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Destructividad y repetición1

Eduardo Braier

Resumen Freud comienza a encarar expresamente el


problema de la destructividad en Más allá del
Este trabajo plantea las relaciones de la principio del placer.
destructividad con la repetición desde las En realidad son diversos los factores vinculados
teorizaciones freudianas. Es a la vez un estudio de con ella, lo que se complejiza aún más si tomamos
esta última, que aborda la diferenciación de las dos en cuenta distintas líneas de pensamiento en
formas de compulsión a la repetición, una «más psicoanálisis; vaya a modo de ejemplo todo lo que la
acá» y otra «más allá del principio del placer». escuela inglesa ha venido desarrollando acerca del
Valiéndose de la hipótesis de la génesis odio y la pulsión de muerte, y muy especialmente en
traumática de los sueños de Á. Garma y de la torno a la envidia y la destructividad que ésta
concepción de la transferencia manifiesta y latente de entraña (Klein,1957).2 Pero aquí sólo trataré acerca
Racker, el autor propone además un modelo de de la incidencia de la repetición, estudiada desde las
funcionamiento psíquico basado en la doble y teorías freudianas.
simultánea participación en el aparato de las dos Antes que nada conviene aclarar qué queremos
formas de repetición (de la situación traumática y de decir con destructividad. He de referirme a lo que
la búsqueda de la satisfacción de deseos), analizando sería su acepción más obvia y corriente, esto es, la
la vinculación entre ambas; se refiere además a que propiedad del ser humano de producir daños en los
la repetición no es sólo éllica, ya que es toda la demás o en sí mismo, pudiendo llegar hasta la
estructura psíquica (ello, yo y superyó) la que repite. aniquilación de las personas o las cosas.
Luego de una pormenorizada revisión, infiere Es redundante recalcar la importancia del tema,
que sólo la repetición «más allá…», tributaria de la lamentablemente siempre de actualidad, que llega a
pulsión de muerte, es susceptible de ser vinculada horrorizarnos ante lo que ocurre a diario a nuestro
de un modo directo con la destructividad. alrededor y, casi diríamos, en el mundo entero, aun
cuando hayamos ingresado en el siglo XXI. En
momentos en que acababa de redactar este trabajo se
Pero el hecho nuevo y asombroso que ahora debemos han sucedido nada menos que los brutales e
describir es que la compulsión de repetición devuelve inusitados atentados terroristas perpetrados en
también vivencias pasadas que no contienen posibi- EE.UU.
lidad alguna de placer, que tampoco en aquel mo- La clínica psicoanalítica registra también
mento pudieron ser satisfacciones… profusamente esta destructividad que, si aceptamos
S. Freud, Más allá del principio del placer la teoría de Freud acerca de la pulsión de muerte,
(1920). sería una clara expresión de la misma, en el sentido
de destrucción de las cosas, desunión-desintegración
Hay cosas que deben ser dichas más de una vez, y que de las partes, tendencia a la reducción a cero de las
nunca pueden ser dichas suficientes veces. tensiones y a retornar a un estado anterior inanimado
S. Freud, Moisés y la religión monoteísta (Freud, 1920a; 1940 [1938]).
(1939). La destructividad está presente en la vida
cotidiana de personas con muy diferentes cuadros
nosológicos (Braier, 1992; 1992b; 1993a); la
I. Introducción hallamos en las diversas conductas antisociales y en
las autodestructivas (síntomas diversos,
Mi propósito en esta ocasión es plantear algunas inhibiciones, adicciones, relaciones objetales
cuestiones que conciernen a una teoría masoquistas y de sometimiento, conductas de
psicoanalítica de la destructividad. autocastigo, etc., hasta llegar al suicidio).

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En el psicoanálisis la palabra agresividad suele A continuación hemos de considerar las
emplearse como equivalente de destructividad. Pese relaciones que es posible establecer entre la repetición
a que hay una cierta superposición entre los dos y la destructividad, pero antes aprovecharé para
términos, tal como puede apreciarse ya en la obra de exponer ciertas hipótesis sobre la repetición y su
Freud, es evidente que no siempre aluden a lo incidencia en el funcionamiento del aparato psíquico.
mismo (Braier, 1993; 1995). La palabra agresión
puede poseer —según los contextos— un
significado positivo, y de hecho la denominación se II. La repetición
viene utilizando de modo general en la sociedad y a
menudo de este modo; pero incluso desde una II. 1. La teoría de la repetición en la obra
perspectiva psicoanalítica pensamos con razón que, de Freud
como una energía necesaria y vital, la agresión está
al servicio de la vida cuando la empleamos para la El fenómeno de la repetición, la tendencia
autoconservación, sea en la alimentación o en inconsciente a repetir actos, pensamientos, etc.,
defensa propia, o cuando interviene en las caricias ocupa un lugar central en las teorías psicoanalíticas.
preliminares al coito y se halla subordinada a las Es propio del inconsciente y se registra tanto en el
pulsiones libidinales y a la ternura. psiquismo normal como en el patológico. El modo
Agresión y agresividad provienen del latín ad en que ha de ser entendido resulta de decisiva
gredi, que significa acometer, tanto en el sentido de importancia para elucidar los mecanismos de
agredir como en el de emprender y también dirigirse funcionamiento del aparato psíquico y tiene
a alguien. La agresión sería, pues, una forma de múltiples implicaciones teórico-clínicas.
actividad. Freud se refirió de forma expresa a la repetición
Sin embargo, nada impide considerar y llamar en 1914, en el conocido y frecuentado artículo que
agresiva una acción que perjudica, daña o aun llamó precisamente «Recordar, repetir y reelaborar»
destruye al objeto o al propio sujeto (conducta (la cursiva es mía); algunas ideas en torno al tema
hetero- o autoagresiva). En este último caso habían sido ya expuestas en «Dinámica de la
destructividad y agresividad se superponen, al no transferencia» dos años atrás. En «Recordar…» nos
estar la agresión suficientemente neutralizada por dice que es sobre todo a través del retorno de lo
las pulsiones de vida. reprimido que se manifiesta una compulsión de
Cabe en este punto tener presente que la repetición. Lo reprimido es, esencialmente en la
denominación pulsiones agresivas aparece en la concepción freudiana, lo sexual, el deseo sexual.
terminología empleada por Freud. Ellas son La compulsión de repetición está, de hecho pues,
representantes de la pulsión de muerte y su en 1914, motorizada por el principio del placer.
finalidad es la destrucción del objeto. (Freud Pero en 1920 Freud publica Más allá del
utiliza también a veces la denominación pulsiones principio del placer, obra que introduce una
destructivas). Pero el creador del psicoanálisis innovación fundamental al exponer un nuevo
además nos dice a lo largo de su obra, desde su dualismo pulsional, dado por las pulsiones de vida y
concepción dualista, que las pulsiones de vida y de muerte, y en la que su autor vuelve a ocuparse de
de muerte no se manifiestan de forma aislada la compulsión de repetición. Esta vez lo que postula
y que en nuestra existencia hay siempre una mezcla es diferente y hasta parecería oponerse a lo afirmado
pulsional (Freud, 1924), siendo el predominio de seis años atrás: partiendo una vez más de sus propias
una u otra el que determina las características observaciones en los juegos de los niños, las
de cada conducta. neurosis traumáticas, las transferencias analíticas y
En suma, entiendo que cuando hablamos de las que llamó neurosis de destino, describe una
agresividad abrimos la posibilidad de estar compulsión a la repetición que sitúa más allá del
refiriéndonos a una conducta no necesariamente principio del placer, dado que consiste en la
destructiva (o que pudiera serlo con atenuantes), reproducción de situaciones que no son en sí
mientras que el empleo de la palabra destructividad mismas placenteras para el sujeto; incluso se trata de
tiene en cambio la ventaja de señalar de manera hechos displacenteros, de naturaleza traumática,
categórica e inequívoca la naturaleza del acto cuya que serán revividos consciente —con nuevos
finalidad es el daño, aniquilación o muerte del ropajes— o inconscientemente.
objeto sobre el cual recae; por ende, cuando de ello La descripción de una repetición de estas
se trata, respaldo la idea de acudir a esta última características había sido anticipada un año antes
denominación de modo preferencial. por Freud en «Lo ominoso».

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II. 2. Las dos formas de la compulsión 1920a) y que, según el creador del psicoanálisis, es
a la repetición tributaria de la pulsión de muerte.
A mi modo de ver, en la repetición «más allá…»
A lo largo de la obra de Freud y del movimiento podemos distinguir a su vez dos variantes:
psicoanalítico que continuó su labor investigativa y a) Una repetición de lo displacentero
terapéutica, la propuesta de 1920, que debe haber relacionado con los desengaños edípicos (estructura
provocado una verdadera crisis a su autor en sus edípica), de la cual Freud suministra numerosos
reflexiones acerca del funcionamiento psíquico, no ejemplos en su texto de 1920, descriptos con detalle
destituyó a la de 1914. Ambas convivieron y especialmente dentro del campo de la transferencia
conviven (como en el texto mismo de Más allá…), analítica (ejemplo: lo que produce el nacimiento de
aunque eso sí, a mi entender y a veces, sin las un hermanito). Yo agregaría que en esta variante de
debidas aclaraciones. la repetición de heridas narcisistas hemos de tener
Como se sabe, el tema es, dentro de las teorías también en cuenta lo que, dentro del orden de lo
freudianas, si bien de una enorme riqueza e traumático, corresponde al complejo de castración,
importancia, de los más oscuros, pues no está exento y que se halla en estrecha relación, desde luego, con
de ambigüedades y aun de contradicciones y el complejo de Edipo, aunque considero conviene
callejones sin salida, admitiendo diversas establecer una diferenciación.
interpretaciones. Hecha esta salvedad, hemos de Seguimos dentro del circuito representacional,
adentrarnos en él para tratar algunas de las múltiples el de la represión y el retorno de lo reprimido y que
problemáticas que encierra. corresponde especialmente al terreno de las neurosis
Por empezar, revisemos más detenidamente las de transferencia y de la vida cotidiana. Todo es igual
dos formas de repetición. Estoy persuadido de que a lo descripto en 1), con la diferencia de que en este
hoy, a la luz de nuestras comprobaciones desde el caso lo que se repite consiste en una situación que
campo de la clínica psicoanalítica y de nuevos no es placentera.
desarrollos, algo hemos avanzado. Así tenemos que: b) Una repetición de lo displacentero que remite
a situaciones propias de la prehistoria del complejo
1. Hay una compulsión a la repetición regida por de Edipo, vale decir a etapas del narcisismo
el principio del placer (Freud, 1914); «más acá del primitivo. Pertenece, pues, al circuito desmentida-
principio del placer», como gusta de llamarle retorno de lo desmentido, dado que correspondería a
Lutenberg (1993). un inconsciente escindido (Marucco, 1999).
Su campo prototípico es el de las neurosis de El campo preferencial de expresión de esta
transferencia (histerias, neurosis obsesivas y última variante de la repetición es hoy el de
fobias), aunque también el de la psicopatología de la patologías contemporáneas más graves que las
vida cotidiana. neurosis, tales como los casos borderlines, las
Corresponde, pues, al circuito represión-retorno drogadicciones, las psicosomatosis, ciertas
de lo reprimido. perturbaciones narcisistas de la personalidad, ciertas
La pulsión busca satisfacerse a través de un depresiones y perversiones, etc., en las que se
subrogado del objeto primario (transferencia). registra una constitución deficitaria del narcisismo
Implica carga ligada. (con trastornos en la identidad, autoestima y
El deseo llama nueva, repetidamente a la puerta. desarrollo de angustia de desvalimiento o amenaza
Este circuito es propio de la estructura edípica de que ello ocurra). En estos cuadros lo que se repite
de cada sujeto. son situaciones displacenteras correspondientes a
Es con esta forma de repetición con la que traumas psíquicos tempranos3 en la vida del sujeto.
estábamos más familiarizados y con la cual más Se trata de heridas narcisistas y de situaciones que,
hemos venido trabajando terapéuticamente, en tanto como otras veces hemos mencionado (Braier, 2000;
corresponde a la vía de las representaciones 2000 b), carecen de representabilidad; no podrán ser
psíquicas; la reconocemos en los lapsus, en los recordadas, puesto que corresponden a experiencias
chistes, en los sueños y, ya en el terreno de la preverbales —que dejan «huellas mnémicas
psicopatología, en los síntomas, conductas ingobernables» (Freud, 1920 a; Marucco, 1999)—,
alteradas, etcétera. La transferencia, por supuesto, pero tampoco serán anuladas en su fatídica
es un campo privilegiado de observación (Freud, repetición.
1914). Esta variante de la repetición más allá del
2. Hay también una compulsión a la repetición principio del placer da testimonio de la estructura
que está «más allá del principio del placer» (Freud, narcicista del sujeto.

