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Resumen de Adicciones

Cerca de 200 millones de personas en el mundo son adictas a las drogas. En


Estados Unidos, el número de jóvenes de segundo año de secundaria que ha
usado sustancias ilícitas casi se ha duplicado desde 1991, y una tercera
parte de los muchachos de 18 años confesó haber probado la cocaína, la
heroína o el LSD, según apunta un estudio de la Universidad de Michigan. El
general Barry McCaffrey - director de la Oficina Nacional de la Política de
Control de Drogas ha calificado esta situación como un "desastre".
Aunque no alcanzamos los niveles de Estados Unidos, en Latinoamérica las
noticias también son preocupantes. En los últimos años, el uso de ciertas
drogas como la marihuana y la cocaína ha registrado un repunte entre los
adolescentes y los jóvenes, la edad de inicio en el consumo de alcohol y
otras drogas bajo y las chicas han pasado a engrosar las filas de los
farmacodependientes. Las investigaciones revelan que quienes abusan de las
drogas dejaron de ser monousuarios y consumen no una sino varias
sustancias de menor calidad y costo, pero con mayor potencial adictivo,
como el éxtasis y el crack. De hecho, algunos médicos afirman que los
actuales usuarios de éxtasis corren el peligro de convertirse en una
generación afectada por la demencia o mal de Parkinson dentro de 30 años).
La "inofensiva" marihuana, gracias a los nuevos métodos de cultivo y
procesamiento, resulta 20 veces más potente hoy que dos o tres décadas
atrás.
Lo anterior representa sólo un botón de muestra sobre las adicciones
juveniles en el continente. De manera sorprendente, paralelo al embate del
narcotráfico, que ha rebasado a las autoridades, logrando que las drogas
sean cada vez más accesibles no sólo en las calles, sino también en las
escuelas, discotecas y centros juveniles de reunión no existe un esfuerzo de
la comunidad por preparar a niños y jóvenes frente al fenómeno. Es más,
durante muchos años, los padres, las escuelas y los medios de comunicación
bajaron la guardia porque creyeron que la epidemia de fines de los setenta
había terminado y las drogas no constituían una amenaza importante. Como
consecuencia, aunque se perciben a sí mismos como grandes conocedores,
los muchachos saben menos de los riesgos del uso de sustancias ilícitas que
hace diez años.
Todos los días podemos constatar que la dependencia a las drogas no
respeta edad, sexo o condición social. Los niños de la calle padecen esta
enfermedad de las emociones, pero también puede afectar a jóvenes de
éxito como Sasha Sokol, solista y actriz, ex integrante del grupo musical
Timbiriche, quien impactó a la opinión pública hace unos años al hablar
abierta y valientemente de su farmacodependencia, de la cual hoy se
encuentra rehabilitada. Los "niños bien" tampoco se salvan. La adicción
consiente en grupo de fenómenos fisiológicos, conductuales y cognitivo de
variable intensidad, en el que el uso de sustancias psicoactivas. Se trata de
una conducta obsesiva y compulsiva (necesidad incontrolada de repetir
cierta acción de manera ritual y estereotipada) que lleva a consumir
periódicamente alcohol o alguna otra droga para experimentar un estado
afectivo positivo (placer, bienestar, euforia, sociabilidad, escape de la
realidad, búsqueda o abandono de la identidad, exploración de nuevas
sensaciones) o librarse de un estado negativo (dolor, aburrimiento, timidez,
estrés). Médicos y psicólogos concuerdan en que la adicción es una
enfermedad de las emociones.
Diversos estudios clínicos y encuestas demográficas con firman lo anterior,
al proporcionar evidencia de que las adicciones se asocian frecuentemente
con trastornos mentales, en especial ansiedad, depresión y algunas
alteraciones de la personalidad. Así, en 1998, en un estudio realizado en
México, nueve de cada 100 personas que abusaban del alcohol y 18 de cada
100 alcohólicos padecían también un desorden afectivo. Las cifras
determinantes de trastornos de ansiedad fueron de 15% y 35%,
respectivamente
En México la adicción se entiende como una enfermedad progresiva,
incurable y mortal, si no se trata. En Europa y algunas partes de Estados
Unidos se maneja como una conducta aprendida que se puede desaprender.
El tratamiento es distinto en ambos casos. Hasta la fecha, los conocimientos
o supresión. En el caso del alcohol, por ejemplo, un bebedor frecuente puede
sufrir convulsiones y hasta morir si se le priva bruscamente de esta
sustancia.
Sustancias psicoactivas (psicotrópicos, sustancias ilícitas, sustancias
adictivas, drogas). Son aquellas que, en el interior de un organismo viviente,
pueden modificar su percepción, estado de ánimo, cognición, conducta o
funciones motrices". En general, se utiliza el término droga ilegal o ilícita al
hablar de las sustancias que se hallan bajo un control internacional y,
aunque tengan o no un uso médico legítimo, se producen, trafican y
consumen fuera del ámbito legal.
Tolerancia. Disminución de los electos específicos a la misma dosis de la
droga con la consiguiente necesidad de aumentar la cantidad y la frecuencia.
Se define también como un decremento de la sensibilidad del sistema
nervioso central a la sustancia. Por ejemplo, si un bebe dar de alcohol coma
tres copas durante cierto tiempo, llegará un momento en que necesite una
cuarta copa para sentir los mismos efectos; más adelante, requerirá seis, y
así sucesivamente.

