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La teorizaci6n de Bernstein no tuvo el impacto que tal vez mereciese, en parte a causa de su lenguaje complejo y relativa- mente oscuro. Su teorizacién se fue volviendo cada vez més for- mal a lo largo de los afios, y acabé siendo casi matematica. Si conseguimos penetrar en esa aparente impenetrabilidad hay mucho que aprender de ella. Contintia mostrindonos, sobre todo, que es imposible comprender el curriculum (y la pedago- gia) sin una perspectiva socioldgica. Finalmente, una teorizacién critica de la educacién no puede dejar de preguntarse cusl es el papel de Ia escuela en el proceso de reproduccién cultural y |. Es evidente que el curriculum ocupa un lugar central en soci ese proceso. La sociologia de la educacién de Bernstein nos ayuda a comprender mejor ese papel. Lecturas Donancos, Ana M. et alii, A teoria de Bernstein em sociologia da educagio, Lisboa, Fundagio Calouste Gulbenkian, 1986. BERNSTEIN, Basil, «Classes © pedagogia: vivivel e invislvels, Cadernas de pes- quisa, 49, 1984, p. 26-42. BERNSTEIN, Basil, Poder, educacién y conciencia, Barcelona, El Roure, 1990. BERNSTEIN, Basil, A estructunsedo do discurso pedagdgico, Petropolis, Vozes, 1996. BERNSTEIN, Basil, Pedagogla, control simbélico e identidad, Madrid, Morata, 1998. 94 dd Quien escondié el curriculum oculto? AXun cuando no sea propiamente una teorfa, la nocién de ecurriculum oculto» ejercié una fuerte y extrafia atraccién en casi todas las perspectivas criticas sobre el curriculum. La nocién de curriculum oculto estaba implicita, por ejemplo, en el andlisis que Bowles y Gintis hicieron de la escuela capitalista norteamericana. Alli, a través del «principio de corresponden- cia», las relaciones sociales en la escuela, mas que su contenido explicito, eran las responsables de la socializacién de los nifios y j6venes en las normas y actitudes necesarias para una buena adaptacién a las exigencias del trabajo capitalista. Pese a que no estaba directamente relacionada con la escuela, la nocién de idcologia desarrollada por Althusser en la segunda parte de su famoso ensayo, Ideologia y los aparatos ideolégicos del Estado, sugerfa ya, en cierto modo, la exitencia de un «curriculum ocul- to». Como hemos visto, Althusser daba una definicién de ide- ologia que destacaba su dimensién practica, material. La ideo- logia, segtin esta definicién, se expresaba més a través de rituales, gestos y pricticas corporales que a través de manifesta ciones verbales. 95 La ideologia «se aprendia» a través de esas pricticas: una defi- nicién que se aproxima bastante a la definicién del curriculum oculto. En la teorizacién de Bernstein, por ejemplo, los cédigos de clase se aprendian a través de la estructura del curriculum y de Ja pedagogfa. Pero el concepto de curriculum oculto se extendié mucho més alld de estos ejemplos, siendo utilizado por casi todas las perspectivas criticas del curriculum en su periodo inicial. A pesar de esa utilizacién critica, el concepto tiene su origen en el campo més conservador de a sociologfa funcionalista. El concepto fue tal vez utilizado por primera vez por Philip Jackson, en 1968, en el libro Life in Classrooms. En palabras de Jackson, wen los grandes grupos, la utilizacién del elogio y del poder que se combinan para dar un sabor distinto a la vida de la clase colec- tiva forman un curriculum oculto, que cada estudiante (y cada profesor) debe dominar si quiere tener éxito en Ia escuela». Robert Dreeben, en un libro titulado On What Is Learned In School, ampliatia y desarrollaria esa definicién funcionalista del «curriculum oculto». Estos autores funcionalistas ya destacaban Ja determinacién estructural del curriculum oculto, Eran las caracteristicas estructurales de la clase y de Ia situacién de ense- fanza, mas que su contenido explicito, las que «ensefiaban» cier- tas cosas: las relaciones