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II. 3. Compulsión a la repetición los Baranger y Mom (1987) llamamos situación
y trauma psíquico traumática (denominación ya empleada
anteriormente por Freud), antes que al trauma
Como dice Belinsky (2000) a propósito de la «puntual». (Véase más adelante, llamada 10). Desde
repetición «más allá…», «el deseo es eclipsado por luego que debemos entonces incluir también
el trauma» (las cursivas son mías). Del dominio situaciones de lo más variadas que pudieran adquirir
ejercido por el principio del placer sobre el para el sujeto la cualidad de lo traumático. Es la
funcionamiento mental pasamos al del trauma. Sales dimensión económica de los traumas, las
(2001), en sus reflexiones acerca del concepto de características e intensidad de las defensas que se
pulsión de muerte y de la teoría traumática en la ponen en juego, las consecuencias de ello y las
obra de Freud, recalca como lo más novedoso del circunstancias que puedan o no reactivarlos lo que
texto de 1920 la referencia a lo traumático en tanto en definitiva determinará el ingreso o no al terreno
fracaso de la ligazón pulsional, al tiempo que de la psicopatología. Forma parte de la labor
entiende que modernas teorizaciones de distintos analítica comprobar en este sentido cuál es el talón
autores, a los que cita en su ensayo, en torno a los de Aquiles de cada analizando.
trastornos psicosomáticos (ejemplo: Martí) y al
trauma precoz, devienen de dicha referencia.
Más adelante abordaré la cuestión de la II. 4. La repetición y el funcionamiento
incidencia del trauma en la estructura psíquica en del aparato psíquico
general.
Freud hace mención explícita de la repetición La lectura de Más allá del principio del placer
«más allá…» en su relación con el trauma temprano puede constituir un estímulo formidable para desatar
en 1939. Así, por ejemplo, llega a señalar: «Por los un torbellino de interrogantes. Uno no puede dejar
psicoanálisis de personas individuales hemos de preguntarse:
averiguado que sus tempranísimas impresiones, ¿Cómo se concilian las dos repeticiones dentro
recibidas en una época en que el niño era apenas de una concepción del funcionamiento psíquico y en
capaz de lenguaje, exteriorizan en algún momento un mismo sujeto? ¿Es posible que el aparato esté por
efectos de carácter compulsivo sin que se tenga de una parte regido por el principio del placer y por
ellas un recuerdo consciente». (Las cursivas son otra por una fuerza que se hallaría más allá de dicho
mías).4 principio?
Quienes trabajamos predominantemente con He aquí un asunto que considero de gran interés
modelos psicopatológicos de raíz freudiana, e dentro de la metapsicología freudiana de nuestro
intentando comprender la patología con puntos de tiempo, y que permanece abierto a las más diversas
fijación en estadios primitivos del narcisismo,5 consideraciones. En realidad, se trata nada menos
hemos venido comprobando en los pacientes de que de intentar dar forma coherente a una teoría del
patología intermedia entre las neurosis y las psicosis funcionamiento mental. Pretender esto último, lo sé,
la repetición del trauma precoz. (En el agieren es ciertamente un propósito ambicioso; por el
transferencial, por ejemplo). Como hemos dicho, momento, sólo aspiro a poder discurrir en torno a
este trauma carece de representabilidad (o es sólo ciertas ideas que el tema me ha suscitado, con el
parcialmente representable), por lo que para algunos deseo de que puedan servir para renovar un debate
la problemática que plantea estaría «más allá…» del siempre vigente.
psicoanálisis (analizabilidad). Mis apreciaciones, conviene aclararlo, se
Toda persona, aun cuando en su estructura apoyan generalmente en observaciones clínicas,
prevalezca la organización neurótica, puede aunque me permito a veces especular sin más.
registrar traumas, precoces o edípicos, y una cierta Acerca de aquellas preguntas que me he
fijación a éstos, lo que determinará su repetición formulado, he estado pensando lo siguiente: se suele
(observable en la transferencia, entre otras describir cómo operan una u otra forma de
posibilidades) si los avatares de la vida los repetición, la de «más acá…» y la de «más allá…»,
reactivan. en distintas circunstancias y aisladamente la una de
Entiendo lo traumático como algo de lo que la otra. Podemos pensar que parte de esta acción,
nadie escapa; desde luego, me estoy refiriendo a su tanto en vigilia como durante el sueño no sería
versión ampliada, al trauma psíquico generalizado perceptible, y que en un determinado momento lo
(Freud, 1926) y universal, como el destete, el que habría sería un predominio de una forma de
nacimiento de hermanos, etc., a lo que, siguiendo a repetición sobre otra, lo que la tornaría ostensible,

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dependiendo ello en parte de la peculiar estructura presentan en los psicoanálisis, y que nos devuelven
psíquica del sujeto (no será lo mismo, por cierto, el recuerdo de los traumas psíquicos de la infancia».
que se trate de un neurótico o de un borderline, por En la breve conferencia llamada «Complementos a
ejemplo), así como también de las vicisitudes por la doctrina de los sueños», según la traducción de
las que atraviese. Etcheverry —«Complementos a la teoría onírica»
En lo que creo que no se ha hecho suficiente en la que firma Rey Ardid— que Freud pronunciara
hincapié es en que pocos meses antes de la aparición de su libro Más
allá… en el Congreso Psicoanalítico Internacional
a) ambas modalidades de repetición del aparato que se realizó en La Haya (septiembre de 1920),7
psíquico puedan ser detectadas obrando al mismo además de anticipar que en diciembre de ese año se
tiempo y, mucho menos, claro está, en publicaría el libro, Freud había anticipado también
b) los dinamismos propios de esta repetición algo de su contenido, anunciando que allí revisaba
simultánea. su doctrina de los sueños y refiriéndose en muy
similares términos a estas excepciones a la regla que
Esto es lo que más me interesa puntualizar, ya sostiene que los sueños son cumplimientos de
que tiene importantes consecuencias en la lectura deseos (Freud, 1920). En realidad, era esperable que
que podemos hacer del material que el analizando lo que Freud había encontrado en 1920 en la
nos aporta y, por añadidura, en nuestro proceder transferencia (agieren) de los pacientes no
técnico, como veremos más adelante. portadores de una neurosis traumática (repetición
«más allá…») pudiera hallarse asimismo en los
sueños de éstos…
II. 5. Sueños y repetición. Variaciones sobre Habiéndose animado a cuestionar nada menos
Más allá del principio del placer (Freud, 1920) que su obra mayor y, dentro de ella, lo que constituía
su hipótesis principal —si bien presenta
«Durmiendo, en fin, fui bienaventurado; formalmente estas observaciones como excepciones
y es justo a la regla, que mantiene como tal—, Freud desliza
en la mentira ser dichoso una de esas semillas teóricas que, en su momento,
quien siempre en la verdad fue desdichado.» Garma supo recoger, aunque luego la versión de este
Juan Boscán de Almogaver (1495-1542). último de la génesis traumática de los sueños apunte
a otras cuestiones, distintas de lo que en Más allá…,
Llegados a este punto será menester traer a dice Freud sobre el particular.
colación la teoría de la génesis traumática de los Siguiendo a Garma, los traumas son disfrazados
sueños, que debemos a Á. Garma (1940; 1970; en el procesamiento onírico; cuando ello no ocurre
1962; 1990; 1990 a).6 el resultado es una pesadilla. En realidad, para
Freud ya había dicho en su trabajo de 1920 que Garma todos los sueños son pesadillas
los sueños de las personas con neurosis traumáticas enmascaradas.
constituían una excepción a la teoría de que los La posición garmiana no se contradice del todo
sueños son una realización de deseos. Garma, que con la freudiana, en tanto que reconoce la presencia
en realidad mantuvo siempre una línea de a menudo de la realización de deseos en los sueños,
pensamiento muy freudiana, sostuvo que todos los aunque formando parte del disfraz del sueño y
sueños obedecen a situaciones traumáticas enmascarando precisamente la situación traumática
enmascaradas; que el verdadero motor del proceso en cuestión. (La diferencia sustancial reside en cuál
onírico, si tomamos en su real y total dimensión el de las dos cosas, realización de deseos o trauma, es
conflicto por el que atraviesa el soñante, estaría reconocida como el factor determinante de la
dado por las situaciones traumáticas, que tienden a producción onírica).8 Son ejemplos, dramáticos,
reproducirse durante el sueño. Afirma esto pero sumamente ilustrativos, dos sueños de una
partiendo de su experiencia clínica y, como hemos mujer gravemente enferma, cuya muerte próxima,
visto, del propio Freud. Tan cierto es esto último que aunque nada se le había dicho al respecto, ella por lo
en Más allá…hay un párrafo que no es raro pase visto percibía, al tiempo que también desmentía.
desapercibido para más de un lector, en el cual, Cabe aclarar que nunca se había psicoanalizado.
luego de mencionar que los «[…] sueños de los Ambos sueños corresponden a una misma noche y
neuróticos traumáticos ya no pueden verse como me fueron relatados por la enferma desde su lecho
cumplimiento de deseo», Freud agrega de de muerte:
inmediato: «[…] tampoco los sueños que se

