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TEMA: “OBEDECER LA PALABRA DE DIOS GARANTIZA LA BENDICIÓN”

LECCIÓN: Levítico 26: 1 al 5 TEXTO: Josué 24:14

Introducción al Tema de la Lección.

(“No haréis para vosotros ídolos…”) v.1


Entramos esta semana al capítulo 26, llegando así, casi al
final del Libro de Levítico.

Este capítulo es una especie de conclusión a todas las “Leyes


Levíticas de Santidad” que se encuentran desde el capítulo
17 al 25 (Código de Santidad). Todos los preceptos
entregados como una “Constitución del Pacto”, entre
Jehová e Israel, se cierran con este capítulo que, entrega
una amplia muestra de la bendición que, se aseguraría al
cumplir y observar la ley dada, y las amenazas de castigo,
por la desobediencia de ellas.

Era una práctica común en la cultura del mundo antiguo, finalizar los documentos
o tratados sobre un asunto legal importante, con una lista de beneficios, que
resultarían por cumplirlos, y la invocación de castigos, sobre aquellos que los
violasen. Este formato de bendición y maldición se encuentra también en el
Pentateuco en Deuteronomio 28 al 30 y en este capítulo 26.

vv. 1 y 2 Los dos primeros versículos del capítulo parecen resumir y recordar los
primeros mandamientos de Éxodo 20. Estos mandamientos son puestos a la cabeza de la bendición y
maldición. Al prohibir la idolatría y exigir guardar el sábado se está previniendo la apostasía en Israel. Ya
la prohibición de la idolatría se había dado en las leyes del decálogo que entregó Moisés en el Sinaí. (Ver
Éxodo 20: 3,4, 23; 23: 24 y 25)

El v.1 hace alusión a tres tipos de ídolos existentes en el contexto de Levítico: “escultura” cualquier obra
de artesanía labrada en piedra, madera o metal; “estatua” un pilar vertical erigido para ser adorado;
“piedra pintada” o piedra dibujada con algún símbolo o imagen grabada en ella

Cuando nos preguntamos ¿Qué aplicación tienen estas leyes hoy?, comencemos por definir la idolatría
“como todo aquello que ocupa el lugar de Dios en el corazón” y “todo aquello que destrona a Cristo del
primer lugar en la vida del creyente” (Ver Mateo 10:37).

En el día de hoy la idolatría sigue vigente de múltiples formas, y no estamos exentos de vernos envueltos
en ella. Desde el lugar que ocupan los hijos en el corazón, los bienes materiales, los líderes políticos o
religiosos, los íconos del deporte y el espectáculo; hasta las formas más sutiles y sugestivas de seducción,
como la belleza, los atuendos, el conocimiento, los
libros; y como lo ilustra la imagen, la tecnología. Todo
aquello que atrapa el corazón ocupando el lugar que
Dios debería ocupar es una forma de idolatría. (Ver
Deuteronomio 6:5)

Dios deja claro que es Espíritu infinito (Ver Juan 4:24),


por consiguiente, representarlo en una imagen, obra
de manos humanas y sacralizar una imagen para
reducirlo a ella y adorarla, es cambiar su verdad en
mentira y su gloria en vergüenza.

El temor reverente en el santuario…


Hay que recordar que esta forma de pecado persiguió a Israel durante toda su historia, provocando la ira
de Dios que los llevó al cautiverio. Israel una y otra vez levantó altares a Asera y Baal en lugares altos. Esta
forma de adoración idolátrica perdió el corazón del mismo Salomón al que ninguna sabiduría le ayudó a
escapar de sus redes. (Ver 1° Reyes 11: 4 al 10)
La modernidad sólo ha cambiado la máscara de la idolatría. Nuevas caretas son el consumismo y
materialismo que domina las sociedades. El “comprar” y el “poseer” a la distancia de digitar un celular,
seducen el corazón constantemente y lo adormecen con la “comodidad”.

