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Tokens no fungibles, en adelante (NFT) es un token no intercambiable y único, este funciona

como un certificado digital de una obra de arte de autenticidad en la cadena de bloques. El


principal problema que enfrenta la praxis jurídica-digital para la comercialización del NFT,
radica en la transferencia de la propiedad intelectual en la adquisición del token.

La adquisición de un token en la plataforma o markeplace transfiere al comprador el derecho de


propiedad que involucra al token mismo, es decir, la propiedad del dato que representa el objeto
digital, sin embargo, la compra de un NFT no involucra de cesión, licencia o transferencia de los
derechos de autor sobre la obra, que seguirán siendo de titularidad de su creador por tiempo
indefinido, salvo que se transfiera expresamente los derechos. Un artista al crear una obra de
arte digital, que puede ser un video, fotografía o un objeto físico, lo pone en venta en un
mercado de criptomonedas a través de un NFT. Aunque el archivo digital puede ser adquirido
por varias personas y reproducido ilimitadamente en un entorno digital, la obra de arte
contenida en el NFT seguirá siendo única y auténtica ya que pertenecerá al artista que creó el
activo del token.

Esta forma de hacer arte y comercializar las mismas en forma digital, esta revolucionando el
mundo ya que brinda la posibilidad de cualquier elemento pueda tokenizarse, por lo que
cualquier persona pueda digitalizar una obra y comercializarla sin contar con la debida
autorización del autor, es decir, es probable que el vendedor de un NFT pueda no ser el
propietario del token, e incluso más grave, no tenga los derechos necesarios sobre la propiedad
intelectual que se utiliza en su NFT. La comercialización de un activo inmaterial sin la
autorización previa del autor de la obra representa una grave vulneración de las normas de
protección de derechos de autor, que priva al creador del derecho exclusivo de uso de su obra.

En nuestro país, cualquier activo que califique como obra, esta protegida por las normas del
derecho de autor, por lo que, en el supuesto que se vulnere el derecho de un artista cuya obra fue
transformada o vendida como NFT por un tercero sin autorización, constituiría una infracción a
lo establecido por el derecho de autor y las normas internacionales emitidas por la comunidad
andina.

Sin embargo, lo cierto es que esa protección resulta insuficiente en mercados digitales con
transacciones inmediatas que no exige acreditarse la autoría de la obra ni mucho menos el
registro intelectual antes de la creación del NFT. Por lo que urge adecuar un marco legal para el
desarrollo eficiente de la compraventa y posterior transferencia de tokens que brinde seguridad
jurídica al autor de la obra y haga frente a los nuevos retos que supone el comercio digital.

Por lo tanto, surge la siguiente interrogante:


¿Por qué es necesario la regulación de los NFT en salvaguarda de los derechos de autor en el
Perú?

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