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En el primero de ellos se ve jugando con pequeñas desamparo —hilflosigkeit— inicial, además una de
piedras al juego de la payana (otrora muy difundido las bases según Freud [1927 a] de sustento de las
en el noroeste argentino; equivalente al juego de los creencias religiosas) en el último viaje; marcha
cantillos), como si fuera una niña, junto a seres muy hacia su última morada, representada
queridos (eróticamente prohibidos). compensatoriamente por la fantasía del paraíso-
En el segundo camina solitaria por una bella pradera,
cielo, como acontece con las personas religiosas.
«un paraíso», al decir de la soñante.
De este modo logró ella dormir aquella noche.
Lo cierto es que en los sueños de nuestros
Los sentimientos que acompañaron a estas analizandos —o en los propios— a veces
imágenes fueron en general agradables, aunque la descubrimos la situación traumática subyacente o la
mujer recordó que por momentos amenazaba con realización de deseos, y en otras ocasiones ambas
invadirla una cierta angustia. cosas. Mi práctica analítica me ha revelado con una
Había sido intervenida quirúrgicamente con un abrumadora frecuencia la existencia de uno o más
diagnóstico de litiasis (cálculos) de las vías biliares. traumas enmascarados y situados en la base de los
Al abrirla, se encontró junto a la litiasis un tumor sueños.
canceroso en el hígado, tras lo cual su estado
empeoró rápidamente. Tampoco se le había
informado acerca de este último diagnóstico. II. 6. El trauma y el funcionamiento del aparato
El primer sueño parece,9 pues, un intento psíquico
parcialmente logrado de enmascarar la situación
traumática: las piedras serían los cálculos, que A qué viene todo esto? A que voy a sugerir algo
representan la temida enfermedad. En el sueño ella que va «más allá» de lo que Garma propone para la
habría transformado esta situación traumática en interpretación de los sueños: hacer extensiva su
placentera, jugando con seres a los que la unía un hipótesis a toda la vida psíquica. Mientras Freud
lazo libidinal. Se puede pensar que el juego infantil, reconocía que algunos sueños, como excepción a la
al igual que los juegos infantiles «sexuales», regla, poseían una génesis traumática, y ulteriormente
simboliza desde el contenido manifiesto las Garma extendería a todos los sueños una tal génesis,
relaciones amorosas prohibidas y que en ese sentido en los actuales tiempos de reivindicación de la teoría
hay una realización de deseos; pero ésta no sería lo del trauma psíquico en psicoanálisis, de su
que justificaría y explicaría en última instancia la importancia en la etiología de las distintas afecciones
génesis de este sueño, que operó con cierto éxito y partiendo en realidad de textos freudianos que,
como guardián del dormir. El cumplimiento de como diría Laplanche, ponemos a trabajar, podríamos
deseos formaría parte del disfraz del sueño, aplicar este modelo del trauma subyacente al
enmascarando a medias (ya que hay cierto funcionamiento mental en general.10 Si para Garma
desarrollo de angustia) la situación traumática las situaciones con cualidad de traumáticas están
actual. A su vez ésta reactivaría traumas precoces, prácticamente omnipresentes en los sueños, cabe
con la consiguiente angustia de desvalimiento y de pensar que otro tanto podría suceder en la vida
aniquilamiento y sería la principal causante del despierta, que tales situaciones no «desaparecerían»
sueño. durante la misma. Ha afirmado Garma (1940): «Creo
El segundo sueño admite una interpretación que la existencia de una situación traumática es un
similar, en cuanto a que el transitar por un lugar factor importantísimo en la génesis de los sueños,
paradisíaco podría igualmente encerrar la posiblemente el factor más importante de todos».
satisfacción de deseos libidinales reprimidos Y también ha dicho: «Estudiando sueños ajenos y
(aunque la retracción libidinal —narcisismo propios, e interpretándolos, se tiene la impresión de
secundario— suele ser pronunciada en las que el sueño se siente atraído hacia lo desagradable o
afecciones con grave compromiso orgánico). Esta hacia lo penoso» (Garma, 1940). Por ende, digo yo:
representación se vincula directamente con lo ¿no sucederá lo mismo también en vigilia, en la
placentero (sugiere de inmediato el Paraíso, de intimidad de la vida psíquica?; ¿vale decir (cuando no
acuerdo con el Antiguo Testamento, donde Dios se evidencian abierta y compulsivamente), que exista
ubicó a Adán y Eva y donde éstos se unieron la presencia latente de estas situaciones traumáticas,
sexualmente), pero a la vez es insoslayable su cuya reactivación haría que la compulsión repetitiva
relación con la idea de la muerte (retorno de lo «más allá…» tome el comando del aparato, como
desmentido). Hacia la muerte se dirige expresión de la presencia constante de las pulsiones
solitariamente esta mujer (como en la situación de de muerte junto a las pulsiones de vida? (Tendencia a

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retornar a un estado anterior, de no ligazón, previo a suficiente poder para doblegar al principio del placer,
la instauración del principio del placer en el aparato confiere carácter demoníaco a ciertos aspectos de la
psíquico). vida anímica […]». (Cursivas del autor).
Sales (2001) nos dice que desde 1920 ya no «[…] suficiente poder para doblegar al
pueden explicarse la patología y los sueños sólo en principio del placer»… Sería una cuestión de
relación con el deseo. Estoy enteramente de predominios, como dije anteriormente.
acuerdo. Veinte años después Garma, «el primer Retomemos la tesis de Garma, llevada ahora a
freudiano que practicó el psicoanálisis en España» toda la vida psíquica, y reformulemos lo enunciado
(Roudinesco y Plon, 1997) y pionero del algunos párrafos atrás:
psicoanálisis en Argentina, formula su teoría Dentro de un modelo conceptual del
traumática de los sueños.11 Los propios textos de funcionamiento mental se podría concebir la
Garma (1962) y la eficacia psíquica que éste presencia constante de determinadas situaciones
reconoce en ellos dan pie a lo traumático, en tanto traumáticas (edípicas y narcisistas, estas últimas
coincidamos con él, para extender su hipótesis resignificadas), cuyos efectos de la reproducción
traumática al funcionamiento mental en general. Por «más allá…», en caso de ser reactivadas, podrían
eso otros autores destacados, entre ellos M. Abadi, estar eventualmente neutralizados por las defensas
refrendaban esto hace ya más de treinta años del yo (de las que hablaré más adelante), pasando
(Garma, 1970; 1990): «[…] de ahí que sueños así desapercibidas, hasta que en cierto momento
(teoría traumática de Garma), neurosis, psicosis, logran, por una acumulación excesiva de la carga o
etc., sean, en vez de satisfacciones de deseos, más un debilitamiento yoico, por ejemplo, desbordar al
bien un penoso y fallido intento de superar las yo y dar señales de su existencia. (Como sucedería
frustraciones y traumas subyacentes» (las cursivas en los sueños con los contenidos traumáticos y ante
son mías). Hoy hablamos de una patología centrada el yo debilitado del durmiente).
en la fijación al trauma temprano, en personas cuyo Las inevitables situaciones traumáticas,
psiquismo parece estar capturado por situaciones condicionantes de la repetición «más allá…»,
traumáticas que remiten al narcisismo primitivo estarían asimismo parcialmente neutralizadas y
antes que por la problemática del deseo, más propia enmascaradas por las satisfacciones de deseos,
de las psiconeurosis, como lo señalan, entre otros, que es posible —desde distintas manifestaciones
C. Botella y S. Botella (1997); éstos han llegado del sujeto— inferir reflejan la acción y efecto
incluso a plantear una teoría generalizada de las de otra repetición, regida ésta por el principio
neurosis traumáticas (Botella y Botella, 1992). del placer y que opera al mismo tiempo que
Volveremos sobre ello. la primera de las repeticiones nombradas,
contrarrestando el efecto del trauma que ésta
reproduce; o lo que sería lo mismo: detrás de toda
II. 7. Las repeticiones simultáneas búsqueda de satisfacción de deseos (principio del
y sus dinamismos placer) habría una situación traumática que el
aparato intenta reprimir (trauma edípico y del
Mi modo de comprender la repetición es que el complejo de castración) o desmentir (trauma
aparato psíquico puede funcionar, aun en vigilia precoz), como lo sugieren tanto la teoría de la
génesis traumática de Garma, que acabamos de
a) bajo los efectos predominantes de una considerar, como la hipótesis de Racker acerca
repetición al servicio del principio del placer. Pero de la transferencia analítica que revisaremos en II.8.
este principio, correspondiente a la lógica del Coincido plenamente con C. y S. Botella
inconsciente, no ejerce un gobierno total y (1995)12 cuando dicen: «[…] no podemos concebir
permanente sobre el funcionamiento mental; en ya el psiquismo únicamente bajo la influencia de la
determinadas circunstancias el aparato puede ser realización de deseos; también tiene la pesada carga
b) dominado por una repetición que está «más de gestionar una permanente potencialidad
allá…», accionada por situaciones traumáticas y que traumática que lo constituye» (cursivas de los
pone de relieve un funcionamiento más arcaico, autores).
anterior al principio del placer. Dice Freud en «Lo Veamos todo esto ahora más en detalle dentro del
ominoso»: «En lo inconsciente anímico, en efecto, se campo de lo observable. Volvamos para ello a los
discierne el imperio de una compulsión de repetición dos sueños de la mujer enferma. En la imagen de las
que probablemente depende, a su vez, de la piedras del primero, así como en la del lugar
naturaleza más íntima de las pulsiones; tiene paradisíaco del segundo convergen, por

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condensación: la satisfacción de deseos libidinales, con echar un vistazo a la explicación dinámica que
lo placentero, y lo traumático (enfermedad y muerte) Racker (1960) daba a los fenómenos
subyacente, que machaca al yo de la soñante, pero transferenciales.13 Racker no se propone allí
que queda en parte enmascarado por lo anterior; el específicamente explicar la repetición, sino distintas
yo quizá percibe el peligro y experimenta cierta cuestiones alusivas a la teoría de la transferencia,
angustia (de aniquilamiento psíquico). pero de todos modos su desarrollo nos será muy útil
Hasta aquí desde mi lectura personal lo que para nuestros fines.
sostiene Garma, en sus diferencias con la tesis Nos dice Racker en su conocida obra que la
freudiana de los sueños. Propongo ahora que transferencia no sólo es resistencia sino que encierra
reveamos la tesis de Garma y este mismo material también lo resistido, aclarando en seguida: «[…] o
onírico a la luz de la compulsión a la repetición. sea, el analizado repite defensas infantiles (que son
En lo que atañe, pues, a la compulsión a la las “resistencias de transferencia”) para no hacer
repetición: ésta puede apreciarse en el hecho mismo consciente situaciones infantiles de angustia y dolor
de que el segundo sueño reitera el contenido latente que está por revivir en la transferencia». (Las
del primero (como suele suceder con los sueños de cursivas son mías). Poco más adelante suministra un
una misma noche), en que es una repetición del ejemplo muy ilustrativo para comprender la
primero. Pero, ¿cuál de las repeticiones es la que está cuestión que ahora nos ocupa:
en juego, la de «más acá…» o la de «más allá…»?
Considero que operan las dos, y al mismo Por ejemplo, si una analizada desea tener relaciones
tiempo. sexuales con el analista, ella repite este deseo no
¿Y qué es lo que se repite? «para no recordar» su deseo sexual hacia el padre (ya
El deseo (la búsqueda de la realización que esto es lo mismo) sino que lo repite en lugar de
«recordar», por ejemplo, ciertos aspectos de su
—alucinatoria— de deseos), por un lado, y el
situación de tercera excluida.
trauma, por el otro. Este último subyace y resulta,
como venimos diciendo, encubierto por la
—representación de la— realización de deseos. El deseo sexual, continúa Raker,
Eros se mezcla con la pulsión de muerte.
(Ligazón de la libido con la pulsión de muerte, que […] ha penetrado en su conciencia porque sirve de
se efectivizaría en la simultaneidad de la doble resistencia
repetición).
Un esquema ayudará a aclarar el panorama de lo lo resistido puede ser la vivencia de escena primaria
que quiero trasmitir (abajo). con las angustias paranoides y depresivas
inherentes. El «enamoramiento» aparece, pues, a
veces efectivamente como «resistencia» contra la
II. 8. Transferencia y repetición. Variaciones conscienciación y vivencia, dice,
sobre Mas allá del principio del placer
(Freud, 1920) […] de una parte dolorosa y gravemente reprimida
de la personalidad psicológica y de la vida […]
Para seguir pensando que la activación, (Las cursivas son mías).
simultánea, de ambos circuitos de repetición y
procedentes del ello no sería patrimonio exclusivo A continuación Racker establece lo que para
del sueño, sino que se daría también en vigilia, basta nosotros y dentro del contexto de este, mi trabajo, es

Imágenes oníricas: piedras (primer sueño) y paraíso (segundo sueño).


