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Lunes 15 de mayo 2023 Sal y luz

Texto bíblico: “Ustedes son la sal de la tierra. [...] Ustedes son la luz del mundo” Mateo
5:13, 14 (NVI).
Objetivo: Mostrar que debemos ejercer una buena influencia sobre los demás. Si
queremos ser como Jesús, tenemos que dejar brillar nuestra luz e iluminar la vida de
las personas.
Recursos utilizados: Un salero y una lámpara o linterna, un balde o recipiente para
esconder la luz.
Introducción: ¿Alguna vez estuvieron en un lugar bien oscuro? ¿Quedaron sin luz en
sus casas una noche de lluvia? Es una sensación desagradable quedar a oscuras,
¿verdad? ¡Qué alivio cuando podemos volver a encender la luz! La luz hace toda la
diferencia en un ambiente oscuro. Jesús dijo que debemos ser como la luz para el
mundo oscuro. ¿Saben qué otra cosa dijo? Que debemos ser la sal de la Tierra. ¿Les
parece extraño? Entonces imaginen que mamá preparó la comida y se olvidó de poner
sal. Queda desabrida, sin gusto. Hoy aprenderemos cómo podemos ser la luz del
mundo y la sal de la Tierra. Historia bíblica: Muchas personas se acercaban a donde
Jesús pasaba para oír lo que decía. Se dieron cuenta que Jesús era diferente. Era tan
agradable estar cerca de él. Sus palabras los dejaban llenos de alegría y esperanza. Era
como la sal que le da un sabor agradable a la vida. Jesús acostumbraba a decir: ¿Saben
por qué están aquí? Para ser sal que da el sabor de Dios a la vida de las personas.
¿Sabor de Dios? ¿Cómo es eso? Todas las personas necesitan conocer a Dios y saber
que él es el único que puede dar felicidad a la vida. ¿La sal puede salar alguna comida
si está dentro del salero? (muestre el salero). No, debe estar mezclada con el alimento.
No podemos influir en las personas si guardamos lo que sabemos solo para nosotros
mismos, dentro del salero. Jesús también dijo que somos la luz del mundo. Miren esta
lámpara (o linterna). ¿Sirve de algo que esté encendida en un lugar oscuro si la
escondemos debajo de este balde? No, para cumplir su función, la luz debe iluminar.
Así también debe ser nuestra vida. Las personas deben mirarnos y ver un brillo
diferente: la bondad en las palabras, el amor al prójimo, la obediencia a las leyes de
Dios, el respeto a la Biblia y las cosas sagradas, y sobre todo, el brillo de personas que
aman a Dios y que desean ser como Jesús. Llamado: Jesús hizo la diferencia cuando
vivió aquí. Le dio sabor a la vida de las personas e iluminó el camino que indicaba el
cielo. Él nos invita a hacer lo mismo hoy. ¿Cuántos quieren hacer más sabrosa e
iluminar la vida de las personas que están a su alrededor? Que Dios nos ayude a ser sal
y luz.

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