síntesis son las 3 fases de un proceso evolutivo del
espíritu humano que se repite a sí mismo por la búsqueda de la verdad.

En filosofía, la Tesis, antítesis y síntesis son los 3 elementos que constituyen el


proceso de la dialéctica y forman parte del proceso espiral en que se concibe la
realidad, enmarcados en el método lógico de la dialéctica, denominada dialéctica
hegeliana, que servirá posteriormente de base para fundamentar los estudios de
Karl Marx (1818-1883) y Friedrich Engels (1820-1895).

Hegel afirma que toda realidad humana (pensamiento, conocimiento, historia,


evolución, relaciones de poder, sistemas políticos) surgen en primera instancia de
una tesis, que provoca una contradicción denominada antítesis y finalmente
emerge una síntesis, conocida como la superación de dicha contradicción,
generando nuevamente otra tesis que perpetúa el proceso.

Georg Wilhelm Friedrich Hegel coloca el espíritu sobre la materia, o sea, que es la
conciencia del sujeto que define lo real, por lo tanto, el sujeto presenta un papel
activo en todo acto cognitivo. Así la dialéctica hegeliana forma parte de la filosofía
del espíritu que inevitablemente busca lo infinito, la verdad, que en sí contiene
también lo finito.

En esta búsqueda mediante la dialéctica hegeliana, la contradicción se convierte


en el motor del sistema lógico compuesto por 3 fases: la tesis, antítesis y síntesis.

Todo lo que es razonable, por el hecho de serlo, existe, aunque idealmente. Y


toda la realidad, por el hecho de que ella es o exista es razonablemente
cognoscible. Es la unidad entre la razón y la realidad.

Hegel proclamó el "sujeto absoluto” como "yo" y fue aún más lejos: consideró el
"Absoluto" como idea y la identificó con el pensamiento. "La idea es la razón en el
sentido filosófico; es el sujeto-objeto, la unidad de lo ideal y de lo real, de lo finito e
infinito, del alma y del cuerpo..." Y posteriormente afirmará: "Esta Idea Absoluta es
la unidad de la idea teórica y de la idea práctica, de la vida y del conocimiento" y
viene a identificarse con el pensamiento que se piensa a sí mismo.

Y como el absoluto es la vida en su totalidad de lo infinito y finito de lo uno y lo


múltiple, del sujeto del objeto, la razón es la única capaz de resolver las
oposiciones en una unidad superior, que es la "identidad en la diferencia".

Su dialéctica no es un simple “método” de pensamiento para interpretar la


realidad, sino más bien se constituye en principio del movimiento constructivo del
espíritu, de la naturaleza y de toda la historia y cultura humana. A esta seudo
ontología hegeliana se le ha llamado “panlogismo", que significa, a saber: ver la
realidad como un todo desde una óptica estrictamente racional y absolutista.

Hegel capta la realidad del Universo como un puro "devenir", en donde este juego
dialéctico juega un papel preponderante y dice que ese "devenir" es lo que está en
medio del ser y la nada: “El ser y la nada, en cuanto no forman más que una cosa
con el "devenir", desaparecen. El devenir, a consecuencia de la oposición del ser y
la nada que en él se contiene, llega a la unidad, en que los contrarios se
encuentran suprimidos, y el resultado de este tránsito es la "existencia", o más
propiamente, el ser determinado “Dasein”.

En términos más específicos: "La tríada hegeliana es el movimiento de una


realidad que, puesta primero en si (Tesis), se desenvuelve fuera de sí o por sí en
su manifestación o su verbo (Antítesis), para volver en seguida a sí y permanecer
consigo (Síntesis) como ser desarrollado y manifiesto".

Por lo tanto, el Absoluto retornará a sí cuando haya cumplido este juego dialéctico:
el "en sí" como subjetivo; el "por sí", como objetivo y el "en y por sí" como Espíritu
Absoluto.

La teoría de Hegel tiene sus orígenes en Heráclito de Éfeso, el fundador del


"movilismo puro", con su concepción del mundo como eterno fluir de las cosas.

La deficiencia de esta filosofía consiste en que Hegel nunca respetó el "Principio


de no contradicción o Identidad". Las cosas no pueden ser y no ser al mismo
tiempo, la mente necesita de la identidad de las cosas para definir lo que las ellas
en verdad son. Hay que reconocer que, en medio de todos los cambios, existen
siempre realidades y verdades que siempre permanecen.

Hegel puso en marcha a muchas mentes privilegiadas, entre ellos Karl Marx con
sus famosas teorías del materialismo dialéctico e histórico.

La dialéctica de Marx

Karl Marx, fue un teórico pensador socialista de nacionalidad alemana que


propuso el Método Dialéctico; término que designa el método científico del
conocimiento del mundo y proporciona al hombre la posibilidad de comprender las
relaciones sociales como un fenómeno natural, que debe ser observado y
analizado por ser una fuerza motriz en el desarrollo de la realidad.