Compulsión a la repetición Compulsión a la repetición
«más acá» del principio del placer «más allá» del principio del placer

Retorno: De lo reprimido (deseo sexual infantil y edípico). De lo desmentido (enfermedad-muerte. Trauma


precoz del narcisismo primitivo).
Repetición: Deseo (realización de deseos). Situación traumática actual (enfermedad-muerte.
Trauma precoz).
Pulsión: Eros. Libido ligada a representaciones psíquicas Libido narcisista no ligada y monto de pulsión
y a la pulsión de muerte. de muerte desligada de la libido (desmezcla).

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un muy interesante paralelismo entre transferencia y Una paciente histérica arrastra una transferencia
sueño; concretamente: entre contenido manifiesto erótica latente, detectable desde distintas
y contenido latente del sueño por una parte y lo que manifestaciones (sueños, lapsus, tono de voz, etc.).
podría llamarse contenido manifiesto y contenido Hacer conscientes sus deseos la expondría a
latente de la transferencia por la otra. No es difícil experimentar angustia por el significado incestuoso
precisar cuál es uno y otro en el ejemplo: el que para ella poseen, al tiempo que dolor ante la
enamoramiento es la transferencia manifiesta, al posibilidad de revivir conscientemente la frustración
tiempo que representa la resistencia; y la escena edípica. Lo displacentero y —esencialmente—
primaria, traumática, displacentera, reactivada traumático es el desengaño edípico (Freud, 1920a)
inconscientemente en la relación transferencial y la exclusión (escena primaria) que se reactiva y
constituye la transferencia latente y lo resistido. repite en la transferencia con el analista, «más allá
Poco más adelante, Racker da una curiosa del principio del placer» (transferencia latente).
definición del sueño, al sostener que «[…] cada Significativamente, la paciente desarrolla una
sueño es “una tentativa de satisfacer un deseo”, fantasía consciente, que por momentos roza la
o en otras palabras —continúa diciendo—, es una convicción, por la cual, según ella, yo estoy tratando
tentativa de defenderse de una situación de de seducirla y, como consecuencia de esto, se
frustración, es decir, de dolor o angustia». muestra hostil conmigo.
(Las cursivas son del autor). La transferencia manifiesta y negativa
Contemporáneo de Garma y miembros ambos de enmascara aquí resistencialmente la situación de
una misma asociación psicoanalítica, cuánto hay de cuya revivencia la joven se defiende, y constituye al
la influencia del pensamiento de éste en Racker en mismo tiempo el producto de una repetición —con
cuanto a la génesis traumática de los sueños? No lo sus modificaciones— de sus fantasías de haber sido
sé, lo cierto es que existe en este punto una llamativa seducida por personas de su familia (repetición por
coincidencia entre ambos autores; y esto es lo que retorno de lo reprimido de los deseos amorosos
aquí importa, en tanto los que describen constituyen edípicos y regulada por el principio del placer), lo
modelos convergentes y, a mi juicio, claros que es inconscientemente placentero; que yo intente
antecedentes del modelo de funcionamiento psíquico seducirla también lo es, aunque no tan
que intento exponer, en lo que a repetición se refiere. inconscientemente. Por último, esto implica que
Veamos: encuentro que en la descripción de opera a la vez, desde el yo de la paciente, y regida
Racker, con el ejemplo clínico incluido, se asimismo por el principio del placer, una proyección
activarían de modo simultáneo los dos mecanismos (repetición defensiva) de sus propias fantasías
de repetición: el que se halla «más allá…»14 y es edípicas en el analista-padre, a la manera de las
subsidiario de la pulsión de muerte según Freud, y el fantasías de seducción de las histéricas de Freud de
regulado por el principio del placer (enamoramiento finales del siglo XIX, que encubrían así con sus
transferencial edípico); este último mecanismo construcciones fantasmáticas la propia y culposa
enmascara, cual contenido manifiesto de un sueño, sexualidad infantil en general y los deseos edípicos
el contenido de la primera repetición, cuya en particular; lo cual, como surje de esta viñeta y
conscienciación resultaría displacentera. Tanto en la expongo con más detalle en otro lugar (Braier,
hipótesis de Garma como en esta lectura de la 1995a), puede verse reproducido en el campo de
transferencia que hace Racker tendríamos como la transferencia analítica.
telón de fondo el texto freudiano de 1920. En el mismo análisis del juego del carretel
¿Podría presumirse además que ante las dos (Freud, 1920a) ya Freud nos describe una repetición
repeticiones éllicas mencionadas el yo apele que obedece en parte al principio del placer (pensada
defensivamente (sobre todo por medio de la desde el placer que le atribuye al niño mientras juega
represión de la frustración edípica en este caso) a y sobre el cual volveré luego) y al mismo tiempo
refugiarse en la repetición que obedece al principio responde a «tendencias que serían más originarias»,
del placer (retorno de lo reprimido) y vaya en busca dice Freud, repetición demoníaca que —una vez más
de la satisfacción de deseos (tanto en la debemos nosotros repetirlo también— quedará
transferencia como en el sueño), ante los embates a situada «más allá del principio del placer». Las dos
los que lo somete la reactivación de la situación fuentes y tendencias de la repetición —o las dos
traumática y la desmezcla pulsional? repeticiones, como se prefiera— se presentan
Seguidamente daré un ejemplo proveniente de simultáneas y superpuestas…También encontramos
mi propia experiencia y que atañe también a la esto en el caso de los sueños de las neurosis
transferencia: traumáticas15 y, como hemos visto reiteradamente en

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el presente trabajo, en la transferencia analítica; Lo que vengo señalando se halla además, a mi
situaciones estas todas en las que Freud halló en juicio, en directa relación con la concepción de la
1920 una repetición «más allá…». existencia de una tercera tópica freudiana, sobre la
El fenómeno de la repetición, como todo lo que que han insistido distintos autores argentinos; entre
concierne a la vida psíquica desde la perspectiva ellos cabe destacar a N. Marucco (1978) y más
freudiana, ha de ser comprendido como expresión recientemente a R. Zukerfeld (1992; 1999) y
de un dualismo pulsional. R. Zukerfeld con R. Z. Zukerfeld (1999). En virtud
Volviendo a lo que se refiere a la presencia de lo de esta concepción, no sólo en los cuadros
traumático en la estructuración y el funcionamiento psicopatológicos severos (perversiones, fronterizos,
psíquicos, cabe pensar, insisto, en que detrás de toda etc.) sino también dentro de la normalidad psíquica
búsqueda de satisfacción de deseos subyace una cabría admitir la existencia, junto a una parte del
situación traumática16 (sueños según Garma; aparato psíquico y del yo en particular que acepta la
transferencia según Racker). Esta situación amenaza de castración, que emplea la represión y
traumática puede o no corresponder directa y que está regida por el ideal del yo (estructura
necesariamente a un trauma precoz, puesto que edípica), de otra parte que, escisión del yo mediante,
puede estar representada por una frustración por el contrario, desmiente la castración y en la que
edípica, por ejemplo (como en los ejemplos de reina un yo ideal (estructura narcisista). La
Racker y mío en torno a la transferencia); aunque, repetición «más acá» del principio del placer cae
dentro de lo que motoriza el aparato y se reproduce dentro del campo de la primera, mientras que la
en su actividad, finalmente tal vez cabe reconocer la repetición «más allá…» puede corresponder tanto al
presencia en el trasfondo del trauma precoz y de la primera (traumas edípicos) como al de la
primordial, como situación traumática básica, segunda (traumas tempranos).
reactivado en su conexión con una situación
traumática actual y desencadenante, ya sea que esta
última remita directamente al desamparo inicial o II. 9. Repetición estructural: éllica, yoica
bien responda a una problemática ulterior, de y superyoica
naturaleza edípica; todo esto se daría del mismo
modo en que un duelo reciente reactiva un duelo Pero el estudio de la repetición quedaría muy
anterior y temprano. incompleto si no incluyéramos la repetición de las
Por último y para completar el modelo: quien defensas. Es que es toda la estructura psíquica la
cite el trauma psíquico —y siguiendo el dualismo que repite —o se repite—, tal como nos lo recuerda
del trauma y la defensa o pulsión-defensa— ha de el propio Freud en Moisés y la religión monoteísta.
incluir, de modo concomitante, la acción de las En Análisis terminable e interminable sostiene
defensas del yo, tanto represivas como escisivas, además Freud que las defensas del yo pueden acabar
que encubren el trauma, reprimiéndolo o fijándose en él, constituyendo pautas reaccionales,
desmintiéndolo, y de las que hablaré luego. regulares y repetitivas del carácter.
Tal vez para algunos colegas estas reflexiones Sobre la repetición de las defensas del yo,
no aporten nada novedoso y sea moneda corriente el fácilmente observable en la clínica psicoanalítica, se
concebir de este modo el funcionamiento mental; o ha insistido poco desde la perspectiva de la
sea, hablando de repeticiones, tales reflexiones compulsión a la repetición. Así, repetición ha
serían una repetición más. Creo que, en efecto, todo venido siendo sinónimo de ello. Este es el origen
esto está implícito en el cuerpo teórico freudiano, que le atribuyó Freud desde su creación de la
pero me ha parecido conveniente explicitarlo, para segunda tópica (véase, por ejemplo, Freud, 1926),
discutirlo y desarrollarlo, porque, entre otras cosas, pero lo que expondrá más tarde, en 1939, dará la
ello no implica que necesariamente estemos todos pauta que para él la repetición no sólo era éllica.
de acuerdo en estos puntos de la teoría. Por otro (Nos detendremos sobre esta obra al hablar de la
lado, no es menos cierto aquello que alguna vez dijo repetición de las defensas en el trauma temprano).
Freud (1939 [1934-38]): «Hay cosas que deben ser En el caso de la repetición por imperio del
dichas más de una vez, y que nunca pueden ser retorno de lo reprimido —que puede ser tanto «más
dichas suficientes veces». Deliberadamente, acá» como «más allá del principio del placer»— el
entonces, no he querido evitar incurrir en algunas otro polo del conflicto, la defensa, recibió en un
repeticiones dentro de este voluntario ejercicio, principio la denominación genérica de represión,
con el que pretendo lograr alguna vuelta de tuerca que en la metapsicología freudiana de las
sobre el asunto. psiconeurosis (Freud, 1915, 1915a) abarca no sólo

