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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION UNIVERSITARIA


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
“ROMULO GALLEGOS”
AREA DE POSTGRADO

LA REPRESENTACION

PARTICIPANTES:
Correa R., María del Mar C.I: 14.980.372
González Elva C.I: 13.228.229
González María A. C.I: 20.156.444
Martínez Aurimar C.I: 24.145.828
Rangel Aura C.I:

ACARIGUA, 06 DE AGOSTO DE 2022


LA REPRESENTACION PROCESAL

La capacidad de asistencia o representación, esta conferida en exclusiva a


los abogados en ejercicio, es definida por Rafael Ortiz Ortiz, como la facultad o a
veces, el deber que tienen los abogados en ejercicio y que consiste en el
patrocinio, asistencia y representación jurídica y que como consecuencia, se
deben realizar los actos jurídicos procesales con eficacia jurídica en nombre de las
partes.
La representación procesal, se refiere a la posibilidad que tiene una
persona de intervenir en nombre y representación de otra en un proceso judicial;
cuando la parte actué directamente se requiere la asistencia jurídica del abogado.

Así que de forma esquemática, podemos visualizar la representación de la


siguiente manera:

1. Las personas que tengan la respectiva capacidad procesal pueden actuar


en juicio directamente, en cuyo caso deberán ser asistidas por un
profesional del Derecho (Régimen de asistencia jurídica)

2. Estas mismas personas podrán actuar a través de apoderados, en cuyo


caso estos deben estar facultados por un mandato o poder (Articulo 150
del Código de Procedimiento Civil) (Régimen de representación
procesal).

Según Eduardo Couture, la representación procesal es la relación jurídica, de


origen legal, judicial o voluntario, por virtud de la cual una persona llamada
representante, actuando dentro de los límites de su poder, realiza actos
procesales a nombre de la representada, haciendo recaer sobre esta los efectos
jurídicos de su gestión.
El fundamento legal de la representación en el proceso, esta previsto
primeramente como una garantía constitucional y se encuentra establecida en el
Articulo 49, Ordinal 1° de la Constitución de la Republica Bolivariana de
Venezuela, también se encuentra en el Código de Procedimiento Civil, en el Titulo
III, Capitulo II, a partir del articulo 150.

El monopolio de la postulación en el Derecho procesal venezolano, se


encuentra establecido en el artículo 4 de la Ley de Abogados. Esta Ley dispone
entonces la obligación para toda aquella persona que, sin ser abogado, sin
embargo deba estar en juicio como actor o demandado, en cuyo caso es
un deber nombrar a sus respectivos apoderados o abogados asistentes. En este
mismo sentido, el artículo 166 del CPC, establece que: “Sólo podrán ejercer
poderes en juicio quienes sean abogados en ejercicio, conforme a las
disposiciones de la Ley de Abogados”.

Características

1. La representación procesal, cuando es voluntaria, se configura o


perfecciona con un acto jurídico constituido por una relación jurídica formal
a través de un instrumento poder.

2. El representante realiza los actos procesales en nombre de la parte


representada y no en su nombre propio.

3. Los efectos jurídicos de los actos realizados por el representante, recaen


exclusivamente sobre la parte representada, porque el representante no es
la parte, sino el representado y los efectos de los actos, resoluciones y
sentencias que se dictan en el proceso solo recaen sobre las partes en la
causa.
4. El representante actúa dentro de los límites del poder que le confiere la
parte.

Excepciones

A pesar de la regla general de que nadie puede estar en un proceso judicial


como parte si no está asistido o representado por un abogado en ejercicio, sin
embargo, existen algunas escasas excepciones que, por la naturaleza simple de
los actos procesales, pudieran actuar sin esta postulación, como ocurre con la
“presentación” de una querella  de amparo constitucional o una solicitud de
calificación de despido. Fuera de las excepciones previstas en la ley no es posible
gestionar en un proceso sin la asistencia o representación de abogado.

