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eee ee Psicodiagnostico clinico del nino 8 edici6n Fayne Esquivel y Ancona Maria Cristina Heredia y Ancona Emilia Lucio Gomez-Maqueo Tercera edicién Psicodiagnéstico clinico del nifio MTRA. FAYNE ESQUIVEL Y ANCONA Profesora de"Tiempo Completa, Responsable Académica de la Residencia en Psicoterapia Infantil, Facultad de Psicologfa Universidad Nacional Auténoma de México Fundadora y Direcrora del Instituto de Juego y Psicoterapia, A. C. MTRA. MARIA CRISTINA HEREDIA Y ANCONA Protesora de Tiempo Completo de la Licenciarura y Pasprado en Psicologia Cl Facultad de Psicologia, Universidad Nacional Auténoma de México ica DRA. EMILIA LUCIO GOMEZ-MAQUEO Profesora Titular de Tiempo Completo de la Facultad de Psicologia de la UNAM Docente de Licenciacura y Posgrado, Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel 3 Doctora en Psicologia, Psicoanalista y Psicoterapeuta Autora de 6 libros y de més de 40 articulos publicados en revistas nacionales ¢ internacionales Ha dirigido diversos proyectos de Investigacién Tditar responsable: Dr, Martin Lazo de la Vega Sancher Editorial El Manual Moderno: Gy Manual Moderno Prologo a la tercera edicion dleveccién, el diagndstico y la evaluacidn son funciones inherences al ejercicio profesional del psicdlogo, actividades que no siempre se estén realizando one era precisa en el campo laboral, muy en particular cuando de nifios se trata. Lo antes mencionado sirve de eje fundamental para prologar este libro, cuyas auroras Mera. Eayne Esquivel Ancona, Mura. Cristina Heredia Ancona y Dra, Emilia Lucio Gémer-Maqueo se dicron a la tarea de revisar y actualizar la tercera edicién que aqui se presenta y de abreviarnos el camino a quienes llevamas a cabo estas funciones en nuestra labor cotidiana. En ese sentido, cs um libro que guia no s6lo nuestro traba- jo, pues, nos fundamenta tedricamente cada uno de los temas tratados, sing que nos apoya en esta responsabilidad que es diagnosticar a un menor, Haremos una breve resefia que reafirme su importaneia. En primer término, nos muestran con claridad el camino a seguir cuando los pades acuden con el psicdloga, las auroras enfatizan la relevancia que esto tiene en los. ciempos actuales; cuando uno de los motivos principales de consulta son las dificultades que los niitos estén presentando en la escucla maestros 6 ditec- tivos escolares les urgen a buscar ayuda profesional. A lo largo del primer capi- tulo, las auroras nos indican las pautas de emo actuar y cimo ubicarse en los zapatos de los padres quienes buscan una respuesta « sus inquietudes, las cuales, como ellas indican, pueden set reales o no, pueden ser atribuidas al nifioy a la escuela o a las padres mismos, quienes en cl fondo son los que requieren de la ayuda, y es juscamente esta, lo que compromece al psicdlago en una tarea que requiere “mucho cuidado y preparacién del profesional” como las autoras men- cionan, pues implica valorar estos tres elementos para lograr una comprensién integrada de! problema. Para llevar a cabo ese psicodiagnéstico clinico del nifio, Esquivel, Heredia y Lucio nos explican en sus fundamentos teérieus y considleraciones pricticas, las téenicas psicolégicas que son més frecuentemente empleadas en la evaluacién de pou eveuil v Wi + Prieadiagnserica clinica del nifto (Prologo a da reveera edicién) los menores. Una de ellas, bésica al inicio de dicha evaluacién, es la entrevista, sea ésta abierta 0 cerrada, es la que dard al psicdlogo la pauta a seguir en el proceso de evaluacién, busca una “investigacién mas amplia y profunda’, en palabras de las auroras, de la situaci6n problema que se nos presenta, Ademas en el texto se nos proporcionan las vias a seguir en esta interaccién con los adultos y se afiade lo concerniente a la entrevista al nifio, objeto del psicodiagnéstico, Esta parte es muy importante, pues, nos lleva a reflexionar sobre lo relevante que es pregun- tarle al nifio acerca de sus vivencias respecto a las situaciones por las cuales él es el objeto y sujeto dela consulta, pocos psicélogos llevan a cabo esta actividad, en general, todo se conduct: entre adultos y olvidamos lo que nos puede decir el menor. De esta forma, en el texto se encuentran plasmadas las técnicas especifi- cas que se ucilizan con los menores en ese proceso de entrevista y se nos explican ampliamente iluscrandase con diversos ejemplos. ‘Una vez que analizamos los dates de las citadas entrevistas la siguiente tarea es la planificacién de las drcas a cvaluar, una de ellas la intelectual, ocupa un lugar preponderante en el psicodiagndstico. En este sentido, en esta tercera edicidn, las auroras actualizan de manera profunda las Escalas de Inteligencia de Wechsler para nifios escolares y preescolares, Cabe aqui hacer especial mencidn al hecho de que anders de hacer un breve recuento de la historia de las pruebas de inteligen- cia nos hacen mencién de los fundamentos tedricos que subyacen a éstas, nos ppre= semtan Ix adapracién reciente de la Escala WISC-IV en México, nos indican Ia manera en que ésta estd sustentada en los resultados de investigaciGn clinica y anilisis factorial Al considerar que en dmbito de la clinica y de la edueacién, la evaluacién de los aspectos cognitivos es un punto de partida importante, la descripcidin que se nos brinda de los cambios en la organizacién de esca escala resulean atractivos, ast, por ejemplo, son agrupados en indices las diferences capacidades medidas por los distintos subtests que conforman la prueba, lo que en ¢l mornento de la inter pretacién permicird un diagnéstico més integrado de estas capacidades. Se nos explica la teorfa en la que esta reorganizacién este basada. Los nifios de 3 a6 aftos serin evaluados con la WPPSI, que al igual que sucads com ln WISC-IV se nos indican sus indices de validez y confiabilidad, sus fundamentos, estructura, orga- nizacién, forma de calificar ¢ interpretaz, Resulta muy interesante, que al final de lx explicacién de estas pruebas, se nos presentan ejemplos de casos clinicos y de la manera en que los datos obtenidos pueden ser interpretados, lo cual puede guiar nuestro trabajo. Se nos presenta también una nueva forma de calificacién dle la figura humana, basada en los estudios de Naglieri. La evaluacién de la percepcién visomotora a través del Bender nos lleva a conocer el nivel de madurez neurolégica del nifio, devectar la posibiliclad de algu- na disfuncién cerebral que amerite una profundizacin posterior, Las autoras plantean Ia importancia que tiene la evaluacidn de esta irea dado que es in- discutible el hecho de que Ja madurez del nifio depends del desarrollo fisioldgico Priloga a le rervera edicidn + VIP del sistema nervioso, ello serd la base de todo aprendizaje, lo cual combinado con las experiencias ambientales llevardn al desarrollo éptimo del nifio. La importan- cia de la percepcidn de la forma, del espacio, de la psicomotricidad y su relacién con el aprendizaje excolar evaluadas con el Frostig. son puestos de manifiesto por las autoras y es en lo que basan la importancia de la utilizacién de esta prueba, de Ja que nos explican sus fundamentos tedricos, descripcién y forma de calificacién, El desarrollo emocional del nifio es otra area central en lo que concierne al psi- codiagnéstico, no olvidemos que sus manifestaciones inadecuadas constituyen en la mayoria de las ocasioncs, cl motivo de la consulta, En este sentido Esquivel, Heredia y Lucio dedican un capitulo a la explicacién de los elementos que favore~ cen este desarrollo emocional, se basan en dos concepeiones tedricas: la psico- dindmica y la del apego. El conocimiento de la primera ¢s Fundamental, pues, en ella se basa la interpretacin de las pruebas proyectivas que posteriormente serén abordadas. Pero también nos brindan las aportaciones del Instituto del Desarrollo del Nifio de la Universidad de Minnesota respecto al desarrollo emocional del nifio y sus alteraciones, las preguntas que gulan este apartado nos muestran can do surgen los afectos de determinada forma, como aparecen y cual es el lugar de las emociones en la organizacién total de la condueta de los niftos. Se enfatiza la importancia del apego en el establecimiento de los vincules afectivos durante el desarrollo. Este marco del desarrollo emocional cs el que obligadamente los psicélogos dedicados al psicodiagndstico clinico del nifio debemos conocer, pues consti- tuyen el cuerpo tedrico con el que interpretarcmos las pruebas que se nos desetiben ampliamente en el texto: las prucbas de Apercepcién Temética para nifias (CAT) en su version con animales para los mas pequefios y humana para los mds grandes, la prueba del dibujo dela figura humana y la prueba de ke fam lia, Considero que algo relevance que lis autoras nos presentan, es que acom- pafian la descripcidn de las pruebas, con ejemplos que ilustran la manera en que debemos llevar a cabo su calificacién ¢ interpretacién, en ello se aprecia con cla- riclael las teorias antes citadas. No obstante, considero importante sefialar que el lector deberd ser consciente de que estos casos son sélo ejemplos, pero que no pueden guiar rigidamente nuestro trabajo, pues cada nifio y su contexte familiar son tinicos, de aqui la responsabilidad que coma psicdlogos tenemos al interpre= tar este tipo de instrumentos. En el dltimo capitulo las auroras nos ensefian la manera en que debemos inte- grar el informe psicolégico, me gustaria recalear la palabra integrar, pues, como sefialan Esquivel, Heredia y Lucio ex “una tarca compleja” en la cual nuestra responsabilidad y compromiso como psicélogos, es brindar de manera ética, aquella informacién que permita la toma de decisiones respecto a un problema que ha sido analizado a profundidad, no debemas olvidar que lo que sefialemos al respeeto impactard la vida del nifio y la de su familia. De esta manera, desde que los padres asisten a a consulta y hacemos la entrevista a ellos y al nifio, el VIM * Paicudingnéstico elinico det nite (Prédoge a la sercera edicién} psicdlogo decide cudl serd el propésite de la evaluacién, las pruebas que serd con- veniente apliear y claborard el informe considerando el funcionamiento cognoss citivo, emocional y social del nifio, No hay una longitud estandar de este informe dependeni de cada caso, lo que si es un hecho, es en que existen elementos isi- cos que «leben ser considerados tal come lo plantean las aucoras, ello sera impor- tante pucs no olvidemos que trabajamos con nifios en desarrollo, que éste no es escitico sino dindmico y el estudio serd, en un momento dado, un punto de par- tida o de andlisis de este desarrollo. Por iltimo, me gustaria fclicitar a Fayne Esquivel, Cristina Heredia y Emilia Lucio por esta tercera edlicién que nos presentan, pues, tefleja una revision con- cienmnda no s6lo de los asjacctos tedricos del psicactiagndstico sino también de los pricticos que caracterizan cl trabajo profesional «lel psicdlogo. El texto no sélo guiard la formacién de futuros psiedlogos sina también la de quienes yu ejercen su préctica, Igualmente, considero pertinence comentar a los lectores, psivslogos intcresados en realizar psicodiagndsticos clinicos infantiles, que si bier, este texto es una excelente guia