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1 Goes D. S. ROBERTSON Director de la coleccién: Antonio Bonet Correa ARQUITECTURA : GRIEGA Y ROMANA ‘Teadoscida de R. Fontia Barezo 1 L, Abad Casal Qunvta EDICON CATEDRA ARTE, GRANDES TEMAS. 203 Tiewo oxginal de la obts: Greek end Roman Architectare Cbiena: Diego Lae een ie econ, De confi son pani cnelan Shan Penal ee, our seca on peas de olay pavieion de Uicrad Garner ross ples, a tadboon pura ane obs era anaes 9 clenina uta o eungues poce spre Sin preepive snrcin, (© 1905; ceimpeesén, 1971; 1974, Cambeidge Universcg Press, Bagland ‘Bdlioes Cede, SA, 1984 ‘Jun Tnai ce de Tn, 1007 ad Tega M. 27476-1998 SEN B4376265-6 Ings Gf Ra 8. A NAZAS RSS aes AR Lista deiseraciones...... Prélogo a la primera edicién Prélogo a la segunda ediciin ...... 1 u 1, WV, v. vi vi. vin. 1x. x x, XI xu, xv, xv. XVI XVI. Apéndices . um. Fuentes. Matesaiesy métodos........0+4 “Crete mincica, Troya y Grecia miséniea La Grecia micénica y a arquiteetura homérea La Edad oscura. Términos fenlces. Los primeros temples. 1B dérico primitive y sus precedentes en madera EL dbrico del sig v4 Bl jénieo arcaico EL dévco del siglo V hasta a Guerra del Ploponeso El jénico del sig ¥. El dérco ye covnto a finales del vy env. XS El onico de sgh 1 y el rico, jénico ycorintio helenistios «4, AE ‘Teatrosgriegs y otros edifcios excepto temples o casas privadas It ‘ibaace ggh y romana, Arqutecure erase y argtsire latina arcalee =~ Argitectrarmplatis la Roma wpubliana vss, Anquitetura templar det Imperio Romano... Sistemas de construccibn romanos. Arcs, bévedssy cipulas Basilica, teatros, anfteatros y otros monumentotromanos . ‘Casas y palacios priegos y romenos ‘Tablas cronolbgices BibliograBis ... Glossrio ‘CariruLo XV Sistemas de construccién romanos. ‘Arcos, bévedas y cfipulas Miés interesante que el auge y Ie decadencia de la tradiciGn decorativa helenis- tica en ta arguiteetura templaria del Imperio Romano ¢s el desarrollo simulténeo de nuevas técnicas constructivas. [Los romanos. fueron los primeros constructores de Europa, y quiz también det ‘mundo, que supieron apreciar completamente las ventajas del arco, la béveds y la cépuls, El arco y la b6veda de cain se habian usado con anterioridad en Egipto y Mesopotamia, y al menos en esta titime con gran atrevimicnto y con auténtico conocimiento de sus valores estéticos y estructurales. La prehistoria de la cGpula es mis oscura, pero cipulas de arcilia parece que se construyeron desde fechas ‘muy antiguas en el Oriente Préximo, aunque quizi no en gran escala. Los griegos, sin embargo, aunque desde muy pronto en eottacto con el Nilo y sin desconocer el Eulrates, a0 experimentaron hasta las conquistas de Alejandro interés alguno por unos métodos que les eran ajenos. Puede admitirse que la boveda atin se emploaba en Mesopotamia en la época belenisiiea, al igual que el ladrillo cocido?, aunque pparece que faltan pruebas concretes. La descripciéa de Estrabén de los Jardines Colgantes de Babilonia2, a base de pilares, arcos y bovedas, todos de ladrillo cock do y mortero asfiltico, Se ha puesto en relatién con una supuesta reconstruccién, helenistica’, pero no hay pruebas de ello. Mesios ain cabe sfirmer que le béveda se empleé en considerable medida en centros de la Siria occidental, como Antio- Guia; aparte de las cubiertas de silleria de los corredores del templo de Apolo en Digima‘ y de unas cuantas tumbas helenisticas, apenas hay evidencia en Siria y ‘Asia Menor de que la boveda estuviera aqui implantada antes de que los arquic (eetos romanos a llevasen. Pese & que n0 se puede alvidar nuestra profunda igno- rancia de la Siria de los seléucidas, se hace difill ereer que Jos arquitectos helents- ‘cos estén demasiado relacionados con el desarrollo de la bveda. Es cierto que el arco experiment6 algin progreso en Asis Menor durante este periodo, Se us0 en 5 aon pig. 23. 