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a la represión como mecanismo defensivo caso desbordadas por el trauma psíquico, repite por
específico —«princeps», al decir del mismo creador un automatismo de repetición que va «más allá del
del psicoanálisis—, sino además a varios otros principio del placer»; mientras que otra, desde el yo,
también presentes en las distintas variedades de a cuyo sector inconsciente corresponden los
éstas; con el retorno de lo reprimido (a través de los mecanismos de defensa, reacciona y repite también
retoños de la representación psíquica que y simultáneamente a la anterior, pero gobernada en
corresponde al deseo reprimido por una parte y de la cambio por el principio del placer que rige en el yo
situación traumática vinculada al edipo y la de placer y poniendo en juego una y otra vez
castración por la otra) se da al mismo tiempo, una precisamente aquellas defensas que enmascaran el
repetición a cargo del yo de las distintas defensas, trauma psíquico, en su tendencia a evitar el
característicamente estereotipadas e incrementadas displacer.
en las neurosis (y mucho más aún en las De modo que el yo repite, regulado por el
caracteropatías). Desde ya, esto sucede bajo un yo principio del placer que impera en su parte
accionado, al igual que lo reprimido desiderativo, inconsciente, sus mecanismos de defensa; mientras
también por el principio del placer, que a través de que el ello repite, sea al servicio del principio del
los mecanismos defensivos, esencialmente de placer o más allá de éste, en este último caso al
inconscientización, tiende a evitar el displacer servicio de la pulsión de muerte.
—sobre todo en relación con la angustia y con la En el ejemplo de Racker hay una doble
culpa— que produciría el acceso directo a la repetición éllica en el seno de la transferencia, en la
conciencia de los contenidos reprimidos. (Freud, cual lo que se repite en una (que remite al modelo
1920a). freudiano de 1914) encubre el contenido de otra
En cuanto a la repetición que reproduce el (que responde a la repetición descripta por Freud en
trauma temprano (o que amenaza reproducirlo «con 1920); sin embargo, a mi manera de ver, la
pelos y señales», según como se vea; de inmediato repetición yoica también está a su vez presente en
sabremos por qué digo esto): en estas circunstancias todos los casos, tanto en la interpretación que
el sujeto puede experimentar conscientemente el Racker hace de la transferencia como en el modelo
dolor u otras distintas formas de displacer al revivir garmiano de los sueños, puesto que el yo siempre
el trauma (angustia de aniquilamiento), pero no es desplegará determinados mecanismos de defensa,
obligado que así sea. Agreguemos: es que aquí sean estos represivos o escisivos.
operan también las defensas, destinadas a que el El superyó también habrá de repetirse en sus
sujeto no recuerde ni repita nada del trauma funciones (como instancia crítica y como ideal del
primitivo, tal como señala el propio Freud en 1939, yo), interviniendo en cada una de las diversas
destacando además entre ellas la evitación y la circunstancias mencionadas de acuerdo con sus
desmentida. propias características (en cuanto a severidad de la
En mi experiencia clínica distingo a menudo instancia crítica o exigencias del ideal, por
también la presencia de otras defensas arcaicas que ejemplo).
pueden encubrir el trauma precoz, tales como la Reiteremos: es toda una estructura la que se
transformación en lo contrario y la identificación repite, ahora considerada ésta desde la segunda
con el agresor, las que, aunque no con estas tópica.
denominaciones, son ya dables de encontrarse En definitiva, la compulsión de repetición,
contenidas en la explicación de las reacciones que forma característica del funcionamiento del
experimenta el niño del carretel (Freud, 1920a) y inconsciente (primera tópica), implica, desde la
que Anna Freud incluirá en 1936 entre los segunda tópica, una triple y simultánea repetición:
mecanismos de defensa más primitivos (recordemos del ello, del yo inconsciente y del superyó
que a ella se debe además la denominación y la inconsciente.
descripción de la identificación con el agresor). La organización y funcionamiento del aparato
La dinámica trauma temprano —defensas del yo— psíquico son temas que preocuparon insistentemente
puede inclusive cristalizar en una estructura a Freud, tal como puede apreciarse a lo largo del texto
caracterológica determinada (Freud, 1939; Braier, de Más allá…Haciéndome eco de esta preocupación,
2001a). he intentado exponer cómo personalmente concibo
En este punto, al igual que cuando se trata de un algunos de los aspectos de esta tan compleja como
trauma edípico, encontramos otra vez aquello a lo apasionante cuestión, habiendo partido de 1920 pero
que ya veníamos aludiendo: una parte del aparato, considerando además escritos freudianos ulteriores
desde el ello, reservorio de las pulsiones, en este como los de 1937 y 1939.

51
II. 10. Destructividad y repetición que consigue que lo echen de su empleo reiteradas
veces, exponen elocuentemente esta destructividad,
¿Cuál de las formas de repetición tiene que ver de preferencia bajo la forma de una autodestrucción.
con la destructividad, y de qué modo? Aquí repetición equivale inequívocamente a
Resulta más fácil e inmediato vincular, desde el destructividad, o sea, repetición a predominio de la
punto de vista teórico y clínico, la repetición que pulsión de muerte. Mas no será pulsión de muerte en
situamos «más allá del principio del placer», y dado estado puro, y por ende todo destructividad, ya que
que en última instancia sería expresión de la pulsión no sería compatible con la supervivencia. Como es
de muerte, con la destructividad. sabido, ciertos párrafos de Freud en Más allá…
[Tendemos, por el contrario, a relacionar lo —así como autores posteriores— atribuyen al
concerniente al placer, en tanto sexual, con las menos en forma parcial esta repetición allí descripta
pulsiones de vida, tal como Freud (1920a) acaba (neurosis traumáticas) a una tentativa de ligar la
reorganizando su teoría dualista de las pulsiones (las situación traumática (las cargas libres) por parte del
pulsiones sexuales y las de autoconservación las aparato, función que habrá de ser reconocida como
ubicará como pertenecientes a Eros; las agresivas en característica de Eros. (Véase Freud, 1940 [1938] y
relación con la pulsión de muerte). Green, 1986)17. Cabe añadir que en las
Pero la cuestión no es tan sencilla: se complica descripciones freudianas de Más allá…, sobre todo
si acudimos a las relaciones entre el principio del en lo que respecta al juego del carretel, no es posible
placer y las pulsiones de vida y de muerte en la obra tampoco descartar una ganancia de placer (en
freudiana, ya que estas relaciones son relación con la pulsión de apoderamiento o la
contradictorias y equívocas. Lo que Freud sostiene venganza del niño; yo agregaría, en íntima
respecto del principio del placer, en la forma que viculación con esto, o acaso superpuesta con lo que
trata en este punto los conceptos, no coincide Freud llamó venganza, la descarga sádica que
necesariamente con lo que piensa acerca de las sobreviene a la identificación con el agresor). Esto
pulsiones sexuales en su relación con Eros y revelaría la influencia del principio del placer en esa
Tánatos. Así, llega a señalar (Freud, 1920a) la repetición.
vinculación del principio del placer con… la pulsión Pero todas estas presencias (intentos de ligazón,
de muerte, vinculación que admite muchas dudas. satisfacción pulsional placentera) no impiden pensar
Uno tiende a inclinarse por lo contrario y a colocarlo —como no le impidieron a Freud— que, en última
del lado de la pulsión de vida, en cierta consonancia instancia, hay algo más primario, demoníaco y
con lo que acabo de expresar a propósito de las tanático en esta repetición, que tiende al retorno a un
pulsiones sexuales. Pero es este un tema asaz estado anterior inorgánico (Freud, 1920a) y que
complicado y no resuelto, que al menos quería dejar suele convertirla en una de las resistencias más
planteado, ya que no podré extenderme sobre el tenaces a la labor analítica (Freud, 1926 [1925]).
mismo, dado el riesgo de desviarme demasiado del Bajo riesgo de parecer pesimista, me inclino por
eje de mi razonamiento]. atribuir a esta última y destructiva causa de la
repetición un predominio en el seno de la mayoría
1. La destructividad vinculada con la repetición de las situaciones repetitivas que, dentro del terreno
«más allá…» es consecutiva a la llamada fijación al psicopatológico, se presentan en nuestra práctica.
trauma (Freud, 1916-17; 1920a; 1939 [1934-38]). Esta forma de la repetición, por el contrario, desliga
Me referiré a renglón seguido y más puntualmente en vez de ligar, tendiendo a mantener la energía
al trauma precoz. La persona, como ha sido dicho, libre e indomeñada.
repite sin saberlo situaciones traumáticas, esto es Es claro que en el tratamiento psicoanalítico
displacenteras, dolorosas y nocivas, como signada hay, sentado detrás del paciente, alguien en
por un destino demoníaco (se trata en esencia de condiciones de intentar descifrar su mensaje,
heridas narcisistas, vale decir, sentimientos de ayudarlo a reconstruir una historia sin palabras y a
desamparo, de no ser amado, de que desean su dejar de repetir; alguien que en cierto modo y
muerte o su desaparición, etc.). Suele buscar en lo mientras tanto saca partido de esa repetición, sobre
real algo que represente una versión concreta de ese todo en el campo de la transferencia-
padecimiento traumático. Y hasta es capaz, como el contratransferencia, para llevar a cabo con éxito su
mismo Freud (1920a) lo señala, de inducir en los labor. Pero sin la oportunidad que brinda el análisis,
demás —incluido el propio analista— reacciones de despistado acerca de su inconsciente, esa misma
rechazo o malestar hacia su persona; las neurosis de persona, el paciente, corre muchos riesgos de
destino (Freud, 1920a), como en el caso del sujeto continuar con repeticiones deletéreas —auto- y

52
hetero-destructivas— y por tiempo indefinido aun tenía un severo déficit en su autoestima; además
hasta el final de sus días. Fuera de la situación padecía grandes apremios económicos, todo lo cual
analítica, dudo mucho que la repetición le sirva la hundía a menudo en un estado de desasosiego. Al
demasiado para algo que se relacione con Eros. parecer, su madre la había maltratado y dejado
Ésta, mi posición, corresponde a mi personal lectura demasiado tiempo sola cuando pequeña; María
de Freud (a mi coincidencia con ciertas ideas nunca se había llevado bien con ella. El padre había
expuestas por éste, que destaco por sobre de otras), muerto cuando ella tenía 13 años; se había sentido
así como a las impresiones provenientes de mi entonces muy desamparada.
experiencia en la clínica psicoanalítica, tanto como La profesional que la entrevistó, conmovida por
analista como en mi condición de supervisor. su historia, experimentó intensos deseos de
A la destructividad que por sí misma conlleva la ayudarla. Teniendo en cuenta la apremiante
mortífera repetición «más allá…», repetición del ello necesidad de María, le ofreció de inmediato llevar a
en tanto reservorio de las pulsiones (puesto que cabo una psicoterapia, en la que habría de verla con
implica a la pulsión del trauma, necesitada de cierta asiduidad. María pareció estar al principio
ligazón), hay que añadir las defensas del yo, que por muy complacida y dispuesta, pero en seguida
lo arcaicas, inadaptadas y repetitivas resultan en su comenzó a llegar tarde a sus sesiones o a faltar;
accionar nocivas para el sujeto y/o para los demás, en finalmente abandonó el tratamiento sin previo aviso
tanto chocan con las exigencias del mundo exterior. y literalmente desapareció sin dar señales de vida,
Aquí se sitúa, junto a la desmentida de la situación cosa que había ya sucedido antes con una
traumática (que suele acompañarse de la tentativa a profesional de otro centro asistencial. Al cabo de
ultranza de preservación de un yo ideal omnipotente años re-apareció, volvió a solicitar ayuda, inició un
en el sujeto), el cortejo defensivo que la escuela nuevo tratamiento y a las pocas semanas de iniciado
kleiniana caracterizó con acierto en los estados éste la historia se repitió: volvió a interrumpirlo y a
maníacos (disociación, identificación proyectiva desaparecer sin dejar rastro.
masiva, idealización, negación, denigración del En primer término, no puede dejar de llamarnos
objeto, con los sentimientos de triunfo, control y la atención el contraste entre la enorme necesidad de
desprecio sobre éste); también se observan las ya ayuda, tanto psicoterapéutica como social,
citadas y muy primitivas identificación con el experimentada de manera consciente por esta
agresor y la transformación en lo contrario (como el paciente y sus abandonos reiterados y compulsivos
pasar de sujeto pasivo a activo, por ejemplo, que de los tratamientos (aunque también es cierto que al
Freud describe en el juego del carretel), o el pasaje tiempo regresaba para pedir nuevamente ayuda). No
del propio sujeto a otro, a la inversa de la vuelta en hay duda que en ello pueden incidir múltiples
contra del sujeto, mecanismo este último factores y, de hecho, este caso no fue la excepción;
íntimamente conectado con el de la transformación sin embargo, una serie de datos, conductas y frases
en lo contrario (Freud, 1915b; 1920a). de ella nos permitieron colegir que lo que pesaba era
He observado con llamativa frecuencia una ante todo una defensa primitiva y estereotipada: la
conducta repetida en aquellos pacientes de cierta transformación en lo contrario. María realizaba
gravedad que han sufrido en su infancia carencias activamente, a través de un lenguaje de acción, lo
afectivas importantes y situaciones de abandono, que había sufrido y continuaba sufriendo —en su
maltratos físicos o emocionales diversos: estas inconsciente— pasivamente; esto es, abandonaba en
personas, las más necesitadas de ayuda terapéutica, forma intempestiva a la terapeuta cuando más
y que de hecho así suelen expresarlo abiertamente, necesitaba de alguien que la asistiera. Abandonaba
pueden, o aferrarse con desesperación a la ayuda para no sentirse abandonada y/o ante el temor de
que se les ofrece o, por el contrario, y esto es lo que volver a pasar por una muy temida situación de
quiero aquí destacar, ser también las primeras en abandono, negando así además su fragilidad
abandonar el tratamiento, vale decir, en psíquica y su tendencia a una dependencia extrema
abandonarnos, en una actitud esencial y del objeto. Convertía de este modo a la terapeuta
visiblemente autodestructiva: —que poco pudo hacer por ella ya que no le dio
El caso que comentaré a continuación ha sido tiempo a que pudieran revisar esta conducta
aportado por una colega en supervisión conmigo. repetitiva— en depositaria (identificación
Una mujer joven y soltera que vivía sola, a la proyectiva) de sus aspectos yoicos más desvalidos,
que llamaremos María, presa de intensas angustias, vulnerables y dependientes; pero perdía también así
demandó asistencia psicológica en un centro al buen objeto, desaprovechando una vez más la
asistencial. Sus carencias afectivas eran evidentes y posibilidad de ser ayudada.

