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DERECHO DE SEGUROS.

La renta individual y los factores que lo amenzan: Los medios de vida de


una persona pueden provenir de: la posesión de un capital; de la prestación
de un servicio; y de la dependencia de quienes gozan de un capital o
prestan un servicio (población pasiva).

Toda persona está sujeta a contingencias que pueden afectar a esos


medios de vida. (1)

Las repercusiones de tales contingencias pueden consistir en daños o


pérdidas experimentados por una persona o un determinado grupo de
personas pero a veces, por una parte muy extensa de la colectividad.

En general, la institución del seguro privado tiene por finalidad dar


protección a las personas naturales o jurídicas individualmente
consideradas, sin perjuicio de que ellas tengan la posibilidad de remediar
las consecuencias de los fenómenos adversos, individuales o de repercusión
global o masiva, por otros medios.

Sistemas de protección: Una persona que se preocupa del futuro, es


previsora. Realiza actos con miras a ponerse a cubierto de los trastornos
que pueda depararle el porvenir.

La “previsión de riesgos” consiste en cualquier medio, forma de


precaución que puede adoptar el hombre que se preocupa del futuro, con
las que trata de evitar las eventualidades dañosas, con el fin de ponerse a
cubierto de los trastornos que pueda depararle el porvenir.

a) Una forma de protección frente a los riesgos la constituyen las llamadas


medidas preventivas, cuyo objeto es atacar y reducir a la más mínima
expresión, las fuentes mismas del riesgo. (Ej. Para prevenir incendios: las
redes secas, los rociadores en los edificios; materiales resistentes al fuego.
Los sistemas de deformación progresiva de los automóviles: cinturones de
seguridad, air bags, etc. Los sistemas de prevención de enfermedades y
riesgos profesionales, etc)

1
“El Seguro”, Sergio Baeza Pinto, Santiago de Chile 1981.”Derecho de Seguros, Osvaldo Contreras
Strauch. Derecho Comercial Tomo IX, Ricardo Sandoval.
b) Otra forma de previsión es el ahorro (previsión privada), esto es
cualquier sacrificio del consumo actual, realizado con la finalidad de
proveer de fondos para la contingencia de necesidades futuras.

No obstante sus enormes ventajas y su importancia como valor


cultural, no es recomendable que las personas elijan aplicar el ahorro como
único sistema efectivo para la previsión eficaz de siniestros (2)

c) La previsión verdaderamente eficaz no puede ser simplemente privada.


El criterio técnico recomienda la forma colectiva de previsión. (Método que
permite compensar los efectos materiales de riesgos realizados, mediante la
concurrencia colectiva y anticipada de las personas amenazadas por
determinadas contingencias).

El seguro es una de las formas técnicas de encarar la previsión.

En el seguro y mediante el pago de una pequeña cantidad de dinero


denominado prima, el afectado transfiere los efectos económicos
desfavorables del riesgo a una empresa que, en caso de ocurrir el siniestro,
le indemnizará los perjuicios que aquel pueda haber experimentado. La
institución que toma sobre si la restitución de los bienes que pueda destruir
un siniestro o el capital productor de rentas, es el asegurador.

El seguro tiene por finalidad evitar el deterioro del patrimonio de las


personas, su objeto es mantener la continuidad de su nivel de vida. Cómo lo
hace: para proteger a los dueños de un objeto; garantizando el pago de los
daños, su reparación o reposición en el caso de siniestros. En el caso de las
pensiones que prestan servicios, constituyendo un patrimonio productor de
rentas para cuando dichas personas no puedan seguir desempeñando sus
actividades, temporal o definitivamente (seguros de capitalización).

El asegurador hace un negocio; pero al mismo tiempo, garantiza la


continuidad e incremento de la riqueza; y por ende, el progreso y la paz
social: es el seguro privado.

Si los actos de encauzamiento de dichos esfuerzos previsionales


individuales los hace la comunidad, representada por el Estado, estamos
frente a los llamados seguros sociales (En Chile: los accidentes de trabajo y
enfermedades profesionales a cargo de las Mutualidades de Seguridad; la
previsión social encaminada al pago de pensiones de vejez, invalidez o
muerte a cargo de las AFP y los seguros ordinarios de salud que
administran las Isapres). En el caso que se trate de entidades particulares,
que reciben primas que libremente les paguen sus clientes también
particulares, nos encontramos ante los seguros privados.

