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De todas formas, la tarea es delicada. El hermano nece- sita ser movido «por divina inspiracién> (Rb 12,1) y com- portarse espiritualmente. Solo con una profunda vision de fe sora capaz de cir entre>, es decir, renunciar a todo poder y someterse a toda criatura (minoridad). Francisco propone a sus frailes Ia misma hospitalidad que él habfa abrazado. El hermano menor, sintiéndose siervo inétil, no tratar4 de imponerse con la fuerza, ni si- quiera cuando anuncia la propia fe. Pobre y humilde,evi- tara litigios y contiendas, se comportar4 como “. Bien asentado sobre la Roca firme, Francisco se abre hu- milde y gozosamente al encuentro desinteresado con to- dos los hombres, sin caer en el sincretismo religioso ni en la indiferencia ante la verdad. Sorprendido por el amor gratuito de Dios, Francisco restituye todo al Sefior, vive sin nada propio y solo anhela tener el Espiritu del Seftor y su santa operacién. Dios es total gratuidad lo visita el Sefior «y su corazén quedé tan lleno de dulzura que ni podia hablar, ni moverse, ni era capaz de sentir ni de percibir nada» (7) Estas visitas completamente inesperadas y gratuitas le hacen experimentar un Dios vivo, sorprendente, imprev ble. Atin no sabe exactamente cual es su voluntad, pero est’ aprendiendo a dejarse conducir por él. ;Cul ser4 el préximo regalo de Dios? Francisco intenta prepararse «apartindose poco a poco del b Jor, se retira «casi a diario a rar en secreto», aumenta su generosidad hacia los pobres (8). Esa colaboracién es imprescindible, pero fa iniciativa corres- ponde siempie a Dios. Francisco se prepara y espera. Dios ya no es para él un crucifijo fijo inmévil en la pared de la iglesia. Francisco no necesita ir hasta él para poder encontrarlo: es Dios quien se le hace presente en lu- gares y circunstancias hasta entonces insospechados, No intenta ya utilizarlo sin escucharlo, no le pide que ben- diga sus suefios de grandeza, sus decisiones ya tomadas, sus guerras 0 sus negocios. Sorprendido por la generosidad divina, Francisco no siente ya la necesidad de indicarle a Dios lo que tiene que hacer por él, sino que escucha, ora, le ofrece'su hospitalidad. Durante toda su vida seguir re- pitiendo, de modos diversos, la pregunta que habia hecho en Espoleto: «Seftor, qué quieres que haga?». A medida que Francisco se deja convertir, Dios se le ma- nifiesta de modo més claro y desconcertante. Le hace experi- mentar que los pensamientos divinos no son nuestros pens2- ientos, ni sus caminos son nuestros caminos (Is 55,8). i= 6 anb ‘vuosrad eun too ‘onuayury392UODe UN WO ONIUENDUA [9 sod ours ‘vopr yex8 vun 0 eon9 uorstsop vun sod ouensHIO 4398 B eztaIUHOD as ou» onb vue [AX o1Ipaudg eded 1g oftyy ordoad ns v vBorua sony coursur Jp z0d opeure 328 9p oufip s9 sorcy anb ages sond ‘souopersoidenuoa miq}Der Of]9 HOD vosng ON ‘SoUO!EAROUE sn5 9p ounsop yo A aquany ey eas sorq anb 9 -erado wus ns v £ xoUag Jap naindsgl Te a1ge 9s eULAIp UO!D -erpdsuy e] 28ooe ‘erouano2st0o url ‘opensssnou ‘ou; 250ur -onat 98 onstouexy ‘orrenrun rowre ap ezopuresd wy a1Uy {EST BOD) «odzano onsonu uo & ugzex0> y> ua