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ETNIA AMARAKAIRIS

Una historia gloriosa de nuestra selva. Temidos por su ferocidad, son una leyenda en el
río Madre de Dios. Llevados con látigo y rifle a los centros de explotación del caucho, de
allí nació su odio al blanco. Fortificados en el río Colorado y Manu, han sido verdadero
peligro para el hombre blanco, y durante mucho tiempo cortaron toda comunicación
posible del Alto Madre de Dios con el resto
del Departamento.
Temidos de los caucheros por sus ataques
sorpresivos y amparados siempre en las
espesuras de los bosques parecía imposible
acercarse a ellos y establecer contacto
amistoso. Paijaja, fue quien recibió con
amabilidad al P. ]osé Alvarez, nuestro
Apaktone, cuyas aventuras y expediciones
han hecho historia. Si muchas fueron las
matanzas de mashcos que llevó a cabo
Fitzcarrald, no fueron menos los crímenes y
venganzas que se cobraron los mashcos a
los que ahora conocemos como Harakmbut.
Su ubicación: Río Carbón, Inambari y Manu, Los Amigos, Salvación, Shintuya, Palotoa,
Shilibe, Blanco, Colorado y Pukiri. En la actualidad serán los harakmbut aproximadamente
unos 1.000.
Retirados los caucheros y establecido el contacto con los misioneros, se fundó el primer
puesto de Misión entre ellos, formando hoy ya un
pueblo en el Shintuya.
Tipos altos y fornidos, de facciones regulares,
desnudos y pintados, algunos con kushmas de
corteza de árbol. Se hacen incisiones en los labios
donde colocan plumas de variados colores que les
da el aspecto de feroces. Nariz achatada
ligeramente, labios gruesos, pómulos prominentes y
ojos grandes. Como casi en la mayoría de las tribus,
tienen con frecuencia manchas blancas y negras del
llamado "mal de Pinto". Las primeras casas que se
les conoció eran comunitarias: una sola choza o
maloca grande y alargada con techo puntiagudo de
hojas de palmera shebón o chapaja, y con una
pequeña entrada en uno de los extremos. Su idioma,
con reminiscencias y similitudes con el arasairi, es
típico del de los aborígenes de las selvas, aglutinante. Y conservan un sin fin de
tradiciones y leyendas interesantísimas. El mashco es inteligente y hábil, conversador y
curioso, al mismo tiempo que noble y leal en sus sentimientos y firme en sus resoluciones.
ETNIA ASHIANINCAS Y CAMPAS