     Por otro lado, la representación procesal tiene también ciertas excepciones en
las cuales el acto procesal debe ser realizado por la parte sin que el apoderado
pueda acudir en su representación, tal como ocurre en la conciliación en las
demandas de divorcio; la conciliación laboral establecida en la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo; las posiciones juradas previstas en el Código de
Procedimiento Civil, etc.

OTORGAMIENTO DE LA REPRESENTANCION PROCESAL

El otorgamiento del poder es un acto solemne en el sentido de que su


celebración se realiza frente a un funcionario público, con la presencia de unos
testigos y cuando la ley lo exige, la especifica mención de facultades expresas, por
ejemplo, para desistir, transigir, comprometer de cualquier manera el derecho
sustancial, entre otros.

Para Emilio Calvo Baca, el poder es la facultad de hacer en nombre de


otro, lo mismo que este haría por si mismo en determinado asunto, por extensión
se denomina también poder al instrumento en que se hace constar aquella
facultad.

Rafael Ortiz Ortiz, define por poder al instrumento documental otorgado de


manera pública o autentica por medio del cual el apoderado puede cumplir todos
los actos del proceso que no estén reservados expresamente por la ley a la parte
a la parte misma.

El poder es entonces un documento publico, lo cual significa que debe


cumplir con los requisitos y características de los instrumentos públicos
establecidas en el Articulo 1.357 del Código Civil; este instrumento permite que el
apoderado pueda cumplir los actos procesales “en nombre y en interés del
mandante” salvo aquellos actos que, expresamente, la ley reserva a la parte
misma.

Según su forma de otorgamiento pueden ser:

1. Autenticidad Notarial o registral (Poder Ordinario)

El texto procesal venezolano establece que el poder para actos judiciales debe
otorgarse en forma pública o auténtica; de manera que el poder simplemente
reconocido carece de validez ni siquiera cuando sea registrado con posterioridad.
En consecuencia, al no ser válido el poder tampoco el acto realizado por el
representante tendrá efecto jurídico alguno. Art. 151 del Código de Procedimiento
Civil.

La anterior afirmación encuentra fundamento en el Decreto con Fuerza de Ley


de Registro Público y del Notariado, en su Exposición de Motivos, al expresar que
el propósito esencial de los Registros y Notarías es garantizar, mediante
la publicidad registral, la certeza y la seguridad jurídica de los bienes o derechos
inscritos, otorgándoles la presunción de verdad legal, oponible a terceros.
Cabe resaltar que la Ley antes mencionada establece en su artículo 3, como
requisito de admisión que “todo documento (incluyendo los poderes) que se
presente ante los Registros y Notarías, deberá ser redactado y tener el visto
bueno de abogado debidamente colegiado y autorizado para el libre ejercicio
profesional”.

2. Autenticidad Judicial (Poder apud acta)

Establecido tanto en el artículo 74 de la Ley de Registro Público y del


Notariado, como en el artículo 152 del Código de Procedimiento Civil, constituye
una representación voluntaria exclusivamente para el juicio donde se hace la
designación.

La autenticidad del poder también puede darla el juez y el secretario del


tribunal, ambos en su condición de funcionarios públicos, lo que se
denomina poder apud acta.
Comenta Rengel Romberg, que así como puede otorgarse el poder en las propias
páginas del expediente de la causa apud acta, así también esta forma es admitida
para las sustituciones de poder sustituido, sin que sea necesario o copiar éste en
el acto de sustitución.

3. Otorgamiento del poder en el extranjero

El doctrinario Rengel Romberg señala que, cuando el poder es otorgado en el


extranjero para ser ejercido en Venezuela, nuestra ley admite, como regla general,
las formas de otorgamiento establecidas en dicho país (locus regit actum), pero si
la ley venezolana exige instrumento público o privado para su prueba, tal requisito
deberá cumplirse (artículo 11 del Código Civil Venezolano).
     No obstante, si el poder se hubiere otorgado en país extranjero que haya
suscrito el Protocolo sobre Uniformidad del Régimen Legal de los Poderes y
la Convención Interamericana sobre el Régimen Legal de los Poderes para ser
utilizados en el extranjero, deberán llenar las formalidades establecidas en dichos
instrumentos; en caso contrario, deberá tener las formalidades establecidas en las
leyes del país de su otorgamiento.