soureAay] O] opurend samp eur ‘o[219 [p,uo ws onb ‘Sxpeg_ns 9p perUNpor ey SoUDEY optena souewuoy ayuourey9}9 souIog “oIsHIONSA{ & Jay EUITE P oun 9s omeg nayzidsq J2 10d opuens sosodso sousog “sonerpfurey souoroepo1 Jp Uo 1929], -2889 ap peprpiqisod ey sourep ered sonosou easey opeleqe ey] 9s ‘Seuosioy son op peprunuros ‘ouNSHTe sor [ASP $0] Sopor ® vazeD ey uD opor 21qos ‘TeuoDepar & eLTETET uuoisuaunp ey omuasasd Anur yasg “omuarurtsouongy A pra -e18 ueprogsop A oxpeg pe usStup 9s souorsexo sey op aared sokeur ef ‘somrzoso sns ug ezueqeye Pf v oaanur 3] 4 pep “tear ¥] ap woIsta ns erqures 9] ‘o]qeInsuiouOSUT ‘Onna, soure ng (g'¢z quyy) ‘0por sonosou sopor e ep sou & orp sou> [3 “ep opor A var> por anb ‘sorgy ap pepinaes8 vy ue wrx oosrouey 96 + «see se] a1qos \g}oesapsuod> BLOT sy “ag | eIpuanoaxy oo opuresn ‘eztETyIOD LOD p & ofunp 9s oosouexy oso 10d ‘oltyy Jo ua solry ous ‘soa -P]9s9 OYpoY BY SoU OU SOIC] ‘peptuog wIRUNFUT Ns UT ‘OAoIS ouanbad sgur J osx uD 2sopugDey wOUModruwO ns ensonur onb oy ous Jo s9 soicy (¢ qepy) > ‘oxquinpesuvus ey oduion owstus fe A OET TY) aIquINIDsOUN ‘g]qysUExduIODUN ‘qquFOUT ‘OIqEET -eUIDUT> “OUTST ]R> $9 SOIC] “y, «Zona OAraIS PANUT 9 oUNTS -ypta ouwsn8 ‘04 os uginb x? gorar sorgy ounst>qnp ‘na saxo UZIAH?> “OnE arususTeIo Te operquIose yduso3u09 oDs1> “tery ‘osturorduoa upSuru nfS1x0 ms ejansuos anb “ 2] sozue anb 07] sosoxday soy ua A saaqod soy ua ‘peprpigop ey uo eiuasozd oy 95 Jp ofrequia us A ‘ouad “to ns ud ezsepne 9} Sorc] onb 2jopuyio1p ‘easozoyfeqe9 eHO[8 ef £ oortpuosD omnx9 [> Teasnq ered opeonpa wes =P 27] “SoAar Je eIs9 220red opunur [> ‘opeiqured ey OPO], da un nuevo horizonte a la vida» (Deus caristas est 1). Francisco se deja convertir cuando Cristo se le hace el encontradizo y le hace gustar la gratuidad y la dulzura de su amor. Desde ese momento se siente Hamado a se- guitlo, obscrvando fielmente el Evangelio, bajo la accién del Espiritu Santo, La hospitalidad incondicional de Francisco aflora al descubrir en el hombre concreto la imagen y semejanza de Cristo. En este sentido, el Concilio Vaticano II afirma que «el misterio del hombre solo se esclarece en el miste- tio del Verbo encarnado» #6, Francisco cree en el Verbo, gue pone su morada centre» nosotros, que renuncia a toda manifestacién de poder 0 dominio para hacerse uno sds, con un cuerpo como el nuestro, con nuestras mismas li- mitaciones fisicas; el Verbo que hoy contintia su anonada- miento en Ia humildad del pan eucaristico (Adm 1,16-19). En efecto, el anonadamiento de Cristo crucificado se hace presente cada dia en el sacrificio eucaristico, que actualiza el misterio pascual y anticipa el banquete escatol6gico, cuando todo habra sido sometido a Cristo y «Dios sea todo en todos» (1 Cor 15,28). Ante la grandeza divina, Francisco se reconoce vil y despreciable, pero exulta al contemplar que Dios ha que- ido hacernos hijos suyos, abajéndose hasta nuestra peque- iiez. En el mi io de la encarnaci6n, Francisco percibe que solamente puede acercarse a Dios quien sigue ese ca- mino de servicio y abajamiento; solo puede elevarse quien antes desciende. * Concitio Varicano H, Constitucién Gaudlium er spes,22. 