TEMA: OBEDECER LA PALABRA DE DIOS GARANTIZA OBEDECER LA PALABRA DE DIOS: Corresponde a la acción de aprender y poner en práctica la enseñanza divina.

LA BENDICIÓN.
LECCION: LEVÍTICO 26:1-5
1 No haréis para vosotros ídolos, ni escultura, ni os
levantaréis estatua, ni pondréis en vuestra tierra
piedra pintada para inclinaros a ella; porque yo soy
Jehová vuestro Dios.
2 Guardad mis días de reposo, y tened en reverencia
mi santuario. Yo Jehová.
3 Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis
mandamientos, y los pusiereis por obra,
4 yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra
rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su
fruto.
5 Vuestra trilla alcanzará a la vendimia, y la vendimia
alcanzará a la sementera, y comeréis vuestro pan
hasta saciaros, y habitaréis seguros en vuestra tierra.
TEXTO: JOSUÉ 24:14
14 Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con
integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros
los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al
otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová.
Esta obediencia a la palabra de Dios se refleja claramente en el V.3 de la lección, que expone una triple acción
condicional “Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis mandamientos, y los pusiereis por obra”, es
decir, que está refiriéndose a tres condiciones específicas: andar, guardar y poner por obra. En hebreo “andar”,
es “jalák”, que significa literalmente “acudir”; “guardar”, es “shamár”, que significa literalmente “advertir”; y
“poner por obra”, es “asá”, que significa literalmente “hacer, administrar”. Esto da a entender que la
obediencia a la palabra de Dios se refleja en “acudir” cuando Él llama, “advertir, o poner atención” a lo que Él
pide, y “administrar” bien el tiempo a su servicio.
Dios pide de su pueblo obediencia. Pero no es una obediencia ciega, sino una obediencia a le ley divina, una
ley que requiere que los ojos, los oídos y todos los sentidos estén atentos a lo que requiera su divina voluntad.
Dios quiere servidores obedientes, cuyos frutos sean de integridad (no doble ánimo) y de verdad (no engaño).
Estos frutos tienen su asiento en el corazón, por lo que Dios pide a su pueblo que le sirva de todo corazón.
Lamentablemente, para el ser humano es difícil practicar la obediencia, sin embargo, cuando la lucha arrecia
Dios ofrece un mecanismo por el cual el creyente reciba nuevas fuerzas: “considerad cuán grandes cosas ha
hecho por vosotros”. Recordar las misericordias divinas produce gozo y nuevas fuerzas para seguir adelante.
OBEDECER LA PALABRA DE DIOS GARANTIZA BENDICIÓN, SI SE HACE SIRVIENDO A DIOS DE TODO CORAZÓN.
1 Samuel 12:20: Y Samuel respondió al pueblo: No temáis; vosotros habéis hecho todo este mal; pero con
todo eso no os apartéis de en pos de Jehová, sino servidle con todo vuestro corazón.
OBEDECER LA PALABRA DE DIOS GARANTIZA LA BENDICIÓN, SI SE HACE EN TEMOR Y VERDAD.
1 Samuel 12:24: Solamente temed a Jehová y servidle de verdad con todo vuestro corazón, pues
considerad cuán grandes cosas ha hecho por vosotros.

1 TÍTULO: DIOS PROHÍBE TODO TIPO
DE IDOLATRÍA. (V.1)
1 No haréis para vosotros ídolos, ni
escultura, ni os levantaréis estatua, ni
pondréis en vuestra tierra piedra
pintada para inclinaros a ella; porque
yo soy Jehová vuestro Dios.
ÉXODO 20:3-4
3 No tendrás dioses ajenos delante
de mí.
4 No te harás imagen, ni ninguna
semejanza de lo que esté arriba en el
cielo, ni abajo en la tierra, ni en las
aguas debajo de la tierra.
1 JUAN 5:21
21 Hijitos, guardaos de los ídolos.
Amén
IDOLATRÍA: Corresponde a la adoración que se le da a un objeto de culto distinto a Dios. La prohibición de esta práctica se ve
reflejada en el V.1 por medio de la expresión “ídolos, ni escultura, ni os levantaréis estatua”, que se refiere a la restricción
que tenía el pueblo de Dios de fabricarse imágenes para adorarlas. La palabra hebrea utilizada aquí como “ídolo” es “elil” que
se puede traducir como “imagen” y también se utilizaba para nombrar e identificar algo “nulo o inútil”. Esto da a entender
que, la adoración a una imagen, estatua, escultura o ídolo, representaba poner la fe en algo “vano, nulo o inútil”, pues no
puede ver, ni oír, ni menos responder a los requerimientos del idólatra, por lo que es una fe muerta.
La idolatría era una costumbre de las naciones paganas que fueron expulsadas de la tierra prometida, para que Dios se la
entregara por heredad a su pueblo. Aquellas naciones se transformaron en vecinas del pueblo de Dios. La recomendación
divina fue guardarse de las costumbre de los pueblos vecinos, especialmente de los ídolos, sin embargo, en cuanto aparecía
la oportunidad, el pueblo de Dios se desviaba hacia las imágenes. Los dioses ajenos no son un peligro exclusivo del pueblo
del Antiguo Testamento, pues, la iglesia debe constantemente luchar por vivir apartada de esta tentación. Existen muchas
maneras de formarse un objeto de culto distinto a Dios, por lo que la iglesia debe echar mano de las armas espirituales.
DIOS PROHÍBE TODO TIPO DE IDOLATRÍA, POR LO QUE EL CREYENTE DEBE HUIR DE ELLA.
1 Corintios 10:14: Por tanto, amados míos, huid de la idolatría.
DIOS PROHÍBE TODO TIPO DE IDOLATRÍA, POR LO QUE EL CREYENTE DEBE HACERLA MORIR.
Colosenses 3:5: Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos
y avaricia, que es idolatría;

