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LA DROGADICCION Y EL DERECHO A LA SALUD Aucia GiLone* El campo de la medicina transité una evolucién desde el si go pasado, y particularmente desde los afios cincuenta, hacia spectos que proponen soluciones y acciones sanitarias previas 2 iz enfermedad. Se empieza a hablar de culdados para promover salud y evi- ‘cr datos, se desarrolla la llamada medicina preventiva ya par- ‘ar del enfoque epidemiolégico de la triada agente, huésped, am- Diente cobran relevancia —entre otros los aspectos educativos sanitarios, perfilandose una mirada y consecuente accién hacia Jo colectivo del fendmeno salud, hito fundamental en la evolucién de su concepeién y en la practica consecuente. Posterior al significativo avance téenico-cientifico que signi- cé el campo inmuno-biolégico, 1o médico va deslizéndose hacia Jo social en la comprensién de sus disciplinas, en su accionar y en las propuestas de politicas puiblicas. Sern sus ¢jes el equipo interdisciplinario, la estrategia de atencién primaria, la préctica discursiva de este enfoque, el es- + Es médica sanitarista egresada de la Facultad de Clenclas Médicas de la Universidad de Buenos Aires. Diplomada en Salud Publica en la Universi dad de Buenos Atres, Coordinadora de la Comisién de Salud de la Asam: bea Permanente por los Derechos Humanos. Integr6 la Comision de Ex- pertos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo que prepara Jas Bases para el Plan Nacional de Derechos Hamanos de 1a Argentina. Funcionaria en el area de Salud Mental, Droga, Minoridad y Familia en la provincia de Neuquén. Directora nacional de la Prablematica de Drogas en fl Centzo de Integracion Juvenil de México. Conferencista nacional e inter- nacional, Actualmente es asesora de la Comisién Nacional Coordinadora de Politicas Publica en Materia de Prevencién y Control del Tratico Ilictto ide Estupefactentes, Je Delincuencia Organizada Transnacional y Ia Co- rupeién. 64 LA POLITICA CRIMINAL DE LA DROGA ‘cuchar y hacer participar a la poblacién, la importancia del tra- bajo territorial, local, el lugar donde la gente vive, la escuela y otros espacios y actores sociales. En definitiva. esos postulados se enriqueceran con la jerarquizacién del cuidado oportuno y efi- az de la salud y el lugar central de la medicina social. Sergio Arouca,’ protagonista destacado del movimiento de reforma sanitaria de Brasil y de la incorporacién constitucional de un texto referente a esta tematica, transformado luego en los, fundamentos de la ley de instauracin del Sistema Unico de Sa- lud, lo explica desde el desarrollo te6rico y practica militante, aportando en nuestra Region —y obviamente en la Argentina— Junto con procesos y luchas similares en nuestro pais protagoni- zados por sanitaristas, académicos y diferentes organizaciones de trabajadores de la salud, hasta la Oficina Sanitaria Panameri- cana’ a través del pensamiento y accién de algunos de sus fun- cionarios. Es en ese camino en el que Nactones Unidas concluye por formular y asumir: Salud tlene para serlo determinantes socia- les en su génesis yes un derecho humano que como tal posee untversalidad, interdependencia e interrelacién con los otros de- rechos, tiene caracter vinculante para los Estados, protege a las personas y grupos de personas y se centra en la dignidad del ser humano. Un area particularmente dificil pero paradigmatica de estos posicionamientos es el Hamado campo de la salud mental. Nor- mativas internacionales y nacionales, en el marco conceptual de salud, formula a la salud mental como el campo de conocimien- tos y de practicas desde lo médico, lo psicol6gico y lo psiquiatri- co, interdisciplinario, participativo, que incluya en ella a pacien- tes, familiares y poblactén en general. desmanicomializando