You are on page 1of 21
cariruto 4 RELAGIONES DEL PSICOANAI DEMAS CIENCIAS mes NESTOR A. BRAUNSTEIN EL psicoandlisis sblo tiene un objeto: este aspect de Ia reproducciin dels relaciones de produccién que et It mecenismo.de prod colegio. del i MicmEL tort, “El psicoandlisis en el ma rico", Nowvelle Revue de Paychanalyee, ni ¥ Jos angumentos esgrimidos ema, Confesando nuestro dogma- io que la confesién no nos absuel- tismo exposi rariamente a Io que suele cre ve de culpa— diremos que, las ciencias no son muchas de las demés y que in el curso de la © “regiones cien- les de una exploracién min tebrica pueden reconocerse ivamente auténomas pero que través de sus relaciones con yente” en el que estén cirse, por ejemplo, que | f° cienifico de ax matemd Idgicas en otros campos del Jos resultados alcanzados por I fisica i 1 de Galileo. Fl de la fisica es el segundo “continente cien (2) . racoaNhuns ¥ Las orsths cHENGIAS jones” relativamente pero no pueden verse aciones generales respecto de las otras dos instan- lo de la exploracién de una regién y.es, al mismo tiempo, el sefia- ies tin no exploradas, de “lugares tedri donde la ruptura epistemoldgica atin no se ha (no se habia) pro- ducido. La obra teérica de Marx es —manteniendo nuestra meté- corresponde en esta imaginaria “geo. tépica tancla ideol ‘modo fuccién. “rase-aparentemente conasa Gu 1 que sizve de lo, Ahora debemos pasar a explicar los fun- duccién. yutores que sostienen que el psicoandlisis es una ciencia oma y le confieren un status de “continente” o “insula” en el “mundo” de las ciencias deben afirmar Ia exist ‘objeto también auténomo que no reconozca determinaci teriores. En tal sentido, postulan que el objeto del psico: es Ia fantasia (quienes traducen del francés prefieren con cia la expresion “el fantasma”), Los autores de este texto consi- deramos que el tema puede ser objeto de arduas discusiones y de una mayor profundizacin, pero creemos, en primera instan- cia, que la fantasfa no ¢s irreductible al terreno de la ciencia de la a, En efecto, no se puede negar el caricter estructurante ‘que tienen ciertas fantasias bisicas pero ellas dependen de No hay sujeto que Iegue al mundo tun prolongado periodo de residencia en el. cuerpo in presién de una pr fantasia del acd la fundam La negacién de inentes biolégicos y a absoluta de ecu. del ase jeviene incapaces para ¢x| Gesos psiquicos que pertenecen a otro orden de realidad. Pero no sm. FsCOANALINS Y LAS DEMAS CIENGIAS iquico a Frente desde trofes con los de ofrecerle hipétesis que, Sescartadas con el arsenal metodolégico que es propio de las dos disciplinas tado para dar cuenta de conocimiento. Ningiin descubrimiento realizado en el terreno de fa biologia puede afectar a la teoria psicoanalitica y viceversa. Pero un descubrimiento en uno de los dos campos puede ofrecer hipétesis de trabajo que orienten Ja investigacién en el otro cam- po, con los métodos propios de ese campo, lo que puede desem- Pocar, eventualmente, en una rectificacién de conclusiones anterior- mente establecids ‘Afirmamos q\ * Quienes se interesen especialmente por este problema de las relaciones ‘entre Biologia y_pslcoandlisis encontrardn provechosa Ja lectura de dos tra- bajor tobre el tema de lot suefios aparecidos en el n® § de la Nowwelle Revue Tano de André Green (p. 158) y otro de André Bourguig- afio 1972 a . mx onyero or 1A rtcotocla des biolégicas instintivas mediante las cuales el organismo del recién nacido procura la satisfaccién de sus necesidades vi corporales. En el proceso de alimentarse el pequefio ani mano se encuentra con una serie de circunstancias particulares: imento no es encontrado sino que le es off ano (la madre) o por un grupo humano (fi se ser y/o grupo humano lo han estado esperando en formuladas, tdci it i lo y preexiste sas y sanciones que acompafiarin al cumplimiento © incum miento de tales expectativas durante el transcurso de la vida dividual; a] Ia satisfa "n cuanto a horarios, cantidad y tipo de alimen } Ta ingestién de alimentos satisface y simulténeamente da origen a sensaciones e de un estado de tensiOn preexisten s placenteras se separan progresivamente de Ia fun- tid y ef nifo-conleea « basen “independientemen- ituacién de privacion /satisfacciOn de la necesidad de gtupo social persona que lo ofrece, et Ja necesidad bi tas sensaciones de oan apntalaty ‘en las necesidades ertas zonas del c in de la sexual presencia de ign de Ta nece- i, el orden del.deseo,) jependiza gradual- izacién del deseo es indisociable de la pre- pero la disponil tro como objeto de placer esta siempre restringida en las sociedades humanas y el cachorro de hombre se va constituyendo en el seno de la carencia del otro; k] la aceptacién por el otro, requisito indispensable para Ja satisfaccién de la necesidad, imp en un primer momento un otro humano; i] asi, paralelamer sidad se instaura un orden distinto de re el primero. pero este proceso el deseo se separa de la nece- jolégica puede ser satisfecha pero el momentos de sparato psiquico y en una forma particular de inclusién o exclusién del sujeto respecto 1a FSICOANALIIS_¥ LAS DEMAS CIENCIAS Jos seres ‘or eso decimos que el psicoandlisis se ocupa del proceso de cise de lon orgatinmos biolgicos a Ja socledad humana. final del capitulo anterior nos preguntdbamos si po- de conductas humanas que no fuesen el resultado instancias del aparato psiquico, es decir, dos sectores del Yo pudieran detectar responder a ellas con actos que xducidas por operaciones de I orga Ahora