Andre Barbault - Publicado en 2014 - La Seconde Guerre Mondiale

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Paginas 161 a 173

FUTURO

Al salir de esta Segunda Guerra Mundial, ¿por qué no entrar en una anticipación de riesgo de la
Tercera Guerra Mundial? Tal búsqueda puede parecer estar al borde de la burla, pero, por
especulativo que parezca, ¿no vale la pena intentar abordarla de todos modos? La justificación de
tal escepticismo proviene de los límites de los recursos del arte uranio. Por supuesto, esto no es
corto de medios de expresión; sin embargo, su registro también tiene sus límites. Por lo tanto, el
hecho militar en sí mismo es un modo de manifestación del ejercicio marciano, ya que la ira del
niño vuelve a la "fuente bautismal" de los impulsos agresivos que forman el lecho de guerra. En el
nivel, el lenguaje astral nos introduce en la sustancia viva del flujo de la tendencia astral, sin que
sin embargo conozcamos su campo de aplicación, abierto a la diversidad del teclado analógico. Sin
embargo, el astrólogo encuentra este obstáculo en dos etapas de su ejercicio: su terreno individual
y su campo global. En el nivel humano, la vida se expresa allí doblemente bajo los aspectos del
verbo y el objeto de la tendencia astral. Precisamente, solo habla el verbo de esto, expresión de un
tono de vida afectivo. Su objeto, mientras tanto, en latencia, se presta a una diversidad de
posibilidades de las mismas fuentes analógicas, terreno relativo de libre albedrío o circunstancias
externas de existencia. Entonces, por ejemplo y aquí en extremo, que los dos "vecinos astrales"
Hitler y Charlie Chaplin (Londres, 16 de abril de 1989, 7 p.m.), tienen en común a Urano en AS y a
Saturno en MC, en uno transición de trágico a cómico, de dictador infernal a brillante humorista de
pantalla.

En términos del mundo, el principal problema es que el registro de la manifestación astral

concierne tanto a la Naturaleza como a la Sociedad, la tierra misma y sus habitantes; y eso, sin
que podamos saber si la configuración se aplica a la Tierra con su espacio circundante o al mundo
de la especie humana. Si cada configuración aislada de los ciclos planetarios tiene su propio
registro de manifestaciones que especifica su campo intrínseco abierto al conocimiento del
intérprete, por otro lado, la complejidad de la interpretación se profundiza a medida que la
participación del Escuadrón de diez planetas. ¿Cómo, en tal grupo de disonancias reunidas,
seleccionar la naturaleza del cataclismo que probablemente surja, desde los trastornos geofísicos
hasta la locura de guerra a través de pandemias? Lo que podemos intentar, en cualquier caso, es
volver al cuestionamiento de nuestra introducción extrayendo una lección de las dos guerras
mundiales, alojadas en los cuatro años de chette 1914-1919 y 1940-1945, que fueron responsables
de Grandes conjunciones. De vuelta a lo básico: aquí volvemos al fenómeno tradicional de la
"doriphoria": concentración planetaria de la cual tracé el desfile de los principales del siglo XX en
un texto para consultar. Y este curso de concentración astral es el punto culminante del ciclo
planetario en su duración de doble ida y vuelta ida y vuelta: alternancia de sus fases ascendente (0
° 180 °) y descendente (180 ° 0 °). Es suficiente agregar las diez distancias respectivas de los cinco
planetas lentos durante sus diez ciclos de un año a otro, para obtener la tabla de un "índice cíclico",
como el del siglo XX que tenemos frente a nosotros. .
Notamos de inmediato las caídas en la curva que acompañó a las dos guerras mundiales, mientras
que la más importante entre 1975 y 1982 estuvo exenta, la coyuntura en cuestión se dispersó en
manifestaciones: el regreso de la crisis económica no sin el peligro final de Guerra mundial (la
confrontación de los euromisiles) sin olvidar el advenimiento del SIDA. Dada la diversidad de
expresión de la misma categoría de fenómeno, fue importante acompañar el diagrama de índice
cíclico con cuatro categorías de amenaza de vida principal: guerra por el círculo, revolución por la
estrella, crisis económica por la cruz y la epidemia por la plaza. Así, las cuatro pandemias del siglo
son obvias, desde la gripe española de 1918 hasta la llegada del SIDA en 1982, pasando por los
ataques de 1954 y 1968. Desde entonces, también ha habido un ligero brote de gripe en 2009,
todo contra el índice cíclico más bajo de 2010-2011. Y a esto, además del estallido de la revolución
en África, apareció la primera crisis económica del nuevo siglo, acompañada no menos de una
serie de desastres naturales: desde el volcán irlandés Eyjafjôll hasta el tsunami de Fukushima en
Japón, a través del terrible terremoto en Haití, devastación de incendios en Rusia, inundaciones en
Pakistán y tormentas de nieve en Estados Unidos y Canadá, así como el derrame de petróleo
oceánico de un derrame de petróleo en el Atlántico ...