2 avn Se 2, 2 BUtAStn, atenvocke Duwi in Lahm, 03 «Vie ptg 220 Acarpanis, oh el noroeste de Grecia, en puertas de ciudad que, pot lo genecil, se adseriben al sigo V's, C., y por doquier en lugares no importantes nel euro, pero su aparcién en las puertas de Priene hacia el 300 a. C. marca un hito, pues, 4que nosotros sepamos, munca hasta enionces habia recbldo tal preeminence ‘una cided griage de alto nivel arqoitecténico. Sa empleo en el siglo siguiente tn oh muro del Beclesasterion® de ia misma ciudad es ain mas digho de noterse, pero no parece con todo que, an Epoca prerzomana, la constzuccié 4 base de ate ‘queries fueca en ninguna parte de Grecia un serio rival de los sistemas mis anti gos, En itll, el arco y la auténtice béreda quizds apareacan ya en cloacas y fumbas en una leche tan temprana como la transiciia del siglo Vr al Va. Cy sungue las famosas puertas con arco de Etrusia’, son, en su mayor parle, como rinimo del siglo. C. asia aqui hemos tratado de la béveda y de le cOpula simplemente como ideas constructivas; quedan por considerar los materiales con que se constr. yeron. En Bgipto las bevedas eran, salvo contadas excepeiones, de ledrillo secedo sol. Las Boredas oo piedre més antiguas que se conocen datan de alrededor ‘el 700 a. C. En Mesopotamia, las bOvedas fueron Mempze de ladrillo, secado a) sol 0 eoeids, Puede ponerse en dude si tanto la boveda como la cSpuls babrian ‘lcanzado entre los romans tan gran desecrollo de haber so su Gaico material de construccion In piedra cortada, unide en seco o por medio de morro, Lot problemas que en la labra de la’ piedra produclan las més seneiias variantes fn boyedas de cafon simples o eipulas pueden haber fascirado a os giegos, y los consiractores de tumbas de la época helenistca realizaron alguaos.Selos fxperimentos en Pérgamo; pero tales refinamsiontor no atajeron a los ingeaieos romenos, que procureron evitarlos en sus bévedas de piedra, El lado cosido ‘ampoco'tabria sida mucho m&s manejable. Pero en el Bormigia encontraron tun medio ideal, Era barsio, pues sus mejores ingredientes abundaban en Itai; era econémico, pues absorbla todo el sobrante de la albaflleriay ere incom. rablemenie fuerte y evitabe fodss las dficltades del labrado de la piedra El hormigén romano quizd se vera influido por la téenica del tapial (capas de tierra apisonada), de In que tenemos alguna evidencia Lterrie, pero lo més probable es que se’ desarrolase, en lo fundamental, partir de saa antgua ‘éenica amplismente dfundida: el empieo, entre compacios paramentos Ge piedra, de una mezcia de ripio y barro. La. novedad esensial consnte an la aust ‘ibn del barro por moriero de eal obtenido, en los mejores trabajos romancs, el polvo volednica, EI hormigén romano rara vez, 0 munca, se componia de mortero de eal sin as, ni se mezslaba previamente con su felleno; el método consstia en echar capas de piedra troceada feaementa) 0 ladilos rots, y rellenar cada ona, Ineo de extendida, ‘con’ mortero liquide que penetraba en ella solidfcdndole. Le rezcla resulabs tan fuerle que el parameato extern podia omitirse o reducire 4 un simple refuerzo de 1a superficie con piedra 