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Tutoría - Escuela para Padres
Tutoría - Escuela para Padres
DEFINICIÓN:
Es una labor de acompañamiento y orientación al estudiante durante toda su vida. Contribuye a garantizar el
cumplimiento del derecho que tienen los estudiantes a
recibir un buen trato y una adecuada orientación, a lo largo
de su vida escolar.
Es concebida como “un servicio de acompañamiento socio
afectivo, cognitivo y pedagógico de los estudiantes.
¿Cuál es su propósito?
Tiene como propósito consolidar la formación integral del
estudiante.
La Tutoría está orientada a revitalizar la práctica de la
docencia, brindando a los estudiantes atención
personalizada o grupal durante su proceso formativo, con el
propósito de detectar de manera oportuna y clara los
factores de riesgo que pueden afectar el desempeño
académico de los estudiantes.
Modalidades de la Tutoría
Existen dos modalidades de trabajo: grupal e individual.
Tutoría grupal: Es la modalidad más conocida y extendida. El principal espacio para su desarrollo es la
Hora de Tutoría, en la cual el tutor o la tutora trabajan con el conjunto de estudiantes del aula. Es un
espacio para interactuar y conversar acerca de las inquietudes, necesidades e intereses de los y las
estudiantes, siendo una oportunidad para que el docente tutor, o tutora,
apoyen su crecimiento en distintos aspectos de su vida. La tutoría grupal
se caracteriza por su flexibilidad, de tal forma que, contando con una
planificación básica que se sustenta en un diagnóstico inicial de los y las
estudiantes y las propuestas consignadas en los instrumentos de gestión
de la institución educativa (IE), está sujeta a adaptaciones o
modificaciones cuando así lo exigen las necesidades del grupo.
Tutoría individual: Esta modalidad de la tutoría se lleva a cabo cuando un
o una estudiante requiere orientación en ámbitos particulares, que no
pueden llegar ser abordados grupalmente de manera adecuada, o que
van más allá de las necesidades de orientación del grupo en dicho
momento. La tutoría individual es un espacio de diálogo y encuentro entre
tutor y estudiante.
El tutorado es un estudiante a quien le es asignado un tutor (a), quien será acompañado durante su proceso
educativo, se le apoyará académicamente, se le orientará y se le fomentará la motivación, el desarrollo de
habilidades para el estudio y el trabajo escolar; y de esta manera se contribuirá en su formación integral.
¿Qué pretende lograr?
Que cada maestro(a) desde su área, pueda tutelar el proceso de aprendizaje de cada estudiante.
Atender las necesidades educativas específicas de cada educando en su área.
Atender a la formación integral de cada estudiante, más allá de la instrucción en conocimientos sobre cada
disciplina.
Ocuparse de las circunstancias personales de cada educando.
Apoyar al estudiante sobre la mejor manera de estudiar cada asignatura.
Facilitar que todos los educandos estén integrados en el grupo.
Favorecer la autoestima de los estudiantes.
I.D.E.P.
La relación tutor-estudiante:
A lo largo de nuestra vida, las relaciones que establecemos con
las demás personas constituyen un componente fundamental de
nuestro proceso de desarrollo. En este sentido, nuestros
estudiantes requieren de adultos que los acompañen y orienten
para favorecer su desarrollo óptimo. Por ello, la tutoría se realiza
en gran medida sobre la base de la relación que se establece
entre la o el tutor y sus estudiantes. Para muchos estudiantes,
vivir en la escuela relaciones interpersonales en las que exista
confianza, diálogo, afecto y respeto, en las que sientan que son
aceptados y pueden expresarse, sincera y libremente, será una
contribución decisiva que obtendrán de sus tutores y tutoras,
quienes a su vez se enriquecerán también en dicho proceso. Los
tutores y tutoras ocupamos un lugar primordial en la labor de
promover y fortalecer una convivencia escolar saludable y
democrática, a través de las relaciones que establecemos con nuestros estudiantes, y generando un clima cálido
y seguro en aula.
Áreas de la Tutoría
Las áreas de la tutoría son ámbitos temáticos que nos permiten brindar atención a los diversos aspectos del
proceso de desarrollo de los y las estudiantes, para poder realizar la labor de acompañamiento y orientación. Es
importante no confundirlas con las áreas curriculares y destacar que los y las docentes tutores deben priorizar en
su labor, aquellos ámbitos que respondan a las necesidades e intereses de sus estudiantes. Las áreas de la tutoría
son las siguientes:
I.D.E.P.