Para regresar al campo de guerra, y al poner en juego aquí toda la competencia planetaria del Sol
en Plutón, no es sorprendente que sus reuniones puntúen estas explosiones más espectaculares.
Así aparecen ocho cuerpos celestes en 72 ° a la intervención alemana en Dinamarca y Noruega el
9 de abril de 1940. Ocho otros en 64 °, incluidos cinco en veinte grados, a la gran ofensiva
alemana del 10 de mayo de 1940 en Francia , Bélgica y Holanda. Del mismo modo, esta vez, el
excepcional stellium de seis estrellas en una docena de grados alrededor del 10 de mayo de 1941:
la conquista de Europa del Este completó, intensos preparativos para la "Operación Barbarroja".
Seguido por la entrada en la guerra germano-soviética del 22 de junio de 1941 (la misma agrupada
en 54 °). Luego, 7 planetas a más de 60 ° en la decisiva Batalla del Pacífico en Midway del 2 al 4
de junio de 1942. Luego, 5 planetas a más de 13 ° en el aterrizaje aliado en el norte de África el 8
de noviembre de 1942. 5 estrellas a más de 15 ° en la caída de Mussolini el 25 de julio de 1943,
precedido por el desembarco aliado en Sicilia el 10 de julio (7 estrellas en un cuarto del zodiaco).
Luego llega a Normandía el 6 de junio de 1944 con 5 estrellas en 37 ° y 8 en 89 ° hasta el próximo
en el Mediterráneo el 15 de agosto. ¡Y para poner fin a esta gran guerra, las bombas atómicas en
Hiroshima y Nagasaki del 6 y 9 de agosto de 1945 tenían derecho a las conjunciones
Sol-Luna-Plutón y Marte-Urano en una agrupación general de 108 °!
En una marcha atrás, ¿cuál es el caso más importante? Luego regresamos a la pandemia más
horrible de la historia: ¡la aterradora "peste negra" de 1347-1348 que diezmó en menos de dos
años a un tercio de la población europea! Sin embargo, esta tragedia apocalíptica recae en la
concentración planetaria extrema de todo el milenio: los cinco planetas lentos, donde Júpiter,
Saturno y Plutón están unidos, ocupan solo un arco de 73 ° enmarcado por Neptuno y Urano. La
terrible plaga de Londres en 1665 (15 a 16% de las muertes) se acompaña de una reunión de
Júpiter-Saturno-Urano-Neptuno a más de cuarenta grados. Del mismo modo, la gran epidemia de
1720-1721, bajo un arco de sesenta grados en concentración de Júpiter-Saturno-Urano-Plutón ...
Volvamos a la imagen del siglo XX. De todo el despliegue secular del índice cíclico se distribuye
una asignación de los cuatro "jinetes del Apocalipsis" en las esquinas inferior y superior del
diagrama. Más particularmente en la punta del fondo, tiempo cíclico de conjunción: fin de la
renovación, caos-génesis ... Pero también en el punto superior que genera el tiempo completo de
oposición, el segundo lado del ciclo acampó en Janus renovando por su parte los valores
dialécticos. en curso.

Por lo tanto, podemos aventurarnos a explorar el futuro con referencia al mismo fenómeno de
distribución planetaria, cuando regresa un grupo de conjunciones u oposiciones. El próximo plazo
crítico que se anuncia cae al final del triplete de las conjunciones Júpiter-Saturno-Plutón de
2020-2021. Incluso, a lo largo del curso general del índice cíclico del nuevo siglo, es su punto más
bajo; este trío astral triangulando por cuadrado y semi-cuadrado a un semi-cuadrado
Urano-Neptuno. No hay duda de que con esta red de nueve disonancias aglomeradas en una
cuarta parte del zodiaco, se puede sentir un desequilibrio universal.