estariamos hablando logia humana que deberia ocuparse de las relaciones entre un organismo humano que ha pasado por el Proceso de transformacién. en sujeto cultural y un mundo orga- ido por la estructura social. Asi, la biologia Ja estructura teérica para comprender aquellas as que aparecerian en la zona de contacto del smo con la realidad exterior mientras que el psicoandlisis se encargaria de la explicacién cientifica de los efectos conductuales sen de una elaboracién con! de cada una de las dos di \er momento confusa y el ulterior te6rico de- berfa ir separando con claridad los fenémenos correspondientes ia. Nétese que, en este caso, tampoco habria en Ia biologia sectores del Yo ductas son efectos de 1: Psiquico y que participarfan siempre, por accién o por omision, las tres instancias que en 1 reconocemos. Este es un hecho indis. cM eas a 1 onyero oe LA rsconocth cutible para las Iamadas “formaciones del inconsciente” en las que pueden reconocerse las manifestaciones conductuales (lapsus, Felatos de sueiios, sintomas) como formaciones de compromise estructura de la lengua. lingifstica moderna, Ferdinand de S gus cs "un producto social de la facultad del I Fino de convenciones_necesarias ad 10 ¢s la relacién que une, ‘magen acistica o, mejor dicho, a la huella Gi con_un Cor io"clasico saussureano, Ia unidad de 10 ¢s el sonido o el recuerdo del sonido de la ;poco la representaciOn que tenemos de un Arbol 0 jacién_indisoluble que liga les en general, sino la rel sonora con Ia representacion, Ahora bien, “ar Jas instancias represoras (a Es decir, el Yo podria continuar desarrollando sus en Ia medida en que el resto del i lades. aparato psiquico de Asi, seria el conj ye de esta solucién dad del nivel bioldgico en el a seguirla estando presupuesto por el desarrollo teérico del psi ua, entre ese significante y 10s demas. A partir ie de conceptos lingiifsticos que tiene tedrica del psicoand- artaria considerable- RELACIONES DEL PSICOANALISIS CON LA LINGUISTICA Las abordaremos brevemente. Mientras describfamos las jesa el cuerpecito humano hasta legar a de pasada, que ya antes aro ser de-_ x ‘otras palabras, hay un ie Tos otros que aguarda que el_nifio_nazca_para_adecuarlo_a_ sus, _ i is s culturales y de de>) rod 1} imbién ut je lengua, producido en Cabe aqui preguntarse, reducirse el proceso de si ala incorporacién del tema de significaciones en que ellos estin inmersos o, por el con- trario, corresponde manifestar que, si bien no hay aparato psi- quico que funcione fuera de un de la concienci resultantes de ese encuentro. Sin embargo, estas senc des se disuelven cua en que los hombres social y que tal or snguies una condicién necesaria aL onsero ne 1A Psicouocls vuctura lingilistica wer cémo funciona el aparato psiquico del ¥ cémo se producen esos efectos que son la nducta? rminamos por admit a, se propone a ia y/o de la conducta de que estas afirmaciones se basan en un quin- 10 que debemos desentrafiar: espectivamente, aparecerin como indo se aclara que el “mundo” o el “me iven no es otra cosa que la organizacién 1 LAs peMAS CIENCIAS a. rsicoawhus ién de la dicotomia lo aparente, La postulacién, rminante de una $03 confusion ‘medio es determinante de un sospechoss conf para cum esas estructuras sociales. El t Fico y todo el armazén especulativo y experimental de la psico- fogia académica se demuestra como una racionalizacién de la fad social de prevenir y controlar técnicamente Jas concien- modificaciones del ambiente?, iqué significan sus juicios en el de que una determinada conducta es adaptat Claramente, 1a con ay Ia conducta transacciones del iduo). Los sujetos singulares son, simplemente, los soportes de esas transacciones. Por ejemplo, los hombres aprenden a ejecu- tar sus actividades de acuerdo a las prescripciones de relojes y . Estin prefijados los momentos para cada actividad 8 se constituyen en medio de esa regulacién iempo, Luego viene el psicblogo e investiga sujeto. Si cumple con los horarios prees- duda, la incorporacién de los esquemas de conducta qué Ti ‘tructura social 5‘ mi: jetacion. El sujeto cree que e él quien Wega puntualmente a su trabajo y marca en el momento oportu- no su tarjeta en el reloj. Ignora que la regulacién del tiempo Ie fue infundida de entrada como ritmo de la alimentacién, de Ja excrecién, de la escuela, de las vacaciones, del placer sexual, del trabajo y del esparc iento. El sujeto esté en la ideologia, inaparente de gobierno del tiempo. El psicdlogo que mide tiempos de reaccién armado con ‘metro cree también que su actividad es desconoce esa estructi ™ mL oBjeTo De 1A Pstcotocts €1 lo sepa y a pesar de tod: cién. La psicologia académica pu tuple desconocimiento, presentarse bajo su doble ropaje €s una técnica para el registro, prediccién y cont ductas y es una ideologia que ofrece representacione Sobre la singularidad y la autonomia del yo, dé dad” o de Ta conciencia. Y esa combinacién de logia necesita proclamar a los cuatro vientos su si'misma y ante los demanda de si tindose como Dlarse de lo it del “yo auténomo”, de la do interior”, en una iscurso oral y escrit sicologia académica. 