Podemos definir las características esenciales de la tutoría a partir de la concepción y de los pilares descritos. La
tutoría es:
Todo docente es por naturaleza orientador, pero no todo docente reúne las
características que lo lleven al ejercicio de la tutoría. Se requiere un perfil
especial que combine varios requisitos, entre los más importantes están:
4. Carisma. El tutor debe trasmitir confianza; su modo de actuar debe facilitar el establecimiento de relaciones
cordiales y fluidas. Por tanto, no debe ser ni “el malo de la película”, el excesivamente riguroso y a quien todos le
temen; pero tampoco aquel que su carácter permite que los estudiantes se excedan llegando incluso a muestras
de falta de respeto.
7. Saber escuchar. Otra cualidad fundamental es la capacidad para ser receptivo y ponerse en el lugar del
estudiante frente a una situación difícil. Ciertamente que no se trata de ocultar actos de indisciplina o dejadez del
estudiante, pues son conductas que deben ser corregidas. La referencia va a que se dan situaciones en las que el
bajo rendimiento, la desatención, el poco interés por estudiar puede deberse a problemas serios que enfrenta en
su hogar o en las propias relaciones con sus compañeros al interior del colegio.
9. Trabajo a tiempo completo. Una jornada laboral a jornada completa es no solo deseable sino indispensable
para el ejercicio de la función de tutor. El tutor tiene que vivir plenamente el clima de trabajo del estudiante y del
colegio en general; conocer las limitaciones de este clima, colaborar con la dirección de la institución a tratar de
superarlos.
Además, un trabajo a jornada completa tiene una ventaja: facilita compartir experiencias de ejercicio de la función
con otros tutores. Hay problemas que pueden resultar comunes y entre tutores pueden ayudarse y recomendar
medidas de trabajo a otros profesores y a la dirección del colegio. Por otro lado, el intercambio de experiencias
es una actividad pedagógica muy enriquecedora.
10. Predisposición a seguir aprendiendo, capacitarse. Las mutaciones sociales, la revolución tecnológica, la
globalización son, entre otras, variables que influyen en el enfrentamiento de nuevas conductas y riesgos sociales.
Así como las normas de convivencia tienen que actualizarse periódicamente, también deben hacerlo las
estrategias de trabajo de los tutores. Una forma de hacerlo es proveyéndoles capacitación, materiales auto
instructivos y fomentando en intercambio de ideas sobre temas que incumben a la formación integral del
estudiante.
función de educar es una de las responsabilidades más complejas que un ser humano puede asumir. Educar es
formar a un sujeto para que viva como persona. Y es una tarea nada fácil, muy agotadora y a la que los padres se
tienen que enfrentar, la mayoría de las veces, con escasos recursos y casi siempre desatendidos. Pero para educar
hay que educarse. Lo mismo que para formar hijos responsables y sinceros hay que ser padres responsables y
sinceros, si quieren hijos seguros de sí mismos tienen que actuar con ellos con respeto, comprensión, aceptación
y estímulo. “Ningún padre nace enseñado.” Éste es uno de los primeros puntos que deben tener en cuenta
aquellos que desean tener hijos.
La familia es el primer agente socializador de los hijos por lo que educar bien es un reto, una responsabilidad y
una de nuestras mayores satisfacciones.
Ser madres y padres es complejo, continuo y gratificante, pero al mismo tiempo difícil porque no tenemos las
herramientas necesarias para este trabajo ni “el manual de instrucciones” para afrontar cada situación; se trata
de desarrollar un aprendizaje ensayo-error acompañado de sentido común, paciencia, cariño y dedicación. Los
padres necesitan de información y formación previa.
Aquí es donde una Escuela de Padres les ayude a conocer herramientas y orientaciones útiles que les permitan
enfrentar con mayor capacidad la tarea sobrellevar una familia.
En muchas ocasiones los padres intentamos educar a nuestros hijos siguiendo pautas semejantes a las que
recibimos nosotros cuando éramos niños, sin embargo, en la actualidad la sociedad ha cambiado
vertiginosamente y la familia se ha visto implicada, no ha quedado ajena a estos vaivenes sociales: publicidad,
avances tecnológicos, crisis económica, desestructuraciones familiares…
I.D.E.P.
Desde la Escuela de Padres surge la posibilidad de estimular la participación activa y el esfuerzo por contrarrestar
los problemas que se presentan en la familia y en la sociedad, se trata de promover una educación PREVENTIVA
Y EFICAZ, no podemos educar “apagando fuegos”, es importante “perder el tiempo” hablando de la educación de
nuestros hijos.
La Escuela de Padres contribuye al encuentro y reflexión de manera colectiva sobre la tarea educativa que se
realiza con los hijos.
En la educación no existe un modelo único ni exclusivo, debemos adaptarnos a cada hijo y a sus circunstancias.
Madres y Padres, mediante la escucha y presencia activa, participarán y dialogarán aprendiendo unos de los otros
y compartiendo experiencias e inquietudes.