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Job, Antítesis Del Génesis
Job, Antítesis Del Génesis
Cuando maldice el día en que nació –Muera el día en que fui engendrado– está
maldiciendo el día primero de la creación que debería desaparecer junto con todo
lo creado.
Job 3: Reescritura del relato de
la creaciòn en el Gènesis
Cuando desea que el día de su nacimiento «sea oscuridad», (3,4) y que la noche
de su concepción «espere luz, y no la haya», está negando las primeras palabras
de la creación: «‘haya luz’ y hubo luz» (yehî ́ôr, Génesis 1,3).
Job 3: Reescritura del relato de
la creaciòn en el Gènesis
Cuando exige que se borre del calendario la fecha de su nacimiento, está pidiendo
que el cosmos retorne al Caos, el universo a su estadio inicial, sin sol, luna ni
estrellas que marquen el curso de los días.
Job 3: Reescritura del relato de
la creaciòn en el Gènesis
En Job, por el contrario, el mundo está lejos de ser perfecto y Caos reina
omnipresente con sus monstruos primordiales y apocalípticos, el Leviatán,
Behemot o Rahab.
División y contenido
El poema del capítulo 3 avanza en tres estrofas (1-10, 11-19 y 20-26),
desde el pasado al futuro –el nacimiento y la muerte–, para centrarse en
el presente de sus desgracias y padecimientos.
Serie de
metáforas
entrelazadas
1. Luz y tinieblas
2. Día y noche
3. Vida y muerte
4. Nacimiento y tumba
5. Orden y caos
6. Conocimiento y misterio
Maldiciones
1. «Que perezca el día en que fui concebido y la noche en que se anunció: “¡Ha
nacido un niño!”
2. Que ese día se vuelva oscuridad; que Dios en lo alto no lo tome en cuenta; que no
brille en él ninguna luz.
3. Que las tinieblas y las más pesadas sombras vuelvan a reclamarlo; Que una nube
lo cubra con su sombra; que la oscuridad domine su esplendor.
4. Que densas tinieblas caigan sobre esa noche; que no sea contada entre los días
del año, ni registrada en ninguno de los meses.
5. Que permanezca estéril esa noche; que no haya en ella gritos de alegría.
6. Que maldigan ese día los que profieren maldiciones, los expertos en provocar a
Leviatán.
7. Que se oscurezcan sus estrellas matutinas; que en vano esperen la luz del día, y
que no vean los primeros rayos de la aurora. Pues no cerró el vientre de mi madre
ni evitó que mis ojos vieran tanta miseria.
1. «Que perezca el día en que fui concebido y la noche en que se anunció: “¡Ha
nacido un niño!”
2. Que ese día se vuelva oscuridad; que Dios en lo alto no lo tome en cuenta; que no
brille en él ninguna luz.
3. Que las tinieblas y las más pesadas sombras vuelvan a reclamarlo; Que una nube
lo cubra con su sombra; que la oscuridad domine su esplendor.
4. Que densas tinieblas caigan sobre esa noche; que no sea contada entre los días
del año, ni registrada en ninguno de los meses.
5. Que permanezca estéril esa noche; que no haya en ella gritos de alegría.
6. Que maldigan ese día los que profieren maldiciones, los expertos en provocar a
Leviatán.
7. Que se oscurezcan sus estrellas matutinas; que en vano esperen la luz del día, y
que no vean los primeros rayos de la aurora. Pues no cerró el vientre de mi madre
ni evitó que mis ojos vieran tanta miseria.
El Satán y la
Serpiente del
Edén
1. La Serpiente del Génesis
tentaba al hombre y a la
mujer, el Satán reta al
mismo Dios
El Satán y la Serpiente del Edén
Se pasea por la tierra como Dios lo hacía por el jardín del paraíso
El Satán y la Serpiente del
Edén