de autoridad, la organizacién espacial, la distribucién del tiempo, los patrones de recompensa y castigo. Lo que distinguiria la utilizacién funcionalista del concepto de la empleada por las perspectivas criticas serfa, esencialmente, la deseabilidad 0 no de los comportamientos que se ensefiaban, de forma implicita, a través del curriculum oculto, En esta visién, los comportamientos asi ensefiados eran funcionalmente necesarios para el buen funcionamiento de la sociedad y, por lo tanto, desea- bles. En el andlisis de Dreeben, por ejemplo, la escuela, a través del tratamiento impersonal que, en contraste con la familia, pro- 96 porciona, ensefia la nocién de universalismo necesaria para el per- fecto funcionamiento de las sociedades «avanzadas». Por el con- trario, en los anilisis criticos, las actitudes y comportamientos transmitidos a través del curriculum oculto se consideran indesea- bles, una distorsién de los auténticos objetivos de la educacién, en la medida en que moldean a los nifios y jévenes para adaptarse a Jas injustas estructuras de las sociedad capitalista. El ejemplo mas claro lo proporciona tal vez el andlisis de Bowles y Gintis. Para ellos, la escuela, a través de la correspondencia entre las relaciones sociales que enfatiza y las relaciones sociales predominantes en el lugar de trabajo, ensefia a los nifios y jévenes de las clases subor- dinadas a conformarse a las exigencias de su papel subalterno en las relaciones sociales de produccién. Pero ;qué ¢s, al final, el curriculum oculto? El curriculum coculto estd constituido por todos aquellos aspectos del ambiente escolar que, sin formar parte del curriculum oficial, explicito, contribuyen, de forma implicita, a los aprendizajes sociales rele- vantes. Y ahora concretaremos cudles son esos aspectos y aprendi- -zajes, esto es, «qué se aprende en el curriculum oculto y a través de qué «medios». Para la perspe critica, lo que se aprende en. el curriculum oculto son fundamentalmente actitudes, compor- tamicntos, valores y oricntaciones que permiten que nifios y jévenes se ajusten de la forma mas conveniente a las estructuras ya las pautas de funcionamiento, consideradas injustas y antide- moctiticas y, por lo tanto, indeseables, de la sociedad capitalista. Entre otras cosas, el curriculum oculto ensefia el conformismo, la obediencia, el individualismo. En particular, los nifios de las cla- ses trabajadoras aprenden las actitudes propias de su papel de subordinacién, mientras que los nifios de las clases propietarias aprenden los rasgos sociales apropiados a su papel de domina- cién, Desde una perspectiva més amplia, se aprenden, a través 7 del curriculum, actitudes y valores propios de otras esferas socia- les, como, por ejemplo, los ligados a la nacionalidad. Mas recien- temente, en los andlisis que consideran también las dimen: de sexo o de raza, se aprende a ser hombre o mujer, heterosexual u homosexual, asf como a identificarse con una determinada raza oetnia. ‘Ahora bien, ;cudles son los elementos que, en el ambiente escolar, contribuyen a esos aprendizajes? Como ya vimos, una de las fuentes del curriculum oculto, la constituyen las relaciones sociales de la escuela: las relaciones entre profesores y alumnos, entre la administracién y los alumnos, entre alumnos y alumnos. La organizacién del espacio escolar es otro de los componentes estructurales a través de la cual los nifios y j6venes aprenden cier- tos comportamientos sociales: el espacio rigidamente organizado de la clase tradicional ensefia ciertas cosas; el espacio débilmente estructurado de la clase més abierta ensefia otro tipo de cosas. Algo similar ocurre con la ensefianza del tiempo, a través del cual se aprende la puntualidad, el control del tiempo, la divisién del tiempo en unidades discretas, un tiempo para cada tarea, etc. El curriculum oculto ensefia, incluso, por medio de