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Documento LTM28.117.222

Doctrina
Fechadoctrina: 18/10/2022
Autores: RAMÓN MAYORGA MC DONALD, LUIS GUILLERMO PALACIOS SANABRIA
Título: EXTRANJERÍA Y MIGRACIÓN EN EL SISTEMA JURÍDICO CHILENO. Comentarios a
la Ley de Migración y Extranjería

TEXTO:

RÉGIMEN LABORAL EN LA NUEVA LEY DE MIGRACIÓN Y EXTRANJERÍA

RAMÓN MAYORGA MC DONALD

Prof. de Derecho Público de la Universidad de Magallanes

ramon.mayorga@umag.cl

LUIS GUILLERMO PALACIOS SANABRIA

Prof. de Derecho Constitucional de la Universidad San Sebastián

luis.palacios@uss.cl

I. INTRODUCCIÓN

Actualmente, la población migrante en el mundo se caracteriza entre otras cosas, por constituir una
importante fuerza de trabajo, inserta en mercados emergentes y consolidados. Según estimaciones de
la OIT para 2019 había 169 millones de trabajadores migrantes, concentrados
fundamentalmente en los países de ingresos altos1. Esta cifra, se condice con las razones económicas
que estimulan la movilidad internacional de las personas2.

De manera progresiva, Chile se ha convertido en un destino atractivo para la migración en los últimos años, espec
provenientes de otros países del sur del continente y el Caribe. La población migrante radicada en el país, según e
Nacional de Estadísticas alcanza 1.531.391 de las cuales 1.325.740 son
personas en edad de trabajar3. Esta potencial integración al mercado de trabajo en su dimensión
formal o informal representa un importante desafío para el Estado, al menos por dos razones
complementarias entre sí. Primero, es necesario estimular la adecuación del mercado para
incorporar a los trabajadores extranjeros y segundo, proveer un marco
normativo de protección de sus derechos laborales.

El trabajo y la migración suelen estar vinculados no solo por las causas que motivan la movilidad,
también por la generación de espacios en los cuales la función social del trabajo puede fomentar la
inclusión e integración, así como servir de medio para la regularidad migratoria.

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También, esta función social desempeñada por el trabajador migratorio entabla un estadio de relaciones que pued
arbitrarias en contextos de desregulación, ausencia de fiscalización y normas restrictivas que
obstaculizan la inserción al empleo formal,
por las dificultades asociadas a la tramitación de permisos y visados.

Los Estados receptores de grandes flujos migratorios enfrentan desafíos y oportunidades en esta
materia. Especialmente, cuando la fuerza de trabajo extranjera contribuye a la renovación de la
fuerza nacional e incluso a un mayor grado de tecnificación y especialización profesional. Sin
embargo, esto puede desaprovecharse en la medida que no sean capaces de articular importantes
reformas legislativas y políticas públicas que aseguren derechos y garantías laborales suficientes, así
como la superación del subempleo o subutilización de esta fuerza laboral.

El alcance de estos esfuerzos también tiene un matiz transnacional,


en la medida que los Estados y demás actores internacionales deben comprometer acciones contra la
explotación laboral, la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, fomentando acuerdos
multilaterales, especialmente entre Estados de origen, tránsito y destino. Estos flagelos se asocian
directamente con la dimensión del trabajo migratorio, siendo un colectivo vulnerable frente a estas
prácticas delictivas. En efecto, las normas nacionales de migración y extranjería muy restrictivas
pueden estar contribuyendo al fortalecimiento de las redes internacionales de
crimen organizado centradas en la trata y tráfico ilícito e igualmente facilitar la dependencia del trabajador a cond
explotación.

La nueva Ley Nº 21.325 de Migración y Extranjería (en adelante, LME) viene a introducir
innovaciones en materia del régimen laboral y previsional de los trabajadores migrantes en Chile.
Resulta indiciario a estos efectos, que el artículo 1º de este cuerpo normativo defina una serie de
conceptos de importancia sobre esta materia, como “trabajador migratorio” (artículo 1º Nº 22),
“trabajador de temporada” (artículo 1º
Nº 21) o “actividad remunerada” (artículo 1º Nº 1). La LME considera trabajador migratorio a “toda persona que
haya realizado una actividad remunerada en un Estado del que no sea
nacional”4, esto es, realizar cualquier “actividad que implique generar
renta”5 en los términos de la Ley de Impuesto a la Renta.

Este capítulo aborda dichas innovaciones en materia laboral y previsional incorporadas en el ordenamiento jurídic
la nueva LME, considerando que estas disposiciones complementan la
normativa general de trabajo y conforman un estatuto laboral aplicable a los trabajadores migratorios.

II. PRINCIPIOS GENERALES DE LA NUEVA LEY EN MATERIA LABORAL Y


PREVISIONAL

La relación laboral, por sí misma, involucra peculiaridades que se contraponen con los principales
dogmas clásicos en materia de
contratación entre particulares. Existe entre las partes de dicha relación una situación de asimetría
causada por la desigualdad de poder económico entre el empleador y el trabajador que presta sus
servicios a cambio de una remuneración, bajo subordinación y dependencia del primero6.

Esta realidad ha propiciado la irrupción del Derecho del Trabajo en los ordenamientos jurídicos
contemporáneos, ofreciendo por su
intermedio, protección a la parte desaventajada o vulnerable de dicha
relación. Sin dicha protección, la parte más débil quedaría expuesta
a abusos y vulneraciones a sus derechos como trabajador. Es por ello
que, de acuerdo a su rol protector o tutelar, la legislación laboral fija el
contenido contractual mínimo o máximo con el objeto de superar la
desigualdad entre las partes contratantes7.

Sin perjuicio de ello, existen además circunstancias particulares en que la desigualdad o asimetría
propia de cualquier relación laboral se ve
exacerbada o agudizada, y que por tanto demandan de consideraciones especiales. Este es, por

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ejemplo, el caso en que la parte más débil es un trabajador migrante. En efecto, existen un sinnúmero
de circunstancias que involucran la calidad de migrante, o el contexto de movilidad internacional,
que pueden llegar a ser instrumentalizadas por un empleador inescrupuloso para someter al
trabajador a condiciones laborales abusivas o contrarias a lo dispuesto en la ley.

Pensemos, por ejemplo, en la mayoría de casos donde el proyecto


migratorio emprendido es el producto de un estado de necesidad que
demanda al extranjero la búsqueda de oportunidades de empleo remunerado que le permitan satisfacer sus necesi
familia, sea que ésta se encuentre en Chile o en su país de origen. A ello hay que agregar la falta de
redes y el desconocimiento de la normativa laboral nacional y de los distintos mecanismos existentes
para garantizar el ejercicio de derechos.

Las probabilidades de que el potencial riesgo de abusos se traduzca en atropellos es prácticamente


absoluta cuando el trabajador se
encuentra en condición de irregularidad. En estos casos, cuando la persona migrante ha ingresado al país clandest
cuando permanece en el país excediendo el plazo por el cual ha sido autorizado8, la situación de
vulnerabilidad que enfrenta el trabajador
es extrema. Más allá de la infracción a la ley que involucra el desarrollo de actividades remuneradas sin la autoriz
cierto es que la irregularidad migratoria solo permite a quienes poseen esta calidad desarrollar
actividades remuneradas en condiciones de in- formalidad. En dicho contexto no existe garantía
alguna del respeto a la legislación laboral, ni de derechos básicos como aquellos relativos a
remuneración mínima, jornada laboral, o descansos, por ejemplo. Esta misma condición de
irregularidad genera en el trabajador migrante
temor y desconfianza a la hora de considerar acudir a las instancias de tutela administrativa o judicial
de sus derechos laborales.

La nueva LME viene a introducir al ordenamiento jurídico chileno


disposiciones que robustecen la protección laboral que el Código del Trabajo y otros cuerpos legales
ofrece estandarizadamente a la
generalidad de trabajadores en Chile. Estas nuevas disposiciones constituyen una innovación en esta materia, en l
de extranjería precedente no había contemplado normas protectoras de
los trabajadores migrantes como las de la nueva ley. Entre estas, cabe mencionar aquellas que, junto
con consagrar determinados principios, reconocen y regulan el ejercicio de ciertos derechos por parte
de las personas migrantes, contempladas en el Título I de la ley, como aquellas que se refieren a la
igualdad de derechos y obligaciones (artículo 13), los derechos laborales (artículo 14), el derecho de
acceso al sistema de salud (artículo 15), el derecho de acceso a la seguridad social y beneficios de
cargo fiscal (artículo 16), y el derecho de envío y recepción de remesas (artículo 20).

1. Igualdad de derechos y obligaciones

En primer lugar, el artículo 13 de la LME establece una cláusula de


igualdad en el ejercicio de derechos a las personas migrantes, sin per- juicio de los requisitos y
sanciones que ésta establece para determinados
casos9. Esta cláusula, contemplada en el inciso 1 de dicho artículo, viene a reiterar en el plano legal, el estándar d
virtud del cual se asegura a todas las personas, sin diferencias en
razón de su nacionalidad, la igual protección de la ley en el ejercicio de los derechos (artículo 19 nº 3
inc. 1). Por supuesto, esto incluye el ejercicio
de los derechos en materia laboral y previsional. En la misma disposición, el inciso 2 establece una directiva haci
promover la debida protección contra la discriminación y velar por el
cumplimiento de las obligaciones consagradas en la Constitución y los
tratados internacionales sobre derechos humanos ratificados por Chile y vigentes, sin distinciones
étnicas, nacionales o lingüísticas10. El inciso
4, en tanto, habilita a todo extranjero que se vea afectado por una acción u omisión que importe una
discriminación arbitraria (también en
el plano laboral), a interponer las acciones que correspondan según la
naturaleza del derecho afectado11.

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2. Derechos laborales

En segundo lugar, el artículo 14 de la LME consagra una cláusula general en materia de derechos
laborales de los trabajadores migrantes. Dicha disposición establece que “los extranjeros gozarán de
los mismos derechos en materia laboral que los chilenos, sin perjuicio de los requisitos y sanciones
que la ley establezca para determinados casos”12. Pese a
que antes de la Ley Nº 21.325 no existía en el derecho chileno una disposición explícita de derecho
interno en este sentido, la interpretación administrativa de la ley laboral realizada por la Dirección
del Trabajo y la jurisprudencia de los tribunales de justicia así lo habían entendido13.