CLASIFICACION

Si bien el Código de Procedimiento Civil no establece distinción alguna


entre los poderes, se ha diferenciado en la esfera jurídica, en atención al
contenido del poder, entre aquellos que pueden catalogarse como poder general y
poder especial; a pesar del silencio sobre esta materia  en las normas relativas a
los apoderados (capítulo II del título III “De las partes y de los apoderados”,
artículos 136 y siguientes), en el procedimiento por cuestiones previas, el ordinal
3º del artículo 346 establece la noción de “poder insuficiente”, lo cual se subsana
con la ratificación en autos del poder y de los actos realizados con el poder
defectuoso (artículo 350 eiusdem).

     La noción de poder general o especial deriva de las disposiciones del Código
Civil que regula el contrato de mandato civil y, se ha extendido su práctica a los
poderes judiciales.

Por su contenido

a) Poder judicial general y Poder judicial especial

En principio, el poder como instrumento debe hacer constar las facultades


conferidas al abogado, en ese sentido, debe hacerse referencia en él a la
extensión de poderes (en mayor o menor grado) que el poderdante otorgue a su
apoderado.
En ese orden de ideas, se entiende que el poder está otorgado en forma de un
“poder general” cuando habilita al abogado para la representación judicial del
otorgante en cualquier clase de procesos judiciales presentes o futuros y no se
haga mención expresa a un juicio determinado.

Mientras que, nos encontramos en presencia de un poder especial cuando el


poderdante especifica y restringe el poder para el ejercicio de facultades
procesales en uno o varios juicios expresamente identificados en el cuerpo del
instrumento.

Esta clasificación tiene su base legal en los artículos 1.687 y 1.688 del vigente
Código Civil Venezolano.

b) Poder de representación voluntaria y de representación legal

La representación voluntaria se presenta cuando la parte en un proceso en


curso o por iniciarse celebra autónomamente un contrato de mandato para que un
determinado abogado represente sus intereses en juicio.

En cambio, se habla de representación legal cuando los efectos de la


representación no derivan de un mandato expreso del representado sino que tal
representación deriva de una disposición legal, tal como ocurre con los supuestos
de representación sin poder.

La representación legal es propia del Derecho civil o sustancial (material) y se


aplica con frecuencia a los incapaces, entredichos e inhabilitados.
c) Poder de administración de negocios

Se habla de representación civil o de administración cuando el mandato que


una persona otorga a otra es, para que en su nombre y representación, ejecute
actos de “simple administración o de disposición” con efectos jurídicos válidos.

     Este poder es una manifestación del contrato de mandato o representación


regulado por el Código Civil Venezolano.

Elementos formales del Poder

a) Lugar y tiempo

El poder puede otorgarse y surtirá sus efectos en cualquier lugar de la


República sin que sea necesario conferir el poder en la ciudad o localidad donde
se desarrolla el proceso. De igual manera, el poder puede otorgarse ante un
registrador (en los supuestos permitidos por el artículo 1.169 del Código Civil) o
también, ante un notario público y podría otorgarse de igual manera en el
extranjero.

Con respecto al tiempo, el poder judicial puede ser otorgado en cualquier


estado y grado del proceso, sabemos que el proceso puede iniciarse solamente
con la asistencia de abogado, de modo que la representación judicial puede
otorgarse antes o durante el proceso.

b) Forma

En cuanto a su forma, el poder debe otorgarse en forma escrita y auténtica,


redactado en idioma castellano y, en caso de haber sido otorgado en idioma
extranjero, deberá traducirse al idioma patrio a través de intérprete público.
c) Contenido
El poder se presume otorgado para todas las instancias y recursos
ordinarios y extraordinarios (artículo 153 del CPC) y faculta al apoderado para
cumplir todos los actos del proceso que no estén expresamente reservados por
la ley a la parte misma. No obstante, en cualquier caso, es decir, trátese de un
poder general o especial, se requiere facultad expresa para desistir, transigir,
comprometer en árbitros, solicitar la decisión según la equidad, hacer posturas
en remates, recibir cantidades de dinero y disponer del derecho en litigio
(artículo 154 del CPC).

