Hoy quiero hablarles sobre la importancia de la fe en nuestras vidas y cómo podemos fortalecer nuestra relación con Dios.
En la Biblia, el apóstol Pablo escribió en su epístola a los Romanos: "Porque
todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios, y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús" (Romanos 3:23-24). Esto significa que todos somos pecadores y necesitamos la gracia de Dios para ser salvados.
Pero, ¿cómo podemos obtener esa gracia? En la carta de Santiago,
encontramos la respuesta: "Así también la fe, si no tiene obras, está muerta en sí misma" (Santiago 2:17). Es decir, la fe sin obras es inútil. Debemos demostrar nuestra fe a través de nuestras acciones y buenas obras.
En la iglesia adventista, creemos en la importancia del sábado como día de
descanso y adoración. En el libro de Hebreos, se nos recuerda que "hay un reposo sabático para el pueblo de Dios" (Hebreos 4:9). Este día nos permite tomar un tiempo para conectarnos con Dios, reflexionar sobre su palabra y descansar.
Pero la fe no se trata solo de asistir a la iglesia los sábados. También se trata de
cómo vivimos nuestras vidas todos los días. En la epístola de Juan, leemos: "Y este es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo y nos amemos los unos a los otros, como él nos ha mandado" (1 Juan 3:23). Entonces, ¿cómo podemos fortalecer nuestra fe y demostrar nuestro amor por Dios y los demás? Podemos hacerlo a través de la oración, la lectura de la Biblia, el servicio a los demás y la práctica de los principios cristianos en nuestra vida diaria.
En resumen, todos somos pecadores y necesitamos la gracia de Dios para ser
salvados. Debemos demostrar nuestra fe a través de nuestras acciones y buenas obras, y tomar un tiempo para conectarnos con Dios todos los sábados. Pero la fe también se trata de cómo vivimos nuestras vidas todos los días y cómo amamos a los demás.
Que Dios los bendiga y fortalezca su fe en él. ¡Amén!