En efecto, el Código del Trabajo chileno no realiza diferencias en virtud de la nacionalidad del
trabajador, salvo en lo relativo al límite de
contratación de estos contemplado en sus artículos 19 y 2014. Es más, el
artículo 2º de dicho cuerpo legal en sus incisos 3 y 4 establece que son contrarios a los principios de
las leyes laborales los actos de discriminación, los que incluyen aquellas distinciones, exclusiones o
preferencias basadas en motivos de raza, color o nacionalidad, entre otras categorías sospechosas15.

Esto supone que el ordenamiento jurídico chileno no contempla una


titularidad diferenciada de derechos laborales entre trabajadores migrantes y nacionales en lo que respecta, por ej
escrituración del contrato de trabajo, a trabajar una jornada máxima
de 45 horas semanales, al pago oportuno de las cotizaciones previsionales, a trabajar en condiciones
adecuadas de salud, higiene y seguridad y a
ser informado de los posibles riesgos laborales, a acceder a un seguro
en caso de accidentes del trabajo y/o enfermedades profesionales, y a
formar y/o participar en organizaciones sindicales y negociar colectivamente, entre otros16. Dicha idea se reitera
mismo artículo, esta vez con una disposición que establece un deber al empleador que contrata con
un trabajador migrante de cumplir con sus
obligaciones legales en materia laboral, sin perjuicio de la condición
migratoria irregular del extranjero contratado”. Esto, “no obstante las sanciones que, en todo caso,
está facultada para imponer la Inspección del Trabajo”17.

Dicho reconocimiento constituye también una exigencia derivada de las obligaciones asumidas por Chile al ratifi
Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los
Trabajadores Migratorios y sus Familiares, cuyo artículo 25 establece que “los trabajadores
migratorios gozarán de un trato que no sea menos
favorable que el que reciben los nacionales del Estado de empleo”, en lo tocante a remuneración y
otras condiciones básicas de trabajo como
jornada de trabajo, descanso semanal y anual, seguridad, salud y otras18.

El sistema interamericano de derechos humanos ha aplicado idéntico estándar. En su Opinión


Consultiva 18-03, la Corte Interamericana
de Derechos Humanos ha sostenido que “la calidad migratoria de una
persona no puede constituir, de manera alguna, una justificación para
privarla del goce y ejercicio de sus derechos humanos, entre ellos los
de carácter laboral. El inmigrante, al asumir una relación de trabajo, adquiere derechos por ser
trabajador, que deben ser reconocidos y garantizados independientemente de su situación regular o
irregular en el estado de empleo”19.

3. Derechos previsionales

En tercer lugar, el artículo 16 de la LME establece una cláusula ge- neral en materia de derechos
previsionales de los trabajadores migran- tes: acceso a la seguridad social y a beneficios de cargo
fiscal. Dicha disposición establece en su inciso 1º que, “para el caso de las prestaciones de seguridad
social y acceso a beneficios de cargo fiscal, los extranjeros podrán acceder a éstos, en igualdad de
condiciones que los nacionales, siempre y cuando cumplan con los requisitos que establezcan las
leyes que regulen dichas materias, y con lo dispuesto en el inciso siguiente”20.

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En relación con el acceso al sistema de pensiones, a través de esta
disposición, la LME viene a confirmar la regla que venía aplicándose
previo a su dictación. Por regla general, la situación de los trabajadores migrantes en materia previsional se rige p
en la materia, particularmente por el Decreto Ley Nº 3.500 de 1980,
que establece un sistema de pensiones de vejez, de invalidez y sobrevivencia derivado de la capitalización individ
Administradora de Fondos de Pensiones (AFP)21. La única excepción
está dada por la Ley Nº 18.156 de 1982, que permite al empleador no
enterar en Chile el pago de cotizaciones previsionales del trabajador extranjero siempre que se
cumplan las exigencias dispuestas en
el artículo 1º de dicho cuerpo legal22. En este excepcional caso, el trabajador
migrante no podrá acceder a los beneficios del sistema nacional, salvo la cobertura de accidentes del
trabajo y enfermedades profesionales que son de cotización obligatoria para el empleador de
conformidad a la Ley Nº 16.744.

En esta materia, la LME también mandata al Estado a promover “la negociación de convenios
bilaterales o multilaterales con terceros países que garanticen el acceso igualitario a los derechos
previsionales de los trabajadores migratorios y sus familiares que regresen a sus países de
origen y de los chilenos que retornan al país, a través de mecanismos tales como la totalización de
periodos de seguros, transferencias de fondos, exportación de pensión u otros, con el objetivo de que
tales personas puedan gozar de los beneficios de seguridad social generados con su trabajo en el
Estado receptor”23. En la actualidad, Chile ha firmado 28 convenios internacionales en esta materia,
en virtud de los cuales tanto chilenos que trabajan en el extranjero como extranjeros que trabajan en
Chile pueden acceder, si corresponde, al sistema de pensiones, pagando
cada país el beneficio correspondiente de acuerdo a su legislación24.

Por otra parte, y en relación con el acceso de las personas migrantes a prestaciones y beneficios de
seguridad social no contributivos financiados en su totalidad con recursos fiscales y que impliquen
transferencias monetarias directas, la LME establece una exigencia de permanencia regular en el país por un perio
calidad de titular o dependiente25. La excepción viene dada por consideraciones de carácter
humanitario o alertas sanitarias decretadas de conformidad al artículo 36 del Código Sanitario, donde
se podrá omitir dicho plazo de permanencia mínima26. Lo mismo aplica en relación a
la situación de niños, niñas y adolescentes, que tendrán derecho a dichas prestaciones desde su
ingreso al país, y cualquiera sea la situación migratoria de los adultos de quienes dependan27.

4. Derecho a enviar y recibir remesas

Por último, vale la pena referirse brevemente a una cuarta disposición de la LME que, sin pronunciarse directame
laboral o previsional de los trabajadores migrantes sí tiene una
conexión directa con aquello que el fenómeno de la migración por razones laborales involucra: el
envío y recepción de remesas. Cabe señalar que,
en relación al envío de éstas desde Chile, se entienden por tales, aque- llas sumas de dinero
percibidas o ahorradas por extranjeros en nuestro
país, y que de conformidad al inciso 1º del artículo 20 LME pueden
transferirse a cualquier otro país de conformidad a las condiciones y procedimientos establecidos en
la legislación aplicable y en los acuerdos
internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes. De igual manera, las personas
migrantes en Chile tienen derecho a recibir dinero o bienes enviados desde el extranjero28.

A través de la consagración a nivel legal de este derecho, el


ordenamiento jurídico nacional reconoce y protege el derecho de los trabajadores migrantes a disponer del fruto d
parte del mismo al extranjero con cualquier propósito, pero fundamentalmente para contribuir al
sostenimiento de las necesidades básicas de familiares que permanecen en el país de origen del
trabajador. De este modo, la nueva ley se hace cargo de reconocer un derecho específico derivado del
proceso migratorio, y cuyo ejercicio se encuentra además
regulado por la Ley Orgánica Constitucional del Banco Central, órgano encargado de disponer la
forma en que se ejecutan las operaciones de cambios internacionales29.

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III. CATEGORÍAS MIGRATORIAS Y AUTORIZACIÓN DE TRABAJO

Las personas migrantes en Chile pueden realizar actividades remuneradas, siempre que cuenten con
autorización para ello de conformidad a la legislación migratoria. En efecto, el artículo 19 nº 16 de la
Constitución de 1980 asegura a todas las personas “la libertad de
traba- jo y su protección”30, consagrando el “derecho a la libre contratación y a la libre elección del
trabajo con una justa retribución”31. No obstante, cuando se trata de una persona de nacionalidad
extranjera, el ejercicio de dicho derecho se encuentra regulado por la ley migratoria, que
establece la exigencia de contar con autorización para ello, otorgada por la autoridad administrativa
competente cumpliéndose las condiciones
establecidas por la ley para ello. En consecuencia, para que un extranjero pueda trabajar lícitamente en Chile deb
para ello, obteniendo un permiso de residencia que además de validar su permanencia en el territorio
nacional, le habilite para vincularse laboralmente en virtud de un contrato de trabajo.

La celebración de un contrato de trabajo con trabajadores extranjeros no involucra el cumplimiento de normas esp
materia establezca el Código del Trabajo, ni tampoco un contrato tipo
obligatorio32. No obstante, la antigua legislación de extranjería exigía incorporar a éste determinadas
menciones obligatorias que la práctica
llamó como “cláusulas migratorias”33, cuando dicho contrato constituía el fundamento legal del
otorgamiento de un permiso de residencia. Éstas eran, la llamada “cláusula de vigencia”34, la
“cláusula tributaria o de impuesto a la renta”35, la “cláusula de viaje”36 y la “cláusula
previsional”37. Dicha exigencia solo alcanzaba a aquellos extranjeros
solicitantes de la llamada “visa de residencia sujeta a contrato”. Este
criterio fue reafirmado, en su oportunidad, por la propia Dirección del
Trabajo38. Respecto de los permisos de turistas y estudiantes solo debía
incorporarse la cláusula de vigencia del contrato, y la cláusula previsional, si se optaba por la exención establecid
1982. Los permisos de residencia temporaria o de permanencia definitiva, en tanto, no exigían consignar en el co
migratoria, a excepción de la cláusula previsional si el trabajador optare
por la excepción mencionada39.

Bajo la nueva LME, en tanto, estas “cláusulas migratorias”


pierden la relevancia que otrora tuvieron. La llamada “visa de residencia sujeta a contrato” deja de
existir como tal, y quienes sean beneficiarios
de ésta a la fecha de entrada en vigor de la nueva ley serán asimilados a la categoría de residente
temporal, en la subcategoría que determine
el Reglamento40. Dichas subcategorías comprenderán, entre otras, la situación de aquellos
extranjeros que ingresen al país para desarrollar
actividades lícitas remuneradas (por cuenta propia o bajo relación de
subordinación y dependencia), como también la situación de aquellos
extranjeros que ante los consulados chilenos en el exterior soliciten la
búsqueda de oportunidades laborales41. Deja de existir, por tanto, un permiso de residencia especial
cuyo otorgamiento dependa de una relación laboral concreta, que demande la incorporación de estas
cláusulas en el contrato de trabajo como sucedía en el pasado42. De hecho, el texto de la nueva ley
no hace referencias a estas cláusulas y, aunque hasta la fecha la tramitación del Reglamento no ha
concluido, parece ser que éste último tampoco lo hará.