98. Abrazando al leproso, el Pobrecillo de Asis descubre ef rostro dolorido y sufriente de Cristo crucificado. No es ex- trafio, por tanto, que en el Céntico de las criaturas se refiera a los momentos mas dificiles del ser humano: persecucién, tribulacién, enfermedad y muerte. Asimismo, en el Oficio de ia pasién no presenta el cuerpo idealizado, sin mancha, casi virtual, que propone el arte griego, sino el escindalo de un Dios fisicamente dolorido, suftiente, crucificado, que transforma la mayor negatividad en motivo de redencién. Descubriendo el sufrimiento que iguala a Cristo y a todos Jos hombres, Francisco se convierte en el hermano univer- sal, que quiere practicar la misericordia con todos. ‘A los ojos humanos, Cristo es un fracasado, vencido por a misma negatividad que venia a redimir, pero es precisa- mente de ese modo como él instaura un reino de paz en el que todos se sienten acogidos, sin condiciones previas. ‘Tampoco Francisco se comporta de modo «racional» cuando vaa visitar al sultén, y de hecho no consigue nada, al me- nos aparentemente. Ni siquiera la propia Orden es capaz de asumir su radicalidad evangélica. En los tiltimos afios de su vida, tras un duro discernimiento, Francisco comprende que tiene que renunciar también a cualquier dominio so- bre sus hermanos. Los estigmas mostraran fisicamente su propio anonadamiento (kénosis inte El anonadamiento de Cristo, que Francisco imita, sigue siendo necedad para los sabios de este mundo, Francisco no podia tener éxito en su visita al sultén, porque la kéno- sis no es un valor ni para Mahoma ni para sus seguidores. Jesis es un fracasado judio y su sufrimiento en la cruz no lo admite Mahoma. Por eso dice que Dios lo salva de la Tor eqsistoreu uopoopiad ej v opeuotso A sezxony seid -oxd sey ua operuso ‘ousstus Js uo Uy UN ‘pLI9Is0 OUISTIZDSE un $9 ou ugiaerdoxdesap ng sao." ojos ours ‘1900390 nb auon ou anb oyeSor un upiqurea so uproeayes vy anb aqeg “opiqioor ey susurenmaes8 onb of ayusuresorsue8 opueu -op ‘ordoad epeu urs s1a1A B oprAour amudIs 98 OosIOUeR] {E61 Oz) OftFY 2 atpeg anuD 1oUMry [> 59 sond ‘uDpIK ey ap jerous# ansrurur Jo so onueg nazndsg pp anb opSy wy uo sigH9s9 opyronb exaiqny oosjoues| 089 30g “soureITDYy sns ‘ante souoroejau sey rein uaqap pepmaesd ey & 1omre Ya {GIET qury) suaiq $0] sopor uapaooxd yend Jap "9 v sopor 10d seyaes8 a]sour -3P & [9 ap uos souaiq soy sopor anb soureszouo2e3 A ‘oums Koounsnye soi x0usg ye sou1q soy sopor souresjoaap ‘souvunray] So] & OFDTAZas [> oD 4 omIsTUNDapExBE J od ‘aquatres0z03 oppsringpasor opuodsoxs09 | J ¥ Sopuep rnas of 98 A sixex8 opor opep vy 2] [PI989]29 oxpeg JA peu e ru epeu e oporu urs ‘zed uo sara opand o9s19 -Ueng oruen sod ‘snr odrtnto ‘osoratia “far $9 SOIC] “e2>] -enaeu ¥] Uo ePoUODas ay A yesHATUN peprusaresy vy 2aqe 9] ‘uozero9 ns eySuEsD OULAIp TOUTE Fg -soauefoutas sn Woo asreapod 1u emzeLI> 2p zapnusop ns 1puods> ens -200t ot ‘S01 10d opeure asopugiqeg “v1Dex8 9 opor anb a1gnosep A «osorauaut Jap souorzonpos sey 29u9A ‘nar -sq p s0d opeurumnyy -epreo ey op sou ostered Jo uo eqeur -pr anb pepinrex8 ey ap vor8o] vy exodnoor oostouexy ‘ezoyeanneu ef ap osngp po 4 vasjo%9 woTse|MuMoe vy ‘or -Twrop Jp Ise amg ‘sono soy anb opeunrer A arrany seur 9sop -uppey oszofon0ad euoqut ‘ouvp uesey 9] anb aus onbroq oor 291 4°00 eMIEY WHO upHveTsea uy ap sounuar € sepopssoasi) ap pouoprousaruy osaiSuery jop seary U9 ‘soospoueng 9p & s1s{ 9p zed v] 9140G> 'VCINSERY ZANIDAV os ‘searypoduioo aqusurepeperdsap souoroepax 200]qe389 ‘ore sod ‘ so8purous soperausiod e seurap soy 9 2A “¥apox 3] anb of opor ap opreyuossop & owisrur ys axqos asopuesoyd -o1 ‘ssopupipuiosss euoroovar A peprfiqezauqna eidord ns aagnosop Jopesad Jo ‘sorq] owsoD 39s OPUdLIOTND {¢'7 WY) eq9 U9 e1go A 291p z0ydg [> anb soudiq soy Uo 2002]eu9 as & perunyoa ns eydorde as onb Jonbe uarq yop erouo19 ey 2p Joque op» su109 “eagy A uepy uosDIOIY anb jens ye on euIrye OdsfoURIY ‘Sopiqiooy souop soy ap souxerdoxde ua uuaasistio9 anb ‘sopesod A sorta soy uapuodsoz300 sou ojos sonosou y “fp & sesoxor aqop opor A sory ap 2uDtA opoy, SOIq ¥ oped sNINSOY {UE OT) sysof ap vpra ef a9] euIOYEW, (8s1-Sst'¥ ‘S5-¥s'¢ wEI0D) ropod ns sod opap> ye OFS 09 Te BioUSnf ajopupioey *epresuawsadxe urs ‘asoNUE La gratuidad divina le lleva, en primer lugar, a recon- ciliarse consigo mismo. No se mortifica para anular 0 subordinar una parte de si, sino para poder amar con todo su ser. El primer enemigo son los propios vicios y pecados (Rnb 22,5), que crean divisi6n en el propio inte- rior ¢ impiden la reconciliacién con los demas. Imitando a Cristo, que se ha abajado hasta morir como siervo, los hermanos «se sitvan y obedezcan unos a otros» (Rnb 5,14), sin considerar el pecado ajeno (CtM 5-11), sin murmu- rar, calumniar, juzgar ni condenar a nadie (Rnb 11,7-12), ni siquiera a los que hacen ostentacién piblica de su ri- queza (Rb 2, La obediencia debe ser siempre «caritativa» ®, por tanto, ssi el prelado ordena algo contra su alma», es decir, contra el amos, el hermano «no le obedezca, sin embargo no lo abandone> (Adm 3,7). Aunque en eso no pueda obedecerle, el fraile menor tiene que seguir amandole y ayudandole, pues el error del no justificaria que se le faltara a a caridad. Asimismo, el ministo que no sea capaz de servir caritativamente, a imitacién de Cristo (Rnb 4,6; Adm 4,2), deberd ser destituido (Rb 8,4). Las re- laciones comunitarias se basan en la gratuidad incondi- cional, por tanto nada puede justificar la falta de amor fraterno, Por otra parte, ningiin hermano puede escudarse en el error ajeno para actuar inicuamente, renunciando al discernimiento y a la propia responsabilidad. La obedien- cia es siempre al Espiritu Santo (SalV 16), al que todos de- ben escuchar. El pecado nunca es obediencia. * no aparece que no solia usar conceptos abstractos. ‘mano menor». los escritos de Francisco, ptefiere hablar del cher- S01 -ynsomne (27, uspy) «soxqes seus sod sopruoy sos» ap uBye ojos ours ‘nandsg Je peprsop so ou anb soqus Ja vnU0> DIIDTAPE ODsIoUEIY “OIUDTWTQOUED [> TeUOIye 9p PULIO} ¥] Uo UpIqurer osreisoyruvUT onb oun pepHOUTU ey Wg) «sopor & sora{ns upisa A sarouauts sas ua asudoz9N Ysa souPUIOY soy ‘efouBsUNOTD soINbjEND Ug “OFUDTUNTUIDD “SIP onuUOD uN a81x9 anb orurgUrp ordasu0s uN oUIOD