Aunque identificados con los matsigenkas,


podríamos considerarlos como un grado
superior a éstos. Su idioma es esencialmente el
mismo, sus costumbres similares, pero han
tenido mayor contacto con nuestra civilización,
lo que les ha dado mayor riqueza de costumbres
y asimilación. Sus adornos personales son muy
vistosos. Sus rasgos fisonómicos son suaves y
proporcionados, y están ubicados
preferentemente por el Bajo Urubamba y por los ríos Ene, Perené, Tambo y Ucayali,
donde hay gran actividad comercial e industrial. Gustan de la música y los bailes, y son
verdaderos artistas en el uso de la tambora y del "songárintsi", antara, o flauta. En la
actualidad los miembros de este grupo serán aproximadamente unos 6,000. En la década
del 90 sufrieron grandes persecuciones y matanzas debidas al grupo narco-terro rista de
Sendero Luminoso.
ETNIA MATSIGENKAS
La más numerosa tribu de nuestro territorio
misional. Habitante de los bosques desde
remotísimos tiempos y quizá descendientes de
antiquísimas culturas que habitaron estos
dominios. Lo cierto es que esta tribu es
coexistente del imperio incaico, ya que éste trató
de conquistarla y atraerla a sus dominios.
Cuentan que el Inka hablaba un idioma secreto,
el matsigenka.
No proceden de individuos que bajaran de las
punas o cerros de los Andes, ya que para
ninguna tribu el idioma quechua es idioma
nativo, ni sus rasgos fisonómicos concuerdan con los de aquellos.
El P. Pío Aza, habla de que cree haber existido en remotísimas edades un imperio
amazónico, de lo que existe muestra en la gran cantidad de petroglifos que se encuentran
con signos y jeroglíficos esculpidos en rocas y cuyo significado es totalmente
desconocido.
La tribu matsigenka, ocupa una extensión
geográfica grande, desde los límites Este y
Noroeste de Cuzco hasta el Madre de Dios,
comprendiendo el Paucartambo o Yavero,
desde el Yanatile hasta el Camisea. Por los
ríos Ene y Perené, Tambo y Ucayali se les
conoce con el nombre de Campas y
Ashianinkas. Calculamos en la actualidad una
población de unos 20.000 o más. La etnia
Matsigenka habita en su mayor parte, las
márgenes y cuencas del río Urubamba, con
una historia marcada por su pugna permanente
con los límites del Imperio Incaico, con el cual mantuvo numerosos e intensos con-tactos,
por su ubicación en los bosques del norte del Cuzco.
En los siglos pasados, el territorio habitado fue objeto de diversas expediciones
misioneras y comerciales, las cuales se intensificaron a inicios del Siglo XX con la
presencia por un lado de diversas compañías caucheras y, por otro, de los misioneros
dominicos, los cuales fundaron su primera misión con Matsigenkas en Chirumbia yen la
actualidad se mantienen entre ellos las de Koribeni, impía y Kirigueti, aunque también se
atienden comunidades matsigenkas desde las
misiones de Shintuya y Sepahua.
Presentan un tipo de asentamiento disperso con una
organización social basada en parentelas cognáticas,
dividiendo el espacio social en dos mitades y
mostrando sistemas de matrimonio claramente
exogámicos. Esto implica una amplia red de alianzas
y una dispersión de sus miembros que abarca un
extenso espacio social. Sus actividades económicas
son de subsistencia y se centran en,la horticultura de
roce y quema, caza, pesca y recolección. En la
actualidad, en determinadas áreas geográficas,
presentan una economía
ETNIA PIROS

Históricamente, esta tribu aparece por el año 1676, aunque con anterioridad, por el año
1575 ya se encontraron con ellos los descubridores del río Ucayali a cuyo frente iba el
capitán Juan Salinas. Constituyeron "nación", por el gran número de sus componentes.
Hoy habrá unos 3,600. Ellos mismos se autodenominan "Yineru", palabra que quiere decir
"gente". De rostro ancho, narices chatas, muy pintados de achiote y huito. El hombre viste
kushma, las mujeres pampanilla de algodón. Viven de la caza
y de la pesca, y son hombres interesados y pendencieros. Los
exploradores del s.XVI los consideraban astutos e hipócritas.
Son alegres, comunicativos y altamente comerciantes. Es la
tribu del Ucayali culturalmente más interesante. Son amantes
de la libertad e independencia. "Con sus cualidades van sus
defectos": holgazanes, inconstantes y versátiles. Su fisonomía
racial es compleja, ya que no tienen
inconveniente en mezclarse con
otras tribus, especialmente campas,
mestizos y blancos. Propiamente no
existe "raza pira", aunque forman un
grupo independiente y propio. Son
arrogantes y se imponen a cualquier
tribu con la que se mezclan. Los
unifica el idioma y la herencia de sus
costumbres y tradiciones. No
existen, pues, los piros por sangre, sino más bien por cultura,
idioma y costumbres, raza superior. No obstante la mayoría
acusa rasgos asiáticos, labios y pómulos salientes, nariz chata,
cabello negro, tez cobriza, barbilampiños y de estatura media,
no superior a los 1.65 m. De sus interesantes costumbres y ritos
hay bibliografía abundante, en la que pueden encontrar las
cosas más curiosas, producto de una supercultura. El P. Ricardo
Alvarez, llamado el padre Piro, tiene profundos estudios de su
historia y cultura.
ETNIA AGUARUNAS