0 ledrillo. Los gregos ut aren 2 veces la eal como mortero, tanto en los tempos prehisteicos como 5 Vea pig. 16, (7 Pack ats y Boedas primes, vase hay G, Wet, Aig, 1998, ple. SP (oma de ig0¥), YA, W. Lewzene, Heron, 1935 #1, 85 Gombe de Alva dt iglo 5 Ea wae ura etuseafacada proisionalente en th aglo IVa. ©. ne dan poets ated; ase pip. 80 5 lho MAIN. (Estas puerta se fechta cage vex ols usc Vase un Pesmeeeh ‘Ghandlr Shaw, Errrcan Peripl, allnore, 199% pig. 25 quien por su parte ascent purrat Penge also ets.C. LA. Richmond, 22! Sr XIN, IGS pce que soa de le epee ce Sta, Bi Als, aera Archaea, Vs 19s pag 3rd Que Gel a 4a pas ates y apenas ‘BME Eslntnn arcs ov lab ate elo fl ©) 2a fen Ios histbricos, pero: ésta munca ocupé un lugar destacado en su arquitee- ture, Rara vez lo mezclaban con cascajo como material de construccién, cuando lo bicieron, especialmente en ia épocs helenistica, ponian generelmente cal en tan escass’proporcién que se velan forzados a utilizar paramentos muy com: actos de piedrs, rectangular o poligonal, De manera similar se emples el yeso fen Egipto y Fenicia, y Teofrasto conoci6 y ponderé sus cualidades como mor ero; pero, considerados que han sido todos los precursores’, debe admitirse gue et bormigén, tal y como lo usaron los romanos a partir del siglo tl a. C., 8 un material sin duds nuevo y revolucionario. Dandole forma de arcos, béredas ¥ cfpulas endurecta répidaments, convirtiéndose en una masa rigida, libre de la imayorla de los empujes y tensiones internas que preacupaban a los constructores de estructuras semejantes en piedra o ledrillo. La dificultad radica en el preciso momento de la ereccién®, coando el material esté ain Hquido o semiliquido, En los muros verticales tevestidos de silleria compscta, el mortero se echaba fen cuanto se colocaba cada capa sucasiva de piedra, y una delgada lechada de mortero himeda més fino servia para unir los sucesivos estratos de bormigsa, Los paramentos menos sélides se levantaban en capas, con mortero muy fuerte: entre las dos-caras se echaba luego el micleo principal de hormiga dentro de lun encofrado provisional de tablas, y, cuando se retirabe éste, vertan una fina sezela por encima, para cefir toda fa masa, La construccién de areas, bovedas y cipulas no era tan sencilla, y nuestro eoaccimiento del método seguide es jundamentalmente conjetural. Se necesitabs, desde luego, una cimbra de madera, Con el hormigén, como con ia silleria, los fomancs trataron sin duda de reducir al minime el uso. de ia madera, pero ciertamente se he exagerado hasta. qué punto eran capaces de prescindir de olla. En concreto, se he concedido exce- siva importancia & un corioso sistema de arcos de ladrille embebidos en bovedas de hormigén'9, que aparecié hacia finales del siglo 1 d. C, y se hizo frecuenie a partir de ese momento en Roma y en la Italia central. Se ha dicho « menudo ue estos arcos se levantsban sobre una ligera cimbra, antes de comeazar con el resto de la boveda, formandose asi una especie de entramado para el sostéa de Ja cimbra de madera durante ef resto del proceso. Es, sin embargo, muy dudoso, dada la irregularidad ce su forma y lo profundamente hundidos que festa en el hormighn, que puedan haber servido para tal propésito. Su funcon quiz fuera te de dar consistencia al hormigén a Jo largo del proceso de en- durecitiento, asi como concentrar y dividir las tensiones y los empujes ejer- idos por la'masa semiliquida. Parece que, por norma, una Yez endurecido el hhormigén no cumplien una funcién