La representación judicial sin poder

     La regla general en el ordenamiento jurídico venezolano dispone que, para que
las partes puedan gestionar en el proceso civil por medio de apoderados éstos
deben estar facultados con mandato o poder.

     Sin embargo, existe una excepción a la regla, ésta se encuentra establecida en
el artículo 168 del Código de Procedimiento Civil. La misma consiste en que,
cualquier persona que cumpla la condición de ser abogado puede representar a
otra sin que exista un contrato de mandato o sin la existencia de un poder.

     El propósito del legislador al establecer este supuesto excepcional, ha


señalado la doctrina, es siempre extender hasta los límites extremos la posibilidad
de representación para impedir que por obstáculos legales una de las partes
pueda quedar indefensa en el proceso.

     La norma establecida en la ley adjetiva civil vigente, presenta dos (2)
situaciones diferentes:

     a) La primera parte del artículo 168 del Código de Procedimiento Civil se
refiere no a una representación judicial sino una representación civil, es decir,
cuando el heredero se presenta por su coheredero (en causas originadas por la
herencia) y el comunero por su condueño (en lo relativo a la comunidad), se
refiere a una representación civil, en cuyo caso tanto el heredero como el
comunero deben estar asistidos por un profesional del Derecho. Esta
representación sólo tiene aplicación para presentarse a juicio como actores y no
como demandados.

     b) La segunda parte de la norma consagra, específicamente,


una representación procesal sin poder, por cuanto cualquier persona que reúna
las condiciones podrá ser apoderado judicial a tenor de la Ley de Abogados; pero
esta posibilidad sólo se permite a la parte demandada y no para presentarse como
actores.

SUSTITUCION DE LA REPRESENTACION

Rengel Romberg define la sustitución como el “acto de delegar en otro el


poder aceptado, transmitiendo al sustituto todas o parte de las facultades
conferidas al sustituyente”.

Para Emilio Calvo Baca, la sustitución de poder es la cesión del mandato


que se le ha otorgado a determinado apoderado, para que de esa manera, el
sustituto asuma todas o parte de las facultades que se le habían otorgado al
cedente. De esa manera, se transmite al sustituto el ejercicio de dicho poder y el
uso de las facultades que contiene el mandato.

Características

1. Es una delegación, que transfiere al sustituto el ejercicio del poder y el uso


de las facultades delegadas.
2. La sustitución supone la aceptación previa del poder porque mal puede
sustituir un poder quien no es apoderado (en caso de que no se haya
aceptado).

3. La sustitución puede delegar todas o solamente algunas de las facultades


que tiene el sustituyente y puede ser especial, aun cuando el poder sea
general (artículo 161 del CPC). La sustitución de todas o de parte de las
facultades del apoderado, puede hacerse con reserva del ejercicio por parte
del apoderado de las mismas facultades que transfiere al sustituto; o puede
hacerse sin esta reserva, y en caso de sustitución total, queda excluido el
sustituyente del ejercicio del poder, lo que en esencia tiene el valor de una
renuncia del poder.

4. La sustitución debe hacerse observando las mismas formas establecidas en


la ley para el otorgamiento de poderes (artículo 162 del CPC).

5. La facultad de sustituir va implícita en todo poder, a menos que se excluya


o prohíba expresamente.

6. El sustituido puede, a su vez, sustituir el poder en otro abogado, siguiendo


las reglas establecidas en la legislación vigente (artículo 160 CPC).

Hipótesis para la sustitución del poder

1) El poderdante ha designado expresamente una persona en quien puede


sustituirse el poder.

2) El poderdante ha facultado expresamente al apoderado para sustituir el poder,


pero no ha designado a persona alguna.

3) El poderdante no ha dicho nada sobre la sustitución de poder.


4) El poderdante ha prohibido expresamente la sustitución.

EXTINCION DE LA REPRESENTACION

Existen diversas formas de cese de la representación procesal, pueden ser:

1. Por Revocatoria del poder


La revocación es una declaración unilateral de voluntad del poderdante que
priva de eficacia la representación conferida en el poder.