Aquello puede considerarse como un avance en materia de inserción laboral de las personas
migrantes en Chile, puesto que particularmente la llamada “cláusula de viaje” había sido considerada
un obstáculo para la contratación de trabajadores migrantes. Como mencionamos anteriormente, esta
cláusula obligaba al empleador a costear los pasajes de
regreso del trabajador y su familia, en su caso. Esta exigencia había sido considerada una barrera para
la contratación de personas migrantes,
pues encarecía la contratación formal de los mismos, desincentivándola43. En consecuencia, desde este punto de
considerarse positiva.

En relación a las distintas categorías o calidades migratorias que


autorizan a trabajar en Chile, cabe señalar que, comparada con el antiguo régimen de extranjería, la

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nueva LME establece un sistema simplificado de calidades o categorías migratorias a las que los
extranjeros pueden acogerse cumpliendo los requisitos legales. Estos permisos de
residencia autorizan a quienes se les han otorgado, de manera más o
menos holgada, a trabajar bajo las condiciones que la propia ley establece. En términos generales, la nueva ley co
de permisos migratorios: (1) permisos de permanencia transitoria, (2) permisos de residencia oficial,
(3) permisos de residencia temporal, y (4) permisos de residencia definitiva. En cualquiera de estos
casos, el otorgamiento de dichos permisos de residencia y de sus prórrogas, como
también el otorgamiento de permiso para realizar actividades remuneradas en el caso de la permanencia transitori
migratorio estará afecto al pago de derechos por parte del solicitante,
con las excepciones y bajo las condiciones establecidas en la ley44. Nos referiremos brevemente a la
autorización para trabajar en virtud de un permiso de permanencia transitoria, residencia temporal y
residencia definitiva. Dejaremos de lado, en cambio, lo relativo al permiso de residencia oficial.

1. Permanencia transitoria

El permiso de permanencia transitoria es definido por la nueva


LME como aquel otorgado por el Servicio Nacional de Migraciones a aquellos extranjeros que
ingresan al país sin intenciones de establecerse
en él45, lo que les autoriza a permanecer en el territorio nacional por
un periodo de hasta 90 días, prorrogable por una sola vez por 90 días
más46. En casos excepcionales, y por fuerza mayor, el Servicio podrá
conceder una segunda prórroga por el tiempo que sea estrictamente
necesario para abandonar el territorio nacional47.

La regla general es que los titulares de este permiso no pueden realizar actividades remuneradas en el
país. En efecto, la ley entiende que si el extranjero ha optado por ingresar al país con esta calidad
migratoria no solo ha sido porque su permanencia en éste se extenderá por un tiempo acotado, sino
que además porque no tiene intenciones de radicarse temporal o permanentemente.

No obstante, la propia ley permite al Servicio exceptuar dicha imposibilidad de realizar actividades
remuneradas, previa solicitud,
cuando se trate de actividades específicas y esporádicas tales como la de integrantes y personal de
espectáculos públicos, deportistas, conferencistas, asesores y técnicos expertos48. Misma
autorización procede respecto de aquellos extranjeros que ingresen en calidad de habitantes de zona
fronteriza si así lo estipula el convenio bilateral respectivo49. En cualquiera de estos casos
excepcionales, la regla general es que la
autorización estará afecta al pago de derechos, con excepción de la posibilidad
de gratuidad, concedida a aquellos extranjeros que se encuentren en
las situaciones previstas en el artículo 51 de la ley, y establecida en un reglamento50.

2. Residencia temporal

El permiso de residencia temporal es definido por la nueva LME como aquel otorgado por el Servicio
Nacional de Migraciones a los extranjeros que tengan el propósito de establecerse en Chile por un
tiempo limitado51, de hasta dos años prorrogables hasta por dos años
adicionales52. Tal y como ha ocurrido durante la vigencia del antiguo
régimen de extranjería, la nueva ley contempla la existencia de subcategorías de residencia temporal establecidas
supremo del Ministerio del Interior y Seguridad Pública, cumpliendo las exigencias del artículo 70
inciso 153. La ley establece un conjunto de situaciones que, a lo menos, han de ser consideradas por
la autoridad migratoria para establecer subcategorías54. Sin perjuicio de eso,
formula también criterios de otorgamiento que consideran especialmente a quienes acrediten tener
vínculos de familia con chilenos o con residentes definitivos, a aquellos cuya estadía sea concordante
con los objetivos de la Política Nacional de Migración y Extranjería, y a quienes se encuentren en
otros casos debidamente calificados por la Subsecretaría del
Interior mediante resolución, y previo informe del Servicio55.

El permiso de residencia temporal permite a titulares y

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dependientes del mismo desarrollar actividades remuneradas56. La ley establece que el Servicio otorgará cuando
permisos para trabajar a quienes hayan iniciado la tramitación de un
permiso de residencia que los habilite a desarrollar actividades remuneradas, a la espera de resolverse la solicitud
de quienes cuentan con este permiso en calidad de dependientes, la
ley establece una diferencia en materia de autorización de trabajo. El cónyuge o conviviente del
residente temporal estará autorizado a desarrollar actividades remuneradas en las mismas condiciones
que el titular del permiso58. En tanto, los hijos del residente temporal, de su cónyuge
o conviviente (menores de 18 años o en situación de discapacidad), y los hijos estudiantes mayores
de 18 años y menores de 24 años, estarán
autorizados para trabajar de acuerdo a las condiciones y restricciones
establecidos en el reglamento de la ley59.

3. Residencia definitiva

El permiso de residencia definitiva es aquel que autoriza a radicarse


indefinidamente en Chile, y a desarrollar cualquier actividad lícita, sin otras limitaciones que aquellas
que establezcan las disposiciones
legales y reglamentarias60. Tienen derecho al otorgamiento de este permiso aquellos extranjeros
poseedores de un permiso de residencia temporal que expresamente admita postular a éste, habiendo
residido en el país en tal calidad por a lo menos 24 meses61 y cumpliendo los demás requisitos
legales y reglamentarios62. Esta calidad migratoria supone
el reconocimiento por parte del Estado de una condición de arraigo de la persona del migrante en el
país, que justifica el otorgamiento de una autorización amplia y de carácter indefinido para radicarse
en este, desarrollando toda clase de actividades lícitas.

Como hemos mencionado, la permanencia regular mínima en el


país que permite optar a este permiso de residencia definitiva es de
24 meses. Sin embargo, el reglamento de la ley podrá exigir un plazo
mayor, de hasta 48 meses, en determinadas circunstancias. Algunos de estos casos se relacionan con
la inserción laboral del migrante en el país. Es así, como el reglamento podrá establecer un plazo de
residencia temporal de hasta 48 meses atendiendo, entre otras consideraciones, a la estabilidad
laboral del solicitante durante su permanencia en el país. Esto es, “la realización de cualquier
actividad económica lícita, de for-
ma autónoma o dependiente, que permita acreditar ingresos, al menos,
la mitad de los meses de residencia temporal en el país”63. Del mismo modo, otra de las
consideraciones que el reglamento podrá considerar para establecer un plazo de hasta 48 meses de
residencia regular en el país tiene que ver con la comisión de infracciones a la normativa laboral y de
seguridad social64.

IV. DESARROLLO DE ACTIVIDADES REMUNERADAS SIN AUTORIZACIÓN

La primera edición del Boletín de Empleo Migrante, una iniciativa


del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), documentó el empleo de
la población extranjera entre agosto y octubre de 2021. Destaca entre otros datos, que la tasa de
participación de la población extranjera en la fuerza de trabajo fue de 79,5%, la tasa de
ocupación alcanzó el 73,8% y
la desocupación se ubicó en un 7,1%. En el mismo periodo, la ocupación
informal de los trabajadores extranjeros sufrió un alza del 52,4% respecto al 2020, situando la
informalidad en un 28,9%, lo que representa más de 280.000 trabajadores65.

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Fuente: Instituto Nacional de Estadísticas, 2021.

La vulnerabilidad que caracteriza a la población migrante se agrava en un contexto laboral informal,


si bien las variables de empleo informal incluyen a: (i) trabajadores por cuenta propia dueños de sus
propias empresas de la economía informal, (ii) empleadores dueños de sus propias empresas del
sector informal, (iii) trabajadores familiares auxiliares, (iv)
miembros de cooperativas de productores informales, (v) trabajadores domésticos y (vi) trabajadores
por cuenta propia que producen bienes
exclusivamente para el propio uso final de su hogar, aquí se considera especialmente a los
trabajadores extranjeros asalariados, cuya relación
laboral no está sujeta a la legislación vigente ni al cumplimiento de las obligaciones fiscales, la
protección social y otras prestaciones relacionadas con el empleo66.

En tal sentido, las razones que generan un entorno laboral informal para los trabajadores migrantes se
presentan, por lo general, en la
configuración de relaciones de trabajo sin contrato y en consecuencia no declaradas, salarios
inferiores y jornadas horarias desiguales, así como centros de trabajo aislados y precarios67. Estas
condiciones abusivas, no solo inciden en la pobreza y exclusión social, también, comprometen la
empresa migratoria de las personas, al menos por dos razones, primero al verse obligadas a la
aceptación de condiciones abusivas a cambio de poder acreditar ante la administración la
documentación necesaria para optar por un permiso de residencia o renovarlo. Segundo, al verse
impedidos de regularizar su permanencia al no poder acreditar empleo y capacidad de sostenimiento
económico por la propia informalidad.

Al respecto, Díaz sostiene que el mercado laboral no está exento en la práctica de contrataciones
informales, con condiciones de trabajo abusivas hacia trabajadores migrantes, lo cual supone un
importante obstáculo para la integración económica, así como un desafío para los estados receptores
de población migrante, quienes deben robustecer la legislación y afinar los mecanismos de
fiscalización a los fines de facilitar el acceso al trabajo formal y combatir el trabajo informal68.

La LME, consagra disposiciones orientadas a la protección del tra- bajador frente al empleo
vulnerable y viene a complementar otras fuentes de carácter legal y administrativas sobre la materia.

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Específicamente, la nueva legislación, en el artículo 14 consagra la cláusula de igualdad en materia
laboral, equiparando a los extranjeros con los trabajadores nacionales y preserva, aun en la condición
de irregularidad del trabajador, las obligaciones legales en materia laboral del empleador, ello sin
perjuicio de las sanciones que la propia ley establece frente a la
contratación de extranjeros sin permiso de trabajo69.

Igualmente, el catálogo de infracciones migratorias menos graves


de la nueva ley establece en el artículo 109 como infracción el desarrollo
de actividades remuneradas sin autorización, en la cual figura como
sujeto de la sanción el extranjero no habilitado o no autorizado a tra- bajar, quien será sancionado con
una multa de media a cinco unidades
tributarias mensuales70. Complementa esta infracción, la establecida
en el artículo 117 y calificada como una infracción migratoria grave,
que sanciona el empleo de extranjeros sin autorización, figurando en
este caso el empleador como sujeto de sanción.