para llevarlos a cabo, se require ir mas alld de dl, conocer a fondo el desarrollo del nifio en todas sus arvas, estudiarlo de manera integeada tanto en el nifio mismo como en su vineule con las fuetzas ambientales que le rodean: familia, escuela y sociedad, para poxler asf, cumplic con los compromisos Gticos de nuestra profesin cuando levamos a cabo estas Funciones de deteceién, diagnéstico y evaluacién. Dra. Guadalupe Acle Tomasini Facultad de Estudios Superiores Zarapora Universidad Nacional Autonoma de Mexico Prefacio 5 a nivel ccondmi- E los tiltimos afios, México ha sido testigo de grandes cambi co, politico y social. Si bien éstos han sido bendficos en algunas dreas del desax rrollo del pais, también es cierto que han generado problemas que repercuten en los Ambitos micro y macrosacial que incluyen las organizaciones laborales y politicas. (Programa de Maestria y Doctorado en Psicologia Un’ 1 Nacional Auténoma de México, 1999). A consecuencia del impacto de estos cambios y la globalizact se han incrementado los estresores ambientales come son el hacinamicnto, la desin- tegracidn y la violencia familiar, los nifios dv y en la calle asi como la inseguridad piiblica, factores que afectan al individuo, a la familia y a la sociedad, dando como resultado, que, en las diltimas décadas, hayan aumentado los problemas de salud mental que presenta la poblacién, no slo en nuestro pais, sino también a nivel mundial. Los cambios quese han producido en lo social, han tenido gran impacto sobre todo en Ia poblacién infantil. Actualmente, los nifios, desde muy pequetios, tienen que enfrentarse a demandas excesivas para las cuales no estan preparados, lo que ha propiciado um ineremento de problemas cognitivos, conductuales, nocionales y sociales que con frecuencia se asocian a las dificultades que tiene cl menor para aprender y ser capaz de adaprarse a las demandas del ambiente, lo que a su ve, provoca problemas dentro del micleo familias, convirtiéndose asf en 0, que no sdle afecta al menor sino a la familia y a la sociedad. Si se considera que los niftos son el futuro del pais, ellos requieren ser estudi- ados sistemiticamente desde diferentes mbitos disciplinatios, lo que levard a comprender de manera holistice los problemas de salud que las aquejan y, de este modo, llevar a cabo programas de arencién que les permitan desarrollarse sana y arménicamente, Para la atcncién del menor, dentro del equipo interdisciplinario de salud, el psicélogo jucye un importante papel tanto en el diagnéstico como en el trata. sida mn, un circulo vi x AC + Pricodiagnditica clinico del niito (Proficio? micnto. Sin embargo, para ofrecer un tratamicnto adccuado y apartuno es nece- rio que este profesional realice evaluaciones diagnésticas mediante el empleo de diversas técnicas psicolégicas Las pruebas psicolégicas que sirven para evaluar distintas dreas de problemas en los nifios y adolescentes se han difundido ampliamente en nuestro pais. Desafortunadamente, su ensefianza no siempre capacita al alumno y al profesio- nal para un adecuado manejo e interpretacidn, lo que da lugar a informes con- tradiccorios y a diagnésticos erréneos que obstaculizan el traramiento. EI diagnéstico psicoldgico es una tarea compleja que consisce en explicar la conducta y los procesos mentales dentro de una situacién dindmica en la que se concibe al sujeto como un ente toral. Aun cuando, de manera aislada y median- te varias técnicas, se exploran los diferentes aspectos que conforman la personali- dad, como son el rendimiento intelectual, el desarrollo perceptual, asi como el fancionamiento y desarrollo emocional; la tarea del psicodiagnéstico no estard completa hasta que se integren los datos obtenidos de las distintas téenicas de eva- luacién para comprender globalmente el padecimiento o desajuste por el que la persona asiste a consulta. El psicodiagndstico es esencialmente un proceso de inferencia clinica median te el cual el psicélogo examina los datos obtenidos con estas técnicas, ordendn- dolos y organizindolos dentro de un marco de referencia constituido por las actuales ceorias del desarrollo, de la inteligencia y la personalidad, lo cual le da sentido. Para oftecer al lector una idea del cipa de técnieas que se emplean en una eva- luacidn psicoldgica, en esta obra se incluyen las pruebas que se encuentran a la venta en el mercado y que han demostrado tener pertinencia dentro del Ambi- to de la clinica y, por ende, son las mds utilizadas en el campo de trabajo del psicélogo. En esta obra, se consideré incluir diferentes métodos clinicos de observa- s psicamétrieas y proyectivas que masse han usado cin y las pruchas psicoldgi ¢ investigado en la prictica clinica del psicdlogo, entre las cuales se encuentran: Observacién clinica. Que se refiere hisicamente a la respuesta libre del nie ante determinado material o situaciéns por ejemplo, la observacién directa del comportmiento frente la situacién de prueba, en el juego o en situaciones sociales. Entrevista. Técnica que permite observar los hechas, las palabras y los pro- ductos de la imaginaci6n, por lo que se consticuye en un método de observacién estable, que se basa en el intercambio de actitudes y palabras entre el nia y el adulto. Fn este trabajo se incluye la entrevista con nifios, fa cual es distinta a la que se hace con el adulto. Para realizarla se enfatiza el enfoque psicodinémico y la utilidad de la entrevista abierta en la prdctica elinica. Pruchas psicométricas. Ftas son instrumentos de medida que se relacionan con teorias de La personalidad de tip fenomenoldgico y descriptive, y poseen k — - caractertsticas que las hacen extables para su manejo, como la estandarizacién, entendida como la uniformidad de las reactives que conforman la prueba, la vali- dez, que es la cualidad del instrumento psicoldgico a través del cual los estimulos o reactivos que la conforman se relacionan estrechamente con la funcién 0 con- ducta que se pretende evaluar; y la confiabilidad, que se refiere a la consistencia del instrumento, es decir, que no haya gran variabilidad de la respuesta del indi- viduo ante los estimulos de la técnica en cl eranscurso de un tiempo determina- do, Fsta tiltima también se relaciona con la calificacién que otorgan diversos exa- minadores a una misma respuesta del individuo ante un eatimulo dado. Pruebas proyectivas. Técnicas psicoldgicas que investigan la dindmica de la personalidad de manera global. Se basan cn la teorfa psicoanalitica, la cual consi dera los motivos de la conducta como bdsicamente incenscientes, per lo que a travis de estas técnicas se explora la expresion de la “subjetividad” de cada perso- na y nos permiten comprender cdmo el individuo estructura su mundo a partit de sus deseas y motivaciones internas. Como lo menciona Doltw (1971), las reac- ciones que se generan por una situacién conflictiva inconscicnte se manifiestan en el comportamiento. Las pruebas proyectivas estructuradas con base en la teoria psicoanalitica, son instrumentos estandarizados (siempre son las mismas estimu- los para tadas los sujetos), en los que lo latente (inconsciente) lo consticuye los datos de la prueba y lo manifiesto (consciente) la conducta del individuo. Las pruebas proyectivas pueden considerarse como una situacién muestra que per- mite hacer inferencias acerca de la personalidad (Bellak, 1986). ‘Como pruebas psicomdtricas, en esta obra, se revisan las Escalas de intcligen- cia para ninos desarrollaclas por Wechsler: WPPSI (1967), que se aplica @ nifios preescolares y In WISC-IV (2007) que se aplica a nifios y adolescentes de 6 2 16 afios, ¥ que recientemente se adapré y se estandarizé en México. Para evaluar el Sea perceptomotora sc analiza la Prueba Gestéltica Visomotora de Bender, usando la Escala de maduracidn desarrollada por Koppira (1982) para evaluar a nifos de 4 a 11 aftos; y cl Método de evaluacién de la percepcién visual de Frostig DTVP-2 (1993), que se utiliza con nifies entre 4 y 10 afios 11 meses; ademés de fa Prueba del Dibuje de la Figura Humana, en donde autores como Naglieri y Koppitz (1986) proporcionan criterios cuantitativos para su califica- cidn en nifios entre $ y 12 anes, Como pruebas proyectivas, se incluyen las Pruebas del Dibujo de la Familia, (Corman 1970, Gendre 1977 y Kaplan 1984); y las Pruebas de Apercepeién Temitica desarrolladas por Bellak para Nifias: CAT animales (1952), CAT humanas (1960) y CAT suplementario (1965). La obra que aqui sc presenta es la Tercera edicién de un libro que ha side muy til en el campo profesional y académico. Las ediciones anteriores han sido base de numerosos trabajos de investigacin en el campo de la psicologia clinica y edu- cativa, ademas de brindar al profesional y al estudiante una referencia para apli- car ¢ interpretar pruebas psicoldyicas, asi como, para integrar informes psicoldgi cos profesionales, pertinentes y Cticos. XII + Pricodiagndstico ctinico del nitio (Prefiacia) La motivacién de escribir ung nucva edicién parte, por un lada, de la refle- xién sobre [a congruencia que debe existir entre la formacién académica y la actividad profesional del psicdlogo y, por otro, los cambios tan acelerados que se han generado en la disciplina, lo que obliga a una constante actualizacién de los conocimientos en el campo de Ia psicologia, especificumente en evaluacién, medicién ¢ interpretacién de técnicas psicolégicas, para ofrecer una mejor aten- cién clinica, En este libro, como en las versiones anteriores, se intenta conjugar aspectos redricos y prdcticos del psicodiagndstico en nifios. Teéricos, al revisat las diferen- tes teorias del desarrollo y personalidad (funcionalista, cognoscitivista, gestéltica y psicoanalitica) en que s¢ basan las técnicas psicoldgicas que se incluyeron {entrevista psicolégica a padres y nifios, aplicacidn del WISC-IV, WPPSI, Ben- der, Frostig (DTVP-2), Dibujos de la Figura Humana y la Familia, y CAT). Prac ticos, al incluir ejemplos de casos clinicos que se analizardn a la luz de la teorfa y la técnica. En ésta Tercera edicién, se revisaron y actualizaron todos los capitulos. En el capftulo das se incluyé la nueva versin dela Escala Wechsler de inteligencia para nihos y preescolares (WISC-IV, 2007), en donde se dan las pautas tanto para aplicar‘y calificar esta nueva prueba, como para interpretarla, ofteciendo ejemplos de casos clinicos, neuropsicolégicos y psicopedagégicas. En el capitulo tres, se incluyd material actualizado para calificar e interpretar las pruchas que se emplean para evaluar la percepeién visomocora (Prueba Gestiltica Visomotora de Bender y cl Frostig DTWP-2). Ademds, se aftadieron ejemplos de casos en los que se utilizaron estos instrumentos de evaluacién. El cuarto capitulo, que aborda el desarrollo emocional del nifio, se reescribié toralmente con base en la tearia psicoanalitica cldsica y los desarrallos actuales de esta corriente, se integran también conceptos de la téoria cognoseitiva del desa- rrallo la cual es fundamental para la interpretacitin de lay pruchas proyectivas. En cl capitulo seis, ademiis de revisar los criterios ee evaluacién para calificar e interpretar el Dibujo de la Figura Humana con la téeniea de Koppitz, se agregs otra técnica para cvaluar