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SENDEBAR Num. 13 - 2002 (Separata) UNIVERSIDAD DE GRANADA 2002 “LAS RUINAS CIRCULARES” DE JORGE LUIS BORGES: Bryan Robinson Universidad de Granada Tradueci6n: Blanca Mendiguehfa Olalla Resumen La traduccién de un texto literario escrito por un autor tan consciente del discurso como lo era Borges, requiere por parte del traductor un andlisis especialmente riguroso de ese texto y de los procesos implicados en su lectura, La traduccién de “Las ruinas circulares” por James Irby (Yates & Irby 1970) es una lograda versién del original centrada en el texto, aunque su decisién de no hacer una traducciGn centrada en el lector es contraria al propésito comunicativo perseguido por Borges en el original Esto se pone de manifiesto gracias al uso de herramientas proporcionadas por el anélisis del discurso en la realizaci6n de este ejercicio de critica de traducci6 Palabras clave: traduccién literaria, anilisis del discurso, critica de traducci6n. Abstract, ‘The translation of a literary text written by an author such as Borges, who was so very aware of discourse, requires of the translator an especially skilled analysis of that text, and of the processes involved in its reading. Irby’s translation of “Las ruinas circulares”(Yates & Irby 1970) is a successful text-centred rendering of the original, but his decision not to write a reader-centred translation is contrary to Borges’ com- municative purposes in the original. This is revealed through the use of Discourse Analysis tools in carrying out this translation criticism exercise Keywords: literary translation, discourse analyses translation criticism. L.Introduccién Este estudio se centra en un relato corto de Jorge Luis Borges, en nuestra opiniGn, uno de los autores del siglo xx mas conscientes del discurso. Borges public6 relatos, poesfa y ensayos, ademds de sus propias traducciones al espafiol de Faulkner (Labrum 1988). La actitud del propio Borges hacia la traducciGn de sus obras fue tipica de él: vefa las traducciones como una especie de desarrollo natural y normal de los textos, y hasta Ilegé a colaborar estrechamente con Thomas di Giovanni (Borges 1974) cn la tarea de crear versiones inglesas de sus versos, incluso reescribiendo los poemas originales. Borges tuvo una actitud ambigua hacia sus propios textos, tanto en la versi6n original como en Ja traducci6n, de manera que en realidad la relacién entre autor y traductor resultaba muy compleja, y a la vez extremadamente completa; como SENDEBAR, 13, 2002; 81 - 102 2 RYAN ROBINSON ‘punta Pagano, “Borges’s interpreters epitomize the threefold function of the transla- tor, namely, as reader. critic, and creator” (2000:175). En este sentido, todos los traductores de Borges mas relevantes gozaron de una relacién estrecha con el autor y sus textos. Los relatos de Borges aparecieron en inglés muy poco tiempo después de su publicacién en espafiol y se recibieron como las versiones en inglés de las obras de ‘un autor con un reconocido prestigio internacional. La tarea de traducir a Borges no parecia ofrecer grandes retos al traductor ya que los temas que trata son més univer- sales que los de otros autores hispanoamericanos y las versiones publicadas (Kerrigan 1962; Yates & Irby 1962; Hurley 1999) varian poco. Las diferencias entre una y otra pueden derivarse més de un deseo por parte de los traductores de separar su propia versién de la de los otros, que de una diferencia sustancial en la interpretacién del texto, No obstante, una caracteristica del estilo de Borges tiene su reflejo -o al menos, deberia de tenerlo~ en las traducciones: el uso de términos de origen anglosajén era algo importante y caracterfstico en Borges, y tendria que reflejarse en las traducciones de sus obras. En el andlisis de Ia tradueci6n literaria podemos destacar la perspectiva de la suela de Ia Manipulacién (Hermans 1985) y la funcionalista (Nord 1991) como enfoques complementarios en la bisqueda de un planteamiento teérico para la critica de traducciones. Ambos ofrecen una visiGn de los elementos microtextuales, entre otros, y es esta lectura de la palabra la que nosotros queremos aprovechar para nuestro