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Introducción
Con este tutorial aprenderás cuáles son los pasos a seguir para configurar adecuadamente
Photoshop para que utilice adecuadamente los perfiles de color, especialmente al
imprimir fotografías con la impresora. La gestión de color es necesaria para poder
controlar el color de nuestras fotografías y evitar el conocido problema de que cuando las
llevamos a otro ordenador o las imprimimos se ven de forma diferente. Esto se soluciona,
por un lado, calibrando bien el monitor y por otro usando y configurando correctamente
los programas que usamos para que utilicen correctamente los perfiles de color
especialmente tanto cuando visualizamos como cuando imprimimos.
Para comenzar, hay que configurar adecuadamente los ajustes de color internos del
programa Photoshop. Esto servirá para indicarle cómo debe tratar el color al hacer ciertas
operaciones con él.
Bien, ahora vamos a escoger los perfiles de trabajo por defecto. En el caso del perfil
RGB, verás que en la lista desplegable salen un montón de perfiles, incluido el de tu
monitor:
Aunque muchos usuarios escogen sRGB o Adobe 1998, he comprobado que ninguno de
los dos son buenos perfiles para edición. El primero puede ser un buen perfil para guardar
en el último paso las imágenes para pagina web, pero no para usar como genérico porque
tiene una gama de colores pequeña (mucho menos que lo que capta una cámara digital o
un escáner). El segundo, curiosamente, falla más que una escopeta de feria en la gama de
los rojos. La explicación es que tiene definidos los primarios dentro del perfil con una
ligera desviación con respecto a los primarios Trinitron o P22-EBU, que son los dos que
predominan en el mercado y que su gama es muy amplia y Photoshop no consigue
representarla bien en pantalla.
En ese sentido, he desarrollado unos perfiles de edición propios que, aunque con una
gama ligeramente mayor a la de sRGB, ofrecen ciertas ventajas. Puedes descargarlos
pinchando aquí:
Y, ¿cuáles son las ventajas que me ofrecen estos perfiles?. Bueno, la primera se ve
cuando recibimos una imagen que tenemos que retocar y no trae perfil incrustado. El
eterno dilema. ¿Y ahora qué hago con ella?. Si haces una rápida prueba entenderás
porqué lo digo. Coge una imagen cualquiera que no tenga perfil o descarga alguna de
internet o de esta página. Al abrirla en Photoshop verás que te pregunta qué perfil le
quieres asignar.
Prueba a asignarle uno, luego otro, y luego otro y comprobarás que cada vez la
visualización es diferente. Más aún, revisa el histograma o los niveles y quedarás atónito
al comprobar que éstos no cambian en absoluto entre uno y otro perfil. ¿Porqué?. Porque
el histograma NO determina cómo se ve esa imagen; eso lo determina el perfil. Por
tanto, hay que tener mucho cuidado con el que le asignamos.
*: Si usas un MAC, con la prueba siguiente verás exactamente lo mismo que en un PC, al
funcionar los perfiles de color de la misma forma. Pero si quieres crear tus contenidos
para web, utiliza el H-RGB Generic MAC.
Está comprimida en formato ZIP. Si no sabes cómo se descomprime, pincha aquí para ver
cómo. Asígnale el perfil sRGB, y juzga, luego asígnale el AdobeRGB1998 y finalmente
el H-RGB 220. Verás que con el Adobe 1998 se pierden muchos matices, además de que
parece que esté al rojo vivo:
En la tabla que ves justo encima de estas líneas, simplemente he tratado de simular el
efecto de los perfiles, pero en la página experimental no están simulados, sino que
realmente trabajan. Funciona en PC con Windows (usuarios de MAC clic aquí), siempre
y cuando tengas los tres perfiles instalados.
Con esto ya se tiene configurado el aspecto más importante: el perfil de edición RGB.
Seguidamente hay que elegir las siguientes opciones:
1- Perfil CMYK: Ajústalo a Euroscale Coated v2, aunque sólo es útil al llevar fotos a
imprenta o similares. Incluso en ese caso, es mejor dejar que sea la imprenta la que
convierta a CMYK.
2- Perfil Gris: Gamma 1,8. La gamma 1,8 va bien porque muchos tipos de impresión
tienen una gamma semejante a ésta y esto hará que al imprimir en blanco y negro y sin
gestión de color (no existen perfiles para blanco y negro) se asemeje más al resultado
final.
Nota: la última casilla, Fusionar colores usando gamma 1,00 conviene activarla para
que al acoplar capas, la fusión de colores sea colorimétricamente correcta. Ya se puede
pulsar en Aceptar para dejar correctamente configurado.
5. Consultas de diferencias de perfil
Hecho esto, verás que cada vez que abras una imagen dentro del Photoshop y no tenga un
perfil incrustado o el que tiene no es el de trabajo, serás obsequiado con una pregunta.
Si la imagen no tiene perfil, verás esto:
donde se te ofrecen tres opciones bastante claras. Tal como he explicado antes, siempre
se le debe asignar su perfil de origen. En este caso, al ser una imagen proveniente de una
diapositiva escaneada en un Epson 4870, la opción correcta es la que ves marcada. Si, por
ejemplo, hubiese sido convertida desde éste al perfil H-RGB 220, entonces habría que
asignarle el H-RGB 220.