especifice, aunque a veces se los trataba, al modo gotico, como la nervadure de la béveda, o al menos como el revesti- vmiento de tal nervadura, aligerando deliberadamente los espacios intermedios mediante easetones 0 con el uso de un material de relleno mis ligero, incluso. foras vacias. Los romanos a0 corrian riesgos, y reforzaban con todo cuidado ls estribos de sus bévedas, aunque en muchos casos la excelente calidad ce 5 Usa nove de satin Ge hormigtn sobre vas casefuente 22 Co (Bal core. bet eintemeate publica pig. £45, ylourn, Heli Sud, 1927, pg 238, se ha fechado con Soguiaad at oxic, sat de lg nyovante tase egestas R.A Corcagiey 1A Richmond en Paper ofthe Brith School st Rome oi K180), pee 1i"Pate todo et, vate speialmente A. Choey, Ltr de Basi chez les Romain, Par, 1872 (Chis foe un bolas poser, y erage a imparatsa de algunes putes sabe lor quer 8 pamers fu nna in sencion, Muchas de sun concusoner has #89 eteadus por Rei y clos por Sep, porO. Coma, eeu Ingepnens Roman, Har, 1628 a2 su mortero de cal hacia probablemente superlluo ese soporte permanente, una vex que el hormigén habia por fin euajedo%, Debe aftadirse que las caras internas de las bovedas se recubrian @ veces de una capa de tejas, sencilla 0 doble, colocadas de plano. Se ha defendide que estas tejas formaban’ ex su origen un caparazin sobre una ligera eimbre de madera, y que este caparenin se incorporaba una masa que se soportabs or si misma antes de que todo el peso del hormiga, que habrie requerids luna cimbra mis fuerte, fuera echado sobre ella. Es, con todo, dudoso si estas tejas podrian haber cumplido tal funcién, siendo quizk més probable que es tuvieran pensadas, como sugiere Corzo, para faciltar la aplicacion de adomos de estuco, Todos estos métodos se ilustrarin més adelante, en relacion con mo- rnumentos concretos, Los cjemplos importantes mis antiguas de hormigén en le ciudad de Roma son los podios o plataformas de los templos de la Concordia y Cistor. Ambos son de finales det siglo 1s. C. y muestran una téenica més bien madimentaria, Antes, en ts misma centuria, empezamos a encontrar en-Pompeya Fetios muros Ge cascote y cal reforzados extemamente con piedras de forme isregulat, ua sisteme que Vitrubio liam6 opus incertum. Puntos especialmente expuesios, como esquinas y jambas, se hacfan con blogues de piedra. En el siglo primero lor equetios bioques de revestimiente se yuelven més regulares (quasi reticulatum), ‘aunque el famoso esquema reticulado —bloques piramidales de bese ciadtada olocidos con la punta hacia dentro, como rombos— es raro antes de le epoca de Augusto", en la que se hace especialmente caracteristico, si bien condaus villiaindose hasta el siglo TI d. C. El empleo de ladrillos cocidos en esquinas ¥ Jambas aparece ex Pompeya, con el quasi reticulatum, en le primers titad del Siglo 1 a. C., pero se encuentra un poco antes como material pare las calm nas de la Basilica, asf como en algunas otras colurnas de la ciudad, Esto es interesante, porque el més antiguo ejemplo que se concce de ladzillo oxide en un edificio griego es extraordinariamente parecido, Se treta do un pa laclo helenistico de Nippur', en Mesopotamia, probablemente de. comiencor Gol siglo iit a. Cuz es de estilo griego, pero tiene columnas de ladrillo cocido, Ge acuerdo, con ia antigua costumbre mesopotimica. Estos hechos apoyan eh puto de vista de que el ladrillo entré en ol mundo greco-romano procedeate de Mesopotamia; a veces se encuentra en ef sur de italia en el periodo he Ienistico