Exhibición para turistas en el departamento de


Amazonas, Perú.
Aguaruna o awajún (nombre preferido por los
hablantes awajún), es una etnia de la selva
amazónica peruana. Los aguarunas
descienden de los fieros jíbaros, guerreros
formidables que defendieron incansablemente
su libertad y que, por lo mismo, se
mantuvieron durante mucho tiempo fuera del
alcance y el conocimiento del hombre
occidental. Así, se enfrentaron a las
invasiones incaicas, que no lograron someterlos. Tampoco los pudieron adoctrinar los
sacerdotes, especialmente jesuítas y dominicos, muchos de los cuales murieron en el
intento.
Los aguarunas se extendieron por toda la cuenca del río Cenepa y lo que hoy es una
parte del territorio sureño del Ecuador. Pertenecen al grupo lingüístico jíbaro, que abarca
también a la lengua de los huambisas, los jíbaros propiamente dichos y los achuares. En
Ecuador, los aguarunas toman el nombre de "shuar", pero son del mismo tronco jíbaro.
En el departamento de Amazonas, los aguarunas son mayoría entre las etnias nativas (un
90%, aproximadamente). El paso del tiempo ha determinado que, en gran medida,
aguarunas y huambisas se mezclen y conformen una sola etnia. Viven en la provincia de
Condorcanqui y forman un consejo aguaruna con alcaldes en distritos como El Cenepa,
Santa María de Nieva y Río Santiago.
Siendo por tradición migrantes, un gran contingente aguaruna se asentó en lo que hoy es
el valle del Alto Mayo, en el departamento de San Martín. Sin embargo, el aislamiento
territorial en el que viven es el principal problema que afrontan estos valerosos indígenas.
Ellos constituyen una de las etnias nativas más pobres del mundo. La desnutrición crónica
y las enfermedades agobian a sus integrantes. Su carácter libertario les obligó siempre a
vivir marginados de la civilización occidental, cultivando, eso si, una riquísima vida
espiritual incomprensible para la mayoría de peruanos. La llegada de colonos y la
reducción de sus territorios ancestrales los han llevado a los extremos de miseria que hoy
en día viven.
Su dieta es a base de plátanos, yuca y animales del monte. Los hombres usan coronas de
plumas o tawas. Los más viejos visten el itipac (traje) y la mujer el buchak. Hacen
humildes vasijas, ollas de barro y platos, tejen canastas de bejuco y elaboran asientos
rudimentarios de madera. Aman su identidad cultural y la defienden singularmente,
guiados por una cosmovisión interesante, quizá su más importante aporte a la
antropología del Perú.
ETNIA HUAMBISA

Auto Denominación:
Huampis / Shuar

Familia Lingüística:
Jíbaro

Ubicación:
Departamento de Loreto: Provincia de Alto
Amazonas
Departamento de Amazonas: Provincia de
Condorcanqui
Ríos: Morona y Santiago.
Se presume que existen también en Ecuador, donde
se les denominan wampus o tsumu shuar, es decir
shuar de aguas abajo
(Seymour-Smith, 1988).

El proceso histórico de los huambisas es, en líneas


generales, el mismo de los aguarunas, si bien el mayor
aislamiento en que se encuentra la zona del río Santiago, donde ellos habitan, ha llevado
a que sufran menos el impacto de la colonización. En los últimos treinta años, la mayor
riqueza de las tierras y los bosques en el territorio de este grupo ha atraído la instalación
de algunos aserraderos y fundos ganaderos.

Los huambisas practican la agricultura de subsistencia, la caza, la pesca y la cría de aves


de corral. Además comercializan la yuca, el plátano y el arroz en Santa María de Nieva.
En la zona del río Santiago producen oro, utilizando técnicas artesanales. También en
muchas comunidades se produce madera para los patrones. Al igual que los aguarunas,
brindan servicio de mantenimiento y vigilancia del Oleoducto Nor Peruano.

Este grupo relativamente numeroso y con un alto nivel organizativo se encuentra ubicado
en un área de exploración de hidrocarburos y de frontera política en situación de conflicto,
y puede considerársele en una situación de media vulnerabilidad.

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