estudio. No obstante, para poder indagar en las decisiones traductolégicas que perci- bbimos en la versién inglesa del relato “Las ruinas circulares” (LRC) (1971:61-69) que analizamos, hemos decidido emplear las herramientas analiticas ofrecidas por el andlisis del discurso (Hatim & Mason 1990). La base tedrica elegida describe con gran detalle la teoria y la préctica del analisis del discurso y su aplicacién a los estudios de traduccién. La traduecién escogida para evaluar es la de James E. Irby, publicada en Labyrinths (Yates & Irby 1970: 72-77), casi con toda seguridad la traducciGn al inglés de LRC més lefda, y de ahi la eleccién frente a las otras dos versiones conocidas (Kerrigan 1944; Hurley 1999). ‘A lo largo de este trabajo se revisa la obra de Hatim & Mason tanto en sus aspectos tedricos como prcticos, y se contextualiza el texto original de Borges (TO) y la traduecién de Irby (TM). Finalmente, se sacan conclusiones sobre el éxito que ‘objetivamente se puede decir Irby alcanza en su versiOn y sobre la validez de este ‘enfoque como herramienta para la critica de traducciones. viscourse and the Translator” En esta seccién se examinan aquellas partes concretas de la obra de Hatim & ‘Mason que han servido en nuestro andlisis textual. Se explicardn brevemente sus ideas sobre la critica de traducciones y sobre la trascendencia de la “eleccién motivada”. LAS RUINAS CIRCULARES» DE JORGE LUIS BORGES 83 Posteriormente, se ofrecerd un resumen de su detallado anlisis de la motivacidn del traductor. Se cerraré el trabajo con una visién general de la dimensiGn semictica del proceso de la traduccién en la que se basa nuestro estudio parcial de los textos, y que serviré como marco para las dos caracteristicas concretas ~intertextualidad y opcién lexica que se desarrollard mas adelante a través de referencias tanto al TO como al TM. Ambos textos aparecen en versidn escaneada en los Apéndices A y B, respecti- vamente, 21. Critica de traduceiones y “‘eleecién motivada”” En relaci6n con Ia critica de traducciones, Hatim & Mason comienzan por definir el que ha sido el enfoque tradicional como un enfoque comparativo: un Producto, el TO, se compara con otro, el TM, y se hace una evaluacién. La aplicacién de su investigacién a la critica de traducciones hay que encontrarla precisamente en este punto, en que se persigue, por una parte, proporcionar los criterios cientificos y metodolégicos para realizar la evaluacién, y por otra, enfocarlos a los procesos involucrados en el TO y en su traduccién, Su anélisis del TO comienza por reconocer los procesos comunicativos que intervienen en el texto, procesos que se ponen de ‘manifiesto en recursos textuales que son evaluados tanto objetiva como subjetiva- ‘mente en cada lectura, a lo que afiaden el reconocimiento consciente de que en cada momento hay disponibles varios procedimientos de traduccin, y se propone que empleando el andlisis del discurso se establezcan pardmetros que favorezcan la precisiOn y la consistencia en el ejercicio de Ia eritica de traducciones. Este enfoque se condensa en el que es su objetivo: afiadir a la tradicional elaboracidn microtextual que tiene lugar en la critica de traducciones, una elaboracién macrotextual simulté- nea y paralela, Segiin exponen, el contexto influye en la estructura, y ésta a su vez en la textura, y las tres dimensiones del proceso de la traduccién ~comunicativa, Pragmitica y semiética~ conllevan valores que a su vez.actdan a la hora de tomar decisiones al traducir. Este enfoque permite pensar que las discrepancias entre el TO y el TM al nivel de las palabras o de las frases podrian tener su origen en factores contextuales de distinto orden. Sélo cuando este origen no esté claro es necesario indagar més a fondo las circunstancias que llevaron al traductor a tomar sus deci- siones Estas indagaciones estén justificadas por el hecho de que escribir y traducir son procesos de “eleccién motivada”, ambos basados en el logro de propésitos comunica- tivos aunque las motivaciones difieran, El escritor/traductor realiza una seleccién de lexico 0 de sintaxis sencillamente para lograr esos propésitos. ae BRYAN ROBINSON 2.2. La motivacién del traductor El