tardio. Ladrillos se_utilizaron desde luego mucho antes de esta epoca en Italia, al igual que en Grecia, pero secados al sol 0, a voces, Ligeramente cocidos, como en las murallas de Arezzo (Arretiurs), en Etruria, citedas por Vitrubio y recientemente desoubiertas, La utiizacién del tedrillo cocido para ef revestimiento de los mures, aparte ae fos puntos mas expuestos, raramente se de antes de la época de Augusto. pero se hizo cada vez més popular bajo el Imperio. Hasta el reinado de Nerba, mediados del siglo 1 d. C., los, ladrillos eran normalmente tejas corisdas y dos. bastades por una cara;:a partir de ese momento comenzaron ser labricados & propésito en forma de tridmgulo rectingulo. En ambos casos eran colocados cost Page ol onge de i bovede x Roms, véae hoy H. GIN, Der Uriprang des eit vind sbenldichen Walbwngsbues, Ven, 1895 (sea por tl sad. 9. 30s BS ap 'f Ea Roman el verdadero raseletm oaree comenaass pracios Sl gle C8 ate Taccay rani, Ronn Building ofthe Republie, U4 pig SS "3 Yaace pip 290, 8s dear Arh 10 7 a - 1s ease Nor Seon WR bg 186». Ad, Src, ona tmp de Degen, ou Ls, ete 23 42) Patio que precede al vetibulo del Palacio de Dioclecieno, Spalato : (UPiaza del Duomo) ‘Poerts de Orow del Palacio de Diocleciano, Spalato (dibujo y reconstruc Hebrara) mente en el Aqua Marcia, los arcos son més estrechos que Jas pilss, de modo gue la cimbra de madera podia sostenerse sin necesidad de endamiaje por de- bajo. Similares procedimientos son habituales en la consiruccién romana Ge arcos, y # menudo aparecen habilmente combinados con formas: decoratias ‘adicionales. Una notable ilustracién de la ecoomie romana en el caubeeos uode verse en el famoso Pont de Gard¥; (lim. XIVb), el gran puente de ones 49 metros de altura que soportaba ef acueducto de Nimes, en su mayor parte subterréneo, & través del valle del Gard o Gardon; fue levantado quis on el siglo 1d. C.'8. Aqui cada vano'se compone de cierto uimero. de aréos pars Jelos% simplemente yuxtepuestos sin entrelazarse; una estroctura de madéa Io Suficientemente ancha como para sostener uno de estos arcos bastaria asl para la construccién .de todo el_conjunto. Este método, que aparece et otras Cons rieciones romanas de la Galia, fue imitado en puentes ietievales de Avignon 4 otros Tugeres; conlleva una cierta pérdida de solidez, pero-el tiempo ha'jus tificado la economia, Un gran niémero de pueates y scueductos de épocasimperial hen sobrevivide fignran entre las obras més, agradables de Roma, porque estin singolarmente bres. de adornos superfluos y son hebitualmente “de hermosas preporciones, Las pilas de cada estructura son en su mayoria de tamano-uniforme, aunque 4 ménudo estin situadas, por razones practicas, a distancias irregulares. Como todos tos areos son cireulares y el nivel de su punto més alto debe ser doroxima. Gamente ef mismo pars todos%, deben arrancar de las pilas necesasiemente a aitaras diferentes, formando sus curvas diferentes segmentos cisculazes, asta Leger sl semicircwlo completo; a veces un arco arranca a diferente altura de tuna de sus piles que de la otra. En oeasiones se levantaban arcos. decorativos sobre la calzada del puente, bien uno a cada extremo, o uno sélo en el cent, ‘Uno de Jos més amplios arcos romanos conservados e¢ el nico ojo, de cerca de 35,S metros, del puente de Pont Saint-Martin, entre Timea y Aosta, El magnitieo Puente de seis ‘afeos que se constrayera en época de Trajano sobre el Tajo, en Alcintara, Expat, fue parcialmente destruido durante Ia Guerra de ‘a indepen: