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PASAJES BÍBLICOS ACERCA DEL CIELO

"Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e
Isaac y Jacob en el reino de los cielos" (Mateo 8:11).

"Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia
nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los
muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en
los cielos para vosotros" (1 Pedro 1:3-4).

"... las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. Porque
sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de
Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. Y por esto
también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial" (2
Corintios 4:18-5:2).

"Mas nuestra vivienda es en los cielos..." (Filipenses 3:20, Versión Valera 1602), o: "...
nuestra ciudadanía está en los cielos" (Reina-Valera 1960).

Sin embargo, la Traducción del Nuevo Mundo dice: "... nuestra ciudadanía existe en los
cielos".

"A causa de la esperanza que os está guardada en los cielos" (Colosenses 1:5).

"Gozaos en aquel día, y alegraos, porque he aquí vuestro galardón es grande en los


cielos" (Lucas 6:23).

"Pero anhelaban una [patria] mejor, esto es, celestial" (Hebreos 11:16).

"Porque cuando resuciten de los muertos, ni se casarán ni se darán en casamiento, sino


serán como los ángeles que están en los cielos" (Marcos 12:25).

Las palabras "que están" no aparecen en el griego, pero aunque estuvieran, si el destino
fuera la tierra, ¿por qué tendrían que ser equipados para el cielo los que resuciten de los
muertos?

"Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para su reino celestial" (2


Timoteo 4:18).

La palabra que aquí se traduce "para" es el término griego que normalmente se traduce
como "en". En Mateo 9:17 verá la palabra traducida de esa forma dos veces.

"Si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos" (Mateo
18:3).
Tres de las Bienaventuranzas de Mateo 5 Prometen el Cielo

 "Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los


cielos"(Mateo 5:3).
 "Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque
de ellos es el reino de los cielos"(Mateo 5:10).
 "Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos" (Mateo
5:12).

Los Creyentes en Cristo Estarán con El y Su Padre

Jesús ha preparado un lugar para los creyentes donde ellos estarán con El y Su Padre:

"En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho;
voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra
vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Y
sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas;
¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la
vida; nadie viene al Padre, sino por mí" (Juan 14:2-6).
¿Dónde Están Cristo y Su Padre?

¿Dónde se encuentra ese lugar con muchas moradas que Cristo ha preparado para
nosotros y en el cual está Su padre?

"Padre nuestro que estás en los cielos" (Mateo 6:9).

Vea también Mateo 5:16, 48; 6:1; 7:11.

En otra oración, Jesús pidió que sus seguidores estuvieran donde estaba El, y donde
estaba El con el Padre:

"Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo
antes que el mundo fuese" (Juan 17:5).

"Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén
conmigo" (Juan 17:24).

"Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el
cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios" (Hebreos 9:24).

"Y aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al


cielo" (Lucas 24:51).

"... por la resurrección de Jesucristo, quien habiendo subido al cielo está a la diestra de
Dios" (1 Pedro 3:21-22).

Un día Jesús volverá del cielo: "Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de
arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo
resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos
quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al
Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor" (1 Tesalonicenses 4:16-17).

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