esta prucha (DAP: SPED de Naglicri, 1991) que es un procedimiento para la deteccién de tastornos emocionales en nifios. El capitulo ocho, ademas de corregirse y aumentarse, se incluyé un nuevo caso en el que se usé el WISC-IV para evaluar el drea intelectual. Como en la edicién anterior, se presentan das casos camplecos que contienen un informe que integra todos los datas obtenidas de las distintas prucbas aplicadas. En este capitulo tam- bin se aborda de manera muy importante la ética que el profesional debe tener al realizar un psicodiagndstico elinico. Asimismo, a le largo de la obra se lleva a cabo un andlisis eritico de los ins- trumentos diagndsticos cn relacién con las investigaciones llevadas a cabo en nuestro pais, con el fin de comprobar su pertineneia y del taciones al utilizarlos con La poblacién mexicana, irmitar aleaniees y limi- Preficia + XIE] ee La claboracidn de este libro ¢s la culminacion de una setie de investigaciones egpecializadas, asi coma de trabajos para preparar material didéctico que se ha cla- borado para impartir las materias de “Evaluacién de la personalidad”, “Diagnos- tico psicométrico cn clinica’, “Pruebas de la personalidad ¢ integracién de casos”, de la carrera de Psicologfa de la Facultad de Psicologta de fa Universidad Nacional ‘Auténoma de México (Lucio, 1988; Heredia, 1986; Fsquivel, Lucio y Rivera, 1988; Barragin, Heredia y Lucio, 1989; Heredia y Lucio, 1990; Esquivel, Heredia y Lucio, 1991). ¥. la obra tiene come antecedente principal la primera y segunda ediciones de esta obra (Esquivel, Heredia y Lucio 1994 y 1999). Estamos seguras que esta obra serd de gran utilidad para los alumanas que escu- dian la licenciatura en Psicologia en diversas universidades, cn especial en las dreas clinicas y educativa: para aquellos alumnos de especialidad y macsteia que consi- deren el estudio del desarrollo del nifo, la psicologia educativa y la psicologia clé- nica; ademds de rodas aquellas personas que trabajan dentro de nuescras institu- ciones de salud mental y que en su quehacer diario tienen que realizar este tipo de evaluacién. Este libro se consticuye en un texto de apoyo para Ia docencia en el drea del psicodiagndstico, ya que vincula la preparacién académica del alumno con el ejer- cicio profesional del psicdlogo. LAS AUTORAS es BIBLIOGRAFIA Programa de Maestrla y Doctorado en Psicologia, Facultad de Psicologia, Univer- sidad Nacional Auténoma de México, México, D. F. (1999). Dolta, B (1971). Pricoandlisis y Pediatria México. D B. Sigho XX1. Bellak, L. (1990). TAR CAT y SAL’ Uso Clinica ( 23, Edicion rev.) México, D.F: Ed. Manual Moderno. Naglieri, J. A., McNeish T. J., & Bardos, A. N. (1991). DAP: SPED. Draw A Person: Screening Procedure For Emotional Disturbance, Examiner's Manuat. USA: PRO-ED. Capitulo Reconocimientos gradecemos a Consuelo Durin por su labor en el formato, captura y biisqueda fe material bibliogréfico cn la Primera edicién de este trabajo. ‘Asimismo, queremos agradecer a Rocio Reyna Rojas, Adriana Herninder, Ma. Emilia Velasco Sodi, Ma. ‘Ieresa Garcia Hubard, Yolanda Santiago y Martha Cruz Delgado por el apoyo brindado para la realizacién. de la Segunda edicién. Para esta Tercera edicién, quisi¢ramos expresar nuestro agradecimiento al Ds, Alejandro Herrera por la supervisin de la parte neuropsicoldgica de los casas cel WISC- IV que se incluyen en el capitulos dos. También para esta edicién nuestro reconocimiento y agradecimiento a las licenciadas Paulina Campos Romero y Laura Gamboa Ojeda por su valioso apoyo y compromiso para la realizacién de la nueva edicidn. Otorgamos nuestro mds profundo y especial agradecimiento a la Lic, Ma. Fugenia Gémez Léper, quign nos ha acompafiado a lo largo de las tres ediciones y cuyo trabajo, interés, empeio y profesionalismo hicieron posible que esta obra continvie 2ctualizandose. Finalmente nuestro agradecimiento a todos los alumnos y maestros que se han interesado en [eer esta obra, pues sin ellos no hubiera sido posible esta nueva edicién. LAS AUTORAS av Contenido Prologo a la tercera edicién 2.20.0... 0. 0c ee ee eee Prefacio Capitulo 2 Capitulo 3. Capitulo 4. Capitulo 5. Capitulo 6, Capftulo 7. Capteulo 8 Capitulo 9. Indice .. Escalas Weschler de intlgen para ni y preescolares . .. ; o Evaluacién de la percepeién psicomotora .....« Desarrollo emocional del nifio . 2... eee eee es Pruebas de Apercupciém Temitica para niflos CAT(A), CAT(H), CAT(S) ........ Prueba del dibujo de la figura humana (DEH) ....... Prueba del dibujo de la Familia. o..ec eee ceeeee ee Integracién del informe psicolégico 22. .6..e0ce enero Epflogo .... 361 Capitulo Aspectos generales de la evaluacion del nifo MOTIVO DE CONSULTA 8 motives por los que se lleva a un nifio a consulta con un especialista de la sa- Jud mental son muiltiples y muy vatiados; por lo general, son los padres quienes solicitan una evaluacién para su hijo porque identifican en él algo que consideran un “sintoma anormal”, o porque alguna otta persona, por ejemplo, una maestza 0 auto- ridad en la escuela, les sefiala que el pequefio tiene problemas in embargo, lo que puede tener valor de sintoma para los adultos no necesa- riamente lo tiene pata el nidio. Cuando se trabaja con menores es necesatio tomar en cuenta que no es ¢l quien solicita la consulta, sine que son otros los que requie- ren que se le evalite y se fe trate, En Ie actualidad, se ha puesto muy de moda en las escuclas que cuando un ni- fio no aprende 9 tiene problemas de conducta, se le canaliza de inmediace al psi- edlogo, la que es adccuada en ocasiones, pero en otras es posible que la maestra 0 los métodos de ensefianza sean los que estén fallande, o bien algtin otro factor que > no sea de origen psicoldgico, De cualquier manera, una de las quejas mds frecuen- = tes por las que se leva ¢ un nifio a evaluacién psicolégica cx por problemas de aprendiaaje o escolares. Esto obviamente tiene que ver con las expectativas y fan- © asias que los padres tienen acerca de sus hijos, para quienes resulta una herida nar- cisisca el que sus pequefios na se desempefien tan bien como otros. + Los padres que son enviados al psiedlogo por este tipo de problemas en sus hijos, pucden presentar una diversidad de reacciones que el profesional debe con- siderar, Es probable que, en muchas ocasiones, los padres vayan angustiados 0 re- ticentes pues temen descubrir que la falla no es del nite sino de ellos mismos, lo que los lleva a presentarse com una transfercneia negative que en realidad se esea- blece dese antes de conocer al psicélogo, y que va desde el temar hasta el fran- co rechazo. Tal ver los padres busquen en el psicdloga a un cémplice que les corrobore que el nifio esta mal y que no tiene remedio, # veces incluso prefieten descubeit 2+ Picodlingnistiva clinico del niio (Capleulo 1) que existe alguna causa de naturaleza orgdnica, como un dafio neurolégico, porque esta les permite aliviar la culpa que les genera su participacién en la “fa- lla de su hijas o bien desligarse del problema, puesto que imaginan que en ese caso el tratamiento-se reducinla a-darle un medicamento al nifo, En otras acasio- nes, los progenitores busean que alguien se haga cargo del problema del nino, que lo vea dos o tes veces por semana, pero sin que ellos tengan que participar. Debee tomarye cn cuenta estas reaeciones debido a que la contracransferencia puede provocar que el psicélogo, sin darse cuenta, se convierta en cémplice de los padrest lo que no sdlo no liberard al nifio de sus s{ntomas —funcida que se supone deberfa desempefiar este profesional— sino que quizds aumente su con- flicto psicoldgico, al convertirlo en depositario de lo negativo que los padres no reconocen en sf mismos. Fxisten otras razones por las que los padres llevan a sus hijos a evaluacién psi- coldgica, por ejemplo, porque se trama de un nifio sumamente bertinchudo o in- quicto al que la madre no puede controlar. En esos casos, hay que evaluar si el problema es del pequetio o de la madre. Otras veces, los padres desconocen las catacteristicas del desarrollo y pueden tomar como sintama algo que es normal, como por ejemplo, que el nifio se chu- pe el dedo, que sea algo agresivo o que escriba en espejo cuando es pequefio. Cuando la evaluacién se solicita porque la madre o el padre toman como sin- toma algo que no lo ¢s, hay que pensar cudl es la mejor manera de tracar el prow blema, Puede ser que, en algunas ocasiones, Io cortecto sea reali para que los padres se den cuenta de que se estén angustiando sin razdin, mientras que en otras serfa tal vez sea mejor no llevar a cabo la evaluacién y hablar con ellos. Muchas veces, los padres utilizan a sus hijos como un pretexto para pedir ayuda para sf mismos y el psicdlogo debe identificar esto. No hay que perder de vista que cada caso es diferente, el manejo de cada situacin requiere de mucho cuiidado y preparacién por parte del profesional. Lo que funciona con algunas per- sonas, con otras no y esto hace que el trabajo dinico sea muy complicado, Hay padres que muestran otro tipo de expectativas al solicitar una evalu psicolégica, como, por ejemplo, cuando han acudido ya con otros especiali quienes han hecho un diagnéstico y han indicado un tratamiento que a cllos no les parece, entonces busean que él psicdlogo les diga algo que les agrade mas. Es to es frecuente cuando se ha detectado una alteracidn grave en el nifio, como dee ficiencia mental, psicosis o algin otro trastomno semejante. Entonces, el psicélogo deberd decidir si es conveniente hacer una nueva evaluacién o si deben uti datos que los padres ya tienen para trabajar con ellos, en sesiones psicoterapéut cas, su dificultad para aceptar Ia situacién. ‘Al trabajar con nifios siempre debe tenerse en cuenta —camo la mencionaba Freud— que estén inmersos en una situacidn edipica triangular y que se encuet tran en proceso de estructuracién, lo que implica que los sintomas del nifie casi siempre sean un teflejo del conflicto de y entre los padres. la evaluacién las Aapecros generales de [a evaluacién del nis + 3 Esto plantea que no ¢s posible hacer una cvalueién del nifio sin valorar la si- tuacién y la dinamica familiar. En este punto cs necesario recordar que la terapia familiar surgié del trabajo clinico con nifios Es por esto que la primera labor del psicdlogo que trabaja con nifios podria consistir en haccrles ver a los padres que tienen que involucrarse y participar en el graramicnto de sus hijos, aunque a veces sea dificil que acepten su participa~ cidn, sobre todo cuando el menor se ha conyertido en ¢l “chivo expiatorio” de la familia. Enfocar las cosas de esta tnanera hace més complicado el crabajo con los me- ores, pues implica que no se puede trabajar con los nifios sin trabajar con los pa- dies, quienes pueden estar dispuestos a llevar al especialista a su hijo, pero no a involucrarse en ¢l tratamiento. Lo primero que como psicélogo tiene uno que plancearse al evaluar a un nifio, es el objetivo de esta tarca, ex decir, para qué y para quién se hace, ast como qué se pretende con ella. Sc realiza una evaluacién para tener un diagndstico de la si- tuacién que se presenta. Dicho diagndstico va a implicar muchas cosas, entre otras, come lo que s¢ mencioné antes, que