peprourus ey oqiorod ossrouesg “sepezeuSraso yusut “Jepos seuosiod aque osnout ‘oussreurrd 0 vo ‘orsinlard ap ody sombyeno re11a9 ua X seapr seidosd sey souodury ou ua ‘owsstur 3s ua anb ono yo ua spur resusd uo ueisoyytueur as so1sa1uT ezazgod ey A pepyrumy ey -roure s9 anb sorg] yop z04 Py Tens & oueULaY Je sepnAe ap pepryeUNy ey suaH sand ‘(11-6 WD) exproopsestur ap orotAres outs ‘orUTWIOp ap o1> -prfo 59 ou peprrome ey -pepLourur ap opnups [> ‘sour ~391 Sop oo ‘se opuezi0jar (9' qury) Upseure]] as soqqesuodsox sory “ezapues8 uesput souruns soso sond ‘(¢'9 quy) sorsd 1 (s¢'7z quy) onsovur uu -¥]] 98 ou anb (6'¢ qury)) o10U9s 0 1opod ap ody sombyens uns onb souvwzay soy v apid oastouezy ‘owstuisy ‘emin anb soxo{qo 4 sore8ny so] 9puoyap ou ‘ssza8a0xd wauaqur ou ‘ordord epeu oven ou ‘pepatoos vy ap sougod svar soy 2p uofoye ap anb sorayjo uinse ou (7'6 quy) ‘soumTN soy ap auzans ey a1zedurod 0219 -wex] 059 10g “ofWIOp ap UoPsIsod euN ueoINbpe A pep +01 routs wf op uafoye 2s saprexy soy anb exsao ezanbrx ey eA oxurp [e eounuar ey ‘ssropunyop exed A osreuoUnTe exed sgurap soy 9p a1uoureiojduros uerpuadsp sand ‘soarorpaqo soy 2quourpear werd soxqod soy ‘[eAD1pour pepor90s vf UD soqpay aq Te1308 & peas ‘9]qySIA A xoLseAUE 294 vy v peptIoM -jur eun ‘soueunsoy sns exed A 1s ered ‘gr9mb oos1ouea {9-SZT qu) 210084 TU SBUIDp Soy ¥ OFFOdNS Jos apuaioad OU BK {z POT) op 4eBny ug “TeuOIoTpUCD “11 peprpenrdsoy ey » axqe 2s 4 omtaiop ap ueye fo euopuEE ciencia y orgullo, La verdadera sabiduria es un don gra- tuito del Espiritu de Dios. Francisco no quiere dominar con su conocimiento ni afirmarse con el célculo interesado, Por tanto, abandona la sabiduria del mundo y Ja prudencia de la carne para ha- cerse pobre y humilde, sumiso y obediente. Acoge a todos los seres con respeto y veneracién, sin condiciones ni con- trapartidas, pues en todos venera la imagen viviente del Cordero inmolado. Se alegra especialmente de estar pueda correr peligro si da hospedaje a unos por- dioscros. Ademis, ni siquiera sale a encontrarse con ellos cara a cara, con lo que evita la posibilidad de compade- cerse y de vencer sus prejuicios. Aunque los hubiera admi- tido en el convento por el hecho de haberlos reconocido, esa hospitalidad seguiria siendo condicionada, relativa, fruto de un pacto, El otro esté «a la altura», me es ail y, por tanto, le hospedo. 107 cor soureariour sey ouejd opungos us opuelop ‘so>189]001 sordiourad ua vseq of (17-07 289) PTuouso owIsTUE Pp onb ‘Jenuew ofequia [> 10d Jeuossod oro1de asy “epra ns epoa aatresnp yesoqey peprataoe ey v oarouresoz08 ootpop as oastouesy ‘soyes801q soxourrsd sus un$og “oppureous oquo,, [ep cawuotwepeuoUr [> wrIUN! 