75 afios antes de la lapidaria frase de Freud que estamos ana- lizando, Marx y Engels habjan dicho que “no es la conciencia Ta que determina la vida sino que es la vida la que det conciencia”, Podemos decirlo con otras palabras: no es la con- ciencia personal la que determina el lugar que se ocupa en la estructura sino que es este lugar el que determina las conciencias (y las conductas) individuales. Estos sistemas de representaciones conscientes y de comportamientos singulares constituyen, pues, un fect ible del sistema social. Para ser estrictos debemos con- siderar a los sujetos como portadores, como soportes de una rela- cién_imaginaria con sus propias condiciones de existencia, con su vida real, Ese montaje de actitudes, pensamientos, discursos y conductas de cada uno puede ir siendo considerado desde ya como expresién de una “ioeotoc{a DE sujeto” que asegura la cohesién de cada organismo individual con los lugares que le estan asignados en la estructura, Freud no se limité a afirmar qu que precisd: “La psicologia individual cs i psicologia social.” Y su expresién nos sumerge de leno en el corazén del pensamiento freudiano. Porqué desde un principio? A lo largo del texto hemos ido diseminando anticipos de la res- puesta. Sabemos ya, por i del proceso de sujetacién tiene lugar en los primeros afios de la vida y que JoaNAtisis ¥ LAS BEMAS CIENCIAS arios recorridos en los primeros tiempos qi orrades de la memoria e inaccesibles para Ia Pero corresponde ahondar en el proceso por el cual tn fo expulado por un parto de mujer Mega a transformarse en { miembro de una sociedad incorporando, haciendo carne en él, en un adulto. Es misemos que, jodrfamos decir que el recién n: jace viejo. Tiene todos los afios de los pa- res que To han puesto en marcha. “asignado conscfente o inconscientemente pot los padres o por quie- ién, Deberd responder a las expectativas cons- ientes de sus familiares. Con fre- cuencia su lugar ¢s el de “ : el pene de la madre, Ia revancha del padre frente a sus aspiraciones irrealizadas, 1a unién de una pareja escindida por cot fiez de los padres, el varén o la mu- es del nacimiento e independientemente de que de Ia criatura corresponda a eso esperado, etc. €l recién nacido se planta en la ine terseccién de deseos_muchas_veces_contrapuestos. La desde antes de nacer. El jue lo constituyen. Siempre dictaminando “serés lo que debas ser Pero, jaten ito de la predestinacién -mpezamos a comprender). Lo que nace no e ia que cada uno configurarfa a su gusto y pala- Pocas paginas atris, lo abordamos Ia cuestién de las expusimos ya la problemética de la necesidad biolégica existente desde un primer 6 anaes ‘ %, onjero DE LA ricovoeta talamiene. qubanizada en comportamientos Ahi staccon aes emssciones placenteras ividad de sa ie ke necesidades, de a aparicién de un nuevo orden aa pees @l de las pul de la sexualidad, oS co eee le realizacion del deseo y, finalmen- de la intervencién de los to del deseo e imponen la Detengimonos en este proceso de separacic: necesidad y el orden del deseo, Recurramos Prosa irremplazable de Freud: demis que regulan el acceso Prohibicién de su reatizacién. in del orden de la fn este punto a la hhan conducido como una zona erégena, siendo, producida por la cilida corti la Las experiencias de la succién y la las del hambre y la busqueda, En hhace “presente ante sf, alucin {Gil como el sediento eat ck detierio alucina el oasi), Aparece en momento la fantasla que es 1a escena imaginaria de la rex in del deseo, anulando imagen recordada y a través de una fam , es el agente de la pi iva y amorosa es también agresiva, s partes de las personas y ( debe rechazarse y de todo lo que no debe aceptarse de la vida” 57). Y en las lineas precedentes ha dicho: cen esta ocasin que sospechar la hos iad del mundo exterior con respecto a sus propias.pulsiones, endo de esta manera a separar su. propio yo de las per- ue Je rodean y produciéndose asi 1a primera “represién” lidades de placer” (traduccién corregida). i no aceptan el placer ni . La boca que succio- ran una unidad (como ‘cuerpo del feto con el de la madre). La Ja necesidad impuso al lactante Ia acep- separacién, casi podrfamos decir, de una experiencia repetida tacion de una prim¢ 8 24 onsrT0 ve LA rstcoLocta rinmo que el objeto que me cola, nc 0 mientras yo estoy acd, con ham- bre” Esta separacién es ulterormente corroborada por la repre sién impuesta a las mat jones hostiles: “Yo no puedo atacar @ lo que necesito porque ast arriesgo perderlo en forma de tiva.” La fantasia de ser-uno-con-el-pecho deja lugar a la fant tener al objeto” que implica reconocer su se 1 objeto ha dejado de ser parcial (pecho) para ha mismo tiempo se efectiia un nuevo des- dle las zonas erdgenas, Aleanzado y los_esfinte primera herida: “Yo no soy i YO no soy el pecho que esti un enigma de muy sexos intimamente los ajenos. Todas las investigaciones y las preguntas remiten a nociones confusas, lenas de puntos oscuros que das y hechas coherentes m que pretenden dar cuenta e integrar informaciones recogidas, En esta época el deseo es el de poser a la madre pero también este deseo se revela como impo: madre no puede ser posefda porque es Ia propiedad de ot que se aparece como omnipotente: el padre. En esta época el reco: to de la existencia de Ia diferencia anatémica de los sexos varén que el pene, ese drgano del que extrac placer, puede faltar y de hecho falta en todas las nifias y mujeres queél ha observar, Desconocedor de la existencia de la va gina, s6lo alcanza a explicar esta ausencia con la les ha sido extraido a las nifias y que, por lo es un destino que también puede acecharlo a racién es muchas veces reforzada so peligros que él per ‘su integridad. EI deseo de la madre, Ia como duerio del objeto de su deseo, Ia m: de los adultos de la misma qi ra_al complejo de castracién, arquetipo de todos los males que pueden