Sin embargo, no hay razón para temer una Tercera Guerra Mundial, porque los tres ciclos
planetarios más grandes del trío Urano-Neptuno-Plutón se desarrollan en sus fases ascendentes:
búsqueda general de un camino constructivo para la humanidad. , que no responde a una
explosión universal, si esta disonancia general debe manifestarse como una guerra.
La tendencia Saturno-Plutoniana, que Júpiter amplifica aquí por su compañía, está más en afinidad
con los valores oscuros y pesados de la caída, del abismo, si no en el levantamiento de las fuerzas
oscuras, subterráneas u otras, en tono destructivo. El individuo se apodera de un escalofrío de
obsesión, de negación, de humanidad que retrocede, se oscurece, se degrada. Clima de desastre,
degradación del patrimonio de la humanidad. También nos lleva a temer un nuevo peligro de
pandemia: la terrible "peste negra" de 1347-1348 tenía esta firma, pero ya no estamos ante el
fracaso terapéutico de la época ... Sin embargo, la naturaleza misma riesgo de ser una fuente de
caos de un orden diferente, por ejemplo, debido a perturbaciones geofísicas graves. Tampoco se
excluye una prueba de la sociedad global. ¿Está nuestro continente a punto de experimentar una
nueva era de glaciación, socavada por fuerzas profundas? La renovación del ciclo de
Júpiter-Saturno que afecta a Plutón en un circuito cerrado de disonancias de Urano-Neptuno nos
hace pensar en la posible llegada de un nuevo desequilibrio general. Llama la atención en
particular la comunidad europea, más gravemente expuesta a la crisis o estableciéndose en una
especie de estado crepuscular. También podemos preguntarnos sobre el tránsito de este trío
Júpiter-Saturno-Plutón en la posición de Júpiter (22 ° Capricornio) del estado chino (Beijing,
10/01/1949, 3:15 p.m.). ¿Un signo interrogativo para la comunidad internacional que enfrenta este
gran país asiático, ya al borde del liderazgo mundial?

Recuperación prometedora: se anuncia un gran salto adelante en una sociedad global en auge
general bajo un triángulo armónico que reúne una conjunción Saturno-Neptuno de entrada Aries
con el doble sextil de un trígono Urano-Plutón en 2026. Punto de inflexión 'un probable vuelo de la
humanidad hacia una mejora profunda. A partir de ahí, una mejor construcción de la nueva
sociedad mundial debería continuar ... Pero es probable que surja una nueva perturbación general
en la encrucijada de 2042, el tiempo cuadrado de Urano-Neptuno triangulado en disonancia con
Júpiter y Saturno. Podemos temer especialmente una tormenta revolucionaria alrededor del año
2061 debido a un nuevo trío de Júpiter-Saturno-Neptuno en disonancia de Urano en el contexto de
la plaza Neptuno-Plutón. Aquí, más bien, después de un crecimiento generoso de la sociedad
mundial durante varias décadas, hay un gran malestar de la civilización. Es probable que el país
más afectado sea Estados Unidos, ya que esta plaza Neptuno-Plutón Géminis-Piscis afectará la
plaza Marte-Neptuno Géminis-Virgo de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos
(07/07/1776). ¡Finalmente estamos llegando a un punto de inflexión crucial que sin duda se
presenta como el curso más crítico del siglo XXI! La configuración más disonante será la oposición
Urano-Neptuno, exacta desde 2077 hasta 2080, que tendrá sus repercusiones durante más de una
década, pero que no dejará de expresarse vívidamente en estos años. De hecho, en 2079-2080,
Júpiter y Saturno se unen y cruzan esta oposición, lo que constituye una triple conjunción
Júpiter-Saturno-Urano a la oposición de Neptuno Y tal ”es el principal drama histórico del cosmo
del siglo XXI.