Gencia y en las guerras catlistas, pero fue teparado y anipliamente recoostiaido fen 1860. Cada uno de sus dos arcos-centrales mide alrededor de 26,5. metros. EL resto de este capitulo se ocupark mas de las bévedas de hormgén que ge la construcciéa en silleria. Se hace, asi pues, tonveniente en este. punto hablar de un notable: ejemplo de béveda romana en piedsa’l, ef asi lamado sTemplo de Diana» en Nimes. La habitacién central de este edifisio (lim. XV} que dificimente puede haber sido un templo, se cubrié con une béveda de catéy conservada afin en ‘uena parie, exyo esqueleto se formé con wna serie de eh Hidas costillas de piedra. algo separadas; los hueces entre llas st salvaron con places ms. delgadas que apoyaban en unos rebsjes en In parte superior de Jas costillas, Los muros leterales tienen’ profundos nichos, setiatados cttermadn, ‘mente por frontones friangulares o eirculares; entre ellos se levantaban colomece ‘dosadas con capiteles compuestos, que aparintaban soportar un eutablaments igs as partes is haw do bastante estar, ‘Bont du Gard, 1906, pg. 100 lsh foals cal npiot nC, Vise, eden, Gara lot acueductr Ge Roma, vase hoy T. Ahby, Ths Aiueduch of Ancs Rome, LA. Rickson, 1888) 1 Cato enol ale ineror, Cos eno sogunce yuao eno mis ai, Nocuaciement,pueso gle easase’t mnsuce, 1a feca de «Fenn 6e Diana es gusto el 30, pigine’) Jo asibove ale Spost de ss, Para ose somo ce Bove & Bearley = Rees rigne 3h C. Espérancieu (Le Pom du Gard, 1926, oy peo Sicimentepundes st ian aniguce Is capt co ‘lok ste pig. 208, 7 pare ae copa Se poke 25 Ja punta hacia dentro, como los bloques del reticulado, Por In misma époea, o un poco més tarde, encontramos hiladas de refverzo base de grandes teas, bipedales por medir dos pies romanos por cada lado, atravesendo a intervalos el muro. Los cambios graduales. en ef carécter del mortero, el material de relleno y el ledrillo han sido estudiados cuidedosamente estor -illimos aos, y constituyen una aportacién inestimable para la datacién de lot edificios imperi Jes, en Roma especialmente, pero los detalles son demasiado téenicos como para fraerlos aqul a colaciOn. Algunos de estos fenémenos reflejan acontecimientes histrieos;"en Jos aos que siguieron al incendio de Nerén en el 64 d. C., por ejemplo, ef ormigin aparece leno de fragmentos de los edificios incendiades. Deberiamos afiadir que desde época temprans se acostumbrO a revocar todos fcios de importancia con estuco, a menvdo lamativamente pintado, para que ni por fuera ni por dentro,-donde con frecuencia se ulilizaban placas ‘mérmol, quedaran 2 a vistalé las superticies de mamposteria 0 ladrilo Antes de bablar en detalle de los edificios concretos aqui elegidos para ikus- ‘ar el Geserrolio de ls béveda ide hormigén, debemos mencionar unos cuantos cjemplos destacados del uso de arcos y bévedas de silleria a finales de Ia Repiblica ¥ comienzos del Imperio; otros muchos serin citados incideatalmente mis ade ante, Debe apreciarse que los arcos romanos eran con frecuencia adintelados, pero, ademés, casi siempre de curva circular, aunque no formasen en todos loz casos. une semicircunferencia completa; las cipolas y las bévedae, sin embargo, segulan a veces otros tipos de curva, si bien munca Ja forma gética epuntada, Ea el siglo 1 a. C. encontramos tina actividad sin precedentes en la ‘cons. fruccida de atrevidos arcos de silleria en los puentes y scueductos de Rome Ei Pons Aemilius, un fragmento del eval ha sobrevivido en el

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