Activando la casilla que hay debajo de esta tercera opción, Photoshop convertirá
automáticamente la imagen al perfil de trabajo, lo que resulta muy útil para ahorrarse la
posterior conversión manual. Conviene, por tanto, dejarla activada.
Si al abrir una imagen tiene un perfil incrustado pero no es el de trabajo, entonces verás
esto:
En este caso siempre se debe escoger la primera o la segunda opción, en función de si
queremos mantener la imagen en su perfil original o directamente convertirla al de
trabajo. De entrada las dos son correctas; la diferencia estriba en si queremos retocarlas
en uno u otro perfil.
NOTA: El perfil de un escáner o una cámara digital no suele ser adecuado para la edición
(retoque) de imágenes. Es preferible siempre hacer una conversión a un perfil
colorimétricamente más correcto.
Una pequeña ayuda que conviene tener siempre a la vista es la información del perfil
actual de la imagen. Para ello, en la barra de estado de Photoshop, haces clic en el
pequeño triángulo negro y seleccionas:
y podrás ver justo a la izquierda del triángulo el perfil actual de la imagen en todo
momento.
Lo primero que hay que comprobar es si nuestra impresora utiliza perfiles de color. Si no
los utilizase (cosa rara en Epson), entonces no sirve de nada lo que explico en adelante. Si
posees una de las que ves en la siguiente tabla, estás de suerte porque, aparte del que
tendrás ya instalado, Epson ha publicado perfiles específicos para cada tipo de papel, que
puedes descargar aquí:
Si no posees una de estas impresoras, debes saber que al instalar los drivers de la
impresora, se instala un único perfil en la misma carpeta que ves aquí.
La imagen se encuentra en el perfil H-RGB 220 Generic PC. Ve al menú Vista > Ajuste
de prueba > Personalizar:
Con esto se puede previsualizar como van a quedar los colores en la impresión final sobre
papel, gracias a que Photoshop es capaz de hacer simulaciones en el perfil de impresora
para mostrarlos en pantalla. En la ventana que aparece:
Casi siempre conviene activar la casilla de Compensación de punto negro, porque casi
siempre el negro del perfil de destino es menor que el de origen. Esto se nota tanto más
cuanto peor es el papel usado.
Pulsa OK y en ese momento ya puedes ver en pantalla cómo quedará el resultado (nota
que en la barra de título de la imagen aparece una referencia a cómo se está
previsualizando):
Y para que puedas comparar tranquilamente la diferencias entre estas tres últimas
imágenes, experimenta con el siguiente cuadro:
Previsualizando en el perfil Epson 890 - propósito relativo colorimétrico.
Sin previsualización.
Sin previsualización.
Previsualizando en el perfil Epson 890 folio sencillo.
1- Desde Photoshop
Luego hay que elegir el perfil de destino: el de la impresora. Si tienes una de las Epson
listadas anteriormente, podrás escoger ahora uno de los perfiles específicos en función
del papel que vayas a usar.
hecho esto ya puedes pulsar sobre Imprimir... y entonces ajustaremos los parámetros de
la impresora en su driver.
12. Configurando el driver de la impresora
Aparecerá la ventana siguiente:
Confirma que ésa es la impresora que vas a usar y pulsa en Propiedades, para entrar en
las opciones de la impresora:
Como ves, el Modo se ajusta de forma predeterminada en Automático. Cámbialo a
Predefinido:
y pulsa en el botón que ahora aparece, Más ajustes. Entrarás en una ventana como ésta:
En esta ventana, debes seleccionar en el cuadro Color, Sin ajuste de color. Esto evitará
que el driver de la impresora realice por segunda vez la gestión de color, cuando ya la
está efectuando el photoshop, lo que provocaría una pérdida de calidad. También aquí
debes elegir, como es lógico, el mismo tipo de papel que corresponde al perfil de color
escogido (si es que tienes esa posibilidad) y la resolución de impresión. Recuerda que
esta resolución no corresponde a píxeles por pulgada, sino a gotas de tinta por pulgada.
Bueno, pues con esto ya se terminan los ajustes de color. Solo queda colocar el papel (el
escogido, claro) e imprimir.
2- Desde un programa sin gestión de color
La otra opción es si vas a imprimir desde otro programa que no emplee gestión de color,
como Word o ACDSee, el proceso es más simple.
Pulsa Mas ajustes y en la ventana Más opciones escoge ICM. Esto activa la gestión de
color del driver de la impresora, de forma que utilizará los perfiles de color incrustados
en las imágenes para conseguir la mejor correspondencia de colores.
Todo listo. Ya puedes Aceptar esta ventana e Imprimir. Si todo es correcto, deberás ver
que los colores se mantienen y el resultado es parecido al de pantalla. Aunque la
correspondencia de color será buena, la perfección no es posible de esta forma, ya que
cada impresora de un modelo determinado imprime de manera ligeramente diferente a
sus homólogas. Si se quiere algo mejor, hay que pensar en invertir en un calibrador de
pantalla y un espectrofotómetro de reflexión para crear perfiles de impresora.
Y con esto termina este tutorial sobre la calibración de color. Espero que os haya
ayudado.