sobrevenir al sujeto como consecuencia del deseo y de su realiza- Gién, por fantaseada e imaginaria que ella sea. Para evitar la cas tracién deberd abolir su deseo incestuoso, acabar con Ia mastur- bacién, suprimir los aspectos hostiles de su relacién con el padre yas pests CtENCIAS sf el recuerdo de las dolorosas ahora imposible, cambiard de objeto. complejo de Edipo y su lato, el de castracién, apar ae a reat ‘aie ineludible para todo sujeto hu- mano en st proceso de, formacién, Lato ee ineludible ‘ia biolégica que caract depende de 1a prolongada dependencia biolégi ae Be Tos cachorros humanos en los primeros Joprevivir el nifio necesita de los adultos. La amenaza —proferida © no por éstos— de la pérdida de amor equivale a una amenaza Sevecferte porque sumitia al niffo en un estado de absoluto des amparo. Esta situacién contribuye a hacer que los padres (0 quie- hes ocupan su lugar) se presenten ante el nifio como, imagenes 10 puede malquistarse. La vivencia de fomnipotentes con las que n 1 Geeamparo se combina con ta fantasia de castracién para hacer x PsicoaN y anular dentro de Joea etapa. El deseo, de los ai ren 0 se esté condenado a no ser. Los sentimientos hostiles hacia ellos deben ser suprimidos para conservar su amor, Las aspira- ciones acerca de lo que uno debe ser y tener (ideal del Yo) y lcios acerca de lo que no se debe hacer (conciencia moral) estan modelados por las aspiraciones y los juicios de los padres respecto del nifio. Es decir, el nifio, frente a las terrorificas fan- fas del desamparo y Ia castracién, concluye por lograr un tran- icorporando res al conjunto de las privaciones, las ido, de aqui en més, por una instancia interior, el Su- ta de los poderes que originariamente jfio. A partir de esta descripcién se comprende la esencia de la reiterada formulacién freudiana: “El Superyé es el heredero del complejo de Edipo”. En las nifias el proceso es distinto. Someramente: el descubri- miento de la diferencia anatémica de los sexos no da origen, claro esta, a temores de castracién. Por el contrario, aparece un deseo de poser ese atributo qi madre y se desarrolla uni jeto y la madre se transforma en molesta rival, deposita- ria de impulsos hostiles. La admision de que nunca se Megaré 1 poseer el pene origina el deseo de recibir el del padre y tener jo de él que ocuparia el lugar del érgano faltante. La im- \ @ %0 BL onjeto DE LA rstcotocla hostiles favorece, como en el varén, una identificacién cater Una identificacién con el yee oediadosemide que entra ahora a formar parte de la ie Gag, Petsonal de la sujeto, Se renuncia a tener lo que la madre Y se acepta ser como la madre es, se reprime la sexualidad Y Pasa, al igual que el varén, a un periodo de latencia que ermitird ulteriormente, con la Tlegada de la pubertad, Ia elecci6n de objetos sustitutivos de aquellos que recibieron fijaciones ibid Pre ue i 1 i i a Ms definido en ete proce del Faipo? 1] el objeto del x se revela como inalcanzable: deberd perderse como ‘objeto y a la vez quedaré como modelo con el que habrin de compararse los objetos alcanzables; 2] el otro, el tercero, el rival aparece como el agente de 1a prol renuncia al objeto del deseo va a la par de una identificacién con que termina incorporado a la pi a zona de conflicto entre la y la realidad exterior restr constituye el Yo que nizar ambos tipos de ductas de rodeo sustit representantes. pul pautas res: trictivas y de Ja vi ‘ores (el Supery6) y la estructura encargada de arbitrar los medios para proteger al organismo de los peligros a la vez que de f icciones posibles teniendo en cuenta a las exigencias eri lo tanto, manteniendo la represién de los representantes ps! cos de la pulsién (el Yo). mos que se tenga muy pre nante del proceso edipico sobre psiquico que vimos en el capitulo ant No se puede entender Ia estructura del preferimos 2 la més ambi 18)— sin considerar cmo actitudes gener ley y a las formaciones del inconsciente como productos tran- saccionales del conflicto entre las pulsiones reprimidas y las resis tencias y mecanismos represores. Ahora estamos ya en condiciones . vaconnhussis ¥ LAs DeMAs cHENcIAS de establecer la relacién que existe entre el proceso de sujetacién “Cayo micleo y ee es el complejo de Edipo— y el proceso de produccién de esos efecios aparentes que son Ia conciencia y 1a Prnducta. Queda también claro que ese sujeto que la psicologia fal nos presenta como individual y auténomo es el resul- ide este complejo y accidentado proceso de transformacién . Por otra parte, zc6mo hablar de un individuo “auténome 2) tal individuo s6lo pudo alcanzar_ iutonomia después de incorporar dentro de si y como reguladores aiies imagenes omnipotentes y_terrorificas de otros sujetos bajo a forma de un Supery6 y b) si la realidad ha impuesto su orga ‘Yo que actéia desde entonces como represor incons- mulsiones que tienden a ganar acceso a Ia conciencia y a la motilidad en funcién del principio del placer? EI nifio que en primera instancia vivia de acuerdo al principio del placer y desconocia 1a realidad Megé a ser, en definitiva tL después de pasar por miltiples identificaciones, alguien que vive jel principio de realidad que ¢s una transfor- " imero, Este proceso es el que posibilita al orden de la cultura. Al tér- (“que aceptamos, demasiado a la igera, como normal” —decla Freud) el nifio puede querer “le gar a ser como papa” y, por lo tanto, esté en condiciones de pasar a la escuela y después al trabajo para desembocar, sin pre- guntarse por qué, en