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Aaner (Hlapert ERTUD, Niaotiiday ee eae L020 Howl eit Mien, (Va he Wyo Henge ate Woman MTT MEMKOH LO ant hove Er LOUK outa AL ROU UHH, HOH he fy hain Nol cata PINK GE HH AAU ced oe (HONEA, ct Me gues TTT OE ET MMENENIA, Via ‘aa ta qoutovin attatiow a Lay liv ern aftAC aM a0 slant anon aut abe AE Matter den IVON) y Shy yn Ayo dee (1929), Arnold Hauser Historia social de ta literatura y el arte | Deve la prohistoria hasta el barroce Tntroduceidn de Valetiano Baza ‘Thaduecidn de AcTovary BP Vatav Reyes DEBOLSILLO ‘Tilo original: The Social History of rt Primera edicién en esta coleccién: diciembre, 2016 (© 1962, Routledge & Kegan Paul (© 1998, Penguin Random House Grupo Editorial. A.U. Travessera de Grica, 47-49. 08021 Barcelona ©1998, A. Tovary BP. Varas-Reyes, porla traduccion CCorreclin de René Palacios More Penguin Random House Grupo Editorial apoyal protecién de "pyri esi ced defendela der en dbo delete ‘eleonocimien,promueve libre expresin yfavorece una cultura viva 1 Sines Per comprar une uorzada eesti y po epetar ls eyes del cot oro cnr n dsb ninguna parte de estaba por agin medi sn perma st respldand los autores y permitiendo que PRHGE contin publican ios aa todot ls ectores. Disjase a CEDRO (Centro Espafiol de Derechos Repogrfios ‘pir cedroon) s neces fotocoparoescanear alin fragmento de et cbr. Printed in Spain -Impreso en Espata ISBN: 978.84.9793.220-2 Depésto legal: B-7318-2012 Compuesto en Lozano Falsano,$. L Ereso en Black Print CPI Ibérica Sent Andreu dela Bara (Barcelona) Ps32208 [Ete | GrupoEdit 1. Paleolitico ...... n ‘Magia y naturalismo . u 2, Neolitico ae a Animismo y geometrismo 21 3. Elartista como mago y sacerdote 32 El arte como profesin y labor doméstica 32 II. ANTIGUAS CULTURAS URBANAS ORIENTALES 1. Estética y dindmica en el antiguo arte oriental ...... 41 2. Lasituacién del artista y la organizacin del trabajo ar- tistico en Egipto .. ee eee 3. Laestereotipacin del arte en el Imperio Medio . 32 4, El naturalismo del petiodo de Akenatéa 39 5. Mesopotamia 66 6. Creta . 9 Ill. GRECIA Y ROMA 1L. La edad heroica y la edad homérica «-+ +++ +++ n 2. El estilo arcacoy el arte en ls cores de los ianas = 5% 3. Clasicismo y democracia . - | 4, La allustracién» griege « . . 5. La época helenistica ay 136 6. La fpoca imperial y el final del mundo antiguo «++» 7 7. Poetas y artistas en la antigledad | CONCEPTO DE RENACHUENTO en la separaciin ue se acon fuimbra hacer de la Edad Media y la Edad Modena ys d indeciso es el concepto de Renacimient,sadviene oon a dificulead con que se tropieza para encuadaten une a personalidadles como-Petrarca y Boccaccio, Gent. brano y Pisanello, Jean Fouguety Jan van Eyck. Swe qui. Giotto pertenecen ya al Renacimieno,y Shakespetey Ha a la Edad Media. La opinién de que el cambio se iamente en el siglo XVIII, y de que la Edad Moder ‘con la Hustracién, la idea de progreso y a industri ‘puede descartar sin més’. Pero sin duda es mucho me- ipar esta cesura fundamental situindola ence la primera y da mitad de la Rdad Media, esto es, a finales del siglo XII, a monetaria se revitaliza, surgen las nueva ciu- iiguesia adquiere sus perfiles caracceriticos; pero de xdo puede ser situada en el siglo XV, en el que, si mu- an'su madurez, no comienza, sin embargo, ningu- lestra concepcién del mundo, naturalistay cents, ee Buno con el Renacimiento. El naturlisme des que Ja continuaci6n del naturalismo del g6ticoy i 1930, i at Palen Resse na eer GM. Trevelyan, English Social Hinery 1944 88 Historia social de la literaeura y ef aree R enacimiento elqueaflor ya daramente la concepcin indivcal de, dividuals. Los panegirsts del Renacimiento quieren f°°a ver en todo logue en Ia Edad Media es esponténe, ys pemoal un nuncio una prefiguracion del