papel del lector es dindmico: la lectura no es un proceso pasivo. Esto implica, desde el punto de vista de Hatim & Mason, que el “potencial de significado” del texto original debe mantenerse en la traducci6n. Las conexiones existentes entre las eleccio- nes del traductor, tanto Iéxieas como sintécticas 0 de cualquier tipo, y las intenciones del autor deben ser transparentes en cualquier critica cientitica hecha a la traduecién posteriormente. Ahora bien, esto no implica necesariamente tener fe ciega en el autor, el texto, o bien, el lector del TM. Mas bien, se parte de una decisién consciente del traductor que aboga por centrar su trabajo en uno de estos tres. 23. La dimensién semistica del proceso de la traduccion La definicién de signo de Pierce es el punto de partida de este apartado. El concepto de dimensin semidtica en el proceso de traduccién incluye: lo que consti- tuye un signo, sistemas de signos especificos, cémo interactian signos. Lo que proponen Hatim & Mason es que el traductor debe ser consciente de la necesidad de alcanzar la equivalencia semiética en su obra. Las tres categorias semidticas ~el género, que se expresa en el discurso, que se realiza en el texto~ se definen e interrelacionan con gran detalle, y se destaca Ia tercera categoria como la unidad bisica del andlisis semidtico, al imponer restricciones al traductor ocasionadas por 1a interaccién de las categorias. Dentro de los textos, la intertextualidad y la opeidn léxica son dos rasgos que conllevan las implicaciones de esta interrelaciGn, y que son creadores potenciales de problemas de traduccién. y la evolucién de los 3. El texto origen (TO) ‘Las ruinas circulares” (LRC) es un relato merecedor de un andlisis mucho més detallado del que puede abordarse aqui. Consecuentemente, para mantener este estudio dentro de unos limites s6lo se revisardin aspectos relativos a los niveles de narracién y de lectura El primero de estos niveles es el de la relaci6n entre Borges, el autor real del texto, y el lector del texto en el momento de su primera publicacién a finales de In década de 1950, Después se va a revisar el segundo nivel, el de la interaccién entre el autor implicito (AD) (Booth 1961), el narrador y el protagonista, en un intento por describir sus rasgos més sobresalientes. Apuntaremos lo que posteriormente sera la clave de nuestra evaluacién de a traduecién de Irby, a saber, la traslacién al inglés de Ia seleccién léxica hecha por Borges. Para terminar, se analizaré la naturaleza de lector implieito (Ll) (Iser 1974) de LRC, apuntando las restricciones que esta figura impone al lector real de la época, y e6mo deberian afectar estas restrcciones al Jector real de Ja traduecién de Irby. «LAS RUINAS CIRCULARES» DE JORGE LUIS BORGES 85 La relacién entre Borges, el texto y el lector original La relacién de Borges con su texto se caracteriza por un distanciamiento cconsciente de su persona con respecto a la obra. El uso que hace del epigrafe (Apén- dice A) en LRC tiene por efecto quitarle a 61 mismo el mérito de la idea original, dando asi una validez de peso al texto en la mente del lector. El lector de Borges de la época se integraba en la misma élite intelectual que él y el optar por un epferafe en inglés para acompafar el texto en espatiol era la forma de restringir avin més su piblico de lectores: los que no fueran capaces de leer en inglés quedaban excluidos; los lectores reales que sf lo eran, respondfan -si bien es cierto que inconscientemente~ sintiéndose incluidos en un reducido y selecto grupo. Més adelante se analiza la totalidad de las consecuencias de esta referencia intertextual y su importancia en el contexto del TM. 3.2, La relacién entre el autor implicito, el narrador y el protagonista La caracteristica mas relevante del AI de este texto es la de querer que el lector se esfuerce para entender el texto. Para conseguirlo el narrador se construye como personaje dentro de la historia, a la altura del protagonista, lo que se consigue prin- cipalmente a través de los aspectos de opciGn Iéxica y morfosintdctica que se verén con més detalle mis adelante. Se pinta un narrador a la vez. poco fiable y no del todo culto, Como narrador no puede garantizar la exactitud de algunas afirmaciones (Borges 1971:61 linea 10. Apéndice A), y mantiene una relacién ambigua con el texto con la aque refuerza la necesidad del lector de participar activamente en el proceso de lectura Todo esto se transmite a través de las unidades léxicas elegidas por Borges. 