rituales, reglas, reglamentos, normas. Se aprende también a través de las diversas divisiones y categorizaciones explicitas 0 implicitas propias de la experiencia escolar: entre los més «capaces» y los menos «capa ces», entre chicos y chicas, entre un curriculum académico y un curriculum profesional. Finalmente, es importante saber qué hacer con un curriculum ‘oculto cuando encontramos ante él. En la teorizacién critica, la nocién de curriculum oculto implica la posibilidad de tener un momento de lucidez en el que identificamos una determinada situacién como un elemento del curriculum oculto. La i que un anilisis basado en ese concepto nos permite volvernos lea es 98 ~ conscientes de algo que hasta entonces estaba oculto a nuestra conciencia. El asunto consiste en desvelar el currfculum oculto. Parte de su eficacia reside precisamente en su naturaleza oculta. Lo que esté implicito en la noci6n de curriculum oculto es la idea de que si conseguimos desvelarlo, se tornaré menos eficaz y deja- ra de tener los efectos que tiene por la tinica razén de ser oculto. Supuestamente, esa conciencia permite modificarlo. Ser cons- ciente del curriculum oculto significa, en cierto modo, anularlo. Obviamente, el concepto de «curriculum oculto» cumplié un papel importante en el desarrollo de una perspectiva critica sobre el curriculum. Expresaba una operacién fundamental del andlisis sociol6gico, que consiste en describir los procesos sociales que moldean nuestra subjetividad, como si fuera a espaldas nuestras, sin nuestro conocimiento consciente. El concepto encierra una preocupacién sociolégica permanente por los procesos «invisi- bles», por los procesos que estén ocultos a la comprensién comin que tenemos de la vida cotidiana. En eso reside, tal vez, precisa- mente, su atraccién. La nocién de «curriculum oculto» constitufa, asi, un instrumento analitico de penetracién de la opacidad de la vida cotidiana en el aula. Es como si volviera repentinamente transparente aquello que normalmente aparecfa como opaco. «Voila, ahora lo veo...» En ese sentido, el concepto sigue siendo importante, a pesar del predominio de un postestructuralismo que enfatiza mis la «visibilidad> del texto y del discurso que la sinvisibilidad» de las relaciones sociales. El concepto, sin embargo, fue desgastindose, lo que tal vez cexplique su declive en el andlisis educativo critico. Hubo proba- blemente una cicrta trivializacién del concepto. Algunos andlisis se limitaban a «perseguir» ejemplos de curriculum oculto por todas partes, en un esfuerzo de catalogacién, olvidindose de sus conexiones con procesos y relaciones sociales més amplios. Por ane 100 otro lado, la idea del «curriculum oculto» estaba asociada a un estructuralismo que seria progresivamente cuestionado por las perspectivas criticas. Si las caracteristicas estructurales del curri- culum oculto eran tan determinantes, no se podia hacer mucho para transformarlo. El participio pasado —«ocultor— que adjetiva- ba la palabra «curriculum» indicaba que el acto de ocultacién era el resultado de una accién impersonal, abstracta, estructural. Nadie era responsable de haber escondido el curriculum oculto. Lo que habfa constituido su fuerza terminaria por decretar su debilitamiento como un concepto importante de la teorizacién critica sobre el curriculum. Finalmente, en una era neoliberal de afirmacién explicita de la subjetividad y de los valores del capita- lismo, ya no existe mucha cosa oculta en el curriculum. Con el ascenso neoliberal, el currfculum se ha vuelto, de forma asumida, capitalista. Lecturas SANTOME, JurjoT., El curfculio oculto, Madrid, Morata, 1995. Siva, Tomaz T. da., «A economia politica do curtfculo oculto». En Tomax T da Silva, O que produc e 0 que reprouz em educagio, Porto alegre, Artes Médicas, 1992. II. Las teorias poscriticas 101

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