Renamer 28) harde considera que las canciones de los vagantes son apie” nacimiento, y Walter Pater descubre que una creacign, tpt mente medina! como el cantfale Aucatin et Ninian expesin del Renacimiento; pero todo esto no hice mist re mia desde lado puesto la misma stacy, a mn niuidad entre Edad Media y Renacimiento, 4 En su decipcién del Renacimiento, Burckhardt h cea, do sobre todo el naturalismo, y seftala en el retorno @ la realidad empirca, en «el descubrimiento del mundo y del hombres en ‘mento esencial ¢el «te-nacimiento». El, lo mismo que sus segui- dotes, nose ha dado cuenta de que en el Renacimiento lo usoas eral naturalismo en si, sino los rasgos cientificos, metédices in tegrales del naturismo; no han percibido ellos que no eran a b- servacin y el anilisis de la realidad los que superaban los concep- 1 tos de la Edad Media, sino simplemente la conciencia y Lafelacién de este concepto del Renacimiento con I ideologia coberencia con que los datos empiticos eran registrados y ania iberlismo es todavia més clara en Michelet que en Buckhard, des; no han visto, en una palabra, que en el Renacimiento el beto 0 se le debe Ia frase de «la décowverce du monde et de notable no era que el artista se fuese convirtiendo en observador de »?. Ya el modo que tiene de elegir sus héroes inceleccuales, ln naturaleza, sino que la obra de atte se transformaba en un «- 9a Rabelais, Montaigne, Shakespeare y Cervantes con Col, dio de Ja naturaleza». El naturalismo del gético comenzé cuando » Lutero y Calvino’, y el hecho de que incluso no vea en 1asrepresentaciones de las cosas dejaron de ser exclusivamente $= eschi mas que al destructor del gético, y consdere el Rena- bolas y empezaroa a tener sentido y valor, incluso sia selaio /en general como el principio de la evolucién que evardal le realidad trasceadente, como mera reproduccién de ls 6 : Bla idea de la libertad y de la raz6n, muestra que logue bie ‘renas, Las esculeuras de Chartres y Reims, a pesar de que aaa en sui concepto del Renacimiento era sobre en in supramundana sa ain tan evidente, se distinguen de fi ernie del liberalismo, Par lla nce fue el que dare del periodo roménico por su senvido inmanent®, Heals y a favor de libre pensamiens, que ito 28 filésofos ilustrados del siglo XVIII ls concienci Ja Edad Media y su filiacién renacentists. 7 REO para Bayle (Diccionario hissric crite, 1V) como Pate rapidez progresiva hacia la reali, , novedad del Renacimiento, de lucto. escubrimiento de la naturaleza pore! Renaci idel liberalismo del siglo XIX. Tlibeaiens ma jento sencillo y amante de la naturaleza a la Edad Node bate asia la Flosofia roméica de Ishii, Curie dt dice que «el descubrimiento del mundo y del hombres g del Renacimiento, su tesis es a un tiempo un sague + idl roméncica yuna defensa contra a propaganda devinade: dit a visi6n romdntica de la cultura medieval, La teria de taneidad del naturalismo renacentista tiene la misma fuente ina de que la lucha contra el espiieu de autcdsd y de el ideal de la libertad de pensamiento y de concienci, a ipacién del individuo y el principio de la democracia son histas del siglo XV. En este cuadro, la luz de los tiempos mo- 3 contrasta por todos Iados con las tinieblas de la Edad ad per et nan also MO no Lo es tampoco ‘xraable desu signficacién metafisica. Con la legads el Re a ‘eliza un cambio sélo en el sentido de que 80 A juct ico se debilita, y el propésito del artista s¢ 9, Fe Mishel, isi de Frama; VI Rien 18916 6 ‘AolE Philip, Dar Beri dor Rina 1912, 318 ; 319. Historia socal de la liceraturay el arte Vela (sae elas stb 9 rt dees ing 12h, el caret irrligioso del Renacimiento era cogs y con ess caactriticas ha Megado hasta hoy el Renacimienyy teen reid solamente anticlericl,aniescolésicgy on co, pero en mada lguno inrédulo, La