la formacién de una familia monogimica como la de pap4; la nifia puede querer “llegar a ser como mamd”” y fijarse as{ los proyectos de la Susanita de la historieta de yuino. De 's de recorrer el camino todo se olvida. El i Sct doy alae escola ee | signa: amnesia _intantit- " claro. esta. is ya, en su mayor parte, preconsciente; de aqui en mds la conducta ya el Superyé para casti- \ garla como “conci de culpabilidad”. ms EI proceso que venimos de resefiar es ineludible como esquema estructurante general. No quisiéramos dejar la impresién, falsa por simplista, de que es posible 1a constitucién de un sujeto hu- ‘mano que no atraviese por las experiencias de separacién del ob- jeto, de represién de las pulsiones sexuales, de identificacién con ‘un otro humano, etc. Ahora bien, la forma en que se realiza este proceso de sujetacion reconoce variantes en el curso de la historia. Cada formacién social produce los sujetos que necesita para su Cy BL ongeto ox 14 rstcotocta mejor funcionamiento, El_ princi Jaron previamente W. Reich y las de la sujetacién, es 10, resignacién ante ese destino. La’ terapéutica psicoanalitica gute alles eye lucionaria se insertan precisamente en el problemitico campo de Jas _posibilidades de la desujetacién, Formulada esta salvedad podemos proseguir nuestro trayecto. ‘Una de tas preguntas con las que habfamos comenzado ¢l era la del porqué de las oposiciones con que Ia estructura social enfrenté desde sus origenes a la ciencia psi Y la descri imos de hacer nos despeja una respuesta rotuni devela la clave del proceso de sujetacidn. Su objetivo es formacion de la realidad. La teorfa psicoanalitt es Ta maquinaria de la represién montada dentro de cada jjeto singular. Ha mostrado que el deseo esti divorciado de la 'y que la opcién planteada es entre un placer sin realidad (la locura) y una realidad sin placer (la neurosis, la “normali- dad”), EI deseo s6lo aparece realizado en Ja negacién de ta rea- lidad, en el suefio, en ese doloroso compromiso entre 1a pulsion y Ia represién que es el sintoma neurdtico o en Ja sublimacién prometedora de un mundo distinto que es la obra de arte. Y es én ese punto donde aparece Ia pregunta més trascendente: gcudles jones para alcanzar el placer en la realidad? Pre- gunta que —a su ver se revela como subsidiaria de otra: gous fis son, en la realidad, las fuerzas y los obstaculos que conspiran in del deseo y determinan que el proceso de Sujetacién aparezca como un destino inmutable? La. respuesta, mntas no entra en el ambito del psicoandl 10 histérico, Es necesario, pues, pasar a exponer algunos principios fundamentales de la ciencia de Ta después ver cémo se articulan en ella los conceptos Reteniendo este objetivo expositive en nosotros es que no zemos una exposicién dogmitica del marxismo yendo de los prin- Cipios mas generales 2 los mds particulares ni tampoco una expo: sicién genética sobre el modo en que. estos tos conceptos fueron “siendo adquiridos por el trabajo tebrico de Marx y de Jus eontinuadores. Partiremos, en cambio, de lo que venimos de i scoANALASIS ¥ LAS DEMAS CTENGIAS exponer con relacién al proceso de sujetacion y de la cxPtjcanzar mayor claridad sobre ciertas mociones aparent evi tes. Al describi ron atts rimenta sentimientos de host ingenua 10s que el nifio vax ‘a su madre y expe: fad hacia su padre y que esa etapa ‘na cuando, bajo los efectos del complejo de ‘a al deseo incestuoso, se identifica con el pa jentos tiernos hacia él e introyecta ‘Pero aqui cabe una pregunta ‘apariencia: Quiénes son el padre y por un periods n'madre? Y podrla darse una respuesta igualmente ingenua y cempirica se habriamos quedado en un reconoci 10 nos ensefia nada. Podrfamos dar una respuesta bioldgica que en cuenta la diferencia de los sexos y de las generaciones. tuviese indolos con el dedo y do: ése y ésa. Asi nos jento (desconocimiento) que Pero tampoco habriamos avanzado mucho pues todavia no ha- briamos penetrado en lo especificamente humano; nuestra res- puesta ya no serfa la del empirico sino la del veterinario, Po- Griamos dar una respuesta que tenga ya en cuenta a lo psicoana- Uitico: el padre pasé también por su edi madre un objeto sustitutivo de su deseo infant psicoanali y encuentra en la infantil de poser un pene, Esta respuesta ‘ya nos hace penetrar mds alld de las apariencias. ‘Nos ensefia que el padre y la madre son ~y no pueden dejar de ser sujetos sujetados antes de ofrecerse como agentes sujetado- ts y como modelos para la sujetacién del nifio. Para el nifio varén la madre aparece como el modelo de lo que hay que tener, padre como el modelo de lo que hay que ser. La unién de ‘como el modelo de la “normalidad”. En fecto, ellos y el nifio constituyen el modelo minimo de una familia. Han pasado por su propio proceso de sujetacién, han aceptado la ley, han pos- lo y han sustituido sus objetos del deseo, han asumido la lidad. Han comprendido que para vivir hay que trabajar y que nes pueden vivir del trabajo de los otros y, por lo tanto, que existe una divisién social del trabajo, Ademés esa division del trabajo esti sancionada dentro del ‘smo hogar: cada uno, * Bn dlemén “Idioma en el que sug el conceptom existe una wink pala bra (Nei) que degaa a ia ver ait envida yal deseo (para éxte existe ademas el te tellano no “Wyuna: to mismo pats en francis (enw), Bo ear mr ca prniidad semiics ence eavidin yal ten 4 aed mujer, nifio, tiene su “rol”, i a (que esté en tranc f nar el sustento afuer Tea a ¢ delegacién familia y se ejerce