Fundamentos económicos del seguro.

Mutualidad y transferencia del riesgo: Históricamente la primera forma que


adopta el seguro es la mutualidad; es decir, la unión de muchas personas
expuestas a los mismos riesgos, bajo el compromiso de subvenir, entre
todas, a satisfacer la indemnización de las pérdidas o daños ocurridos a
alguno de los miembros de la asociación.

La indemnización podía resultar, o bien de la repartición del daño, una


vez acaecido; o bien, de la entrega total o parcial de un fondo previamente
constituido, mediante rogaciones anticipadas.

Después surge la forma conocida como de transferencia del riesgo,


en virtud de la cual la persona amenazada, mediante el pago de una suma
de dinero, se garantiza de ser indemnizada por un tercero en caso de ocurrir
el siniestro previsto.

El seguro moderno es una combinación de ambos sistemas ya que, si


en la apariencia, el asegurado transfiere el riesgo materia del contrato al
asegurador; éste, de hecho es un administrador de una vasta multitud de
unidades económicas sujetas a riesgos y medio a través del cual ellas se
apoyan mutuamente.

Se organiza económicamente sobre la base del cobro de primas cuyo


monto debe ser determinado sobre la base de la experiencia histórica de los
siniestros ocurridos, registrada en forma estadística. Para ello sirve la
ciencia actuarial.

Los principales fundamentos sobre la base de las cuales existe y se


organiza económicamente la actividad comercial del seguro son las
siguientes:

1º La amenaza de ocurrencia de sucesos económicamente


desfavorables (el riesgo).

Tiene que tener las siguientes condiciones:


a) Que los eventos constitutivos de riesgo potencialmente desfavorables
económicamente, constituyan una eventualidad posible, por lo que
quedan fuera del ámbito del seguro, los riesgos imposibles y los
riesgos ciertos.
b) El riesgo debe ser mensurable.
c) Se requiere que los riesgos sean ajenos a la voluntad del propio
asegurado.
d) El suceso riesgoso, para que sea objeto del seguro debe acarrear
consecuencias desfavorables desde el punto de vista económico, es
decir, evaluables en dinero.

2º La pluralidad de personas jurídicas y naturales amenazadas por


riesgos semejantes o análogos.

Es un elemento esencial, ya que sin la existencia de muchas personas


amenazadas por sucesos semejantes, no es posible aplicar las leyes de los
grandes números y la estadística, y por lo tanto no es posible medir la
cuantía de las primas ni el monto de los eventuales siniestros.

Por su parte, las amenazas o riesgos contra los cuales ha de protegerse


al conjunto de personas aseguradas, deben ser idénticos o análogos, porque
la analogía de los peligros es también un requisito necesario `para poder
calcular técnicamente las posibilidades de siniestro, y por ende, el monto de
las primas.

Mientras mayor es la cantidad de personas protegidas por un mismo


tipo de seguros, y/o mayor el plazo durante el cual se tienen estadísticas
sobre su frecuencia y cuantía, mejor funcionarán los cálculos de
probabilidades de siniestros y más acertados serán los que se hagan para
determinar el monto de las primas.

3º La transferencia del riesgo.

La forma en cómo las personas jurídicas o naturales amenazadas por


sucesos que les pueden afectar, se libran de las consecuencias
económicamente desfavorables que acarree su ocurrencia, es mediante la
transferencia de las consecuencias económicas de dichos riesgos a una
institución especializada en cubrirlos y que cobra por dichos servicios una
cierta cantidad de dinero.
Mediante el cobro de dichas primas, las instituciones aseguradoras
constituyen un fondo común, con cargo al cual se pagan los siniestros, es
decir, se indemniza o se atienden las consecuencias económicamente
desfavorables que sufran algunos de los asegurados.

ALGUNOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS SOBRE EL SEGURO.

1º Formas incipientes del seguro.