ideas sobre I saya neal la edencin y el pecado original, que lenaban jv pial del hombre de lo Edad Medi, pasan a ser wmepa ides secudarisy, peo no se puede hablar en madoalgunn ans exccia dead satin rligiso en et Renacinien ss ge pretende ~como observa Emnst Walser considerar de nt 'm meramenteinductiva la via y el pensamiento de las pean, daces més relevantes del Quattroente, de Colucci Saluati, ogg Braccialni, Leonardo Bruni, Lorenzo Valla, Lorenzo el Magaih © Luigi Puli, se da el caso extrafio de que precisamente en las er sora estudiadas no aparecen en absoluto los signos que se cone, ran caracteristicos de la incredulidad...»?. El Renacimiento no fie ni siquiera tan hostil a Ia autoridad como pretenden la Ilustracin yeel liberalismo. Se atacaba al clero, pero se respetaba a la Iglesia como insttucién, ya medida que disminuta la autoridad de éase la sustitufa por la de la antigiiedad clésica. El tadicalismo del concepto de Renacimiento que se forjé Tustracén estaba todavia. muy influido por el espiciu de li ahs Por la libertad a ‘mediados del siglo anterior *. La lucha contra a reaccién renovaba el recuerdo de las replicas italianas del Rect mien ¢insinuabe la idea de que todo el esplendor de su cults ‘uvo en telacién con la emancipacién de sus ciudadanos’, En Fan ‘is fue el petiodismo antinapolesnico y en Ialia* el antclril os ; ae Tcl, Reais and Rfrmain, en «His, Zech, 199% Gasset . lire Dic Rnsinent, en Praplin-Wale, V, 1932 PTE Kacy, Ob en ls em wero Reitman rat Wo, 320 {a libertad y el teiunfo del espiicu ind sx POF pi Hejenco ni la idea de la personalidad fue Renacimiento jzaron difunderon exe concept, y 4 eau ign hist6rica,ranto burguesiberal como socialise, hag bos campos ensalzan el Renacimiento como a gan lucha h vidual, cuando conquista del Re- ‘oralmente descono- a Edad Media. El individualism del Renacimieno fag solamente como programa consciene, como insrumento de dad ni la idea del «libre examen» es una shay como grito de guerre, pero no como fenémeno, su concepto de Renacimiento, Burckhardt relaciona la individualismo con la del sensualismo, la ides de la ato. inacién de la personalidad con la acencuacién de la protes. el ascetismo medieval, la exalcacién de la naturaleza con de la carne». De esta conexién de conceptos surge, en ‘bajo el influjo del inmoralismo roméntico de Heinse, y anticipacién del amoral culto al héroe de Nietzsche", el liberal de Renacimiento, pero que serfainconcebible sin ndencias liberales y el individualista sentido de la vida del si- KIX. La disconformidad con el mundo de la moral burguest demoniaca apetencia de placeres y su desenftenada vo- 1 poder, era el prototipo del pecador irresistible, que en Ia ltde los hombres modernos consumaba todas as monstrvo- del suefio burgués de placer. Se ha preguntado, con raz6n, ido realmente este violento perverso tal como lo descri- Eat oct, pig. 118, mel cin de Nieche con Heise, vse Wale Bh «91, a. 62, eine and er 321 Historia social de la literatura y el age be la historia de las costumbres renacentistas de lag cas de los humanistas im En la concepci6n sensualista del Renacimiento, esteticismo se enttelazan de una manera que corres, lappsicologia del siglo XIX que ala del Renacimien téria del mundo caracterstica del perfodo roménticg ne ih ba en modo alguno en un culto al arte y al artista, sing 8% consigo una nueva orientacién de todos los problemas de ie Me grin cers etios. Toda la realidad se converts pan t= sustrao de una experiencia estética, y la vida misma passa una obra de arte nla que cada uno de los Factores er simpleng te un estimulo de los sentidos. Los pecadores, tiranos y malvade, del Renacimiento le parectan a esta concepcién grandes figuras pie téticamente expresivas, protagonistas apropiados para el fndocs lorista de