2 TÍTULO: EXIGENCIA DIVINA RESPECTO AL
DÍA Y LUGAR DE LA ADORACIÓN. (V.2)
2 Guardad mis días de reposo, y tened en
reverencia mi santuario. Yo Jehová.
LEVÍTICO 19:30
30 Mis días de reposo guardaréis, y mi
santuario tendréis en reverencia. Yo
Jehová.
JUAN 20:19-20
19 Cuando llegó la noche de aquel mismo
día, el primero de la semana, estando las
puertas cerradas en el lugar donde los
discípulos estaban reunidos por miedo de
los judíos, vino Jesús, y puesto en medio,
les dijo: Paz a vosotros.
20 Y cuando les hubo dicho esto, les
mostró las manos y el costado. Y los
discípulos se regocijaron viendo al Señor.
DÍA Y LUGAR DE LA ADORACIÓN: Corresponde tiempo y espacio en el que Dios quiere que se celebre el culto de
adoración. Este día y lugar debe ser respetado reverentemente, pues es de gran solemnidad. Este extremo respeto por
el día y lugar queda reflejado en el V.2 mediante la expresión “tened en reverencia”, refiriéndose al día de reposo y al
santuario. La palabra “reverencia”, en hebreo es “yaré”, que también puede significar “temor, espanto”. Esto da a
entender que, el respeto por el día y lugar de adoración estaba relacionado con la grandeza del poder de Dios, por lo que
una falta de respeto debía producir temor o espanto, por las terribles consecuencias que podía traer sobre el infractor.
La reverencia es el respeto máximo que se le da a alguien por sus virtudes. En este caso, la reverencia a Dios es el respeto
máximo que se le da por su santidad, omnipotencia y benignidad. El respeto y la reverencia son atributos que el ser
humano, como creación de Dios, debe manifestar hacia Él; sin embargo, la soberbia siempre ha sido un gran
impedimento. El tiempo de Dios es sagrado, y el lugar de su presencia es santo. Dios requiere que el creyente dedique
tiempo a su servicio, y que no descuide ni falte el respeto al templo, donde se produce la comunión con Él, por medio de
la oración, el cántico, y la lectura de las Sagradas Escrituras.
EXIGENCIA DIVINA RESPECTO AL DÍA Y LUGAR DE LA ADORACIÓN PARA QUE SU PUEBLO LE SIRVA EN TEMOR REVERENTE.
Génesis 28:16-17: 16 Y despertó Jacob de su sueño, y dijo: Ciertamente Jehová está en este lugar, y yo no lo sabía. 17
Y tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que casa de Dios, y puerta del cielo.
EXIGENCIA DIVINA RESPECTO AL DÍA Y LUGAR DE LA ADORACIÓN PARA QUE SEA OÍDA LA ORACIÓN REVERENTE.
2 Crónicas 6:20: Que tus ojos estén abiertos sobre esta casa de día y de noche, sobre el lugar del cual dijiste, Mi
nombre estará allí; que oigas la oración con que tu siervo ora en este lugar.

3 TÍTULO: ABUNDANTE PROVISIÓN PARA EL PUEBLO
DE DIOS QUE GUARDA SUS MANDAMIENTOS. (V.3-5)
3 Si anduviereis en mis decretos y guardareis mis
mandamientos, y los pusiereis por obra,
4 yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá
sus productos, y el árbol del campo dará su fruto.
5 Vuestra trilla alcanzará a la vendimia, y la vendimia
alcanzará a la sementera, y comeréis vuestro pan hasta
saciaros, y habitaréis seguros en vuestra tierra.
AMÓS 9:13
13 He aquí vienen días, dice Jehová, en que el que ara
alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que
lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y
todos los collados se derretirán.
JUAN 14:21
21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es
el que me ama; y el que me ama, será amado por mi
Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
ABUNDANTE PROVISIÓN: Corresponde a una gran cantidad de una determinada cosa, en este caso, de todo
lo necesario para vivir sin preocupación. Esta expresión se ve reflejada en los V.3-5, y se resume en el V.5 por
medio de la expresión “comeréis vuestro pan hasta saciaros. La palabra “saciar” proviene del hebreo “sobá”,
que se traduce literalmente como “plenitud”. Por esto, la expresión “hasta saciaros” se puede traducir
también como “hasta la plenitud”. Esto da a entender que la “abundante provisión” de Dios conduce a la
plenitud de la bendición divina, a aquellos que guardan sus mandamientos.
Dios siempre deseó bendiciones para su pueblo. El requisito era permanecer en su voluntad y acatar sus
mandamientos. Sin embargo, el pueblo de Dios vivió escasez y pobreza, por haberse desviado del camino
que Dios les señaló mediante su ley. La bendición de Dios radica especialmente en la “manifestación” de la
abundancia de alimento, lo cual es simbólico, pues quién vive en “su voluntad” y “guarda sus mandamientos”
tiene abundante bendición espiritual, es decir, comunión con Él, por lo que el alma de cada creyente tiene
abundante alimento. Tal como Jesús mismo lo dijo: “el que a mí viene, nunca tendrá hambre”. (Juan 6:35)
ABUNDANTE PROVISIÓN DE VIDA ESPIRITUAL PARA EL CREYENTE QUE GUARDA SUS MANDAMIENTOS.
Juan 10:10: El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan
vida, y para que la tengan en abundancia.
ABUNDANTE PROVISIÓN DE SABIDURÍA ESPIRITUAL PARA EL CREYENTE QUE GUARDA SUS MANDAMIENTOS.
Santiago 1:5: Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos
abundantemente y sin reproche, y le será dada.