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Fijaciones a traumas tempranos acaecidos en las otra ciudad conduciendo su automóvil a casi
fases del narcisismo primitivo suelen acompañarse doscientos kilómetros por hora sobre el asfalto
de defensas igualmente primitivas que pueden resbaladizo debido a las lluvias caídas, sólo para
originar conductas maníacas o psicopáticas en las reasegurarse del amor de ella (por quien muy
que se exterioriza el anacronismo de tales defensas, pronto, por otra parte, perdería todo interés).
y/o dar lugar a determinados rasgos de carácter; en Exponía de este modo su vida, negando
todas estas manifestaciones se observan tendencias maníacamente la posibilidad de sufrir un accidente y
auto- y hetero-destructivas. en el fondo conmocionado ante el temor a que
Jorge, un hombre joven del que he hablado en alguien lo rechazara, lo que constituía su talón de
otras oportunidades me dijo en la primera entrevista: Aquiles; asimismo, intentaba siempre invertir los
«Me estoy autodestruyendo desde hace muchos papeles para que fueran los otros quienes
años… Sobre todo he destruído mis relaciones con aparecieran dependiendo de él y no al revés, cosa
mis novias… y ahora la relación con mi mujer». Era que repitió también en su relación transferencial
esta una actitud reflexiva y producto de cierta toma conmigo. (Transformación en lo contrario; vuelta
de conciencia de que le pasaban cosas que escapaban contra otros; identificación proyectiva). A la
a su conocimiento y control, y sobre todo que el manera de un don Juan, solía seducir a las mujeres e,
causante de los principales problemas de su vida era incapaz de amar, las abandonaba.
él mismo. En su análisis, en cambio, evidenció En Jorge y en su hermano, que presentaba una
intensas resistencias a ahondar en esos problemas. patología «en espejo» con la de él, la misoginia era
Una neurosis de destino parecía condenarlo al visible y constituía una expresión del odio y el
«eterno retorno de lo igual» (Freud, 1920a). resentimiento hacia la figura materna.
A menudo era infiel a su esposa y solía salir de A Jorge le gustaba pasar por un play boy, al
juerga con sus amigos. igual que su hermano. Ambos adoptaban con
Ante todo, Jorge desmentía las carencias frecuencia conductas violentas y eran temidos por
afectivas que junto un hermano muy próximo a él los demás. El ser arrogante, despectivo y prepotente
había padecido cuando niño. Perteneciente a una fueron algunos de sus rasgos caracteropáticos más
familia de posición económica y social acomodadas, salientes, como consecuencia de defensas
con su hermano eran los últimos hijos, no deseados, —maníacas— arraigadas en el yo y testimonio de la
de una numerosa prole y los únicos a quienes su marca dejada por las injurias narcisistas ocasionadas
madre no amamantó. Sus padres eran bastante por el desamparo padecido.
mayores cuando ellos vinieron al mundo. La crianza El recurrir repetida y rígidamente a estos
de ambos niños fue encomendada entonces a un ama mecanismos primitivos suele, como vemos,
de llaves de la familia. desencadenar actos francamente destructivos sobre
Jorge albergaba, en la unión con su hermano, los objetos con los cuales el sujeto se relaciona
acaudalados y bellos, intensas fantasías de (acting out maníaco o psicopático, por
omnipotencia megalomaníaca. Las defensas ejemplo).Una trágica historia, perteneciente a la
maníacas se veían reforzadas a menudo por la crónica policial, que he citado ya en otras ocasiones
ingestión de cocaína (cuya dependencia de la misma (Braier, 1992; 1992a), puede ilustrar esto último:
él se encargaba de desmentir), que le proporcionaba Robert Harris, condenado a muerte en los
una manía «química». EE.UU., fue ejecutado en la cámara de gas en 1992
Se defendía esencial e inconscientemente de por haber matado a dos niños en 1979.
experimentar sentimientos dolorosos de abandono, «La ejecución de Robert Alton Harris […] fue,
vale decir, de revivir (repetir) situaciones en cierto modo, una muerte anunciada si se tienen
traumáticas de desamparo infantil, así como en cuenta los datos de su biografía: repleta de
de sus sentimientos de dependencia. En cierto miserias y perversidades, si bien no justifican los
modo lo lograba, claro que a expensas de recurrir a dos terribles homicidios por los que fue sentenciado,
defensas que generaban en él actings maníacos o ayudan —al menos— para clarificarlos.
psicopáticos capaces de dañarlo o de dañar a los Una historia que comienza el 15 de enero de
demás y, en consecuencia, perjudicarlo también de 1953, en un hospital del ejército en Fort Bragg
algún modo. (Carolina del Norte), cuando el sargento Kenneth
Una vez, para mitigar la angustia de Harris (condecorado con la estrella de plata por su
desvalimiento que amenazaba con instalarse a raíz actuación en la Segunda Guerra Mundial), ebrio
de su temor de que una joven no estuviera como una cuba, le pegó una tremenda patada en el
enamorada de él, no vaciló en ir a su encuentro a vientre a su esposa embarazada.

54
A causa de esta agresión, como un signo trágico dos niños a quienes también mató. La elección de los
que marcaría los 39 años de su vida, pocos minutos niños como víctimas iría a favor de la hipótesis de
después, en una sala de ese mismo hospital, y siendo una fijación a la situación traumática originaria, ya
sólo sietemesino, nacía Robert Alton Harris. que el trágico suceso reproduciría, mutatis mutandis,
Era el quinto de los nueve hijos de una familia las escenas aterradoras en las que su progenitor lo
que vivía al borde del abismo: su padre sufría el amenazaba de muerte cuando era pequeño y lo
síndrome conocido como «neurosis de guerra» (se perseguía pistola en mano.
produce a causa de los bombardeos), y su madre Al mismo tiempo lo sucedido permite pensar en
[…] era una alcohólica irredimible […]. la transformación en lo contrario: de sufrir
Su padre creyó siempre que Robert no era hijo pasivamente el terror y el suplicio al que lo sometía
suyo, y nunca se ahorró mostrarle el desprecio que su padre cuando niño, Harris pasó a realizar
semejante imagen le provocaba: el pasatiempo activamente lo que antes le hacían a él, hasta llegar
preferido del sargento Kenneth Harris era cargar su incluso al crimen.
pistola, apuntarle a su pequeño hijo y obligarlo a Es de destacar que en las historias de criminales
correr por el patio para escapar del posible balazo notorios nos encontramos con cierta frecuencia,
final, mientras le gritaba: «Corre, Robbie. Corre, como en el caso de Harris, con figuras parentales
sálvate». Todos recuerdan, en la familia, aquella crueles; no es difícil deducir en estos casos el
tarde en que —teniendo Robert sólo 10 años— su importante papel que ocupan, dentro de las defensas
padre le dio una tremenda paliza con una caña de empleadas por el sujeto, mecanismos tales como la
bambú. identificación con el agresor y la transformación en
Fue para esa época que Kenneth Harris fue lo contrario. (Braier, 1992).
despedido del ejército […] tuvieron que mudarse En la repetición «más allá…» el panorama se
[…] arrastrando una deuda […]. completa con la repetición de las amenazas y
[…] La hija mayor, Bárbara, arrestada por robo castigos provenientes del superyó, habitualmente
e internada en un reformatorio, terminó revelando cruel en estos casos, capaz de engendrar una
los juegos sexuales que mantenían ella y sus considerable violencia intrasistémica.
hermanas con su padre. 2. En lo que atañe a la repetición que responde
En esos días, con 11 años, el niño Robert Alton al principio del placer: no parece acertado atribuir
Harris entraba por primera vez a una comisaría por la destructividad a esta forma de repetición en sí
matar gatos. Era sólo el principio del fin. misma. La prueba está en que dentro del terreno de
En diciembre de 1964, Kenneth Harris, luego de la psicopatología de la vida cotidiana (chistes,
golpear a su esposa, comenzó a hacerle el amor a una sueños, etc.), tal retorno no necesariamente cursa
de sus hijas: así lo encontró la policía (iría finalmente con graves daños, sino que, por el contrario, es
a la cárcel), ante la mirada atónita de Robert. posible que no traiga mayores consecuencias en el
Comenzaron a viajar de una ciudad a otra hasta sujeto y en los otros (si bien lo opuesto,
que —con sólo 14 años— su madre lo abandonó en masoquismo mediante, claro está, también se
Sacramento. Después de robar un auto, pasó 4 años observa). Esta compulsión de repetición es la que
en distintos reformatorios donde trató de suicidarse reproduce además nuestros modos o patrones
varias veces cortándose las venas […]. habituales de conducta («clichés»), no
A los 19 años, ya en libertad, Robert Harris se necesariamente patológicos y, en particular, nuestras
casó, tuvo un hijo y —sin dejar su adicción a las modalidades de relaciones objetales (transferencias)
bebidas— comenzó a ganarse la vida como (Véase Freud, 1912, en que ya anuncia la repetición
soldador. Pero —arrestado recurrentemente— ya no transferencial que dos años más tarde describirá en
se separaría más de su apego cada vez más grave «Recordar, repetir y reelaborar»).
hacia el delito». (Diario Clarín, Buenos Aires, La destructividad en las neurosis que, como
22 de abril de 1992. Las cursivas son mías). daños o perjuicios varios para el propio sujeto y/o
La historia, verdaderamente estremecedora, los demás ocasiona su patología, se debe a sus
habla por sí sola. Pone en evidencia tanto la propios dinamismos, los que, desafortunadamente,
destructividad dirigida hacia otros como las eso sí, al repetirse por la existencia de una
tendencias autodestructivas de su protagonista. compulsión de repetición, harán sentir sus efectos
Considero que los datos son suficientes para suponer una y otra vez, pudiendo a la larga causar
que Robert Harris experimentó defensivamente una verdaderos estragos («[…] tanto los síntomas
identificación con el agresor temido —su propio como las limitaciones del yo y las alteraciones
padre— y, después de matar gatos, la emprendió con estables del carácter, poseen naturaleza compulsiva

