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El magisterio Si el sentido catolico no puede retener la tesis de la reencarnacion a causa de su novedad, la rechaza radicalmente en la lectura de los documentos del magisterio. Porque esta tesis no solo es ajenaala Tradicion, sino que también es condenada explicitamente por la Iglesia. En la revista Documentation Catholique del 18 de febrero de 1962 (n° 1370, col. 248) se publicaron los resultados de los trabajos de la Comision Teolégica Preparatoria del Concilio Vaticano II. El capitulo sobre los errores modernos contiene un parrafo sobre la reencarnaci6n. “Estrechamente relacionada con el espiritismo esta la teoria de la reencarnacion, en la que reviven algunas creencias ancestrales del paganismo sobre la metempsicosis. Fue condenada explicitamente por el Segundo Concilio de Constantinopla, en 553. El Segundo Concilio de Lyon, en 1274, y el Concilio de Florencia, en 1439, condenaron indirectamente la teoria del paso del alma de un cuerpo humano a otro al afirmar que el juicio final tiene lugar inmediatamente después de la muerte. Pero el error, como una mala hierba, sigue creciendo sin cesar con ligeras variaciones destinadas a renovarlo y, por tanto, hacerlo mas facilmente aceptable; simplemente cambiando su nombre. La vigilancia de la Iglesia no se deja engafiar y la reencarnacion, presentada bajo las falsas apariencias ientificas de la teosofia, también fue condenada por el Santo Oficio en 1919" (Cf. Nota siguiente). El Concilio de Constantinopla se expresa de la siguiente manera: “Si alguno dice o piensa que las almas de los hombres preexisten, como que antes fueron inteligentes y santas potencias; que cansadas de la divina contemplacién, se volvieron a un estado inferior, y que por ello se enfriaron en el amor de Dios, de donde les viene el nombre en griego ‘frias4’, y que por castigo fueron arrojadas a los cuerpos, sea anatema”, Estos juicios autorizados de la Iglesia nos impulsan a continuar nuestra investigacién intentando poner al descubierto los diversos puntos de conflicto entre la metempsicosis y el dogma catélico. Veremos que esta teoria por si sola contradice muchos de los articulos de la fe. La Comision Teoldgica Preparatoria del Concilio se formé en 1960 a peticién del Papa Juan XXIII y se puso bajo la autoridad del Cardenal Ottayiar que le permitié presentar ante el Concilio propuestas de esquemas ni, Durante dos afios, realiz6 un intenso trabajo de muy buena calidad. La precisién de los términos, las numerosas referencias al magisterio y el celo contra los errores contrastan con las novedades y la ambigiiedad de los decretos conciliares. En efecto, desde la primera reunion del Concilio todo el trabajo de la Comisién Teolégica Preparatoria fue rechazado en bloque por las maniobras ilegales del cardenal Liénart y de los cardenales progresistas. El texto que estamos citando no forma parte del magisterio oficial, pero expresa el pensamiento de la Iglesia de siempre y basta para mostrar lo que pudo haber sido un concilio catolico en el siglo XX. En toda la historia de la Iglesia, solo un médico de renombre adopto la tesis de la reencarnacion, Origenes (185-254). Este ultimo creia haber encontrado en ella los medios para combinar la fe catdlica con la doctrina platonica de la preexistencia de las almas. Sin embargo, lo hace con circunspeccion y en modo de investigacién. Aunque tuvo algunos discipulos, de ninguna manera es una tradicion en la Iglesia. Origenes fue criticado enérgicamente por numerosos doctores de la Iglesia (San Pedro de Alejandria, San Método del Olimpo, San Gregorio de Nisa) y su doctrina fue condenada en un concilio en el 402. San Agustin resume el pensamiento de todos ellos: “Estoy mas sorprendido de lo que las palabras pueden expresar de que un hombre tan habil, tan ejercitado en las sagradas letras, no se haya dado cuenta de inmediato de lo lejos que esta todo esto de la Sagrada Escritura3”. El catecismo, que resume la Tradicién y el Magisterio de la iglesia, establece en el articulo 1013 que la muerte es el fin de la peregrinacion del hombre, donde se define el destino final de la persona. San Pablo dice que: “esta establecido que los hombres mueran una sola vez, y luego el juicio”,... Creer en la resurrecci6n de los muertos desde sus comienzos es un elemento esencial de la fe catolica: Como Cristo resucité verdaderamente de entre los muertos, los justos después de su muerte viviran para siempre con Cristo resucitado y El mismo los resucitara en el ultimo dia. 1013 La muerte es el fin de la peregrinacion terrena del hombre, del tiempo de gracia y de misericordia que Dios le ofrece para realizar su vida terrena segtn el designio divino y para decidir su ultimo destino. Cuando ha tenido fin «el Unico curso de nuestra vida terrena» (LG 48), ya no volveremos a otras vidas terrenas. «Esta establecido que los hombres mueran una sola vez» (Hb 9, 27). No hay «reencarnaci6n» después de la muerte. Hebreos 9 27. Y del mismo modo que