La influencia que tuvo Marx en Europa Occidental resultó ser relevante para los
sociólogos. Sostuvo que los valores sociales no se separan de los hechos
sociales, argumento que se concentra en el estudio de la sociedad.

Marx se basó en la dialéctica de Hegel para el estudio del mundo material


existente. Para Marx las relaciones existentes debían de ser recíprocas, y se
debían valorar las influencias sociales que pudieran existir. Marx, defendía que los
valores sociales no se separan de los hechos sociales, de lo contrario se traduce
como inhumano.

Tanto los hechos como los valores, siempre están relacionados y entretejidos,
como los fenómenos sociales del mundo natural.

El estudio de Marx cuestiona no solo a los hechos sino también a la capacidad


que posee el ser humano, el cual depende del entorno en el que se encuentra.
Argumentaba que la interacción entre las personas es necesaria, así como la
reproducción de objetos que ayuden a la supervivencia de la misma.
La teoría de la Dialéctica de Marx

La dialéctica concibe al movimiento como uno de los elementos más importantes


para el ser “la realidad está sometida al devenir y la historia”, es decir, quien no
comprenda el cambio como un proceso que forma parte de la construcción de un
objeto, es incapaz de comprender la concepción del objeto.

La contradicción: tiene su origen en el cambio, puesto que la realidad es el ámbito


en donde nace el conflicto. Idea que, aterrizada a la teoría política, se refiere a las
distintas construcciones sociales que son consecuencias de pensamientos
antagónicos.

Racionalidad del cambio. El cambio sigue un orden, es decir, una racionalidad que
se genera a partir de la realidad.

Marx y Hegel lo dividen en tres cambios:

Tesis
La tesis se define como la fase afirmativa del proceso dialéctico o también
considerado como el estado original. La tesis se da por verdadera hasta que surja
una antítesis que la contradiga. En la dialéctica hegeliana, la tesis es promovida
por el espíritu subjetivo, motivado por el desarrollo del conocimiento y de la acción,
generalmente, a través de la conciencia, la autoconciencia y la razón.

Antítesis
Cuando la tesis o estado original se enfrenta a su negación, nos encontramos
frente a la fase de la antítesis.
La antítesis contradice la tesis, haciendo que el estado original se enfrente a su
negación. En la dialéctica hegeliana, las negaciones son el motor que mantiene en
movimiento el proceso. Es promovida por el espíritu objetivo, motivado por la
realización del espíritu en el mundo. Esto se manifiesta, generalmente, a través
del derecho, la moral y la etnicidad.
Síntesis
La síntesis es el proceso de superación de la contradicción de la antítesis,
corresponde a la negación de una negación, o sea la afirmación de una nueva
tesis.

La síntesis resulta de la armonización entre la tesis y la antítesis hecho por el


espíritu absoluto, definido como aquel que se reencuentra con la cultura de su
Estado, generalmente expresado a través del arte, la religión y la filosofía.