preferentemente hay, sobre personas pertenecientes a Tos modelos que se oftecen al nfo tura social y ¢s el agente de atacado ya al mito de hicimos para caer en ot de Ia lit que Ie estin asignadas tener claridad acerca de las m sociedad con Ia aut el placer, con el saber, cor vencional pero cargado de x nifio. Debido a Ia absoluta y prolongada dependencia del nifio violen Edipo (de los varones, en forma real; es la fant drama edipico y este drama ter- i ia de Séfocles, con Edipo encegueciéndose volun- tariamente para no ver las consecuencias del doble crimen que inconscientemente cometié, Cada nifio es ya Edipo antes de na- borreceré al padre, abrigard la fantasia sn la familia es pues, en primera instancia, vio A cella puede agregarse 0 no Ia violencia fisica penitencias directas que fundamentan y re- devla amenaza (real o fantaseada) de castra- ibros de psicologia general de in de este proceso, obra maes- ea ‘una psicologia del 10 y de sus facultad fe roles y norma: que impide ver lo nden, consciente 0. inconsciente- 8 1 onjero px tA rtcotoctA Ser auténomo, que adopta modelos exteriores de conducta, como quien elige trajes en una tienda y que adquiere habitos de len- Buaje y de conducta y representaciones de si mismo como si pu- diese seleccionar entre unos y otros hibitos puestos a su disp cin. El proceso es, para ellos, pacifico y gradual. Las descr iones de Ia psicologia lamada evolutiva no dejan lugar para el conoc de este proceso violento que ¢s, retomando expre- siones de Althusser, “Ia winica guerra de la que la humanidad no guarda memorias ni registros" Sin embargo, no basta con des ‘én para comprender esta historia familiar de ‘abadamente el proceso de la tuchas descripciones clasicas d ivulgadores del is —s6lo en apariencia fieles eresados— se que- dan en estas descripciones de los complejos de Edipo y de cas- tracién. Y se opera de este modo una simple trasposicién de Ia represidn propia de la psicologia académica, La familia aparece “formando” a los nifios de un modo independiente y autorregu- Jado, Para nosotros seré ya facil eludir esta mutilacién tedrica ‘cuanto hemos enunciado pr ia y nos resulta claro que esta institucién no es en al primaria sino que es secundaria a una determinada moi de organizacién de la sociedad que, técita o expresa encarga el jento de esas tareas. Y sabemos también que en Ja familia existe un-modo dominante de imposicién de nor- mas que es la violencia simbélica que recurre a coerciones ideo- logicas para asegurar 1a mn de sus miembros en los lugares asignados y un modo accesorio que entra en accién cuando fracasa el primero: la violencia fisica. Podemos decir, de modo im- perfecto por ahora y que luego habremos de corregir, que la familia configura un aparato ideoldgico de la sociedad que tiene, entre otras, [a funcién de producir y reproducir los seres humanos necesitados por esa sociedad, es decir, sujetos con ciertas carac- terfsticas, donde va el nifio asi producido por la fami yen Ia fa: milia? Respuesta empfrica: —A la escuela, =2Qué hace alli? —Aprende a leer, escribir, dibujar, pensar, reconocer como “natural” a lo dado, admirar a los héroes ¢ imitarlos, com- portarse en relacién con sus superiores y con sus compafieros y algunas cosas mds. sreud y Lacan", en Estructuralismo y psicoandl ién, 1970, pp. 58:82. i PCOANALIIS ¥ LAS DEMAS CIENIS Con qué métodos opera la escuela? ; TFondanentalmente con recursos ideol6gicos (sist ones, evaluacién, pautas de aceptacién y jecundariamente con Ta violencia fisica La ingenua a modo la educacién se ubica en El objetivo final de los én para el proceso de produccién: profesiones universitarias, rparacién para la industria y los oficios artesanales, alfabeti- .quisito elemental para las profesiones menos palabras, la educacién completa el proceso jciado en la familia y ofrece la iad de arias para una inclusién mds idades del sistema de produccién. En el de produccién esclavista no hacia falta Ia escuela para los sometidos. Las tareas ejecutadas en ese momento histérico reque- rian tan s6lo de la fuerza muscular del esclavo. Algo parecido sucede atin hoy en las zonas Iamadas “atrasadas” donde persisten resabios de Ja organizacién feudal de la produccién. Pero actual- mente y de modo especial en las ciudades industriales es necesario el esclavo tenga 4s que la energia bioldgica. Es nece- que haya incorporado habitos de yue contemple como “natural” la ia de j ast como la presencia de no trabajadores, esto es, de personas que viven de beneficios producidos por el trabajo que acepte los modelos imperantes de conciencia, de conducta, de consumo, etc, ¥ ademds es necesario que no se sienta esclavo sino que se sienta un “yo” o una “personalidad” auténoma, indepen- Giente, libre, duefia de su destino. Aqui, a partir del paso somero que hacemos sobre la educacién, comenzamos a vislumbrar algu- nas de las posibilidades de inscripcién social de la psicologfa aca démica y cémo ella contribuye a crear una ideologia que oculta cada como aparato ideo- La educacién, que con- tina su accién, se ubica como el segundo de tales aparatos ideo- légicos. Y podemos sefialar algunos mds que profundizan la obra de los dos primeros que son, en la actualidad, los fundamentales. Ast, por ejemplo, el aparato ideolégico religioso que postula la tacién del uo a un Sujeto absoluto que es amo de su ‘ o vida y de su muerte, lo observa en todas St Stet a te se porta bien”, lo “salva”, El aparato ideolbgico de los medios de difusién de masas que Iegan cada