3.3. El lector implicito y los niveles de lectura El corolario al perfil del AI que hemos trazado es el del paciente y activo lector implicito (LD que desea rellenar las lagunas dejadas en la narracidn por el AL y que no esté frustrado por las imprecisiones transmitidas por dicho Al y el narrador. No es un lector de poesta, como Collard (1992) sugeriria, sino un lector de relatos que est ddeseando asumir el papel de detective en cualquier ocasisn. Como se ha apuntado, el lector real del TO pudo verse motivado por el deseo de justificar el pertenecer a una lite. Ahora bien, es dificil que el lector de la traduccién de Irby se encuentre en esa situacién, y por lo tanto, algunas de estas imposiciones podrian resultar excesivas. A pesar de esto sugerimos que éstas son las caracteristicas coherentes con el deseo de Borges de que sus textos deben buscar los ~posiblemente escasos— lectores capaces de leerlos satisfactoriamente (Robinson 1981). 86 BRYAN ROBINSON, 4. Latraduceién (TM) El texto sujeto a examen esté publicado en una recopilacién con el titulo de Labyrinths (Yates & Irby 1970), y la traduccién de “Las ruinas circulares” corrié a cargo de James E. Irby, coeditor del volumen y autor de la introdueci6n (Ibid.: 15-23). La introduccién es valiosa en cuanto permite ver el proceso de Ia traduccién desde cuatro perspectivas diferentes, cada una de las cuales serd objeto de una breve revision ‘en las siguientes secciones. Estos cuatro apartados sacados de la introducciGn son la deseripcidn de la obra de Borges: la exposicidn de lo que parece ser el punto de vista de Irby sobre la actividad de traducir a Borges; citas del propio Borges sobre la eseritura como traduceién; y finalmente, algunas observaciones coneretas de Irby sobre la traduccién de la obra de Borges en general, sobre la traduccién de LRC, y sobre su motivacién personal para traducir a Borges y para hacer esta recopilacién. En la “ltima seccién se sacaréin conclusiones acerca de lo que cabe esperar de la traducci6n, a la luz de las cuales se evaluari “The Circular Ruins”. 4.1. Irby y la obra de Borges Irby presenta una argumentacién en la que prepara al lector de Borges para enirentarse a lo no convencional. Analiza el “estilo” de este siltimo en términos del efecto que ejerce sobre él como lector y en términos de su propia interpretacién de las intenciones de Borges. En cierta manera contextualiza ambas vertientes en su breve descripeién de los antecedentes personales de Borges, y de los lectores originales del TO. Irby bautiza Ia prosa de Borges como “una adaptacién moderna del Latinized Baroque stil coupé”. Afirma que su prosa no se lee de forma fluida en espaftol y que por eso se justifica que su traduccién al inglés tampoco se lea asf. Lo que es mas, se cencarga de seftalar los efectos perseguidos por Borges a través del uso que hace de la puntuacién —en particular de la coma y el punto y coma~ como prueba de ello. A estas respuestas concretas y a los recursos textuales, Irby afiade lo que él describe como la “dimensin autocritica” de la escritura de Borges, un aspecto ampliamente tratado por otros criticos (Barrenechea 1975; Alazraki 1976), y en el que él ahonda diciendo que Borges adopta un “tono de autoparodia ... [mediante el cual} ..se traduce ironicamente a sf mismo”. Segiin Irby, esta dimensisn se pone de manifiesto en LRC a través del “estilo” y del “tono”, aunque en menor medida El contexto en el que Irby sitiia estos rasgos de la obra de Borges es el de un ‘autor que procede de una familia intelectual de clase media, en a Argentina de la década de 1950, y que se halla escribiendo para un pablico relativamente pequefio. La familia de Borges disfrutaba de un estatus al que habfa accedido gracias a antepasados influyentes en el desarrollo hist6rico de su pafs, y por tanto sus lectores se encontraban centre aquellos de su misma clase y condicién: una