55
[…]». Freud, 1939 [1934-38]. Las cursivas son de negativa (RTN); estamos hablando de masoquismo,
Freud). en su variante de masoquismo moral (Freud, 1924),
Así, en las neurosis la satisfacción embozada y del que habría mucho que tratar, pero tampoco nos
fantaseada de los deseos libidinales (o agresivo- será posible en esta ocasión. Lo que no quiero dejar
libidinales) conlleva los sufrimientos propios de de expresar es que en las llamadas neurosis de
estos cuadros, provocados por las inhibiciones, destino que tenemos oportunidad de observar en la
síntomas y angustias correspondientes, aunque no clínica, encuentro generalmente una clara relación
olvidemos que lo que resulta displacentero para un del sentimiento de culpa y la necesidad de castigo
sistema (el prec-cc) puede resultar placentero para el con el drama edípico (siempre y cuando el
otro (icc).Ya sabemos, además, cómo ciertas analizando haya ingresado realmente en la
conductas (los rituales obsesivos, las fobias) pueden organización edípica), lo que armoniza con la
entrañar agresiones y perjuicios también a los relación y secuencia señaladas por Freud (1924):
allegados, y cuánto de su agresión canaliza un fóbico progenitores-superyó-destino.
hacia su ambivalentemente amado acompañante En todas las circunstancias hasta aquí descriptas
fóbico, al que mantiene casi esclavizado. cabe pensar en la pulsión de muerte mientras efectúa
El potencial destructivo en las neurosis debe, en en el trasfondo su labor interna silenciosa,
suma, ser atribuido a la manera de procesar el insuficientemente neutralizada por las pulsiones de
conflicto neurótico, a su dialéctica. Sin embargo, vida (libido) y obrando desde la base del
tienta decir algo abordando separadamente la sentimiento de culpa, la RTN y el masoquismo
defensa: no se pueden soslayar los perjuicios que (Freud, 1937).
produce el empleo repetitivo de defensas neuróticas Pero la liberación de pulsión de muerte sería
caracterizadas por su anacronismo, intensidad, más grande en los cuadros más regresivos, que
estereotipia y fijeza. cursan con una mayor desmezcla pulsional, lo cual
El análisis y consecuente modificación de las se traduciría en una mayor incidencia de la
defensas yoicas —aunque esta última sólo fuera repetición que podríamos, por ende, llamar tanática,
cuantitativa— es, por ende, decisivo en todos los aquella que está «más allá del principio del placer»,
casos del espectro psicopatológico; supone no sólo registrándose niveles auto- o hetero-agresivos más
el ineludible análisis y superación de resistencias a elevados.
hacer consciente lo inconsciente, pues como A estas alturas de mis reflexiones es posible
resistencias operan en la cura (Freud, 1926; 1937), colegir que:
sino también la resolución de síntomas, inhibiciones
y alteraciones de la conducta, en los cuales se hallan • Tal vez entre destructividad y repetición regida
profundamente involucradas y arraigadas. Pero por el principio del placer no pueda a priori
sobre todo, este análisis implica la posibilidad de establecerse relación directa alguna (lo cual no me
cambio psíquico estructural, de obtener ha impedido los rodeos y especulaciones que he
modificaciones cualitativas y/o cuantitativas en la juzgado lícito y conveniente efectuar). La cuestión
organización caracterial del analizando. depende de qué es lo que se repite y no de la
Hemos desembocado en el análisis del carácter. repetición en sí misma.
En rigor, todo análisis es un análisis del carácter. • En el modelo neurótico deberíamos buscar otra
Pero no podemos seguir adelante en esta dirección explicación para la destructividad, vale decir, sin
so riesgo de desviarnos del tema de este trabajo. hacerla depender de la repetición. Esta repetición
Está claro que, dentro de las neurosis, en el sería sólo eso, repetición, «el eterno retorno de lo
conflicto intervienen también (al igual que puede igual» (Freud, 1920a), que supuestamente en nada
además suceder en los cuadros más graves, como en intervendría en la esencia del hecho destructivo; la
el caso de aquellos que remiten a fijaciones a niveles prueba está en que también lo que es del orden de
narcisistas primitivos y a traumas precoces y que he la vida cotidiana, de lo creativo y constructivo se
descripto poco más atrás): el sadismo, el repite. Así, el sujeto repite sus síntomas, sus
controvertido sentimiento inconsciente de conductas alteradas, sus respuestas
culpabilidad por los deseos prohibidos, del que caracteropáticas. Pero la repetición simplemente lo
habló también Freud (1923) y la consiguiente haría repetir, no crea ni explica su patología.
necesidad de castigo (Freud, 1924), que sostiene y • Se podría achacar la destructividad expresamente
amenaza con perpetuar síntomas y conductas y sin más trámites ni complicaciones sólo a las
patológicas, y que explicaría asimismo, siempre pulsiones agresivas (destructivas), que es decir
según Freud (1923; 1924), la reacción terapéutica también a la pulsión de muerte, operando ya sea de

56
un modo ruidoso y violento en sus manifestaciones el riesgo que deviene del potencial destructivo del
o bien silencioso.18 Siempre nos queda el inconsciente, de la pulsión de destrucción. Pero cabe
expediente de asociar la destructividad con la además puntualizar: la repetición es, ya en el terreno
desmezcla pulsional, equivalente a un triunfo de psicopatológico, resistencia, no cambio, permanecer
las pulsiones de destrucción. Pero este en el mismo lugar, tropezar siempre con la misma
razonamiento no se agotaría tampoco aquí, ya que piedra; es la inercia, detrás de la cual vislumbramos
lo dicho se articula de inmediato con el la presencia de la pulsión de destrucción o muerte.
masoquismo primario y secundario y con el Por ello,
sadismo, los que implican la acción de las
pulsiones destructivas, aunque ligadas por la • en sentido estricto parece válido vincular la
libido. El fecundo recorrido de la indagación destructividad al menos con un tipo particular de
freudiana desemboca finalmente en la segunda repetición: la que está «más allá del principio del
tópica, con un ello reservorio de las pulsiones, placer», en tanto que es expresión de la pulsión de
tanto eróticas como agresivas, que puede registrar muerte, que a su vez tiende, por definición, a la
una sobrecarga de estas últimas, incluso destrucción de las cosas. En este caso la repetición
constitucional; un superyó capaz de alcanzar un es un destino (neurosis de destino). La tentativa de
elevado nivel de sadismo y un yo masoquista, y las ligar la excitación de las pulsiones que a la vez
diversas consecuencias, auto- o hetero-destructivas, supone esta repetición es la presencia y
provenientes de las tensiones intersistémicas, contribución de Eros al fenómeno, uniéndose a la
tensiones para cuya comprensión habrá también pulsión de destrucción, y entiendo que no invalida
que incorporar la incidencia del mundo exterior. lo que acabo de sostener, ya que concebir una
Por supuesto que en este punto debemos considerar repetición que sea pura pulsión de muerte sería
especialmente el papel de las identificaciones incompatible con la vida.
patógenas, yoicas y superyoicas, en particular las • Cabe reconocer, sin embargo, que en la clínica
que ejercen efectos destructivos en el sujeto y a las psicoanalítica una separación taxativa de ambas
que me referiré poco más adelante. formas de repetición resulta a veces difícil o
imposible y no es estrictamente necesaria. Eros y
Finalmente, si no aceptáramos la existencia de la Tánatos participan siempre, mezladas y en
pulsión de muerte (tal como sucede con no pocos distintas proporciones, en la repetición,
analistas), cabrían aún otras explicaciones acerca de condicionando fenómenos que pueden ser tan
las causas de la destructividad de la que son capaces variados como complejos para ser desmenuzados
las personas.19 en cuanto a su génesis y significación.
Sin embargo, si bien la repetición puede ser muy
necesaria y conveniente (yo mismo defiendo aquí
que debo repetir algunos conceptos para poner en Eduardo Braier
marcha mis razonamientos o porque se olvidan Salvador Espriu, 69-71, 6º 2ª
fácilmente; aquí repetir es ligar, forma parte de la 08005 Barcelona.
elaboración psíquica), no puedo dejar de tener en Tel./fax: 93 221 30 94
cuenta que en el terreno de la psicopatología la braier@teleline.es
repetición (y dispénseme el lector que me repita una
vez más), atada al trauma y al masoquismo, etc., Notas
supone lo opuesto al recuerdo, a la concienciación, a
la reelaboración y al cambio psíquico que es propio 1. Una versión muy resumida de algunos de los puntos de este
del movimiento vital que caracteriza a Eros. El trabajo y con el título «La destructividad y sus relaciones con la
automatismo de repetición, en todo el aparato, deja repetición y las identificaciones primarias», ha sido presentada
al sujeto a merced de esa repetición. Y está aquello en las IV Jornadas de Intercambio en Psicoanálisis, «Más allá
del principio del placer (sobre el masoquismo, el
—que no se puede tampoco soslayar— de «tanto va
desinvestimiento y la destructividad)», organizadas por Gradiva
el cántaro a la fuente que al fin se rompe». Lo que
Associació d’Estudis Psicoanalítics, Barcelona, 26 y 27 de
quiero decir es que esta repetición, sobre la que octubre de 2001.
incide especialmente el masoquismo moral, expone 2. El lector interesado puede consultar, dentro de la copiosa
al sujeto una y otra vez a síntomas o conductas bibliografía existente, el interesante trabajo de E. Mallet Da
perturbadas, dolorosas, perniciosas y peligrosas o Rocha Barros (2000), en el que este autor efectúa una reseña del
directamente fatales, y esto genera diferencias aporte del psicoanálisis kleiniano al problema de la
cuantitativas. Claro, me dirán, la repetición entraña destructividad.