y deconstruyendo mitos que por siglos fueron y atin son funciona- les a practicas y acciones del Estado tales como el encierro, 1a * nouca, Sergio, EI dilema preventivisia, Contribucién a ta comprensién y crltica de la medtcina preventiva, Ligar, Buenos Aires, 2008, * Nota: Juan César Garcia: santtartsta argentino, funcionario de la Organi zacion Panamericana de la Salud y pionero en el desarrollo de la concep. cién social dela medicina, Véase Ganets, Juan C. (dir) Pensamiento soctal en salud en América latina: ergantzadores: Everardo Duarte Nunes; Me: ria Isabel Rodriguez y Sail Franco, Organizacioa Pantamericana de la S&- lud, México, 1994 SOBRE LA DEMANDA - GILLONE 6 xresi6n, la violacién de derechos en nombre de la peligrosidad -a si y/o para otros. Dentro del campo cognoscitivo de la salud, no existe ningu- otra disciplina como la de la salud mental que muestre la sersectorialidad de areas intervinientes més alld de lo médico, -o también, la subordinaci6n funcional a concepciones conser- joras y poderes dominantes extra médicos, El poderoso “negocio” de estos tiempos de la atencién médi- de las personas a expensas de vastos y importantisimos desa- -ollos tecnolégicos y cientificos, no es precisamente cl de la sa- mental, el cual Se nutre de recursos humanos y de ningén surso sofisticado para lograrla, excepto nada més [y nada me- ) que sus herramientas para lograr el bienestar. Sin embargo y en nombre del bienesiar, se suele mezclar ingredientes que la vuelve insistentemente “loca” ala vapu- cia salud mental: los psicofarmacos y sus consumos y la inter cin desde el campo juridico legal y psiquidtrico manicomial, stificador de la proteccién contra la tan mentada peligrosidad e designa. En una excelente resefia® de la evolucién del concepto y préc- de la salud mental en diversos paises y en el nuestro con la jeriencia del modelo del Lantis (servicio de Psicopatologia del iclinico Evita) de Mauricio Goldenberg y su equipo, asi como posterior propuesta y puesta en marcha del Plan Nacional de iud Mental elaborado por el doctor Goldenberg a partir de la ‘auract6n de la democracia en 1983, residentes de salud men- de Ciudad de Buenos Aires se preguntan si ¢s posible hoy, la -smanicomializacion en esta Ciudad. Se resefia el plan nacional de Espana y especificamente el de \dalucta; se recuerdan antecedentes de ruptura del modelo asi- desde Inglaterra en el siglo xx, en los Estados Unidos en las imeras décadas del siglo xx, y luego las experiencias de la {ipsiquiatria de Inglaterra, Francia y Franco Basaglia cn Trieste, a, con la Iey nacional de salud mental 180, que fue modelo -a las propuestas innovadoras en nuestro pais y justamente © Revista Tapia, febrero 2009. Ateneo: “AEs posible la desmantcomsalizaeton fen la Ciudad Autonoma de Buenos Aires?” Leticia Gambina, Guillermina, Guttérrez y Suan Ignacto Bilbao, residentes de Salud Mental, septiembre 2008. 66 LA POLITICA CRIMINAL DE LA DROGA para la formulaci6n y aprobacién dela ley 448 en Ciudad de Bue- nos Aires. Esta tiltima, actualmente vigente, sigue a la espera de su implementaci6n para entonces desplegarse, existir y actuar en consecuencia. El gobierno de la Ciudad Auténoma de Buenos Aires decide* en diciembre del afio 2005, con el propésito de avanzar cn cl cumplimiento de la ley 448, crear la Direccfén General de Salud Mental cuya funcion es disenar e implementar los ejes estratégi- cos de gestién del sector. Esta modificacién en la estructura organizativa tiene por fi- nalidad fortalecer el desarrollo de las politicas en salud mental y ‘generar una eflcaz asignaci6n, coordiinacién y control de los recur sos disponibles. Asimismo, en ¢l marco de un modelo de atenctén basado en el respeto a los derechos humanos y en la integracién social resulta relevante destacar la decisién