La sanción impuesta por la descrita infracción varía en consideración del tipo de empresa y se
aplicará por cada extranjero en dicha situación. La misma disposición normativa, refuerza la
obligación del empleador de cumplir con todas las obligaciones laborales y en su último apartado
configura la protección de los trabajadores sin autorización, al eximirlos
de sanción en caso de que efectuaren en contra de su empleador, denuncias por incumplimiento de lalegislación m
cualquier otra naturaleza ante los órganos competentes.

En el mismo orden de ideas, el artículo 132 (que establece la forma de disponer la medida de expulsión) consider
de esta medida debe, entre otros aspectos, informar al extranjero que,
de aplicarse la medida de expulsión, podrá conforme a la legislación
aplicable, designar un mandatario para su representación y la defensa de sus derechos e intereses
laborales y previsionales, procurando el cumplimiento de las obligaciones pendientes por parte del
empleador. Esta disposición, conforma una interesante salvaguarda de los derechos
del trabajador extranjero, quien aún en condición de expulsión podrá
por intermedio de su mandatario, gestionar en sede administrativa o judicial, el pago de todos los
conceptos adeudados en virtud de la relación laboral, así como, procurar el rescate de los
fondos depositados en la cuenta de capitalización individual administrada por una AFP o el pago de
pensión71.

Actualmente, el ordenamiento chileno regula el trabajo de la


población extranjera, fundado al menos en dos fuentes centrales, primero, la mencionada LME y
segundo, la legislación laboral ordinaria que
establece las reglas sobre la relación de trabajo y los mecanismos de
fiscalización72. Como se refirió, la normativa establece un mandato general de igualdad respecto a
todos los trabajadores, sin embargo, se configuran algunas excepciones y garantías de protección de
los derechos de los trabajadores migratorios73. Un ejemplo de tales excepciones es la establecida en
el artículo 103, la cual constituye una obligación de los empleadores quienes solo podrán contratar a
extranjeros que estén en posesión de algún permiso de residencia o permanencia que los habilite para
trabajar, o a quienes se encuentren debidamente autorizados para
ello conforme a la regulación de las calidades migratorios y permisos
para desarrollar actividades remuneradas.

Al respecto, resulta importante considerar pronunciamientos de la


Dirección del Trabajo, que ha sostenido que en todo lo relativo a la regulación del trabajo, se excluye
cualquier discriminación o preferencia basada en la nacionalidad del trabajador, salvo que así lo
exprese la ley para casos determinados74. Este mandato de igualdad asegura, en
materia de fiscalización laboral, la facultad de la Dirección del Trabajo para fiscalizar el
cumplimiento de las obligaciones laborales y previsionales del personal extranjero ya sea que los
trabajadores de que se trata estén o no autorizados para trabajar75.

Sobre el particular, se advierten importantes desafíos a la luz de la

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informalidad y la complejidad de los actuales flujos migratorios, los
cuales pasan por la apropiada implementación de la nueva ley y la revisión de otros instrumentos, así como la for
políticas públicas centradas en la adecuación del mercado de trabajo y la inclusión laboral. Resulta de
gran vigencia, la propuesta formulada por el Servicio Jesuita a Migrantes y otras instituciones en
el año 2019, titulada 7 Propuestas para la Inclusión Sociolaboral de Trabajadores Migrantes
basada en los rasgos característicos de la informalidad76:

1. Prevención del abuso laboral y fortalecimiento de fiscalización a


empleadores sin criminalizar a trabajadores migrantes.

2. Prevenir informalidad y precariedad laboral mediante visados


adecuados al contexto laboral y migratorio actual.

1. Política transversal para la reducción de la brecha de género en la inserción laboral.

2. Promover discursos políticos basados en evidencia y que no promuevan estigmatización por medio de estud

3. Facilitar y promover la participación en programas de capacitación a personas migrantes.

4. Facilitar la contratación de personas migrantes, ampliando el límite de trabajadores extranjeros


por empresa a 50%.

5. Actualizar, modernizar y contextualizar el sistema de validación de estudios.

V. REVALIDACIÓN, CONVALIDACIÓN Y RECONOCIMIENTO DE TÍTULOS Y


GRADOS ACADÉMICOS OBTENIDOS EN EL EXTERIOR

Otro de los aspectos innovadores de la LME, que probablemente tendrá un impacto significativo en
la empleabilidad e inserción laboral de las personas migrantes en Chile se relaciona con el sistema de
reconocimiento de títulos y grados académicos obtenidos en el extranjero. La nueva ley introduce un
importante cambio en esta materia (artículo
143 LME), que viene a hacerse cargo de un ansiado anhelo de muchos migrantes profesionales que,
pese a contar con estudios superiores en
sus países de origen, veían frustrada la posibilidad de insertarse laboralmente en los campos propios
de su formación académica, producto
de un sistema que, como regla general, monopolizaba el procedimiento
de revalidación y convalidación en una sola institución de educación superior a nivel nacional, con
todas las dilaciones y entorpecimientos que aquello significaba teniendo presente la enorme cantidad
de procedimientos iniciados en el último lustro.

Este asunto reviste de una especial importancia en materia de empleabilidad migrante considerando
el alto nivel de escolaridad existente
entre los extranjeros residentes en Chile. La Encuesta CASEN 2020
muestra que los migrantes tienen un promedio de 13,3 años de escolaridad frente a los 11,6 años de los nacionale
educacional, un 39,1% de la población migrante tiene una educación
superior completa, frente al 23,1% de los nacionales chilenos77. No obstante, esta alta cifra de escolaridad no se
de las personas migrantes de acuerdo al nivel de formación académica.
A pesar de tener una población con más años de educación, los migrantes tienen menores grados de inserción en
En el caso de los trabajadores extranjeros, la tasa de subempleo por competencias fue la más alta,
llegando en el trimestre enero-marzo de 2019 al 78,6% frente al 48,2% de los chilenos79. En
consecuencia, el mayor nivel educativo no es un factor que proteja efectivamente a la
población migrante de caer en la dinámica de exclusión social y pobreza80.

Este fenómeno de subempleo en la población migrante calificada se ha producido, en buena medida,


por el engorroso procedimiento de revalidación, convalidación y reconocimiento de estudios que ha

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operado históricamente en Chile. Dependiendo del país en que se ha obtenido
el título o grado académico, el procedimiento es distinto. La regla general había sido que la
revalidación o reconocimiento sea realizado
ante la Oficina de Títulos y Grados de la Prorrectoría de la Universidad de
Chile, monopolizando y centralizando la competencia en esta materia de manera exclusiva en esta
única institución de educación superior ubicada en la capital del país81, que debido a la alta demanda
por este procedimiento ha visto sobrepasadas sus capacidades humanas y materiales
de ofrecer una tramitación expedita de las solicitudes. En el caso de otros países con los cuales
existan convenios vigentes, el procedimiento es llevado a cabo ya sea, por el Ministerio de
Relaciones Exteriores o el Ministerio de Educación.

Dicho sistema había dificultado especialmente la inserción laboral en trabajos calificados de las
personas migrantes de nacionalidad venezolana, cuyo país no mantiene convenios celebrados con
Chile que permitirían excluirles del procedimiento general a cargo de la Universidad de Chile. Cabe
recordar que los migrantes venezolanos son actualmente un tercio del total de migrantes residentes en
Chile, viéndose especialmente afectados por dicha situación. En este contexto es que también
han surgido organizaciones de la sociedad civil que han visibilizado el
cambio en esta materia. Es el caso de la Fundación El Paciente Inglés,
que ha destacado por colocar en la agenda pública la transformación
del sistema de revalidación de títulos extranjeros, que califican de una “burocracia sin fondo, que ha
implicado una pérdida de capital humano invaluable para el país”82.

La LME viene a introducir una importante modificación en esta


materia. El nuevo régimen de reconocimiento de títulos profesionales y grados académicos obtenidos
en instituciones extranjeras se encuentra
regulado en el artículo 143 LME. Allí se establece que, sin perjuicio de lo dispuesto en los Estatutos
de la Universidad de Chile (que como
vimos, han concedido históricamente competencia a dicha institución sobre esta materia) y en los
tratados internacionales, las universidades
estatales con un mínimo de cinco años de acreditación tendrán la atribución de reconocer y revalidar
títulos y grados académicos obtenidos
en el extranjero y convalidar actividades curriculares cursadas en una institución de educación
superior extranjera83. En el caso de los títulos técnicos o actividades curriculares conducentes a
éstos, las instituciones encargadas de la revalidación y convalidación serán preferentemente
estatales o de reconocida trayectoria, contando también con un mínimo
de cinco años de acreditación84.

La LME establece también la posibilidad de que sea el propio


Ministerio de Educación el que por sí o a través de convenios con instituciones de educación superior
(estatales con más de 5 años de acreditación) reconozca y revalide títulos profesionales y técnicos, y
grados académicos, convalidando también aquellas actividades curriculares cursadas en una
institución extranjera cuando corresponda85. Para el
ejercicio de esta facultad, el Ministerio deberá contar con un listado
actualizado de los títulos a los cuales aplicará dicho procedimiento86.
El Ministerio tiene también, de acuerdo a la ley, la labor de reglamentar el procedimiento de
reconocimiento y revalidación de títulos profesionales, técnicos y grados académicos obtenidos en el
extranjero y la convalidación de actividades curriculares cursadas en una institución
extranjera de educación superior, además de los aranceles fijados por dicho Ministerio.

Es posible realizar una lectura positiva, desde varios aspectos, sobre el cambio introducido por la
nueva ley al sistema de revalidación, convalidación y reconocimiento de títulos obtenidos en el
extranjero. En primer lugar, ampliar la competencia en esta materia a otras instituciones de educación
superior y al propio Ministerio de Educación, acabando con la competencia exclusiva de la
Universidad de Chile permitirá no solo descongestionar la sobrecarga de solicitudes a la que se ha
visto enfrentada dicha institución, sino que también ampliar el acceso al procedimiento a personas
migrantes residentes en las distintas
regiones del país, fuera de la Región Metropolitana. En este sentido, se trata también de un acto

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descentralizador y de reconocimiento de la madurez académica e institucional de las universidades
públicas chi- lenas. Al día de hoy, además de la propia Universidad de Chile,
podrían ejercer dicha labor la Universidad de Antofagasta, Universidad
de La Frontera, Universidad de La Serena, Universidad de Los Lagos,
Universidad de Santiago de Chile, Universidad de Talca, Universidad
de Tarapacá, Universidad de Valparaíso y Universidad del Bío-Bío, todas ellas por cumplir con la
exigencia mínima de 5 años de acreditación institucional87.