vex mis precoz y profunda- mente a consolidar la accién de la familia y de la escuela y que tienen asignada tacitamente la funcién de ofrecer representaciones deformadas de Ja realidad histérica y social asi como estereotipos de conciencia y de condu ros aparatos son Ia psicologia académica, los partidos politicos ‘organizaciones deportivas y recreativas, Ia artes, etc, En dos oportunidades ya hemos dicho que “aparatos ideoldgi- ‘cos de la sociedad” era un modo provisorio de designacién. Ahora debemos aclarar y modificar la expresién. En efecto, una aproxi- macién descriptiva a la sociedad, a cualquier sociedad humana que ocupa un cierto x i i! dado, nos it man, forman 2 otros y acciones dominantes se que pueden Iegar, en corresponden a blado, Estos aparatos ideo! para Ta actuaci um certo arden con: ‘acién, las confesiones religiosas, etc. Pero es sabido que ademés €: hecho, muchas cuando ellas resultan impotent de hacer notar ue asi como los aparatos ideol6gicos de la sociedad civil no ac me la funcién represiva, De I ‘que eran instituciones te, no pertenecen a nadie y son propiedad del con- fociedad. Ahora bien, quién regula lo que es pitblico ay escuelas que i que son priva- paises donde la jos hay donde son iciones ‘privadas. iplos podrian multiplicarse y mos dn que la Tinea entre piblico y privado es fluc- tuante y que también lo es la separacin entre acciones ideol6- gicas para obtener el consenso y acciones represivas para asegurar fa dominacién. Es que la regulacién y el equilibrio entre estos términos que hemos enunciado corresponden a una estructura compleja que conocemos con el nombre de Estado. El estado, (0 poder de estado, constituye sélo Jo que aqui hemos des- Como aparatos represivos de Ia sociedad politica (y también de consenso que debe obtenerse, etc. Podemos ya hablar con mayor del estado y ya no de la socie- ‘Ast también cabe jjetacién que no ¢s auténo- sociedad politica podriamos pensar que esta organizacién refleja sx onyero pk LA rsicoLocth tereses del conjunto de las personas que constituyen dicha ad. © podriamor pensar que se forma por tn instinto Ma tural de organizacién de los hombres, Para salir de las dudas formado —no fue, hasta ahora, munca formado— por el con- ito de hombres que integra una sociedad sino que ha sido siem- pre una organizacin particular impuesta a toda la sociedad por tuna parte de los integrantes de la misma; el sector de los posee- la riqueza social, El estado no encuentra su fundamento i sunto instinto de la especie ni encarna ica como lo queria Hegel. El est Ja organizacién que la clase poseedora de la riqueza soci junto de la sociedad. Es el encargado de legit de hecho: la presencia en la sociedad de clases dominantes y clases domi Existe para mantener un cierto estado de cosas, un cierto “orden”, para combatir el “des- orden” social y para regular la produccién de los cambi en la medida en ganizacién de las actividades sociales que se cumple a través de Jos aparatos técnicos; b] de dominacién politica de los ciudadanos, da_por los aparatos represivos y c] de hegemonizaciin “espiritual”’ del conjunto y de cada uno de los sujetos individua- esta a cargo de los aparatos ideoldgicos. jimos ya que el estado no es auténomo sino que ¢s secun- to modo de distribucién de la riqueza social que 'y que confiere al estado su forma y sus funcio- nes, La riqueza social: Jas tierras, lus fabricas, los recursos natu- rales y energéticos, los medios de transporte, los edificios. La riqueza social es poseida por una clase y hay una clase que es des- posefda de Ia misma. Esta clase desposelda, para mantenerse, tra- baja, es decir, vende su fuerza de trabajo a los poseedores de la riqueza social, del capital, Es decir que para comprender la exis: tencia, la organizacién y el funcionamiento del estado debemos comprender cémo se organizan socialmente la distribucién de las riquezas y el trabajo de los hombres. Debemos buscar la clave en el proceso de produccién, Asi, vemos que todo trabajo im- plica la existencia de: a] una materia prima, que existe primero tomo materia bruta en la tierra y que es extraida de ella me- ver, estos inst Jos produjo como tales; c] un sobre la mat hombre consume una cierta cantidad de energia y acta en funcién de un proyecto de elaboracién de Ia materia prima; a su vez, también él es el resultado de un cierto trabajo previo que lo produjo como trabajador apto para realizar esa {area especifica'y d] un producto que viene a satisfacer una ne- cesidad humana, es decir, que tiene un cierto valor de uso y que puede ser intercambiado por otros productos 0 por dinero y que, fn ese sentido tiene un cierto valor de cambio, es una mercancla El proceso de trabajo se pone en marcha en funcién del pro- ducto, de su id de uso y de su valor de cambio. Pero ese producto no pertenece, en las sociedades capitalistas, al tra- bajador sino al duefio de los instrumentos que se utilizaron para producirlo, En las sociedades capitalistas, los duefios de los ins- trumentos de trabajo (de las fabricas, de las tierras) compran las as (os metales, las semillas) y compran también Ja fuerza de trabajo de los productores directos (obreros, campe- 108) que habrin de actuar sobre esa materia prima transforman- dola en un producto (automévil, cereal) que seri de propiedad del duefio de los instrumentos. Ese producto es luego lanzado al mercado como mercancfa y alli tiene un valor de cambio que est basado en la suma del valor de las materias primas, de Ta amor- tizacién del