9 1oUDUE OWIOD vo1ytIUDPr 98 onstoueay ‘ opua!Sooy “opep ey 9] SquuFeIIMaeIB anb of sor] e sINANSOX op a1u9]99 -xo opour un jp vxed so penueur ofeqesa |g ‘ouistur Is ap worseuop [2303 ¥] 9p uorsosdxs owsoo 4 ourarp uop oUFO> oleqen Jo sassures0z08 ezerqe sisy 9p opffozq0d Tq ourarp wop ows ofeqen [a “wapxQ Py wo a1udUT -wsoz08 o1qyo07 soy oosyouresy A ugIsIoAUIOD Bf 9p eIDeTB BY wero1Sooe souoxpey soy anb ozry pupae’ ap erouatodxo esq ‘ugprad soqrpad exed ‘soprpueg soyjanbe ap onuan> -uo Je exony anb ‘woustpogo viues 10d ‘orprd 9] A weIp -ren ye antiowroazony orpussdar oostouesy ‘oprpaons of 2p aszeraiuo Ty “epreroo rpod v ojso1W9r9 [e Opeor9e ueIq -vq 2s aonb souoxpey sosoxfryad son v ezazadse uo> ozey> 03 ‘o[qou uo81s0 ap ‘uvypzend oy!e1y uN (97 JOY) oan -enisny} oryjar On0 Ug “JOWTE [op EzINJ eT Ise opueTsoUT ‘oazons ns op reSouos urs ‘Tour Jo s1usUIeSOz08 rexdooe B var 2] ‘ or8nyox un asreosng ap reBny Ug, (Z WaO) «e509 en ou A sesab of 18e J “eDeIB 30d opor oproua) soqop uerenoze a1 opens uNy> :991p 9] Oos!URAY ‘uorsenpour vy v opeorpop ‘epinbuex sear epra wun easy] sor exed o8sea ins op seSiiey sey seuopuege exon anb pepru ~rerey Bun op onstuW Ty “TeuorIpuosUT pepryeardsoy Yj rezeage esed sopeynoyrp uesuoy upiquiea soqteay sor] : “sopreadooe ap soaure sou -o1ptpuoD usted so] o sopiSooe 398 ap souSipur owios uez -eypar sof souainb efoey eanjosqe peprpeaidsoy ey zensour 2p sooede3 wos sopresy so] ‘oseo 9389 Ue] (Op-g¢) «tteIpUEyO soy anb soy & ueppopreur ru ‘uorseqana tu ezansts9 OpUreIsoy uwur spurel> “eersusioed ayqeinurut uoo» wespuodsar soya anb oj v ‘sexouesr yur ap sojopuysfiusp ueinBas opeyq od onbe ap souits94 sono soysnus ‘ofrequse wig “ese> ef ap onuap afepodsoy uaqisax soprexy Soy ‘ ap uorsedusoo aua}s exouas wun ‘qNOWETeU -E] “esomrey 0 sazoasodun» owtos sopezeyar tos soaso ab {up 0291009 ose> un vasEM soioundics s24s So] ap vpuakyT vy ‘opsiouesy ap saropin$os soy 30d ‘eidoxd ouseo ua ‘eper -stounrradxa ony ozpouoape ye zexdaoe ap pea]noyp eT] (°C qeU) epond ourumy 19s Jo anb 0] opos v sorsadns s9 vzopa8 -o2e uoroisodsip eso onb eurnyye oxepar [gq “souorseisorden “woo vosnq Tu sazoaey 2p apuodap ou oxauiod ouewisay |9 erey pepies ns sond ‘peprusies woo opor ueazodos sonsiy “sopeSoq] upioar sop soy ueadope anb pane e] ua inbe easoyrueus 2s ‘[euOToIpuooUT ‘eanyosqe pepryeardsoy eT] ascéticas, que sin embargo eran dominantes en el mona- cato occidental. El trabajo es tan importante para Fran- cisco que, a pesar de su insistencia en la pobreza mas ra- dical , permite que los frailes trabajadores puedan tener «las herramientas ¢ instrumentos convenientes para sus oficios> (Rnb 79). Se aleja asi de la opinién ma- yoritaria en aquella sociedad, que despreciaba el trabajo manual como degradante, signo de desidia y de baja condicién social. Francisco revaloriza teolégicamente el trabajo ma- nual. Este no impide la elevacién del espiritu, sino que a hace més real y auténtica. La precariedad del trabajo le ayuda a vivir al dia, sin reclamar titulos ni salario, confiando en la providencia. Trabajando humildemente, con sus propias manos, Francisco comparte el sufrimiento de los mas pobres y colabora con la naturaleza explo- tada, Descubte asi el rostro de Cristo crucificado en cada hombre y, junto con toda la creacién, anhela la libera- cién definitiva, que sera también la resurreccién de la carne (Adm 5,1). Francisco propone explicitamente el trabajo manual a todos sus frailes, cualquiera que sea su procedencia social. Es significativo que lo haga en los tres escritos que mas di- rectamente estin orientados a regular la vida de los her~ manos: la