Ejemplos históricos de formas incipientes del seguro:

a) ASIRIA: La reedificación de los templos destruidos por incendios era de


cargo de toda la ciudad.

b) BABILONIA: Entre los comerciantes que hacían su tráfico mediante


caravanas existía una norma, en virtud de la cual, en caso de asaltos o de
robos, la pérdida de mercaderías y animales se indemnizaba
recíprocamente.

c) GRECIA: Se practicó en Grecia un sistema, en virtud del cual, los


propietarios de esclavos convenían con ciertos banqueros en determinadas
indemnizaciones para el caso de fugas de esclavos.

d) ROMA: Hay varias instituciones que tiene el carácter de antecedentes


del concepto actual de seguro: las collegia tenuiorum, que eran
asociaciones destinadas a costear, mediante erogaciones de sus miembros,
los gastos de funerales. Las asociaciones de legionarios, cuyo objeto era
costear los gastos de viaje del legionario y sus familias a otras
guarniciones. El phoenus nauticum, equivalente al préstamo a la gruesa de
los fenicios, etc.

2º El seguro en la Edad Media.

En el siglo X, aparecen las asociaciones denominadas Guildas,


organizaciones de mutua defensa de un vecindario y cuyos miembros se
comprometían recíprocamente a resarcirse, mediante el sistema de reparto,
los gastos de funerales, los daños por incendios, robos y enfermedades e
incluso la pérdida de cosechas y animales como consecuencia de factores
climáticos.
En Francia e Italia aparece la Guidage o Guidaggio, que comporta
una cierta forma de transferencia del riesgo. En virtud de esta institución, el
señor feudal se comprometía, mediante una retribución, a indemnizar a los
comerciantes y otras personas que transitaban a través del señorío, los
daños que pudieran sufrir.

Es el seguro marítimo, el que primero comienza a destacarse en la


Edad Media, con características que estructuran una institución muy
semejante a la actual. (Los libros de comerciantes de Florencia de 1319
aparecen asientos de contratos de seguro marítimo; más adelante deja sus
huellas en todas las ciudades mercantiles de Europa y el uso de las pólizas
crean normas que llegan a ser uniformes en las mismas plazas. Primeras
Leyes se dictan en ciudades italianas: Génova 1369, Venecia 1411. La
disciplina legislativa se hace más completa con las ordenanzas de
Barcelona de 1435 y 1458, y con la Ordenanza de Bilbao de 1494, varias
veces modificadas posteriormente, cuyas normas rigieron en Chile hasta la
dictación del Código de Comercio)

El seguro terrestre no sigue un curso tan acelerado.

3º Desarrollo del seguro en el Edad Moderna.

Los siglos XVII y XVIII constituyen la época en que el seguro toma


definitivamente la forma que hoy se le conoce.

El seguro de vida debe al astrónomo inglés Halley una


importantísima contribución a su asentamiento sobre bases técnicas. En
efecto, la primera tabla de mortalidad es obra de él, quién la publicó en el
siglo XVII. Por otra parte, los matemáticos Pascal y Fermant dan a conocer
en 1671, el cálculo de probabilidades, que es otro de los fundamentos
científicos del seguro de vida.

En el siglo XVII además hace su aparición el famoso Lloyd’s de


Londrés. (Edward Lloyd’s fue un ciudadano inglés que concibió la idea de
publicar en su café, carteles puestos a la vista del público, con
informaciones comerciales de distinta naturaleza, con lo cual acrecentó su
clientela. Más tarde sustituyó esas publicaciones por periódicos impresos,
llamado Lloyd’s News. Por estar situado su establecimiento cerca del
Támesis, su clientela estuvo constituida básicamente por sujetos
relacionados a la actividad marítima; ello llevó a que el nombre Lloyd se
asociara para siempre a la historia y desarrollo del seguro. Hoy existe la
empresa de seguros “Lloyd’s de Londres).

4º Edad Contemporánea.

Desde el siglo XVIII y hasta nuestros días se extiende esta época


histórica, durante la cual la actividad del seguro sigue desarrollándose, con
la creación de nuevas compañías aseguradoras: Sun Assurance, para la
protección contra incendio; Phoenix. Más tarde se fundaron el Royal
Exchange y el London Assurance.

El seguro se practica en esa época en USA, donde aparece por


primera vez la intermediación realizada por un corredor. Aparecen las
primeras compañías de seguros norteamericanas.