valor de los instrumentos empleados, del valor de la fuerza de trabajo que le ha sido retribi i salario y de una suma de valor agregado, presenta el beneficio obtenido por el cay de la operacién. La obtencién de la pluvalia es el aspecto deter- inante de la puesta en marcha del proceso de trabajo en las lades capitalistas. No se elabora 1a mercancia porque tenga de uso, porque sitva para algo, sino porque puede tener 1 de cambio que incluye una plusvalfa, una parte de valor que corresponde al trabajo hecho por el operario y que no le ¢s devuelta, La acumulacién de plusvalia, es decir, Ia acumulacién de trabajo no pagado a los trabaj ese capital aumenta las posibilidades del capitalista de comprar fuerza de trabajo mientras que el trabajador recibe, a modo de salario, una cantidad de dinero (medios de pago, capacidad de con- sumo de mercancias) que le permite mantenerse de acuerdo a materias pi res constituye el capital y a 1, ontETo be 1A rscotocte es de vide establecidos para cada soriedad y mantener a su familia, con lo que se asegura la conservacién y Ia reproduc- idn de la fuerza de trabajo. Todo el sistema esti basal, em tonces, en la extracci6n de plusvalia, en la retencién de un cierto valor producido por el trabajador_y no pagado. Esto constituye, objetivamente, la explotacién del trabajador, de la clase trabajadora, por el capitalista, por 1a clase los capitalistas. En estas condiciones, 1a ‘trabajo es una mercancla que es comprada por los capi (contratos de trabajo) por un precio que es, necesariamente, inferior a su valor medido por €l beneficio que produce. Esta es la tinica forma de creacién (en el sistema capitalista) de lo que habfamos lamado “riqueza i jprar_una mercancia (la fuerza de trabajo) que, al a fuente de valor, de plusvalia. El duefio de los Thace, de este modo, duefio del de la produccién, de los traba~ solamente entre la venta de su sy la no sobrevivencia, la muerte los imas, instrumentos de la produc ibe el nombre de cia econdmica que se desarr las demé organizacién del estado, las instituciones que funcionan como aparatos ideolégicos del esta- 1. aicoandiaue ¥ LAs peas CHAS aprender algo ms sobre el proceso de produccién: para mantenerse requiere no s6lo la produccién sino también in de todos sus componentes. Las materias primas instrumentos de la produc: ideolégico, no puede menos de extrafiar que este estado .as pueda mantenerse durante decenios y hasta siglos ente- eptacién de su lugar por parte de los explotados y su no rebelién resulta un fenémeno mucho més dificil de explicar, * nL oR}ETO vx LA wicotoct @unque sea menos Iamativo, que el fenémeno contrario de Ja inturreccién. Pero para nosotros, a esta altura del texto, no re- sulta imposible detectar las claves fundamentales para Ia res Puesta. El misterio de la aceptacin pasiva de un lugar asignado Por parte de las mayorias explotadas puede comprenderse al re- ¢ordar todo lo ya dicho sobre la “formacién” de los hombres desde su nacimiento hasta su Megada al proceso de produccién, En Ja_domesticacién, en la renuncia al objeto del deseo, en la lad, en la incorporacién de In ley bajo los efectos de la situacion de desampero ye Ia. aneeia de los hail t Jas pistas que permiten que el misterio deje de se fundamental es que el proceso de sujetacién ideolégica requie: para ser efectivo, €l que sea inconscient ; mo poseyendo medios st permitir a sus miembros vi 3 obligada a limitar el nimero de los mismos y a desviar su ener: gia, de la actividad sexual hacia el trabaj partimos de una breve sentencia de Freud: iual es, al mismo tiempo y desde un_prins la profundizamos en la critica que que el sujeto se constituia como tal en el seno de una fai a través de un proceso cuyo nticleo es el complejo de Edipo, es- fos que no podfa entenderse a la familia como indepen 10 que era una subestructura dentro del conjunto de los aparatos ideologicos del estado, nos enfrentamos con la organiza- yn del tal estado y reconocimos que tampoco él era auténomo 0 que estaba determinado por el proceso de produccién y, més especificamente, por las relaciones de produccién y termi namos viendo que estas relaciones s6lo podfan subsistir en la me- ™ Freud, §,, Introduccién al psicoandlisis, en Obras Completas, t. v, p. 76, Buenos Aires, Santiago Rueda, 1958. # Strachey, ‘de Freud al inglés, dice “in the last resort”, Jo que nos refiere a esta instaneia” de la que venimos hablando. Standard Edition, t. xv, p. 312. i PHCOANALASS LAS DEMAS CIENCIAS ida en que se reprodujesen permanentemente y que: ia abe pede eal a Siendo su momento crucial plejo de Edipo. ¥ ast desem- Dbocamos en el otro epigrafe, el de M. Tort: “El psicoandlisis folo tiene un objeto; este aspecto de la reproduccién de las diones de produccién que es la como mecanismo de produccién/reproduccién del sujeto ideolbgico’ i Esquematicamente, Ia marcha de la exposicién nos lev6 a di- sear un movimiento circular: 1) Pstcotocta INDIVIDUAL, <= 2) COMPLEJO DE EDIPO a x 7) netactowts pz maapueriéw 8) rANELiA + 6) INSTANCIA ECONOMICA 4) APARATOS IDEOLOGICOS 6 “ 5) EstaD0 Este efreulo de la exposicién evidencia algunos elementos im- portantes: a] es absurda la pretensién de fundar una psicologia basada en el estudio de la conciencia y la conducta de individuos aislados y dejando de lado la estructuracién del aparato psiquico a tra- ‘vés del proceso de sujetacién (1) sin (2), ete.; b] es asistematica 0 mismo, no cientifica, la pretensin de clabont, una cote pecoanalates Que ta

You might also like