esta establecido que los hombres mueran una sola vez, y luego el juicio, 28. Asi también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud, se aparecera por segunda vez, sin relacién ya con el pecado, a los que le esperan para su salvacion EL SENTIDO DE LA MUERTE CRISTIANA El articulo 1010, nos dice que si hemos muerto en Cristo, la muerte es una ganancia, pues si hemos muerto con El, también viviremos con El, este es el requisito: morir en Cristo para resucitar con El, sin necesidad de reencarnarse ni de ninguna otra condici6n. También afirma que si morimos fisicamente y estamos en gracia de Dios, esta muerte fisica consuma el: “morir con Cristo” y perfecciona nuestra incorporacion a El, gracias al acto redentor de la pasién y muerte del Sefior en la cruz y a no gracias a ningun otro acto, ni mucho menos a otro proceso como el de las sucesivas reencarnaciones. En ninguna parte de la Biblia se insinua siquiera que exista algo después de la muerte, que no sea el juicio particular inmediato para decidir el destino de las personas. 1010 Gracias a Cristo, la muerte cristiana tiene un sentido positivo. «Para mi, la vida es Cristo y morir una ganancia» (Flp 1, 21). «Es cierta esta afirmacion: si hemos muerto con él, también viviremos con él» (2 Tm 2, 11). La novedad esencial de la muerte cristiana esta ahi: por el Bautismo, el cristiano esta ya sacramentalmente «muerto con Cristo», para vivir una vida nueva; y si morimos en la gracia de Cristo, la muerte fisica consuma este «morir con Cristo» y perfecciona asi nuestra incorporaci6n a El en su acto redentor... Viviente escapa de su persecucion; jay si en pecado grave sorprende al pecador! ;Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios! 1015 ...Creemos en Dios que es el creador de la carne; creemos en el Verbo hecho carne para rescatar la carne; creemos en la resurreccion de la carne, perfeccion de la creacion y de la redencion de la carne. 1016 Por la muerte, el alma se separa del cuerpo, pero en la resurreccion Dios devolvera la vida incorruptible a nuestro cuerpo transformado reuniéndolo con nuestra alma. Asi como Cristo ha resucitado y vive para siempre, todos nosotros resucitaremos en el ultimo dia. 1017 «Creemos en la verdadera resurreccién de esta carne que poseemos ahora» (DS 854). No obstante, se siembra en el sepulcro un cuerpo corruptible, resucita un cuerpo incorruptible (cf. 1 Co 15, 42), un «cuerpo espiritual» (1 Co 15, 44). 1018 Como consecuencia del pecado original, el hombre debe sufrir «la muerte corporal, de la que el hombre se habria liberado, si no hubiera pecado» (GS 18). 1019 Jesus, el Hijo de Dios, sufrié libremente la muerte por nosotros en una sumisi6n total y libre a la voluntad de Dios, su Padre. Por su muerte vencié a la muerte, abriendo asi a todos los hombres la posibilidad de la salvacién. LA VIDA ETERNA 1020 El cristiano que une su propia muerte a la de Jestis ve la muerte como una ida hacia El y la entrada en la vida eterna. Cuando la Iglesia dice por Ultima vez las palabras de perd6n de la absolucién de Cristo sobre el cristiano moribundo, lo sella por Ultima vez con una uncién fortificante y le da a Cristo en el viatico como alimento para el viaje. Le habla entonces con una dulce seguridad: Alma cristiana, al salir de este mundo, marcha en el nombre de Dios Padre Todopoderoso, que te cred, en el nombre de Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que muri por ti, en el nombre del Espiritu Santo, que sobre ti descendio. Entra en el lugar de la paz y que tu morada esté junto a Dios en $i6n, la ciudad santa, con Santa Maria Virgen, Madre de Dios, con San José y todos los angeles y santos. ... Te entrego a Dios, y, como criatura suya, te pongo en sus manos, pues es tu Hacedor, que te Formé del polvo de la tierra. Y al dejar esta vida, salgan a tu encuentro la Virgen Maria y todos los angeles y santos. ... Que puedas contemplar cara a cara a tu Redentor EL JUICIO PARTICULAR 1021 La muerte pone fina la vida del hombre como tiempo abierto a la aceptacién o rechazo de la gracia divina manifestada en Cristo (cf. 2 Tm 1, 9-10). El Nuevo Testamento habla del juicio principalmente en la perspectiva del encuentro final con Cristo en su segunda venida; pero también asegura reiteradamente la existencia de la retribucion inmediata después de la muerte de cada uno con consecuencia de sus obras y de su Fe. Comprensién y toda representacion. La Escritura nos habla de ella en imagenes: vida, luz, paz, banquete de bodas, vino del reino, casa del Padre, Jerusalén Celeste, paraiso: «Lo que ni el ojo vio, ni el oido oyé, ni al corazén del hombre llegé, lo que Dios preparé para los que le aman» (1 Co 2, 9). 1028 A causa de su transcendencia, Dios no puede ser visto tal cual es mas que cuando El mismo abre su Misterio a la contemplacién inmediata del hombre y le da la capacidad para ello. Esta contemplacién de Dios en su gloria celestial es llamada por la Iglesia «la vi nn beatifica»:

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