quiz4 no sea el nifio quien requiera cl trata- miento. La obligacién del psicdlogo cs lograr una comprensién “objetiva’ dlc la situaciéng concuerde ésta 0 no con las expectativas de los padres y proponer ef tratamiento adecuado. Es claro que hay acasiones en que no se requiere tratamiento alguno, cn ese caso es necesario orientar a los padres en relacién con el problema que plantean. ASPECTOS GENERALES DE LAS TECNICAS PSICOLOGICAS EMPLEADAS EN LA EVALUAGION DEL NINO Para llevar a cabo una evaluacién psicoldgica ticne que recurrisse a diferentes tée- nicas, una de las principales es la encrevista, ademas de emplearse pruebas tanto psicométricas como proyectivas, asf como algunas pruebas neuropsicoldgicas. ‘Locos estos instrumentos requieren interpretarse a la hun de la situacién dindmica triangu- lar en la cual s¢ encuentra inmerso cl nifio. Por tal motivo, se enfatiza aqui una interpretacién psicodindmica en la que no importa tanto un determinado Cocien- te Intelectual (CD), sino més bien como se estructura éste y qué hace el nifio can sus capacidades intelectuales. Para hacer una interpretacidn adecuada, cl psicloge necesita conocer, ademas del manejo e interpretacin de los instrumentos que utiliza, las teorfas y principios en los que éstos se basan, asf como para qué sirve cada una de esas téenicas, Las pruebas psicométricas, por ejemplo, sc hasan en teorias de tipo factorial y sélo permiten ubicar a un sujeto en determinaclo lugar en relacién con un grupo Sc estructuran de tal manera que permiten: poca variacién en las respuestas. En 4 + Psicodiagnistive clinivo del nitio (Captiuto 1) cambio, las prucbas proyectivas estén poco estructuradas porque se trata de que el sujeco proyccte sus caracteristicas individuals. Suponen que mientras mds va- gos sean los estimulos més pone el sujeto de si mismo, pues tiene que estructu- rar mas la respuesta con base cn su individualidad. Las pruebas proyectivas se basan en la teorfa psicoanalitica y, por tanto, sélo si se acepta el supuesto del inconscicnte, tiene caso usarlas, pues si se piensa que el funcionamiento psiquico puede explicarse sélo @ través de lo consciente, estas pruebas no tienen lugar. En la integracién del estudio psicolégico que se propone aqui, se considera que los aspectos inconscientes son tanto 0 més importantes que los conscientes y, por ende, se otorga un lugar primordial a las cécnicas proyectivas ya los aspectos trans- ferenciales que se manifiescan en La entrevista Una vez que el psicdlogo ha utilizade cn le clinica las diversas técnicas de las que dispone, podrd evaluar la situacién del nifio Hevado a consulta. Despuds de que ha obtenido una serie de datos a través de las diferentes técnicas utilizadas, cendrd entonces que integrarlos para lograr una “comprensidn” objetiva. Si se en- cuentran contradicciones encre los datos tendra que entenderlas, no eliminarlas. Llegaté entonces a conclusiones y hard un diagndstico que dari alos padres o ala escuela. Es importante también la mancra cn quo se camuniquen estas conchusi nes. Casi siempre se dan los resultados a los padres, y en ocasiones, en especial cuando el estudio se solicita como una condicién necesaria para que el nifio per manezca en Ia escuela, habrd que valorar con ellos cudles datos s¢ proporcionardn a la insticucidn, si es que ésta los requiere, y cudles no. La intencién es llegar a un diagndstico psicodindémico que permita elegir una perspectiva de tratamiento que pueda liberar al nifio de sus sincomas sin estigmatizarlo, TRANSFERENCIA Y CONTRATRANSFERENCIA Por muy diversas razones en la entrevista con el nifio se presenta un juego de transferencias mucho mds complicado que el que se da con el adulto Esto sucede, en primer lugar, como ya se menciond, porque el pequetio esta merso dentro de una situacién criangular, de la que depend totalmente y, por tanto, en la entrevista con él no s6lo se expresa su transfcrencia hacia el encrevis- radar, sino también aquella de los padres hacia él mismo, El padre que va al psicdlogo 0 terapeuta tiene muchas fantasias cn relacién com este profesional, las cuales se manifestardn en la transferencia. La wansferencia ¢s un fenémeno regular en cualquier tratamiento, Dolto (1939) dice que en cualquier relacién humana existe wansferencia, La original dad del pensamienco psicoanalitico consiste en que permite la cbservacién ms objetiva posible del comportamiento de un individuo a través del arvlisis de la 6 Aspectos generates dela enabuacidn dell ato * 5 cansferencia, pues postula que cada pacience ve al psicoanalista tal como se lo ima- gina a través de sus deseos inconsciences. Lo mismo sucede entonces en cualquier practica clinica, ya que la transfetencia siempre ests presente. Freud habla dela transferencia desde el inicio de su practica, aunque no tiene una zeorfa sobre el fenémeno. Espectficamente, menciona por primera vez el téemino en eluiltimo capitulo de los Estudios sobre la Histeria (Psicoterapia de la histeria, 1895). Lo que dice bisicamente en ese escrito es que la transferensia es un fenémeno fre- cuente ¢ incluso regular en el tratamiento, Toda reivindicacién respecto a la persona del médico ¢5 una transfurencia. Para dl, este mecanismo supone, en el pasado, la re- presidn de un deseo y en el presente, en la relacidn con el médica, el mismo esfuer- 0 por réchazar ese dese. F] mecanismo de la transferencia es, por tanco, una “falsa conexién’, una “asociacién desacertada’, Con el tratamiento de su célebre paciente “Dora”, Freud establece una reoria dela transferencia, la cual desarrolla mds adelante en sus Escritos Técnicos (1912- 1915). Esen el caso de Dora en el que identifica la transferencia positiva de amor y la negativa de odio. En su atticulo Las Perspectivas Futuvus de la Terapia Psicoanalitica (1910) ha- bla especificamente de la contratransferencia y se refiere a ella come la interferen- cia inconsciente, indebida, del analista en la cura, Dice: “Nos hernos visto llevados a prestar atencién a da contratransfevencia, que se instala en el médico, por el influjo que el paciente ejerce sobre sw sentir inconsclense y no estarnes lejos de egivle gue ds “erma dentro ae si y la domine’. En el trabajo con nifios, el psicdlogo necesariamente revive su propia infancia, la cual estd reprimida, esto hace que cl trabajo sea més complicado que con los adultos, pues es posible que, sin darse cuenta, el profesional trate de darle al ni Ao lo que no le dieron sus padres a ¢l, o lo que hubiera querido que Te dieran. Podria ser cambién que-por diversas razones el psicdlogo se convierta en cémplice de los padres y comprometa al nifio en un tratamiento que no ex ne- cesario, ya sea, por razones contrarransferenciales 0 por necesidades ecandmi- cas o dee prestigio. Tal vez suceda, en otros casos, que se convierta involuntariamente en jucr de los padres, situacién que a veces ellos temen y ven confirmada, Es importante que el psiedlogo evite jugar este papel, pues no ciene derecho a juzgar a los padres. Estos reviven también su propia infancia con la de sus hijos, por lo que, aun- que no quieran ser como sus progenitores, a veces se descubren actuando exacra- mente come elles. Como ejemplo se ticne el caso de una pequefia que es traida a consulta por su madre, quien dice: ‘nunca me gusté como mi madre me trataba de a, queria que me visiera exactamente coma ella deseaba, gue fiver siempre amable y educada, eva muy rigida, tudo tonte que estar programado; de repentc, me descubra haciendo to mismo con mi Hija y esto me asusta”. La nifia se habia vuelto sumamente rebelde, como ella hubiera quetido ser con su madre y nunca se atre- vid. En este caso la que necesitaba ayuda no era la nifia sino la madre. 6 + Pricodiagndrcico lfnico del nifr (Capéeulo 13 n embargo, mo se le puede decir ala madre sencillamente “usted es la gue ne- cesita el tratamienta?, pues la demanda la verbaliza a través de su hija. Por lo mencionado anteriormente, es necesario que en toda siti especialmente en el trabajo con el nifio, que el psicdlage analice conscientes ¢ inconseientes frente al examinado. ion clinica y motivaciones ASPECTOS GENERALES DE LA ENTREVISTA ‘La entrevista es uno de los instrumentos indi también quiz lo sea para otras profesionales. Cuando se emplea una entrevista en psicalogia clinica, se hace con la finali- dad de “comprender” a un individuo o un grupo de individuos (una familia, por ejemplo), 0 para que ellos mismos puedan “comprenderse”. La “comprension” buscada quizas sea a diferentes niveles: de diagndstico, investigacién, para un trae camiento psicoterapéutico y algunos otros. La entrevista psicoldgica pucde scr, atcndiendo a su estructura, de dos tipos fundamentales: abierta o cerzada. En la entrevista cerrada, las preguntas y su orden se determinan de antemano, el entrevistador sigue un esquema qué no puede alte- rarse y debe hacer todas las preguntas que se contemplan en dicho esquema, La manera en que se utilicen estos esquemas puede tener diferentes grados de fle- xi-bilidad, pero en este tipo de entrevistas siempre esté presente una guia, que es la misma para todas los sujetos, aunque a veces las caracterfsticas de ellos sean mu diversas. En cambio, en la entrevista abierca el entrevistador tiene toda la flexi bilidad necesaria y puede hacer las preguntas que se detiven de la interaccin Unica con un sujeto también Gnico. Puede incluso, hacer pocas preguntas 0 nin- guna y dejar que la persona se exprese con toda la libertad posible. También exi ten encreviseas semiabiereas en las que se investigan determinadas areas de la personalidad con cierta flexibilidad y sin tener que seguir un orden determi © hacer las mismas preguntas a todos los sujetos. Desde nuestra punto de vista, la entrevista abierta conduce a una inves cién més amplia y profunda del entreviseado. Al permitirle expresarse libremen- te, se logra que el individuo configure el campo de la entrevista de acuerdo con sus propias caracteristicas, mientras que la entrevista cerrada, como todo instrumento estructurado ¢ incluso estandarizado, sélo permite una comparacién mas sistem. tica de datos, lo que puede ser de gran valor cuando se trata de estudiar a gran des grupos. En este orden de ieleas, so considera que en la psicologia clinica resulta mé Util Ia entrevista abierta o semiabierta. Es probable que un principiance se sient mds seguro utilizando la entrevista cerrada, pues ella le brinda marcos de referen- cia mds estables, pero es descable que el psicdlogo se entrene en el manejo de la entrevista abierta. pensables para el psicdlogo, como Aspectos generates de ba evelutciin del nifio + 7 spectos ASPECTOS GENERALES DE LA EVALUACION DEL NINO En sentido amplio, Ia psicologéa clinica se ocupa del individuo y de sus proble- mas y su principal objetivo es, como ya se mencioné, la “comprensién” del indi- viduo © del grupo. Aunque existen muchos enfaques dentro de esta rama de la psicologia, los autores, en lo que se reficre a la entrevista, enfatizan el enfoque psi- codindmico. La entrevista clinica es un excclente instrumento cuando alguien consulta al psicblogo porque hay algo que le aqueja, por giemplo, un siatoma. La entrevista ocupa tn lugar central en la prictica clinica porque es la situa~ ci6n en la que se ve aa persona para saber que Ie pasa. Adems de tecopilar infor- macién sobre fa persona, la entrevista elinica también es dil para que ella misma indague sobre lo que le aqueja. Es a través de este métoda que es posible hacer una histotia del padecimiento de la persona c ir més all de lo que ella misma se ha da- do cuenta. En ocasiones, se le puede ayudar con sefialamientas sabre su discurso, para que reflexione sobre su problematica Por otro lado, es necesario hacer una historia del padecimivnto o del problema dela persona para delimirar de qué se trata: ;Lesde cudinde tiene el problema? A qué lo atribuye? Estas preguntas relativamente sencillas, a veces la persona misma no se as ha formulado y hacerlo en Ia situacién de entrevista le pucde permite re- lacionar una serie de datos que ahi estaban, pero a los que no les habfa acribuide un significado y ahora podré darselo. La entrevista clinica se leva a cabo en una relacién profesional, por tanto, aunque el psicdlogo tenga interés en el problema de la persona a la que: cntrevis- . éste es més que nada de tipo profesional. La persona asiste con él para recibir guna informacién o ayuda profesional, por lo que el interés que pueda tener el inico no es el mismo que el de un amigo o compafiero. Desde la primera entrevista deben establecerse algunas normas de las sesiones o del tratamiento, Si se hace un estudio psicoldgico, por ejemplo, debe explicar- se al paciente en qué consiste; si se cree necesatio tener otras entrevistas con ¢l, debe mencionarse el propésito de las mismas, su duracién y qué dias se llevarén a cabo, Una de las razones por la que la primera entrevista resulta de gran uti- idad, es porque la persona no tiene mucha idea de lo que se trata ni de lo que el icélogo espera de él. Por tanto, es conveniente que esta primera entrevista se criba cuando el paciente recién se haya ido, aunque también se pueden tomar algu- nas notas cuando la persona esté presente. Esto permitird al profesional reflexio- + sobre lo que sucedié en este primer encuentso y planear estrategias para los siguientes. Tanto en Ia primera entrevista como en las demds deben observarse y tomarse cn cuenta los aspectos no verbales de la misma, como son las expresiones que acomparian al discurso, la manera como se presenta el sujeto, la vestimenta, la & * Pricodiagnésien clinica del ni (Capitute 1) apariencia general, oémo se sienta, el 1ono de voz y el tono afectivo que prevale- ce durante la sesién. Es necesatio adecuar también la enerevista clinica a los objetivos que se persi- guen, asi como a las necesidades de las instituciones y las personas, Las entrev tas pueden cambiar dependiendo del tipo de pacientes, de los tratamientos que se ofrecen o de la edad de los sujetos. ENTREVISTA CON EL NINO Como lo sefiala Arfouilloux (1977), aparentemente no hay nada mds facil que entrevistarse con un nifio, podria pensarse que con sélo tener intuicién, senti- mientos y simpatia, bastarfa para establecer la rclacién con él, Sin embargo, la ex- periencia demuestra que aparte de las cualidades personales que evidentemente in- tervicnen, la sicuacién de entrevista moviliza en el nino y cn el cntrevistador todo un conjunto de fenémenos subjetivos que influyen en la relacién y organizan el incercambio que se da en ese proceso, Existe un sinmimero de literatura acerca del desarrolla del nifia, de sus dis- tintos modos de expresién (lenguaje, juego, dibujo), pero hay relativamente pocos trabajos sobre la manera en que los usa en su relacién con los dems, lo que pone de manifiesto la dispersion y falta de método de los distintos mados de abordar al nifto. Lo anterior nos lleva hacer una serie de observaciones que hay que tomar en cuenta cuando se trata de la entrevista con nifios. Cuando se entrevista a adultos que acuden voluntariamente a consulta, éstos por lo general son autosuficientes tanto desde el punto de vista fisico como en los aspectos econdmico y psicoléigico, En estos casos, se coman acuerdos y se establecen condiciones tinicamente con elles. Cuando se trata de nifios, la siruacién es dife- rente por completo, pues cl nirio no es autosuficiente ni econémica ni fisica ni cmo- cionalmente. En este caso, por tanto, no solamente se le entrevista a él, sino que es necesario entrevistar a los padres también, porque son ellos los que se responsa~ bilizarén de la situacidn, de hecho, el pequefio ni siquiera puede llegar solo al lu- gar de la entrevista Orro aspecto en el que puede diferenciarse la entrevista del nifia de fa del adul- to, es en cl tiempo. Para el nifo puede resultar cansado estar con cl psicdlogo 50 minutos o una hora, In que tradicionalmente dura una entrevista, por lo que es posible rener entonces sesiones mds cortas con él, Aunque esto puede ser variable de acuerdo con cl nif, cada caso es distitnto. A veces, el darle una sesién de durae cién determinada en un dia establecido, constituye ya un paso enorme en el caso de un nifto que no cs tamado en cuenta por sus padres, 0 que no le ponen lim tes claros. La entrevista con el menor se torna mds diffeil cuando se trata den fios mds pequefios pues su lenguaje y capacidad para formar conceptos y verb: ton z i = specrs generator de le enatuacién del nif © 9 los és limitada; en esos casos el jugar con ellos se convierte en la herramienta mas idénea. Al hacer Ja entrevista deben comarse en cuenta algunos supuestos en relacién con la estructuracién subjetiva. Froud (1983), coma ya se mencioné, conside- caba que el nifio se estructura en una situacién edfpica triangular. Esto lo han ecomado y ampliado algunos otros autores psicoanaliticos (Dio Bleichmar, 1985; Lacan, 1964) quienes si bien no hablan del complejo de Edipo en el mismo sen- sido que Freud, si le dan atin mucha importancia. Autotas como Francoise Dolto y Maud Manoni (L965), quienes trabajaron in- rensamente con nifios, enfatizan que aun cuando el padre esté ausente, ya sea por abandone o por muerte, de cualquier manera el pequefio se estructura en una si- uacién triangular, lo cual sucede porque vive en un mundo en el que existen dos 0s y estd Inmerso en él desde que nace. Es en esta situacién triangular en la que nifio o la nifia tenelré que estruccurarse como ser sexuado, como varén o mujer Dolto, en Manoni 1965), Por tanto, su identificacién psicosexual dependerd de las vicisitudes de la sicuacién cdipica, Dentro de esta dindmica triangular, existen co- y conflictos que los padres a veces no mencionan y que, sin embargo, el n cercibe de alguna manera, le angustian y dan lugar a sintomas. Esta dindmica sc expresard en la entrevista clinica, aunque no necesariamente acudan el padre, la dre y el menor, La ausencia de alguno de ellos, por ejemplo, puede ser un cle- mento importante, Para que se exprese esta dindmica, es necesario que na se sigan patrones estable- cidos durante la entrevista clinica, Resulta mds rico observar qué cs la que hacen os padres al solichar la evaluacién y concertar la primera entrevista, si pregunean por ejemplo, si deben Llevar al niio 6 no. En las primeras entrevistas ¢s tcl averiguar con quién duerme el nifio, porque en muchas ocasiones los nifios llevados a consulta estan participando de los conflic- cos sexuales de los padres; cuando duermen en la misma cama que ellos, es po- sible que la madke lo utilice como un pretexto para evitar las relaciones con su espaso. Oras veces, se propicia en el nifio una actividad sexual precaz y, en oca- jones, hasta perversa. Por ejemplo, en el caso de una mujer que se quejaba de ue su esposo era perverso, todo el tiempo pensaba en el sexo con ella y con otras mujeres y en la entrevista comenté que ella dorm{fa con su hijo de 10 aos, mien- eras su: esposo lo hacia con su hija de trece. Oro aspecto que hay que observar en la entrevista con nifias es si su compor« camiento es diferente cuando estin los padres que cuando no estin. Fir una oca- Son, una sefiora llevé a su hija a consulta porque le habzian dicho que era hiper- cuinetica, Cuando la nifia estaba en presencia de la madre, la inquietud era mucho mayor que cuando estaba sola con él entrevistador, lo que patecia indicar que la nsicdad de Ia madre aumentaba los s{ntomas de la nifia, La dindmica familiar se expresa a partir de cémo la madre o la persona que lev a al nifio a consulta, hace clea por teléfono, 10 + Privodiagndstice liniva del nitio (Capitulo 1) Es conyeniente ebservar en la entrevista cémo el nifie se relaciona con la ma- dre o el padre y cémo se rclacionan éstos entre st, cual de ellos es el que habla 0 aquién se da el mayor crédito. Fs relevance tambign, cuando se trata a la familia completa, observar cémo sc sicntan sus diferentes miembros. En el caso de una se- fiora que relata que leva a su hijo porque dl estd muy mal, ya que no puede se- pararse de él sin que llore, se asuste y, en ocasiones, hasta llame a los vecinos. El padre parece ser un reflejo de la madre y aprucha toda lo que ellx dice, Sin em- bargo, en el discurso de la madre cs nororio un rechazo hacia el nifio que se ex- presa en frases como “yo tuve seis hermanos, pero siempre quise ser la tinica”s esta frase indica que no acepraba la realidad de tener que compartir con suis hermanos, como no acepra el tener que compartir con su hijo. El nifio de seis aiios relata “ella siempre se compra cosas y a mf casi nunca me compra”. El nifio se angustia por- que teme ser abandonado, porque siente el rechazo de su madre, quicn ve en él a un rival y a un estorbo La madre nunca le ha dicho a su hijo que lo rechaza, pero d lo ha percibido. El nifio, ademds de darse cuenta de esto, participa de los conflictos de los padres, esta inmerso en ellos, pues no es todavia un sujeto independiente. El trabajo con nifios ¢s més complicado que con adultos ya que, ademds del juego de transferencias que se presenta, en cada caso tienen que idcarse las estratc= gias convenientes para comunicarse con el pequefio y con los padres. Proceso de la entrevista En ninguna situacién clinica, pero especialmente en la evaluacién del nitio, no pueden seguirse patrones rigidos, es necesario adecuarse a la situacién y a las con- diciones de los pequefios. El nifio no se expresa de la misma manera que el adul- to. Fs por ello que dentro de la misma entrevista debe recurrirse a otras técnicas como el dibujo, la plastilina o los titeres. Por ejemplo, se recuerda cémo una nifia de talla muy pequefia, cuyo sintoma de no comer constitula una manera de agre- dir y rechazar a su madre, expresd claramente este conflicto al hacer una muheca de plastilina, que identificd como su madre y a la que desbaraté y picoted con mucho coraje. Esto quizé no lo podria haber expresado verbalmente a sus escasos cuatro afios de edad. En la entrevista con el nifio, ¢s importante observar cémo se relaciona el pe- quefio con nosotros y cémo nos relacionamos con él, pues la respuesta que pro- voca en nosotros es fa misma que en sus padres 0 maestros. No obstante, debe cvitarse una actuacién en funcidn de la respuesta que provoca en nosotros y; so bretodo, con base en los sentimientos que nos producen sus acciones. Esto no quiete decir que en un momento dado no pueda sentitse coraje por lo que el nifto hace, pero quiz’, aunque