la época. La generaci6n ebria de belleza y avida de mur. te que queria morit «coronada de pampanos» estaba pronta y bien dispuesta a perdonérselo todo a una época que se cubtia de oroy de piirpura, y que convertia la vida en una fiesta fastuosa en la que, como se querfa cree, hasta el pueblo simple se entusiasmaba ane las més exquisitas obras de arte. Nacuralmente, este sueio dest tas corresponde a la realidad histérica tan escasamente como b imagen del superhombre en figura de tirano. El Renacimiento foe duro y prictico, objetivo y antirromdntico; tampoco en este espe to fue muy distinto de la baja Edad Media. Los rasgos que el individualismo liberal y el esteticisme st sualista han atribuido al concepto de Renacimiento, en parte ” convienen en absoluto y en parte convienen también a a baja Ed Media. Al parecer, en esto los limites son més bien geosrlis} nacionales que hist6ricos, En los casos discutibles =poreiemPlO® PFisanello y en los Van Eyck- por lo general los fenémenos solverin favor del Renacimiento en el sur ya favor de ls Ft dia en el norte. Las espaciosas representaciones del are IM ‘on sus figuras que se mueven libremente en su disposicisn ‘lamente concebida, parecen ser renacentistas, mienttas 4° Sere, TW Kaei oh pg. XU 322 Renacimiento Pero incluso si se quiere conceder alos facton ‘én, princpalmenta los factoresraciales y lores de la cultura, un cierto epracion de un factor de eta lat sine, a jo papel de historador, yse debe demorr too to pai, én de una renuncia como ésta. Por lo cumin sults en nt que los pretendidos factores constantes de evclucién nog cosa que sedimentos de estadios histéicos,o la sustiucign sada de condiciones hist6ricas no investigadas, pero pefec- investigables. De cualquier manera, el caricter individual eS constantes de acionales de log ra una significacién distinca cada vez. En la Edad Media, suim- rancia es insignificante; el cardccer colectivo dela ctistiandad internacional, la Iglesia universal y su cultura unitaria, tuidos por la burguesfa nacional con su patriotism ciu- sus formas econémicas y sociales distin en cada lugs tas, los particularismos de los principados y la variedad de nacionales. ¥ entonces es cuando el factor nacional ys delanta al primer plano como decisivo y el Resacimiento como una forma histérica particular en la que el spirit aNO se individualiza con respecto al fondo de la unided caleu- Elrasgo ms caracteristico del arte del Quran ibe ligereza de la técnica expresiva, tan original ee ia como al norte de Europ, y con els ln gris 1° 8; el relieve estatuario y la linea amplia © ea raest * Todo en este arte es claro y sereno, ‘femico y melodic a " cede ‘Mesurada solemnidad del ate medieval cdesaparece ¥ Hisoria social dela literatura y el arge {lugar a un lenguaje formal, alegre, claro y bien arse, omparscién con cual incluso el arte franco-borgoage th perdneo parece tener econo fundamentalmence hos Fibaro yuna forma caprichosay recargada» "Con gy, do para las relaciones simples y grandiosss, para la mesursy oh den pra Ia plasticidad monumental Ia construc fy uaa acco, a psa de a existecia de dures ccs 7 de una dispesin fecuentemente no superada, los prin esliicos del Renacimiento pleno. Es precisamente eta ne nencia de lo aclésico» en lo preclisico la que distingue det ods mis claro ls creaciones de los primeros tiempos del Renaciming italian, frente al arte de la baja Edad Media y el arte contempr, neo del norte de Europa. El «estilo ideal» que une a Giocto con Ry fael domina el arte de Masaccio y de Donatello, de Andrea del Cas. tagno y de Piero della Francesca, de Signorelli y de Perugina; rningin artista italiano del Renacimiento temprano escapa toul. mente a est inflyjo. Lo esencial en esta concepcién atistca ese principio de la unidad y la fuerza del efecto total, o, al menos, ls tendencia a la unidad y la aspiracién a despertar una imprsée lunitaria, aun con toda la plenitud de detalles y colores. Al lado de Jas creaciones artistas de la baja Edad Media, una obra de arte dl Renacimiento da siempre la impresién de enteriza; en ella exist ot ‘asgo de continuidad en todo el conjunto, y la representacién, pt ‘ico, que sea su contenido, parece fundamentalmente simple y bo- mogénes. 