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Auto Lide Raz Go
Auto Lide Raz Go
El concepto de liderazgo se ha utilizado mucho en el ámbito laboral para hablar de la gestión de los
equipos de trabajo. El liderazgo es la capacidad para dirigir y motivar a otras personas. Por tanto, el
autoliderazgo, hará referencia a esta capacidad destinada a uno mismo. Veamos en profundidad qué
es el autoliderazgo.
Definición de autoliderazgo
Esta habilidad se relaciona con la inteligencia emocional, ya que presenta un componente de gestión
y regulación emocional, al igual que con la inteligencia intrapersonal, dado que implica una
conciencia y conocimiento de nuestra propia persona y la capacidad de usar esta información en
beneficio propio.
La importancia del autoliderazgo reside en el hecho de que la persona tiene el control de su propia
vida, su consecuencia pues es el empoderamiento personal. Las personas con un desarrollado
autoliderazgo toman sus propias decisiones de manera independiente y son capaces de mantener
una focalización en sus objetivos, lo que aumenta las probabilidades de lograr su consecución, y por
lo tanto conseguir aquello que se han propuesto y es importante para ellas.Todo esto repercute en
un mayor bienestar emocional, crecimiento personal, así como en una mayor seguridad y confianza
en la propia persona.
Autonomía: es la facultad por la que las personas somos capaces de establecer prioridades y
objetivos propios y de forma independiente, de formarnos un criterio personal, tomar decisiones y
asumir la responsabilidad de nuestras propias acciones.
Conócete: dedica un tiempo al análisis de tus cualidades, de tus puntos fuertes y débiles. Para
facilitar esta autoevaluación, puedes pensar en situaciones en las que crees que actuaste de manera
competente o adecuada y en aquellas en las que tus acciones podrían mejorarse, así como
preguntar a gente cercana sobre tus habilidades o realizarte preguntas a ti mismo o misma.
Mediante este ejercicio podrás obtener una idea sobre tus recursos y limitaciones.
La rueda de la vida: es una técnica de desarrollo personal mediante la que se dibuja un círculo y se
escriben diez áreas que te gustaría cambiar o mejorar de tu vida. Una vez seleccionadas, es
necesario priorizar asignando un número a cada uno de estos puntos de acuerdo con la importancia
que se le otorga a cada una. Mediante esta herramienta se realiza un análisis del presente y una
focalización en el futuro.
Establece objetivos: una vez identificados los deseos o necesidades es necesario plasmarlos de
forma operativa, de manera que estimulen y orienten a la acción. Para ello, es conveniente redactar
objetivos específicos y concretos, que puedan ser medidos o evaluados de alguna manera y sean
realistas, alcanzables mediante el esfuerzo y el trabajo. También es recomendable desglosar o
subdividir el objetivo final en objetivos a corto, medio y largo plazo, ya que permite tener una visión
más clara a la hora de realizar un plan de acción.
Diseña una estrategia: en base a la información que posees acerca de tus propios recursos y
cualidades y los objetivos fijados, establece un puente entre ambos, es decir encuentra la
metodología o acciones que te acercarán a tus metas, pero de manera realista y basándote en tus
virtudes y defectos. Puedes realizar una lluvia de ideas y elegir entre todas las opciones que te
planteas aquella que te resulte más plausible.
Planifica: en el desarrollo del autoliderazgo es muy útil la creación de planes mediante herramientas
visuales como listas, esquemas y horarios. La planificación debe realizarse en base a criterios
temporales y la disponibilidad de recursos, tanto personales como materiales. Programa teniendo en
cuenta aquellas actividades que te llevarán más tiempo y las que menos de acuerdo con tus puntos
fuertes y débiles. Es necesario marcarse fechas límite para la realización de las acciones establecidas.
Focalízate: para mantener la atención es más efectivo centrarse en una sola actividad y después en
otra, ya que el cerebro consigue evitar y filtrar más las distracciones.
Sé flexible: el autoliderazgo implica saber cuándo se debe descansar y cuando ser flexible contigo
mismo o misma para obtener un mejor rendimiento. Es necesario ser una persona que cultive la
autoindulgencia, que no se castigue y se comprenda en los fallos, así como tenga en cuenta sus
propias emociones. Esto último implica, por ejemplo, que si un día hemos recibido una mala noticia
y atendiendo a nuestras emociones detectamos que estamos tristes, deberíamos bajar el ritmo de
exigencia temporalmente y cuidarnos o realizar aquellas actividades de nuestra planificación que no
demandan tanto esfuerzo, si nos sentimos capaces.
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