VI. MIGRACIÓN Y EMPLEO PÚBLICO

Como se apuntó, la nueva legislación contiene una clara cláusula de igualdad y no discriminación en
materia laboral, esta debe ser observa- da por todos los empleadores, incluido el Estado. Sobre el
particular, el número 5 del artículo 175 de la LME, reforma el literal a) del artículo
12 de la Ley 18.834 sobre Estatuto Administrativo, incorporando una
importante innovación a los requisitos de ingreso a la Administración del Estado. Esta reforma
dice relación con la exigencia de la titularidad de la ciudadanía, la cual sufre una atenuación al
incorporar la referencia “o extranjero poseedor de un permiso de residencia”88. Es decir, ahora, los
extranjeros titulares de un permiso de residencia podrán ingresar
a la Administración del Estado en igualdad de condiciones.

Ciertamente, antes de la entrada en vigor de esta disposición, los extranjeros lograban desempeñar
funciones en la Administración bajo régimen de honorarios profesionales en virtud de labores
a c c i d e n t a l e s
y no habituales de la institución, conforme a lo establecido en el artículo 11 del estatuto. También, en casos excep
norma modificada del artículo 12, podían desempeñar funciones públicas mediante la modalidad de empleo a con
conocimientos científicos o de carácter especial. La propia norma señalaba que: “En todo caso, en igualdad de co
los chilenos”89. Esta excepcionalidad, así como la opción preferencial por los ciudadanos se
suprime, esto sin perjuicio de aquellos estatutos
especiales para determinados empleos y cargos públicos.

Esta innovación normativa, desarrolla un orden compatible con el


mandato constitucional de igualdad y en los mismos términos, con los instrumentos internacionales
en materia de derechos humanos suscritos
y ratificados por Chile90. Las categorías de nacionalidad o ciudadanía para optar por algunos cargos
en la Administración no superan la prueba de racionalidad, constituyendo en la práctica un
mecanismo lesivo de la igualdad y sin lugar a duda, un acto de carácter discriminatorio. La
superación de tal exigencia permitirá instaurar procesos de selección, contratación o nombramiento
basados en las aptitudes de los aspirantes y en las necesidades técnicas o la naturaleza del empleo
público.

En la práctica jurisdiccional, resulta de interés para el


presente análisis las consideraciones expuestas por el Tribunal Constitucional en
la causa Rol 6307-19-INA, en la cual distingue entre las funciones y
empleos públicos para los cuales opera la exigencia de ciudadanía, señalando a los titulares de
órganos constitucionales91. A su vez, para las demás funciones o empleos públicos es el legislador
quien está facultado para establecer exigencias que aseguren la capacidad e idoneidad de los
postulantes, sin embargo, estos requisitos no deben comportar discriminaciones o restricciones fundadas en motiv
gremiales o la falta de ellas, sexo, orientación sexual, identidad de
género, estado civil, edad, filiación, apariencia personal o enfermedad, que tengan por objeto anular o
alterar la igualdad de oportunidades o trato en el empleo92. Sostiene el Tribunal Constitucional:

“El fin que persigue la disposición impugnada es reservar los


cargos de la Administración del Estado a los ciudadanos para dar seguridad de que éstos resguarden
los valores de la comunidad nacional en la
dirección de los asuntos públicos que ellos deben encauzar. Es por ello posible que el Estado
imponga restricciones al acceso a esos empleos y cargos por razones de nacionalidad, como ya se ha
expresado en esta sentencia. El requisito de ser ciudadano que establece la norma, por otra parte,

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parece idóneo para garantizar el cumplimiento del fin que
persigue. Sin embargo, la limitación no parece necesaria en relación al acceso a cargos que no se
encuentran vinculados a la gestión del poder
estatal, es decir, a funciones que, por no comportar el ejercicio propio de autoridad pública, no
pongan en riesgo los valores de la comunidad nacional que los inspiran y que, por ello, no
correspondan al ejercicio de los derechos políticos que comprende la ciudadanía”93.

Los argumentos del constitucional chileno, parecen coincidir con el modelo de acceso a la función
pública que configura el ordenamiento
español, del cual, como señala Molina, parece desprenderse que, a pesar del reconocimiento explícito
a los extranjeros del derecho al acceso
al empleo público laboral en condiciones de igualdad con los comunitarios, a sensu contrario, el
desempeño de cargos públicos y funciones públicas que impliquen ejercicio de autoridad y, en
general, el acceso a toda la función pública sigue estando limitada a los nacionales
españoles y, en su caso, a los ciudadanos comunitarios94.

A juicio de la autora citada y parafraseando al constitucional español, no existe tratado ni ley que garantice un tra
extranjeros con los españoles en el acceso a la función pública en sentido
estricto, pero tampoco existe tratado ni ley que impida el acceso a la función pública de los
ciudadanos extranjeros cuando los puestos fun- cionariales no impliquen participación directa o
indirecta en el ejercicio del poder público o funciones que tengan relación con la salvaguarda de
intereses estatales95.

La innovación comentada y la referencia a la argumentación del


constitucional chileno, aunque anterior a la norma vigente, produce un marco normativo e
interpretativo robusto para el ejercicio universal
del derecho de acceso a la administración del Estado. Asegurando a
los trabajadores migratorios, especialmente a los calificados, mayores oportunidades de empleo y al
mismo tiempo, dotando al Estado de sus capacidades y aptitudes técnico-profesionales, las cuales
tributan a la prestación de los servicios sociales y al interés general96.

VII. TRATA DE PERSONAS Y TRÁFICO ILÍCITO DE MIGRANTES

El Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de


Personas, complementario de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia
Organizada Transnacional describe los contenidos del referido tipo penal como “la captación, el
transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la
fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación
de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento
de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá,
como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los
trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las practicas análogas a la esclavitud, la
servidumbre o la extracción de órganos”97.

Por otra parte, el Protocolo contra el Tráfico Ilícito de Migrantes


por Tierra, Mar y Aire, comprende el tráfico ilícito de migrantes como
“la facilitación de la entrada ilegal de una persona en un Estado parte del cual dicha persona no sea
nacional o residente permanente con el fin de obtener, directa o indirectamente, un beneficio
f i n a n c i e r o u
otro beneficio de orden material”98. Ambos delitos, el tráfico y la trata, coinciden en el carácter transnacional, en
entre 2011 y 2020, se han formalizado 47 causas por trata, de las cuales 30 son por trata sexual y 17
por trata laboral. Hasta 2015, el 100% de las víctimas fueron extranjeras99. Del total de 285 personas
identificadas como víctimas, las principales nacionalidades fueron: boliviana (28%), paraguaya
(25%) y colombiana (14%)100.

Sobre la ocurrencia del delito de tráfico ilícito de migrantes, según datos del Ministerio Público, se
evidencia un aumento progresivo,

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especialmente agravado en la zona norte del país101. Entre 2019 y 2020,
277 personas fueron víctimas de tráfico, un 97% de las víctimas son
de origen venezolano y 50,6% son mujeres102. Esta tendencia al alza del tráfico ilícito constituye un
preocupante fenómeno global, especialmente por precarizar los procesos migratorios y al mismo
tiempo, comprometer la integridad física y psíquica de las víctimas. En la práctica,
este negocio criminal ocurre a la par de otras actividades delictivas,
como la trata, el narcotráfico y hechos de corrupción que comprometen a bandas criminales transnacionales y aut
origen, tránsito y destino. Con el propósito de evadir los controles migratorios, los migrantes son trasladados en c
expuestos a condiciones extremas e incluso violentados o abandonados a su suerte durante el viaje103.

La legislación chilena, responde en clave convencional frente a los


flagelos detallados. En efecto, la Ley Nº 20.507 tipifica los delitos de tráfico ilícito de migrantes y
trata de personas y establece normas para
su prevención y más efectiva persecución criminal104. La nueva LME viene a complementar el
estatuto de prevención, sanción y protección, al establecer como principio fundamental de protección
la migración segura, ordenada y regular, en términos de asegurar105:

1. Promover la migración segura.

2. Promover acciones tendientes a prevenir, reprimir y sancionar el


tráfico ilícito de migrantes y la trata de persona.

3. Velar por la persecución de quienes cometan estos delitos.

4. Buscar que las víctimas de trata pueda regularizar la situación


migratoria en la que se encuentren en el país.

5. Prevención y combate del tráfico de niños, niñas y adolescentes106.


Igualmente, la norma contenida en el último apartado del artículo
13 de la LME, formula el principio de protección a la mujer extranjera

en el ejercicio de sus derechos, considerando que las mujeres víctimas de trata de personas o tráfico
de migrantes, podrán recibir del Servicio Nacional de Migraciones una visa que regule su
permanencia. Esta disposición especial parece responder a la prevalencia de las mujeres
como víctimas de tales delitos, al mismo tiempo, a la forma en que se
ha abordado la trata de personas en los instrumentos internacionales,
considerado como un tipo de violencia contra las mujeres107.

En el mismo orden de ideas, el artículo 71, en consonancia con lo establecido en el Protocolo para Prevenir, Repr
de Personas, reconoce el derecho de las victimas a presentar una solicitud de autorización de residencia temporal
12 meses, esto con el propósito de facilitar el ejercicio de las acciones penales y civiles e igualmente,
iniciar los trámites para regularizar su
permanencia en el país. En el mismo artículo, en su segundo apartado,
se establece la prohibición de retorno o repatriación para las victimas
solicitantes de autorización de residencia. Esta cláusula, constituye un importante mecanismo para el
resguardo de los derechos e integridad de las víctimas y amplía las garantías para formular denuncias
y asegurar la prosecución de las investigaciones108.

Resulta llamativo que el legislador omitiera tales garantías para los


migrantes objeto de tráfico ilícito, aun así, persiste la obligación del
Estado chileno de adoptar las medidas de protección y asistencia del artículo 16 y seguir el estándar
sobre repatriación del artículo 18, ambas
normas del Protocolo contra el Tráfico Ilícito de Migrantes por Tierra,
Mar y Aire109. Además, sobre el estatuto especial de refugiados, debe
tenerse en cuenta que no se aplicarán las restricciones de circulación establecidas por las normas
generales sobre extranjeros a los solicitantes
de refugio, cuando aquellos se hayan visto forzados a recurrir a redes

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de tráfico ilícito de migrantes como forma de asegurar su ingreso al
territorio y obtener protección110.