57
3. El trauma infantil temprano ha sido objeto de amplios y 9. Dicho esto con las salvedades del caso, pues soy
medulosos estudios en los últimos años. Personalmente me han consciente que estoy aportando ejemplos que no pertenecen a la
despertado particular interés los de W. Baranger, M. Baranger y situación analítica; aquí echamos de menos las asociaciones
J. Mom (1987), C. y S. Botella (1992; 1997; 1999) y N. libres de la soñante. A pesar de ello he optado por estos sueños
Marucco (1999). porque me parecen muestras elocuentes y al menos conocemos
4. Tal como antes hemos puntualizado, cabe también las circunstancias en que fueron soñados. Para estos menesteres
considerar dentro de la compulsión a la repetición que está no tendría igualmente inconveniente en suministrar otros muy
«más allá…» situaciones traumáticas, potencialmente demostrativos de pacientes analizados por mí o acudir a algunos
representables, que se originan en etapas posteriores a las de la de entre las decenas que figuran en los libros de Garma.
patología del narcisismo primario y que se inscriben desde el 10. Además de Más allá…, es también el caso de Moisés y la
inicio dentro de la trama edípica, como es el caso de las que religión monoteísta, una de las últimas obras del creador del
describe Freud en Más allá… («El vínculo tierno establecido psicoanálisis, en la que éste expone como un modelo de
casi siempre con el progenitor del otro sexo sucumbió al estructura el configurado por la situación traumática y las
desengaño, a la vana espera de una satisfacción, a los celos que consecuentes defensas del yo, capaces de dar incluso lugar a la
provocó el nacimiento de un hermanito […]»). Los Baranger y producción de determinados rasgos de carácter en el sujeto.
Mom (1987) citan precisamente, entre otras situaciones Es también en Moisés y la religión monoteísta que Freud
traumáticas «[…] el complejo de Edipo mismo, con su fuerte explicita con toda claridad que los traumas infantiles
articulación con el complejo de castración», que «[…] comprenden tanto el trauma sexual (del cual la seducción del
constituye ya por sí mismo una situación traumática». niño por un adulto es un ejemplo prototípico) como el trauma
Por otro lado, reconociendo la incidencia que tiene temprano. Dice textualmente acerca de los traumas de la
el après-coup, hemos de convenir que los traumas precoces infancia: «[…] se refieren a impresiones de naturaleza sexual y
habrán a su vez de ser igualmente resignificados desde el agresiva, y por cierto que también a daños tempranos del yo
complejo de Edipo y el complejo de castración. El mejor (mortificaciones narcisistas)».
ejemplo de ello sigue siendo el aportado por la escena primaria Desde mi lectura personal entiendo que la teoría traumática
traumática en el historial clínico del «hombre de los lobos» de la compulsión de repetición admite la inclusión del trauma
(Freud, 1918). temprano no meramente a la luz de trabajos ulteriores de Freud
5. A diferencia de los seguidores de la escuela inglesa, que a Más allá…(como en Moisés…), sino a partir de la propia
abordó ya desde sus comienzos los acontecimientos del descripción que en 1920 realiza acerca del juego del carretel,
psiquismo temprano, entiendo carecíamos de un desarrollo cuyo protagonista tenía tan solo dieciocho meses; juego
teórico adecuado, o más bien el que poseíamos resultaba directamente relacionado con la temática del abandono-
insuficiente. Sin embargo, en la actualidad sabemos desamparo (hilflosigkeit)-separación y tan nombrado en la
fehacientemente que los basamentos se hallaban contenidos en literatura psicoanalítica por su relación con conceptos
la misma obra freudiana; su relectura atenta y el enfoque freudianos tales como narcisismo primario e identificación
esclarecedor de algunos autores —entre los que prevalecen los primaria y con el estadio del espejo que describe Lacan.
franceses y los argentinos— permitieron rescatarlos y detectar La teoría del trauma psíquico tiene un vasto alcance desde la
además otros gérmenes teóricos, todo lo cual, junto a los nuevos concepción, más amplia (más allá del trauma «puntual»), de
y valiosos desarrollos que partieron de esta línea de situación traumática, de la cual hablan M. Baranger,
pensamiento, nos ha permitido hoy por hoy contar con esta W. Baranger y Mom (1987) y que, a mi entender se halla en la
necesaria teorización. línea de un pensamiento freudiano como el que acto seguido
Las teorías acerca del narcisismo primitivo y adscriptas a una transcribo, también citado por estos autores: «[…] es posible,
metapsicología freudiana han despertado hace tiempo mi con buen derecho, caracterizar a la represión, que está en la base
interés. Recientemente he efectuado una reseña y elaboración de toda neurosis, como reacción frente a un trauma, como
personal de las mismas en un volumen publicado en neurosis traumática elemental» (Freud, 1919). La noción
colaboración (Braier, 2000a). freudiana de trauma psíquico va encaminándose
6. Cabe precisar que ya en 1934 Ferenzi había publicado un progresivamente a lo largo de la obra de Freud hacia la de
artículo que vínculaba el origen de los sueños con los traumas situación traumática —denominación, como antes
psíquicos y que Garma desconocía cuando en 1940 pergeñó su mencionamos, ya empleada por el propio Freud (1926; 1937).
hipótesis. En la posición de ambos autores se advierten claras (A todo esto, entiendo que los traumas a los que se refiere
semejanzas. Garma en su teoría acerca de la génesis onírica no se limitan a
7. En las diferentes versiones de las obras completas de Freud los traumas «puntuales» sino que, desde ya, corresponden a una
en castellano no hay una transcripción textual de esta versión asimismo ampliada del concepto de trauma psíquico,
conferencia, aunque sí una descripción a modo de resumen. abarcando además las situaciones traumáticas más variadas; de
8. Garma (1990a) llegó a interpretar el sueño de Freud de la hecho, Garma emplea preferentemente también la
inyección a Irma como una situación traumática enmascarada, denominación situación traumática en sus escritos sobre los
tal como parecen sugerirlo las propias asociaciones de Freud en sueños.)
torno a dicho sueño, entre las que se cuentan la mención de Por otra parte la noción de situación traumática resulta
hechos que fueron muy dolorosos para el creador del enteramente aplicable al trauma temprano. La situación de
psicoanálisis. desvalimiento o desamparo (Hilflosigkeit), constituye, al decir

58
de los Baranger y Mom (aquí coinciden con lo que dice Freud de las principales disidencias (Green y otros, 1986). Lutenberg
en 1926 y Laplanche y Pontalis en 1968), «la situación (1993) está en lo cierto cuando afirma que la actitud técnica que
traumática de base», «[…] y todas las situaciones traumáticas cada analista tenga dependerá en mucho de la concepción a la
remiten a ella». (En los dos sueños de la enferma terminal que que personalmente adhiera acerca de la pulsión de muerte.
he presentado es posible relacionar fácilmente la grave
situación traumática que los motiva con la situación de
desvalimiento.) Recientemente, Green (1997) ha destacado la
influencia de Ferenczi en esta concepción de lo traumático:
Bibliografía
«Con Ferenczi, el trauma no se limita a la acción excesiva BARANGER, M.; BARANGER, W. y MOM, J. (1987): «El trauma
violenta de una excitación sexual prematura e impuesta. El psíquico infantil de nosotros a Freud: trauma puro,
trauma residiría más bien en la ausencia de una respuesta del retroactividad y reconstrucción». Rev. de Psicoanál., Buenos
objeto a una situación de desvalimiento que mutila para siempre Aires: XLIV, nº 4, 1987.
al yo porque conserva un núcleo de Hilflosigkeit primitiva que BELINSKY, J. (2000): «Bombones envenenados: los filósofos
se reactivará a la menor ocasión durante toda la vida». ante Más allá del principio del placer». En J. Belinsky,
11. Además de numerosos artículos sobre los sueños, la Bombones envenenados y otros ensayos sobre imaginario,
mayoría de ellos aparecidos en la Revista de Psicoanálisis de la cultura y psicoanálisis, Barcelona: Ediciones del Serbal,
Asociación Psicoanalítica Argentina, Garma publicó un total de 2000.
tres libros consagrados a este tema (1940; 1970; 1990). En BOTELLA, C. (1999). Conferencia. Jornada «El trauma psíquico
todos ellos se refiere extensamente a su hipótesis acerca de la ayer y hoy. Nuevas modalidades de abordaje en la práctica
génesis traumática. Como alumno de sus seminarios del psicoanalítica». Barcelona: Gradiva, Xº aniversario,16 de
Instituto de Psicoanálisis de la A.P.A. (Buenos Aires, 1978- octubre de 1999.
1979) he tenido además ocasión de escucharle trasmitir — y S. (1992): «Nevrose traumatique et cohérence psychique».
personalmente estas ideas, habiéndolo hecho con la claridad de Rev. Française de Psychosomatique, París: 2.
pensamiento que lo caracterizó siempre. — (1995): «Sobre el proceso analítico: de lo perceptivo a la
12. Citados por L. Sales (2001). cualidad psíquica». Libro anual de psicoanálisis. Madrid:
13. Hecho muy interesante este, que se trate de la nº 1, Biblioteca Nueva, 1998.
transferencia, ya que las dos formas de la compulsión a la — (1997). Más allá de la representación. Valencia: Promolibro,
repetición que Freud describió fueron detectadas por él en el 1997.
seno de la transferencia analítica. BRAIER, E. (1992): «La estructura dinámica de la personalidad
14. Cabe señalar que Racker alude en este ejemplo clínico a sádica». Conferencia de clausura del Curso de Psiquiatría
un trauma de naturaleza edípica antes que a un trauma Jurídica y Forense. Subdivisión de Psiquiatría y Psicología
temprano. Médica (Hospital Clínico de Barcelona). Universidad de
15. Me refiero a la libido intentando con la repetición la Barcelona, 22 de mayo de 1992.
ligazón de la pulsión de muerte, a la ligazón psíquica de las — (1992 a): Entrevista. La Vanguardia. Barcelona: 24 de mayo
impresiones traumáticas según Freud, como una función de 1992.
originaria del sueño, vale decir, anterior al cumplimiento de — (1992 b): «Estudio dinámico de la personalidad sádica».
deseos e independiente del principio del placer; y a la vez hay Sexto Congreso Europeo de la AEP (Asociación de
una compùlsión repetitiva mortífera, que remite a Tánatos. Psiquiatras Europeos). Barcelona: 3 al 7 de noviembre de
16. Freud (1933 [1932]; 1937a) aludió en más de una 1992.
ocasión a la relación y presencia simultánea del trauma — (1993): «La agresividad desde la perspectiva de la teoría
con el deseo. psicoanalítica». Curso extraordinario sobre Agresividad:
17. Consecuentemente, para Green la destructividad estará enfoque multidisciplinario. Universidad de Salamanca: 6 de
centrada en el desinvestimiento, en una función desobjetalizante julio de 1993.
de la pulsión de muerte, como sucede en el autismo infantil o la — (1993 a): «La agresividad en el sociópata» (5 de julio de
melancolía. 1993); «Neurosis y agresividad» (6 de julio de 1993). Curso
18. Es sin duda la teorización kleiniana la que no ha vacilado extraordinario sobre Agresividad: enfoque multidisciplinario.
en relacionar de modo categórico destructividad con pulsión de Universidad de Salamanca.
muerte, partiendo del Freud de 1920 y en una clara articulación — (1995): «La agresividad desde la perspectiva psicoanalítica».
con diversos hechos clínicos. Conferencia de clausura de las jornadas L’agressivitat: un
19. En el último congreso psicoanalítico internacional enfocament multidisciplinari, organizadas por el Centre
organizado por la I.P.A. (Niza, 2001) su actual presidente, d’Estudis Jurídics i Formació Especialitzada, Barcelona: 8 de
D. Widlöcher, recordaba la gran disparidad de opiniones que julio de 1995.
caracterizó las disertaciones de un simposio sobre el tema de la — (1995 a), «Fantasías de seducción y fantasías “perversas” en
pulsión de muerte realizado en 1984 en Marsella, de cuya mesa la histeria femenina». Segundas Jornadas de Intercambio
redonda, que contó con la participación de los cuatro ponentes en Psicoanálisis. Homenaje a Freud: «La histeria cien años
principales (A.Green, J. Laplanche, H. Segal y E. Rechardt) fue después». Gradiva, Associació d’Estudis Psicoanalítics,
su esforzado moderador. Vale la pena acudir a lo allí expuesto Barcelona: 18 de noviembre de 1995. (Publicado por
para ahondar sobre este tema y puntualizar cuáles son algunas Gradiva, Barcelona, 1996).

59
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irrepresentable». Mesa redonda: Transformaciones en la Paidós, 1963.
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Segundo Coloquio Interdisciplinar. Transformaciones. Aires: Paidós, 1962.
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de febrero de 2000. (Publicado por iPsi, Barcelona, 2001). Buenos Aires: Paidós, 1970.
— (2000a): «Los cuatro puntos cardinales: gemelidad-complejo — (1978-1979): Seminarios del Instituto de Psicoanálisis de la
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