Las leyes que aparecen al principio del capítulo, enfatizan la exclusividad del SEÑOR, el Dios de Israel, como
también SEÑOR del descanso y del santuario. Se vuelve a enfatizar el reposo y el descanso como
mandamiento y no como una opción. Un reposo necesario para escuchar a Dios y enfrentar los desafíos
del mundo. (Ver Salmo 46:10, Eclesiastés 9:17, Hebreos 4:1, 9 al 11)

Los vv. 3, 4 y 5 señalan que las bendiciones vendrán como


consecuencia de la obediencia del pueblo. Abundancia de
frutos de la tierra. La obediencia traerá su fruto. (Ver
Deuteronomio 11:14; 2° Crónicas 7:14). Dios proveerá la
lluvia para mejorar las condiciones para la agricultura en
la nación .Habrá pan hasta saciarse. (Ver 25:19).Antes que
acaben de trillar el grano recogido, estará dispuesta la
vendimia, y antes de que acabe la vendimia, ya será
tiempo de sembrar. Habrá tal abundancia que tendrán que poner fuera lo añejo para darlo a los pobres, y
así tener sitios en sus graneros para guardar lo nuevo. (Ver v.10) .Esa bendición podía experimentarse en
toda su plenitud sólo si Israel vivía de acuerdo con el pacto. De otra manera sería invalidado, y el hecho de
que Dios retuviera sus bendiciones expondría a Israel a los peligros de una tierra maldecida y a la debilidad
humana.
PRIMER TÍTULO: “DIOS PROHÍBE TODO TIPO DE IDOLATRÍA” v.1 (Ver Éxodo 20:3 y 4; 1° Juan 5:21)
Es indudable que el término “idolatría” no tan solo se aplica a las figuras de metal, yeso, madera u otros
materiales. El término también abarca los afectos desordenados hacia las personas y los objetos, el
envolvimiento de los aspectos materiales y los deseos ambiciosos que ahogan la vida del espíritu. Un
aspecto que cobra auge día a día es el lugar que va ocupando la tecnología en la vida diaria.1° Corintios
10:14

SEGUNDO TÍTULO: “EXIGENCIA DIVINA RESPECTO AL DÍA Y LUGAR DE ADORACIÓN” v.2 (Ver Levítico
19:30; San Juan 20:19 y 20)
Simbólicamente, el sábado también abarca el tiempo de reposo y silencio que dedicamos a Dios no tan
solo en el culto dominical, sino en el día a día. Cada día debería tener un “Shabbat” para estar quieto con
Dios y escuchar lo que Él tiene que hablar al corazón. La agitación estresante del día a día es difícil
enfrentarla sin un tiempo de reposo a solas con Dios. Génesis 24: 62 y 63

TERCER TÍTULO: “ABUNDANTE PROVISIÓN PARA EL PUEBLO DE DIOS QUE GUARDA SUS
MANDAMIENTOS”. vv. 3 al 5 (Ver Amós 9:13; San Juan 14:21)
Las promesas de Dios descansan en su fidelidad no en nuestros esfuerzos humanos para ser bendecidos.
Dios nos bendice porque es fiel a sus palabras de no dejarnos ni abandonarnos, porque es un Padre tierno
que nos da la “herencia” aún sin merecerla, como lo hizo el padre con el hijo pródigo. Aún después de
malgastarlo todo, nos viste, nos calza, pone anillo y nos hace una fiesta al regreso. 2° Timoteo 2:13

REFLEXIONES:
¿Piensa en, qué lugar ocupan en tu corazón: los hijos, tus padres, tu casa, tus posesiones, tu trabajo, tus
deseos, tus proyectos, tus sueños? ¿En estos momentos de tu vida cuál es el centro de preocupación?
¿Tu provisión diaria descansa en el trabajo que tienes y en el sueldo que recibes, o aún sin trabajo y sin
sueldo, confías en el sustento fiel de Dios a pesar de?
¿Por qué piensas que Dios puede retener sus bendiciones sobre sus hijos? ¿Qué causas podrían existir si
meditamos en 2° Crónicas 7:14?
¿Cuándo planificas tus días y tu semana, incluyes pequeños “tiempos sabáticos” para estar con Dios y
evaluar tu andar? ¿Crees que son tiempos necesarios? (E.B. /14 MAYO 2023/EFESIOS 4:12/HNO. S.J.C.)

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