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Luna, N. - Siglo XIX Las Transformaciones Básicas
Luna, N. - Siglo XIX Las Transformaciones Básicas
de
textos
Antropología
Cátedra Gravano
Nélida Luna
La ideología burguesa
La Revolución Industrial no significó solamente pasar de los métodos tradicionales de
producción a una fabricación masiva apoyada por la tecnología. Significó además una corriente
de ideas y creencias que sostuvieron, legitimaron y justificaron la transformación socio-
económica producida por la economía capitalista.
La ideología liberal ofreció una perspectiva del mundo social y un programa de acción como
expresión de una clase social, la burguesía, que desde la revolución francesa de l789 había logrado
imponer sus ideas políticas. Inspirados por los pensadores iluministas, los liberales ingleses toman
la idea de “contrato social” del francés J.J. Rousseau y su teoría de la igualdad de los hombres
para construir un ideal de libertad expresado en:
■ La libertad individual amparada por los derechos del hombre. Libertad de
religión, de pensamiento.
■ La igualdad jurídica para todos (pero no económica ni cultural).
■ El Estado constitucional con división de poderes que respaldan y garantizan
su acción.
■ La participación del ciudadano en la política, con elección de sus
representantes en el Parlamento.
■ La libertad económica de la empresa, de la producción, de la asociación de
intereses y empresarial.
■ La circulación de mercaderías sin trabas jurídicas.
La aplicación de estas ideas en el campo de la economía, es el Liberalismo económico y
Adam Smith (l723–1790) su constructor. Plantea que con la libre competencia, la división del
trabajo y el libre comercio se lograrán la armonía y la justicia social. Smith escribe que hay un
ordenamiento natural que no necesita el control del Estado. Laissez faire, laissez passer (dejar
hacer, dejar pasar) es su lema y sugiere la posibilidad de un aumento indefinido de la riqueza y el
bienestar sentando las bases teóricas del capitalismo.
David Ricardo en 1817, en su libro “Principios de economía política”, y la escuela
económica de Manchester completarán este ideario. Ricardo justificando los salarios de hambre
que reciben los obreros con el argumento que el trabajo es una mercancía sometida a la ley de la
oferta y la demanda. Y los segundos rechazando los aranceles proteccionistas sobre los cultivos
de las colonias.
Ligado a este ideario, el gobierno subordinó toda su política exterior a los fines económicos
y a las presiones del grupo industrializador. Respaldando con campañas bélicas las exportaciones
manufactureras y ocupando con tropas británicas territorios como los de la India y China: Esto
permitó la compra de las materias primas para las fábricas inglesas a precios bajísimos.
Construída en Gran Bretaña, la economía liberal autorregulada llegará al colapso en 1917,
después de la Gran Guerra (Primera Guerra Mundial) comenzando con la protección estatal de
los mercados.
“A pesar de los más altos márgenes de beneficio aparecerá una tendencia a un descenso de
la tasa de ganancias por unidad monetaria del capital invertido” (M. Dobb, citado por E.
Menéndez 1968).
Simplificando: la caída de los precios hace que disminuyan los beneficios empresariales; es
decir, baja la tasa de rentabilidad. Los efectos de la gran depresión fueron catastróficos en
determinados sectores de la agricultura campesina que estaban a merced de los precios mundiales.
Algunos países tomaron una actitud proteccionista, subvencionando a sus agricultores (EE.UU.),
pero otros sólo promocionaron la salida al exterior de sus agricultores, que inmigraron a otros
países.
Para resolver ésta crisis se pensó en controlar el mercado, eliminando la competencia a
través del “nacimiento de pocas pero gigantescas empresas industriales, que controlaran las
principales ramas de la actividad productiva” (Lischetti l997:21). Esta tendencia a la
concentración de capital creando los monopolios se venía manifestando desde la segunda etapa
de la industrialización, ya que los adelantos científico–tecnológicos necesitaban de gran
acumulación de capital.
La segunda instancia pensada para enfrentar la crisis fue la inversión de capital en los
territorios no europeos donde la tierra barata, los salarios bajos y la materia prima de bajo costo
proporcionaban altas tasas de ganancias.
Esta nueva expansión hacia las áreas coloniales en la época de la “gran depresión” inició,
según algunos autores, el Imperialismo. Este fenómeno no era nuevo, lo nuevo lo constituye la
amplitud, el carácter sistemático, la universalidad de la expansión geográfica y los actores
involucrados, que serán grupos privados con gran apoyo gubernamental compitiendo frente a
otros rivales económicos. El enfrentamiento y la rivalidad mostrará que Inglaterra ha perdido su
hegemonía económica, ya no es “el taller del mundo” y que Alemania, Bélgica, Francia, Italia,
Rusia, Estados Unidos serán competidores muy importantes en este reparto colonial.
Otro rasgo interesante es que el imperialismo adoptará diferentes maneras de acuerdo con
las zonas geográfico-políticas en las que intervendrá. En zonas semiexploradas como África se
ejercerá el dominio directo. En otros lugares como en China, los consorcios internacionales se
encargarán de la dirección financiera de estos países. En los países políticamente independientes,
como los de América del Sur, se hicieron enormes inversiones en los ferrocarriles, aguas
corrientes, usinas eléctricas, que aparentemente traerían el progreso y terminaron generando una
creciente dependencia de los nuevos Estados con las naciones metropolitanas.
En esta nueva fase del capitalismo la economía capitalista penetró en los rincones más
remotos de la tierra, creando una red de intercambios, de transacciones económicas, de
comunicaciones, de movimientos de productos, dinero y de seres humanos inédita en la historia
profundizando aún más las relaciones asimétricas mundiales. Tal como lo expresa Peter Worsley:
“El logro europeo de este período… marcó el alba de una nueva era de la historia humana,
caracterizada por un imperialismo de nuevo tipo como respuesta a claras y nuevas presiones
económicas y financieras en la propia Europa. Y tuvo lugar como resultado la unificación del
globo en un solo sistema social”.
Bibliografía
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