asf sea, no es posible manifestarle el enojo o regafiarlo como Io haria su madre, por ejemplo. Durante la entrevista con un nifio que es Aspectos generales dle la evatuacicn del néfio * 11 llevado a consulta por su tio porque tiene problemas en su easa y en la escuclas cuando su tio le pregunta algo no contesta, como una manera de agredir quizd, pe- ro tambi¢n como resultado de una incapacidad para comunicarse del modo en que se le pide. El tio se enoja y esto aumenta la dificultad de comunicacién; esta ob- setvacién sirve al psiclogo come base para buscar comunicarse con el nifio de otra manera y evitar regafiarlo, lo que tinicamente aumentaria su angustia, Si se quiere trabajar con nifios vs necesario expresarse de tal manera que nos en- tiendan, esto cs ponerse a su altura; una de las virtudes de la técnica de Melanie Klein cs hablarle al pequefio en sus mismas palabras y jugar con él como sie viera a su altura, volverse semejance en edad durante el juego. Algo ast debe hacer- se en la entrevista, se tienen que buscar estimulos que sean atractivos para el peque- fio. Aunque el enfoque sca psicoanalitice, se puede tocar al pequeho y permitir que el nos toque, no sc le trata de la misma manera que a un adulto, Sin embargo, tambicn es necesario ponerle limites, pero no de la misma manera que se hace con una persona mayor. Cuando nos entrevistamos con el nifio dcben obscrvarse todas sus conductas, ya que a través de ellas podré obtenctse mayor informacién, comprensién y expli- cacién de los resultados obtenidos a través de las diferentes téenicas que se em- pleen cn el proceso de la evaluacién psicolégica. La observaci6n es un recurso fundamental del que uno debe valerse durante to- da el proceso de evaluacién psicolégiea, ésta se inicia desde que el nifio, sus pa- pds 0 persona(s) que lo acompafian estén cn la sala de espera, en donde quizd, al no sentirse observados, se comporten de mancra mis esponténea. Desde fa primera entrevista con el menor, es importante prestar atencién a cé- mo se separa de sus padres, cémo se relaciona con nosotros, cémo se comporta dentro del consultorio y los espacios que uriliza. Si se trata de escolares, es conve- niente averiguar de qué manera sc le planted la situacién de ir con el psicdlogo, qué opinién tiene de los mismos, qué significado tiene para él ir a consulta, qué és lo que espera. Como lo menciona Arfouilloux (1977), debe propiciarse que nifio informe sobre las cosas que le agradan y le desagradan, as{ como de sus juc- os predilectos, sus actividades, sus amistades, maestros, paces, hermanos y todas Jas relaciones que sean significativas para ¢l. Es probable que cuando se le interrogue sobre estos rubros, en ocasiones se muestre reticente a contestar o simplemente diga que no sabe, como una rencia. Sin embargo, por lo genetal, el nifio que es llevado a consulta casi pre ha sido sefialado, ya sea en la escuela o en la casa, y sabe por qué se le Heva con el especialista, Armida Aberdstury (1962) considera que desde la primera en- crevista, el pequerio mucstra una serie de expectativas con respecto al tratamicn- y tesolucién de conflictos. Laansiedad que el nifio puede mostrar ante la entrevista, por lo comtin se de- a que se da cuenta que se le lleva a consulta porque no «std cumpliendo con las expectativas que sus padres tienen de él, esto le causa angustia debido al temor que experimenta al sentir que por este motive quizis sea rechazado por sus pro- 12 + Pricndliagmdstico eltwico del n (Capitelo genitores. Por otra parte, cambién puede influir la imagen que tiene de si mismo y que cn muchas ocasiones se encuentra devaluada. Estus aspectos se ponen de manifiesto a través de diversas conductas duran- te la entrevista o aplicacién de las pruebas, asi, en ocasiones, entre otros com- portamientos pueden observarse actitudes negativas, mutismo, agresidn, llanco, apatia, mal humor, indiferencia, inestabilidad ¢ inquietud, Es muy importance tomar en cuenta en qué momento se presentan estas conductas, para interprecar su significado. ‘Gaando se aplican pruebas psicoldgicas, se requiere registrar las conductas que presenta el nifto durante su realizacién, observar la estabilidad de las mismas y, en caso de que exista alevin cambio, debe considerarse qué nueva conducta se pre- senté y en qué momento. Ouro aspecto a tomar en cuenta durante la entrevista es el tipo de comunica- cién que el nifio establece. Esea se da tanto de manera verbal como no verbal. Los nifies pequefios pueden tener dificulead para expresar verbalmente sus sentimien- tos, pero los comunican a través de conductas no verbales, muchas veces un silen- cio acompafado de ciertos manerismos puede ser mas significative que el hablar de cosas sin ninguna trascendencia. Para estimular la comunicacién y lograr una mejor relacién con el nifo pue- den emplearse algunos recursos como son el juego y el dibujo. Estas dos técnicas son de gran ayuda en el trabajo con menores, porque es la manera en que gene+ ralmente se comunican, ademés de que cualesquier de estas dos actividades, por sf mismas, les causan un gran placer y les permiten liberar tensiones internas a tra- vyés dela fantasia y, de este modo, manejar més ficilmente las situaciones que les resultan traumiticas. Diferentes autores consideran al juego como algo inherente al nifio y Je con- fieren un gran valor tanto en el proceso de evaluacién psicoligica como en el psi- coterapéutico, por lo que se incluye un resumen de los diferentes conceptos que se tienen del juego desde el punto de vista psicaldgico. Erikson (citado por Hartley et a, 1965) considera que ef juego es la medida terapéutica mas natural que pinperciona la infancia, El nifio lo utiliza para com- pensar derrotas, suftimientos y frustraciones. Freud (citado por Leboviei, 1970) plantea que el juego tiene una seriv de funcio- nes como son permitir la manifestacidn de la renuneia a la satisfaceidn del instin- to a travds de éste, por otro lado, el nifio puede convertir un suceso desagradable en juego, porque asf tiene dominio sobre dl, de igual manera, un suceso aterrae dor puede convertirse en el contenido del juego. Lebovici (1970), par su parce, sefiala que existen diferentes niveles en el juego representative, construides con diversas objeios y que deben tenerse presentes cuando se trabaja con el nifo; por ejemplo, en muchos casos éste construye con sus juegos un mundo que iene un valor representativo y al cual le dedica aten- cién y cuidedos, no obstante, cn dicho mundo el poquefio no siempre logra ex- Aapocios generates le at evrtuacién del mio * 13 sat lo que €l quisiera, por eso es necesirio abservar sus titubcos y Lapsus, manie taciones que probablemente son expresioncs de pulsiones que se dan a nivel onsciente. En el juego los obj un sostén prayectivo. Todo juego es mediacor del desco, trac consiga una satisfac- Sn y, en los que son compartidos, permite expresar el deseo a otros. (Doleo, 000}. La manera en que los nifios usan el juego es su forma de expresién, ya que éste ara ellos lo que el suefio es para los adultos y es la manera en que los més pe- ‘nos pueden revelar sus miedos y preocupaciones. El observar el juego con los sings y jugar con ellos, permite comprender los sfnromas que los aquejan. En la aluacién del menor, cl juego constituye una escucha empatica por parte del cli- ‘co (Westby 2000). En el caso de Nadia, una nifia de cinco aiios que llevan a consulta porque se zisla en la escuela, no habla y no se separa de su maestra, lo cual no sucede en su ambiente familiar. Nadia no tiene el ojo izquierdo, en su lugar tiene una tiene una edilla gris y el parpado casi cettado, En una sesién de evaluacién con juego libre, 2 propone jugar a la gallinita ciega, para ello dice: ‘tenemos que cernar un ajo y nas mos a poner este tubiro en ef arr”, el tubito renia un pequeno orificio para ver, y ai mismo tiempo dice: “lo buena gue yo ya tengo un ojo cernado y no me va a costar aubajo cerrarla”. La terapeuta empicaa «l jucgo y se tropicza con algunos mucbles, & encuentra porque hace ruiclos obvios, aunque cra dificil hallarla atrés del soft donde se escondis, Al cambiar el juego la que se esconde cs Ia terapeuta, Nadia la cacuentra muy répido, la nifia entonces pide que se repita ef juego y le da sugeren- de los lugares en donde se puede esconder y en mss de dos acasiones hace como que no la ve, la dltima vez al apoyarse para acechar abajo del mueble, des- subre la mane de la rerapeuta y le dice: ‘te encontyd sin querer’, En el juego Nadia inyenta una nueva modalidad de “gallinita ciega’, juego donde pone a las dos en igualdad de condiciones con un ojo cerrado y viendo silo por el otro y ademés por un pequefio agujerito, es como si ella mostrara qué = lo que siente, por una parte, con una visién teducida de la percepcidn visual, © por otra lo bien que ha compensado esta situacién y la habilidad con la que se mucve. La nifia fe da oportunidades a la terapeuta de no perder, ademas le sugiere c6- mo puede esconderse mejor. Esta actitud de la pequefia en él juego muestra su czpacidad de empatia, sabe que en este juego fa terapeuta estd en desventaja con specto a ella, por lo que le da oportunidades, quiz4 Nadia se aisla en la escuela 2 sentirse no aceptada por sus pares, sin embargo, através del juego es posible ob- sexvar los recursos que tiene para solventar sus dificulrades de adaptacidn al medio escolar. En cuanto al dibujo, ¢s una técnica que puede usarse desde que el nifio «s pe- guefio y es particularmente titil en la etapa de latencia. Se trata de un método re- oresentativo de la imaginacién que encuentra su origen 0 continuacién en la fan- Jos son personificados y ¢ 9 permite que se conviertan en IS * Pricadissgnéstico elinico del niivo (Capito 1) tasfa, en el sucfio y cl ensued, en vigilia y en la invencién de eseenas, historias, novelas y cuentos. En el dibujo el pequefio sc revela, se atreve a ser él mismo, y se permit presarse. El dibujo ticne la estructura de un suefo, por tanto, el dibujo libre en presencia del terapeuta represcntaria, en esta analogla, la técnica de Ix asociacidn libre. El inventar una historia partiendo del dibujo realizado, preporcions el puente verbal que funge como intermediario entre la fantas{a productora y el es- clarecimiento de la transferencia. Retomande las caracteristicas del nifto y la situacién de evaluacién, trabajar con ellos tequiere de que el psicdlogo se mucstre flexible y tenga una actitud de aceptaci6n hacia ellos para que tengan confianza y seguridad de que van a encon- trar el apoyo que necesitan para resolver su problematica. Esto no quiere decir que no se establezcan desde un principio las normas que se considerardn durante el trabajo que se tealice con ellos, Es necesario ejercer la flexibilidad cn todo el proceso de evaluacién, tanto cuando se lleva a cabo la entrevista como cuando se aplican las pruebas psicolégi- cas, en donde quizd, en ocasiones, se tenga que ser mis participative reforzando cier- tas respuestas o estimulande para tratar de obtener mayor informacién, Como se mencioné antes, al trabajar con nifios necesariamente tiene que ha- cerse también con los padres, ya que ellos estén involuceados afectivamente en la problemdtica. Por