La dialéctica hegeliana se compone desde la partida de una serie de elementos


filosóficos importantísimos y muy diversos. El primero y fundamental es la doctrina
de Leibniz acerca de un progreso ascendente que conduce al contenido
inconsciente de la razón a cobrar conciencia y unidad sistemática. Leibniz había
puesto de manifiesto de este modo por vez primera en contraste con las doctrinas
teológicas de la Providencia, las construcciones materialistas de la ley y el estilo
narrativo de cronistas y cortesanos, la existencia de un fundamento unitario de la
historia en el impulso ascendente del espíritu, que se remonta desde la naturaleza,
se hace autónomo y marcha adelante conforme a una espiritual necesidad interna.
Una idea como ésta no le ha pasado por la mente ni siquiera a Macchiavello, el
más penetrante historiador del Renacimiento, quien se contentaba más bien con
una tipificación psicológicamente aguda de la historia como medio didáctico al
servicio de la acción presente. También la historiografía de la Ilustración
contemporánea y sucesora de Leibniz, se dejó guiar ante todo por el ingenuo
intelectualismo y el optimismo de la época, viendo en el progreso de todos los
aspectos de la cultura la consecuencia indiscutida de la liberación, por fin lograda,
del entendimiento. No pensaba ella para nada en fundamentos metafísicos, y en la
medida en que los tenía, en el Deísmo, servían ellos meramente para despejar el
campo al afán de utilidad. No se conocía otro encadenamiento que el puramente
psicológico-causal. Recién la noción iniciaba de mónada introdujo las de
individualidad, conexión entre la conciencia individual y la universal, conexión
dentro del acontecer en esta última, universalidad y necesidad interna del devenir
universal y con ello también del devenir histórico. Es verdad que estas
consecuencias suyas se han hecho explícitas, lenta y tardíamente. Sólo Lessing y
Kant, Winckelmann y Moser, Herder y Goethe vienen a dar muestras de sus
efectos; con máximo vigor se ponen de manifiesto en Fichte, el predecesor de
Hegel. El impulso ascendente poseía, de acuerdo con esta toda, continuidad
lógica, y, por encerrar la meta consciente ya desde el inicio inconsciente, admitía
que se lo entendiera con un grado mayor de unidad. Sus leyes eran las del
pensamiento mismo, que progresa de lo confuso, a lo claro, de la contingencia a la
unidad, y que constituye en verdad también el meollo de todas las funciones no
directamente intelectuales, por lo cual somete también el movimiento de éstas a
las leyes del pensamiento que progresa. El progreso representa un constante
incremento de valor, pero sólo en la forma, no en la cosa misma, en tanto que el
contenido racional siempre idéntico se ve meramente esclarecido, esclarecimiento
que significa en todo caso una enorme ganancia para los sujetos. Lo que ya es
suyo está encerrado en la naturaleza y luego también en la oscura vida anímica;
se vuelve valor auto subsistente, sujeto vivo y actuante, que se comprende a sí
mismo, y en sí mismo comprende a Dios y al mundo. El movimiento general,
histórico-universal y, a la postre, cósmico es alcanzado desde el individuo, a partir
de la interpretación monadológica de las individualidades empíricas. Tal es el
fundamento decisivo que esto se añade como segundo elemento en si la misma
importancia, la herencia ele la filosofía moral de Kant y Fichte, que considera este
proceso no meramente como un proceso del intelecto que progresa de manera
lógica y continua, sino como un proceso de la voluntad actuante, que impone la
razón en contra de la resistencia de la sensualidad y del amor propio. También
aquí se había extraído a la razón universal y su movimiento, de los trasfondos del
yo empírico. También aquí constituía el fundamento, una razón unitaria
conquistada por esta vía, pero concebida como incluyendo dentro de sí el
antagonismo práctico, como culminando, por lo mismo, no en el intelecto, sino en
la voluntad práctica. También aquí el proceso surgía de leyes in temas de la razón,
y significaba un incremento de valor en aproximación in finita, en virtud del cual el
afán de libertad que es de la esencia de la razón se realiza en un reino de la razón
moral, cuyos portadores se reconocen y auspician mutuamente.

Pero aquí pasaba el proceso por conflictos y contrastes que no eran meras
contradicciones lógicas por esclarecer, sino luchas ético prácticas y antagonismos
reales. Sin embargo, también aquí perduró la convicción de que a través
justamente de estas luchas y antagonismos el reino de la razón cobra vida, se
concentra y termina por imponerse. Todo esto significaba que a fin de cuentas
sólo una visión filosófico-histórica acerca del desenlace y, la meta y brindaba al
conocimiento histórico mismo tan sólo un atisbo por de pronto infecundo, o a lo
menos indeterminado, de la continuidad, y fundamento unitario del devenir
histórico, y de su naturaleza, sujeta excusadamente a leyes inmanentes.

La bioluminiscencia es una reacción química causada por organismos unicelulares


que se encuentran en las aguas costeras de todo el mundo, llamados
dinoflagelados. Para los humanos vemos que la bioluminiscencia es provocada
por una perturbación física, como las olas o el casco de un bote en movimiento,
que hace que el animal muestre su luz apagada, pero a menudo los animales se
encienden en respuesta a un ataque o para atraer a una pareja.

En las profundidades del mar, la bioluminiscencia es algo muy común, y debido a


que las profundidades del mar son tan oscuras la bioluminiscencia se usa como
una forma de comunicación e incluso puede ser la forma de comunicación más
utilizada. Como las algas unicelulares producen dos sustancias químicas
(luciferina y luciferasa o fotoproteína) que iluminan sus cuerpos cuando se
asustan.
La bioluminiscencia es una reacción química causada por organismos unicelulares
que se encuentran en las aguas costeras de todo el mundo, llamados
dinoflagelados, como las algas unicelulares producen dos sustancias químicas
(luciferina y luciferasa o fotoproteína) que iluminan sus cuerpos cuando se
asustan. Debido a que las profundidades del mar son tan oscuras la
bioluminiscencia se usa como una forma de comunicación e incluso puede ser la
forma de comunicación más utilizada. Para los humanos vemos que la
bioluminiscencia es provocada por una perturbación física, como las olas o el
casco de un bote en movimiento

La bioluminiscencia
es una reacción
química causada por
organismos
unicelulares

Las algas unicelulares


producen dos
Debido a la oscuridad
sustancias químicas
del océano, la La
(luciferina y
bioluminiscencia se bioluminiscencia
luciferasa o
usa como una forma en el océano
fotoproteína) que
de comunicación
iluminan sus cuerpos
cuando se asustan.

Para los humanos la


bioluminiscencia es
provocada por
perturbación física,
como las olas o un
bote en movimiento

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