Regla no bulada (71-12), la Regla bulada (5,1-4) y el Zestamento (20-22). Les invita a descubrir «la gracia de ®° Los frailes deben conformarse con el alimento y el vestido: Rnb 9d. 110 trabajar» que Dios les ha dado y a ejercitarla «fiel y devo- tamente *; es decir, en clima de fe y de total donacién, siendo fieles a Dios y a los hombres, La actividad laboral s respuesta incondicional a la gracia recibida y servicio generoso a Ia humanidad, mientras que la ociosidad es cenemiga del alma (Rb 5,2). La apertura al «Espiritu del Sefior y a su santa opera- cién> es el valor supremo; por tanto, la actividad laboral no debe apagar «la santa oraci6n y devocién» (Rb 5,2), convirtiéndose en un idole al que se sacrifican las propias energias. Usando dos palabras similares (coracién» y «de- vociGn»), Francisco refuerza Ja idea de consagracién de toda la vida humana al Seftor, pues la dimensién espiri- tual no puede reducirse a los momentos de rezo. El tra- bajo estara subordinado al espiritu de oracién y circuns- crito a tareas honestas. Cuando no es asi, el hombre se apropia de «la gracia de trabajar» y la convierte en volun- tad de poder, lucha de intereses, avidez consumista, explo- tacién arbitraria de la naturaleza. Trabajo e identidad van estrechamente unidos en la mente de Francisco, pues la actividad laboral ayuda a en- contrarse consigo mismo y a desarrollar las potencialida- des del propio ser. Viéndose a la kuz de Dios, Francisco se identifica como siervo, menor, despreciable, pequetiuelo, Fideliteret devore, Rb 5,1. Sobre el trabajo en san Erancisco: P. BEGUIN, «Francisco y el trabajo de los hermanos», en Selecciones de Franciscanismo 86 (2000), pp. 19-31; F. URIBE, sns ud soagod soy zepnde¥ wed) [pp omy 9 opuens eyo e uepnoe ojos soptesy soy anb aprd orad ‘erouapraoad ey ap seur opeSax un sa anb yse opuesyesor ‘(@7. 3891) caouag [op esou vp euNe]] ¥] OosPURY “pepines3 ap & aj ap eanoadsiad vso uo ugiqurea enue eusoun] eT (£5 qu) sermenUNUsoD sey 9p orxarTOD [> Ud seISTA UOS soTeuOsIad sopeprsazou sv] ‘sewOpY ‘Teades Jo ages & ofeqess [> argos euosiod e] ap peprord ry eure A vpuapraord vy ua ezueyguos vy 2097e2703 ‘onupUOD owOTUT -rur29sip Je eMAUT peprsosou op ordasuos Jap uoIstDaxd -rad ou sayrexy 80] ‘soouoi ap soazots soy anb peng Jy -(exqisan) peprorpuaur ap 4 () ugissou05 2p ophuss Jo opuemuace ‘y, quy) » ‘eusouny ef ¥ sLMD0x v soasondstp oxdurais piso anb apid soy A ‘oleqen yo anb yenSr ye ‘uop un so o1F ps Jp onb uozapisuoo soueurz9y soy anb axainb oos}suery ‘eorauanad so susureorprm{ anbuny “curarp pepisoz3u -08 vy ap ormaes omuy s9 uaqi291 anb of pos anb op uo -SYatIO9 Ns UeZIONJOr SoTTE Soy ‘OLETeS Fo opuarexo ON “pepinies8 op opnuas Jo ezrangar { ‘oop -pin{ our ‘oo1gqoar $9 OpTEIEID [EI z_ «SOIC] ap TOUTE Jo od» at ueadsoe onb ‘earpep wun owoo ous ‘oysorap un oui09 or: “EPPS [P UEIA ONT (hs qu) ¥ DUDTALIOD ouOD ‘omUDMOPTTUNY uygqsor ey anb ous ‘uosorou aguoureysn{ anb worongias yy ofeqen Jo 10d uynSrx9 ou soqrexy soy ‘oar rog -pepma -e38 9p opnuss ns eproid onb axainb ou oxad ‘oruzisns ap onpour yedroutsd ooo ofeqen yo vuxrye ossiouery “eusoUts ous ‘eix89ye wroaysod ap natdso