La LME consagra la Política Nacional de Migración y Extranjería,


cuyo contenido debe ser definido por el Presidente de la República. Sin embargo, el artículo 22
ordena la consideración de ciertos elementos, entre los cuales destaca, lo referente a la prevención y
represión del crimen organizado transnacional, del tráfico ilícito de migrantes y la trata de
personas111. Podría, este fundamento normativo, contribuir a la consolidación e integración de
políticas públicas nacionales que progresivamente han incorporado contenidos sobre la materia, por
ejemplo, la creación en 2008 de la Mesa Intersectorial sobre Trata de Personas, el
Plan de Acción Nacional Contra la Trata de Personas de 2013 y otras políticas sectoriales y policiales
sobre tráfico ilícito112.

Por su parte, la nueva legislación prohíbe de manera imperativa el


ingreso de quienes hayan sido condenados en Chile o en el extranjero, o se encuentren en procesos judiciales pen
informados por la INTERPOL o por los organismos de justicia con
que Chile tiene convenios, por el delito de tráfico ilícito de migrantes
o trata de personas113. Esta norma, replica la contenida en el artículo
15 del derogado Decreto Ley Nº 1.094 de 1975, sin embargo, como apunta Díaz, ahora se precisa que
la causal se configura respecto a
quienes hayan sido condenados, como de quienes se encuentren en proceso judiciales pendientes sin
que tenga mérito alguno la habitualidad en la conducta114.

VIII. CONCLUSIONES

La nueva legislación de migración y extranjería, en materia de


trabajo, previsión y seguridad social presenta importantes innovaciones
respecto al Decreto Ley 1.094. En efecto, esta legislación, no sin deudas, incorpora la dimensión del proceso soci
movilidad, comprendiendo al migrante no solo en el ingreso, permanencia y egreso, si no en su condición de suje
susceptible de especial protección.

Esta nueva legislación, recoge los estándares que la propia Constitución, instrumentos
internacionales u otras leyes nacionales preexistentes ya contemplaban. Robusteciendo la igualdad de
los trabajadores extranjeros respecto a los nacionales y atendiendo las
particularidades de la contratación de extranjeros.

Aun así, se observa como un paso en la dirección correcta, el


establecimiento de un catálogo de derechos de los extranjeros que transversaliza elementos centrales
de su condición de trabajadores, entre ellos, los derechos previsionales y el derecho a enviar y recibir
remesas.

Igualmente, se estima positiva la adopción de normas más amplias


en materia de revalidación y homologación de títulos profesionales y
técnicos, lo cual podría contribuir a la adecuación del mercado laboral para el aprovechamiento,
especialmente del talento humano profesional y altamente capacitado. En todo caso, es aún necesario
avanzar en una legislación especial que regule los procesos internos de las
universidades y asegure procedimientos racionales y respuestas oportunas a las solicitudes.

En los mismos términos, es relevante la supresión de la distinción


entre nacionales y extranjeros para el ingreso a empleos públicos. Lo
cual supone nuevos ámbitos y oportunidades para el desarrollo de la vida laboral de los migrantes.

Como se desarrolló detalladamente, sobre las nuevas categorías o


calidades migratorias, que autorizan a trabajar en Chile, cabe señalar
que, comparada con el antiguo régimen de extranjería, la nueva LME
establece un sistema simplificado de calidades o categorías migratorias a las que los extranjeros
pueden acogerse cumpliendo los requisitos legales. Estos permisos de residencia autorizan a quienes

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se les han otorgado, de manera más o menos holgada, a trabajar bajo las condiciones
que la propia ley establece.

Esta nueva legislación, acoge en clave convencional, explícitas garantías de protección favorables a
las personas víctimas de trata y tráfico ilícito de migrantes. Destacando la especial protección de la
mujer víctima de trata, lo que supone un claro reconocimiento a la situación de
vulnerabilidad que enfrentan mujeres y niñas en situación de movilidad.

Finalmente, la entrada en vigor del nuevo texto legal estará desafiada por las limitaciones en la capacidad instituc
laboral en el territorio, que en virtud de las dificultades de acceso a
permisos y visas tiende progresivamente a la irregularidad.

NOTAS:

1 Organización Internacional del Trabajo (2021), p. 20.

2 Rival et al. (2021), pp. 524-527.

3 Instituto Nacional de Estadísticas (2021), p. 12.

4 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 1º nº 22.

5 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 1º nº 1.

6 Lizama Portal y Lizama Castro (2019), pp. 3-4.

7 Lizama Portal y Lizama Castro, cit. (n. 6), pp. 29-30.

8 El Glosario sobre Migración de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), define a


los migrantes en situación irregular como aquellas personas
que se desplazan o se han desplazado a través de una frontera internacional y no han sido autorizadas a ingresar o

9 Ley Nº 21.325, de 2021. artículo 13 inciso 1.

10 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 13 inciso 2.

11 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 13 inciso 4.

12 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 14 inciso 1.

13 “(…) el hecho que un trabajador no tenga la nacionalidad chilena no autoriza para que se violen
las normas laborales y previsionales, las cuales rigen por igual para todos los habitantes de la
República, sean chilenos o extranjeros.
Ahondando lo anterior, debemos decir que nuestro ordenamiento jurídico excluye cualquier discriminación o pref
Dictamen ORD. Nº 5848/386.

1 4
Código del Trabajo, artículo 19: “El ochenta y cinco por ciento, a lo menos, de los trabajadores que sirvan a un m
legislación migratoria.

15 Código del Trabajo, artículo 2º inc. 2 y 3.

16 Dirección del Trabajo (2019), p. 3.

17 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 14 inc. 2. Sobre este aspecto, también


la Dirección del Trabajo se había pronunciado señalando que “si el trabajador ex- tranjero presta sus
servicios personales, intelectuales o materiales bajo

17 / 31
subordi- nación y dependencia, el empleador está obligado a dar cumplimiento a todas las normas laborales vigen
Trabajo, sin que tenga incidencia alguna la circunstancia de que el trabajador no reúna los requisitos
de extranjería sobre residencia o permanencia legal”. Dirección del Trabajo, Dictamen ORD. Nº
5848/386.

1 8
Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y sus Fami

19 Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva 18-03.

20 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 16 inc. 1.

2 1
“Respecto de la normativa previsional, los trabajadores extranjeros también se rigen en todo por la actual normati
del Trabajo, Dictamen ORD. Nº 5848/386.

2 2
Estas condiciones son: 1) Que las empresas firmen contratos con personal técnico o profesional extranjero. 2) Qu
de previsión o de seguridad social fuera de Chile, cualquiera sea
su naturaleza jurídica, que le otorgue prestaciones, a lo menos, en casos de enfermedad, invalidez, vejez y muerte
trabajador exprese su voluntad de mantener la afiliación referida. Otro
aspecto relevante de la Ley Nº 18.156 de 1982 en esta materia se relaciona con la posibilidad de solicitar la devol
extranjero en una Administradora de Fondos de Pensiones,
siempre que de cumplimiento a los requisitos establecidos en el artículo 1º de la misma ley.

23 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 16 inc. 4.

2 4
Información tomada desde el sitio web de la Superintendencia de Pensiones. https://www.spensiones.cl/portal/ins

25 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 16 inc. 2.

26 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 16 inc. 3.

27 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 16 inc. 4.

28 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 20 inciso 1.

29 Ley Nº 18.840, de 1989 Orgánica Constitucional del Banco Central, artículos 39, 40, 42, 43, 82.

30 Constitución Política de la República, artículo 19 nº 16 inc. 1.

31 Constitución Política de la República, artículo 19 nº 16 inc. 2.

32 Feddersen (2021), p. 295.

33 Dellacasa y Hurtado (2017), p. 181.

3 4
Decreto Ley Nº 1.094, de 1975, artículo 74; Decreto Supremo Nº 597, de 1984, artículo 135 bis. Es aquella cláus
llevarse a cabo una vez obtenida la correspondiente autorización
migratoria. Dellacasa y Hurtado, cit. (n. 33), p. 183.

35 Es aquella que simplemente reitera un concepto ya señalado en el artículo 58 del Código del
Trabajo, que ordena al empleador deducir de las remuneraciones de los trabajadores los impuestos
que las graven.

18 / 31
3 6
Decreto Ley Nº 1.094, de 1975, artículo 24. Es aquella cláusula en virtud de la cual el empleador se obliga a paga
de 1984, establece que dicha cláusula debe señalar la obligación de “pagar
al trabajador y demás miembros de su familia que se estipulen, el pasaje de regreso a su país de origen o al que se

37 Es aquella cláusula en virtud de la cual se deja constancia que el trabajador migrante cotizará en el
régimen previsional chileno, salvo que las partes se acojan a la Ley Nº 18.156 de 1982, que establece
una exención de cotizaciones
previsionales a los técnicos extranjeros y a las empresas que los contraten bajo las condiciones que
indican.

38 Dirección del Trabajo, Dictamen ORD. Nº 2.022 de 2010.

39 Dellacasa y Hurtado, cit. (n. 33), p. 182.

40 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 6º transitorio inc. 1 nº 2.

41 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 70 inc. 2 nº 2 y 3.

4 2
Esto, con la excepción de la “cláusula previsional”, que seguirá teniendo relevancia si es que el trabajador migran

43 Díaz Tolosa (2021), p. 128.

44 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 40.

45 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 47 inciso 1.

46 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 48 inciso 1.

47 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 48 inciso 2.

48 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 50 inciso 1.

49 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 50 inciso 2.

50 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 51 inciso 1.

51 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 68.

52 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 72 inc. 1.

53 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 70 inc. 1.

54 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 70 inc. 2.

55 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 69.

56 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 73 inc. 1.

57 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 73 inc. 2.

58 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 74 inc. 1.

59 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 74 inc. 2.

60 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 78 inc. 1.

19 / 31
61 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 79 inc. 1.

62 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 78 inc. 2.

63 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 79 inc. 1 nº 1 inc. 3.

64 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 79 inc. 1 nº 4.

65 Instituto Nacional de Estadísticas y Servicio Nacional de Migraciones (2021), pp. 1-3.

66 Arias et al. (2020), pp. 20-22.

67 Arias cit. (n. 66), pp. 21-22.

68 Díaz Tolosa, cit. (n. 43), p. 168.

6 9
El concepto de empleo vulnerable lo ha adoptado el Banco Mundial para el manejo de estadísticas internacionale
al comparar el comportamiento de la informalidad entre países.

7 0
Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 1 nº 1. Éste define actividad remunerada como: Toda actividad que implique gen
de Impuesto a la Renta.