Tome la dimensión profunda del fenómeno. Esta oposición viene detrás de una situación debilitada
durante quince años por la plaza Neptuno-Plutón seguida por la plaza Urano-Plutón de 2073, por lo
que ya hemos pasado por una sociedad debilitada, más o menos minada, que informa una caída
en el índice cíclico con el pico más bajo del siglo desde el de 2020. En sí, la oposición
Urano-Neptuno está cargada de tensión global. Ya ha acompañado los grandes enfrentamientos
en la historia, desde las guerras de religión entre católicos y protestantes hasta la Primera Guerra
Mundial, incluida la larga y gran confrontación imperialista franco-inglesa. Cara a cara con los dos
opuestos polares, encapsula una contradicción final, una gran división del mundo que hace que la
Ciudad Terrestre teme la competencia de un duumvirato de hermanos enemigos en busca de la
dominación mundial.
Más aún, el efecto uraniano triplicado de Júpiter-Saturno-Urano en su estado final - agrega más.
En la cita de la historia, se expresa en paroxismos de autoritarismo y brotes del imperialismo:
Richelieus, Napoleón, Hitler. Es la era de los regímenes expansionistas totalitarios, hasta el punto
de arriesgarse a caer en la tiranía de una ambición paranoica. 2080 es el antídoto absoluto para
2060-2061 en el que Neptuno se alimenta de una doble conjunción de Júpiter y Saturno, lo que
indudablemente hace que prevalezca la inflación política de extrema izquierda; de lo contrario, algo
análogo. De ahí el peligro de una provocación de extrema derecha. Sin embargo, esta
configuración de 2080 se convierte en una adición de 1914 y 1941, ¡ya que reúne a la oposición
Urano-Neptuno y el triplicado Júpiter-Saturno-Urano! Así que aquí estamos claramente en
presencia del escenario catastrófico de un mundo dividido entre dos campos opuestos, expuesto a
una suprema conflagración global. ¿Cómo entonces no podemos temer el delirio de un tirano
paranoico que se arriesga a lo peor? Esta es, en cualquier caso, la versión más inquietante que
existe. Por supuesto, el fenómeno de sustitución de tal caos, el escenario catastrófico de un
desequilibrio natural, como el inicio de un cataclismo geofísico, sigue siendo posible ... Dos
décadas más tarde, surgirá una disonancia del mismo orden. Otra alineación que, en el límite de
2100, se opondrá a una conjunción Júpiter-Saturno con Urano y Plutón en el enfoque de la
conjunción, cada polo ramificando además de Neptuno por semicuadrado y sesquicarré. Aquí
nuevamente se anuncia el riesgo de una trágica entrada en el siglo XXII. Pero esta disonancia
hace que uno piense menos en el retorno del salvajismo bélico que en el peligro de un desastre
natural. Llegamos al final de esta exploración. Sin embargo, me permitiré un recordatorio del
pasado: la formulación de un pronóstico a largo plazo de cuarenta años. En el n ° 16 de la revista
"Destins" de mayo de 1947, en un artículo titulado: "El ciclo Urano-Neptuno 1821-1992", formulé la
llegada de un gran punto de inflexión histórico en la triple conjunción Saturno-Urano. Neptuno de
1989-1992: "(...) entraremos en un Nuevo Mundo". Luego, otro en 1953, a la muerte de Stalin,
acompañado por la conjunción Saturno-Neptuno, después de haber especificado que el destino de
la Unión Soviética se jugaría en la siguiente conjunción de 1989 (la caída del Muro de Berlín y el
'colapso de este). Predicción formulada repetidamente hasta el último momento. Por lo tanto, ahora
podría permitirme este nuevo salto de pronóstico a un extraño más distante. Por el momento,
estamos en 2014, sesenta y seis años desde la fecha límite más crítica del siglo XXI. Y tengo la
máxima convicción, en mi vejez, de que este vuelo hacia adelante recibirá la consagración del
futuro ... 3

Referencia 3 A este estudio se agrega una investigación previa realizada sobre el simbolismo de
Marte. Este estudio aborda la guerra en general y en particular con los estadistas, así como con los
soldados involucrados en las dos guerras mundiales. Estos textos están disponibles en mi sitio:
www.andre.barbault.com. "El campo de Marte". También "Doriphorias", así como "Descripción
general de las pandemias". En los márgenes, para lo fundamental, posiblemente consultar:
"Introducción a la astrología mundial", Ed. du Rocher, 2004.