wos uoqioar opor A uafixa peu anb ‘soquarpuadap s1uiaurye101 ‘sarouSu oWIoD syuDUE -[epos uanbynuapr as soptexy sns anb sxonb oostouesy sugroestpord ep ap A sper -oased sopeplanse se] 9p sopeqeoaz soso13ur soy ua vpeseq {qeouiap odn ap entouoss eun e suodo as ‘equowoqUueND -2st10E9 9" quy) que, renun- ciando al trabajo, se anula como persona ®. Admirando el don de las criaturas EI trabajo es también encuentro gozoso con la natura- -leza. La accién creadora de Dios y la actividad humana hacen del mundo «la mesa del Sefior», expresién que re- cuerda a la eucaristia. Desde esta perspectiva de fe, los hermanos acogen gozosamente la gracia de trabajar y el * CE 2C 161; LM 5,6; Lp 62. La ociosidad pertinaz era motivo de expulsién de la fraternidad. Cf. 2C 75; Lp 97£ 14, encargo de cultivar y custodiar el jardin del cosmos. El tra- bajo debe humanizar la naturaleza segtin el plan de Dios; por tanto no puede convertirse en apropiacién © domi- nio despético. Imitando el anonadamiento de Cristo, Francisco aban- dona toda pretensién de dominio utilitarista sobre sus se- mejantes y sobre las mismas cosas. En vez de dominar, Francisco contempla, admira, se siente en afectuosa comu- ni6n, no solo con «los hombres que sufrian necesidad, sino también con los mudos y brutos animales, reptiles, aves y demas criaturas sensibles e insensibles> (1C 77), Se siente intimamente unido a todos los seres y a todos quiere obedecer: La santa obediencia |...] sujeta y somete a todos los hom- bres que hay en el mundo; y no solo a los hombres, sino aun a todas las bestias y fieras, para que, en cuanto el Seftor se lo permita desde lo alto, puedan hacer de él lo que quieran Gal 17), Las cosas son despreciables ante la santidad de Dios (Adm 16,2), pero al mismo tiempo son dignas, porque en ellas se hace presente la bondad divina y son nuestras her- manas, También la actividad intelectual tiene que ser con- templacién respetuosa de la naturaleza, pues solo se puede conocer en profundidad aquello que se ama, El conoci- miento estara siempre unido a la admiracién y el respeto, evitando el abuso caprichoso e interesado. La creaci6n no es un peldafio que Francisco «utilizay para Ilegar a Dios, sino que ahi mismo lo descubre pre- -stsou8 ef ‘eMUOD eYSNy ap O1x9109 989 UD UDINE sepTespensus anb ‘Avxy sorpnaso soy eine serouacinar sey -sorg] ap yeuosrad & oxmiez3 uop un s9 uoiouapox ej anb vreurepord persona ostered [pp vytourre ey yreooao ousrtressfoue7y [2 's|s0U8 ap seaquaai aquerpowr erioreu vp op asrexoq!y ueruiodosd anb ‘seonpioy serouapuon sey v aIuaK “semMaeTH9 se] sepor 10d ‘oosiouexy 9p JOULE Je siseyuD oypnut sep e A ezapeIMIE E] 2p pepuog e] Jenauzoe & yreAITT (soreI¥) oanbyuwus sou -odutoo azony un wesuos anb sexforoy Se] eNUOD EXPN] | up eueasioueyy UopsO vf ap uoDeordwy euexdusoy ey om 8 WT) <10u2g Te sonosou uprqures soursiuvs { seq]o ap orpaur uo sou -owySuog Topeard ns v uequye sone seuewsay se']> sorou -eduiod ns & oftp ‘soae 9p epepueg uex8 wun 394 qe ‘anb soy -ei391q sns uaoIp son “(z's wpy) «m anb solu ropeascy rns v USD5p340 { uo20U09 ‘uoans 4s 40d ap ‘oa! 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