Según el Manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales,


para determinar que unas personas han desarrollado una dependencia a las
sustancias adictivas, debe manifestar tres o cuatro de los siguientes
síntomas
a) Necesidad de usar una cantidad mayor de la sustancia
Para alcanzar los efectos deseados, con el consiguiente aumento de la
tolerancia. Como es lógico, nadie comienza a consumir sustancias con la
idea de convertirse en dependiente; de ahí que el adicto sobreestime su
capacidad de controlarse a sí mismo y subestime la intensidad de la
dependencia.
b) Aparición de síntomas de abstinencia al disminuir la
concentración de la sustancia en el sistema nervioso central del
consumidor.
Para eliminar o aliviar estas sensaciones desagradables, el sujeto toma la
sustancia a lo largo del día, a veces desde que despierta. La abstinencia
puede aparecer a cualquier edad, en función del tiempo de ingesta de dosis
altas de la droga a lo largo de cierto tiempo
c) Consumo de la sustancia en cantidades mayores o durante un
tiempo más prolongado de lo que el sujeto pretendía

d) Deseos o intentos de las personas de regular o abandonar el


consumo de la sustancia.

e) Dedicar gran cantidad de tiempo a obtener la sustancia,


consumirla y reponerse de sus efectos.

La adicción de termina la vida del adicto, que gira en torno a ella. Las
sensaciones provocadas por la droga pueden ser tan necesarias para el
cuerpo y la mente, que la abstinencia se vuelve intolerable y lleva a algunos
usuarios a realizar actos extremos, como el robo y la prostitución, con el
propósito de conseguirla.
f) Dejar a un lado las actividades laborales, recreativas o
familiares para dedicarse a aquellas actividades que giran en taro
al consumo de la sustancia.
g) Continuar consumiendo la sustancia a pesar de que la persona
conoce los problemas psicológicos o fisiológicos que le acarrea
este consumo (por ejemplo, graves síntomas de depresión o
lesiones en algunos órganos como el hígado, el corazón y el
cerebro).

Referencias
Cañal, M. J. (2003). Adicciones: cómo prevenirlas en niños y jóvenes. Editorial Norma.

https://books.google.com.mx/books?hl=en&lr=&id=3ED-
He6uM-
AC&oi=fnd&pg=PR9&dq=adicciones+en+jovenes+&ots=2X7DqV
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