reducida élite social ¢ intelectual. LAS RUINAS CIRCULARES> DE JORGE LUIS BORGES 87 4.2. Observaciones de Irby sobre la traduccién en general y sobre la de Borges en particular Como ya hemos dicho, Irby encuentra plenamente justificado el que las tradue- ciones de las obras de Borges resulten tan “inc6modas” de leer como sus obras en espatiol. Ademés, cita a Nabokov y otros eminentes traductores que apoyan la tesis de ‘que una traduccién deberia leerse como tal. Irby también cita a Borges quien, cuando afirma que hay que escribir en la lengua materna en lugar de interpretar un texto original en una segunda lengua, alude a a idea de que en realidad todo estilo es la traslacidn de otros, 0 sea, que nada es original Las obras de Borges presentan de cara al traductor “dificultades que no difieren a las de Ia poesta”, € Irby sefiala las “deformaciones creativas” y los “artificios crea- tivos” usados por Borges como dos causas concretas de estas dificultades. La eleccién de unidades léxicas baséndose en la etimologia hace surgir una prosa altamente original, ue Irby opta por traducir de forma literal. Para demostrar lo anterior, nos da el ejemplo de “la undnime noche”, sacado de LRC, del que afirma que Borges lo usa por su ctimologfa latina unus animus, “de una mente", y que por lo tanto él traduce por “unanimous”. 4.3. La motivacién del traductor Una vez aclarado el contexto del TO nos queda averiguar qué lugar entiende Irby que ocuparfa su TM en el entorno cultural en el que se produce. Irby tiene la sensacién de que a Borges, “como no era francés”, se le ha pasado por alto en la literatura occidental, y por lo tanto su motivacién para traducirlo es “corregir” esto y Hamar la atencién del gran pablico sobre Borges, como cree que se merece. Sin embargo, quiere que sus lectores sientan que estin leyendo una traduccién y las decisiones las toma con esta idea en mente 44. Conclusiones ‘A pesar de que el anilisis que hace Irby de la obra de Borges describe muchas de las caracteristicas de Ficciones en términos algo subjetivos, y de que su anélisis literario adolece de una falta de rigor que hubiera cabido esperar mostrara un enfoque con una orientacién més Linguistica, su introduccién coincide de forma clara con nuestro anilisis estilistico de Borges. El principio fundamental en el que basa Irby su traduccidn ¢s el de los traductores literalistas, ahora bien, si esto puede ser admitido sin reservas es una cuestiOn que queda abierta. Borges habl6 y escribié sobre la labor de escribir como traduccién, pero no se referia coneretamente a la traduccién de un texto a otra lengua. Ademas, cuando Borges traducfa a otros se inclinaba por versiones. 88 BRYAN ROBINSON ins libres. Las traducciones de obras de Borges publicadas més recientemente, en las gue él mismo colabor6, también tienden a ser menos literals que Ta de Ivb)- ejando esto a un lado se concluye resumiendo To que se puede esperar del TM y eudles pueden ser las expecativas del lector. En primer lugar, se puede esperar 2 ipinales, cuando no insdlites, usos de puntuacion y estructuras gramaticsles: ¥ ¢ Stgundo lugar, se debe estar preparado para sorprenderse por la selescion del Jésico Fe probable que abunde el yocabulaio de etimologfa latina, lo que acarrea unas eterminadas connotaciones —de escritura académica, de textos intelectuales- que no Gebieron ser las mismas encontradas por los lectores del TO en su momento. Se debe sntcipar la sensaci6n de estar leyendo una traducci6n. Aparte, podriamos confiar ¢p ] sopuadsar y ope EE fenwed 207 ‘stgeuors uoreypenaos vim | 208 Haqey Ou Somsive epia ne op lees Se SOA “ungeeaue onb sOm>AbE sp Is fees " "8 ge SBE Pema ve erendhn ob owen ty aioe 2%) & suaiop 9p arm torn mv opedteauon “oles ‘teed suopgas omnqed ues ongu we oe a cea om zone 13 “sapingy sopeprsaoou ens atu © ee ers » ie easels BRYAN ROBINSON -opmanap vqepor of 2qu04 fe “pO ol ap sory “legen 9p operat ono goeng & sen aypoyy solo to) sage wfpod re aeGeH Te | Gidiund ye opessop rage of nb WOPEUDE as Toprodsonyy an ou ave cond ogpomer on orders) Sop rprayogun[ gency 3 feo RI} Sageoq on gues Toiyp spur rome maa Tey gaa otpun . 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