Instituto Sagrada Familia

Matemática y su Didáctica I

PROFESORA: Behun Cintia Pamela

CURSO: 2° Prim.

CLASE VIRTUAL Nº 2:

Recapitulando y queriendo introducir el Apunte nº 3 con el que comenzaremos a

trabajar, te acerco esta reflexión…

El planteo del trabajo dentro del aula requiere la participación de cada uno de
los actores que intervienen en esta tarea de enseñanza-aprendizaje; que enriquecen la
producción y permiten poner en discusión la diversidad de representaciones y
significados de los objetos matemáticos que surgen de las prácticas cotidianas.

Las prácticas docentes se caracterizan por la improvisación, la espontaneidad,

inmediatez o urgencia, apelando a la intuición, percepción y principios de acción no
explícitos en el momento de actuar.

Como representantes del saber, lo que se intenta es ofrecerles a los alumnos los
medios y canales para poder crear situaciones de aprendizaje 1, con el objetivo de que
logren un aprendizaje significativo2 de los conceptos a desarrollar.

El conocimiento matemático intenta modelizar la realidad buscando

regularidades de orden y relación, para que esta modelización sea posible se trabaja
sobre un cuerpo de conceptos y saberes matemáticos, estos son: números, cantidades,
formas, operaciones, relaciones, propiedades, conversiones, equivalencias de
conceptos, etc.

Enseñar matemática implica crear una situación, un contexto, que le permita al

sujeto involucrarse, adentrarse, accionar con ella, y a partir de esta relación e
interacción del sujeto con el medio se va construyendo el conocimiento, el cual podrá
descontextualizarse luego con ayuda del docente y ser aplicado por el alumno en
distintas situaciones.

1
Las tareas de enseñanza tienen que ver; más que con la transmisión de contenidos, con proporcionar
instrucciones al alumno sobre cómo realizar las tareas de aprendizaje. De este modo conseguimos, de una
parte, reconocer el papel activo de los alumnos en el aprendizaje y, por consiguiente, su papel mediador
en las situaciones de enseñanza. Pero, por otra parte, estamos abriendo paso al reconocimiento de que
la enseñanza no es un fenómeno de provocación de aprendizajes, sino una situación social que como se
encuentra sometida a las variaciones de las interacciones entre los participantes, así como las presiones
exteriores y a las definiciones institucionales de roles. : Contreras Domingo, J.,” El curriculum como
formación” en: Angulo, F. J. - Blanco, N. (coord.), Teoría y desarrollo del currículo (Archidona 1994) 22, 23.
2
Idea ésta fundada por Bruner en el marco de la psicología cognitiva.
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El aprendizaje es considerado un proceso de construcción activa de significados

y de posibilidades de acción y de comprensión por parte de quien aprende, es un
proceso que implica relacionar lo que cada uno sabe y puede hacer con los nuevos
contenidos a aprender.

Aprender Matemática no significa entender un concepto y luego describirlo, sino

que significa poder realizar una abstracción de esos conceptos, relacionarlos con otros
de mayor y menor complejidad y poder utilizarlos en diferentes situaciones
problemáticas. Es esencialmente hacer matemática, es desarrollar un aspecto del
pensamiento. Es aprender a posicionarse frente a los problemas de una manera
dinámica, intentando distintas estrategias, diferentes caminos para poder avanzar.

La decisión de cómo queremos que nuestros alumnos tomen contacto con los
conocimientos matemáticos es de exclusiva responsabilidad del docente. Bien podría
presentarlos tal como los presenta un libro de texto, como un saber estático, acabado,
en donde el alumno lo toma y lo aplica; o bien, y es lo que sostenemos, se podría generar
un acercamiento diferente; donde en una primera instancia, se intenta lograr que el
mismo surja a partir de la interacción de ellos con alguna situación. Así los saberes
estarán vistos como algo dinámico que van generándose y construyéndose a partir de
aquella primera situación.

De esta manera, los conocimientos aparecen como herramientas, medios, que

resuelven dicha situación. Una vez logrado esto queremos que dicha herramienta pueda
ser utilizada nuevamente por los alumnos bajo circunstancias diferentes de las que le
dieron origen.

Si tenemos en cuenta las relaciones que se juegan entre maestro-alumno-saber,

como la distribución de los roles, el proyecto de cada uno y las reglas de juego, se
pueden distinguir tres modelos de referencia basándonos en lo que plantea Roland
Charnay. Se tiene claro que ningún docente utiliza exclusivamente uno de los modelos;
que el acto pedagógico en toda su complejidad utiliza elementos de cada uno de los
modelos. Consideramos el modelo aproximativo la vía más adecuada al momento de
pensar la clase de matemática. Este modelo es referente al momento de plantear la
propuesta didáctica.

Modelo aproximativo (centrado en la construcción del saber por parte de los

alumnos): El docente propone y organiza una serie de situaciones con diferentes
obstáculos y organiza la comunicación de la clase. El alumno por su parte ensaya,
busca, propone soluciones, las confronta con las de sus compañeros, las defiende y las
discute. Es principalmente a través de la resolución de una serie de problemas elegidos
por el docente como el alumno construye su saber, en interacción con sus pares. El
saber es considerado con su lógica propia.
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El diseño e implementación de la unidad didáctica que proponemos se basa en

primera instancia, en la “Teoría de las Situaciones Didácticas” de Guy Brousseau, al
considerar la enseñanza como un proceso centrado en la producción de conocimientos
matemáticos en el ámbito escolar. Está teoría aparece como un medio privilegiado, no
solamente para comprender lo que hacen los profesores y alumnos, sino también para
producir problemas o ejercicios adaptados a los saberes y a los alumnos (cf. Guy
Brousseau 1999).

El modelo de Guy Brousseau describe el proceso de producción de

conocimientos matemáticos en una clase partiendo de dos tipos de interacciones
básicas:
✓ La interacción del alumno con una problemática que ofrece resistencias y
retroacciones que operan sobre los conocimientos matemáticos puestos en
juego.
✓ La interacción del docente con el alumno.

La cuestión esencial de la enseñanza de la matemática es que el alumno debe ser

capaz no solo de repetir o rehacer, sino también de resignificar en situaciones nuevas,
de adaptar, de transferir sus conocimientos para resolver nuevos problemas. El docente
es el encargado de la elección de una estrategia de aprendizaje.

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Para profundizar en esto último es que te comparto el Apunte nº 3: “Conceptos

básicos de la teoría de situaciones didácticas”

La propuesta de trabajo es la siguiente:

Leer, por completo, el Apunte nº 3.

De ser necesario, buscar en el diccionario las palabras que no comprendas y

anotarlas al margen del mismo o en tu carpeta.