7 1
Los fondos depositados en la cuenta de capitalización individual administrada por una AFP son de propiedad del
especiales que autorizan al trabajador técnico extranjero para la
devolución de sus cotizaciones (Ley Nº 18.156, de 1982) o en el caso que sea aplicable el Convenio de Seguridad
entre administradoras chilenas y peruanas. Los afiliados o imponentes en
el sistema previsional chileno que residan en otro país con el cual Chile tiene un Convenio de Seguridad Social v
beneficios previsionales que otorga el sistema chileno. El inciso cuarto del
artículo 16 de la nueva legislación, fomenta la negociación de convenios bilaterales o multilaterales
en materia de derechos previsionales, con el objeto de asegurar el acceso igualitario a tales derechos
de aquellos trabajadores extranjeros que regresen a sus países de origen y de los trabajadores chilenos
que retornen al país.

72 Henríquez (2019), p. 29.

7 3
Téngase en cuenta la Circular Nº 111 del 11 de julio de 2005 que modifica el procedimiento especial de fiscalizac
Inspección de la Dirección del Trabajo.

74 Dirección del Trabajo (2009), Nº 2628/040.

75 Dirección del Trabajo (1998), Nº 5848/386.

76 Servicio Jesuita a Migrantes (2019), pp. 13-18.

77 Información tomada desde el sitio web “Data Social” del Ministerio de Desarrollo Social y
F a m i l i a
https://datasocial.ministeriodesarrollosocial.gob.cl/ fichaIndicador/538/2/0/0/54 (consultado el 03 de enero de 202

78 Bravo (2019), p. 68.

79 Bravo, cit. (n. 78), p. 67.

20 / 31
80 Expósito et al. (2019).

81 Previo a la dictación de la Ley Nº 21.325 de 2021, el Decreto con Fuerza


de Ley Nº 3 de 2006, que fija el texto refundido, coordinado y sistematizado de los Estatutos de la Universidad de
reconocer, revalidar y convalidar títulos profesionales obtenidos en el extranjero, sin perjuicio de lo
dispuesto en los tratados internacionales” (artículo 6º inciso 1).

8 2
Información extraída del sitio web de la Fundación El Paciente Inglés: https:// www.elpacienteingles.org/ (consul

83 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 143 inc. 1.

84 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 143 inc. 3.

85 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 143 inc. 4.

86 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 143 inc. 4.

87 Información extraída del sitio web de la Comisión Nacional de


Acreditación (CNA): https://www.cnachile.cl/Paginas/Inicio.aspx (consultado el 03 de enero de
2022).

8 8
Ley Nº 18.834, de 1989, que incorpora las modificaciones introducidas por el artículo 175 de la Ley Nº 21.325 de
de la referida ley.

89 Ley Nº 18.834, de 1989.

9 0
Téngase en cuenta lo establecido en los artículos 1, 5, 19 Nº 2 y Nº 7, y 38 de la Constitución Política de la Repúb
Civiles y Políticos y el artículo 2 del Código del Trabajo.

91 Sentencia del Tribunal Constitucional Rol 6307-19-INA de fecha 20 de mayo de 2020.

92 Ley Nº 18.834, de 1989, artículo 17.

93 Sentencia del Tribunal Constitucional Rol 6307-19-INA de fecha 20 de mayo de 2020.

94 Molina (2001), p. 375.

95 Molina cit. (n. 94), p. 377.

96 Un ejemplo de la extraordinaria contribución de los trabajadores migratorios en el sector público


se evidencia en la incorporación de profesionales de la salud a los servicios regionales y municipales.
Para enero de 2019, cerca de 10.000 médicos extranjeros trabajaban en Chile, de los cuales unos
6.000 se desempeñaban en el sistema público. En octubre de 2017, el portal Web biobio.cl, reportaba
q u e
casi la mitad de los 400 médicos del Hospital de Antofagasta eran extranjeros. Al respecto, la Contraloría Genera
“en situaciones especiales de escasez de médicos cuando ello sea
imprescindible para asegurar la entrega de las prestaciones de salud, es admisible que el sistema
público de salud recurra transitoriamente a la contratación de
médicos que hayan obtenido su título en el extranjero, aun cuando estos no hubieran rendido y
aprobado el Eunacom”.

97 Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas de la Convención de las


Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional de 2003, artículo 3º.

21 / 31
98 Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas de la Convención de las
Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional de 2003, artículo 3º.

9 9
El año 2016, se identificaron 3 víctimas chilenas, todas de sexo femenino. Los años siguientes, todas las víctimas

100 Informe Estadístico sobre Trata de Personas en Chile 2011-2020.

101 Según el Informe de Estadística de la Fiscalía Regional de Antofagasta, las causas por tráfico ilícito de migra

102 Cifuentes (2021), p. 14.

1 0 3
Según datos de la OIM sobre Migrantes Desaparecidos, desde 1996 se han registrado más de 75.000 muertes de m

104 Código Penal, artículo 411.

105 Ley Nº 20.507 de 2011, artículo 7º.

106 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 28 inciso 5.

107 La Recomendación General Nº 19 del Comité para la Eliminación de


Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, en 1992, se refiere a la trata de personas, como
una forma de violencia de género “incompatible con la
igualdad de derechos de las mujeres y con respeto a sus derechos y dignidad”.

108 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 131 inciso sexto, plantea que respecto al reembarco: No se
reembarcará a las personas que presenten indicios de ser víctimas de trata de personas, secuestro o
cualquiera otro delito que ponga en riesgo su
vida. Para estos efectos se tendrá siempre en cuenta lo establecido en la Ley Nº 20.430 de 2010.

109 Téngase en cuenta que el artículo 78 bis. del Código Procesal Penal,
establece la protección de la integridad física y psicológica de las personas objeto de tráfico ilícito de migrantes y
Público, adoptar las medidas necesarias, o las solicitará, en su
caso, tendientes a asegurar la protección de las víctimas de estos delitos durante el proceso penal,
teniendo presente la especial condición de vulnerabilidad que las afecta.

110 Ley Nº 20.430, de 2010, artículo 6 inciso 2.

111 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 22 nº 3.

112 Barros (2018), pp. 105-113.

113 Ley Nº 21.325, de 2021, artículo 32 Nº 5.

114 Díaz Tolosa cit. (n. 43), p. 82.

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?sfvrsn=baed409f_4 #:~:text=La%20
ENE%20report%C3%B3%201.531.391,de%2015%20a%C3%B1os%20

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Normas jurídicas citadas

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de enero de 2003.

Código Penal, Diario Oficial, 12 de noviembre de 1874.

Constitución Política de la República, texto refundido, coordinado y


sistematizado publicado en el Diario Oficial el 22 de septiembre de 2005.

Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios
y sus Familiares, Diario Oficial, 08 de junio de 2005.

Circular Nº 111 de la Dirección del Trabajo que modifica procedimiento especial de fiscalización de la Informali

Circular Nº 46 de la Dirección del Trabajo que modifica procedimiento especial de fiscalización para
trabajadores extranjeros y procedimientos ad hoc en
casos de indicios de tráfico ilícito de migrantes y/o trata de personas, 14 de abril de 2015.

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de Ley Nº 153, de 1981, que establece los Estatutos de la Universidad de Chile, Diario Oficial, 02 de
octubre de 2007.

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julio de 1975.

Decreto Supremo Nº 597 de 1984, que aprueba el nuevo Reglamento de Extranjería, Diario Oficial,
24 de noviembre de 1984.

Protocolo contra el Tráfico Ilícito de Migrantes por Tierra, Mar y Aire de la Convención de las
Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, Diario Oficial, 16 de febrero de
2005.

Ley Nº 18.156 de 1982, que establece exención de cotizaciones previsionales a los técnicos
extranjeros y a las empresas que los contraten bajo las
condiciones que se indican y deroga la Ley Nº 9.705, Diario Oficial, 25 de agosto de 1982.
Ley Nº 18.834 sobre Estatuto Administrativo, texto refundido, coordinado y sis-

tematizado publicado en el Diario Oficial el 16 de marzo de 2005.

Ley Nº 18.840 Orgánica Constitucional del Banco Central, Diario Oficial, 10 de octubre de 1989.

24 / 31
Ley Nº 20.430 que establece disposiciones sobre protección de refugiados, Diario Oficial, 15 de abril
de 2010.

Ley Nº 21.325 de Migración y Extranjería, Diario Oficial, 20 de abril de 2021.

Jurisprudencia citada

Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva 18-03 sobre Condición jurídica y
derechos de los migrantes indocumentados, 17 de septiembre de 2003.

Dirección del Trabajo, Dictamen ORD. Nº 5848/386, 26 de noviembre de 1998.

Dirección del Trabajo, Dictamen ORD. Nº 2.022/123, 01 de julio de 2002.

Tribunal Constitucional de Chile, Sentencia Rol 6307-19-INA, 20 de mayo de 2020.

Contraloría General de la República, Dictamen 012393N16, 16 de febrero de 2016.

ÍNDICE:

ÍNDICE

POLÍTICA NACIONAL DE MIGRACIÓN Y EXTRANJERÍA EN LA NUEVA


NORMATIVA MIGRATORIA

Marcos Andrade Moreno

I. INTRODUCCIÓN 15

II. PARADIGMAS DE POLÍTICA MIGRATORIA 17

III. CONCEPTOS DE POLÍTICA MIGRATORIA 23

IV. EVOLUCIÓN DE LA POLÍTICA MIGRATORIA CHILENA 29

1. Dictación del DL Nº 1094 de 1975 y del DS Nº 1306 de 1976, que establece el Reglamento
de Extranjería, reemplazado por el DS Nº 597 del Ministerio del Interior de 1984 29

2. Dictación del DS Nº 888 de 1977 del Ministerio del Interior, que


crea la Comisión Asesora sobre Migraciones 30

3. Dictación del DS Nº 1665 de 1997 del Ministerio del


Interior, que modifica la Comisión Asesora sobre Política Nacional de Migraciones 31

4.La Conferencia Sudamericana de las Migraciones del 2000, la Declaración de Santiago sobre principios m