eso es necesario conocer céma , el motive de la consulta, cules son sus expectativas, qué han hecho desde que se inicié el problema y quié- nes son los mids afectados con el conflicto. Se cree necesario insistir que al trabajar con los padres, es conveniente mostrar una actitud comprensiva y evitar que se siencan juzgados y culpables. Cuando se observa que existe mucha tensién y que no son capaces de hablar abiertamente de lo que les pasa, puede recurtirse a ejemplificar con atros casos de probleméti- cas semgjantes para que vean que existen otras personas que pasan por situacio- nes similares, lo que probablemente les permita disminuir la carga de ansiedad que por lo general aparece en estas situaciones. Cuando se requiere hacer Ia historia clinica del nifio, es conveniente conocer cual ha sido cl desarrollo de la problemética que acwalmente presenta y la dindmi- cx familiar que ha surgido a partir de ésea. No sdlo hay que conocer la historia del nifio y la dinamica familiar, sino tam- bicn es necesatio saber acerca de la infancia de los padres y su familia de origen. ya que estas primeras experiencias pueden repercutir xctualmente dentro de lz dincmica familiar, Al crabajar con los padres hay que considerar que todos estos aspectus afectivos y de la dindmica familiar pueden propiciar sentimientos de culpa en cllas, lo que en ocasiones origina cierta distorsién de la realidad, por le que al pedirles la historia clinica del nifio, quizds ésta resulte alterada tal vez. por @ omitir, sin darse cuenta, hechos que pueden ser muy significativos pero que, por la carga afvctiva que contienen, no los recuerden en el momento. Aspettos generates dela eutluacin del nifio © 15 Debido a la angustia que se genera en los padres ya que, en ocasiones, cada uno &-dllos vive el problema de manera distinta, se les puede pedir a cada uno que, ser separado, hagan una biografia del nifio, para conocer un poco mas de como Sede uno ve el problema y los aspectos a los que confieren mayor importancia, xo aciara mucho sobre los enfoques de los padres. Por ejemplo, en la evaluacién un nifie que tenia bajo rendimiento escolar y que para los pases representa. un fracase personal, yx que constantemente se dedicaban a ayudar al pequeiio sin teats satisfacrorios; a podirle al padre la biografle de su hijo,nieamente-se sears en las dificultades escolares, justificands que el bajo rendimiento se deb ‘is maestros que habia tenido su hijo desele que se inicid en el aprendizaje escolar No rocd ningtin otro aspecto de la vida del nifio. USO DE OTRAS TECNICAS DE LA ENTREVISTA Es muy comtin que en [a evaluacién del nino, el psicélogo recumra a la historia clinica, sin embargo, es necesario senalar que el diagndstico obtenido a través de 422 se refiere al establecimiento de un diagndstico nosolégico que consisee en ana- Sezr los sintomas que presenta el nifio y ubicarlos dentro de sindromes claramen- se especificados en las clasificaciones psiquidtricas (Manual Diagndstico y Esta- Ssico de los Trastornos Mentales DSM-IV-R). La historia elfnica nace a partir de un modelo médico, en donde es muy im- stante establecer este diagndstico formal cuando el nifio o el adolescente re- siere tratamiento médico con el uso de psicofirmacos (como en el caso de los caadros neurolégicos o psiedricos), o bien en la investigacidn, cuando es necesario 4 manejo preciso de entidades nosoldgicas para sistematizar los datos. El diagnéstico en estos casos debe encaminarse a determinar un tipo especifico & perturbacién, la cual se tratard de acuerdo con los cuadros nosoldgicos estable- dos en nifios y adolescentes (trastornos mentales orgdnicos, trastornos afectivos, s=xstornos por ansiedad, trastornes del desarrollo, etcétera). Esto a veces resulta dificil, debido a que casi nunca se encuentran entidades sesolégicas absolutas como se describen en los manuales, las personas pueden pre- centar caracteristieas de diferentes cuadros con distintos grados de psicoparologia Por otro lado, aun cuando sea posible ubicar los sintomas en un determinado pa- Scimiento, es indispensable tener en cuenta la psicodinamia en cada caso, dos 10s pueden clasificarse como epilépticos y tener caracteristicas diferentes por lis situaciones que cada uno haya vivido. Otra técnica a la que puede recurrirse es al uso de las listas de veriticacién ecklists) acerca de aspectos del comportamiento, ésta ¢5 una herramienta muy sil que ayuda a sistematizar la informacién particularmente en casos especiales, como la elaborada por Nussbaum y Nancy (1990) para el diagnéstico de nifos déficic de atencidn; los maestros la contestan y se relacionan con conductas 16 + Pricuddiagndstico cllnico def nitio (Capttuto 1) del desempefio académico, ‘También estén las desarrolladas por Dean (1986) que se emplean en la evaluacién del sags postraumatico, Fstas listas incluyen con- duetas con las compaferos, en cl salén de clases, en relacién con la limpieza, habitos de alimentacién y con los padees. Sattler (1996) on su libro Evadwacién ine fins” considera algunas de estas listas de verificacién como la de Verificacién dle la ‘Condyera Infantil y ol Formuario dle Informe del Maestro y de low padres (Achenbach y Edelbrock, 1986; Achenbach 1991); las Escalas de Evaluacién del TDAH de ‘Conners para padres, maestros y nifios (Conners, 1997) y la Liste de Verificactin de a Conducta Problerntica Revisada (Quay y Peterson, 1987). Es importante sefia- lar que al seleccionar entre las muchas lisias de verificacién conductual que exis- ten, debe conacerse qué can aplicable cs cada una de ellas para la deteccion de un problema especifico. Dentro de las listas mencionadas, la elaborada por Achenbach ha sido valida- da en diversos paises (Achenbach y Resorla, 2006) y se ha cmpezado a trabajar eon ella en Mexico. (Valencia, 2005) Las escalas de Conners cuentan con cstudios recientes y versiones actualizadas en espafiol (Amador et ai., 2002) En México, en la Universidad Aurénoma de Yueardn, el Dr. Pedro Sanchez Escobedo y colaboradores desarrollaron en 1994 un instrumento computarizado que denominaron Sistema para la Dereccin y Referencia de tos Problemas de nittos de Primaria (DRPP) que incluye una lista de conductas en relacién con 25 de los factores asociados alos problemas que afectan de manera mds comin a los nifios escolares y les impiden tener un buen aprovechamiento escolar. ‘Actualmente, esta entrevista, referida a la verificacién de conduetas en los nifios, es un instrumente en linea denominado “Detecetdin de Riesgo en la escuela primaria (:Detector!)” (2003), que permite al psicélogo, profesional de Ja salud, maestro, director escolar, etc., recabar de manera sisterdtica la informacién necesaria pa ta conformar hasta 20 hipstesis diagnésticas que incluyen: déficic de atencién (con predominio de hiper-actividad o de inatencién), disfuneién cerebral, crastorno afeetives, problema alimentario, poblema de ansiedad, problema de conducta, problema emocional, problema de lenguaje, problema psicomotor, trastornos ge- neralizados del desarrollo, problema de salud, discapacidad intelectual, problema de socializacién, problema escolar, autoestima pobre, enuresis, discapacidad de aprendizaje, epilepsia, sonambulisnio ¥ pica Con una interfase amigable, este instrumento ve utiliza con éxito para Ta detec- cién temprana y canalizacisn oportuna de los alumnos de 6 a 13 afios de edad con probleinas, incfementar las probabilidades de éxito escolar, optimizar el tiempo de trabajo que requiere fa evaluacién, homogeneizar prupos escolares, simplificar los procedimientos de admision a los servicios de cducacién especial, y mas (San chez, 2003). = N. del 6g, Obra publicada en espanol por Edtarial EI Manual Moderne S.A, de G.V.,. Mexico, Aspect generates de le cualuacién del Desde cl punto de vista de los aucares, aunque estas listas de verificacién son 20 utlidad sobre wdo en la investigacidn, deben utilizarse junto con otras Ss pasa tener una mejor compremsion de cada caso, de manera especial en la Ssccidn completa debe incluirse una cnurevista abierta con el nifio y los padres, ‘see ya se ha mencionado. De hecho, las diversas perspectivas tedricas en ps = une guia dil para entrevistar nifios, padres, familiares, cuidadores, maes- “== otras personas cuya informacién sobre la problemdtica del menor resul- fee ievante. Desde la perspectiva del desarrollo, la informacién que sc busca obtener ex s0- See bos factores genticos y la inreraccién del ambiente sobre los factores bialogi- ‘= que pudieran afecrar el desarrollo del nifio. La entrevista tambidn sc enfoca == =2e cso a obtener informacidn sobre la habilidad perceptual del pequeiio pa ss esr oir y sentir; asi como si nifio tiene consciencia y comprende sus experien- Ss sensoriales. 2 perspectiva del desarrollo normativa se enfoca en evaluar si la conducta del -wesor cs similar a la de otros nifios de la misma edad y del mismo géncro sexual. ‘Secs cl nivel del desarrollo del nifo en Areas como lenguaje, habilidad motara, secul y de autoayuda. La informacidn por lo general se obtiene de la historia del de- -s=nllo del nifio que proporcionan las padres 0 cuidadores, Por su parte la perspectiva conductual enfatiza en la entrevista el que los pa- “= offezcan ejemplos concretos de la conducta problema y s¢ les pide que en lo po- Se que scan muy especificos en sefialar los pensamientos, sentimientos y acciones ‘ee suceden cuando se presenta dicha conducta. Por otto lado también investiga = cuencia, duracién e intensidad de las conductas problema, y como éstas can al nifio, y evalia la motivacidn para el cambio de los padres y cuidadores. En la entrevista con una orientacién humanista fenomenoldgica es importan- Seseriguar la forma en que el nifio y los padres se ven a s{ mismos y a otras per- eezs de su ambiente, lo que el pequefio puede valorar sobre las consecuencias de “se conducta y como visualiza sus elecciones y preferencias. Serer (1998), propone usar una bareria multimodal en la evaluacién infantil, se puede ayudar a: cologla clinica proporcio- + Determinar fortalezas y debilidades de los nifios y los padres * Entender la naturalera del sintoma y qué tanto éste impide Ie funcional del nifio + Sxaluar qué tanto el menor se encuentra en riesgo de presentar psicopatologfa u oro tipo de trastorno conductual + Dererminar las condiciones que inhiben al nifia para desarrollar habilidades apro- piadas, a bien que mantienen la conducta problema * Proveer Ia informacién base en el establecimiento de un programa de inter- vencién Pricodliagndstico etinico del nifio (Capitula «+ Proporcionar una guia veil que ayuee al terapeuta a seleccionar la intervencidn dli- nica o eclucacional adecuada para cse nifio en particular © Evaluar los cambios que se den durante el tratamiento tanto en los nifios co- mo con sus padtes 0 cuidadores + Medir el impacto de la intervencidn en programas instruccionales Dependiendo de la orientacién teérica del clinico y del tratamiento que cl mex nor requiera, la entrevista puede adoptar diferentes modalidades que completen la informacién requerida seguin el caso y los sfntomas que presence ef menor, En este libro se presentan las pruebas psicomeéiricas que son de gran utilidad para