1a forma fundamental del arte gético es la adici6n. En la ob ‘otica, ya se componga de varias partes relativamente a dents © no se pueda descomponer en tales parte, ya #1“ na tepresentaciGn pictérica 0 escultérica, Epica 0 éramitios Brincipio predominance es siempre el de Ia expansin y 0 4° —- el de la coordinacién y no el de la ree lect arnt no la forma geométrica cerrada. eat Sinner a in ci de camino, con diversi «oP, ‘cual conduce al espectador, mostra ©, un ag "J Hig, Hob de iat, 1928; pig 468 324 Renacimiento ica de la realidad, casi una reset, ‘unitaria, dominada por ua énico pun ere Ja representacién Y No una imagen Ko de vista Lapin, el drama tiende os, fomentando, en lugar de una siatss de ee gs cuantas situaciones decisivas, el cambio de es y de los motivos, En el arte gético lo importa ao. de vista subjetivo; no es la voluntad creadora a que seme, través del dominio de la materia, sino la riqueza temiti. encuentra siempre dispersa en la realidad y de la que ni i pablico Megan a saciarse. El are gético leva a especta- deralle a otro y ~como se ha hecho observar-le hace lee ‘de la representacién una tras ott; el arte del Renae oF el contrario, no detiene al espectador ante ning de- ‘consiente separar del conjunto de la representaciGa nin- elementos, sino que le obliga més bien a abarcar nente todas las partes", la accién senas, de los izacién de la visi6n simulednea. La modificacién que el idea del espacio ya toda laconcepcién a- vez en ninguna otra parte se revela mejor que en la a'de la incompatibilidad de la ilusién arisica con la es ledieval compuesta de cuadros independientes , La Edad que concebia el espacio como algo compuesto y que 5 po- sponer en sus elementos integrantes,no so colocaba las de un drama una a continuacién de otc, sino que los actores permanecer en escena durante toa la repre- MMescEnica, esto es, incluso cuando no paricipaban cn laec- sf como el actor no prestaba atencién a aquella decora- lance dela cual no se recitaba, ignorsba eanbitn a de los actores que no intervenfan precisamente en la es aba represenando,Semejante dvs dela sen be para el Renacimiento. Frey, Gotik und Renainanc, 1929, pig: 38 Toque sigue D. Frey, sp. cit, pg. 14 325 coria social de la literatura y el arce cambio de sensibilidad se manifesta del modo mis eco en Scligero, que encuentra ridfculo que «los pers” ¥ que a aquellos que no haben Para la nueva estética, ls gb joo consttuye una unidad indivisible; el espectador quiere ieee Sl ida rdo el campo del escenario, lo misma ur cr cspacio de una pintura realizada segin la perspectiva cent Pero el trnsito de la concepcin artstica sucesiva a la simular, significa l mismo tiempo wna menor comprensin para sure cregla del juego~ técicamente acepradas sobre las cuales decane niltimo término toda ilusi6n artistica. El Renacimiento ences tra absurdo que sobre la escena «se haga como si no se pudier of Jo que uno dice de orro» ", aunque los personajes estén uncs une 4 otros; esto puede considerarse ciertamente como sintoma de un sentimiento realista mds desarrollado, pero implica indudablemen- te un cierto declinar de la imaginacién. ‘Como quiera que sea, es sobre todo a esta unitariedad de lare- presentacién a la que el arte del Renacimiento debe la impresén de todalidad, esto es, el parecer un mundo auténtico, equlibnds, auténomo, y con ello su