politica de extender la intervencién del Hospital Braulio Moyano e iniciar el relevamiento del estado clinico, psiquico y social de las 1-100 pactentes inter- nadas con el fin de determinar su tratamiento adecuado. Continuando con el plan de gestién iniciado en el 2005, este aho la DGSM priorizara sus acciones en los siguientes aspectos: — Avanzar en la implementacién de las redes de contencion socioeconomicas y sanitaria ~ Progresar cn el desarrollo de las obras de infraestructu- ra necesarias para el proceso de desinstitucionalizacion de los pacientes con trastornos mentales. = Desarrollar programas de prevencién y atencién de temas centrales como violencia y adicciones. = Integrar el recurso humano interdisciplinario a las es- tructuras de guardia para el abordaje conjunto de la pro- blematica emergente en las areas de urgencia. Sein lo establecido, entre las principales responsabilida- des de la DGSM se encuentran las siguientes ~ Coordinar y controlar el Sistema de Salud Mental de la cimdad. = Planificar, ejecutar y controlar las politicas de salud mental. = Coordinar el desarrollo y functonamiento de todos los cfectores de salud mental de la Ciudad, + ob. ett ‘SOBRE LA DEMANDA - GILLONE 67 ~ Entender en la regulacion y fiscalizacion de los profesio- nales, establecimientos y Servicios de salud mental. ~ Crear y coordinar el Consejo General de Salud Mental, = Intervenir en la Oficina de Gestion. En este marco normativo vigente, reubicamos la ley 2318 de ‘= Chudad Auténoma de Buenos Aires.* Esta ley, que en su arti- ssledo pauta la atencién en toda Ja dimension preventiva, sistencial y de recuperacién y reduccién de dajios de las perso- ‘=2s afectadas por consumos problematicos de drogas, podra efec- ‘Sramente operar, si cuenta con la red asistencial y de salud men- salen los hospitales generales ¥ la permanente y eficaz fiscalizaein = ‘odos los efectores de salud (de los tres subsectores y de la so- ‘Sedad civil) que estén registrados para la atencion de la proble- atica de drogas, Ala luz de la situacion mundial y nacional de este complejo =roblema del consumo de drogas y posibles adiceiones con n ‘Ssias consecuencias a Ja vista, queda develado cn nuestro pais ideficitario accionar en el campo preventivo social y sanitario. ‘Sin embargo, para dar inicio al cambio de paradigma que se ‘sume en buena parte del mundo y en nuestro continente latino- smericano, cabe enfatizar que en ja Argentina, las primeras, im- ‘=rescindibles e impostergables acciones que conllevan a la re- -Gecci6n de dafos, son la despenalizacién de la tenencia para uso ‘personal y las acciones cada vez mas coordinadas de lucha con- =a el narcotrafico. Dentro de estos objetivos a realizar, le cabe al sistema de sa- Sed revisar qué tiene y qué le falta para ofrecer todos los recursos Semmanos necesarios con el fin de que el dato producido no avance y se atendido desde esa salud que discursivamente tanto formula- ‘mos, pero que atin no logra su ejercicio pleno como derecho. St bien el desarrollo conceptual y operativo de la prevencién ela salud tuvo épocas de esplendor en el pais y debe recuperar- = en el contexto presente, cl dao existe y su magnitud exige una seestructuracién de la oferta de recursos, para que la asistencia =édica reparadora y rehabilitante, sea oportuna, sostenida y de ssobertura eficaz, * Ley 2818, Prevencién y Asistencia del Consumo de Sustancias Psicoactivas ¥ de Otias Practicas de Riesgo Adictivo, sancionada en mayo de 2007, ‘promulgada en junio de 2007. 68 Us POLITICA CRIMINAL DE LA DROGA La oferta plena de servicios y recursos para la atencin del dafo existente debe ademas interactuar con Ia libertad que Ie cabe a cada persona como Utular del derecho a solicitar aten- cién,

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