Conforme con lo dispuesto en el artículo 165 del Código de Procedimiento


Civil, esta revocatoria tiene efectos desde que se introduzca en cualquier estado
del juicio, aun cuando no se presente la parte ni otro apoderado por ella. No se
entenderá revocado el sustituto si así no se expresare en la revocación.

La revocatoria puede ser de dos (2) tipos:

     a) Revocatoria expresa, que consiste en que la manifestación de voluntad se


manifiesta de manera auténtica, sea en el mismo lugar donde se otorgó o en
lugares diferentes, es decir, frente al mismo notario o registrador, pero no surtirá
sus efectos frente a terceros hasta tanto no conste en la oficina donde se otorgó el
poder como nota marginal. Si la revocatoria se hace en el mismo expediente
donde fue conferido apud acta sólo tiene efectos con respecto de ese juicio en
concreto y no para un proceso diferente (artículo 165, ordinal 1° del CPC).

     b) Revocatoria tácita, se produce cuando en un juicio determinado se


presenta otro abogado a quien se le hubiere conferido poder a menos que se haga
constar lo contrario (Artículo 165, ordinal 5° del CPC).   
2. Por Renuncia
Otra forma de extinción del mandato es la renuncia efectuada por el
apoderado; se trata de una declaración de voluntad y también surte sus efectos
desde que se hace constar en el expediente donde se había acreditado el
mandato la notificación al poderdante; a tenor de lo dispuesto en el ordinal
segundo (2º) del artículo 165 del Código de Procedimiento Civil.

3. Otras formas de extinción


Otras formas de extinción de la representación procesal son la muerte,
interdicción, quiebra o cesión de bienes del mandante o del apoderado o sustituto,
tal como está previsto en el Artículo 165, ordinal tercero del CPC y “la cesión o
transmisión a otra persona de los derechos deducidos por el litigante, o por la
caducidad de la personalidad con que se obraba”, Ordinal 4° del articulo
mencionado. También termina el mandato por el cumplimiento del asunto
específico para el cual fue especialmente conferido.

Aunque no está dentro de las formas de extinción de los poderes, es


importante mencionarla porque sino es una manera de extinguirlo, es una manera
de refutar su contenido y dejarlo sin efecto; nos referimos en este punto a la

Impugnación del Poder.

Consiste en las maneras de que se valen las partes para “atacar” la


representación judicial de la parte contraria, ataque éste que tiene que ver con las
diversas formas que existen para “impugnar” o cuestionar procesalmente el poder
conferido a la parte contraria en un proceso judicial.

Cuando se trata de juicio ordinario, la parte demandada debe atacar el


poder a través de las cuestiones previas que pueden oponerse en vez de
contestar la demanda. Artículo 346, ordinal tercero (3º) del Código de
Procedimiento Civil.
De modo que si la persona que se presenta como apoderado no puede
ejercer poderes en juicio porque no es abogado o, aun siéndolo, se encuentra
suspendido del ejercicio, o porque es un funcionario público con funciones
exclusivas, esta situación se hace evidente a través de esta cuestión previa.

En segundo lugar, porque siendo abogado plenamente capaz de ejercer


poderes en juicio no tiene la representación que se atribuya, sea porque no tiene
facultad para demandar, o el poder es especial para un juicio diferente o el poder
no es judicial sino un mandato civil sin poder de disposición.

     En tercer lugar, porque el poder no está otorgado en forma legal (falsedad
ideológica o instrumental) o porque el poder es insuficiente.

     Todas esas situaciones se ventilan a través del procedimiento para las
cuestiones previas.

     Si el demandado no impugna el poder en esta oportunidad a través de las


cuestiones previas, para él precluye la oportunidad para realizar tal
cuestionamiento. Aunque erradamente, en el foro y en algunas sentencias se ha
aceptado el ejercicio de la tacha de falsedad  para hacer esta impugnación pero, la
oportunidad para impugnar el poder por parte del demandado es en las cuestiones
previas.

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