evaluar al pequefio desde una perspectiva normativa del desarrollo de las fanciones cognoscitivas, motoras y sensoriales y las pruebas proyectivas. que nos permiten valorar el desarrollo inttapsiquico, asi eomo las vivencias emocionales del menor con una oricntacién psicodinémica, ENTREVISTA CON EL NINO EN CASOS ESPECIALES Queda claro que en cualquier entrevista con nifios se tiene que ser flexible, pero tambign sistemdtico, esto cs mas evidente cuando se trata de casos especiales, co- mo por ejemplo, de pequeiios con lesiones orginieas © con un trastorno espectti- co, como puede ser del lenguaje. En este punto deben considerurse también los casos de abuso sexual, malerato y situaciones traumdticas, como el duelo que se establece por pérdidas. En estos ca- sos especiales es necesario tomar en cuenta la edad de desarrollo del nifio y eva- luae'a qué nivel correspanden las conductas y habilidades adquiridas. En casos de duclo, por ejemplo, es importante establecér el concepto de muerte que tienen los pequeios de acuerdo con su clad, pues un nifo menor «le cinco aos no en- ticnde que la muerte es final e irreversible (Dyregrov, 1990). En situaciones traumaticas como éstas, al igual que en otras, el menor re- quiere de elaboracién, la cual no s¢ consigue sin hablar del suceso, esto puede lograrse a través del juego, los dibujos y otras técnicas que ya se han menciona- do. Muchas veces, los padres por querer evitar que el nifio sufta, no hablan de las situaciones traumatieas, con lo cual impiden que éste elabore el suceso. La mane- ra cn que los adultos se enfrentan a la muerte puede trace problemas al nifio. Cuando, por ejemplo, se ocultan los hechos y no se explican las causas de la muerte, pueden prevalecer las fantasias y quizds el pequetio se sienta culpable de la situacidn. Es importance permitir que el nifo vaya al velorie de un ser queri- do, si asi lo desea, y no ocultarle sus propias reacciones come aduleo; par ejem- plo, hi tristeza que se siente ante In muerte del cOnyuge, pues de otra manera le sera més dificil elaborar el duelo. Algunas de las reacciones emocionales més fre- cuentes de los nifios frente a una pérdida o cualquier otra situacidn traumética _Aspectos yeneneles do fa evuluaciin del nifio «19 sex ansiedad, dificultades en el suefio, tristeza, enojo y tendencia al acting our, cul- == sxrorreproches, problemas escolares y quejas somaticas. En estos casos es esen- Sol cacrevistar a los padres y, en acasiones, informarles sobre la nacuraleza de es- Sx sexcciones y cémo ellos, por querer evitar un dolor al nifo, le impiden que aber: la situacidn. En los casos en los que el nifio ha pasado por una situacién traumdtica como “a= Gexastre 0 abuso sexual, es importante hacer una evaluacién completa del éste SSnilia, as{ como un diagndstico diferencial, pues puede tratarse de un cuadro Se cares postraumdtico o una disociacién de la personalidad, El juego y la dis- seen dirigida, asi como una aproximacién directa y abierea, son importantes ears que el nifio sea capaz de elaborar e integrar los eventos traumdticos. Los me- secs: no pueden empezar a hablar abiertamente sobre asuntos que tratan de ol- edz o negar. La actitud de los actultos tal vez refuerce erréneamente la idea de = 4S simacién es tan dificil que no se puede hablar de ella (James, 1989), Una técnica tail en la evaluacién de situaciones especiales es contar cucntos, ue se le puede pedir al nifio que cuence una historia sobre algo que directa 0 “edisectamente tenga que ver con Ia situacién traumatica. En estas situaciones don- da veces el pequefio desea hablar sobre algo peto le es sumamente doloroso, los di- Sess son especialmente titiles, Al evaluar situaciones de crisis hay que tener en cuenta ademas de Lo! #2 desarrollo, como ya se menciond, la adaptacién previa a la crisis, otra Geass dificiles que el pequefio pudiera haber tenido, el funcionamiento general 24 nifio en ese momento ¥ el significado especifico que la crisis riene para él “Wedd, 1991). Orzo aspecto a tomar en cuenta es la presién de tiempo que exis- S para evaluar a un nifio en una situacién de crisis, Esco hace que el evaluador sels determinar el tiempo y el tipo de informacién que se obtendra sin presior ser al pequefio y a los padres, quienes tal vez se sientan agredidos ante una per- Seas demasiado inquisitiva. En los casos de maltrato fisico 0 de abuso sexual por parte de los padres, la ‘Seotratransferencia juega un papel muy importante, ya que estas situaciones pue- Se despertar en el psicdlogo deseos inconscientes deagresién, odio o rechazo ha- == los padres, lo cual no hace sino complicar la sitwacién, pnes un nile, aunque % maltrate, quiere a su padre y es el tinico que tiene. El psicdlogo debe evitar el exo de separar al padre del menor slo porque a dl le desagrade el progenitor, Ex exe tipo de situaciones es recomendable que el psicdlogo no trabaje solo, puede Sscerlo con otra persona o al menos tener un grupo de apoyo para discutir estos 0s. A continuacién, se muestra el ejemplo de una entrevista (Garcla, 1992), basa. Gzen sesiones de juego, para evaluar la pauta de apego en un nino con trastornos $2 lenguaje. En este caso se pone en evidencia la necesidad de entrevisear tanto hs padres como al nifio. La teorla del apego postula el vinculo entre madre ¢ hijo como consecuencia de === conducta caracteristica por parte de cada uno de ellos. En primer lugar, esté cl 20+ Pricocingndstice clinico del nitio (Capieulo 1) comportamiento de la madre, ¢s decir Ja conducta de crianza y, en segundo y de- terminada por el primero, esti Ia conducta del nifio, la conducta de apego.” “Lex paueas de interaccién que graduatmente se desarvollan entre el pequerto y su mere sile son comprensibles como renltado de las coniribuciones de uno y otro, en particulan pay gue cada uno de ellos, a st wea influye sobre la conducea de ese oro” (Bowlby, 1969-76, p. 230, citado en Garcfa.1993). Ficha de identificacién Nombre: Angola Edad: ¢ 10 meses Escolaridad: Primero de preescolar Fdad del padre: 33 afios Fdad de la madre: 30 afios Hermanos: Un hermano de 12 afios Fecha de las cntrevistas: Antecedentes No existe una valoracidin ncurolégiesy sin embargo, Angola cuenta-con una valoracié= de neurodesarrollo en la gue se dice que tiene un problema de alineacién corporal. gue no existe un desarrollo de los muisculos antigravitarorios y presenta gran tex sidn en hombros, pelvis y columna Historia del desarrollo Angola fue producto del segundo cmbarazo y la segunda gesta de la madre, Fue un embarazo a término y psicoprofiléctico, Angola pesé 3.945 kg al nacer y mi dis 55 em. Fuc una bebe plancada y descada, toda la familia (nuclear y extensa) qu: tuna nifia, pues hasta ese momento codos los nietas eran nifios, La madre dejé de trabajar con el nacimiento de su hija (lo que no hizo con mayor), y actualmes te afirma que no regresard hasta que Angola hable, La madre cuenta que la amamanté hasta los dos aiios, y luego “confiews” que’ ala fecha cuando la nifia le pide, ella le da “chichita’, Actualmente no tiene pro blemas de alimentacida, come de todo Septin la madre, su suiemio siempre ha side tranquila, pero destle pequetia se cole caba sobre su lado izquierdo y se arqueaba para dormir otra postura predilec= cra la de dejar cacr la cabera y la parte superior del tronco por el borde de la ma, de manera que quedara “colygindo”; kt maelre explica que esto se debia al peo 22 + Privodiayndstico elinico del nifia (Cupttuto 1) Angola nunca ha mostrado curiosidad acerca del origen de Jos bebés, Hace como un afo eraté de hacer pipi parada, entonces la madre le explicé Las diferen- Gias sexuales entre ella y cl primito, al que la nifia habja observado, y la con- ducta desaparecié. ‘Ala cdad de cuatro afios entré a preescalar, llor6 los primeros dias y Inego emper6 a asistir contenta, Pero un dia como un mes después de haber comen- zado a asistis, Angola le explicé a su mama que la maestra le habla pegado, ésta lo neg, pero a partir de entonces la nifia comenzé a lloran segiin la madre se ponfa blanca del susto y vomitaba, ademés “si lora ella, lloro yo" agregé la ma- dre, por lo que a los tres dfas la sacaron de la escuela. En la época de la entre- vista estaba a un mes de reingresar a otra escuela. Comentan los padres que cuando Angola pasa enfrente de su primera escuela todavia hace gestos, “como si se acordara dc csa fea experiencia”. Los padres dicen que no quieren forzar a su hija, que lo que vaya pudien- do hacer ya lo hard, ellos quieren que su hija crezca feliz y sola vaya maduran- do. La madre agrega que ademas, Angola ‘de alguna manera ex diferente, su de sarvalle no puede ser igual al de todos los nafias", pero no explica mé Angola siempre ha sido una nifia saludable, por lo que nunca ha tenido que ser hospitalizada, tampoco ha suftide aecidentes. Los padres la describen como una nifia de caricter firme, “cuando dice no es no”, pero siempre obedece con tan sdlo alzarle la vor. Gencralmente después de esto los padres le explican Ja situacidn y “ella entiende”, No es destructora ni be- rrinchuda. Fl padre relata cémo el problema de lenguaje no le impide acusar a su hermano y demandar lo que quiere. El padre la describe como “malora’: pe~ ga, esconde cosas, se burla de su hermano cuando lo regaian, Le gusta jugar con las vecinos, pero es bastante timida, sin embargo, cuan- do se siente en confianza tiene que ver con todos. Los padres dicen que tiene especial gusto por los cumpleaios y los gatos, de hecho en la casa habia hasta hace aproximadamente ocho meses cere de 30 gatos, pero Angola tenia pre- ferencia por uno al que buscaba para jugar y acariciar, Tiene inclinacién por los juguetes de nifios, especialmente la patineta y la avalancha, Apenas hace un par de meses pidié su primera mufieca que cerrara los ojos. La madre explica que clla piensa que la imaginacién de Angola no ¢s como la de otros niftos, ya que cuando ella le cantaba la nifia Ja miraba fijamente, y cuando trataba de jugar, por cjemplo, a que le platicaba a un globo, ésta le de cia “no, eves tié”, Actualmente esto se ha modificado y Angola “le sigue el jue go". Le gusta jugar a que vende pan ¢ irse al mandado cargada de mochilas, y= Hevar de paseo sui mufieca envuelta. Sale al jardin (la familia vive en un terre- no en el que estin también la casa de la abuela materna y una tfa materna que tiene una hija més pequetia), después de un rato regresa y dice ‘ya vine”, Le gusta dibujar, segtin os padres siempre tiene a Ja mano una hojita y un Mépiz, Aspecsos generates de la evatuacidn del nino + 23 La madre describe la siguiente rutina: Angola se levanta como alas 10:00 aan. spafia a mama al mandado, regresan y juegan estampas, visitan a la abucla oa ==. y cuando llega papa no tiene ojos mds que pata él. Ls madre afirma que el padre es “el consentido” de la nifia, no se ducrme == que llega y durante el dia juega a que le habla por teléfono. En los dias de nso se pega a él y quiere acompafiarlo a todas lados, La zelacién con su her- mo cs buena Sobre todo porque él ha mudurado mucho. Ademds —agrega la ma- mi hijo desde chiquito hace todo bien, es mucha la diferencia con Angola, # es el Ser

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