El advenimiento de la Revolución Industrial con el empleo de nuevas


maquinarias en la industria, surgieron nuevos riesgos, como asimismo el
desarrollo de las clases sociales de salariados y propietarios de las
industrias. Con ello la actividad aseguradora sobrepasa el plan de asistencia
de los grupos familiares para establecerse como una gran entidad
financiera.

En los albores del siglo XIX con las contribuciones de Blas Pascal y
Halley, surgen las pólizas que contienen contratos de seguros de incendio,
robo, accidentes personales. En Francia, alrededor de 1830, aparece el
seguro de responsabilidad civil.

5º Síntesis de la evolución del seguro en Chile.

Luego de la independencia de Chile respecto de España, por largo


tiempo rigieron en nuestro país ciertas ordenanzas españolas,
principalmente la Ordenanza de Bilbao, hasta la entrada en vigencia del
Código de Comercio.

El Código de Comercio chileno contenía la normativa elemental para la


regulación del seguro. Sin embargo, dicho cuerpo de ley no contenía una
normativa referente a la actividad aseguradora, como actividad que
requería una regulación especial.(6)

Ley 1.712 (año 1904), reguló la actividad aseguradora en Chile.


Posteriormente, por ley Nº 4.228 (año 1927) se nacionalizó la actividad
aseguradora nacional. (Se hizo estableciendo una reserva del comercio de
seguros a favor de las compañías chilenas, y de la creación de la Caja
Reaseguradora de Chile. Las compañías de seguros de Chile y las
extranjeras autorizadas para funcionar en Chile, quedaron bajo la
fiscalización de la Superintendencia de Seguros. Tb. reguló el reaseguro.
Fijó las reglas generales para la contratación de los seguros, la manera de
pagar los siniestros y normas para la liquidación del siniestro de incendio.

El DFL 251 de 1931, constituye el hito más importante de la época.


Contiene la normativa fundamental sobre compañías de seguros, S.A.,
bolsas de comercio. Creó el organismo estatal de fiscalización de las
compañías de seguros, S.A., y bolsas de comercio; se denominó
“Superintendencia de Compañías de Seguros, Sociedades Anónimas y
Bolsas de Comercio”. En 1953 se crea el Instituto de Seguros del Estado,
organismo a cargo de la cobertura de los riesgos de los bienes del estado.

Todo lo anterior cambió con la dictación del D.L. 3.57, que modificó la
orientación de la actividad aseguradora nacional, aplicando los principios
de libre competencia, derogando todo el régimen de intervención estatal y
facilitando la entrada de los inversionistas extranjeros en el comercio de
seguros. Se reemplaza la “Superintendencia de Compañías de Seguros,
Sociedades Anónimas y Bolsas de Comercio”, `por la S.V.S. Se estableció
la libertad del reaseguro.

El contrato de seguro siguió estando regulado en el Código de


Comercio hasta el año 2013, en que se dicta la Ley nº 20.667, que vino a
establecer la nueva regulación acorde con la evolución del derecho de
seguros del siglo XXI. (6)

La Ley 20.667 fue publicada en el D.O. de 9 de Mayo del 2013, entró


en vigencia en Diciembre del mismo año; y se integró al Código de
Comercio, sin cambiar su numeración, en los arts. 512 al 601.

La normativa ahora vigente es más completa y precisa que la anterior,


que incurría en errores, inexactitudes, confusiones de conceptos y de
categorías jurídicas. La actual regulación contiene una larga lista de
definiciones de conceptos, la adecuada clasificación de los diversos tipos
de seguros y la reglamentación de los principales de ellos, lo cual
contribuye a la seguridad y certeza jurídica.

Sus principales características son las siguientes:


1º Es una ley inspirada por el propósito de brindar protección a los
pequeños y medianos asegurados, lo que se traduce en una multiplicidad de
normas que los favorecen, las que además tienen carácter imperativo, con
el propósito de evitar que dichas normas legales protectoras de los
asegurados puedan ser convencionalmente eludidas.

2º Es una ley “pedagógica” en el sentido de que se preocupa especialmente


por definir los términos usuales comunes.

3º Flexibiliza la formación del contrato, el que pasa a ser consensual y


cuya existencia y condiciones se pueden acreditar por todos los medios de
prueba que contemplen las leyes, siempre que exista un principio de prueba
por escrito, que emane de cualquier documento que conste en télex, fax,
mensajes de correo electrónico y, en general, cualquier sistema de
transmisión y registro digital o electrónico de la palabra escrita o verbal.