5. Instructivo Presidencial Nº 9, de 2 de septiembre de 2008 34

6. Dictación del DS Nº 1393 de 2014 del Ministerio del Interior y Seguridad Pública 36

7. Dictación del DS Nº 108 de 2015 del Ministerio del Interior y Seguridad Pública 37

8. Instructivo Presidencial Nº 5 de 2015, que establece lineamientos e instrucciones de Política

25 / 31
Nacional Migratoria 37

V. LA POLÍTICA MIGRATORIA EN LA LEY Nº 21.325 38

VI. CONCLUSIONES 44

Bibliografía 47

Normas jurídicas citadas 51

NUEVA LEY DE MIGRACIONES, DERECHOS HUMANOS Y LUCHAS MIGRANTES: EL


“SIGNIFICANTE VACÍO” Y LOS SENTIDOS EN DISPUTA

Fernanda Stang Alva

I. INTRODUCCIÓN 53

II. DISCURSO, ARTICULACIÓN Y HEGEMONÍA: MARCO CONCEPTUAL Y


APROXIMACIÓN METODOLÓGICA 55

I I I .
DERECHOS HUMANOS EN LA NORMATIVA MIGRATORIA CHILENA POST-DICTADURA: EMERGEN

IV. NUEVA LEY MIGRATORIA, EPÍTOME DEL DERECHO


HUMANO COMO SIGNIFICANTE VACÍO 68

V. LUCHAS MIGRANTES: DISPUTAS DE DERECHOS, Y DE SU SENTIDO 72

VI. REFLEXIONES FINALES: HACIA UN SENTIDO UTÓPICO


(¿Y RADICAL?) DE LOS DERECHOS HUMANOS 79

Bibliografía 81

REFUGIO EN CHILE: PANORAMA DE LA ÚLTIMA DÉCADA

Martina Cociña Cholaky

I. INTRODUCCIÓN 85

II. MARCO NORMATIVO 88

1. Normativa internacional 88

2. Normativa regional 90

3. Normativa nacional 91

III. ESTADO DE LA CUESTIÓN: EL REFUGIO EN CHILE EN CIFRAS 97

IV. EN LA PRÁCTICA 111

V. CONCLUSIONES 117

26 / 31
Bibliografía 118

Normas jurídicas citadas 122

Jurisprudencia citada 122

CONDICIONES Y REQUISITOS DE INGRESO DE PERSONAS EXTRANJERAS EN


TERRITORIO CHILENO

Regina Ingrid Díaz Tolosa

I. INTRODUCCIÓN 123

II. EL ESTÁNDAR INTERNACIONAL SOBRE INGRESO A LOS ESTADOS DE DESTINO 126

III. LAS CONDICIONES Y REQUISITOS DE INGRESO EN EL DERECHO CHILENO 133

1. En el Decreto Ley Nº 1.094 de 1975 133

2. En la Ley Nº 21.325, de Migración y Extranjería 135

IV.EXAMEN DE COMPATIBILIDAD DEL DERECHO CHILENO CON LOS ESTÁNDARES INTERNACIO


144

V. CONCLUSIONES 150

Bibliografía 152

Normas jurídicas citadas 155

Jurisprudencia citada 156

REVISIÓN DE LAS CATEGORÍAS MIGRATORIAS EN LA LEY DE MIGRACIÓN Y


EXTRANJERÍA

Constanza Astudillo Meza

Camila Astudillo González

I. INTRODUCCIÓN 157

II. POLÍTICA MIGRATORIA EN CHILE 159

III. CATEGORÍAS MIGRATORIAS EN LA ANTIGUA NORMATIVA (DECRETO LEY Nº 1094)


163

1. Residentes 163
2. No residentes 166

IV. CATEGORÍAS MIGRATORIAS EN LA LEY Nº 21.325 168

1.
27 / 31
1. En cuanto al procedimiento de acceso a los permisos 169
2. En cuanto a las sanciones establecidas en la Ley 170
3. Permisos que se encuentran sujetos a pago de derechos 170
4. Reglas especiales establecidas respecto de los niños, niñas y adolescentes 171
5. Reglas especiales respecto de personas en situación de discapacidad 172
6. La permanencia transitoria 172
7. La residencia oficial 173
8. La residencia temporal 173
9. La residencia definitiva 174

CONCLUSIONES 174

Bibliografía 175

EL PROCEDIMIENTO DE RETORNO ASISTIDO DE LOS NIÑOS, NIÑAS Y


ADOLESCENTES EXTRANJEROS NO ACOMPAÑADOS EN EL NUEVO ORDEN
MIGRATORIO CHILENO

Isaac Ravetllat Ballesté

I. INTRODUCCIÓN 177

II. EL PRINCIPIO DE NO DEVOLUCIÓN 179

III. MODELO ACTUAL DE ATENCIÓN Y PROTECCIÓN DE NIÑOS, NIÑAS Y


ADOLESCENTES NO ACOMPAÑADOS O SEPARADOS 181

1. Ideas generales 181

2. Niños, niñas y adolescentes separados 185

3. Niños, niñas y adolescentes no acompañados 186

4. Reunificación familiar y tramitación del permiso de residencia temporal para niños, niñas y adolescentes
188

IV. EL PROCEDIMIENTO DE RETORNO ASISTIDO DE NIÑOS, NIÑAS


Y ADOLESCENTES NO ACOMPAÑADOS O SEPARADOS EN LA LEY DE MIGRACIÓN Y
EXTRANJERÍA 191

1. Una regulación oscilante a lo largo de su proceso de tramitación 191

2. Elementos característicos de un procedimiento de retorno asistido


de niños, niñas y adolescentes no acompañados 195

3. Concordancia normativa entre las diversas disposiciones que afectan a los derechos de la infancia y la adol
197

V. CONCLUSIONES 200

Bibliografía 201

Jurisprudencia citada 204

Normas e instrumentos citados 204

28 / 31
LA SANCIÓN DE EXPULSIÓN ADMINISTRATIVA EN LA LEY Nº 21.325

Fabiola Vergara Ceballos

I. INTRODUCCIÓN 207

II. CAUSALES DE EXPULSIÓN ADMINISTRATIVA 209

1. Sobre la reconducción o devolución inmediata 216

2. Reconducción y debido proceso 218

III. EL DERECHO AL DEBIDO PROCESO EN LA


ADOPCIÓN, EJECUCIÓN E IMPUGNACIÓN DE LA SANCIÓN DE EXPULSIÓN 219

1. Garantías procesales mínimas en la adopción de la sanción de expulsión 222

2. Sobre la prohibición de ingreso 226

3. De la impugnación de la medida de expulsión 229

4. Sobre la ejecución de la medida de expulsión 231

IV. CONSIDERACIONES FINALES 234

Bibliografía 236

Normas jurídicas consultadas 237

Jurisprudencia citada 237

REVISIÓN DE LAS EXPULSIONES POR PARTE DE


LOS TRIBUNALES DE JUSTICIA ¿UN AVANCE EN LA DEFENSA DE LOS DERECHOS
DE LOS INMIGRANTES?

Alexis Mondaca Miranda

I. INTRODUCCIÓN 239

I I .
EL ANTIGUO DERECHO DE EXTRANJERÍA: AUSENCIA DE UNA PREOCUPACIÓN POR LA INCLUSIÓ
241

III. CRITERIOS PARA DECRETAR EXPULSIONES EN LA LEY


DE MIGRACIÓN Y EXTRANJERÍA 243

1. La gravedad de los hechos en los que se sustenta la causal de expulsión 244


2. Los antecedentes delictuales que pudiera tener 246
3. La reiteración de infracciones migratorias 249
4. El período de residencia regular en Chile 251
5.
29 / 31
5. Tener cónyuge, conviviente o padres chilenos radicados en Chile con residencia definitiva 254
6. Tener hijos chilenos o extranjeros con residencia definitiva o radicados en el país, así como la edad de los m
consideración el interés superior del niño, su derecho a ser oído y la unidad familiar 256
7. Las contribuciones de índole social, política, cultural, artística, científica o económica
realizadas por el extranjero durante su estadía en el territorio nacional. 258

IV. CONCLUSIONES 262

Bibliografía 263

Normas jurídicas citadas 264

Internacional 264

Nacional 264

Jurisprudencia citada 264

RÉGIMEN LABORAL EN LA NUEVA LEY DE MIGRACIÓN Y EXTRANJERÍA

Ramón Mayorga Mc Donald

Luis Guillermo Palacios Sanabria

I. INTRODUCCIÓN 267

II. PRINCIPIOS GENERALES DE LA NUEVA LEY EN


MATERIA LABORAL Y PREVISIONAL 269

1. Igualdad de derechos y obligaciones 271

2. Derechos laborales 272

3. Derechos previsionales 274

4. Derecho a enviar y recibir remesas 276

III. CATEGORÍAS MIGRATORIAS Y AUTORIZACIÓN DE TRABAJO 277

1. Permanencia transitoria 280


2. Residencia temporal 281
3. Residencia definitiva 283

IV. DESARROLLO DE ACTIVIDADES REMUNERADAS SIN AUTORIZACIÓN 284

V. REVALIDACIÓN, CONVALIDACIÓN Y RECONOCIMIENTO DE TÍTULOS Y GRADOS


ACADÉMICOS OBTENIDOS EN EL EXTERIOR 289

VI. MIGRACIÓN Y EMPLEO PÚBLICO 293

VII. TRATA DE PERSONAS Y TRÁFICO ILÍCITO DE MIGRANTES 296

VIII. CONCLUSIONES 300

Bibliografía 302

30 / 31
Normas jurídicas citadas 304

Jurisprudencia citada 305

LOS DELITOS DE TRATA Y TRÁFICO DE MIGRANTES EN LA NOCIÓN DE


MIGRACIÓN SEGURA, ORDENADA Y REGULAR DISPUESTA EN LA NUEVA LEY DE
MIGRACIONES Y EXTRANJERÍA

Romina Ramos Rodríguez

Roberto DuFraix Tapia

I. INTRODUCCIÓN 307

II. MIGRACIÓN SEGURA, ORDENADA Y REGULAR EN EL ÁMBITO INTERNACIONAL 310

III. LA NOCIÓN DE MIGRACIÓN SEGURA, ORDENADA Y


REGULAR EN CHILE: “PONER ORDEN EN LA CASA” 313

I V .
LA NOCIÓN DE MIGRACIÓN SEGURA, ORDENADA Y REGULAR EN EL MARCO DE LA NUEVA LEY
DE PERSONAS Y TRÁFICO DE MIGRANTES 317

V .
PRINCIPALES PROBLEMÁTICAS POLÍTICO-CRIMINALES DE LA NOCIÓN DE MIGRACIÓN SEGURA
ORDENADA Y REGULAR EMPLEADA EN LA NUEVA LEY DE
MIGRACIÓN Y EXTRANJERÍA 320

VI. COMENTARIO FINAL 324

Bibliografía 324

Referencias a libros, capítulos de libros y revistas 324

Referencias documentos en formato electrónico 326

Normas jurídicas citadas 328

Jurisprudencia citada 328

31 / 31

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