mayor verismo frente a la Edad Media. le evidencia de la descripcién artisticamente realista, su versimil- ‘ud, su fuerza de persuasién, se basan cambién aqui como out on tanta frecuencia~ mucho mas en la intima légica de la pre” tacién y en la armonta de todos los elementos de la obra que ¢2# srmonta de todos estos elementos con la realidad exterior. Italia anticipa con su arte concebido unitariamente el isis ‘mo renacentsta, lo mismo que con su racionalismo econémic #” ‘ipa la evolucién capitalisea de Occidente. Porque ¢l Rens "I ee atria 1391, Vi PAE 2 asia nie a y. que designs la diversidad de la concepcién artist > an sic del ei Hgrcv concbi de mane HO eben 207 hence en sus exlcaciones en a distin _omblnds noe pe aprepcins yun expci snemsico (OP tetas ot Fem, 1927) La cess de Panofy presupone a su vez Is JO gle ber iag ene ‘continuativas y la adistintivas, en lo cual wit Wc mulado por los pensamient sing acerca del +moment? Sg ne 326 Renacimiento sprano es un movimiento eencialment itlan, mien ye el Renacimiento pleno y el manierismo son movin punes a coda Europa. La nueva cultura artstica aparece en en Italia porque es un pais que lleva venta a Occiden, en el aspecto econémico y social, porque de fl aman scimiento de la economia, en él se organizan tcncamente a neiamiento y transporte de las cruzadas”, en él comienzaa e- se la libre competencia frente al ideal corporativo de kb y en él surge la primera organizacién bancaria de Eu. bién porque en Kealia la emancipacin de a burguesa rriunfa més pronto que en el resto de Europe, debido ‘lla el feudalismo y la caballeria estin menos desarolla- el norte, y la nobleza campesina no sélo se converte en ‘mucho més pronto, sino que se asimila completamente ia del dinero; y, finalmente, también porque la tradi- ca no se ha perdido enteramence en Italia, donde los mo- sobre la génesis del Renacimiento. ‘més facil que recurrir a una Gnica influencia directa y ‘no es nunca la raz6n dltima de un cambio espiriual, influencia de esta clase s6lo se vuelve activa cuando ex remisas para su admisién; su accualidad misma es la que plicar; y, ciertamente, no es una influencia la que puede ¢ en un determinado momento la antigiiedad comienza s cacia bien distinta de la que hasta entonces habia ce ‘ue plantearse, en primer lugar, la cuesti6n de por qué Htido este cambio realmente, por qué de promto la misma BYoca efectos nuevos; pero esta cuesién estan ampli tn YY tan dificil de responder como aquella otea anterior “= Stier, Woden Wake de Faia 0 PD ae Historia social de la Literatura y el arge cémo el Renacimiento era distinto de la eid para Ia antigiiedad clisica era s6lo Pets das ces en fenémenos sociales, lo mismo que Ia antigdedad al comenzar la era cistiana. Pero no ge gap te lor sintomético de esta idad 5 cosobrevalorar el valor sinc Sensibilidad para g Sc, Los hombres de esa epoca tenlan cirtamence conan radeun renacimiento, , con ella el sentido de renovacign enel esptitu clsic, pero este sentido lo tenia también fo? En verde cara Dante y Ptratca como precise eit jarcomo han hecho los adversarios de la eorfa clasicists— isn, el oxigen medieval de esta idea de un renacer, y deduce de ela continuidad entre la Edad Media y el Renacimiento, Los representantes més conocidos de la teria de un desl inioerrumpido de la Edad Media al Renacimiento otorgun i, fluencia decisiva al movimiento franciscano y relacionan la sensi, lide lirica, el sentimieneo de la nacuralezay el individualism ée Dante y Giotto sobre todo, pero también de los maestros mis ti. ios, con el subjetivismo y la intimidad del nuevo espiricurlgin 0, poniendo asf en tela de juicio que el «descubrimiento» de antigiiedad haya originado en el siglo XV una ruptura en la evol-

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