4º La ley tiene el propósito de que el asegurado reciba información


adecuada, tanto al momento de contratar, durante la vigencia del contrato
y especialmente en caso de siniestro.

5º En materia de solución de conflictos. La regla general es el arbitraje.


Sin embargo, el asegurado puede optar a la justicia ordinaria en las disputas
de siniestros por un monto inferior a UF 10.000.

6º Valida seguros que antes la legislación no aceptaba, como la cobertura


del lucro cesante o de pérdida de beneficios, la de siniestros originados por
culpa grave del propio asegurado, etc.

7º Se regula apropiadamente el contrato de reaseguro.

8º Regula apropiadamente a los seguros de personas.

9º Se introduce la figura del “fraude del seguro”.

El actual Título VII del Libro II se encuentra dividido en tres


secciones: la 1ª “Normas comunes a todo tipo de seguros”; 2ª “De los
seguros de daños”; 3ª, “De los seguros de personas”.

Normas que integran el Derecho de Seguros.

Existen dos grandes vertientes del derecho aplicable en la materia:


1º El derecho público administrativo.

2º El derecho privado de seguros.

1º El derecho público administrativo.

a) El control del estado sobre los seguros.

El control del estado sobre las compañías de seguros con frecuencia se


orienta a la supervigilancia de la solvencia de las empresas aseguradoras;
desde el punto de vista jurídico, tiene injerencia en el cumplimiento de las
formalidades para su funcionamiento.

A la Comisión para el Mercado Financiero (Ley 21.000 de


04.03.2017) le corresponde velar porque las personas o entidades
fiscalizadas cumplan con las leyes, reglamentos, estatutos y otras
disposiciones que las rijan, desde que inicien su organización o su
actividad, según corresponda, hasta el término de su liquidación; pudiendo
ejercer la más amplia fiscalización sobre todas sus operaciones.

b) La empresa aseguradora y sus auxiliares.

El comercio de asegurar riesgos a base de primas solo puede hacerse


en Chile por sociedades anónimas nacionales de seguros y reaseguros, que
tengan por giro exclusivo el desarrollo de dicho giro y las actividades que
sean afines o complementarias a este. (Art. 4º D.F.L. 251)

Las compañías de seguros y reaseguros se constituyen con arreglo a


lo dispuesto en los artículo 126 y siguientes de la L. 18.046; por
consiguiente, se constituyen existen y prueban por escritura pública,
obtención de una resolución de la SVS que autoriza su existencia e
inscripción y publicación del certificado especial que otorga dicha entidad
fiscalizadora.

Las escrituras públicas de formación de estas compañías deben


tener, aparte de las exigencias generales exigidas en el art. 4º de la LSA, las
especiales requeridas por las leyes particulares que las regulan. A este
respecto, el artículo 7º del DFL 251, exige que el capital de las compañías
de seguros no pueda ser inferior al equivalente en moneda nacional de la
cantidad de 90.000 UF al momento de formarse y debe encontrarse
totalmente suscrito y pagado para que la SVS autorice su existencia.
Los agentes de ventas de seguros. Se trata de personas que se dedican
a la comercialización o venta de seguros por cuenta de una compañía,
quienes no pueden prestar dichos servicios en más de una entidad
aseguradora en cada grupo de seguros. (art. 57 DFL 251). Son dependientes
de la compañía de seguros.

Los corredores de seguros. Son personas naturales o jurídicas,


registradas en la SVS, que actúan como intermediarios independientes en la
contratación de pólizas de seguros con cualquier entidad aseguradora,
obligándose a asesorar a las partes.

Los liquidadores de siniestros. Los siniestros cubiertos por un


determinado seguro pueden ser liquidados directamente por las compañías
aseguradoras o ellas pueden encomendar esta función a un liquidador
registrado.

Los liquidadores de seguros son personas naturales o jurídicas que,


registradas como tales en la SVS, pueden ser contratadas por una compañía
de seguros para investigar la ocurrencia de los siniestros y sus
circunstancias y determinar si estos se encuentran o no amparados por la
póliza y el monto de indemnización que corresponda pagar al asegurado o
beneficiario en su caso.

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